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UNIVERSIDAD NACIONAL "DANIEL ALCIDES CARRIÓN"


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE DERECHO

TESIS

MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÒN DE


CONFLICTOS: EL ARBITRAJE EN LA LEGISLACIÒN PERUANA:
PROPUESTAS Y ALTERNATIVAS.

PRESENTADO POR:

MARIELA PANDO PINTO

PASCO - PERÚ
2017
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ÍNDICE

I. DATOS INFORMATIVOS

1.1. Título
1.2. Alumno
1.3. Asesor
1.4. Lugar de investigación

DEDICATORIA

AGRADECIMIENTO

RESUMEN

ABSTRACT

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I
EL PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. Descripción de la realidad problemática


1.2. Formulación del problema

1.2.1. Problema General


1.2.2. Problemas Específicos

1.3. Formulación de objetivos


ii

1.3.1. Objetivo General


1.3.2. Objetivos Específicos

1.4. Importancia y Justificación del estudio


1.5. Limitaciones y alcances de la investigación
1.6. Viabilidad del estudio

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes de la investigación

a) El Arbitraje en el Derecho Romano


b) El Arbitraje en la Edad Media.
c) El Arbitraje en Francia
d) El Arbitraje en el Perú.
e) La Constitución Política de 1979 y el Código Civil de 1984
f) La Constitución Política de 1993
g) Ley General de Arbitraje (Decreto Ley 25935)

2.2. Bases teóricas

2.2.1. Tipos de mecanismos de resolución de conflictos


2.2.2. Características del proceso arbitral
2.2.3. Legislación reciente sobre el arbitraje en Perú

a) Ley Nº 26572
b) Ley de Arbitraje Decreto Legislativo 1071
c) Decreto Legislativo 1231

2.3. Definiciones conceptuales


iii

2.4. Hipótesis de la investigación

2.4.1. Hipótesis General


2.4.2. Hipótesis Específicas

2.5. Sistema de variables

2.5.1. Variable independiente


2.5.2. Variable dependiente
2.5.3. Definición conceptual de las variables
2.5.4. Definición operacional de las variables
2.5.5. Operacionalización de las variables

CAPÍTULO III
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

3.1. Tipo y Nivel de Investigación

3.1.1. Tipo de Investigación


3.1.2. Nivel de Investigación

3.2. Método de investigación


3.3. Diseño de la investigación
3.4. Población, Muestra y Muestreo
3.5. Técnicas e instrumento de recolección de datos
3.6. Técnicas de procesamiento y análisis de datos
3.7. Selección y validación de los instrumentos de investigación
3.8. Aspectos éticos
iv

CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

4.1. Tratamiento estadístico de la investigación


4.2. Presentación de resultados
4.2. Prueba de hipótesis
4.4. Discusión de resultados

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

FUENTES DE INFORMACIÓN

ANEXOS

a) Matriz de consistencia
b) Instrumento
v

I. DATOS INFORMATIVOS

1.1. Título

MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÒN DE CONFLICTOS: EL


ARBITRAJE EN LA LEGISLACIÒN PERUANA: PROPUESTAS Y
ALTERNATIVAS.

1.2. Alumno

NN.

1.3. Asesor

NN.

1.4. Lugar de investigación

Universidad Nacional "Daniel Alcides Carrión"


Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
vi

DEDICATORIA
vii

AGRADECIMIENTO
viii

RESUMEN

Se realizó una investigación con el propósito de determinar cuáles son los principales factores
que obstaculizan la efectiva implementación y utilización del arbitraje en nuestro medio y què
alternativas legislativas y socio-jurídicas pueden plantearse para superar las deficiencias que
impiden que esta institución cumpla con los fines para los cuales fue diseñada. El estudio se
centró en el distrito judicial de la Provincia de Pasco considerando las partes en conflicto
(demandante y demandado), sus respectivos abogados y los árbitros encargados de los casos
así como su nivel de información respecto al arbitraje. Como variable independiente se
consideró los factores que influyen en la adopción del arbitraje para abordar y solucionar los
conflictos civiles en el distrito judicial de la Provincia de Pasco. Como variable dependiente se
consideró la aplicación del arbitraje para abordar las desavenencias civiles en el distrito judicial
de la Provincia de Pasco. Complementariamente al análisis jurídico se elaboró y aplicó un
cuestionario para evaluar los factores que influyen en la aplicación del arbitraje para abordar
los conflictos civiles en el distrito judicial de la Provincia de Pasco. así como para determinar el
nivel de conocimiento y aplicación del arbitraje por los diversos actores del proceso. El
cuestionario aplicado fue debidamente validado por criterio de jueces y su confiabilidad fue
determinada por el Coeficiente Alpha de Cronbach. El cuestionario se aplicó a una muestra
conformada por Jueces Civiles de Pasco, Secretarios de Juzgados, Abogados litigantes de
Pasco; Estudiantes Facultad de Derecho de la UNDAC y especialistas varios. El tipo de
investigación fue la investigación aplicada, el nivel de la investigación fue el explicativo causal,
el diseño fue el no experimental y el diseño estadístico fue el de comparación de frecuencias
con la Razón Chi Cuadrado. El método fue el cuantitativo ya que se procesó estadísticamente
los resultados y también se aplicó procedimientos cualitativos ya que se analizaron las
respuestas de la muestra a una entrevista personal. El procesamiento estadístico fue realizado
con el programa estadístico SPSS versión 20 y se recurrió a la Razón Chi Cuadrado a fin de
determinar cuál era la opinión predominante en cada pregunta. Se comprobaron las hipótesis
planteadas. Se establecieron las conclusiones del caso y se formularon las respectivas
recomendaciones.

Palabras Claves: Mecanismos alternativos de resolución de conflictos, Arbitraje, composición


extrajudicial.
ix

ABSTRACT

An investigation was conducted in order to determine which are the main factors that hinder the
effective implementation and use of arbitration in our environment and what legislative and
socio-legal alternatives can be proposed to overcome the deficiencies that prevent this
institution from fulfilling the purposes for which was designed. The study focused on the judicial
district of the Province of Pasco considering the parties to the conflict (plaintiff and defendant),
their respective attorneys and the arbitrators in charge of the cases, as well as their level of
information regarding the arbitration. As an independent variable, the factors that influence the
adoption of arbitration to address and solve civil conflicts in the judicial district of the Province of
Pasco were considered. As a dependent variable, the application of arbitration was considered
to address civil disagreements in the judicial district of the Province of Pasco. In addition to the
legal analysis, a questionnaire was developed and applied to evaluate the factors that influence
the application of arbitration to address civil conflicts in the judicial district of the Province of
Pasco. as well as to determine the level of knowledge and application of arbitration by the
various actors in the process. The questionnaire applied was duly validated by judges and its
reliability was determined by the Cronbach Alpha Coefficient. The questionnaire was applied to
a sample made up of Pasco Civil Judges, Court Secretaries, Pasco litigants; Students Law
School of the UNDAC and several specialists. The type of research was applied research, the
level of research was the causal explanatory, the design was non-experimental and the
statistical design was the comparison of frequencies with the Chi Square Reason. The method
was quantitative since the results were statistically processed and qualitative procedures were
also applied since the responses of the sample to a personal interview were analyzed. The
statistical processing was carried out with the statistical program SPSS version 20 and the Chi
Square Reason was used in order to determine which opinion prevailed in each question. The
hypotheses were verified. The conclusions of the case were established and the respective
recommendations were formulated.

Keywords: Alternative dispute resolution mechanisms, Arbitration, extrajudicial composition.


1

INTRODUCCIÓN

Por medio del arbitraje las personas enfrentadas por una controversia, o
quienes prevén que pueda surgir entre ellas en el futuro, bien de una relación
determinada o bien de un conjunto de relaciones, deciden someter su
resolución no a la administración regular de justicia, sino a persona o personas
a quienes se denomina árbitros, y que han elegido ellas mismas o un tercero a
quien han confiado esa elección. La decisión arbitral se denomina laudo. Si el
arbitraje es gestionado o administrado por una Institución, Corporación o
Asociación, se denomina Arbitraje Institucional.

En cuanto a los antecedentes lejanos del arbitraje Alcázar López (1994)


manifiesta que se encuentran referencias al arbitraje en el derecho español en
las más antiguas fuentes, como el Breviario de Alarico o el Líder Judiciorum,
manteniendo su presencia en los trabajos codificadores del siglo pasado y más
recientemente, en la Ley de Arbitrajes de Derecho Privado de 1953. Montero
Aroca (Alcázar López. 1994) en el prólogo de su “Comentario breve a la Ley de
Arbitraje”, señala que pese a esa tradición milenaria, ni España ni los países
latinoamericanos han tenido lo que cabría denominar una cultura arbitral. Sin
embargo, en la tradición jurídica española se puede encontrar un sistema
autónomo de solución de litigios en los Consulados tanto en la Corona de
2

Aragón (Valencia, 1283; Palma de Mallorca, 1943 y Barcelona, 1347) como en


la de Castilla (Burgos, 1494; Bilbao, 1511; Sevilla, 1543, etc.). Este sistema fue
jurisdiccional en sentido estricto, no arbitral, pero puso de manifiesto que una
sociedad autoorganizada puede encontrar soluciones propias, más allá de las
normales que le ofrece el Estado. Sólo una sociedad libre, integrada por
ciudadanos libres, afirma Montero Aroca, se atreverá a salirse de los cauces
preestablecidos por el Estado.

Como ya se precisó, el arbitraje es un mecanismo de solución de conflictos


alterno al sistema judicial formal, esto implica que se plantea como una
alternativa al Poder Judicial y a su imperio soberano de resolver controversias.
El arbitraje no es excluyente de la alternativa judicial y ofrece a las partes otra
opción para resolver sus controversias.

Históricamente el arbitraje nació como un uso o una costumbre a través de la


cual las partes decidían resolver sus controversias fuera de los sistemas
judiciales formales, comprometiéndose las partes a cumplir y respetar la
decisión emanada del árbitro al cual se sometían. A medida del transcurso del
tiempo este uso, básicamente comercial fue desarrollándose positivamente
mediante acuerdos y tratados internacionales, como por ejemplo la Convención
de Nueva York, Ley Modelo de la CNUDMI (1996) y posteriormente en las
Leyes de Arbitraje de los distintos países del orbe. Acerca de la evolución
normativa del arbitraje en el ámbito de las legislaciones nacionales Mantilla
Serrano (2007: 2003) manifiesta:

En derecho comparado, la mayoría de los sistemas jurídicos


en sus orígenes confiaban la regulación del arbitraje en los
códigos procesales nacionales. Con el auge del comercio
internacional y el marcado uso del arbitraje como método
preferido para resolver controversias comerciales, la
segunda mitad del siglo XX dio origen a la tendencia, hoy
consolidada, de promulgar leyes de arbitraje autónomas y
3

desligadas de los cuerpos normativos procesales o


sustantivos. Esta tendencia ers particularmente evidente al
analizar las leyes de arbitraje que han sido expedidas en
Latinoamérica en los últimos años.

Puede señalar que en la actualidad el arbitraje constituye uno de los principales


mecanismos de solución de conflictos comerciales por excelencia, preferido por
inversionistas, empresarios, pequeñas y medianas empresas.

En el Perú, desde 1992 se dispone de cuerpos normativos que regulan los


procesos referidos al arbitraje, desde el Decreto Ley N° 25935, pasando por la
Ley N° 26572 hasta el actual Decreto Legislativo N° 1071.

La experiencia ha constatado una estrecha vinculación arbitraje y actividad


comercial hecho que encuentra su irrefutable comprobación en la notable
consolidación de centros de arbitraje en las diferentes Cámaras de Comercio,
tanto a nivel nacional como internacional. Grigera Naón (2006: 589) lo
siguiente:

El apoyo del mundo de los negocios al arbitraje


internacional, -se percibe y evidencia- de manera específica
desde temprana época, a través de los objetivos
perseguidos por la Cámara de Comercio Internacional desde
su creación en 1919, la adopción por ésta de reglas de
arbitraje internacional en 1922, y la instauración de su Corte
de Arbitraje en 1923.

Como ya se indicó, los procesos arbitrales no son procesos directamente


competitivos con los mecanismos judiciales formales. Al respecto Caivano
(2008: 43):
4

El arbitraje no compite con la justicia del Estado, ya que su


desarrollo pleno tiene lugar precisamente en aquellos países
donde sus legislaciones ofrecen eficaz colaboración a los
tribunales arbitrales. De manera que el mito del
enfrentamiento entre ambas justicias no es tal. Cada cual, en
su ámbito, debe cumplir el rol que el Derecho le ha
asignado. La justicia del Estado y la justicia arbitral no se
encuentran en situación de conflicto. El éxito, es decir, el
logro de la paz social como meta indiscutible de ambas vías,
se logra tan sólo mediante el delicado equilibrio de su
complementariedad, de su interdependencia. De manera
que ambas formas o modalidades para lograr poner fin a las
disputas se necesitan, se precisan mutuamente.

En el campo del arbitraje los límites propios a su aplicación, a diferencia de los


límites de aplicación del Poder Judicial, están dados por la “Arbitrabilidad”, la
misma que está determinada por su capacidad legal de poder incluir dentro del
ámbito de las competencias arbitrales determinado tipo de conflictos en razón
de la materia sobre la que se ocupan. Sobre el particular refiere Mantilla-
Serrano (2007: 218):

Un segundo aspecto, cuya aplicación y ámbito están


íntimamente relacionados con la aplicación de un derecho
nacional, es el de la arbitrabilidad- denominada arbitrabilidad
objetiva por la doctrina anglosajona-, es decir, el de la
identificación de aquellas materias o controversias que
pueden ser sometidas a arbitraje. Corresponde así a cada
ordenamiento jurídico decidir y fijar las cuestiones
susceptibles de arbitraje. De hecho, casi la totalidad de leyes
de arbitraje contemplan algún tipo de disposición relativa a
las materias que pueden ser sometidas a arbitraje, la
5

mayoría de las veces haciendo referencia a aquellas


controversias que versen sobre derechos disponibles.

Concurrentemente Talero (2009: 228) señala:

Se ha sostenido, por ejemplo, que la arbitrabilidad se predica


de derechos de contenido económico o patrimonial, también
se ha sostenido que las materias arbitrables se refieren a los
derechos de libre disposición de las personas, mientras que
las no arbitrables recaen sobre los derechos inalienables y
no transigibles.

A diferencia de lo que ocurre con la solución de conflictos en el campo judicial


formal, para que una controversia pueda ser sometida a arbitraje, esta
controversia deberá ajustarse a los requisitos que la Ley establece:

En nuestro ordenamiento jurídico, la arbitrabilidad objetiva está regulada en el


artículo 2.1 de la Ley de Arbitraje: Artículo 2º.- Materias susceptibles de
arbitraje

Pueden someterse a arbitraje las controversias sobre


materias de libre disposición conforme a derecho, así como
aquellas que la ley o los tratados o acuerdos internacionales
autoricen.

En este orden de ideas, y a diferencia de lo que ocurre con la resolución de


controversias en el ámbito judicial, para poder someter una controversia a
arbitraje, dicha controversia deberá cumplir con los requisitos que la Ley
imponga para su arbitrabilidad.

Cantuarias Salaverry (2007: 9) indica lo siguiente:


6

La referencia a derechos disponibles es lo suficientemente


amplia como para abarcar cuestiones contractuales o
extracontractuales, con o sin contenido patrimonial. la ley de
arbitraje se inscribe así en la tendencia mundial de ampliar al
máximo el ámbito de las materias arbitrables y por ello evita
enumerar una lista de materias no susceptibles de ser
resueltas mediante arbitraje.

La importancia del arbitraje para la resolución de conflictos comerciales es


explicada por los profesores Redfern, Hunter, Partasides y Blackaby (2009: 79):

“la idea que el arbitraje constituye un método particularmente


adecuado para la solución de controversias derivadas de
relaciones de negocios (por contraposición a las relaciones
domesticas) es en general ampliamente aceptada en
términos amplios, un contrato comercial es un tipo de
contrato celebrado entre comerciantes en el curso habitual
de sus actividades.”

Si bien es cierto que la libre disposición abarca márgenes más amplios que la
definición de comercial, lo cierto es que todo controversia comercial si puede
ser definida como materia de libre disposición, por la sencilla razón que al
producirse dentro del comercio necesita siempre versar sobre derechos
disponibles, es decir que solo los derechos disponibles producen comercio.

Es a partir de esta relación que podemos apreciar con claridad la importancia


que tiene el arbitraje en la solución de controversias comerciales. Asimismo las
empresas son quienes a través de distintas modalidades legales desempeñan
actividad comercial, veamos lo que nos dice sobre ello la Ley N° 28015, Ley de
Promoción y Formalización de la Pequeña y Micro Empresa.

Como señala Castillo Freyre (2007: 19):


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El arbitraje ha tenido una importancia vital en el desarrollo de


la humanidad y en el proceso que dio origen a la sociedad
tal cual hoy la conocemos, vale decir, un espacio en el que
la armonía y el entendimiento entre sus miembros es la regla
general y cualquier desavenencia o conflicto de intereses se
soluciona de manera pacífica, razonable y sujeta a ley.

Chipana Catalán (2013: 25) define el arbitraje en los siguientes términos:

Se puede definir al arbitraje como una institución que se


origina en el acuerdo de voluntades de dos o más sujetos de
derecho, quienes deciden someter a una o a más personas
(quienes deberán aceptar dicho encargo) la solución de un
conflicto de intereses, respecto del cual estas partes tienen
capacidad de disposición, obligándose a no llevar la
controversia a los tribunales ordinarios sin previo fallo
arbitral, el cual deberá expedirse con arreglo a ciertas
formalidades para tener la calidad de cosa juzgada.

Si bien el mecanismo del arbitraje está siendo empleado en nuestro medio


cada vez con más frecuencia su utilización, sobre todo en el campo comercial y
empresaria, no está exenta de problemas. Al respecto, Castillo Freyre (2010)
ha realizado una importante recapitulación referida al tema:

1) La neutralidad de los peritos. Gracy Zapata Oré y Billy Franco Arias


(2010), quienes analizan las inquietudes derivadas de su trabajo
profesional, en relación a las prácticas a las que los tribunales arbitrales
pueden recurrir para asegurar que una prueba pericial posea
conclusiones debidamente equilibradas sobre los hechos objeto de
controversia. Los autores analizan el modo en que un perito es
incorporado a un arbitraje y cuál es la garantía de independencia e
imparcialidad; para luego proponer, con carácter personal, que la opción
8

del tribunal arbitral contra la falta de neutralidad de una pericia es la


práctica de la metodología comparativa (entendida como la admisión de
la prueba pericial y su valoración crítica). Esta propuesta promueve el
respeto a la noción del debido proceso y a la plena vigencia del principio
de contradicción en materia probatoria sino que, por sobre ello consigue
apreciar de modo razonable los hechos fruto de la actuación probatoria.

2) Ámbito de aplicación del convenio arbitral. Aquí, Barchi Velaochaga


(2010) analiza de forma detallada los lineamientos para determinar las
materias que pueden ser arbitrables de acuerdo con el Decreto
Legislativo n.º 1071, actual Ley de Arbitraje. El autor analiza la
posibilidad de entablar en sede arbitral una pretensión de restitución de
la prestación ejecutada por la parte demandante, cuando aquélla se
derive del pago indebido, sin perjuicio de que este último constituya una
fuente heterónoma de las relaciones obligatorias. El autor concluye en la
posibilidad de someter a arbitraje las cuestiones extracontractuales de
un acto jurídico cuando las partes, voluntariamente, deciden someter a
arbitraje todo litigio o controversia, derivado o relacionado con el referido
acto jurídico.

3) Procedencia de las acciones de amparo contra el laudo arbitral. Vega


Soyer y Pereyra Zaplana (2010) se cuestionan si ¿Resultan procedentes
las acciones de amparo contra laudos arbitrales? Los autores sostienen
acertadamente que el recurso de anulación es la vía específica e idónea
para proteger cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado
en el curso del arbitraje o en el laudo, por lo que, luego de promovido el
referido recurso contra el laudo, afirman que un recurso de amparo es
improcedente. En este sentido, queremos hacer especial mención a que,
el recurso de anulación constituye un mecanismo suficiente para
proteger la vulneración al debido proceso y a la tutela procesal efectiva
en sede arbitral. Plantean la adecuación y variación de los
9

pronunciamientos emitidos por el Tribunal Constitucional,


específicamente recaídos en los expedientes n.º 6167-2005-PHC/HC
(caso Cantuarias Salaverry) como en el expediente n.º 1567-2006-
PA/TC (caso Algamarca), al criterio contemplado en la nueva Ley de
Arbitraje, expedida con posterioridad a ellos.

En resumen, puede señalarse que el arbitraje es un proceso en el que las


partes tratan de resolver, en forma extrajudicial, las diferencias surgidas en las
relaciones entre dos o más partes, quienes acuerden la intervención de un
tercero (arbitro o tribunal arbitral), para que los resuelva.

De todas las instituciones alternativas de resolución de conflictos, el arbitraje es


el que mayor aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común. En
efecto, el arbitraje es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es
básicamente la de un litigio. El rol del árbitro es similar al de un juez; las partes
le presentan el caso, prueban los hechos y, sobre esta base, el árbitro decide la
controversia. Sin embargo, no obstante sus similitudes el arbitraje mantiene
con el sistema judicial una gran diferencia, la decisión que pone fin al conflicto
no emana de los jueces del Estado, sino de particulares libremente elegidos
por las partes. Diferenciándose de la conciliación y mediación, el árbitro
(tercero neutral) no ayuda ni colabora con las partes a efectos de resolver el
conflicto, sino que mas bien impone una solución vía Laudo Arbitral, que tiene
efectos de sentencia judicial.

El arbitraje se llega generalmente en forma voluntaria a través de cláusulas


mediante las cuales las partes deciden someter determinadas cuestiones a ser
resueltas por el árbitro en lugar de acudir a la justicia ordinaria. La constitución
vigente de 1993, en su art. 138 establece: "la potestad de administrar justicia
emana del pueblo y se ejerce por el poder judicial a través de sus órganos
jerárquicos con arreglo a la constitución y a las leyes", y en su art. 139 señala:
"no existe ni puede establecer jurisdicción alguna independiente, con excepción
de la militar y la arbitral", de igual modo el art. 62 preceptúa: "los conflictos
10

derivados de la relación contractual solo se solucionan en la vía arbitral o en la


vía judicial, según los mecanismos de protección previsto en el contrato o
contemplados en la ley", finalmente en relación al propio estado, en la parte
final del art. 63 dispone: "El Estado y las demás personas de derecho público
pueden someter las controversias derivadas de relación contractual a tribunales
constituidos en virtud de tratados en vigor. Pueden también someterlas a
arbitraje nacional o internacional en la forma en que disponga la ley".

