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Título: UNOS «DEBEMOS» DE LA BIBLIA

Tema: vida espiritual


Pasaje: (Juan 3:7)
Propósito: gracias a Dios por la salvación que Cristo nos ha dado, como cristianos esto es lo
que debemos hacer,
Introducción .
Frase de transcision: 7 consejos para seguir creciendo espiritualmente.
1. Debemos orar siempre (Lc. 18:1; Sal. 91:1; Mt. 6:6).
a. También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
diciendo:
b. El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
c. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la Puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

2. Debemos leer las Escrituras (Col. 3:16; 1 P. 2:2).


a. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos
a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos
e himnos y cánticos espirituales.
b. desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

3. Debemos asistir a los cultos de la iglesia (He. 10:25).


No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
4. Debemos dar testimonio (Ro. 10:9, 10).
Ésta es la palabra de 9 fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de
los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
5. Debemos traer nuestras ofrendas al Señor (Mal. 3:7–12; 2 Co.
9:7).
a. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
b. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su
justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra
justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce
por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
6. Debemos ser sinceros (Jn. 4:24; Mt. 5:8).
a. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
b. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Debemos comparecer ante el Tribunal de Cristo (2 Co. 5:10).
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada
uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo
que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

Pregunta: "¿Cuál es la manera correcta de orar?"

Respuesta: ¿Es mejor orar de pie, sentado, de rodillas, o inclinado? ¿Deben estar mis manos abiertas,
cerradas o levantadas hacia Dios? ¿Deben estar cerrados mis ojos cuando oro? ¿Es mejor orar en un templo o
afuera en la naturaleza? ¿Debo orar por la mañana cuando me levanto, o por la noche antes de ir a la cama?
¿Hay ciertas palabras que necesito decir en mi oración? ¿Cómo comienzo mi oración? ¿Cuál es la manera
correcta de cerrar una oración? Estas preguntas, y otras, son preguntas comunes que recibimos acerca de la
oración. ¿Cuál es la manera correcta de orar? ¿Acaso importa cualquiera de las cosas mencionadas?

Con mucha frecuencia, la oración es vista como una forma de “fórmula mágica.” Si tú no dices exactamente
las cosas correctas, u oras en la posición correcta, Dios no escuchará y responderá a tu oración. Esto es
completamente anti-bíblico. Dios no responde a nuestras oraciones basado en cuándo oramos, dónde
estamos, qué posición corporal adoptamos, o en qué orden decimos nuestras oraciones. Primera de Juan
5:14-15 nos dice, “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su
voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las
peticiones que le hayamos hecho.” Similarmente, Juan 14:13-14 declara, “Y todo lo que pidiereis al Padre
en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, Yo lo
haré.” De acuerdo a esto, y a muchas otras Escrituras, Dios responde a las peticiones de oración basándose
en si éstas se piden de acuerdo a Su voluntad y en el Nombre de Cristo (para traer gloria a Jesucristo).

Así que, ¿cuál es la manera correcta de orar? Filipenses 4:6-7 nos dice, “Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias. Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.” La manera correcta de orar es derramar tu corazón ante Dios. Ser honesto y abierto con Dios, puesto
que Él ya te conoce mejor de lo que te conoces a ti mismo. Presenta tus peticiones a Dios, pero ten en
mente que Dios sabe lo que es mejor, y no te concederá una petición que no sea Su voluntad para ti.
Expresa tu amor, gratitud, y adoración a Dios en oración, pero no te preocupes por tener las palabras
correctas para expresarlo. Dios está más interesado en el contenido de tu corazón, que en la calidad de tus
palabras.

Lo más cerca que llega la Biblia de dar un “patrón” para la oración, es el Padre Nuestro en Mateo 6:9-13. Sin
embargo, comprende por favor, que el Padre Nuestro no es una oración que debemos memorizar y recitarla
a Dios. Es un ejemplo de las cosas que debe contener una oración –adoración, confianza en Dios,
peticiones, confesión, protección, etc. Ora por las cosas de las que habla el Padre Nuestro, pero usa tus
propias palabras y “adáptala” a tu propia jornada con Dios. La manera correcta de orar, es expresando lo
que hay en tu corazón a Dios. Sentado, de pie, o de rodillas; con las manos abiertas o cerradas; ojos
abiertos o cerrados; en un templo, en casa, o al aire libre; por la mañana o por la noche - todas estas cosas
son asuntos secundarios, sujetos a la preferencia personal, convicción y conveniencia. El deseo de Dios es
que la oración sea una conexión real y personal entre Él y nosotros.
Pregunta: "¿Por qué es importante asistir a la iglesia?"

Respuesta: La Biblia nos dice que necesitamos asistir a la iglesia para que podamos alabar a Dios con otros
creyentes y ser instruidos en Su Palabra para nuestro crecimiento espiritual. La iglesia primitiva “Y
perseveraba en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en
las oraciones” (Hechos 2:42). Debemos seguir ese ejemplo de devoción, y de las demás cosas. En aquel
entonces, no tenían un edificio designado para la iglesia, pero "perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón" (Hechos 2:46).
Dondequiera que se lleve a cabo la reunión, los creyentes crecen en el compañerismo con otros creyentes y
en la enseñanza de la Palabra de Dios.

La asistencia a la iglesia no es sólo una "buena sugerencia"; es la voluntad de Dios para los
creyentes. Hebreos 10:25 dice que no debemos "dejar de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca". Incluso en la iglesia primitiva,
algunos estaban cayendo en el mal hábito de no reunirse con otros creyentes. El autor de Hebreos dice que
ese no es el camino a seguir. Necesitamos la fortaleza que nos brinda el asistir a la iglesia. Y la llegada del
fin de los tiempos nos debe impulsar a ser aún más dedicados en ir a la iglesia.

