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– Aporta
proteínas de buena calidad que se digieren mejor que las proteí- nas de la leche. – Previene
diarreas infantiles. – Previene la osteoporosis (enfermedad que afecta a los huesos), debido a su
contenido de calcio. – Lo pueden consumir personas con intolerancia a la lactosa, que es un azúcar
que se encuentra en muy baja concentración al ser transformada por los microorganismos en
ácido láctic
B. Procedimiento para elaborar yogur a baja escala industrial para comercializar Ejemplo:
Elaboración de yogur batido. Diagram B. Procedimiento para elaborar yogur a baja escala
industrial
para comercializar
RECEPCIÓN DE LA LECHE
ESTANDARIZACIÓN DE LA LECHE
AGREGADO DE AZÚCAR
PASTEURIZACIÓN
ENFRIAMIENTO A 43°C
BATIDO
SABORIZACIÓN
ENFRIAMIENTO
La leche tiene varios derivados, uno de ellos es el yogurt, el cual se elabora a partir de
bacterias “buenas” como el Streptococcus termophilus, Lactobacillus bulgaricus y L.
lactis, entre otros. La leche se inocula con éstos microorganismos, para que la lactosa se
convierta en ácido láctico.
Si comparamos el yogurt natural y la leche entera se observa que una taza de yogurt
contiene mas proteína y calcio que una taza de leche y un poco menos de sodio.
(Obviamente esto depende de la manera en que se elabora el yogurt y de la marca del
mismo).
El yogurt contiene poca grasa; un yogurt normal contiene 8.7 g de grasa mientras que el
yogurt light contiene 2.3 g de grasa aproximadamente. Además siendo un producto de
origen animal, contiene muy poco colesterol: 29 mg comparado con 33 mg que contiene la
leche. Para las personas que son intolerantes a la lactosa, que es el hidrato de carbono de la
leche, ésta es una buena noticia, ya que el yogurt contiene menos lactosa que la leche y
algunas personas lo toleran mejor.
¿Por que debo consumirlo?
El yogurt se ha considerado como un alimento probiótico. Un alimento probiótico se
considera “un cultivo o mezcla de cultivos de microorganismos vivos incorporados a
algunos productos para beneficiar la salud del huésped humano o animal a través de la flora
intestinal”, esto quiere decir, que éste tipo de alimentos se elaboran a partir de bacterias
benéficas para el organismo, que, al ingerirlos, pueden sobrevivir a los ácidos del estómago
y llegar intactas al intestino donde llevan a cabo su misión.
Como ya es sabido, el tracto gastrointestinal contiene una microflora normal, es decir,
tenemos miles y millones de bacterias (buenas y malas) que habitan en nuestro intestino. Es
por esto que se necesita que haya una relación mayor de bacterias benéficas, que compitan
por ocupar los lugares de las bacterias patógenas como la E. coli y Streptococcus entre
otras.
Pero, a todo esto, ¿de que me sirve tener tantas bacterias “buenas” en mi organismo? Hay
que señalar que desde principios del s. XX, se han investigado estas bacterias benéficas y se
ha encontrado que:
Intervienen en los procesos digestivos: El consumo de probióticos disminuye la
intensidad y la duración de las diarreas. Esto se debe a que las bacterias benéficas compiten
y ganan el lugar en el intestino de las bacterias patógenas, a la vez que, las bacterias
probióticas disminuyen el pH del intestino.
Metabolismo de vitaminas: Mientras exista un equilibrio en la microflora, las
funciones metabólicas de síntesis y absorción de vitaminas (especialmente la K, B12 y
ácido fólico) se va a llevar a cabo.
Regulan el sistema inmune o de defensa del organismo: Las bacterias probióticas
pueden estimular la producción de inmunoglobulinas A (IgA), células plasmáticas,
linfocitos y macrófagos; todos ellos responsables de la defensa de nuestro organismo.
Previenen el cáncer: El consumo de probióticos ha demostrado tener efectos
antimutagénicos. Según el Nacional Institute of Cancer de Estados Unidos, la gente que
consume yogurt, tiene mucho menos riesgo de padecer cáncer que la gente que no lo
consume. Además, varios estudios con animales demuestran que los probióticos ayudan a la
supresión de tumores, lo cual necesita más investigación, para saber el mecanismo de
acción específico, así como el efecto sobre diferentes tipos de tumores.