Es decir. la Constitución Política, al tiempo que garantiza el acceso a la justicia


ordinaria, permite a los particulares y, aún al Estado, a dejar de lado el medio
formal y recurrir al arbitraje como forma alternativa. El Estado reconoce la
decisión arbitral el valor de cosa juzgada, considerando para tal efecto el
procedimiento de ejecución de sentencia judicial. En efecto, el laudo arbitral
consentido o ejecutoriado tiene el valor equivalente a una sentencia y es eficaz
y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo ordenado
en él no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda hacerlo, el
interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez especializado en lo
civil del lugar de las sede del arbitraje que corresponda. El arbitraje no pretende
reemplazar a los jueces ni mucho menos desmerecerlos, antes bien
complementan el papel que desempeñan dentro de la sociedad.

El Convenio Arbitral es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar


sus diferencias, que surgen de una relación contractual o no contractual que
sean o no, materia de un proceso judicial, sujeta a requisitos generales
establecidos en la legislación civil para la validez de los contratos. La ley de
arbitraje considera este principio en materia de convenio arbitral, exigiendo la
forma escrita, bajo sanción de nulidad. En la forma de una cláusula inserta en
el texto del contrato, o bajo la forma de un acuerdo independiente. Lógicamente
el objeto del convenio arbitral debe ser lícito y posible. La ley de arbitraje ha
regulado las materias susceptibles de someterse a arbitraje, como son las
materias determinadas o determinables sobre la que las partes tengan la libre
disposición; exceptuándose las cuestiones que verse sobre el estado o
11

capacidad civil de las personas, ni las relativas a bienes o derechos de los


incapaces, sin la previa autorización judicial. Aquellas sobre las que ha recaído
resolución judicial firme, salvo consecuencias patrimoniales provenientes de su
ejecución.

Cuando existe un convenio arbitral, ya no es competente el juez en lo


jurisdiccional, debiendo declinar su intervención. Si el convenio es anterior evita
el proceso judicial, que pueda promoverse y si fuera celebrado estando
pendiente un trámite judicial, produce el efecto de extinguirlo.

El árbitro es la persona elegida por las partes para resolver una controversia,
es por ello la parte esencial del arbitraje mismo, todo el sistema gira en torno a
el, desde que en su integridad moral y buen criterio descansa la confiabilidad y
la eficacia del arbitraje como mecanismo de resolución de conflictos. El árbitro
debe reunir cualidades de idoneidad y experiencia, aplicando su criterio
personal y buen juicio, manteniendo la imparcialidad e independencia frente a
las partes.

El Laudo Arbitral es la decisión que emiten los árbitros para finalizar un litigo,
de tal forma dan cumplimiento a su designación como árbitro, a diferencia del
juez de jurisdicción, que al provenir de la estructura orgánica del estado tiene
carácter permanente y genérica, con delimitaciones, propias en materia
territorial y funcional, y su labor no culmina con la emisión de una sentencia
definitiva. Es más el juez tiene la potestad para hacerla cumplir disponiendo las
medidas pertinentes para ello. Los árbitros en cambio nacen de una fuente
convencional y por lo tanto limitada al caso de la resolución de una situación
concreta, así una vez finalizado el conflicto desaparecen sus facultades.

Los recursos contra el Laudo, en principio los laudos son definitivos, no


procediendo recurso alguno salvo las expresamente autorizadas por ley. Los
recursos que la ley franquea son dos: Apelación y Anulación, no son
acumulables o formulados subsidiariamente, alternativo o sucesivos; invocado
12

uno de ellos, el otro resulta improcedente. El Recurso de Apelación se formula


contra un laudo que se considera anulable, con el objeto de revisar una
eventual error de juzgamiento de los árbitros, el objeto es que un órgano
superior en jerarquía revise lo decidido por los árbitros en el laudo para
confirmarlo, modificarlo o revocarlo. Culmina con una sentencia, que confirma
su modificación total o parcial del laudo. La apelación del aludo es cuestión
disponible por los litigantes, estos pueden formular un sistema arbitral de
sentencia única o establecer un recurso de apelación, pudiendo en este último
caso disponer libremente ante quien se sustanciara el mismo y las condiciones
bajo las cuales precederá. Se interpone cuando se ha pactado previamente su
admisibilidad en el convenio arbitral, o cuando proviene de los reglamento de la
institución a la que las partes se han sometido.

La facultad de las partes es poder implementar una apelación ante una


segunda instancia arbitral. Se interpreta que en caso de silencio o duda, el
recurso se tramita ante árbitros diferentes de los que distaron el aludo, que
integran un Tribunal de tres árbitros elegidos en al misma forma que se
eligieron a los árbitros de primera instancia, o en su defecto de acuerdo a las
disposiciones supletorias de la ley.

El Recurso de Anulación tiende a invalidar el pronunciamiento arbitral, por


carecer de los requisitos que impone la legislación, por ello los medios de
impugnación no resultan disponibles por las partes al sustentarse en
cuestiones de orden público. No se revisa el fondo de lo decidido, por los
árbitros sino se controla el cumplimiento de los recaudos legales, sin analizar el
acierto o desacierto de la decisión adoptada en el aludo; se tramita ante el
Poder Judicial, y se resuelve sobre la validez o nulidad del laudo, estando
prohibido el juez revisar el fondo de la controversia.

El Tribunal Arbitral es el organismo facultado a decidir sobre su propia


competencia, incluso sobre oposiciones en torno a la existencia o validez del
convenio arbitral. La decisión del tribunal arbitral que el contrato es nulo, no
13

determina la nulidad del convenio arbitral, puesto que el convenio que forma
parte de un contrato se considera independiente de las demás estipulaciones
del mismo. La oposición debe formularse en el momento de presentarse la
contestación. En tal caso las partes no están impedidas de formular la
oposición por el hecho de haber designado a u arbitro o participado en su
designación, la oposición al tribunal arbitral cuando se ha excedido en su
mandato, se formulara de inmediato, sin embargo el tribunal arbitral puede en
cualquiera de los casos presentar una oposición mas tarde, de considerar
justificada la demora. Contra la decisión del tribunal arbitral no procede
impugnación alguna; sin perjuicio del recurso de anulación, si la oposición es
desestimada, cuando así corresponda.
14

CAPÍTULO I
EL PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. Identificación y determinación del problema

Debemos precisar que, habitualmente, la vía judicial ha sido la manera


tradicional de encarar el conflicto entre las partes. Al respecto Carnelutti
(Cuadros Villena: 1995) decía que el proceso judicial era la vía a través de la
cual se compone el conflicto. La administración de justicia, sin embargo, ha
sido una actividad tradicionalmente monopolizada por el Estado con los
beneficios y desventajas que ello involucra. Sin embargo, la vía judicial ha sido
cada vez más cuestionada. Al respecto González Barrera (1995) manifiesta
que el proceso judicial es una forma costosa y a largo plazo, de resolver
conflictos. Al respecto Caivano (1995) ha señalado que el sistema judicial que
el Estado proporciona para dirimir los conflictos está en una situación de virtual
paralización, producto, por un lado, de la morosidad en resolver las causas y,
por otro, por la degradación en la calidad de las sentencias.
15

En términos similares Moane (2005) expresa que el sistema judicial


tradicional se encuentra en una grave crisis institucional, tanto en países desa-
rrollados como subdesarrollados. El gran número de causas pendientes de
solución ante los juzgados, la lentitud en emitir resoluciones, el excesivo
formalismo en los procesos, la falta de capacitación de los operadores del
derecho, la escasez de recursos y, sobre todo, la acelerada modernización de
la economía y el comercio, que no permiten a los magistrados conocer todos
los aspectos técnicos que pueden generar litigios, han generado desde hace
décadas el surgimiento de los denominados mecanismos alternativos para la
solución pacífica de conflictos.

Es decir, como respuesta a la situación crítica del sistema judicial


tradicional se han desarrollado una serie de mecanismos no tradicionales (y por
ello alternativos) los cuales, como indica Moane (2005), tienen por finalidad
permitir a las partes en conflicto poder resolver sus controversias de una
manera rápida y económica sin necesidad de recargar el sistema judicial con
asuntos que son plausibles de solución sin necesidad del pronunciamiento del
órgano jurisdiccional. Como bien indica este autor estos mecanismos no son
alternativos al Poder Judicial sino complementarios ya que el incumplimiento
del acuerdo por alguna de las partes requiere un auxilio coercitivo que sólo el
Estado puede otorgar. Este nuevo enfoque supone una ruptura sustantiva con
la manera ortodoxa de afrontar el conflicto.

La acogida de estos mecanismos alternativos se explica no sólo por el


descontento de la población respecto a la lentitud y alto costo del proceso
judicial tradicional, sino también por el hecho de que la población justiciable
está progresivamente tomando conciencia de que son las propias partes
envueltas en una disputa las que mejor pueden determinar la conclusión
satisfactoria de las mismas.

Lo importante en el derecho no solamente radica en resolver el conflicto,


sino la forma como se resuelve, por ello cuando un sistema judicial es
16

deficiente, no cumple su función a cabalidad, se convierte en una ficción


corriendo el riesgo de retroceder al pasado, en que el hombre ejercía la justicia
por su propia mano, haciendo imposible la convivencia social. Ello explica
porque la necesidad de encontrar otras formas alternativas que puedan proveer
las soluciones que el sistema público no está en condición de brindar.
El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas
encuentren el acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas
partes, dentro de su esfera de libertad y en el marco de sus derechos
disponibles (art. 58 y 62 de la constitución 1993).

Si bien es cierto que descongestionaría la pesada carga procesal, no


podemos concebirla como un competidor de la vía judicial, sino más bien como
una vía complementaria, en el entendido que el arbitraje no es válido para
cualquier clase de litigio o bajo cualquier circunstancia.

1.2. Formulación del problema

Soto Coaguila (2008: 78) señala respecto del arbitraje en nuestro medio:

“En el Perú de hoy el arbitraje constituye el sistema privado de


solución de controversias comerciales por excelencia, preferido
por inversionistas, empresarios, pequeñas y medianas empresas.
Este hecho se constata de la lectura de las estadísticas de los
Centros de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima, del
Consejo Superior de Contrataciones y Adquisiciones del Estado,
OSCE, de la Universidad Católica, entre otros. Estas cifras, qué
duda cabe, no son fruto de la casualidad sino de la confiabilidad
que el arbitraje está brindando a los particulares, tanto por su
especialización como por su celeridad y seriedad. A esto se suma
la ventaja de contar con una moderna Ley General de Arbitraje
(Ley Nº 26572, promulgada el 05 de enero de 1996), al
17

profesionalismo de prestigiosos árbitros peruanos, a la enseñanza


del arbitraje en las facultades de derecho y a la publicación de
importantes libros sobre la materia. Mención especial merece el
trabajo del Comité Editor de la Revista Peruana De Arbitraje, que
mediante la escrupulosa publicación semestral de su Revista
entrega a la comunidad jurídica peruana e internacional
importantes trabajos doctrinarios y oportunos comentarios a
laudos nacionales y del CIADI”.

Por otra parte, nuestra Constitución Política (1993), reconoce al arbitraje como
una jurisdicción de naturaleza excepcional. Así, el inciso 1) del artículo 139 de
la Carta Política establece:

“Artículo 139. Son principios y derechos de la función jurisdiccional:


1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede
establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar
y la arbitral”.

La jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano en reiteradas sentencias,


ha reconocido y subrayado que el arbitraje goza de independencia
jurisdiccional, lo que en modo alguno ha de entenderse como un mecanismo
que desplaza o sustituye al Poder Judicial, sino como una alternativa que
complementa el sistema de administración de justicia, puesta a disposición de
la sociedad para la solución pacífica de sus conflictos. En este sentido, el TC
como máximo intérprete de la Constitución consagró la existencia de la
jurisdicción arbitral y la plena y absoluta competencia de los árbitros para
conocer y resolver las controversias sometidas al fuero arbitral, sobre materias
de carácter disponible, con independencia jurisdiccional y, por tanto, sin
intervención de ninguna autoridad, administrativa o judicial durante su
desarrollo. Sumado a lo ya mencionado, comprobamos en nuestro medio como
el Poder Judicial, las universidades, los colegios de abogados, institutos,
revistas especializadas y otras instituciones de Lima y provincias, organizan
18

congresos, seminarios, forums, desayunos y, en general, eventos de diversa


índole, con la finalidad de debatir diversos aspectos del arbitraje interno e
internacional.

La Ley de Arbitraje peruana del 2008 es considerada una de la leyes de


arbitraje más modernas del mundo. Fue trabajada sobre la base de la Ley
Modelo Uncitral de Arbitraje Comercial Internacional (versión 2006) y la Ley de
Arbitraje española (2003), pero también se revisaron las legislaciones y los
reglamentos arbitrales más importantes del mundo, así como la reciente
jurisprudencia internacional y la propia experiencia local, a fin de proponer un
marco legal eficiente.

Los problemas del arbitraje en nuestro medio, están más en la práctica arbitral,
que en el texto mismo de la ley. No obstante, la aplicación del artículo 14, sobre
extensión del convenio arbitral a partes no signatarias, genera diversidad de
criterios en los tribunales arbitrales y también en las cortes. Aquí es necesario
nutrirse de la experiencia internacional, para entender el propósito y los
alcances de la norma por parte de todos los operadores: abogados, árbitros,
instituciones arbitrales y jueces.

Sin embargo, si bien el recurso a los mecanismos alternativos de resolución de


conflictos, en particular, el arbitraje, en zonas como la ciudad de Lima
Metropolitana ha sido relativamente exitoso, por el contrario, en zonas alejadas
de la capital ha tenido problemas para su aplicación y consolidación. Medina
Rospigliosi (2010) ha efectuado un detallado recuento de los principales
problemas que afronta aplicación de los mecanismos alternativos de resolución
de conflictos, incluido el arbitraje. Este autor señala que existen factores que
obstaculizan la aplicación de los mecanismos alternativos de resolución de
conflictos, entre las que podemos mencionar:

 En el Perú el arbitraje no es visto como un medio de solución de conflictos,


sino como un obstáculo de acceso a la justicia. Se considera que ir al
19

arbitraje es perder el tiempo y que mejor es ir a juicio. Existe la creencia que


es mejor que el conflicto lo solucione un Juez puesto que él representa al
Estado y solo él tiene la autoridad y poder para hacer respetar la sentencia.
Se considera que los árbitros no tienen mayor autoridad, por ese motivo no
asisten a las sesiones de arbitraje, menos cumplen los acuerdos.
 Existe una falta de promoción del arbitraje que determina que el
conocimiento de la población respecto al arbitraje sea escaso.
 En la actualidad sólo determinadas materias pueden ser sometidas al
arbitraje.
 La obligatoriedad del arbitraje es mínima.
 Existen estudios jurídicos que fungen de Centros de Arbitraje que estafan a
los clientes generando recelo y desconfianza en la población.
 Muchos Centros de Formación en Arbitraje ha cerrado por su escasa
demanda y rentabilidad.
 Operadores tradicionales del derecho consideran una herejía que los
particulares recurran al arbitraje y perciben al arbitraje como una
competencia peligrosa para sus intereses profesionales y laborales.
 Algunos centros de arbitraje usan este recurso para fines ilícitos como el
caso de laudos al mejor postor, tramite de materias no arbitrales, entre
otros.
 Inercia de los actores del arbitraje por optimizar este procedimiento.
A estos factores hemos de agregar dos factores que considero importantes:

 Escasa cultura para recurrir al arbitraje en la población peruana ya sea por


falta de información y/o desinterés.
 Presencia en algunas regiones alejadas de la capital de una "cultura del
litigio", ancestral herencia republicana por la cual se considera importante a
una persona mientras más litigios judiciales afronte.

Por su parte, Abanto Pérez (2014) señala que los principales problemas
que afronta la conciliación en nuestro medio son:
20

 Escasa difusión del arbitraje.


 Falta de capacitación de los árbitros.
 Baja calidad del servicio de los centros de arbitraje.
 Excesiva atomización de los centros de arbitraje.

Es dentro de este contexto que el presente estudio se plantea como una


aproximación al tema del arbitraje dentro del ordenamiento legal de nuestro
país, como una forma de esclarecer su campo de acción, su relación con otros
procedimientos de autocomposición, su presencia aplicativa en el
ordenamiento jurídico nacional, las dificultades para su aplicación, todo esto
con la finalidad, de contribuir a su difusión y al incremento de su aplicación,
planteando alternativas con miras a su perfeccionamiento.

Abanto Pérez (2014) complementariamente indica que la solución a los


problemas de la escasa utilización de la conciliación en nuestro país no radica
sólo en modificar y/o actualizar su normatividad sino que también es un asunto
de cultura y antropología (aspectos socio-jurídicos).

Debemos precisar que, habitualmente, la vía judicial ha sido la manera


tradicional de encarar el conflicto entre las partes. Al respecto Carnelutti
(Cuadros Villena: 1995) decía que el proceso judicial era la vía a través de la
cual se compone el conflicto. La administración de justicia, sin embargo, ha
sido una actividad tradicionalmente monopolizada por el Estado con los
beneficios y desventajas que ello involucra. Sin embargo, la vía judicial ha sido
cada vez más cuestionada. Al respecto González Barrera (1995) manifiesta
que el proceso judicial es una forma costosa y a largo plazo, de resolver
conflictos. Al respecto Caivano (1995) ha señalado que el sistema judicial que
el Estado proporciona para dirimir los conflictos está en una situación de virtual
paralización, producto, por un lado, de la morosidad en resolver las causas y,
por otro, por la degradación en la calidad de las sentencias.
21

En términos similares Moane (2005) expresa que el sistema judicial


tradicional se encuentra en una grave crisis institucional, tanto en países desa-
rrollados como subdesarrollados. El gran número de causas pendientes de
solución ante los juzgados, la lentitud en emitir resoluciones, el excesivo
formalismo en los procesos, la falta de capacitación de los operadores del
derecho, la escasez de recursos y, sobre todo, la acelerada modernización de
la economía y el comercio, que no permiten a los magistrados conocer todos
los aspectos técnicos que pueden generar litigios, han generado desde hace
décadas el surgimiento de los denominados mecanismos alternativos para la
solución pacífica de conflictos.

Es decir, como respuesta a la situación crítica del sistema judicial


tradicional se han desarrollado una serie de mecanismos no tradicionales (y por
ello alternativos) los cuales, como indica Moane (2005), tienen por finalidad
permitir a las partes en conflicto poder resolver sus controversias de una
manera rápida y económica sin necesidad de recargar el sistema judicial con
asuntos que son plausibles de solución sin necesidad del pronunciamiento del
órgano jurisdiccional. Como bien indica este autor estos mecanismos no son
alternativos al Poder Judicial sino complementarios ya que el incumplimiento
del acuerdo por alguna de las partes requiere un auxilio coercitivo que sólo el
Estado puede otorgar. Este nuevo enfoque supone una ruptura sustantiva con
la manera ortodoxa de afrontar el conflicto.

La acogida de estos mecanismos alternativos se explica no sólo por el


descontento de la población respecto a la lentitud y alto costo del proceso
judicial tradicional, sino también por el hecho de que la población justiciable
está progresivamente tomando conciencia de que son las propias partes
envueltas en una disputa las que mejor pueden determinar la conclusión
satisfactoria de las mismas.

Lo importante en el derecho no solamente radica en resolver el conflicto,


sino la forma como se resuelve, por ello cuando un sistema judicial es
22

deficiente, no cumple su función a cabalidad, se convierte en una ficción


corriendo el riesgo de retroceder al pasado, en que el hombre ejercía la justicia
por su propia mano, haciendo imposible la convivencia social. Ello explica
porque la necesidad de encontrar otras formas alternativas que puedan proveer
las soluciones que el sistema público no está en condición de brindar.

El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas
encuentren el acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas
partes, dentro de su esfera de libertad y en el marco de sus derechos
disponibles (art. 58 y 62 de la constitución 1993).

Si bien es cierto que descongestionaría la pesada carga procesal, no


podemos concebirla como un competidor de la vía judicial, sino más bien como
una vía complementaria, en el entendido que el arbitraje no es válido para
cualquier clase de litigio o bajo cualquier circunstancia.

1.2.1. Problema general

¿Cuáles son los principales factores que obstaculizan la efectiva


implementación y utilización del arbitraje en arbitraje en el Distrito
Judicial de Pasco durante los últimos años nuestro medio y qué
alternativas legislativas y socio-jurídicas pueden plantearse para
superar las deficiencias que impiden que esta institución cumpla con
los fines para los cuales fue diseñada?

1.2.2. Problemas específicos

1. ¿Es posible realizar un diagnostico integral que establezca la


actual situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco
durante los últimos años?
23

2. ¿Es posible identificar los obstáculos que frenan el desarrollo y


eficacia del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los
últimos años?
3. ¿Es posible plantear alternativas normativas en el sistema jurídico
arbitral con el fin de promover la mayor utilización del arbitraje en
nuestro medio?
4. ¿Es posible plantear alternativas extrajurídicas (socio-jurídicas) a
fin de promover la mayor utilización del arbitraje en nuestro
medio?

1.3. Formulación de objetivos

1.3.1. Objetivo general

Realizar una investigación para determinar cuáles son los principales


factores que obstaculizan la efectiva implementación y utilización del
arbitraje en arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los
últimos años nuestro medio y qué alternativas legislativas y socio-
jurídicas pueden plantearse para superar las deficiencias que impiden
que esta institución cumpla con los fines para los cuales fue
diseñada?

1.3.2. Objetivos específicos

1. Realizar un diagnostico integral que establezca la actual


situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante
los últimos años.
2. Identificar los obstáculos que frenan el desarrollo y eficacia del
arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos
años-
24

3. ¿Es posible plantear alternativas normativas en el sistema


jurídico arbitral con el fin de promover la mayor utilización del
arbitraje en nuestro medio?
4. ¿Es posible plantear alternativas extrajurídicas (socio-jurídicas)
a fin de promover la mayor utilización del arbitraje en nuestro
medio.

