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Aunque te hayas ido, este pueblo es tu familia.

Mural sobre el proceso migratorio

El muralismo, y en general el arte urbano, ha representado la oportunidad de dialogar y cuestionar


realidades a través del relato de historias, hechos, vivencias y fantasías, plasmados en espacios de
tránsito público, ya que, finalmente, es con esa población que se interactúa a través del arte. Ha llegado
a convertirse en un instrumento de concientización colectiva porque, su función, más allá de ser
decorativa, es comunicacional. Pero aparte de su resultado final, lo más importante es su proceso de
realización participativa, porque se trabaja en la empatía, la comunicación, la semiótica de la imagen,
la teoría de color y las capacidades o fortalezas individuales para trabajar como un equipo y realizar el
mural.

Con esta idea, se presentó la propuesta antes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
en su sede en El Salvador, para la elaboración participativa de un mural alusivo al proceso migratorio,
con énfasis en la población del municipio de Mejicanos, San Salvador. Al ser aceptada la propuesta, en
una primera reunión entre las partes involucradas, se acordó realizar un proceso que incluyó dos
jornadas enteras de taller, de donde saldrían los elementos y el boceto, y dos jornadas enteras para
pintar el mural. Posteriormente, en una reunión entre la OIM El Salvador y el equipo responsable del
proceso, se acordaron las fechas que se propondrían a la alcaldía para realizarlo. Así, se realizó la
convocatoria a jóvenes mejicanenses y personas que participan en programas para retornados.

Objetivos del proceso

Objetivo general:
Generar un espacio de expresión, a través de la técnica del muralismo, donde las personas puedan
contar experiencias con la migración y/o el retorno, propias o de personas cercanas.

Objetivos específicos:

 Fomentar el trabajo en colectivo a través de la identificación de historias en común entre las y los
participantes.
 Desarrollar capacidades técnicas y de bocetaje para realizar un mural en colectivo, que expresen las
experiencias, propias o de personas significativas, con la migración y/o el retorno.
 Reconocer el muralismo como una herramienta de transformación del entorno o espacio público.

Participantes

En total, durante el proceso asistieron 21 personas (11 mujeres y 10 hombres), provenientes de 7


comunidades del municipio de Mejicanos (España, El Progreso, Las Palmas, 26 de Enero, San Ramón,
Buenos Aires y Mónico).
Taller sobre técnicas de muralismo como medio de expresión

El primer día del taller se enfocó en la sensibilización sobre el muralismo como medio de expresión
colectivo y social, y en la formación sobre elementos esenciales para construir murales. Así, la jornada
inició con una presentación dinámica de sus nombres y el color que les representa ese día, a través de
la técnica de la telaraña. Seguidamente, se construyeron los acuerdos de convivencia que servirían
para que el grupo y el equipo facilitador actuaran bajo sus propias propuestas.

Esto dio paso a la presentación de la representante de la OIM El Salvador, que expuso sobre el proceso
migratorio: conceptos, causas, dificultades y desafíos, etc. Asimismo, Malu, la artista encargada del
proceso, expuso algunos elementos clave para comprender el mural como punto de expresión,
hablando un poco sobre su historia y el impacto que tiene tanto a nivel visual como de significado en
los espacios donde se elaboran. Se presentaron ejemplos de murales representativos de esta corriente
artística y que se han mantenido por mucho tiempo.

Este preámbulo teórico de ambos temas dio paso a la realización de los primeros ejercicios: en primer
lugar, se hizo uno para que las y los participantes distencionaran las manos. El ejercicio consistió en
pintar con la mano que no escriben, es decir, si escriben con la derecha, debían pintar con la izquierda;
además, lo que debían pintar fue libre, podían ser líneas, círculos, manchas, etc. La idea es que se
soltaran al ritmo de la música de diferentes géneros que la facilitadora ponía. Al cambio de canción,
debían dar su pintura a la persona que tenían a su derecha, para que ella la continuara. Al final, hubo
tantas obras como participantes, pero con el aporte de todas y todos.

