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VISIÓN ÉTICA DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN

Alejandro Maldonado
El reto el sacramento de la reconciliación se plantea ante un reto, dejar el lado caustico,
uniendo espiritualidad con la práctica de confesar, como experiencia salvífica de la
misericordia de Dios.

El confesor tienen el valor ético de transmitir la misericordia de Dios y el penitente en su


libertar y conciencia profundizar en la experiencia de la misericordia de Dios.

Principios que oriente la práctica del deber ético de manifestar la misericordia de Dios.
Desterrar la tentación de enjuiciar a las personas, com lo ha realizado la iglesia a lo largo
e la historia teniendo claro que no hay una moral clara y delimitada para las situaciones
de la vida. La moral no se mueve en el ámbito en el plano de lo individual, perdiendo el
sentido comunitario del pecado y de la celebración; así como de la redención.

Hay que tener en cuenta que la vida de las personas no se resuelve con recetas.

 La moral católica es Autónoma teónoma: una racionalidad y una experiencia


creyente. Por tanto, no favorecer una relación heterónoma en los creyentes (los
niños, dígame lo que haga).

Al ser teónoma el primer referente en la experiencia creyente es Jesucristo, por lo


tanto, el sacramento ha de caminar a la relación del creyente con Jesucristo y no
con la norma.

 Respeto a la Conciencia (GS 16): Hay situaciones en las cuales el penitente


hace sus opciones a la luz de su conciencia. No puede violentar la conciencia,
sino iluminarla a la luz de la doctrina de la Iglesia.

 La inter disciplinariedad¸ que requiere de armonizar los aportes de la revelación


en la Sagrada Escritura, la Tradición y las ciencias humanas. Una moral que
requiere equiparar la moral objetiva con la subjetiva

 Mirada teologa: que centra su atención en el sacramento de la reconciliación en


Dios y no en la norma.

 Gradualidad: Un proceso de crecimiento de la persona que le humaniza y le


dignifica.

 En cuanto a sacramento es el Espíritu Santo el que perdona los pecados, no


solamente en el presbítero.

 Principio de Totalidad que une lo subjetivo con lo objetivo, la razón con el


corazón. Buscar una celebración más comunitaria en la que no se subraye
únicamente lo individual.
 Recuperar el simbolismo del sacramento: Los sacramentos son símbolo de las
acciones de Jesús, hay un imperativo ético de transmitir estas acciones de Jesús.
En la penitencia el juicio humano adquiere valor salvífico; descentralizándonos de
la obsesión sexual cuando puede haber pecados sociales que pueden ser más
escandalosos.

 Habrá situaciones que no entran en el contexto del sacramento que tienen


cuestiones que no entran en este

TEOLOGÍA DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN


Héctor Reyes

La práctica religiosa del sacramento de reconciliación, sin duda que se encuentra en


crisis, pues no responde a la experiencia de Dios del ser humano de hoy.

Hoy la teología ha de dialogar con la cultura, para dar razón de la fe en la realidad


concreta, que es un ser dinámico, en búsqueda constante de su propia identidad, nica
definitiva y nuca acabada.

La imagen de Dios es sin duda una cuestión esencial en la vivencia de este sacramento,
que repercute en la experiencia de Dios de todo creyente.

La humanidad de Cristo asume la realidad de Dios en su identidad de Hijo, ante la cual


Jesús da una respuesta en el reconocimiento de Dios como Padre. San Juan reconoce
en esta relación de Jesús con el Padre, reconoce el dinamismo el Espíritu Santo, que
en consecuencia es el dinamismo trinitario que revela la experiencia de gracia, en la
que la iniciativa de Dios es que la humanidad participe y esté integrada en la esperanza
cristiana: que la creación entera sea presentada ante el Padre, por el Hijo, en el Espíritu
Santo.