1.4. Justificación del estudio

Lo importante en el derecho no solamente radica en resolver el


conflicto, sino la forma como se resuelve, por ello cuando un sistema judicial es
deficiente, no cumple su función a cabalidad, se convierte en una ficción
corriendo el riesgo de retroceder al pasado, en que el hombre ejercía la justicia
por su propia mano, haciendo imposible la convivencia social. Ello explica la
necesidad de encontrar otras formas alternativas que puedan proveer las
soluciones que el sistema público no esta en condición de brindar.

El arbitraje es una de las formas a través de la cual las personas


encuentren el acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas
partes, dentro de su esfera de libertad y en el marco de sus derechos
disponibles (art. 58 y 62 de la constitución 1993).

Si bien es cierto que descongestionaría la pesada carga procesal, no


podemos concebir el arbitraje como un competidor de la vía judicial, sino más
bien como una vía complementaria, en el entendido que el arbitraje no es
válido para cualquier clase de litigio o bajo cualquier circunstancia.

Es de suma importancia estudiar el arbitraje con miras a incrementar su


aplicación y a su posible perfeccionamiento en zonas rurales es de suma
importancia, por las innegables ventajas que representa este procedimiento,
25

tanto para las partes como para el mismo aparato judicial. El estudio del
arbitraje se justifica entre otras razones porque:

a) Un proceso basado en la aplicación de algunos de los diferentes


mecanismos alternativos de resolución de conflictos, en este caso, el
arbitraje, es menos oneroso para el Estado y para las partes que un proceso
judicialmente sentenciado.
b) Mediante el arbitraje se obtiene la solución al conflicto en menor tiempo que
en un proceso sentenciado judicialmente.
c) Los términos de ley no se cumplen en los procesos judiciales.
d) El arbitraje previo a la contienda descongestiona el aparato judicial.

González Barrera (1995) expresa que los mecanismos alternativos de


resolución de conflictos, entre ellos el aprendizaje, son instituciones creadas
con el fin de obtener una composición rápida y justa de los conflictos, mediante
la intervención de un órgano imparcial, que actuando, no con carácter coactivo,
sino arbitral, procure una avenencia entre las partes.

El arbitraje es un proceso en el cual se trata de resolver


extrajudicialmente las diferencias que surgen en las relaciones entre dos o mas
partes, quienes acuerden la intervención de un tercero (arbitro o tribunal
arbitral), para que los resuelva. De todas las instituciones antes mencionadas -
mecanismos alternativos de resolución de conflictos- el arbitraje es el que
mayor aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común. En
efecto, el arbitraje es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es
básicamente la de un litigio. El rol del árbitro es similar al del juez; las partes le
presentan el caso, prueban los hechos y sobre esa base decide la controversia.
Sin embargo, no obstante sus similitudes el arbitraje mantiene con el sistema
judicial una gran diferencia, la decisión que pone fin al conflicto no emana de
los jueces del estado, sino de particulares libremente elegidos por las partes.
26

A diferencia de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda


ni colabora con las partes a efectos de resolver el conflicto más bien impone
una solución vía Laudo Arbitral, que tiene efectos de sentencia judicial.

El problema de la investigación puede ser delimitado en los siguientes


términos:

 Delimitación Geográfica: El área geográfica de la investigación cubre el


ámbito del Distrito Judicial de Pasco.
 Delimitación Temporal: El estudio se desarrollará en el presente año.
 Delimitación Educativa: El estudio se plantea a nivel de Educación
Superior (Pre Grado).
 Delimitación Social: La muestra estará conformada por docentes
universitarios, especialistas en Derecho Civil, alumnos universitarios de
la especialidad de Derecho Civil, miembros de la magistratura de Cerro
de Pasco. Todas estas personas presentan un nivel educativo promedio
de Educación Superior.
 Delimitación Conceptual: El estudio planteado considera los siguientes
conceptos fundamentales: Mecanismos Alternativos de Solución de
Conflictos, Arbitraje, Autocomposición, Heterocomposición.

El arbitraje ofrece notorias ventajas en comparación con el proceso


jurisdiccional, por estar dotado de una mayor flexibilidad e informalidad en los
procedimientos, que a su vez son más rápidos. Como procedimiento es similar
a un juicio, en el sentido de que, es un tercero quien decide sobre el caso que
se le presenta y las partes aceptan esa decisión, que se materializa en un
laudo. Sin embargo, son las partes las que gozan total autonomía y libertad de
regular el proceso. Lo dictaminado por los árbitros es plasmado en un Laudo
Arbitral, el que tiene fuerza equivalente a la de una sentencia ya que su
aplicación es obligatoria. Tiene la eficacia de cosa juzgada, inapelable,
pudiendo ser ejecutable de manera forzosa por los Tribunales Ordinarios de
27

Justicia, de forma que los árbitros (personas totalmente ajenas al conflicto


planteado), deciden sobre el conflicto.

1.5. Limitaciones de la investigación

Una de las principales limitación que se presenta en un estudio de este tipo es


que las personas encuestadas respondan con veracidad debido a lo
relativamente reciente del tema.

1.6. Viabilidad del tema

En cuanto a la viabilidad del estudio puede indicarse que:

1. El estudio de este problema es políticamente viable porque determinar


las características del arbitraje es un factor muy importante para
desarrollar el sistema legal y descargar la carga procesal.
2. Porque permitirá conocer la actual situación real de la aplicación del
arbitraje y plantear los reajustes del caso.
3. Porque al conocer los resultados de la investigación las entidades
interesadas estarán en condiciones de asumir las recomendaciones
planteadas a fin de mejorar su gestión institucional.
4. Porque, en esta oportunidad se dan las mejores condiciones de
factibilidad, viabilidad, utilidad y conveniencia para realizar esta
investigación.
5. Porque se dispone de recursos humanos, económicos y materiales
suficientes para realizar la investigación.
6. Porque es factible llevar a cabo el estudio en el tiempo previsto y con la
metodología necesaria.
7. Porque el investigador conoce y domina los métodos seleccionados.
28

8. Porque no existen problemas éticos-morales para el desarrollo de la


investigación.
9. Porque los resultados de este estudio pueden servir de referencia y
motivación para la réplica de estudios similares en otros lugares.
10. Porque el investigador está interesado y motivado en el estudio del
problema y tiene la competencia suficiente para llevar a cabo la
investigación.
29

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes de la investigación

El Arbitraje no es una institución moderna ya que la historia del Derecho nos


recuerda que era una forma de evitar que por el uso de la fuerza las partes en
conflicto resolvieran sus disputas. Así, en Roma la figura del Arbitraje se
conoce desde las XII Tablas; en España son las Partidas donde se le legisla de
manera orgánica; en Inglaterra existe la Arbitration Act de 1889 cuerpo
normativo más importante que regula esta materia; en Estados Unidos la Ley
del 12 de febrero de 1925 es de carácter federal y regula el arbitraje comercial;
en Francia se reguló con mayor precisión en el Código de Procedimientos (arts.
1003 a 1028) hasta que se dictó la ley de 31 de diciembre de 1925 que
estableció la validez de la cláusula compromisoria en materia comercial

Alsina (1965) al efectuar un resumen de las críticas que la institución del


arbitraje ha sido objeto explica que en algunos países pese a su aplicación
30

cada vez más frecuente, se la acepta con desconfianza. Y añade que se le


considera un procedimiento artificioso, lleno de sorpresas y peligros para los
litigantes, en el que los árbitros, en lugar de ser jueces se convierten en
defensores de las partes que los nombran, respetándose rara vez sus
pronunciamientos. Sin embargo, reconoce que la deficiencia no radica en la
institución en sí misma sino en su reglamentación y en la forma como se
aplican las disposiciones de la ley. Y agrega que en la práctica las partes
designan árbitros a personas que de antemano se comprometen a defender
sus respectivos intereses, pero cuando la designación recae en quien no tiene
ninguna vinculación con ellas, como en el caso que la designación de un tercer
árbitro recae en un extraño (a las partes) la eficacia del procedimiento es
fácilmente apreciable.

a) El Arbitraje en el Derecho Romano

La doctrina más autorizada atribuye al Derecho Romano la época en que el


arbitraje se configuró como un sistema organizado de impartir solución pacífica
a las controversias surgidas entre familiares o familias, con la intervención de
terceros imparciales que, conocidas las causas del conflicto, decían su última
palabra. Es la época en que el proceso judicial oficial aún no tenía presencia.
En ese sentido el Arbitraje puede ser entendido como la situación en que los
particulares en conflicto sólo estaban de acuerdo en escoger o elegir a un
tercero imparcial investido de auctoritas, con el propósito que solucione la
controversia o disputa por lo que su decisión debía ser obedecida por los
litigantes en conflicto. Inicialmente este rol fue ejercido por el paterfamilias, que
actuaba como tercero imparcial. Luego su lugar fue ocupado por un tercero
imparcial. Posteriormente esta función fue atribuida a un árbitro al que las
partes recurrían voluntariamente para plantearles las disputas o conflictos
mediante una ordalía; para finalmente aceptar que las partes estén facultadas
para elegir libremente al tercero imparcial –árbitro- para que resolviera sus
disputas o discrepancias. Según Feldstein y Leonardi (1998) es en la ley de las
31

XII Tablas donde surge el procedimiento y la intervención de un magistrado,


cuya función era impedir el ejercicio de la justicia privada basada en la
venganza, a través de la imposición de pactos entre las partes. Es así que la
composición pecuniaria fija sustituye a la venganza y determina como
obligatorio un arbitraje que se pronuncia sobre la justicia o injusticia de los
reclamos formulados. De esa manera se intentaba alcanzar la justicia desde
los inicios del Derecho Romano sin suprimirle su carácter privado y voluntario.

En relación al cumplimiento de la sentencia emitida por el arbiter ex


compromisso, éste se hallaba en la autoridad (autoritas) que otorgaban las
partes a aquél. No existía la posibilidad de apelación. En caso de configurarse
el incumplimiento de la decisión arbitral se incurría en pena qui contra
sentencia arbitrio petit y sólo cabía el pago de la multa correspondiente, que
previamente habían acordado las propias partes para estos supuestos.

Finalmente se debe señalar que al margen de los diferentes tipos de procesos


de orden público que fueron apareciendo a lo largo de la evolución del Derecho
Romano, el arbitraje puro (compromissum) como se ha descrito no dejó de
existir; es más, Justiniano dictó medidas en apoyo de la eficacia de las
decisiones de los arbiter ex compromissum, ya que estableció la presunción
legal de que las partes confirmaban tácitamente la decisión arbitral
transcurridos diez (10) días desde que ésta fuera pronunciada.

b) El Arbitraje en la Edad Media.

Mario Castillo Freyre en su ensayo Orígenes del Arbitraje (2007) sostiene que
el Papado fue el iniciador y promotor del arbitraje. Así, la autoridad pontificia
entendía que su misión no se encontraba circunscrita a la difusión de la fe, la
moral y valores cristianos, sino que también comprendía el ejercicio de su
autoridad tutelar sobre los poderes temporales, la que le permitía resolver
conflictos internos como internacionales.
32

Frente al surgimiento de innumerables conflictos entre burgueses,


comerciantes y artesanos emerge la tendencia de solucionar las referidas
controversias en el seno de sus propios gremios o corporaciones con el
propósito de alcanzar una solución más rápida y efectiva (y creo también que
más económica). Esta nueva situación permitió que los comerciantes optaran
por el mecanismo del arbitraje en desmedro de la justicia del monarca que se
caracterizó por su lentitud y por lo complicado de sus mecanismos procesales.
En el caso de los señores feudales era el rey quien actuaba como árbitro
cuando se le sometía algún conflicto. Por esta época aparece el Fuero Juzgo
que regula el arbitraje. El Fuero Juzgo es la versión en lengua romance de
una compilación de leyes visigodas reunidas en doce (12) libros y un exordio o
apéndice de dieciocho (18) leyes más.

Para superar la multiplicidad de legislaciones en vigor en el reino visigodo al


aplicarse los Códigos de Eurico, Alario, Recesvinto y Ervigio, Flavio Egica,
inspirándose, además, en el Derecho Romano presentó este fuero al XVI
Concilio de Toledo, que lo aprobó en el año 681 d.c.. El texto que ha llegado
hasta nosotros es la versión que mandó hacer Fernando III el Santo, para
darlo como fuero a la ciudad de Córdova (1241), y más tarde a la de Sevilla
(1248), ordenando que se tradujera al romance vulgar, momento en el que
tomó el nombre por el que hoy es conocido. Antes de esto, dicha compilación
era conocida como Código de las Leyes o Libro de los Godos (Castillo Freyre:
2007).

Una de las denominaciones que recibía también el Fuero Juzgo era el de Liber
Iudiciorum o Libro de los Jueces, el que establecía una equivalencia entre
árbitros y jueces en lo concerniente al ámbito de su responsabilidad. Es en ese
contexto que se empieza a utilizar terminología judicial y a otorgar a las
sentencias arbitrales fuerza ejecutiva y valor de cosa juzgada. Finalizando la
edad media surge el procedimiento de la homologación del fallo arbitral ante el
33

juez. Mediante el cual el magistrado otorgará a la providencia arbitral fórmula


ejecutiva.
c) El Arbitraje en Francia

El arbitraje en Francia antes de la revolución de 1789 se establece por medio


del Edicto de Francisco II el que data de agosto de 1560, fue confirmado por la
Ordenanza de Moulins, donde se establecía la obligación de recurrir al arbitraje
forzoso en los supuestos de conflictos entre mercaderes, demandas de
partición entre parients próximo y la cuentas de tutela y administración. Estos
conflictos se solucionaban sumariamente por tres o más personas elegidas por
las partes y a falta de acuerdo en la elección, la realizaba el juez. Acaecida la
Revolución Francesa y proclamada la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano de 1789, se erigieron como nuevos principios de igualdad civil
e igualdad ante la justicia.

Este principio de igualdad ante la justicia conllevó que tanto nobles como
villanos, católicos como protestantes debían litigar ante los mismos tribunales
de justicia, dejándose de lado las antiguas situaciones de privilegios existentes
para sustituirlas por principios más justos como el de igualdad ante la justicia.
En ese sentido se instituyó la autoridad del juez de paz para la solución de
pequeños conflictos entre los ciudadanos de un cantón; la autoridad de un
tribunal civil en cada distrito, la autoridad de un tribunal criminal con asistencia
del jurado por departamento y la autoridad de un tribunal de casación o tribunal
supremo, cuya función sería la de velar por la exacta aplicación de la ley. Así
mismo, el arbitraje surge como la institución que refleja en el ámbito del
derecho el ideal de justicia entre los hombres (Tulard: 1989).

Como señala Castillo Freyre (2007), resulta pertinente destacar que en la


Francia post revolucionaria se reaccionó contra la corriente de pensamiento
que propugnaba conceder poco o ningún valor a la institución del arbitraje dado
que ésta se encontraba inspirada en los regímenes despóticos y absolutistas
reinantes antes de la Revolución. El arbitraje se presenta como una reacción
34

contra lo que significaba el antiguo régimen en el que imperaban la complejidad


y la lentitud frente a la concepción directa, simple y clara de la primera. Por tal
circunstancia y razón la Asamblea Constituyente establece en el art. 1 del
Título I de la ley del 16 y 24 de agosto de 1970 que:

“El arbitraje es el modo más razonable de concluir las


cuestiones entre los ciudadanos, los legisladores no pueden
hacer ninguna disposición tendiente a disminuir el valor o la
eficacia de los compromisos”

En consecuencia era materia arbitrable todas aquellas que involucraran el


interés privado de las partes en conflicto, se prohibía la apelación de la
sentencia arbitral, salvo el caso que estuviera expresamente pactado. Castillo
Freyre asegura que esta tendencia fue seguida por la Constitución de 1791 en
la que se reconoció como derecho natural el derecho de comprometerse, por lo
que no podía ser restringido o disminuido por el Poder Legislativo.

d) El Arbitraje en el Perú.

Como antecedente del período republicano debemos señalar que en la


Constitución de Cádiz de 1812 se estableció en los arts. 28º y 281 el derecho
de los españoles de no privarlos del derecho de terminar sus diferencias por
medio de jueces árbitros elegidos por ambas partes; la sentencia que
expidieren los árbitros se executará si las partes al hacer el compromiso no se
hubieran reservado el derecho de apelar (García Belaúnde: 2006). Producido el
proceso de Independencia del Perú del Reino de España el Libertador José de
San Martín dictó el Reglamento Provisional de 1821, en cuyo artículo 18
textualmente se lee: “Todas las leyes, ordenanzas y reglamentos que no estén
en oposición con los principios de libertad é independencia proclamados, con
los decretos expedidos desde el 8 de Setiembre anterior, y con lo establecido
35

en el presente, quedan en su fuerza y vigor, mientras no sean derogados, ó


abrogados por autoridad competente”.

Estimamos que el arbitraje, que se pacta voluntariamente por las partes no se


oponía en absoluto a los decretos dictados por el Libertad San Martín y desde
esa perspectiva, estaban vigentes, por lo menos teóricamente. La misma
opinión puede aplicarse a la Constitución Política de 1823 que en su art. 121,
repite más o menos la fórmula antes referida al señalar que: “Todas las leyes
anteriores a esta Constitución, que no se opongan al sistema de la
independencia, y a los principios que aquí se establecen, quedan en su vigor y
fuerza hasta la organización de los códigos civil, criminal, militar y de comercio”

Es entendible una omisión expresa a la institución del arbitraje en tanto y en


cuanto que las principales preocupaciones de los fundadores de la República
era justamente esa: establecer los valores y las bases fundamentales que
guíen al establecimiento y funcionamiento de la nueva República, es decir, el
régimen político y de gobierno, los poderes del Estado, cómo se eligen a sus
representantes, los derechos de los ciudadanos, etc., por lo que consideramos
que un tema técnico como el Arbitraje no se discutió y por lo mismo, tampoco
se prohibió, pues esta circunstancia hubiera exigido un pronunciamiento
expreso, que no se produjo, por las circunstancias antes acotadas. Lo mismo
aconteció con la Ley del 10 de febrero de 1824 firmado por José María
Galdiano como Presidente del Congreso, Joaquín de Arrese y José Bartolomé
Zárate como diputados secretario, por el cual el propio Congreso Constituyente
acuerda su Receso, suspende el ejercicio del cargo del Presidente de la
República y otorga poderes al Libertador Simón Bolívar.

Posteriormente, por Ley del 10 de Febrero de 1825 se le otorgaron plenos


poderes al Libertador Simón Bolívar dada la delicada situación política que
atravesaba el proceso de consolidación de la independencia. La efímera
Constitución Vitalicia de 1826, como se le conoce no hace mención expresa al
arbitraje pero si a las conciliaciones, que las promueve de manera decidida, por
36

lo que considero que a la institución del arbitraje no se le prohibió de manera


expresa alguna sin que tampoco se le promoviera como se hacía con relación
a la Conciliación.

La Constitución Política de 1828 dada por el Congreso General Constituyente


el 18 de marzo de 1828 en su capítulo referido a “La Administración de
Justicia”, arts. 119 a 131 no hace referencia expresa al arbitraje. Este texto
constitucional estuvo vigente hasta la entrada en vigencia de la Constitución de
1839 que fue dada por el Congreso General el 10 de noviembre del citado año.
La Constitución Política de 1839 a diferencia de las Constituciones Políticas
anteriores si hace expresa referencia al arbitraje, como una garantía Individual
regulada dentro de as garantías nacionales. Así en el art. 164 establece:

“Ningún Peruano puede ser privado del derecho de terminar sus


diferencias por medio de jueces árbitros”

Esta tendencia continuaría con el Estatuto Provisorio de 1855 dictado por el


Libertador Ramón Castilla en su calidad de Presidente Provisorio,
recogiéndose fórmula legislativa similar a la anterior, en el artículo 11, que dice
textualmente:

“Todo individuo en la República tiene el derecho de terminar sus


diferencias por medio de jueces árbitros conforme a las leyes.”

El nuevo texto constitucional agrega que el arbitraje debe desarrollarse


“conforme a las leyes”, es decir que el Estatuto Provisorio concebía la
necesidad de legislar dicho dispositivo con rango constitucional, es decir, dictar
normas sobre arbitraje en leyes conocidas como de desarrollo constitucional,
que por supuesto no se dictaron en su oportunidad.

Con la entrada en vigencia de la Constitución Política de 1860 promulgada por


el propio Ramón Castilla, esta vez en su condición de Presidente Constitucional
37

de la República, el arbitraje sufre una especie de retroceso, pues en el texto


constitucional no se hace referencia expresa a ella como sí se hacía en el
Estatuto Provisorio de 1855. De igual forma se mantuvo en materia arbitral la
Constitución de 1867 durante el mandato del Presidente Mariano Ignacio
Prado, que no hace referencia alguna y que por el contrario, en el Título XVII
Del Poder Judicial, en su art. 121 precisa que “La justicia será administrada
por los Tribunales y juzgados” cerrándole el paso, en alguna forma y grado
al arbitraje como mecanismo de solución de controversias.

