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lo anterior no -hombre en París.

Estábamos en la casa de la maestra Clara y


del maestro Ambrocio bebiendo; antes cenamos una discada muy sabrosa
hecha por Montoya — de hecho, era su cumpleaños — . La pasábamos bien,
pues. Y entonces sonó la canción; empezamos a cantar y después del coro,
Américo nos soltó que él creía que Denis se prostituía porque, ¿quién se aloja
en un sucio hostal? Además, se menciona que cobraba algunos francos.
Empezamos a hablar de eso y concordamos con él. Sin embargo, Grecia,
aceptando que tenía sentido, dijo que para ella hablaba de un travesti. Y
asentimos todos.

Luego de ese momento de emoción en el cual uno comparte algo y se


encuentra entendido por el otro, luego de sentirse acompañado, Américo me
pidió que escribiera la interpretación. La verdad, me asombró que me
pidiera algo así. Me sentí la idea era suya y que él debía escribirla, pero él
insistió en que yo lo hiciera.

Todo este tiempo transcurrido me la pasé debatiéndome entre escribir su


interpretación o convencerlo de que él lo hiciera porque, precisamente, yo no
concebí la interpretación. ¡Pero bueno!, sin más preámbulo, trataré de hacer
el vínculo entre la letra de la canción y la interpretación de Américo. Vamos a
ello:

“Cae la noche y amanece en París”

Empieza por plantear la vida nocturna. El amanecer, además de indicar el


inicio del día, indica el inicio de las labores. En este caso el amanecer indica
precisamente esto último; sin embargo, no inicia con los rayos del sol, sino
con la luz lunar.

“En el día en que

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