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Cómo Obtener Agua Adecuada para Calderas

El agua sin tratar siempre contiene ciertas impurezas que aumentan el costo del
combustible y de la conservación, y que reducen la duración de la caldera. El mejor
método para eliminar dichas impurezas depende del tamaño de la instalación, de la
presión a que funciona la caldera, de la cantidad de agua de repuesto que se usa y de
las características del abastecimiento del agua. Debido a que estos son factores que
varían en cada planta, la elección del mejor método para cada instalación requiere un
cuidadoso análisis de los requisitos de la instalación y conocimiento de los métodos
para el tratamiento del agua.

¿Por qué es necesario tratar el agua de caldera?

1. Para eliminar la turbieza del agua antes de entrar a la caldera.

La acumulación de minerales insolubles finamente divididos, o partículas orgánicas,


que reducen la claridad del agua, es lo que se llama la "turbieza". Si se dejan en el
agua de alimentación de las calderas, forman un lodo pegajoso y aislante en los
tambores de las calderas, y también pueden producir "arrastre" (véase el número 3 a
continuación)

2. Para eliminar los depósitos que causan la pérdida de calor, y que dañan la
tubería y demás superficies de calentamiento.

Cuando el agua se evapora se forman depósitos de los minerales contenidos' en


solución, algunos de los cuales forman las incrustaciones en las calderas. Estas
incrustaciones forman un aislamiento entre el fuego y el agua. Es necesario mantener
temperaturas más altas en el fogón para evaporar el agua. Cuando es necesario
elevar la temperatura al grado que el metal se suaviza, los tubos fallan. El aceite en el
agua de alimentación también puede causar la misma clase de falla.

3. Para evitar el "arrastre" que producen los depósitos en los recalentadores,


turbinas y otro equipo que requiere vapor.

La concentración muy alta de sales en suspensión y disueltas en el tambor de la


caldera produce vapor mojado. Las gotas de agua con minerales que forman
incrustaciones son arrastradas por el vapor y acarreadas al recalentador y turbinas,
donde los minerales forman depósitos. Este fenómeno se conoce como "arrastre". El
aceite en el agua también produce arrastre. El vapor seco aparentemente arrastra
sílice en las calderas que funcionan a presiones de 42 a 49 atmósferas

4. Para eliminar los gases

El oxígeno en el agua de alimentación corroe el metal de las calderas, El dióxido


carbónico (CO2) que torna el agua ligeramente ácida, acelera este procedimiento.
5. Para evitar que el metal de la caldera se vuelva quebradizo

La alta alcalinidad en el agua de la caldera puede ser la causa de que el metal de la


caldera se vuelva quebradizo, agrietándose alrededor de los remaches de las calderas
remachadas, y en las extremidades de los tubos donde éstos entran en la placa de
tubos. La importancia de este peligro no se conoce exactamente, y probablemente ha
sido exagerada. Pero es un problema de fácil solución si se toman las debidas
precauciones para que el tratamiento no ponga el agua excesivamente alcalina.

EIiminación de los sólidos suspendidos

Los sólidos en suspensión, que causan la turbieza pueden eliminarse por


coagulación y filtración. Cuando la turbieza es mayor de 40 ppm., o el agua contiene
color o materia orgánica, es necesario coagularla del modo ilustrado en el dibujo. Los
flóculos (la substancia que se combina con los sólidos en suspensión) se mantienen
en contacto con el agua en el precipitador por aproximadamente una hora antes de la
filtración. Para que el agua pase por los flóculos, es necesario agitarla mecánicamente
durante el procedimiento.
Cuando los sólidos disueltos se eliminan por medio de tratamiento (método 5, a
continuación), pueden combinarse ambos métodos de tratamiento.
Eliminando gases del agua

Aunque el oxígeno en el agua de alimentación puede eliminarse químicamente por el


tratamiento con sulfito de sodio, él método resulta muy costoso. Generalmente se usa
un desaereador como el ilustrado arriba. El desaereador elimina del agua los gases no
condensables mediante una etapa de barrido con vapor libre de oxigeno, dentro de un
tanque cerrado. Suele agregarse sulfito de sodio aun cuando el agua haya pasado por
el desaereador más eficiente.
El objeto es proveer protección contra la posibilidad de que el curso del agua se
desvíe y no pase por el desaereador; así como la de que cierta cantidad de oxígeno se
disuelva en el agua después de la aereación.
Para estos casos se requiere muy poco sulfito.

