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Ellas forman una banda continua en todo el borde apical de las células
epiteliales. Se reconocen en cortes perpendiculares, observados al
microscopio electrónico de transmisión (Figura 1) porque las
membranas plasmáticas de las dos células adyacentes parecen
fusionarse cerca del borde apical, desapareciendo el espacio
intercelular en zonas de 0,1 a 0,3 mm de longitud. El aspecto de esta
zona resulta de la existencia de múltiples puntos de contacto entre las
láminas externas densas de las membranas celulares. Estos puntos de
contacto resultan de la interacción, en el extracelular, de un tipo
especial de proteínas transmembrana llamadas ocludinas, que se
caracterizan por presentar una zona hidrofóbica en su dominio
extracelular, lo que permite la interacción entre dos ocludinas que se
enfrentan en el espacio intercelular.
Esta zona se extiende en forma de cinturón alrededor de todo el
perímetro celular, interactuando cada célula con las células adyacentes
a ella, cerrándose así el espacio intercelular.
En preparaciones por criofractura a través de una zónula ocluyente se
observa que las caras P y E de la membrana plasmática presentan una
serie de estructuras lineales. En la cara citoplasmática de la membrana
(P), aparecen como cresta o eminencias, mientras que en la cara
extracelular de la membrana (E) aparecen como surcos poco
profundos.
Cada una de estas eminencias lineales (cara P) está formada por la
asociación de sucesivas moléculas de ocludinas; mientras que los
surcos lineales (cara E) corresponden a los sitios ocupados
previamente por moléculas de ocludina que al ocurrir la fractura
quedaron en la otra cara de la membrana celular.
El número de líneas y su entrecruzamiento varía según el tipo de
epitelio. Por ejemplo, las células del revestimiento gástrico muestran
unas zónulas ocluyentes muy anchas y con muchos puntos de
fusión mientras que las zónulas ocluyentes entre los hepatocitos
muestran pocos puntos de fusión y están más separadas.
Uniones de adherencia (o de anclaje)
Están formadas por:
Glucoproteínas transmembrana, cuyo dominio citoplasmático se
asocia a proteínas intracelulares, mientras que su dominio
extracelular interactúa con el de otra glucoproteína transmembrana
ubicada en la membrana celular asociada al sistema de unión de la
célula vecina (negro).
Proteínas de unión intracelular, que conectan a la glucoproteina
transmembrana de cada célula, con los elementos del citoesqueleto
asociados al sistema de unión.
Filamentos del citoesqueleto asociados a la unión.
Su función es formar uniones entre los citoesqueletos de las células
epiteliales, permitiendo la transmisión de fuerzas mecánicas a lo largo
de la lámina epitelial.
Cuando la asociación es entre los microfilamentos de actina estas
uniones reciben el nombre de zónulas adherentes. Cuando la
asociación es entre los citoesqueletos de filamentos intermedios estas
uniones se denominan desmosomas o máculas adherentes
No todas las proteínas que intervienen en la adhesión celular pertenecen a estas familias,
pero sí son las más comunes.
Todas las moléculas que median en la adhesión celular directamente requieren interaccionar
con el citoesqueleto (ya sea con filamentos de actina o con filamentos intermedios, nunca
con microtúbulos).
Las uniones entre células del mismo tipo (por ejemplo entre células epiteliales) suelen
conllevar interacciones homofílicas, mientras que uniones entre células de naturaleza
diferente se llevan a cabo mediante interacciones heterofílicas.
. Uniones tipo Gap. Son uniones que abren un poro entre las células que permite el
intercambio de pequeñas moléculas.
. Uniones estrechas. Son uniones de sellado que impiden el flujo de sustancias entre la zona
apical y subapical de un epitelio.
. Contactos focales.
. Uniones de adhesión.
- Cadherinas
Se llaman cadherinas porque son proteínas de adhesión dependientes de calcio. Estas
proteínas de adhesión celular intervienen en interacciones de tipo homofílicas (es decir, sólo
interaccionan con proteínas de la misma familia).
Los tres últimos dominios pueden interaccionar con los últimos dominios de la célula
adyacente.
Las células son capaces de regular el número de cadherinas que presenta en la membrana en
función de lo fuerte o débil que desee que sea la adhesión celular. A mayor cantidad de
cadherinas mayor será la fuerza de adhesión. Esta regulación del número de cadherinas
expuesta en la membrana viene determinada por señales externas e internas a la célula.
Los dominios citosólicos por sí solos no pueden unirse a los filamentos de actina, pero hay
un conjunto de proteínas que median esta unión. Las proteínas son las Adaptadoras.
- Integrinas
Las integrinas son proteínas que contribuyen a la adhesión celular mediante interacciones
de tipo heterofílicas, es decir, se unen a proteínas de adhesión de tipo diferente. Las
integrinas en células epiteliales se unen a filamentos intermedios y en el resto de las
integrinas interaccionan con filamentos de actina, es decir mayormente interaccionan con el
citoesqueleto de actina, menos en la piel.
Las integrinas son heterodímeros formadas por una cadena α y una cadena β, un dominio
extracelular, un dominio transmembrana y un dominio citosólico (se une al citoesqueleto).
Podemos distinguir diversos tipos de cadenas α y β en función del tipo celular. Ambas
cadenas presentan un dominio de cada tipo. El dominio extracelular reconoce a una
secuencia de tres aminoácidos de proteínas de la matriz, que son las fibronectinas y
lamininas. También puede interaccionar con moléculas de adhesión tipo inmunoglobulinas.
La unión a una u otra célula suele venir determinada por la cadena β.
Las integrinas tienen 2 estados: un estado inactivo (de baja afinidad para asociarse a la
matriz) y un estado activo (de alta baja afinidad para asociarse a la matriz).
Una integrina inactiva tiene los dominios citosólicos de ambas cadenas próximos y los
extremos extracelulares curvados, mientras que cuando la integrina se activa tiene los
dominios citosólicos de ambas cadenas alejados y los extremos extracelulares rectos.
Por tanto, hay varias formas de regular la actividad de las integrinas. Las integrinas también
se conocen como receptores de adhesión. Provoca un cambio en la afinidad de las integrinas
provoca cambios en la adhesión, expresión génica, etc. También puede haber una
señalización interna que despolariza el citoesqueleto provocando que pasen de activas a
inactivas, provocando migración celular.
- Selectinas
Presentan lectinas con alta afinidad por azúcares presentes en las membranas de células
adyacentes. Forman dímeros. Son de paso único. En sus dominios extracelular aparece
asociado al final de la cadena un dominio de naturaleza lectina y lo que pasa es que se une a
glucoproteínas o se une a glucolípidos (azúcares) que haya en la célula adyacente