Con el advenimiento del siglo XX, luego de superada en alguna forma el


trauma de la guerra del pacífico y con Augusto B. Leguía en el poder, el
arbitraje tuvo un mejor tratamiento legislativo a nivel constitucional
(Constitución Política de 1919) acorde con el propósito modernizador
introducido por el Presidente de la República. Así, en el art. 48.0 referidos a
“Los conflictos entre el Capital y el Trabajo serán sometidos a arbitraje
obligatorio”. No está demás indicar que en este texto constitucional también se
hace referencia a la justicia militar (art. 156) con lo que se perfila un sistema de
administración de justicia como la contenida en la Constitución de 1979 y de
1993.

e) La Constitución Política de 1979 y el Código Civil de 1984

La Constitución Política del Estado de 1979, uno de los mejores textos


constitucionales concebidos a finales del siglo XX como producto de una
transacción política para devolver la democracia a la civilidad y que tuvo entre
sus miembros a destacados dirigentes políticos del Partido Aprista Peruano y
del Partido Popular Cristiano, incorporó en su texto y por vía de excepción a las
denominadas “jurisdicción” arbitral y militar, en el art. 233, numeral 1.
El desarrollo del arbitraje incorporado por el texto constitucional antes referido
se efectuó a través de la Cláusula Compromisoria y compromiso arbitral que
fue incorporado en el texto del Código Civil promulgado por el Decreto
38

Legislativo Nº 295. Efectivamente, en el Libro VII – Fuentes de las


Obligaciones; Título IX se regulan los capítulos Primero referido a la Cláusula
Compromisoria, arts. 1906 y 1907 y el capítulo segundo concerniente al
Compromiso Arbitral arts. 1909 a 1922. La cláusula compromisoria conforme a
lo señalado en el art. 1906 del Código Civil facultaba a las partes a obligarse
mediante un pacto principal (que podía ser independiente de un contrato
específico) o una estipulación accesoria (dentro de un contrato principal) a
celebrar en el futuro un compromiso arbitral. Este compromiso no requiere la
designación de árbitros pero si fijar la extensión de la materia a arbitrar y
además generaba la obligación a las partes de materializar el arbitraje
compeliéndolos a la realización de cuantos actos sean necesarios para que el
compromiso pueda tener efecto y, en concreto, se designe a los árbitros y se
determine el asunto controvertido.

En buena cuenta y conforme lo establecía la propia norma derogada se trataba


de un contrato preliminar, con todas su formas. El compromiso arbitral tenía
una regulación más completa pues además de ser definido legalmente en el
art. 1909 del CC .”Por el compromiso arbitral dos o más partes convienen que
una controversia determinada, materia o no de un juicio, sea resuelta por
tercero o terceros a quienes designan y a cuya jurisdicción y decisión se
someten expresamente.” La forma de celebración es escrita bajo sanción de
nulidad y debe contener el nombre y domicilio de los otorgantes y de los
árbitros; la controversia que se somete al fallo arbitral con expresión de sus
circunstancias, el plazo para laudar y la sede o lugar donde debe desarrollarse
el arbitraje.

El art. 1913 del CC establecía que materias no pueden ser objeto de


compromiso arbitral, entre ellas las referidas al estado y la capacidad civil de
las personas; las que interesan a la moral y las buenas costumbres. El inc.2)
hacía una larga referencia al estado o sus bienes, que no referiré en esta parte
del trabajo por tratarse de una norma derogada.
39

Es interesante la norma contenida en el derogado art. 1914 del CC pues la


existencia de la cláusula compromisoria y del compromiso arbitral facultaba la
invocación como excepción en caso surgiera proceso ordinario. De igual forma
se establecía la diferencia entre arbitraje de derecho y de equidad
denominando a los árbitros que efectuaban este último tipo de arbitraje como
amigables componedores.

Finalmente, debemos señalar que el art. 1922 del CC ya derogado remitía el


procedimiento arbitral a las normas establecidas en el Código de
Procedimientos Civiles, actualmente derogado por el Código Procesal Civil.

f) La Constitución Política de 1993

La Constitución Política del Perú de 1993 siguiendo la corriente impregnada por


la Constitución de 1920 y la derogada de 1979 también plasmó a nivel
normativo el arbitraje como una solución de controversias distinta a la ordinaria,
la militar y la de las comunidades campesinas y nativas que establece el art.
149 del texto constitucional. Efectivamente en el art. 139, numeral 1 de la carta
magna referida se establece una jurisdicción diferente a la ordinaria, en la
arbitral y la militar.

g) Ley General de Arbitraje (Decreto Ley 25935)

El Decreto Ley Nº 25935 publicado el 09/DIC/92 y vigente desde el 10/DIC/92


derogó las normas del Código Civil referidas a la Cláusula Compromisoria y al
Compromiso Arbitral. El nomen juris de este Decreto Ley es Ley General De
Arbitraje, tenía 109 artículos, cuatro disposiciones complementarias y
transitorias y dos disposiciones finales. Se trata de una ley que regula de
manera especia e independiente la materia arbitral. Su estructura normativa era
la siguiente: Estaba dividido en 2 grandes secciones uno referido a las
40

disposiciones generales y el segundo al arbitraje internacional. Esta última


sección sólo tenía un capítulo único.

En cambio la sección primera tenía 4 capítulos divididos a su vez en títulos. El


capítulo primero tenía un título único referido a las disposiciones generales
(arts. 1 al 3); el capítulo segundo también tenía un título único referido al
convenio arbitral (arts. 4 a 15); siguiendo igual sistemática legislativa el
capítulo Tercero tenía un título único referido a Los árbitros que se encontraba
normado en los arts. 16 al 25.

El Proceso Arbitral está regulado en el Título Primero del capítulo Cuarto; lo


concerniente al Laudo Arbitral en el Título Cuarto y en el Título Sexto lo referido
a las Medidas cautelares y Ejecución del Laudo en el Título Sexto.

Este Decreto Ley si bien no definía lo que es el arbitraje establecía en su


artículo 1º que podían someterse a arbitraje las controversias determinadas o
determinables sobre las cuales las partes tienen facultad de disposición,
extinguiendo respecto de ellas el proceso judicial existente o evitando el que
podría promoverse. De igual forma es materia arbitrable las pretensiones y
controversias referentes a bienes muebles o inmuebles u obligaciones del
estado y sus dependencias, de los Gobiernos Central, regional y local y de las
demás personas de derecho público, siempre que deriven de una relación
jurídica patrimonial de derecho privado o de naturaleza contractual. En esos
casos el arbitraje será necesariamente de derecho. El art. 2º contenía numeros
clausus respecto de las materias no arbitrables, estableciendo cinco supuestos:
1) las que sean de competencia exclusiva del Poder Judicial o de la jurisdicción
militar; 2) las que versan sobre el estado o la capacidad civil de las personas, ni
las relativas a bienes o derechos de incapaces sin la previa autorización
judicial; 3) aquellos sobre los que ha recaído resolución judicial firme, salvo los
que surjan de cómo consecuencia de su ejecución en cuanto conciernan
exclusivamente a las partes del proceso; 4) los que interesan a la moral, al
orden público o a las buenas costumbres o que versan sobre delitos o faltas.
41

Sin embargo, sí podrá arbitrarse sobre la cuantía de la responsabilidad civil, en


cuanto ella no hubiera sido fijada por resolución judicial firme; 5) los
directamente concernientes a las atribuciones o funciones del estado o de
personas o entidades de derecho público.

El art. 3 establecía las clases o tipos de derecho, señalando la presunción que


cuando no se hacía referencia expresa al tipo de arbitraje de derecho o de
conciencia, se presume que es de derecho. El arbitraje de conciencia cuando
el o los árbitros resuelven la controversia conforme a sus conocimientos y leal
saber y entender, teniendo presente los usos aplicables; a su vez, es de
derecho cuando se resuelve conforme al derecho aplicable. En cuanto al laudo
arbitral, necesariamente debe constar por escrito como también deben constar
por escrito los votos particulares de los árbitros, si los hubiera. Tratándose de
arbitraje colegiado basta que sea firmado por la mayoría requerida para que
haya decisión, entendiéndose que el árbitro que no firma ni emite voto
particular, adhiere su voto al de mayoría, lo que nos parece una solución
eficiente por parte de la ley.

El Capítulo Tercero regula en un título único quienes son los árbitros, la


designación, la forma de aceptación; quienes lo designan, la retribución de la
función arbitral, su número impar; quienes pueden ser árbitros, es decir
personas naturales, peruanas o extranjeras y, en caso de arbitraje de derecho,
que sean abogados y mayores de 25 años. El art. 21 del referido Decreto Ley
Nº 25935 establecía en 10 incisos quienes tenían incompatibilidad para ser
árbitros, estableciendo la sanción de nulidad del nombramiento como del laudo;
de igual forma el art. 22 señalaba los únicos casos en que se el árbitro podía
renunciar; luego se legislaba la posibilidad de recusar a los árbitros y además
la posibilidad de dispensar expresamente las causas de recusación de los
árbitros que ellos conocieran, señalando la ley que el laudo que se emita no
pueda ser impugnado por esta causa, lo que resulta lógico y coherente. En
cuanto al proceso arbitral en sí, el Decreto Ley 25935 fijaba la posibilidad que
las partes ejerciendo la autonomía de la voluntad puedan pactar las reglas a
42

que se sujeta el proceso correspondiente como también pueden disponer la


aplicación del reglamento que tenga establecido la institución encargada de su
organización. La citada norma estatuye la posibilidad que durante el desarrollo
del proceso las partes concilien, transijan o se desistan del mismo exigiendo
que, en todo caso, estos actos se desenvuelvan antes de la expedición del
laudo arbitral

El Título Sexto del Capítulo Cuarto de la Sección Primera regulaba la


interposición de medidas cautelares las que podían ser presentadas en tres
momentos diferentes: a) antes de instalado el tribunal arbitral y por
consiguiente antes de iniciarse el proceso arbitral; b) una vez iniciado el
proceso arbitral y antes de emitido el laudo arbitral y c) una vez emitido el laudo
arbitral y éste haya quedado consentido y ejecutoriado.

En el primer supuesto, el art. 73 establece de manera expresa la medida


cautelar solicitada a una autoridad judicial antes de la iniciación del arbitraje no
le es incompatible ni se considera renuncia al mismo. De igual forma el art. 75
fijaba que en cualquier estado del proceso (se entiende que antes de la emisión
de laudo) a petición de cualquiera de las partes y por cuenta, costo y riesgo del
solicitante, los árbitros podrán optar las medidas cautelares que consideren
necesarias para asegurar los bienes materia del proceso o garantizar el
resultado de éste.

Finalmente, los arts.76 a 80 establecen el procedimiento una vez que el laudo


arbitral tenga la calidad de cosa juzgada consentida y/o ejecutoriada.

En cuanto al Arbitraje Internacional el art. 84 del derogado Decreto ley 25935


establecía que tenía tal condición cuando 1) las partes de un convenio arbitral
tienen, al momento de la celebración de ese convenio, sus establecimientos en
Estados diferentes; o 2) Uno de los lugares siguientes está situado fuera del
Estado en el que las partes tienen sus establecimientos: a) el lugar del
arbitraje, si éste se ha determinado en el convenio arbitral o con arreglo al
43

convenio arbitral; b)el lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las
obligaciones de la relación comercial o el lugar con el cual el objeto del litigio
tenga una relación más estrecha; o; 3) las partes han convenido expresamente
que la cuestión objeto del convenio arbitral está relacionada con más de un
Estado. El art. 85 establece que materias pueden ser objeto de arbitraje
internacional; el art. 86 contiene una serie de definiciones legales de conceptos
como arbitraje, tribunal arbitral; para en las demás normas desarrollar el
proceso arbitral desde la designación de los árbitros hasta la emisión de
respectivo laudo arbitral y su posterior ejecución.

2.2. Bases teóricas

2.2.1. Tipos de mecanismos de resolución de conflictos

El conflicto puede ser resuelto por vía judicial (procedimiento tradicional)


o recurriendo a una serie de procedimientos alternativos. Al respecto
Ormaechea (1996) establece cuatro procedimientos alternativos, aparte del
propiamente judicial, los cuales ubica a lo largo de un continuo según su mayor
o menor cercanía al procedimiento judicial.

Mayor control del proceso Mayor control del proceso


por las partes proceso por un tercero
<—–————————————————----------------———————>
Negociación Mediación Conciliación Arbitraje Proceso
Judicial

La negociación es una forma de interrelación entre las partes o medio de


solución de conflictos con el fin de llegar a un acuerdo o solución a un conflicto.
44

La mediación es un medio de solución de conflictos por el cual las partes


llegan a un acuerdo consensual con la ayuda de un tercero.

La conciliación es un medio de solución consensual similar a la


mediación, aunque el rol del tercero es más activo en tanto que éste puede
proponer soluciones. Sin embargo, las propuestas del tercero no son
vinculantes.

El arbitraje es un mecanismo heterocompositivo de solución de conflictos


por el que las partes acuerdan que un tercero particular resuelva sobre los
méritos de los argumentos de las partes.

Ormaechea (1996) plantea el siguiente cuadro comparativo en el que


considera los principales mecanismos alternativos de resolución de conflictos
(negociación, mediación, conciliación y arbitraje) tomando como referente al
proceso judicial.

Proceso
Característi Negociaci Mediación Conciliaci Arbitraje Judicial
cas ón ón

Vinculación Solo si hay Solo si hay Solo si hay Vinculante, Vinculante


acuerdo acuerdo acuerdo generalmen y sujeto a
te apelación
inapelable
Voluntario/ Voluntario Voluntario Voluntario Voluntario Involuntario
Involuntario
Terceros Inexistente Elegido por Elegido por Elegido por Impuesto.
las partes o las partes o las partes. Tercero
por el por el neutral que
proceso. proceso. toma deci-
45

siones.
Conocimien Si Si No Generalme
to del necesaria- nte no
fenómeno mente
conflictivo
por parte
del tercero
Formalidad Generalme Generalme Generalme Procesalme Formal y
nte informal nte informal nte informal nte menos altamente
y sin mayor y sin mayor y sin mayor formal. Las estructu-
estructura estructura estructura partes pue- rado por
den usar normas
normar predeter-
sustantivas minadas y
o adjetivas rígidas
Naturaleza Libre Libre Libre Se regula el Se regula
del presen- presenta- presenta- momento el momento
Procedimie tación de ción de ción de en el que se en el que
nto pruebas, pruebas, pruebas, presenta se presenta
argumen- argumen- argumen- pruebas y pruebas y
tos e tos e tos e argumentos ar-
intereses intereses intereses gumentos
Resultado Se busca Se busca Se busca Se busca a Se busca
un acuerdo un acuerdo un acuerdo veces una
mu- mu- mu- decisiones decisión de
tuamente tuamente tuamente de princi- principios
satis- satis- satis- pios basadas en
factorio factorio. El factorio. El basadas en opiniones
mediador mediador opiniones funda-
NO SI propone fun- mentadas
propone fórmulas de damentadas
fórmulas de solución . A veces se
46

solución busca una


solución a
medias
(equidad)
Privado/ Privado Privado, Privado, Privado, Público
Público salvo que salvo que salvo se
se realice se realice pida nulidad
dentro de dentro de del fallo
un proceso un proceso
Control del Por las Partes y Partes y Tercero Tercero
Proceso partes tercero tercero más que las
partes

2.2.2. Características del proceso arbitral

El arbitraje es un mecanismo alternativo a la solución judicial -cuasi-judicial-


que vincula a las partes con un árbitro. Las normas generales que lo regulan
son la Ley Nº 25935, Ley General de Arbitraje así como su modificatoria, el
Decreto Legislativo 1070 y el Decreto Legislativo 1231.

El arbitraje nace por voluntad de las partes plasmada en el convenio o cláusula


arbitral contenido en el contrato que ambas suscriben; esto significa que de
ocurrir alguna controversia en la etapa de ejecución contractual, éstas se
obligan a no acudir a la vía judicial. Relevante es que en caso que la persona o
empresa contrate con el Estado, el arbitraje se torna obligatorio o forzoso por
mandato de la Ley de Contrataciones, a diferencia de lo que sucede en un
contrato privado en el que se puede negociar el tipo de solución, y escoger
entre el arbitraje o el proceso judicial.

En el arbitraje, el árbitro (sea que se trate de un arbitraje con Árbitro Único o


Tribunal Arbitral) es escogido por las partes, generalmente. El proceso debe
47

seguir ciertas normas procesales pre-establecidas por las partes en el Acta de


Instalación del Tribunal, salvo que se haya optado por someterse al reglamento
de una institución arbitral. En suma, existen dos tipos de procedimiento:
unificado y bifurcado.

Montes de Oca Vidal (2006: 115) señala:

Se debe resaltar que la decisiones expresadas en el Laudo


Arbitral, son imperativas para las partes, de obligatorio
cumplimiento e inapelables, es decir, no pueden ser
cuestionadas, salvo mediante el recurso de anulación ante el
Poder Judicial invocando causales taxativas contempladas
en la norma. A diferencia del juez, el árbitro no cuenta con
atributos como la coertio y executio; por tal razón, necesita
de la colaboración y control judicial para el otorgamiento de
medidas cautelares, así como para la ejecución del Laudo,
propiamente.

Las principales características esenciales del arbitraje son por lo menos 4, a


saber:

a) Es una institución autónoma


b) Su competencia proviene de la autonomía de la voluntad de las
partes que lo celebran
c) Es una excepción al principio de la unicidad y exclusividad de la
función jurisdiccional establecida en el art. 139 de la Constitución
Política del Perú
d) Contiene la renuncia expresa al derecho de acción judicial en la vía
ordinaria.
48

a) El Convenio Arbitral como Institución Autónoma de carácter


excepcional

Debemos afirmar siguiendo ya la línea trazada por diversos profesores de la


materia que el arbitraje constituye una institución autónoma e independiente
que se rige por sus propias reglas y métodos especiales. Comporta el ejercicio
de una facultad delegada por los interesados a particulares – árbitros- para que
decidan y resuelvan los conflictos existentes o los que puedan derivarse de una
relación jurídica material (futuros), quines basados en el pleno ejercicio de la
autonomía de la voluntad prefieren por la competencia arbitral para la solución
de sus conflictos, renunciando al ejercicio de la vía ordinaria impuesta por el
Estado.

De esta manera, las partes acuerdan un convenio arbitral que tiene existencia y
vida propia independiente del contrato que lo contiene. Este acuerdo da
origen al principio denominado de Separabilidad del Convenio Arbitral que
establece que el contrato de arbitraje es un contrato independiente a pesar de
estar contenido (inserto) dentro de otro contrato (principal, si fuere el caso)

b) Voluntad de las partes

La ley de arbitraje exige a las partes que expresen su voluntad de manera


cierta e indubitable. En este aspecto, la validez del convenio arbitral esta
condicionada a la existencia de un acuerdo escrito entre las partes ya que no
cabe realizar presunciones ni interpretaciones sobre una voluntad no
manifestada de manera cierta y expresa. De manera tal que la denominada
competencia arbitral surge entonces por el consenso entre los particulares y
por una voluntad clara e indubitable de sustraerse inequívocamente del sistema
de justicia ordinaria (Poder Judicial)
49

c) Excepción al principio de la unicidad y exclusividad de la función


jurisdiccional establecida en el art. 139 de la Constitución Política del
Perú

De esta manera el arbitraje se eleva como una excepción al Principio de la


Jurisdicción Predeterminada u Ordinaria de Administrar Justicia regulada a
partir del art. 138 y demás de la Constitución Política del Estado. Dicha
excepción está normada en el art. 139 inc. 1) del la carta Magna y además en
el art. 4º de la Ley General de Arbitraje. De esta forma, el proceso arbitral se
admite como una alternativa y excepción de la del juez natural, para lo que se
requiere acuerdo de voluntades de las partes que lo celebran de manera
expresa e inequívoca como así lo exigen los principios de legalidad y
literalidad, ya que no se puede legar a esta vía por el camino de las
interpretaciones o analogías. En ese camino, el arbitraje importa la renuncia
expresa al ejercicio de un derecho sustantivo, esto es, al de recibir tutela
judicial efectiva a través de la jurisdicción ordinaria o común que proporciona el
Poder Judicial.

d) Renuncia al Derecho de Acción Judicial

Como se trata de una renuncia expresa de derechos sustantivos y por ser una
institución de carácter excepcional, la ley entiende que para pactar el arbitraje
las personas naturales o jurídicas y sus representantes, deben contar con las
facultades especiales de manera expresa y específicamente otorgadas con tal
objeto. En ese sentido, el convenio arbitral únicamente será válido para las
personas jurídicas en la medida que, quien se obligue por ella cuente con las
facultades de representación especiales, no siendo suficientes las facultades
establecidas en el art. 188 de la Ley General de Sociedades, por lo que, el acto
jurídico mediante el cual se haya celebrado el convenio arbitral será ineficaz
para la sociedad en este supuesto. Esta tesis fue expuesta por García
Calderón Moreyra (2004) quien sostiene que siendo el arbitraje voluntario y
requiriendo celebrarse por escrito, el Gerente por su sola decisión –amparado
50

por la Ley General de Sociedades- al no contar con el acuerdo de socios, ni


poderes especiales, no puede obligar a la empresa a que el conflicto que
emane de dicho contrato sea resuelto por Arbitraje. Es claro que un contrato
ajeno o extraordinario al objeto social requiere de un Poder Especial, por lo que
es válido sostener entonces, que el convenio arbitral contenido dentro de un
contrato celebrado por el Gerente en uso de las facultades del art. 188 de la
LGS no es válido, al no ser un acto de administración ordinaria de la sociedad y
no encontrándose comprendido dentro del objeto social de la empresa.

El arbitraje presenta según Cárdenas Ruiz (2008) dos elementos muy


importantes:

 El Convenio Arbitral: El convenio arbitral es el acuerdo por el cual, las


partes deciden someter a arbitraje las controversias que hayan surgido o
puedan surgir entre ellas respecto a una determinada relación jurídica
contractual o no contractual, sea o no materia de un proceso judicial. Es
el compromiso en cuya virtud las partes deciden sobre la base de la
autonomía de la voluntad, someter sus diferencias a la decisión de los
árbitros, obligándose a la realización de cuantos actos sean necesarios
para que el arbitraje se desarrolle. La Ley General de Arbitraje señala
que el convenio arbitral debe obligatoriamente celebrase por escrito,
bajo sanción de nulidad. Esta formalidad puede darse como una
cláusula incluida en un contrato o como parte de un acuerdo
independiente. Ahora bien, este compromiso es único y definitivo, con
carácter vinculante entre las partes; admitiéndose diversas formas o
modalidades, como la estatutaria, testamentaria, cláusulas generales de
contratación o contratos por adhesión e intercambio de comunicaciones.
El convenio arbitral representa la piedra angular del procedimiento
arbitral, que da inicio a la solución privada del conflicto, pudiendo ser
celebrado intra proceso, tal como lo especifica el artículo 17º de la Ley
General de Arbitraje.
51

 El Laudo Arbitral: Es el pronunciamiento dictado por un árbitro –


individual o colegiado- que pone fin a la cuestión sometida por las partes
a su consideración. Es el equivalente de la sentencia judicial dictada en
un proceso jurisdiccional. Los árbitros no pueden imponer su
cumplimiento puesto que carecen de ius imperium para hacerlo, pero
dicha resolución puede ser ejecutada vía Poder Judicial. En general, se
trata de pronunciamientos válidos sin necesidad de integración u
homologación judicial; el auxilio jurisdiccional resulta necesario, en caso
de ejecución del pronunciamiento, por mediar oposición o resistencia de
alguna de las partes. El laudo debe pronunciarse dentro del plazo de
veinte días de vencida la etapa de prueba, o de cumplido el trámite a
que se refiere el inciso 1) del artículo 34º de la ley acotada; esto es,
siempre y cuando no hubiera hechos que probar, pues, de ser así o que
los árbitros consideren necesario, pueden contar con un plazo adicional
de quince días. El laudo conforme lo prescrito por ley, debe contener lo
siguiente:

 Lugar y fecha de expedición.


