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CUIDADO HUMANIZADO EN ENFERMERÍA

El profesional de Enfermería desde sus inicios ha puesto en práctica el cuidado


humano y a medida que pasa el tiempo ha evolucionado para perfeccionarlo,
basados en teorías así como la de Watson. Pero el cuidado va más allá de la
teoría, involucra muchos aspectos propios del ser humano, entre estos
encontramos la empatía, responsabilidad, el ser humanitario, la espiritualidad
entre otros. Por otra parte existen otros aspectos importantes relacionado a las
característica antes descritas, como es la vocación por la profesión la cual
incluye hacer bien una práctica de Enfermería por gusto, porque se siente bien
con lo que se hace, la compenetración con la Profesión, el dominio teórico
práctico, los valores propios del ser humano, los cuales contribuyen a generar
un equilibrio y a mantener el respeto por la vida. De esta manera el cuidar, es
una esencia de ser humano y una característica fundamental para ser
desarrollada o adquirida por los Profesionales de Enfermería.

El propósito de este tema es reflexión por parte del profesional de Enfermería


con poca o mucha experiencia en la práctica, además para que los docente
promueva en sus estudiantes cada día el cuidado humanizado y de esta manera
encontrarnos en las áreas asistenciales profesionales satisfecho por lo que
hacen, donde el mayor pago sea la recuperación de la salud de la persona
enferma a pesar de las adversidades y contra tiempos que se viven en los
centros asistenciales sobre todo los públicos.

EL CUIDADO HUMANO COMO ESENCIA

El ser humano tiene numerosos matices dentro del marco de su existencia, en


toda época momento o circunstancia requiere del cuidado. Cuidar es preservar,
asistir ayudar a un individuo, concernirse en él para mejorar sus condiciones no
solamente de salud, sino de manera integral.

Cuidar también significa “conocer a cada paciente, interesarse por él. Interesarse
involucra, paradójicamente, desinteresarse de uno mismo, algo difícil.
Interesarse supone entrar dentro del ser, en este caso dentro del paciente, tener
un conocimiento propio de cada uno, darse cuenta de sus actitudes, aptitudes,
intereses y motivaciones y además de sus conocimientos; requiere su
manifestación como persona única, auténtica, capaz de generar confianza,
serenidad, seguridad y apoyo efectivo” (Olarte, 2013)

El cuidado es, “una forma de expresión, relación con el otro ser y con el mundo,
como una forma de vivir plenamente” (Gonzalez G, 30). Como “una actitud
fundamental, un modo de ser mediante el cual la persona sale de sí y se centra
en el otro con desvelo y solicitud” (Wesley & L., 1997). Por esta razón, somos
seres sociales por excelencia, debido a que es crucial, necesario el aporte que
suministre la familia, amigos, vecinos cercanos u organismo de salud, que
poseen capital humano preparado y formado.
En teoría del cuidado de Watson describe varias definiciones del cuidado, el
cuidado puede ser demostrado de manera afectiva y practicado de forma
interpersonal. Consta de factores que pueden satisfacer las necesidades
humanas. El cuidado efectivo promociona la salud y el crecimiento del individuo
y la familia. Además un entorno de cuidados ofrece el desarrollo del potencial
mientras permite a una persona elegir la mejor acción en un momento concreto
(Wesley & L., 1997), es decir, el cuidado cuando es positivo mejora la situación
de salud del paciente y por ende las condiciones anímicas de la familia, además
desarrolla un potencial en el profesional de Enfermería para tomar la decisión
más asertiva a la hora de bridar cuidados.

Además el cuidado es de igual de importante que la curación, la práctica del


cuidado integra el conocimiento biofísico con el conocimiento de la conducta
humana para generar y promover la salud y ayudar aquellos que estén enfermos.
La ciencia del cuidado y la ciencia de la curación no se excluyen una de otra.

