Você está na página 1de 3

RELACIONES CON OTROS PAISES

En la primera mitad del siglo XX, América Latina no fue considerada por la Unión Soviética cómo
un área prioritaria de su política exterior. A pesar de cierto entusiasmo al inicio de la década de los
años 20 del siglo pasado y de las actividades del Komintern, la lejanía geográfica y las pocas
ocasiones reales para impulsar la incidencia política soviética o los vínculos comerciales, fueron los
obstáculos para el fomento de relaciones. En este sentido, la Revolución cubana de 1959 fue
percibida por Moscú como una oportunidad de cambio y, muy pronto, Cuba se transformó en uno
de los más grandes receptores de la ayuda directa soviética. Durante la Guerra Fría, la URSS
también apoyaba a otros regímenes de la izquierda en la región. Sin embargo, a fines de la década
del 80, el apoyo y la influencia de Moscú en América Latina disminuyó significativamente.

El nuevo Estado ruso independiente heredó el legado de relaciones de la Unión Soviética con
América Latina. Pero ya no existía la misma cercanía ideológica con los gobiernos de izquierda.
Teniendo en cuenta los problemas económicos de Rusia y su deseo inicial de cooperar con las
potencias occidentales, tampoco hubo interés de equilibrar el poder estadounidense a través del
apoyo a los regímenes aliados en el Hemisferio Occidental. Por lo tanto, en la mayor parte de la
década de 1990, Rusia estuvo prácticamente ausente, en términos de su incidencia política o
económica en América Latina.

El escenario comenzó a transformarse a fines de la década de 2000, cuando el creciente


antiamericanismo del Kremlin y su apuesta por la construcción de un nuevo orden mundial
multipolar fueron bienvenidos por los protagonistas claves de la izquierda como Hugo Chávez,
Raúl Castro y Daniel Ortega. El cambio de la actitud del Kremlin hacia el legado político de la URSS
y la glorificación del pasado soviético en Rusia moderna, también fueron recibidos positivamente
por los políticos de la izquierda, muchos de los cuales participaron en la insurgencia de la época de
la Guerra Fría y se sentían todavía cercanos a las ideas que promovía la URSS. Para ellos, Putin
representaba a los rusos que conocieron antes. Desde esta perspectiva, los líderes de los
gobiernos de la izquierda creían que, aunque unas relaciones más estrechas con Rusia no podían
retomar los «viejos buenos tiempos» de los subsidios soviéticos, la riqueza petrolera de Rusia
podría ser útil. La estrategia funcionó: a pesar de que ya no comparten las mismas posturas
ideológicas, el intercambio se incrementó. A cambio de permitir las visitas de los bombarderos
estratégicos rusos y los buques de la Armada o el reconocimiento diplomático de las repúblicas
separatistas de Abjasia y Osetia del Sur (ambas apoyadas por Rusia), recibieron ayuda y créditos (y
la deuda de la era soviética de La Habana fue perdonada).

Es importante tener en cuenta que las relaciones de Rusia con los gobiernos de la izquierda en la
región fueron mucho más visibles que con los otros gobiernos debido a la importancia que los
líderes latinoamericanos les otorgaron a estas relaciones. El apoyo a las iniciativas y actuaciones
de Moscú en la arena internacional por parte de estos gobiernos resultó importante en varias
ocasiones. Sin embargo, Rusia ha logrado reorganizar las relaciones con todos los países de
América Latina y no solo con los quienes fueron parte del giro hacia la izquierda. El hecho de que
los ciudadanos rusos puedan viajar a la mayoría de los países latinoamericanos sin visa es una
evidencia de ello.
BALANZA DE PAGO DE RUSIA

En 2017 Rusia registró un superávit en su Balanza comercial de 102.170,5 millones de euros, un


7,32% de su PIB, superior al superávit alcanzado en 2016, de 81.504,2 millones de euros 90.217
millones de dólares, el 7,02% del PIB. La variación de la Balanza comercial se ha debido a un
incremento de las exportaciones de Rusia superior al de las importaciones.

Si tomamos como referencia la balanza comercial con respecto al PIB, en 2017 Rusia ha
empeorado su situación. Se ha movido del puesto 24 que ocupaba en 2016, hasta situarse en la
posición 29 de dicho ranking

Si miramos la evolución del saldo de la balanza comercial en Rusia en los últimos años, el superávit
se ha incrementado respecto a 2016 como hemos visto, al igual que ocurre respecto a 2007, en el
que el superávit fue de 95.525 millones de euros, que suponía un 9,34% de su PIB.

En la parte inferior de la página puedes ver la tabla y el mapa de la balanza comercial de Rusia
respecto a cada uno de los países con los que comercia. En color verde los países con los que la
balanza comercial es positiva para Rusia, exportaciones con más valor que las importaciones, y en
rojo los países con los que la balanza es negativa, importaciones procedentes de ese país mayores
que las exportaciones de Rusia al mismo.

En esta página te mostramos la evolución del saldo de la balanza comercial Rusia, haz clic en los
siguientes links para ver la evolución de las importaciones y de las exportaciones en Rusia. Puede
interesarte ver un listado con el saldo de la balanza comercial de los 190 países que publicamos en
balanza comercial y ver toda la información económica de Rusia en Economía de Rusia.

INVERSION ESTRATEGICA DE RUSIA

Es innegable que el Gobierno ruso ha conseguido mantener la inflación bajo control durante los
últimos años y volver a un crecimiento positivo.

invertir en Rusia 2018 - 2019Pero en estos momentos se ha hecho difícil mantener estas
posiciones sin introducir ciertas reformas a las que Putin parece resistirse.

Rusia tiene un problema económico esencial:

Su modelo de crecimiento está basado en la industria del petróleo, y este modelo podría empezar
a fallar a pesar de la tendencia alcista del precio de los hidrocarburos durante estos últimos meses.

En la actualidad tenemos el siguiente panorama:

• Máximos de su capacidad industrial.

• Tasa de desempleo muy baja, ya situada por debajo del 5,5%

• Tasa de crecimiento del PIB del 1,7% en 2017, dejando poco margen para el crecimiento.

• Consenso de mercado en que su crecimiento este año será un 0,5% inferior al del año anterior.
Como creemos que el nuevo Gobierno no querrá acabar con el círculo virtuoso del crecimiento,
empezará por acometer con mayor decisión las reformas iniciadas tímidamente durante los
últimos años:

• La política que ha permitido la liberalización de la divisa (Rublo), ha permitido que se haya


realizado una transición ordenada a una política monetaria basada en el control de inflación,
cambio muy necesario para Rusia si quiere avanzar hacia una fase de nuevo crecimiento.

Você também pode gostar