 Nombre de las partes y de los árbitros.
 La cuestión sometida a arbitraje y una sumaria referencia de
las alegaciones y conclusiones de las partes.
 Valoración de las pruebas en que se sustente la decisión
 Fundamentos de hecho y de derecho para admitir o rechazar
las pretensiones y defensas.
 La decisión.

2.2.3. Legislación reciente sobre el arbitraje en Perú

a) LEY Nº 26572

Esta Ley General de Arbitraje tiene 2 secciones: la primera que


regula el arbitraje nacional (o doméstico) y la segunda que regula
52

el arbitraje internacional, igualmente cuenta con Disposiciones


Complementarias y Transitorias; Disposiciones Modificatorias y
Disposiciones Finales. Los arts. 1 a 8 contienen las disposiciones
generales. Estas normas no contienen una definición legal del
arbitraje lo que nos parece acertado pues deja a la doctrina o la
jurisprudencia la especificación de su extensión y concepción; es
más, en nada afecta la omisión de una definición legal sobre el
particular. El art. 1 de la Ley hace referencia expresa a aquellas
materias objeto de arbitraje y aquellas que no pueden
promoverse. En ese sentido, pueden ser materia arbitral:

a) las controversias determinadas o determinables sobre las


cuales las partes tienen facultad de libre disposición.
b) aquellas relativas a materia ambiental

Los efectos de llevar estas materias al ámbito arbitral es que se


extingue, respecto de ellas el proceso judicial existente o evita el
que podría promoverse.

De igual forma, y vía excepción, el art. 1 de la ley señala de


manera expresa que materias no son arbitrables:

2. Las que versan sobre el estado o la capacidad civil de las


personas, ni las relativas a bienes o derechos de incapaces
sin la previa autorización judicial.
3. Aquellas sobre las que ha recaido resolución judicial firme,
salvo las consecuencias patrimoniales que surjan de su
ejecución, en cuanto conciernan exclusivamente a las partes
4. Los que interesan al orden público o que versan sobre delitos
o faltas. Sin embargo, si podrá arbitrarse sobre la cuantía de
la responsabilidad civil, en cuanto a ella no hubiera sido fijada
por resolución judicial firme
53

5. Las directamente concernientes a las atribuciones o funciones


de imperio del Estado o de personas o entidades de derecho
público.

Haciendo una comparación entre la norma (D.L Nº 25935) y la


Ley 26572, podemos afirmar que la 26572 actual dejo de lado el
inc.1 del art. 2 del DL 25935 porque era obvio y tautológico, es
decir, no tenía sentido señalar que no es arbitrable aquellas
materias “que sean de competencia exclusiva del Poder
Judicial o de la jurisdicción militar”. Por ello los numerales 1,
2y 4, recogen las mismas excepciones que la anterior (incisos 2 ,
3 y 5).
En relación a la excepción Nº 3; tiene una mejor redacción
legislativa que la anterior pues ha suprimido las referencias a la
moral o a las buenas costumbres que podrían traer problemas de
interpretación por la subjetividad de los conceptos, por lo que la
norma actual es de mejor calidad. El art. 2 de la ley autoriza el
arbitraje nacional, sin necesidad de autorización previa, a las
controversias derivadas de los contratos que el Estado Peruano y
las personas de derecho público (interno) celebren con nacionales
o extranjeros domiciliados así como las que se refieren a sus
bienes. La propia norma desarrolla que el concepto de Estado
comprende al Gobierno Central (Poder Ejecutivo), Gobiernos
Regionales y Locales y sus respectivas dependencias. Finalmente
la norma citada autoriza a las empresas estatales de derecho
privado o de economía mixta pueden acordar libremente y sin
requisito de previa autorización la celebración de arbitraje
nacional. Esta norma es importante y trascendente pues faculta al
Estado en sus diversos niveles sustraerse del Fuero ordinario,
agilizando las disputas, controversias y similares que puedan
derivarse de la interpretación y/o ejecución de un contrato. Lo
mismo acontece con las empresas del Estado que tienen un
54

régimen privado o mixto, que gozan de la misma facultad, sin


autorización previa.

El art. 3 de la ley señala las clases de arbitraje: de derecho o de


conciencia; definiendo esta vez que será de derecho cuando los
árbitros resuelven la cuestión controvertida con arreglo al derecho
aplicable; y de conciencia cuando resuelven conforme a sus
conocimientos y leal saber y entender. El arbitraje de derecho
debe pactarse de manera expresa caso contrario se entenderá de
conciencia. Finalmente la norma impone a los árbitros la
obligación de tener en cuenta en asuntos de carácter comercial
los usos mercantiles aplicables al caso.

El artículo 4 de la ley tiene una adecuada redacción pero una


mala ublicación. Consideramos que pudo haberse ubicado como
art. 2 y el 2 como artículo 3; ya que su redacción es buena cuando
prescribe: “Salvo en contrario, las partes podrán someterse de
modo exclusivo y excluyente a la jurisdicción arbitral”.

El art. 5 de la Ley resulta nuevo en relación a la derogada norma


del DL Nº 25935; pues autoriza a las partes acordar la
intervención de un tercero, incluida una institución arbitral, para
decidir libremente sobre una cuestión que ellas mismas pueden
resolver directamente. En cuanto a los plazos en que debe
desarrollarse el proceso arbitral la regla general es que computan
por días hábiles excluyéndose los sábados, domingos, feriados y
los declarados duelo nacional no laborables; salvo que las partes
hayan pactado algo distinto y/o en su caso, los árbitros habiliten
día inhábil para la actuación de determinadas pruebas o
diligencias, previa notificación a las partes.
55

De igual forma en cuanto a la entrega y recepción de


comunicaciones que se dirijan las partes, la Ley en su art. 8
dispone que salvo acuerdo en contrario de las partes, se
considerará recibida toda comunicación que haya sido entregada
al destinatario o que haya sido entregada en el domicilio señalado
en el contrato. Y en caso que no se haya señalado alguno, podrá
hacerse en el domicilio real o en la residencia habitual. La propia
norma estatuye que en caso que no se pueda determinar ninguno
de los lugares antes citados – tras una indagación razonable-se
considerará recibida toda notificación toda notificación que haya
sido enviada al último domicilio real o residencia habitual conocido
del destinatario por carta certificada o cualquier otro medio que
deje constancia fehaciente de la entrega. Y en ese sentido, son
válidas las notificaciones por cable, telex, facsímil o medios
(tecnológicos) similares) que inequívocamente dejen constancia
del (envío) de la comunicación, salvo que lo contrario estuviera
previsto en el convenio arbitral o en el reglamento de la institución
arbitral. Finalmente la norma dispone que toda comunicación se
considerará recibida el día en que se haya realizado su entrega.

El art. 6 faculta que la organización y el desarrollo del arbitraje


pueda ser encomendada a una Institución Arbitral que deberá ser
necesariamente una Persona Jurídica; en esos casos, dicha
institución está autorizada a designar a los árbitros, fijar las reglas
del procedimiento y las demás disposiciones necesarias para que
el arbitraje cumpla con su cometido.

Siguiendo la pauta del Decreto Ley 25935 la actual Ley define en


su art. 9 el convenio arbitral.

“Art. 9: Definición de convenio arbitral. El convenio arbitral


es el acuerdo por el que las partes deciden someter a
56

arbitraje las controversias que hayan surgido o puedan


surgir entre ellas respecto de una determinada relación
jurídica contractual o no contractual, sean o no
materia de un proceso judicial. El convenio
arbitral obliga a las partes y a sus sucesores.”

Esta definición es medular dentro de la estructura de la ley puede


es su punto de partida o de inicio, sin en el convenio arbitral
suscrito por las partes no hay proceso arbitral ni laudo arbitral
válido. De allí la necesidad de fijar un marco jurídico lo
suficientemente explícito para entender lo que es convenio
arbitral, que implica y a qué y quienes obliga. No sólo ello,
también dispone la norma que pactado el arbitraje en el
respectivo convenio, las controversias que se sometan a este
procedimiento pueden nacer de una relación jurídica contractual o
no contractual, lo que nos lleva al ámbito de aplicación de la
responsabilidad contractual en todos sus matices e implicancias.
La norma en comentario establece una serie de sanciones y
garantías para que el laudo arbitral pueda cumplirse.

El art. 10 es significativo pues establece la forma ad solemnitaten


en que debe celebrarse el convenio arbitral, que necesariamente
debe ser escrito, bajo sanción de nulidad. Puede adoptar la forma
de una cláusula dentro de un contrato o la forma de un acuerdo
independiente. Esta redacción es similar a la contenida en el art.
5 del derogado D.L.Nº 25935.

El art. 11 de la Ley se refiere a las cláusulas arbitrales contenidas


en las Cláusulas Generales de Contratación o Contratos de
Adhesión (contratos masivos) estableciendo la norma que dichos
convenios serán exigibles si han sido conocidos o hayan sido
conocibles por la contraparte usando la diligencia ordinaria. En
57

esta hipótesis se establece una presunción jure et de jure en el


sentido que se entenderá que el convenio era conocible si se
cumplen cualquiera de los 4 supuestos de hecho contenidos en la
norma citada.

Los arts. 12 y 13 establecen casos especiales de arbitraje. El art.


12 contiene la figura del Arbitraje Estatutario obligatorio en caso
que se establezca en los estatutos de personas jurídicas sean de
naturaleza mercantil o civil o asociaciones civiles y demás
personas jurídicas para la controversia que puedan surgir con sus
socios, accionistas o asociados respecto de sus derechos, validez
de los acuerdos y demás que versen sobre la materia relacionada
con el objeto social.

En el caso del art. 13 se refiere al Arbitraje Testamentario, la Ley


entiende como cláusula arbitral aquella disposición testamentaria
que dispone el arbitraje para solucionar conflictos que pudieran
surgir entre herederos no forzosos o legatarios o para la porción
de la herencia no legítima o para la controversia que surja de la
valoración, administración o partición de la herencia o para las
controversias que surjan en todos estos casos con los albaceas.

El art. 14 de Ley estable la separabilidad del convenio arbitral. La


ubicación de esta norma pudo ser mejor, opinamos que debió
estar ubicado en el lugar que ocupa el art. 11, aunque esto no es
significativo sino por una mejor sistemática de la Ley. En cuanto a
su contenido si es muy relevante pues regula la hipótesis que se
presente la inexistencia, rescisión, resolución, nulidad o
anulabilidad total o parcial de un contrato u otro acto jurídico que
contenga un convenio arbitral, lo que no implica necesariamente
su inexistencia, ineficacia o invalidez. Autorizando a los árbitros
decidir libremente sobre la controversia sometida a su
58

pronunciamiento, la que podrá versar inclusive sobre la


inexistencia, ineficacia o invalidez del contrato o acto jurídico que
contenga el convenio arbitral.

Este principio de la separabilidad o autonomía de la cláusula o


convenio arbitral establece que el acuerdo arbitral es autónomo
del contrato principal; de esta manera el Tribunal Arbitral que se
constituya retiene jurisdicción para resolver la controversia,
incluso en el caso que el contrato principal sea nulo o inválido,
siempre y cuando las condiciones de la nulidad no afecten la
cláusula arbitral misma.

Esta doctrina está muy relacionada con el denominado principio “


Kompetenz –Kompetenz” por el cual debe ser el mismo Tribunal
Arbitral el que resuelva si es o no competente para atender la
controversia, lo que se encuentra regulado en el art. 39 de la Ley.
Esta resolución podrá ser plasmada en un laudo arbitral parcial o
definitivo y se sustenta tanto en la cláusula arbitral como en el
contrato principal y en otros antecedentes emergentes de la
relación contractual entre las partes. En ese sentido, podemos
mencionar algunas situaciones que pueden dar lugar a posibles
objeciones a la competencia del Tribunal Arbitral y que se
presentan cuando las partes en su cláusula arbitral no especifican
claramente ni el lugar donde se desenvolverá el proceso arbitral ni
la forma de selección de los árbitros ni su número.

Los arts. 15, 16 y 17 de la Ley se refieren a diferentes situaciones


jurídicas vinculadas al convenio arbitral y que pueden, en algunos
casos, presentarse con posterioridad a su celebración. Así por
ejemplo, el art. 15 prevé el caso de la renuncia al arbitraje en dos
hipótesis: a) Convenio expreso; b) de manera tácita cuando
interpuesta la demanda por la otra parte el demandado no invoca
59

la excepción arbitral dentro de los plazos previstos para cada tipo


de proceso.

En caso se haya iniciado proceso judicial en materia relativa al


convenio arbitral o cuya materia estuviera ya sometido a proceso
arbitral, puede invocarse la excepción de convenio arbitral
establecida en el art. 446 numeral 13 en los plazos y la forma
establecida por el Código Procesal Civil. Vencido dicho plazo sin
ejercerse ese derecho, la ley entiende que la parte ha renunciado
al derecho a invocarla y la consecuencia jurídica inmediata es que
el convenio arbitral queda sin efecto legal alguno. Una última
hipótesis surge cuando desarrollándose un proceso judicial sin
que haya sentencia definitiva las partes formalizan
voluntariamente un convenio arbitral total o parcial en relación a
las materias controvertidas.

En esa situación las partes deberán presentar un recurso con


firmas legalizadas por el auxiliar jurisdiccional con copia del
convenio arbitral. El Juez no puede objetar el acuerdo arbitral
salvo que se trate de materia no arbitrable. Los medios
probatorios actuados en el proceso judicial surten eficacia en el
arbitral con el valor que los árbitros le asignen, salvo que exista
pacto expreso en contrario contenido en el convenio arbitral. Lo
referido a los árbitros, funciones, remuneraciones, nombramiento,
clases (titulares o suplentes) aceptación, responsabilidad;
nombramiento judicial; número, calificaciones legales que deben
reunir los árbitros designados; impedimentos o incompatibilidades;
renuncia ; causas de recusación y procedimiento como
designación de árbitro sustituto se encuentran regulados in
extenso en el Capítulo Tercero de la Sección primera, arts. 18 a
32 de la Ley.
60

El Proceso Arbitral y su regulación, procedimientos supletorio,


presentación de escritos, pruebas, facultad de los árbitros para
decidir sobre su propia competencia y el auxilio jurisdiccional
para la actuación de pruebas está normado en los arts. 33 a 40 de
la Ley. Cabe destacar que el art. 33 de la citada norma autoriza a
las partes a pactar libremente el lugar y las reglas a las que se
sujeta el proceso arbitral correspondiente dentro del esquema del
ejercicio de la autonomía de la voluntad; de igual forma pueden
disponer la aplicación del reglamento arbitral de la institución
encargada de organizarlo y, finalmente, a falta de acuerdo, el o
los árbitros dentro de los 10 días siguientes a su designación
establecen las reglas del proceso.

No obstante, el art. 34 establece normas supletorias que podrán


ser tomadas en consideración para el caso que se presenten los
supuestos de facto arriba señalados. La Ley ha regulado los
casos de conciliación o transacción entre las partes durante el
desarrollo del proceso arbitral antes que se dicte el laudo arbitral
así como también los casos de suspensión voluntaria y
desistimiento en los arts. 41 a 43. Para el caso de conciliación o
transacción esto puede ser fuera del proceso, en cuyo caso los
árbitros dictan una orden de conclusión del proceso; pueden las
partes solicitar incorporan el acuerdo al laudo, lo que puede ser
aceptado por los árbitros en cuyo caso, no es necesario motivar el
laudo. Si el acuerdo es parcial, continúa el arbitraje respecto de
aquellas materias no acordadas. En caso de suspensión, las
partes de común acuerdo fijan el plazo lo que deberá ser
comunicado a los árbitros; en el mismo sentido, las partes pueden
acordar desistir del arbitraje, debiendo cumplir con comunicar a
los señores árbitros.
61

Lo referido a la competencia de los árbitros; la mayoría de


concurrencia para el funcionamiento del tribunal Arbitral, la forma
de sus deliberaciones; las votaciones – que son obligatorias, los
acuerdos que se adoptan por mayoría (salvo pacto en contrario)
las facultad de dirimencia y la decisión del Presidente del Tribunal
Arbitral así como la designación de un Arbitro Dirimente de ser el
caso, están fijados de manera clara y específica en los arts. 44 a
47 de la Ley.

b) Ley de Arbitraje Decreto Legislativo 1071

El 27 de Junio del 2008 se promulgó el Decreto Legislativo 1071


que norma el arbitraje en el Perú. Entre sus aspectos más
destacable tenemos:

1) Independencia del árbitro.- El artículo 3.2. del Decreto


Legislativo señala: “3.2. El tribunal arbitral tiene plena
independencia y no está sometido a orden, disposición o
autoridad que menoscabe sus atribuciones”. Es rescatable
que se haya establecido con total claridad que el árbitro
actúa de forma independiente. Es decir, no puede sufrir
ninguna interferencia, en lo que le compete, por ninguna
autoridad exterior. Esto se aplica especialmente a los
jueces, pues son ellos los que, influenciados por algunas
de las partes, suelen poner en algunos casos trabas al
proceso arbitral. Por eso, nos parece saludable que la
norma establezca en forma clara la autonomía que tienen
los árbitros para decidir sobre sus asuntos. Esta norma
concuerda plenamente con otras normas sobre
actuaciones en las que es inevitable algún tipo de
62

colaboración judicial. Un primer caso es el de las medidas


cautelares. El otro es el de la ejecución del laudo.

2) Arbitraje de Estado.- Siempre ha sido un tema que ha


generado controversia la posibilidad de que el Estado
pueda someterse a arbitrajes. Esto porque, se indica, hay
materias de orden público, que el Estado no puede
disponer, ni menos dejar en manos de un tercero su
resolución. No obstante, dichas posturas, en algunos casos
extremos, están dando marcha atrás para dar paso a otras
que señalan la importancia y la conveniencia de los
arbitrajes en los que el Estado es parte. Esta nueva visión
toma en consideración las nuevas funciones que asume el
Estado como ente que participa en la economía, no
interviniéndola, sino estableciendo marcos adecuados
donde la iniciativa privada pueda beneficiarse e impulsarse.
Ahora se entiende que, para cumplir con sus funciones
(obligaciones de servicio público), el Estado necesita de la
colaboración con los particulares. En ese marco, el Estado
utiliza instrumentos afines que permitan llevar a cabo estas
funciones. Por poner algunos ejemplos, podemos
mencionar los contratos de concesión y también los
tratados de comercio internacional. En estos casos, el
Estado, como una forma de garantizar las inversiones,
somete las controversias derivadas de esos contratos a
arbitraje. No será, entonces, un juez nombrado por una
entidad estatal el que resuelva la controversia. Serán
particulares calificados nombrados por ambas partes.
Además de ello, hay que tener en cuenta que, desde un
punto de vista, cualquier actividad que lleva a cabo el
Estado, podría considerarse de orden público. Esto sin
embargo, no toma en cuenta que, de esa manera, sería
63

imposible que el Estado pueda someter a arbitraje ciertas


controversias, aún cuando, (i) hay ciertas materias que no
son propiamente de orden público (es decir no afectan las
normas que son presupuestos para la vida social, y (ii) sea
recomendable que sea así. Estas premisas han sido
plasmadas en ciertas normas del D.L. 1071.

3) Arbitraje ad hoc e institucional.- Como señala el DL


1071, el arbitraje ad hoc es el que es conducido por el
Tribunal Arbitral directamente, mientras que el institucional
es el que es organizado y administrado por una institución
arbitral. La norma al respecto señala lo siguiente: “7.3. En
caso de falta de designación de una institución arbitral, se
entenderá que el arbitraje es ad hoc”. Discrepamos de esta
norma, la norma debería establecer, en caso no se diga
nada expreso, que se ha designado a una institución
arbitral, y sólo con mención expresa de las partes, debería
romperse tal presunción. Decimos que es más adecuado el
arbitraje institucional por lo siguiente: (i) infraestructura.
Ayuda a la operatividad y fluidez del arbitraje, la posibilidad
de que la administración sea llevada por una institución
especialista. Hablamos de requerimientos logísticos, como
salas de audiencia, equipos audiovisuales y de grabación,
etcétera; (ii) posibilidad de estandarización de ciertos
procedimientos. Es de gran ayuda tener resoluciones
formato, para ciertos tipos de resoluciones. Por ejemplo la
resolución de admisión del arbitraje, de recusación de los
árbitros, de instalación del arbitraje (donde se establecen
las reglas que regirán el futuro arbitraje), entre otros;

4) Convenio Arbitral.- Este es un aspecto muy importante


dentro del arbitraje. El convenio arbitral es el contrato por el
64

cual se renuncia a la competencia “natural” que tiene los


jueces. Por otro lado, mediante él, se fijan quienes y qué
materias estarán sometidas al posible, futuro, arbitraje. Por
su importancia, la LGA preveía que el convenio arbitral esté
sometido a la formalidad de estar escrito, bajo sanción de
nulidad. El D.L. 1071 ha eliminado esta característica del
requisito. Hay que tener en cuenta que, según el Código
Civil, de aplicación supletoria, “cuando una ley impone una
forma y no sanciona con nulidad su inobservancia,
constituye sólo un medio de prueba de la existencia del
acto”. Esto querría decir, que la ausencia de la escritura no
hace al convenio arbitral un acto inválido, sino, al contrario,
válido pero con necesidad de probarlo de otra forma. Esto
resta seguridad jurídica a los acuerdos. Otra norma
cuestionable es la siguiente: “Artículo 14.- Extensión del
convenio arbitral. El convenio arbitral se extiende a
aquellos cuyo consentimiento de someterse a arbitraje,
según la buena fe, se determina por su participación activa
y de manera determinante en la negociación, celebración,
ejecución o terminación del contrato que comprende el
convenio arbitral o al que el convenio esté relacionado. (…)
Nos parece que la redacción de esta norma puede dejar
abierta muchas posibilidades para llamar al proceso arbitral
a personas que pueden no tener previsto discutir sus
controversias por este medio. El referente que tomará en
cuenta el árbitro será su participación activa en el contrato
que contiene al convenio arbitral. Esto es muy general y
puede dar lugar a interpretaciones sesgadas. Tengamos en
cuenta que el árbitro, o los árbitros, tienen fuertes
incentivos para decidir en un sentido pro arbitraje. Esto
porque sus honorarios se derivan por el arbitraje
efectivamente administrado. Por último sobre este punto,
65

nos parecen cuestionables las normas por las cuales, se


entiende, sin lugar a cuestionamiento, la existencia del
convenio arbitral, en ciertos supuestos de relaciones
jurídicas estándares. Por ejemplo: “15.2. Se presume, sin
admitir prueba en contrario, que el convenio arbitral ha sido
conocido en los siguientes supuestos: c. Si se encuentra
incluido en condiciones estándares separadas del
documento principal, y se hace referencia al arbitraje en el
cuerpo del contrato principal y este último es por escrito y
está firmado por las partes. Creemos que esta norma es
firme candidata a que se declare su inconstitucionalidad. Y
lo decimos porque la base para la vigencia de los contratos
(el convenio arbitral es un contrato) es el consentimiento de
las partes. En otras palabras, supone una adecuada
información entre las partes, sobre aquello a lo que se
están vinculando. Sin duda, dicho consentimiento, en el
marco de relaciones jurídicas estándar, no es el mismo que
dentro de un contrato cara a cara. Pero eso no implica que
no se admita prueba de que no se conoció del convenio,
cuando (como resulta del supuesto de hecho de la norma
citada), a éste sólo se lo menciona en el contrato principal.
En todo caso podrá conocerse la existencia del convenio,
pero es posible que no se sepa los alcances de éste; es
decir, qué materias se están sometiendo a arbitraje. En
síntesis, esta norma debe modificarse, y así como en éste,
en todos los demás supuestos, creemos que debe
derogarse la expresión “sin admitir prueba en contrario”.