Para entender al hombre, a la persona sana o enferma, en cualquiera de sus


esferas se brinda la asistencia para procurar mejorar al individuo, entendiéndose
el cuidado humano como; “ideal moral, trasciende el acto y va más allá de la
acción de la enfermera y produce actos colectivos de la profesión de Enfermería
que tiene consecuencias importantes para la civilización humana” (Olarte,
2013). Partiendo de esta definición el cuidado humano, es aquel que involucra,
la vocación, los conocimientos, espiritualidad, responsabilidad, moral, ética y
nuestra esencia como congéneres, para asistir a cada persona. El cuidado
humano es holístico, por tal razón al momento de brindarlos, se debe considerar
cada persona con problemas de salud individualmente, dado que, todos no
tienen las mismas necesidades, dolencias, intereses, credos, cultura, entre otros.

El cuidado humano ha sido identificado como el núcleo de la formación y ejercicio


del profesional de Enfermería, centrado en la persona, en su continua salud-
enfermedad, desde la concepción hasta la muerte, en la familia y los grupos
poblacionales.

Por otra parte, Leininger, hace referencia a los cuidados transcultural “es
proporcionar cuidados que sean coherentes con los valores, creencias y las
prácticas culturales” (Wesley & L., 1997). Define los cuidados culturales, como
aquellas herramientas que le facilitan a Enfermería el cuidado de cada individuo,
para mejorar sus condiciones, enfrentar la muerte o a la discapacidad.

El cuidado es el eje central de la Enfermería.

Sin duda alguna, existe una serie de aspectos que caracterizan el cuidado
humano, que son condiciones necesarias y suficientes para que se llegue a
realizarse de forma positiva.

El cuidado es el motor que mueve a Enfermería en el día a día laboral y va


engranado con la recuperación del paciente. A nivel preventivo está
representado en mejorar de la calidad de vida, en la procura de prácticas
sanitarias, reducción de los índices de morbi-mortalidad.

El ser humano enfermo o sano, necesita ser amado, escuchado, comprendido,


ser protegido para encontrar una explicación a la situación por la que está
pasando. Además está en el derecho de recibir una atención integral y de
calidad. Por lo tanto el cuidado humano es esencial en la Profesión de
Enfermería, bajo criterios de conocimientos, ética, moral y humanismo por parte
de cada Enfermero (a) para la protección de la dignidad humana y la
conservación de la vida. Unas de las mejores herramientas del cuidador es la
capacidad de dar amor y entender al que sufre, de comprometerse e internalizar
su dolor como nuestro, buscando resolver el problema más allá de la terapéutica
médica.

Por ello al brindar cuidados humanizados, exige al Profesional de Enfermería la


vocación por su profesión, es decir llevar la práctica de Enfermería con amor,
con nobleza, con compromiso tanto con el paciente como con el servicio, el
deseo de ejercer con espíritu positivo, sin admitir la mediocridad. De esta manera
una atención humanizada efectiva contribuye en gran medida a la curación del
paciente, sobre todo en aéreas como son; cuidados intensivos, coronarios,
trauma-shock, donde el paciente depende total o parcialmente de los cuidados
del Profesional de Enfermería.

Por otra parte debemos velar por las nuevas generaciones, para que desarrollen
o conserven la esencia del cuidado humano, donde permanezcan los valores
éticos-morales promuevan una conducta asertiva, que generen cambios
significativos en la praxis. Ya para finalizar el profesional de Enfermería debe
bridar cuidados humanizados de excelencia, para honrar al ser humano,
conservar fomentar la salud del individuo enfermo o sano, crecer como
profesionales, ser autónomos en el trabajo, crecer como persona y sentirse cada
vez más satisfecho con la labor. De esta manera explicar porque el cuidado
humanizado deja de ser una ciencia médica para convertirse en una ciencia
social.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Gonzalez G, M. B. (30 de agosto de 30). El cuidado humano. Obtenido de EL cuidado


humano : http://es.scribd.com/doc/16008571/Cuidado-Humano

 Olarte, A. (01 de septiembre de 2013). excelencia del cuidado, un reto para enfermeria.
Obtenido de excelencia del cuidado, un reto para enfermeria:
http://www.encolombia.com/medicina/enfermeria/8105-editorial.htm

 Wesley, R., & L. (1997). Teorias y Modelos de Enfermeria. Mexico : McGraw-Hill


Interamericana

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