1. Antiguo Testamento: Una reiteración a construir la comunidad, a renovar la


alianza es el centro de la vida de fe en el antiguo testamento. La ruptura de la
relación con Dios en el relato de la caída, como perdida de la gracia. El
sacramento (misterio) perimite reparar la ruptura
2. Nuevo Testamento: El seguimiento en la constante que posibilita el deseo del
Padre: vayan y hagan discípulos míos… El seguimiento se traduce en una
identidad de cristianotarea a realizar, en hacer lo que hace Cristo: incluir,
compartir, sanar y perdonar – el ser y el hacer se identifican – en la perspectiva
de construir el reino.
3. Primeras comunidades cristianas: La parusía se coloca como la manifestación
de Jesús ya próxima, por lo cual la conversión definitiva es necesaria
4. Pecado: Negación a la acción creadora, un acto que no contribuye a la
construcción del Reino de Dios –acto descreador -. Un acto en relación de
encuentro con Dios y no con la ley; lo cual nos permite abrirnos al amor de Dios y
no al cumplimiento, lo cual nos llevaría a perder nuestra identidad de Hijos.
5. Pastor de Hermas: Penitencia Canónica o PúblicaCumplir la penitencia
6. Penitencia tarifada: Pone su acento en la confesión
a. Indulgencia:
b. Peregrinaciones
c. Cruzadas

ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS
Sergio César Espinosa MG

El ser humano sueña en el mundo, en nosotros mismo y en la manera de comprendernos


a sí mismo en relación con los otros; capaces de idear cierto futuro, tratando de construir
nuestros propios proyectos.

Sin embargo, muchas veces hay una distancia entre el yo real y el yo ideal, percibiendo
una distancia que nos lleva a una comparación entre lo afectivo, lo psicológico, lo
profesional, etc…

En el sacramento de la confesión el yo real se encuentra desfasado de lo que tendría


que ser, ciertas pautas de conducta que no se han seguido a nivel de Dios, la Iglesia, la
familia y sí mismo no se han satisfecho. Reconoce que la manera concreta en cómo ha
vivido no se corresponde con lo que idealmente tendría que haber hecho.

El Yo real, el yo ideal y el yo posible, se plantean como los tres niveles que permite vivir
sin una tensión en los ajustes conductuales a nivel de nuestra fe. Permite abrir caminos
posibles.

También existen tres niveles en los que solemos movernos como seres humanos: en un
nivel público, privado e íntimo. Tanto la vida psíquica como la vida espiritual se mueven
en esos niveles.

a. A nivel público: los demás evalúan en la realización de nuestro cometido, no


los sueños. Frente a esa evaluación, cada persona constata sus logros y
fracasos.
b. A nivel privado: tenemos nuestros pensamientos, intenciones y motivaciones
conscientes. En ocasiones nos sorprendemos al reconocer que algunos de
esos pensamientos, intenciones y motivaciones no son conformes a nuestro
yo real, pero son reales.
c. A nivel íntimo: Subyacen algunas convicciones, creencias, motivaciones y
miedos inconscientes. Algunas veces lo inconsciente aflora a nuestra
conciencia en experiencias de contraste.
Ante estos niveles hay que ser cautelosos, pues las personas se mueven desde distintos
niveles de comprensión de sus propias limitaciones. A nivel de la oración, del silencio,
del sentido del pecado.

Reflexión sobre la implicaciones para la celebración del sacramento de la


reconciliación

La dimensión ética

a. A nivel público: Externa, no interiorizada (pre-racional, instintiva). Una parte


ética muy exteriorizada que no se ha podido interiorizar. La ética no se
interioriza con mucha facilidad, acusándonos de cosas que nos dicen que no
son correctas pero que no hemos sido capaces de interiorizar.
b. A nivel privado: interiorizada como ley por el bien común, conscientes de que
ellos nos ayudara a vivir mejor.
c. A nivel intimo: interiorizada a nivel relacional

Si la moralidad se queda a un nivel instintivo, pre-racional, no interiorizada

Ante una falta:


 La culpabilidad surge como un temor instintivo entremezclado con
vergüenza por haber fallado.
 Se desea restablecer un cierto equilibrio para evitar posibles
consecuencias de un acto semejante.
 La confesión es percibida como un acto de expiación, una auto-
humillación, que ayude a evitar las consecuencias temidas.