5) Contenido del laudo.- El artículo 56 del DL 1071 dispone:


“56.1. Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las
partes hayan convenido algo distinto (…)”. Consideramos
que debe eliminarse la posibilidad que no pueda ser
66

motivado. Por dos razones. La primera es orden jurídico, y


estriba en que consideramos que la motivación forma parte
del contenido esencial del derecho a un debido proceso. La
segunda, pragmática; ya que de esa forma se pueden
evitar futuras anulaciones del laudo.

6) Un balance inicial nos revela que existen aspectos


positivos y aspectos que consideramos negativos en esta
nueva modificación del arbitraje en el Perú. En general se
aprecia una gran motivación por promover el arbitraje como
mecanismo de solución de controversias. No obstante, en
este esfuerzo, consideramos que se han cometido algunos
excesos (ciertos candados para evitar que el arbitraje
opere cuando en realidad no debe hacerlo) que pudieran
redundar en la violación de alguna de la partes del
arbitraje. Sin embargo, pensamos que dichos defectos no
tienen la magnitud necesaria como para frenar el actual
desarrollo del arbitraje, ya que pese a ellos, la libertad para
fijar las reglas que lo caracterizan, así como el hecho de
que actualmente es ampliamente usado por personas con
conocimientos jurídicos mínimos; juega a favor de su
aplicación progresiva.

c) Decreto Legislativo 1231

El 26 de setiembre del 2015 se publicó el Decreto Legislativo N°


1231, por medio del cual se modificaron e incorporaron normas y
disposiciones a la Ley de Arbitraje (Decreto Legislativo Nº 1071),
vigente desde el 1 de setiembre del 2008, habiendo sido
aprobada y expedida dicha norma por el Poder Ejecutivo al
amparo de las facultades delegadas por el Congreso de la
67

República mediante la Ley N° 30336, con el propósito de legislar


en materia de seguridad ciudadana, y para fortalecer la lucha
contra la delincuencia y el crimen organizado. Específicamente,
en lo que se refiere a la Ley de Arbitraje, el Ejecutivo ha
considerado necesario efectuar modificaciones e incorporaciones
de normas, con el objetivo de adoptar acciones preventivas contra
la delincuencia y el crimen organizado, sin necesidad de
desnaturalizar la institución arbitral y la función registral, y de esta
manera frenar o evitar el uso indebido del arbitraje. El Decreto
Legislativo Nº 1231 consta de dos artículos, con el primero se
sustituyen artículos específicos de la Ley de Arbitraje, y con el
segundo se incorporan nuevas normas, teniendo además una
única Disposición Complementaria Modificatoria. Para efectos
prácticos, a fin de identificar con facilidad las diez modificaciones
introducidas en la Ley de Arbitraje, vamos a referirnos a ellas en
orden sucesivo, como sigue a continuación:

Primera.- Se refiere al artículo 20, acerca de la capacidad de los


árbitros, manteniéndose en su texto como condición, que la
función arbitral solo puede ser ejercida por personas naturales
que se hallen en el pleno ejercicio de sus derechos civiles,
siempre que no tengan incompatibilidad para actuar como árbitro,
añadiéndose como un requisito nuevo “que no haya recibido
condena penal firme por delito doloso”.

Segunda.- Se refiere al inciso 3 del artículo 28, relacionado con


los motivos de abstención y de recusación de los árbitros. En el
nuevo texto se mantiene como principio, que un árbitro sólo podrá
ser recusado si concurren en él, circunstancias que den lugar a
dudas justificadas sobre su imparcialidad o independencia, así
como no poseer las calificaciones convenidas por las partes, o las
exigidas por la ley, añadiéndose únicamente como causal, que no
68

posean las calificaciones establecidas por el reglamento de la


institución arbitral, lo cual, es bueno, pues las instituciones
arbitrales son más explicitas y estrictas en establecer las
características que deben reunir los árbitros.

Tercera.- Se refiere a la Primera Disposición Final de la Ley


relativa al Arbitraje Popular, precisándose en su nuevo texto que
este es un arbitraje institucional que se decide en derecho, por un
árbitro único o tribunal colegiado, y que su organización y
administración está a cargo de una institución arbitral, conforme a
los términos y las materias arbitrales que se establecerán en el
Decreto Supremo correspondiente. Asimismo se ha precisado que
en el Arbitraje Popular, tratándose de decisiones arbitrales que se
inscriben o anotan en los Registros Públicos, no habrá restricción
de la cuantía. En lo demás del texto de la indicada Disposición
Final, se ha respetado el texto original, destacando ahora el rol del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos como conductor del
Arbitraje Popular.

Es pertinente resaltar que desde su versión original, con esta


Disposición Final se buscó extender a todos los niveles sociales la
utilización del arbitraje como medio de resolución de conflictos,
quebrando de esta manera el mito que el arbitraje es siempre
costoso y elitista, razón por la cual, fue importante que se declare
el acceso al arbitraje para la solución de controversias, de interés
nacional, con lo cual los usuarios podrán libremente optar por
someterse al arbitraje, en las formas establecidas en la Ley.

Cuarta.- Se ha incorporado el numeral 5 al art. 39 referido a la


demanda y contestación, estableciéndose como norma nueva que
cuando la demanda o la reconvención verse sobre actos o
derechos inscribibles en los Registros Públicos, el Tribunal Arbitral
69

solicitará la anotación de la existencia del proceso arbitral en la


partida registral vinculada con la eventual ejecución del laudo,
debiéndose solicitar la anotación, dentro de los 5 días hábiles
posteriores a la admisión de la demanda o la reconvención, y
tiene como efectos el hecho que no imposibilita la extensión de
asientos registrales en la partida registral ni otorga prioridad y
prevalencia respecto de cualquier asiento registral, posterior con
dicha anotación, cuyo contenido sea incompatible con el laudo
inscrito.

Quinta.- Se ha incorporado el numeral 10 al art. 47 relativo a las


medidas cautelares, estableciéndose en el mismo que el Tribunal
Arbitral cumplirá la regla establecida en el numeral 5 del at. 39,
que hemos comentado en el punto anterior, es decir solicitarse la
anotación registral correspondiente.

Sexta.- Se ha incorporado el numeral 3 al art. 56, relativo al


contenido del laudo, estableciéndose en el mismo que para que
se inscriba en los Registros Públicos el laudo que comprenda a
una parte no signataria, de acuerdo a lo regulado por el art. 14 de
la Ley de Arbitraje, la decisión deberá encontrarse motivada de
manera expresa.

Séptima.- Se ha incorporado una Cuarta Disposición Final que


contiene disposiciones, relativas al arbitraje popular, en la cual se
señala que el Decreto Supremo que ha sido comentado en la
tercera modificación, será expedido en un plazo no mayor de 90
días calendario, contados a partir del 26 de septiembre del año en
curso.

Octava.- Se ha añadido una Quinta Disposición Final, relacionada


con la publicidad de los laudos arbitrales, en la cual se establece,
70

que los laudos que se emitan en procesos arbitrales donde el


Estado sea parte, deben ser remitidos al OSCE por la entidad
estatal o Empresa del Estado participante en dicho proceso
arbitral, en un plazo no mayor a 30 días calendario, para su
publicación en su portal institucional, laudo que se mantendrán
publicados en un plazo no menor de 1 año.

Novena.- Se ha incorporado una Sexta Disposición Final, relativa


al financiamiento de las acciones que correspondan realizar al
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a efectos de
establecer que éstas se financian con cargo a su presupuesto
institucional, sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público.

Décima.- Finalmente, se ha incorporado una única Disposición


Complementaria Modificatoria, por medio de la cual, se modifica el
art. 724 del Código Procesal Civil, estableciéndose en relación al
saldo deudor, que cuando se acredite que el bien dado en
garantía no cubriera el íntegro del saldo deudor, se procederá a la
ejecución, dentro del mismo o diferente proceso.

En resumen, todas y cada una de las modificaciones y/o


incorporaciones efectuadas a la Ley de Arbitraje, son necesarias y
están suficientemente justificadas.

2.3. Definiciones conceptuales

 Alegaciones: Las alegaciones (o memorials) son los escritos en los


cuales las partes del procedimiento arbitral exponen las razones que
sirven de fundamento a sus pretensiones. Dentro del plazo convenido
por las partes, establecido por el tribunal arbitral o indicado en los
reglamentos, el demandante deberá alegar los hechos en que se funda
71

la demanda, los puntos controvertidos y el objeto de la demanda. Por


otro lado, el demandado deberá responder a las alegaciones
presentadas por el demandante a través de su escrito de contestación.
Una vez constituido el tribunal arbitral (o incluso sin que necesariamente
éste resulte previamente constituido), el demandante comunica el escrito
de demanda al demandado y a cada uno de los árbitros.
 Allanamiento: Una de las posibles actitudes que puede adoptar el
demandado en un proceso arbitral es la de allanarse. El allanamiento
consiste en la situación procesal que se produce cuando el demandado
(o, en su caso, el actor reconvenido), muestra su conformidad, en su
totalidad o en parte, con la pretensión interpuesta por el demandante;
dicha actuación la puede realizar tanto al inicio de las actuaciones, en su
contestación a la demanda arbitral, como en cualquier otro momento
posterior del proceso antes de la emisión del laudo. Nos encontramos, al
igual que en un proceso judicial, ante un acto unilateral procesal
exclusivo del demandado, en el que manifiesta su voluntad de no
oponerse a la pretensión del actor o de abandonar la oposición ya
interpuesta, conformándose con la misma, lo que provoca la terminación
del proceso con un laudo no contradictorio de fondo en el que se le
condenará con todos los efectos de la cosa juzgada.
 Arbitrabilidad: Es la susceptibilidad del objeto de las pretensiones de las
partes de ser resuelto en un arbitraje. Los criterios de la arbitrabilidad
varían en los diversos ordenamientos, aunque por regla general las
materias arbitrables se asocian al derecho dispositivo, mientras que las
no arbitrables se asocian al orden público y al derecho imperativo, es
decir, aquél no susceptible de acuerdo o transacción entre las partes. En
concreto, en la gran mayoría de los ordenamientos se excluyen del
arbitraje materias relativas al status de las personas, como el estado
civil, incapacitación, etc., así como ciertas materias que atañen a partes
más débiles y, por ello, dignas de especial protección, como pueden ser
el derecho de protección del consumidor, el derecho de arrendamiento
de vivienda, el derecho de los contratos de agencia o distribución, etc.
72

En muchos ordenamientos se restringe la capacidad de entidades


públicas de someterse a arbitraje, siendo el criterio no la materia sino la
persona.
 Arbitraje: Constituye un método de solución extrajudicial de
controversias cuyo origen se sitúa en la voluntad de las partes, que,
mediante la conclusión de un negocio jurídico denominado «convenio
arbitral», confían la solución de un litigio a un tercero imparcial (árbitro)
elegido, directa o indirectamente por ellas mismas. El arbitraje, como
proceso que es, se basa en el derecho de defensa de las partes y en el
principio de igualdad. Las opciones de política jurídica que subyacen a
estos preceptos quedan subordinadas siempre a la voluntad de las
partes. El arbitraje tiene un carácter consensual, esto es, se basa en la
cultura del acuerdo, al tratar de impedir la confrontación directa entre los
interesados y la ruptura, sin duda traumática, del negocio. Al escoger el
arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de solución de
controversias en lugar de acudir ante los tribunales ordinarios.
 Árbitro: Árbitro es la persona encargada de dirimir una controversia
jurídica o litigio entre dos o más personas que deciden nombrarle como
tercero independiente encargado de resolver el conflicto. El árbitro, a su
vez, se verá limitado por lo pactado entre las partes para dictar el laudo
arbitral. Deberá hacerlo conforme a la legislación que hayan elegido las
partes, o incluso basándose en la simple equidad, si así se ha pactado.
 Convenio arbitral: El convenio arbitral, también denominado acuerdo de
arbitraje o acuerdo arbitral (arbitration agreement), es el acuerdo de dos
o más partes en virtud del que someten a arbitraje la resolución de
determinadas controversias presentes o futuras entre ellas. La
Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de Sentencias
Arbitrales Extranjeras, de 10 de junio de 1985 («la Convención de Nueva
York») emplea en su artículo II la siguiente definición de convenio
arbitral: «el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se oblig[an] a
someter a arbitraje todas las diferencias o ciertas diferencias que hayan
73

surgido o puedan surgir entre ellas respecto a una determinada relación


jurídica, contractual o no contractual».
 Laudo arbitral: El laudo es una decisión de los árbitros. Pero, hay que
distinguirla de otras decisiones o resoluciones que los árbitros toman a
lo largo del procedimiento. Es laudo la decisión que pone fin a una
cuestión objeto de disputa, resolviéndola. Es siempre una resolución de
fondo (no meramente procedimental) que afecta a los derechos de las
partes del proceso que, generalmente, será susceptible de ser ejecutada
por los tribunales (por ejemplo, al amparo del Convenio de Nueva York).
Por tanto, el criterio básico para calificar una decisión del árbitro como
laudo debe ser la función y el efecto de esa decisión, más que su forma
o la calificación o denominación que los árbitros le hayan dado. Así, hay
casos en que una decisión de los árbitros ha sido considerada laudo por
los tribunales nacionales con independencia de su forma y calificación.

2.4. Hipótesis de la investigación

2.4.1. Hipótesis General

Es posible realizar una investigación para determinar cuáles son


los principales factores que obstaculizan la efectiva
implementación y utilización del arbitraje en el Distrito Judicial de
Pasco durante los últimos años y qué alternativas legislativas y
socio-jurídicas pueden plantearse para superar las deficiencias
que impiden que esta institución cumpla con los fines para los
cuales fue diseñada.
74

2.4.2. Hipótesis Específicas

1. Es posible realizar un diagnostico integral que establezca la


actual situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco
durante los últimos años.
2. Es posible identificar los obstáculos que frenan el desarrollo y
eficacia del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los
últimos años.
3. Es posible plantear alternativas normativas en el sistema
jurídico arbitral con el fin de promover la mayor utilización del
arbitraje en nuestro medio.
4. Es posible plantear alternativas extrajurídicas (socio-jurídicas) a
fin de promover la mayor utilización del arbitraje en nuestro
medio.

2.5. Sistema de variables

2.5.1. Variable independiente

Análisis del arbitraje en el Perú

2.5.2. Variable dependiente

Planteamiento de medidas para promover el proceso de arbitraje.

2.5.3. Definición conceptual de las variables

El arbitraje: El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete


una controversia, por acuerdo de las partes, a un árbitro o a un
tribunal de varios árbitros que dicta una decisión sobre la
controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger el
75

arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de solución


de controversias en lugar de acudir ante los tribunales.

Promoción del arbitraje: Medidas legislativas, normativas y


sociojurídicas orientadas a consolidar y promover el uso del
arbitraje.

2.5.4. Definición operacional de las variables

Arbitraje: Es un mecanismo de solución de conflictos, mediante el


cual dos partes enfrentadas por una controversia deciden recurrir a
un tercero llamado árbitro quien dará la solución definitiva del
conflicto. Los árbitros son personas especializadas en el tema
materia del conflicto. El mayor desarrollo del arbitraje en nuestro
país se da en 1996 con la dación de la Ley 26572, sin embargo se
da un paso adelante con la promulgación del Decreto Legislativo
1071, convirtiéndose así la Ley de Arbitraje en una norma de
vanguardia que ha entrado en vigencia el 1° de setiembre de 2008, y
que tiene como base la ley modelo de UNCITRAL (Modelo de la
CNUDMI sobre Arbitraje Comercial. Internacional, con las
enmiendas aprobadas en 2006. CNUDMI (Comisión de las Naciones
Unidas para el Derecho Mercantil Internacional).

Promoción del arbitraje: Se promueve el Arbitraje Popular que es un


arbitraje que permite que las grandes mayorías accedan a la justicia
en un menor tiempo y a costos accesibles. De acuerdo a la Ley de
Arbitraje, la creación y promoción de mecanismos que incentiven el
desarrollo del Arbitraje a favor de todos los sectores está a cargo del
Ministerio de Justicia, quien ya cuenta con un Centro de Arbitraje
Popular denominado “Arbitra Perú”.
76

2.5.5. Operacionalización de las variables

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES ESCALA DE


MEDICIÓN

V. Independiente Factor cognitivo Categorial

Factores que Escasa utilización Factor político- Categorial


influyen en la del arbitraje normativo
aplicación del
arbitraje.
Factor socio-
económico Categorial
Intensiva utilización
del arbitraje

Factor ético

V. Dependiente Simplificación Categorial

Medidas legislativas

Promoción del Confidencialidad Categorial


arbitraje.

Rapidez Categorial

Medidas
administrativas
Objetividad Categorial

No confrontacional Categorial

Medidas
sociojurídicas Capacitacióno Categorial
77

CAPÍTULO III
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

3.1. Tipo y Nivel de Investigación

3.1.1. Tipo de Investigación

Entre los métodos empíricos se utilizaron el método de la


observación y el método estadístico; y, entre los métodos teóricos se
han empleado el método deductivo e inductivo, el método del
análisis y síntesis, así como el método histórico y lógico, etc. Es una
investigación cuyo propósito cardinal es el hallazgo de resultados
pragmáticos. Un trabajo que dimana de razones prácticas que
pretende alcanzar una meta utilitaria en torno a una justicia alterna
en beneficio de la comunidad (Solís , 2008: 91).
78

3.1.2. Nivel de Investigación

La investigación es de tipo descriptivo-explicativa, en la medida que


busca describir y analizar la relación causal entre las variables
independientes con la variable dependiente. Es descriptiva porque
permite describir las características de las variables. Es explicativa
porque las variables están dirigidas a responder a las causas de
eventos físicos o sociales. En el caso de nuestro estudio, se desea
establecer si analizando exhaustivamente el proceso de arbitraje es
posible plantear las medidas correctivas del caso.

3.2. Método de investigación

Se usó el método analítico crítico que se sustenta en la dogmática


jurídica para analizar las características del mecanismo de arbitraje en
nuestro medio.

Para el presente trabajo se adoptará, además, el método funcionalista


(cuestionarios y entrevistas) con la intención de conocer con detalle el
fenómeno objeto de estudio.

3.3. Diseño de la investigación

El diseño de la investigación será el "no experimental" ya que los datos


serán recogidos directamente y no se manipularan las variables. El diseño
de la investigación no es experimental, es transversal. Es no experimental
porque no se manipulan las variables independientes para verificar un
efecto en la variable dependiente. Es de corte transversal porque la
recolección de datos se realizó en un solo momento y en un tiempo único
(Hernández Sampieri. 2013).
79

3.4. Población, Muestra y Muestreo

La población de la investigación estará conformado por integrantes de


diversos niveles de la Corte Superior de Pasco (jueces y secretarios),
abogados del Distrito Judicial de Pasco, estudiantes de la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional "Daniel Alcides
Carrión" y analistas especializados en el tema. Se calcula un universo de
200 personas.

De la población antes señalada, se tomará una parte de la misma que sea


representativa. (representa el 95% de los casos con un margen de error del
0.05). La muestra fue seleccionada mediante la siguiente fórmula de
Blalock (2002):

2
n= _ (Z) (P.Q.N)____________
2 2
(E) (N-1) + (Z) (P.Q)

Z = Desviación Estándar
E = Error de Muestreo
P = Probabilidad de ocurrencia de los casos
Q = (1 - )
N = Tamaño del Universo
n = Tamaño del Universo

Factores considerados en la fórmula, para determinar el tamaño de la


muestra:

Z = 1.96
E = 0.05
P = 0.50
80

Q = 0.50
N = 200
n = Resultado a obtener (Muestra)

Sustituyendo:

2
n= (1.96) (0.5 X 0.5) 200 .
2 2
(0.05) (200 - 1) + (1.96) (0.5 X 0.5)

n = 67

La muestra estará conformada por 67 personas.

El muestreo aplicado fue el muestreo probabilístico con afijación


proporcional.

3.5. Técnicas e instrumento de recolección de datos

La técnica de recolección de datos que se aplicó fue la encuesta por


observación y el instrumento a utilizarse fue el “cuestionario" que se
aplicará a la muestra seleccionada (Sánchez Carlessi: 2005: 142).