Al terminar con este ejercicio, se dio paso a uno muy importante para ir identificando el imaginario de
símbolos del grupo de participantes en relación al país. Consistió en que la facilitadora decía palabras
de uso bien común en el lenguaje salvadoreño y cada participante debía dibujar algo relacionado a
ellas, en una página de papel bond. Al tener todos los dibujos de cada quien, se les pidió que
conformaran grupos de cinco personas y una de ellas se debía convertir en un monumento a El
Salvador. Así, a una o un integrante de cada grupo le pegaron los dibujos más representativos para que
describieran al país a través de ese monumento.
Luego avanzaron a un ejercicio que involucró a otra persona: debían dibujar el rostro de la otra
persona, mirándola todo el tiempo, sin levantar el carboncillo del papel. Cada participante se
sorprendió de lo que podían hacer sin ver lo que dibujaban. Después tuvieron la oportunidad de
hacerlo viendo a la persona y al papel, luego debían colocarlo en la pared. El ejercicio siguiente les hizo
volver a lo personal, ya que luego de un ejercicio de relajación y visualización, cada persona pintó lo
que vio en el ejercicio, dejando plasmadas ideas desde las más realistas hasta las más surrealistas. Esta
jornada, como acercamiento al imaginario y las formas de expresión a través de la pintura, se valora
como positivo y muy favorable para la segunda parte del taller.
El segundo día del taller se enfocó más en encontrar la relación entre la temática intencionada del
mural y sus vivencias en los ejercicios del día anterior, que acabaría en la composición del boceto para
realizar el mural, pasando antes por los elementos a tomar en cuenta para realizarlo ya en la pared:
ritmo, equilibrio, jerarquía, dirección, énfasis y movimiento.

Así, en un ejercicio personal, cada persona debía pensar y escribir una frase con la que convencieran a
una persona querida que se quede en el país o en la comunidad. De esta manera, surgieron tantas
frases como participantes. De estas, el grupo fue eligiendo las más representativas y quedaron cinco,
las que finalmente fueron la base para formar la frase que sería parte y le daría sentido al mural:
“Aunque te vayas, este pueblo es tu familia”. Ya con esto, se les preguntó, cómo dibujamos esta frase,
de tal manera que, quien la vea y esté pensando en irse de su comunidad o del país, haga reflexionar
o pensar al respecto. Es cuando empezaron a surgir las ideas de los elementos, muchos de los que
fueron surgiendo en el primer día del taller, muchos elementos representativos del país, del municipio
y de lo que significa quedarse. Así, surgió el Volcán de San Salvador, el Maquilishuat, la yuca, la
Parroquia de Mejicanos, el torogoz. La metáfora más importante fue la de las piscuchas, que
representan a un grupo de migrantes cuyo hilo le mantiene siempre unido a sus raíces. Además, están
reflejadas en una noche, mientras que la otra parte del mural en un día, plasmando la lejanía que puede
implicar la migración. De esta manera quedó construido el boceto del mural.
El mural: Aunque te hayas ido, este pueblo es tu familia

Para pintar el mural, en las instalaciones exteriores del Centro Municipal de Prevención de la Violencia,
del municipio de Mejicanos, se necesitaron dos días, el sábado 10 y el domingo 11 de agosto, en medio
de las fiestas patronales. Con el mural aprobado por las instituciones parte, la única sugerencia que se
hizo, y que se tomó en cuenta, fue modificar la frase original (Aunque te vayas, este pueblo es tu
familia) y dejarla “Aunque te hayas ido, este pueblo es tu familia”. De esta manera, se da un mensaje
de esperanza a las personas que han migrado y por alguna razón regresan al país. Las indicaciones de
la artista encargada fue ir pintando por capas, desde los elementos que están más al fondo del mural
hasta los más visibles enfrente. También marcó qué colores irían en cada parte del mural y dibujó
algunos de los símbolos que se incluyeron en la obra. Así inició la transformación de una pared a una
expresión de las juventudes de Mejicanos hacia las personas migrantes.

Alfredo Guardado
Agosto de 2019

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