Si se vive desde una moralidad de interiorización de la ley.

 Si se vive desde una moralidad de interiorización de la ley se tendrá el deseo de


respetarla en favor del bien común.
 Entonces la falta, el pecado, suscita un sentid de culpabilidad al asumir la
responsabilidad personal por haber obrado contra el propio bien y el orden.
 En este caso la confesión se percibe como un acto responsable mediante el que
se quiere restablecer el orden objetivo (se paga la “multa”).

Si se vive la moralidad como una relación madura de amor

 La moralidad se vive desde una relación madura de a Dios, a los demás y a Dios
 El pecado es percibido como una ruptura de esa relación, como una infidelidad al
amor y la culpa provoca un dolor que busca un nuevo encuentro.
 Entonces la confesión es la oportunidad de renovar el encuentro con Dios y con
los demás (en la Iglesia).
 La confesión es un punto de llegada, un punto de encuentro que ha de ser
profundizada ante el pecado cometido y el amor que se me ha sido manifestado
por Dios.
Un proceso de interiorización en el encuentro sacramental

Hay que ir de lo más externo y verificable, los actos (pensamiento, deseo, acciones y
omisiones), pasando por las pautas de conducta (hábitos) hasta lo más interno, las
motivaciones profundas, pero no sólo de la culpa, sino también del deseo de una relación
madura y sana.

Antropológicamente tendríamos que ir pasando y ayudando a la persona descubrirse del


cómo quiere vivir, y como quiere sostener su relación con Dios.

El juez interior sentido de culpa cuando

PROCESO CLÁSICO
El proceso clásico
Examen de conciencia
Propósito de enmienda
Confesión de los pecados
Penitencia o satisfacción

UN PROCESO SACRAMENTAL
Ante Dios reconozco todo lo bueno que me ha permitido vivir y hacer y lo alabo por ello
(confessio laudis), acepto la responsabilidad por mi pecado del que estoy arrepentido
(confessio vitae) y reafirmo mi fe en que Él puede perdonarme y recrearme (confessio
fidei).

VISIÓN PSICOLÓGICA DEL SACRAMENTO DE LA


RECONCILIACIÓN
Héctor Reyes

En El sacramento de la confesión hay personas que se acercan a demandar algo del


confesor.

Durante el sacramento de la confesión hay tres personas:


Dios, la persona que se confiesa y el sacerdote

La transferencia: que es lo que demando del otro, o que espero encontrar. La


contratransferencia es lo que se devuelve a la persona: que me pasa con lo que demanda
la persona de mí y que devuelvo.

La transferencia ha de ponerse al servicio de la persona,


Es necesario crear un espacio para drenar todo aquello que se recibe en la confesión.
Reconocer que no tenemos nada resuelto y que estamos en un camino de crecimiento,
desde un espíritu de fe. Formación humana integrada.

Hay una distancia física y una distancia emocional, lo cual es importante reconocer y
marcar en la relación que se realiza en el sacramento de la reconciliación.

La catarsis es un manera de desahogarse pero no sana, es un descanso temporal.

La reconciliación es un camino de transformación en la humildad.

Hay que reconocer problemas socio paticos en los que no hay una consciencia moral.

La higiene mental tiene que ver con la manera en como uno dedica tiempo para
rehacerse e ir reconociendo que es lo que me sucede ante lo que recibo en el sacramento
de la reconciliación. El papel del acompañamiento psicológico y espiritual, son dos
elementos fundamentales para hacer este camino de confesión. Reconocer cual es mi
reacción ante el dolor.

Encuadre: espacio, tiempo y compromiso.

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