Antes de aplicar el Cuestionario se efectuó una breve aplicación (Prueba


Piloto) para determinar su funcionalidad.

Se determinó la validez del Cuestionario mediante el sistema del "juicio de


expertos". El Cuestionario fue sometido al juicio de cinco expertos para
que éstos se pronuncien sobre su validez.
81

La confiabilidad del cuestionario se estableció mediante la aplicación del


estadístico Coeficiente Alpha de Cronbach a los resultados de la Prueba
Piloto.

Se aplicó también una entrevista personal no estructurada a un grupo de


5 magistrados y 10 abogados especialistas en Derecho Penal y
Administrativo.

3.6. Técnicas de procesamiento y análisis de datos

Para el "procesamiento de datos" la información proveniente del


cuestionario fue ingresada a una matriz de datos para su tratamiento
estadístico. La contrastación de las hipótesis se efectuó comparando el
enunciado formulado en la hipótesis con el resultado obtenido en el
procedimiento estadístico llevado a cabo. De verificarse la existencia de
una relación positiva y significativa se consideró comprobada las
hipótesis. El análisis de datos se realizó utilizando la estadística
descriptiva, el análisis univariado y el estadístico Chi Cuadrado..

3.7. Selección y validación de los instrumentos de investigación

El Cuestionario se aplicó anticipadamente (Prueba Piloto) para determinar


su funcionalidad y comprobar su claridad en la redacción y, de ser el
caso, aplicar los correctivos pertinentes.

Se determinó la validez del Cuestionario mediante el sistema del "juicio de


expertos". El Cuestionario será sometido al juicio de cinco expertos para
que éstos se pronuncien sobre su validez. La confiabilidad del
cuestionario se establecerá mediante la aplicación del estadístico
Coeficiente Alpha de Cronbach a los resultados de la Prueba Piloto.
82

3.8. Plan de recolección de datos

Se llevaron a cabo los siguientes procedimientos para la recopilación de los


datos:

1. Se coordinó con los responsables de la entidades consideradas en la


muestra para el acceso y la aplicación de los instrumentos.
2. Se aplicaron los instrumentos.
3. Se calificaron los cuestionarios aplicados.
4. Las puntuaciones obtenidas fueron trasladadas al Programa Estadístico
SPSS V. 20 para los análisis estadísticos del caso.
5. Se llevaron a cabo los procedimientos estadísticos del caso y se
comprobarán o no las hipótesis planteadas.
6. Se efectuaron los análisis de resultados y se plantearán las respectivas
conclusiones y se formularán las recomendaciones pertinentes.

3.9. Aspectos éticos

1 Se realizó la investigación teniendo en cuenta los procedimientos


establecidos en la universidad y se solicitó las autorizaciones
pertinentes, para la toma de muestra, sin falseamiento de datos.
2 La investigación buscó mejorar el conocimiento y la generación
de valor en las instituciones estatales y sus grupos de interés.
3 El trabajo de investigación guardó la originalidad y autenticidad
buscando un aporte por parte del tesista hacia la comunidad
científica.
4 Los encuestados fueron informados acerca de la investigación y
dieron su consentimiento voluntario antes de convertirse en
participantes de la investigación.
5 Los participantes en la investigación fueron seleccionados en forma
justa y equitativa y sin prejuicios personales o preferencias. Se
83

respetó la autonomía de los participantes.


6 Se respetaron los resultados obtenidos, sin modificar las
conclusiones, simplificar, exagerar u ocultar los resultados. No se
utilizaron datos falsos ni se elaboraron informes intencionados.
7 No se cometió plagio, se respetó la propiedad intelectual de los
autores y se citó de manera correcta cuando se utilizaron partes de
textos o citas de otros autores.
8 Se contó con el previo consentimiento informado de los
encuestados.
84

CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

4.1. Tratamiento estadístico de la investigación

a. Características de la muestra según género

La muestra de la investigación estuvo conformada por 67 personas de


las cuales 45 pertenecían al género masculino y 22 al género
femenino. Esto se aprecia en la siguiente tabla:

Tabla 1
Características de la muestra según su género

Género

Masculino Femenino

45 22

Fuente de elaboración propia.


85

Se observa que el género predominante en la muestra seleccionada es


el género masculino.

Esto se aprecia en el siguiente gráfico:

Figura 1: Características de la muestra según su género


Fuente: Elaboración propia

Se observa que el género minoritario en la muestra seleccionada es el


género femenino y el mayoritario es el género masculino.

b. Características de la muestra según grupo etario

La muestra de la investigación se distribuyó según edad de la manera


que se aprecia en la siguiente tabla:
86

Tabla 2
Características de la muestra según su edad
Grupo etario

18 - 29 años 19

30 – 45 años 20

45 – 60 años 28

Fuente: Elaboración propia.

Se aprecia que el grupo mayoritario es el que tiene como rango de


edad los 45 - 60 años. Esta distribución se aprecia en el siguiente
gráfico:

Figura 2. Distribución de la muestra según grupo etario


Fuente: Elaboración propia.

Se aprecia que el grupo minoritario es el que tiene como rango de edad


los 18 - 29 años.
87

c) Características de la muestra según nivel de instrucción

La muestra de la investigación se distribuyó según nivel de instrucción de


la manera que se aprecia en la siguiente tabla:

Tabla 3
Características de la muestra según su nivel de instrucción
Nivel de instrucción

Primaria Completa 15

Secundaria Completa 22

Superior 30

Fuente: Elaboración propia.

Se observa que el grupo predominante es el grupo con nivel de


instrucción equivalente a Educación Superior. Esta distribución se
aprecia en el siguiente gráfico:
88

Figura 3. Distribución de la muestra según su nivel de instrucción


Fuente: Elaboración propia.

Se aprecia que el grupo minoritario es el que tiene como nivel de


instrucción la Primaria Completa.

4.2. Presentación de resultados

A la muestra se le aplicó el cuestionario con diversas alternativas de


respuesta. Los items se orientaron a determinar los siguientes aspectos
referidos directamente a los objetivos e hipótesis de la investigación
relacionados con el arbitraje y su aplicación en el Distrito Judicial de
Pasco:

CUESTIONARIO SOBRE ARBITRAJE

Estimado señor, solicitamos su colaboración contestando el presente


cuestionario que es completamente anónimo, sobre el proceso de arbitraje en
el Distrito Judicial de Pasco. Lea detenidamente cada una de las preguntas,
responda o marque con un aspa en cada pregunta. Gracias
89

1. ¿Cuál es la actual situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco


durante los últimos años.

a) No se aplica
b) Se aplica poco
c) Se aplica regularmente
d) Se aplica frecuentemente

2. ¿En qué tipo de procesos se aplica el arbitraje en el Distrito Judicial de


Pasco durante los últimos años.

a) Derecho Comercial
b) Derecho Familiar
c) Derecho Laboral
d) Derecho Administrativo

3. ¿Por qué la población del Distrito Judicial de Pasco no recurre al arbitraje?

a) Por desconocimiento
b) Por desconfianza
c) Considera que no tiene autoridad suficiente.
d) Considera que no es obligatorio

4. ¿Qué medidas normativas se podrían desarrollar para promover el arbitraje


en la población del Distrito Judicial de Pasco?

a) Cuando exista acuerdo arbitral hacer obligatoria la concurrencia de las


partes.
b) Garantizar la idoneidad y confiabilidad de los árbitros mediante medidas
de supervisión y control
c) Optimizar procedimientos que ralentizan el proceso de arbitraje.
d) Estudiar los mecanismos a fin de incrementar su eficacia jurídica
90

5. ¿Qué medidas sociojurídicas se podrían desarrollar para promover el


arbitraje en la población del Distrito Judicial de Pasco?

a) Difundir los beneficios y funcionalidad del arbitraje en la población del


Distrito Judicial de Pasco.
b) Capacitar adecuadamente a los operadores jurídicos (árbitros y letrados)
encargados de aplicar los procedimientos arbitrales mejorando su
calidad de servicio.
c) Combatir la ”cultura del litigio” tan arraigada en la población rural.
d) Concientizar la población letrada de la zona que el arbitraje no
constituye un riesgo laboral sino más bien una nueva oportunidad.

A continuación reseñamos el procesamiento estadístico de las respuestas


recabadas del cuestionario:

a) Situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los


últimos años.
Aplicación del arbitraje

a) No se aplica
b) Se aplica poco
c) Se aplica regularmente
d) Se aplica frecuentemente

Respuestas obtenidas:
91

Gráfico de la respuesta al ítem 1

Se constató que la gran mayoría (88%) considera que el arbitraje no se aplica o


se aplica muy poco en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años.

b) Tipo de procesos en que se aplica el arbitraje en el Distrito Judicial de


Pasco

Tipos de procesos

a) Derecho Comercial
b) Derecho Familiar
c) Derecho Laboral
d) Derecho Administrativo

Respuestas obtenidas:

Gráfico de la respuesta al ítem 2


92

Se constató que la gran mayoría (86%) considera que el arbitraje se aplica para
resolver asuntos de Derecho Comercial y Derecho Familiar en el Distrito
Judicial de Pasco durante los últimos años.

c) Razones por qué la población del Distrito Judicial de Pasco no recurre


al arbitraje.

Razones

a) Por desconocimiento
b) Por desconfianza
c) Considera que no tiene autoridad suficiente.
d) Considera que no es obligatorio

Respuestas obtenidas:

Gráfico de la respuesta al ítem 3


93

Se constató que la gran mayoría (79%) considera que las razones por las que
no se aplica el arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años
es porque la población desconoce su funcionalidad y beneficios y porque
desconfía de la eficacia de este sistema.
d) Medidas normativas se podrían desarrollar para promover el arbitraje

Medidas
a) Cuando exista acuerdo arbitral hacer obligatoria la concurrencia de las
partes.
b) Garantizar la idoneidad y confiabilidad de los árbitros mediante medidas
de supervisión y control
c) Optimizar procedimientos que ralentizan el proceso de arbitraje.
d) Estudiar los mecanismos a fin de incrementar su eficacia jurídica

Respuestas obtenidas:
94

Gráfico de la respuesta al ítem 4

Se constató que la gran mayoría (89%) de encuestados considera que las


medidas normativas más adecuadas para promover el uso del arbitraje en el
Distrito Judicial de Pasco es establecer en el Acuerdo Arbitral que su
concurrencia a las sesiones sea obligatoria, que se selecciones árbitros
idóneos y confiables y que se optimicen los procedimientos que lentifican el
proceso.

e) Medidas sociojurídicas para promover el arbitraje


Medidas
a) Difundir los beneficios y funcionalidad del arbitraje en la población del
Distrito Judicial de Pasco.
b) Capacitar adecuadamente a los operadores jurídicos (árbitros y letrados)
encargados de aplicar los procedimientos arbitrales mejorando su calidad
de servicio.
c) Combatir la ”cultura del litigio” tan arraigada en la población rural.
95

d) Concientizar la población letrada de la zona que el arbitraje no constituye un


riesgo laboral sino más bien una nueva oportunidad.

Respuestas obtenidas:

Gráfico de la respuesta al ítem 5

Se constató que la gran mayoría (99%) de encuestados considera que las


medidas socio jurídicas más adecuadas para promover el uso del arbitraje en el
Distrito Judicial de Pasco son: Difundir los beneficios y funcionalidad del
arbitraje en la población del Distrito Judicial de Pasco: Capacitar
adecuadamente a los operadores jurídicos (árbitros y letrados) encargados de
aplicar los procedimientos arbitrales mejorando su calidad de servicio; Combatir
la ”cultura del litigio” tan arraigada en la población rural; Concientizar la
población letrada de la zona que el arbitraje no constituye un riesgo laboral sino
más bien una nueva oportunidad.
96

Por otra parte, de las entrevistas personales a algunos integrantes de la


muestra obtuvimos las siguientes opiniones sobre el arbitraje:

Tema 1

Gráfico del tema 1

Se aprecia que los abogados, magistrados y partes del conflicto tienen cierto
nivel de información sobre el arbitraje.
Tema 2

Gráfico del tema 2


97

SE HA CAPACITADO EN ARBITRAJE
12
12

10
7
8
Axis Title

6
3
4

0
Partes Abogados Magistrados

Se aprecia que los abogados y magistrados son los que más se han capacitado
en arbitraje.

Tema 3

Gráfico del tema 3


98

Se aprecia que los abogados y magistrados son los más opinan que el arbitraje
se ha afianzado en el Distrito Judicial de Pasco.

4.3. Prueba de hipótesis

Las hipótesis estadísticas se comprobaron mediante la Razón Chi Cuadrado.


Los encuestados señalaron su acuerdo con las diferentes alternativas
planteadas:

Hipótesis General

Es posible realizar una investigación para determinar cuáles son los principales
factores que obstaculizan la efectiva implementación y utilización del arbitraje
en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años y qué alternativas
legislativas y socio-jurídicas pueden plantearse para superar las deficiencias
que impiden que esta institución cumpla con los fines para los cuales fue
diseñada.
99

Hipótesis Específicas

1. Es posible realizar un diagnostico integral que establezca la actual


situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos
años.
2. Es posible identificar los obstáculos que frenan el desarrollo y eficacia del
arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años.
3. Es posible plantear alternativas normativas en el sistema jurídico arbitral
con el fin de promover la mayor utilización del arbitraje en nuestro medio.
4. Es posible plantear alternativas extrajurídicas (socio-jurídicas) a fin de
promover la mayor utilización del arbitraje en nuestro medio.

La Razón Chi Cuadrado encontrada en todoas las preguntas indica que las
respuestas son altamente mayoritarias y constituyen una opinión
significativamente predominante en el grupo. La significación asintótica
reportada por el procesador estadístico SPSS es 0.000 en todos los casos lo
que confirma que las opciones elegidas son altamente mayoritarias y
constituyen una opinión significativamente predominante en el grupo.

Por consiguiente se consideró comprobadas la Hipótesis la Hipótesis General y


las Hipótesis Específicas planteadas.

4.4. Discusión de resultados

El arbitraje es consensual. Un proceso de arbitraje únicamente puede tener


lugar si ambas partes lo han acordado. En el caso de controversias futuras que
pudieran derivarse de un contrato, las partes incluyen una cláusula de arbitraje
en el contrato. Una controversia existente puede someterse a arbitraje
mediante un acuerdo de sometimiento entre las partes. A diferencia de la
mediación, una parte no puede retirarse unilateralmente de un proceso de
arbitraje.
100

Las partes seleccionan al árbitro o árbitros: En virtud del Reglamento de la


OMPI, compete a las partes seleccionar conjuntamente a un árbitro único. Si
optan por un tribunal compuesto por tres árbitros, cada parte selecciona a uno
de los árbitros y éstos seleccionarán a su vez a un tercer árbitro que ejercerá
las funciones de árbitro presidente. Otra posibilidad es que el Centro proponga
árbitros especializados en la materia en cuestión o nombre directamente a
miembros del tribunal arbitral. El Centro posee una amplia base de datos sobre
árbitros, que incluye a expertos con vasta experiencia en el ámbito de la
solución de controversias y expertos en todos los aspectos técnicos y jurídicos
de la propiedad intelectual.

El arbitraje es neutral: Además de seleccionar árbitros de nacionalidad


apropiada, las partes pueden especificar elementos tan importantes como el
derecho aplicable, el idioma y el lugar en que se celebrará el arbitraje. Esto
permite garantizar que ninguna de las partes goce de las ventajas derivadas de
presentar el caso ante sus tribunales nacionales.

El arbitraje es un procedimiento confidencial: El Reglamento de Arbitraje de la


OMPI protege específicamente la confidencialidad de la existencia del arbitraje,
las divulgaciones realizadas durante dicho proceso, y el laudo. En
determinadas circunstancias, el Reglamento de Arbitraje de la OMPI permite a
una parte restringir el acceso a secretos comerciales u otra información
confidencial que se presente al tribunal arbitral o a un asesor que se pronuncie
sobre su confidencialidad ante el tribunal arbitral.

La decisión del tribunal arbitral es definitiva y fácil de ejecutar: En virtud del


Reglamento de Arbitraje de la OMPI, las partes se comprometen a ejecutar el
laudo del tribunal arbitral sin demora. Los laudos internacionales son
ejecutados por los tribunales nacionales en virtud de la Convención de Nueva
York, que sólo permite denegar la ejecución del laudo en un número limitado de
excepciones.
101

 En el Perú el arbitraje no es visto como un medio de solución de conflictos,


sino como un obstáculo de acceso a la justicia. Se considera que ir al
arbitraje es perder el tiempo y que mejor es ir a juicio. Existe la creencia que
es mejor que el conflicto lo solucione un Juez puesto que él representa al
Estado y solo él tiene la autoridad y poder para hacer respetar la sentencia.
Se considera que los árbitros no tienen mayor autoridad, por ese motivo no
asisten a las sesiones de arbitraje, menos cumplen los acuerdos.
 Existe una falta de promoción del arbitraje que determina que el
conocimiento de la población respecto al arbitraje sea escaso.
 En la actualidad sólo determinadas materias pueden ser sometidas al
arbitraje.
 La obligatoriedad del arbitraje es mínima.
 Existen estudios jurídicos que fungen de Centros de Arbitraje que estafan a
los clientes generando recelo y desconfianza en la población.
 Muchos Centros de Formación en Arbitraje ha cerrado por su escasa
demanda y rentabilidad.
 Operadores tradicionales del derecho consideran una herejía que los
particulares recurran al arbitraje y perciben al arbitraje como una
competencia peligrosa para sus intereses profesionales y laborales.
 Algunos centros de arbitraje usan este recurso para fines ilícitos como el
caso de laudos al mejor postor, tramite de materias no arbitrales, entre
otros.
 Inercia de los actores del arbitraje por optimizar este procedimiento.
A estos factores hemos de agregar dos factores que considero importantes:

 Escasa cultura para recurrir al arbitraje en la población peruana ya sea por


falta de información y/o desinterés.
 Presencia en algunas regiones alejadas de la capital de una "cultura del
litigio", ancestral herencia republicana por la cual se considera importante a
una persona mientras más litigios judiciales afronte.
102

Por su parte, Abanto Pérez (2014) señala que los principales problemas
que afronta la conciliación en nuestro medio son:

 Escasa difusión del arbitraje.


 Falta de capacitación de los árbitros.
 Baja calidad del servicio de los centros de arbitraje.
 Excesiva atomización de los centros de arbitraje.

La región Pasco, presenta problemas sociales y de justicia en el país, ello


conlleva plantear el arbitraje como mecanismo e instrumento de absolver de
manera más efectiva los conflictos éntrelas partes, sin ocasionar mayores
perdidas económicas y sociales.

Se verifica que los operadores del Derecho en el Distrito Judicial de Pasco no


perciben el arbitraje como una forma eficiente de administrar la justicia en
nuestro país. El Estado, no colabora de manera activa ya que para reforzar el
uso del arbitraje es necesario mejorar el sistema educativo eficiente, la calidad
y nivel de vida de los pobladores que acuden de forma permanente en busca
de la justicia. Los programas sociales que existen administrados por el Estado,
también comparten responsabilidad en el mal manejo de la administración de la
justicia no pudiendo resolver de manera efectiva los problemas de la justicia
para los más necesitados.

Tal situación se acentúa en la realidad social en que se contextualiza el


arbitraje como soporte de remediación en las inequidades económicas y
sociales de las poblaciones afectadas que se enraízan como factor negativo en
la educación jurídica peruana. Es importante demarcar la importancia en la
difusión y comunicación del sistema jurídico del arbitraje a fin que la población
cree y confíe en ella como mecanismo de administración de justicia.

En la exposición de la información doctrinaria expuesta en el marco teórico, los


antecedentes del estudio, el planteamiento del problema y la información
103

estadística recabada, y de las encuestas aplicados, cuyos modelos se adjuntan


como anexos; se ha n confirmado las hipótesis planteadas, como respuestas a
los problemas formulados desde el inicio del proceso de investigación.

Específicamente, consideramos que la raíz del problema se da en el hecho de


que nuestro país afronta una dura crisis de valores que afecta la entraña misma
de las estructuras socio-jurídicas, socio-político-normativa, socio-económica y
ética, que afecta las bases jurídicas de la sociedad peruana. Una crisis que se
ahonda con la presencia de un Estado que descuida la atención de servicios
básicos de justicia, vivienda y educación, etc., que causan un malestar e
insatisfacción de la población. En efecto, vemos, que los sectores más pobres
no sólo carecen de acceso a justicia, sino que también no cuentan con
recursos para acceder a una vivienda digna y la educación eficiente en la
formación de la sociedad. Es en este contexto, que en 1992 surge una reforma
legal, en la que se destaca el cambio de la estructura del proceso, que propicia
la solución del conflicto, no con sentencia judicial sino mediante mecanismos
alternativos de resolución de conflictos.

Este cambio de orientación, que apuntaba hacia los alcances de una teoría
humanista del Derecho, generó confianza, esperanza y buenos augurios. Sin
embargo, no fue así, porque a pesar de las expectativas que entrañaba el
arbitraje y la conciliación, los buenos augurios no llegaron y los resultados no
se conocían. Los trabajos que se publicaban no eran uniformes: unos decían
que era un éxito, pero la mayoría afirmaban que el arbitraje y la conciliación
eran unos fracasos, lo cual causó desilusión y frustración en la población. Este
fue uno de los motivos del presente trabajo de tesis, para conocer en parte la
realidad procesal en que vivimos, con el fin de mejorarla o superarla.
104

CONCLUSIONES

Se comprobó la Hipótesis Específica 1 que planteaba que era posible realizar


un diagnostico integral que establezca la actual situación del arbitraje en el
Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años. Se constató que la gran
mayoría (88%) considera que el arbitraje no se aplica o se aplica muy poco en
el Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años. Asimismo, se constató
que la gran mayoría (86%) considera que el arbitraje se aplica para resolver
asuntos de Derecho Comercial y Derecho Familiar en el Distrito Judicial de
Pasco durante los últimos años.

Se comprobó la Hipótesis Específica 2 que planteaba que era posible identificar


los obstáculos que frenan el desarrollo y eficacia del arbitraje en el Distrito
Judicial de Pasco durante los últimos años. Se constató que la gran mayoría
(79%) considera que las razones por las que no se aplica el arbitraje en el
Distrito Judicial de Pasco durante los últimos años es porque la población
desconoce su funcionalidad y beneficios, porque desconfía de la eficacia de
este sistema y porque considera que carece de la capacidad coercitiva
suficiente.