Cinco Métodos Básicos para Eliminar los Sólidos Disueltos

1. TRATAMIENTO EN LA CALDERA. Cuando la dureza (sales de calcio y magnesio)


y la presión de la caldera son bajas, el agua de alimentación puede tratarse dentro de
la caldera misma. En el mercado hay productos químicos tales como sosa, fosfatos o
materiales orgánicos preparados especialmente para este propósito, los cuales se
aplican directamente en la caldera.
Dichos productos reaccionan con las sales que forman las incrustaciones y forman
precipitados insolubles,
Los cuales se extraen periódicamente cuando se purga la caldera.
Este sistema debe regularse cuidadosamente para cerciorarse de que se usa
suficiente cantidad del material para obtener precipitación completa de la dureza, y
para mantener baja la concentración de los precipitados.
Aunque el tratamiento en el interior de la caldera es preferible a la ausencia total de
tratamiento, y requiere muy pequeña inversión de dinero, en realidad convierte la
caldera en un tanque de agua para tratamiento químico, que es un servicio para el
cual no ha sido diseñada. Por esta razón es mejor eliminar las impurezas del agua
antes de que entre a la caldera.
El tratamiento en el interior de la caldera suele usarse para suplementar el
tratamiento anterior del agua.
2 INTERCAMBIO IONICO CON SODIO: Este procedimiento se basa en pasar el
agua de repuesto por un lecho de sales de sodio, llamadas zeolitas (o ceolitas). Las
sales de calcio y magnesio que forman las incrustaciones reaccionan con las zeolitas y
son reemplazadas por sales de sodio que no producen incrustaciones. El bicarbonato
de calcio se convierte, en bicarbonato de sodio, y el sulfato de magnesio se convierte
en sulfato de sodio y así también los otros materiales que producen escamas.
La concentración de las sales de sodio en el tambor de la caldera se regula por
medio de purga periódica o continua. La purga continua puede diseñarse para
recobrar el calor que se perdería, y para mantener automáticamente la concentración
salina a menos del máximo permitido.
Cuando el sodio en las zeolitas ha sido reemplazado por el magnesio y calcio, el
lecho se regenera pasando una solución de sal corriente por el reactor, reemplazando
el calcio y magnesio con sodio.

3. INTERCAMBIO DE HIDROGENIONES: Cuando el agua contiene considerable


cantidad de bicarbonatos, un intercambiador de hidrogeniones elimina la dureza y al
mismo tiempo reduce la concentración de los sólidos totales en la caldera y por
consiguiente el volumen de purga requerido. Mediante este método parte del agua de
repuesto pasa por un intercambiador donde el hidrógeno reemplaza al sodio, calcio y
magnesio en el agua, formando ácidos. El ácido carbónico se elimina como bióxido
carbónico en un desgasificador (que es el tercer equipo del procedimiento de
tratamiento ilustrado arriba), o en el desaereador. Los ácidos sulfúricos; clorhídricos y
nítricos se neutralizan mediante la aplicación de algún material alcalino o mezclando el
agua suavizada con sodio, con agua suavizada con hidrógeno, como lo ilustra el
dibujo.
El equipo intercambiador de hidrogeniones se regenera con ácido clorhídrico o
sulfúrico del modo normal.
4. DESMINERALIZACION COMPLETA: Cuando se requiere vapor excepcionalmente
limpio (como en las fábricas de textiles), todos los minerales se eliminan del agua de
alimentación o repuesto. Los cationes son eliminados en un intercambiador de iones,
como el usado en el método 3, que se regenera con algún ácido. El ácido carbónico se
elimina en el desgasificador y los otros ácidos en una eliminadora de aniones, la cual
se regenera con algún álcali.
Cuando es necesario, puede variarse el material de intercambio iónico para eliminar
la sílice. Hay muchas instalaciones en las cuales no es necesario eliminar la sílice, y si
se elimina sólo se aumentan los costos iniciales y de operación.

5. TRATAMIENTO CON HIDRATO DE CAL Y SOSA: La dureza del agua puede


reducirse agregándole hidrato de cal y sosa. A la temperatura atmosférica, este
tratamiento, usando un exceso normal de materiales reduce el calcio a 35 ppm. Y el
magnesio a 80 ppm. Si se calienta el agua al punto de ebullición, y se usa un exceso
de sosa de 25 ppm puede reducir el calcio a 17 ppm y el magnesio a 3 ppm. En el
dibujo arriba, este método se usa para coagular los sólidos en suspensión antes de la
filtración, y se usa un intercambiador catiónico para reducir la dureza de 20 ppm a
cero.
Compare los Métodos Antes de Elegir uno para su Planta

El análisis de esta agua es típico del agua de pozo: No tiene turbieza ni color, y
contiene alto porcentaje de bicarbonatos.
De los métodos considerados, el Método No. 2 (Intercambio iónico con sodio)
resultaría el más económico, tanto de instalar como de mantener. Pero si se usa este
método se produce considerable cantidad de bióxido carbónico en el vapor
condensado debido a la reacción de los bicarbonatos en la caldera. Se requiere
considerable purga para mantener la concentración salina adecuada.
La purga excesiva, el exceso de alcalinidad y una alta proporción de bióxido
carbónico pueden evitarse usando el Método No. 3 (Intercambio iónico de hidrógeno y
sodio).
Si el agua es para usarse en una caldera que funciona a 46 atms. o mayores
presiones, entonces el Método No. 4 puede usarse para eliminar la sílice, ya que
algunos ingenieros creen que ésta se sublima y produce depósitos en las turbinas.
Este método es el más costoso de instalar y mantener.

Esta es típica agua dé río, que significa la eliminación de la turbieza y color.


Los resultados serán aproximadamente iguales si se usa el método No. 5
(tratamiento en caliente con hidrato de cal y sosa), o el pretratamiento con coagulación
para eliminar los sólidos suspendidos. Cuando el volumen de agua de repuesto es
pequeño, el Método No. 2 resulta más económico. Conforme aumente el volumen de
agua tratado, disminuirá la diferencia en el costo de instalación del Método No. 2 y No.
5.
Los costos de operación son más o menos iguales, posiblemente un poco más
favorables si el procedimiento es en caliente.
La alta alcalinidad de esta agua hace necesario usar el método que la reduzca del
modo más efectivo.
La reducción de la alcalinidad también reduce la purga requerida, y los efectos
corrosivos del dióxido carbónico en el vapor condensado.
Aunque los costos de operación del Método No. 5 son menores que los del Método
No. 3, el Método No. 5 cuesta más inicialmente excepto en las plantas muy grandes.
Cuando las calderas son pequeñas y funcionan a presiones de menos de 21 atms.,
también debe considerarse el uso del intercambiador de iones de sodio.

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