La iglesia es el lugar donde los creyentes pueden amarse unos a otros (1 Juan 4:12), exhortarse unos a otros
(Hebreos 3:13), considerándonos unos a otros para “estimularnos” al amor y a las buenas obras (Hebreos
10:24), servirse unos a otros (Gálatas 5:13), instruirse unos a otros (Romanos 15:14), honrarse unos a otros
(Romanos 12:10), ser bondadosos y misericordiosos unos con otros (Efesios 4:32).

Cuando una persona confía en Jesucristo para salvación, es hecha un miembro del Cuerpo de Cristo (1
Corintios 12:27). Para que el cuerpo de la iglesia funcione apropiadamente, todas las “partes del cuerpo”
necesitan estar presentes y funcionando (1 Corintios 12:14-20). No es suficiente asistir a una iglesia;
debemos estar involucrados en algún tipo de ministerio que ayude a otros, usando los dones espirituales que
Dios nos ha dado (Efesios 4:11-13). Ningún creyente alcanzará jamás la plena madurez espiritual sin asistir a
la iglesia para usar sus dones y ser animado y exhortado por otros creyentes (1 Corintios 12:21-26).

Por estas y otras razones, la asistencia a la iglesia, la participación y el compañerismo, deben ser
actividades regulares en la vida de todo creyente. No es obligatoria la asistencia semanal de los creyentes a
la iglesia, pero alguien que ha confiado en Cristo debería tener el deseo de adorar a Dios, ser instruido en Su
Palabra, y tener compañerismo con otros creyentes.

Jesús es la piedra angular de la iglesia (1 Pedro 2:6), y nosotros somos "piedras vivas, sed edificados como
casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo" (1 Pedro 2:5). Como materiales de construcción de la "casa espiritual" de Dios, tenemos
naturalmente una conexión entre nosotros, y esa conexión es evidente cada vez que la Iglesia "va a la
iglesia".

El origen de la palabra proviene de la época del renacimiento, concretamente en España. Los


escultores españoles cuando cometian algun error mientras tallaban estatuas de mármol caras,
disimulaban los defectos con cera.

Asi, una estatua que no tenia ningún defecto y no necesitaba retoques era reconocida como una
"escultura sin cera".

Con el tiempo la definición evolucionó hasta la conclusión de que quien no oculta nada, es una
persona sincera.
SINCERIDAD MAS VALE QUE TENGA OIDOS PARA OIR
Rabito ES QUE EL CIELO NO SE GANA CON
FORTUNA
Letra de la canción
EL SEÑOR NOS PIDE TODAS O NINGUNA
EL ME PIDIO QUE LES HABLE DE LA
REALIDAD HOY ES EL DIA EN QUE TU PUEDES
ESTA VIENDO QUE SU PUEBLO SE VA Y SE CAMBIAR
VA DEJA YA DE LADO TODO LO QUE TE HACE
POR CAMINOS QUE NO TRAEN MAS QUE MAL
PROBLEMAS ABRELE TU CORAZON SINCERAMENTE,OH
Y HACEN QUE SU CORAZON SE LLENE DE SI
PENA. Y ARREGLA CON EL TUS CUENTAS
FRENTE A FRENTE
EL DEJO SUS MANDAMIEMTOS PARA CORO:
CUMPLIR SINCERIDAD
EL PREDIJO DEL AMOR ANTES DE MORIR DIOS ESTA PIDIENDO A SU PUEBLO QUE
EL ENTREGO SUS VIDAS POR NUESTRAS TENGA
CULPAS SINCERIDAD
YA ES HORA QUE DIGAMOS SEÑOR ESO ES LO QUE HACE LA DIFERENCIA
DISCULPA ENTRE
CORO: EL BIEN Y EL MAL
SINCERIDAD Y ESTA ESPERANDO QUE SE
DIOS ESTA PIDIENDO A SU PUEBLO QUE ARREPIENTAN DE SUS MALDADES
TENGA SINCERIDAD
SINCERIDAD PALABRA PEQUEÑA QUE TIENE GRAN
ESO ES LO QUE HACE LA DIFERENCIA PESO EN LA ETERNIDAD
ENTRE SI NO LA VIVIMOS DE NADA NOS SIRVE EL
EL BIEN Y EL MAL ORAR Y ORAR
Y ESTA ESPERANDO QUE SE SINCERIDAD, SINCERIDAD...
ARREPIENTAN DE SUS MALDADES
SINCERIDAD
PALABRA PEQUEÑA QUE TIENE GRAN
PESO EN LA ETERNIDAD
SI NO LA VIVIMOS DE NADA NOS SIRVE
ORAR Y ORAR
SINCERIDAD, SINCERIDAD... EL QUE
QUIERA CON JESUS IRSE A VIVIR
106. EL PUNTO DE NO RETORNO
Los aviones, en los grandes viajes transoceánicos, llegan en su
curso al llamado "punto de no retorno". Esto significa que en caso de
avería u otra circunstancia grave, ya no tienen la opción de volver a su
punto de partida porque ya no les queda suficiente combustible para
volver; necesariamente tienen que seguir adelante hasta el aeropuerto
más cercano.
Así sucede muchas veces en las vidas de los hombres.
Llegamos en alguna situación al "punto de no retorno", y sólo
nos queda la posibilidad de seguir adelante. Para Cristo Jesús este
"punto de no retorno" estuvo en Getsemaní cuando oró diciendo:
"...no como yo quiero, sino como tú." Después de este momento,
Cristo ya no podía volverse atrás, pues era el Salvador o no era nada.
El punto de "no retorno" es ese momento crítico en la vida en
que tenemos que tomar decisiones importantes y que después de
tomarlas todo va a ser distinto.

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