Se comprobó la Hipótesis Específica 3 que planteaba que era posible plantear


alternativas normativas en el sistema jurídico arbitral con el fin de promover la
mayor utilización del arbitraje en nuestro medio. Se constató que la gran
mayoría (89%) de encuestados considera que las medidas normativas más
adecuadas para promover el uso del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco es
establecer en el Acuerdo Arbitral que su concurrencia a las sesiones sea
obligatoria, que se selecciones árbitros idóneos y confiables y que se optimicen
los procedimientos que lentifican el proceso.
105

Se comprobó la Hipótesis Específica 4 que planteaba que era posible plantear


alternativas extrajurídicas (socio-jurídicas) a fin de promover la mayor
utilización del arbitraje en nuestro medio. Se constató que la gran mayoría
(99%) de encuestados considera que las medidas socio jurídicas más
adecuadas para promover el uso del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco
son: Difundir los beneficios y funcionalidad del arbitraje en la población del
Distrito Judicial de Pasco: Capacitar adecuadamente a los operadores jurídicos
(árbitros y letrados) encargados de aplicar los procedimientos arbitrales
mejorando su calidad de servicio; Combatir la ”cultura del litigio” tan arraigada
en la población rural; Concientizar la población letrada de la zona que el
arbitraje no constituye un riesgo laboral sino más bien una nueva oportunidad.

Se apreció que los abogados, magistrados y partes del conflicto tienen cierto
nivel de información sobre el arbitraje. Se apreció que los abogados y
magistrados son los que más se han capacitado en arbitraje. Se apreció que
los abogados y magistrados son los más opinan que el arbitraje se ha
afianzado en el Distrito Judicial de Pasco.

La Ley de Arbitraje representa un gran esfuerzo por mejorar la administración


de justicia en nuestro país. La evolución en la regulación de muchos aspectos
que ésta posee (en comparación con las leyes derogadas) es innegable. Sin
embargo, la realidad exige que las normas sean cada vez más permisivas y
que el principio de flexibilidad alcance su mayor expresión. Las propuestas de
reforma buscan conseguir tal fin. Estamos seguros de que una futura Ley de
Arbitraje será más precisa y menos extensa que la actual. El principio de la
autonomía privada, sin duda, gobernará el arbitraje y hará que en el futuro el
legislador sólo plasme en la norma aspectos imperativos y de observancia
obligatoria.

El arbitraje ya no constituye una simple «alternativa» de solución de


controversias, sino más bien es uno de los «principales medios» para resolver
106

un conflicto de intereses. Ello se debe a que en las últimas dos décadas esta
institución se ha difundido de manera sorprendente en nuestro país. Producto
de ello, son las tres leyes sobre arbitraje que el Perú ha promulgado (1992,
1996 y 2008) y el elevado número de controversias que se resuelven
recurriendo a este método.

El arbitraje es una institución que se origina en el acuerdo de voluntades de


dos o más sujetos de derecho, quienes deciden someter a una o más
personas, denominadas árbitros (quienes, previamente, deberán aceptar dicho
encargo), la solución de un conflicto de intereses, respecto del cual estas
partes tienen capacidad de disposición, obligándose a no llevar la controversia
a los tribunales ordinarios sin previo fallo arbitral, el cual deberá expedirse con
arreglo a ciertas formalidades para tener la calidad de cosa juzgada.

La labor que realiza el árbitro es fundamental. Debe presentar plena capacidad


de ejercicio y deberá resolver la incertidumbre jurídica planteada por las partes
dentro de un procedimiento que garantice el respeto a la Constitución, a toda
norma que interese al orden público y a las buenas costumbres, y a las leyes
imperativas.

El árbitro debe observar y aplicar principios que garanticen igualdad y justicia


para las partes. Entre estos principios y garantías cabe señalar el de igualdad,
de audiencia bilateral o contradicción, de independencia e imparcialidad, de
motivación de las resoluciones, de lealtad y buena fe, de valoración de prueba,
entre otros.

La relación partes-árbitro es la de un contrato de locación de servicios. El


árbitro se obliga, sin estar subordinado a las partes, a prestarles un servicio
(resolver el conflicto a través de un laudo), a cambio de una remuneración.

Las partes, en ejercicio de su autonomía privada, podrán escoger la forma en


que el arbitraje se llevará a cabo; ello, sin perjuicio de tener en cuenta las
107

normas imperativas establecidas en la Ley de Arbitraje y demás normas que


interesan al orden público y a las buenas costumbres.

La recusación es la facultad reconocida a las partes durante el desarrollo de un


arbitraje para cuestionar la idoneidad de quien o de quienes tengan a su cargo
la resolución de un específico conflicto jurídico. La razón de ser de la
recusación radica en la desconfianza hacia el administrador de justicia.

Todas las causales que pueden dar origen a una recusación se encuentran
vinculadas, directa o indirectamente, a la independencia y/o imparcialidad del
árbitro. La independencia es un concepto objetivo, apreciable a partir de las
relaciones del árbitro con las partes o con personas vinculadas a éstas. Así, el
árbitro no debe poseer alguna relación de dependencia de tipo laboral,
económica, financiera, afectiva, amorosa o de cualquier otra índole. La
imparcialidad apunta más a una actitud o a un estado mental del árbitro,
necesariamente subjetivo, frente a la controversia que se le plantea. Debe
apreciar el desarrollo de la controversia desde un punto de vista equitativo, vale
decir, mirar por igual a ambas partes y a sus posturas y no tener prejuicios
positivos o negativos en relación a ninguna de ellas.

Para recusar a un árbitro, las partes podrán diseñar el procedimiento en la


forma en que deseen. En todo caso, también podrán someterse a algún
reglamento arbitral. A falta de ambos, la ley establece un proceso para lograr
tal propósito. La recusación se podrá plantear, salvo pacto en contrario, hasta
antes de que se inicie el plazo para la emisión del laudo. De la misma forma,
salvo pacto en contrario, el trámite de la recusación no suspende las
actuaciones arbitrales.

No es conveniente la posibilidad de que las partes puedan decidir seguir con el


arbitraje cuando se produzca la vacancia de un árbitro. Una vez que se
presente este caso, estaremos en presencia de un tribunal arbitral incompleto,
el cual pasará a estar conformado por un número par de árbitros (naturalmente,
108

en el más común de los supuestos). Por otro lado, en las votaciones podría
darse el caso de que no exista mayoría, supuesto en el cual, tal cual lo señala
la propia ley arbitral, será el presidente quien dirima. De esta forma, se estaría
desnaturalizando la labor del tribunal, al permitírsele trabajar de manera
incompleta y otorgándose, en algunos casos, demasiado poder al presidente.

Uno de los principales los factores que obstaculizan la aplicación del arbitraje
en el ámbito del Distrito Judicial de Pasco es el desconocimiento del proceso
de conciliación entre los demandantes y demandados. Los encuestados de
este grupo señalan mayoritariamente que en Pasco esto ocurre porque la
población desconoce el proceso de arbitraje. Es decir, el desconocimiento del
proceso de arbitraje es el principal obstáculo para su aplicación en el Distrito
Judicial de Pasco. El mejor nivel socioeconómico y la mayor instrucción de las
personas favorecen la aplicación del proceso de arboitraje.

Es importante que en Pasco se desarrolle una mayor conciencia arbitral. Es


decir, crear mayor conciencia arbitral en las personas favorece la aplicación del
arbitraje en el ámbito del Distrito Judicial de Pasco.
109

RECOMENDACIONES

Una fórmula idónea para la redacción del artículo 19 de la Ley de Arbitraje,


hubiera sido aquella que establezca que el número de árbitros, a falta de
acuerdo entre las partes, será de uno. Ello, por tres razones fundamentales:
evitar que las partes incurran en mayores gastos al sufragar los honorarios de
tres árbitros, acelerar el procedimiento para el nombramiento del tribunal
arbitral y alinear la normativa nacional a la línea trazada por las leyes,
reglamentos y convenios arbitrales más importantes del mundo.

La función de árbitro es incompatible con la función que realizan los servidores


y funcionarios del Estado. Se debe regular en un mismo numeral los requisitos
así como las incompatibilidades para ejercer la función de árbitro. Por ello,
proponemos que el artículo 21 de la Ley de Arbitraje sea incluido en la parte
final del numeral 20 de la misma ley, de modo que su contenido sea más
orgánico y uniforme.

Si las partes no nombran directamente a los árbitros, podrán encargar dicha


labor a una institución arbitral, o a un tercero, quien —creemos— no solamente
podrá, sino más bien deberá solicitar la información que considere necesaria
para el cumplimiento de la labor. De hecho, una fórmula inversa (en el
sentido de que sean las partes las obligadas a otorgar los
requerimientos para que la institución arbitral o el tercero cumplan el encargo)
sería mucho más idónea.

Es recomendable que en el procedimiento de nombramiento de los árbitros


hecho por una Cámara de Comercio, se encuentre presente un notario público
para dar fe de la transparencia del proceso. Asimismo, se debe tener claro que
bajo ninguna circunstancia la Cámara podrá nombrar a alguno de sus
trabajadores o funcionarios.
110

Se recomienda que el Ministerio de Justicia, promueva el uso de los


mecanismos de arbitraje como un sistema confiable y sostenible, al alcance de
ya que se constató escasa difusión de las ventajas de este mecanismo por
parte de las autoridades competentes.

La población debe ser concientizada a fin de que asuma que la utilización del
mecanismo de arbitraje es una forma efectiva de practicar una cultura de paz y,
sobre todo, utilizar un procedimiento que permite simplificar costos y costas de
los procedimientos lentos y engorrosos de los procesos contenciosos.

Corresponde al Ministerio de Justicia en primera instancia y a los propios


operadores del sistema arbitral (Árbitros, Centros de Arbitraje, Capacitadores y
Centros de Formación y Capacitación de Arbitraje), realizar mayores labores de
difusión de las ventajas de la conciliación entre sus potenciales usuarios, a fin
de incrementar la demanda por servicios conciliatorios, dejando de lado el
discurso académico y reemplazándolo por uno más utilitario, a fin de crear
conciencia en la población de su existencia y potencial empleo.

Debería exigirse la concurrencia obligatoria de la parte solicitante a la


realización de la audiencia de arbitraje, bajo pena de multa, a fin de viabilizar la
posibilidad de incrementar la realizaci6n de audiencias de conciliación
efectivas.
111

CAPÏTULO V
FUENTES DE INFORMACIÓN

1) Abanto Torres, Jaime (2014) Algunas sugerencias para mejorar la


conciliación extrajudicial. Cajamarca. Derecho y Cambio Social.
2) Alcázar López, E. (1994) El arbitraje. una alternativa a la acción judicial.
Lima: Rev. Vox Juris, No. 4.
3) Alsina Hugo, Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y
Comercial, Tomo VII, pág. 21 y ss., 2da Edición, EdIAR Sociedad
Anónima Editora Comercial, Industrial y Financiera, Bs. As. 1965
4) Barchi Velaochaga, Luciano (2010) Ámbito de aplicación del convenio
arbitral en las controversias contractuales: a propósito del Decreto
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5) BLALOCK, Hubert (2002) Estadística Social. Fondo de Cultura
Económica. México.
6) Caivano, R. (1995) Un desafío y una necesidad para los abogados: Los
medios alternativos de resolución de disputas. Lima. Revista Themis, No.
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justicia” En Castillo, Mario (director). Ponencias del Congreso
Internacional de Arbitraje. Primera parte. Lima: Palestra, 2008, p.43
8) CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando: Arbitraje comercial y de las
inversiones, Lima, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, 2007. p.9
9) Cárdenas Ruiz, Marco (2008) El Arbitraje en la Legislación Nacional.
Cajamarca. Rev. Derecho y Sociedad.
10) Castillo Freyre, Mario (2010) Panorama actual del arbitraje. Lima.
Palestra.
11) Castillo Freyre, Mario . Arbitraje y Debido Proceso, Palestra Editores,
Volumen 2, Lima, 2007, pág. 29
112

12) CASTILLO FREYRE, Mario. «Orígenes del arbitraje». En Arbitraje y


debido proceso. Lima: Palestra y Estudio Mario Castillo Freyre, 2007, pp.
17 y ss.
13) Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
(CNUDMI) fue establecida por la Asamblea General en 1966 ( resolución
2205 (XXI), de 17 de diciembre de 1966).
14) Cuadros Villena, C. (1995) La autocomposición. En Derecho Procesal
Civil. Doctrina. Año 5, Lima: USMP.
15) Feldstein, Sara y Leonardo,Hebe, El Arbitraje, Bs As. Abeledo Perrot,
1998, pág.37
16) García Belaunde, Domingo. Las Constituciones del Perú, Tomo I, pág. 73,
Fondo Editorial Universidad San Martín de Porres, Lima - 2006
17) García Calderón Moreyra, Gonzalo (2004) Validez del Sometimiento de
una Persona Jurídica a Arbitraje, Revista Derecho y Sociedad Asociación
Civil, págs 199 y ss.
18) González Barrera, R. (1995) La Conciliación en el nuevo Código Procesal
Civil.En Derecho Procesal Civil. Doctrina. Año 5. Lima: USMP.
19) GRIGERA NAÓN, Horacio. Arbitraje Comercial Internacional, Quo Vadis?
Estudios de Arbitraje, Libro Homenaje al Profesor Patricio Aylwin Azócar.
Editorial Jurídica de Chile, 585-593 (2006). p.589
20) HERNANDEZ SAMPIERI, Roberto y otros (2013) Metodología de la
Investigación. Mc Graw Hill. Colombia..
21) Jhoel Williams, Chipana Catalán (2013) LOS ÁRBITROS EN LA LEY DE
ARBITRAJE. BASES PARA UNA REFORMA DEL TÍTULO III DEL
DECRETO LEGISLATIVO N.° 1071. Lima. PUCP.
22) MANTILLA SERRANO, Fernando. La autonomía del derecho del arbitraje
internacional: ¿Hacia un arbitraje realmente autónomo?," En Arbitraje
Internacional - Tensiones Actuales 207 (F. Mantilla Serrano Ed) Legis,
2007p.209
23) Medina Rospigliosi, Rafael Gonzalo (2010) Primer decenio de la
conciliacion extrajudicial en el Perú. Lima. USMP.
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24) Moane Drago, E. (2005) Mecanismos Alternativos para la Solución


Pacífica de Conflictos. Lima: APENAC
25) Montes de Oca Vidal, Alipio (2006) Mecanismos Alternativos de Solución
de Conflictos. Lima. USMP.
26) Ormaechea, Iván (1996) Manual judicial de conciliación. Academia de la
Magistratura. Lima.
27) REDFERN & HUNTER on International Arbitration – Fifth Edition. Edited
by Nigel Blackaby, Constantine Partasides, Alan Redfern, and Martin
Hunter. Oxford University Press, 2009. p. 79. 1-31
28) Sánchez Carlessi, Hugo (2005) Metodología y diseños en la investigación
científica. Lima. HSC.
29) SOLIS ESPINOZA, Alejandro (2008) Metodología de la Investigación
Jurídico Social. Lima. Perú.
30) Soto Coaguila, Carlos Alberto (2008) Comentarios a la Ley General de
Arbitraje del Perú: Ley Nº 26572. Lima. Perú. IPA.
31) TALERO RUEDA, Santiago (2009) Reflexiones sobre la revisión judicial
de fondo de los laudos arbitrales. En: Revista Lima Arbitration:
http://limaarbitration.net/LAR3-4/Santiago-Talero-Rueda.pdf, N° 03, 2008-
2009,P. 228
32) Tulard, Jean y otros. Historia y Diccionario de la Revolución Francesa.
Madrid. Ediciones Cátedra SA., 1989, pp 917 y 918, citados por Castillo
Freyre, Mario en Orígenes del Arbitraje, pág. 36
33) Vega Soyer, J. y Pereyra Zaplana, A. (2010) Procedencia de las acciones
de amparo contra el laudo arbitral. Lima. Palestra.
34) Zapata Oré, G. y Franco Arias, B. (2010) La preocupación por la
neutralidad de los peritos arbitrales. Lima. Palestra.
114
115

ANEXOS
116

MATRIZ DE CONSISTENCIA
PROBLEMA OBJETIVOS HIPÓTESIS VARIABLES METODOLOGÍA
Problema general Objetivo general Hipótesis General Variable independiente La investigación es de tipo
aplicado. El nivel es el “Explicativo
Causal”. El diseño de la
investigación es el "no
¿Cuáles son los principales Realizar una investigación a fin de Si se realizar una exhaustiva Análisis del arbitraje en el Perú
experimental". En cuanto a su
factores que obstaculizan la establecer cuáles son los investigación a fin de establecer
diseño estadístico la investigación
efectiva implementación y principales factores que cuáles son los principales factores
asume un diseño descriptivo. El
utilización del arbitraje en nuestro obstaculizan la efectiva que obstaculizan la efectiva
universo de la investigación
medio y què alternativas implementación y utilización del implementación y utilización del
estará conformado por integrantes
legislativas y socio-jurídicas arbitraje en nuestro medio y qué arbitraje en nuestro medio y qué
de diversos niveles de la Corte
pueden plantearse para superar alternativas legislativas y socio- alternativas legislativas y socio-
Variable dependiente Superior de Pasco (jueces y
las deficiencias que impiden que jurídicas pueden plantearse para jurídicas entonces será posible
secretarios), abogados del Distrito
esta institución cumpla con los superar las deficiencias que plantear medidas adecuadas para
Judicial de Pasco, estudiantes de
fines para los cuales fue impiden que esta institución jurídica superar las deficiencias que
la Facultad de Derecho y Ciencias
diseñada? cumpla con los fines para los cuales impiden que esta institución jurídica Planteamiento de medidas para Políticas de la Universidad
fue diseñada. cumpla con los fines para los cuales optimizar el proceso de arbitraje. Nacional "Daniel Alcides Carrión"
fue diseñada.
y analistas especializados en el
Problemas específicos tema. Se calcula un universo de
Objetivos específicos 200 personas. De la población
Hipótesis Específicas antes señalada, se tomará una
1.¿Es posible realizar un parte de la misma que sea
diagnostico integral que 1. Efectuar un diagnostico integral representativa. (representa el
establezca la actual situación del que establezca la actual situación 1.Es posible efectuar un diagnostico 95% de los casos con un margen
arbitraje en todos sus aspectos en del arbitraje en el Perú en todos sus integral que establezca la actual de error del 0.05). La muestra
el Perú durante los últimos años? aspectos en los últimos años. situación del arbitraje en el Perú en estará conformada por 67
todos sus aspectos en los últimos personas. Usaremos el método
2.¿Es posible identificar los 2. Identificar los obstáculos que años. analítico crítico que se sustenta
obstáculos que frenan el frenan el desarrollo y eficacia del en la dogmática jurídica para
desarrollo y eficacia del arbitraje arbitraje en el Perú. 2. Es posible identificar los analizar la responsabilidad penal
en el Perú? obstáculos que frenan el desarrollo de las personas jurídicas. Se
3. Plantear alternativas normativas y eficacia del arbitraje en el Perú. aplicarán cuestionarios y
3.¿Es posible plantear alternativas en el sistema jurídico arbitral con el entrevistas. Previamente se
normativas en el sistema jurídico fin de promover la mayor utilización 3. Es posible plantear alternativas determinará la validez del
arbitral con el fin de promover la de la conciliación en nuestro medio. normativas en el sistema jurídico Cuestionario mediante el sistema
mayor utilización del arbitraje en arbitral con el fin de promover la del "juicio de expertos". La
nuestro medio? 4.Plantear alternativas mayor utilización de la conciliación confiabilidad del cuestionario se
extrajurídicas (socio-jurídicas) a fin en nuestro medio. establecerá mediante la
4.¿Es posible plantear alternativas de promover la mayor utilización del
aplicación del estadístico
117

extrajurídicas (socio-jurídicas) a arbitraje en nuestro medio. 4. Es posible plantear alternativas Coeficiente Alpha de Cronbach.
fin de promover la mayor extrajurídicas (socio-jurídicas) a fin
utilización del arbitraje en nuestro de promover la mayor utilización del
medio? arbitraje en nuestro medio.
118

INSTRUMENTO

CUESTIONARIO SOBRE ARBITRAJE

Estimado señor, solicito su colaboración contestando el presente cuestionario


que es completamente anónimo, sobre el proceso de arbitraje en el Distrito
Judicial de Pasco. Lea detenidamente cada una de las preguntas, responda o
marque con un aspa en cada pregunta. Gracias

6. ¿Cuál es la actual situación del arbitraje en el Distrito Judicial de Pasco


durante los últimos años.

e) No se aplica
f) Se aplica poco
g) Se aplica regularmente
h) Se aplica frecuentemente

7. ¿En qué tipo de procesos se aplica el arbitraje en el Distrito Judicial de


Pasco durante los últimos años.

e) Derecho Comercial
f) Derecho Familiar
g) Derecho Laboral
h) Derecho Administrativo

8. ¿Por qué la población del Distrito Judicial de Pasco no recurre al arbitraje?

e) Por desconocimiento
f) Por desconfianza
g) Considera que no tiene autoridad suficiente.
119

h) Considera que no es obligatorio

9. ¿Qué medidas normativas se podrían desarrollar para promover el arbitraje


en la población del Distrito Judicial de Pasco?

e) Cuando exista acuerdo arbitral hacer obligatoria la concurrencia de las


partes.
f) Garantizar la idoneidad y confiabilidad de los árbitros mediante medidas
de supervisión y control
g) Optimizar procedimientos que ralentizan el proceso de arbitraje.
h) Estudiar los mecanismos a fin de incrementar su eficacia jurídica

10. ¿Qué medidas sociojurídicas se podrían desarrollar para promover el


arbitraje en la población del Distrito Judicial de Pasco?

e) Difundir los beneficios y funcionalidad del arbitraje en la población del


Distrito Judicial de Pasco.
f) Capacitar adecuadamente a los operadores jurídicos (árbitros y letrados)
encargados de aplicar los procedimientos arbitrales mejorando su calidad
de servicio.
g) Combatir la ”cultura del litigio” tan arraigada en la población rural.
h) Concientizar la población letrada de la zona que el arbitraje no constituye un
riesgo laboral sino más bien una nueva oportunidad.

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