Modulan la motilidad del intestino: Es ya sabido que las bacterias probióticas
participan en la movilidad del intestino, esto se debe principalmente a la producción de
ácido lo que estimula los movimientos de peristaltismo (movimientos del tracto
gastrointestinal) y ayudan así a la excreción de las heces fecales. Es por esto que es muy
bueno que las personas estreñidas consuman alimentos que contengan probióticos como el
yogurt.
Los profesionales de la salud desde hace mucho tiempo se han avocado a promover el
consumo de calcio a través de productos lácteos como el yogurt para mantener los huesos y
dientes sanos y prevenir la osteoporosis. Pero durante los últimos años, varios estudios
muestran que consumir productos lácteos bajos en grasa puede ayudar a promover la
pérdida de peso.
De acuerdo a estudios realizados en el último año, se ha visto que el yogurt, junto con una
dieta equilibrada, ayuda a promover la pérdida de peso en personas que tienen sobrepeso.
Un estudio publicado en la International Journal of Obesity, demostró que una población
de adultos obesos que consumieron yogurt bajo en grasa (light) como parte de una dieta
reducida en calorías (500 calorías menos de las que deben consumir), perdieron 22% mas
peso que las personas que únicamente llevaban una dieta baja en calorías. Además las
personas que consumieron yogurt perdieron 81% mas grasa en el área abdominal que las
personas que no lo consumieron. Los investigadores concluyeron que estos resultados se
suman a las evidencias obtenidas en otras investigaciones, las cuales afirman que las
proteínas y el calcio, derivados de una dieta con productos lácteos bajos en grasa, ayudan a
disminuir el porcentaje de grasa corporal. Impresionante ¿no?
Es por todas estas razones, por las cuales el yogurt es un alimento muy recomendable, para
todas las personas de cualquier edad y condición.
Si la salud empieza en los intestinos, podemos decir que la belleza también. El yogurt es
verdaderamente útil para una piel saludable, pues al mantener los intestinos limpios,
estos absorben y eliminan con mayor eficiencia los nutrientes, lo cual se refleja
inmediatamente en la piel, la cual ya no tiene que servir como segunda opción para eliminar
toxinas o desechos tóxicos difíciles de desalojar.
Por eso es que se puede decir que el consumo habitual del yogurt casero u orgánico de
preferencia (el industrializado muchas veces trae harinas y mucha azúcar refinada)
promueve en gran medida la juventud y belleza general, además de promover una vida
larga y sana.
El yogurt no sólo tiene beneficios en la piel cuando se ingiere con frecuencia, sino cuando
se aplica directamente sobre la piel o el cabello en forma de mascarilla. El yogurt actúa
como desinfectante y refrescante, además de darle a la piel lozanía y un aspecto realmente
joven.
Recuerda que la piel no se sana desde fuera sino desde adentro, y uno de los puntos
claves son tus intestinos y tus riñones.
El yogurt es muy digerible y fácilmente asimilable por el organismo.
Ayuda al organismo a absorber mejor los minerales de otros alimentos.
Favorece el buen funcionamiento del intestino, pues refuerza la flora intestinal.
Ayuda a combatir algunos tipos de infecciones vaginales.
Asimismo, algunos estudios indican que el yogurt contiene propiedades
estimulantes del sistema inmunológico.
Así también se indica que podría prevenir algunos tipos de cáncer.
El yogurt, también puede ayudar a controlar los efectos secundarios de los
antibióticos.
CONCLUSIONES
El desarrollo del cultivo iniciador del yogur es simbiótico, es decir, St. thermophilus
favorece el crecimiento de Lb. delbrueckii subsp bulgaricus y viceversa.
El catabolismo microbiano libera sustancias que determinan el aroma y sabor del
yogur; la principal es el ácido láctico, responsable de la acidez característica de estos
productos, aunque otras muchas sustancias matizan el sabor y aroma como son el diacetilo,
la acetona y el acetaldehído.