Síntesis de la historia de la provincia de Chihuahua y sus grupos étnicos que convivieron con los españoles y luego con los mexicanos. Por Enrique Krauze
Síntesis de la historia de la provincia de Chihuahua y sus grupos étnicos que convivieron con los españoles y luego con los mexicanos. Por Enrique Krauze
Síntesis de la historia de la provincia de Chihuahua y sus grupos étnicos que convivieron con los españoles y luego con los mexicanos. Por Enrique Krauze
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ENRIQUE KRAUZE
CHIHUAHUA, IDA Y VUELTA
Creatas Mare Bloch que en.un viaje que hizo a
Estocolmo con Henri Pirenne, sugirié la visita a los archivos de la ciudad como primer
acercamiento a la historia suece. Para susorpresa, el maestro se negé a acompatiarlo: habia que
hurgar en la gente antes que en los papeles, recorrer las calles no los manusctitos, palpar la
vida para entender Ia historia.
Con esta prescripcién viajo a Chihuahua. Para mi sor-
‘presa, lo primero que pido mi anfitrién y amigo Héctor
Chavez es visitar museos e historiadores y compra libros
‘de historia local. Me consvela penser que sigo los consejos
‘de Pirenne, aunque de modo paradsiicy: ellos buscaban en.
<1 presente las huellas del pasado; yo intento comprensder
‘un poco el presente intenso y complejo que vive Chihuahua,
mediante un rodeo inverso: acercarme 4 la historia para
palpar la vida.
Mientras cruzamos la ciudad rumbo a la casa de don
Francisco B. Almada, Héctor y yo cecordamos 2 José Fuen-
1s Mares, Meses ances habia concertadouna cita con para
‘hablar largo del " verano caliente” que vela venir en Chifua-
hua. Por teléfono me habia sugerido la lectura de unade sus
‘obras més famosas y controvertidas:..Y México se refagid
«mn dl dasierto, Aunque padecia un cénces terminal, sonaba
tan expansivo como siempre. De alli la surpresa de su
‘muerte.
‘Don Pancho, el fecundo historiador del norte mexicano,
sya un viejecito enjuto y temblocoso de casi 90 afos cone
que 00 €3 sencillo dialogar, pero conserva intacta la memo-
ria, En la bora exacta que conversamos se refirib, sobre
‘todo, al siglo XIX: las guerras contra los indios; a invasigh,
‘orteamericana; las controversias entre los presidentes Jul-
rez y Diaz con el cacique Luis Terrazas. En cierto momento
interrumpié su relato paca subrayar “lus cincuenta afios de
paz que nos hadadoel PRI”, A sujuicio,el pecado mayor del
PRI ha sido bloguear en dos ocasiones su democratizacin.
interna: en 1932, cuando la propuso Calles, y en 1964, con
Mideazo. La plitica concluye en 1910 con uns frase redon-
da; “La genre se cansa de Is autoridad cuando tiene un
‘concinuisme constance. Aunque sea buena ta autoridad’. Le
pregunto si no percibe hoy una circunstancia parecida. Su
respuesta es si
[Después de recorrer el museo de Francisco Villa y hacer-
ime de algunos libros de historia de Chihuahs, visitamos a
| Zacarias Marquez, el cronista de la cided, Su largo y mati
Vuela Li / Junio de 1986
1z2do relatu sobre la vide colonial ¢ independiente de Chi |
thushua parce de un epigrate eral: "Somos dos palses dis-
tintas”. Casi con esrupor, anoto la azarosa cronologla que
narra. Pienso que mi desconocimiento de la historia del
“México septentrional nos sélo vergonzoto sino sintomiti-
0 de un centralismo cultural mis grave que el politico y el
administrative. Horas después, al repasar en el hotel los
‘apuntes de las dos conversaciones y leer la bibliografia
Disica de Chihuahua, cxigy en la cuenta —a estas alruras—
de que “fuera de México nada es Cuautitlin”.
Laisla apeche
La verdadeca guerra de tos “hombres del progreso” contra
los “indios birbarus” no ocurrigen el Oeste norteamericano
sino en una amplia faja del seprentcidn novohispano y mis
tarde mexicano. Los verdaderos personajes de leyenda no
fueron Buffalo Bill o el general Custer sino los comandan-
tes novohispanos O' Conor, De Croix y Cordero: los mexica-
‘nos Angel Trias (hijo y padre) y Joaquin Terrazas, el jefe
‘orahumara Teporaca y una larga genealogia de jefes ape-
ches que concluye con Vicwrio, Jay Gerénimo, Elenfrenta-
miento entre pieles rojas y caras pilidas ocupé algunas
Sobce Barrio eacrbis hace wnot meses José Fuentes Ma-
res:
Procive « la autoflagelacin (son conncides sis frecuentes
‘ouclgas de hambee, se proxims al modelo de Geodhi o det
‘Aymolah Jomeici.. su compata tended un vono de Goes
Sears. No pesemos inadvertido qoe el 13 de septiembre de
1984, con motivo de Is cerersonia ritual de ese dla, Barrio
cuviers el cupé de gritar “Vive lt Virgen de Guadalope!”
Hay dos vertienses en Francisco Battia: el politico-adminis-
tradot y el carismatico. Su gestibaen la Presidencia Munici-
pal de Jukrez y su programa denotan uns concepciéa mo-
‘dema dei poder, un concepto instrumental y no mistico de
un gobernante es eso, eficacie, no programas demagigicos
edenciéa. Y sin embargo, la otra vertiente de Barrio vincu-
Ja Ia policica con formas de misticiamo, saca » Dios de su
sitio, Lo hace, quizi, porque presiente que pera mover al.
PRI sc necesita una fe que mueva moneafas. También,
‘Madero la necesitd y la tuvo, pero, diferencia de Barrio,
mancuvo su fe dentro de ls limites estrictamente privados,
«asi (ntimos. Dios —y los esplritu'— lo visitaban en un
‘apanco de su hacienda en Coahuila, pero nunca loscumpa-
‘aron a un mitin. Su dnico evangelio en piblico era la
semocracia.
En las elecciones incernas del PAN para gobernador, Luis
1H. Alvarez, el demécrata sin més, perdié de modo eplastan-
te frente a Barrio, el carismitico. Seguin Rafael Landerreche
Gémet Morin —heredero de la calidad intelectual y mocal
4e su abvelo— el triunfo de Barrio sobve Alvarez se explica
‘Por una. debilidad estructural del PAN. La vertiente demo-
‘tética pus, maderists, vasconcelista, Inca, la que represen
16 Gomez Morin carecié de “encanto” y requirié siempre el
“remolque” de una mistica religiose. Basta compart los
‘scritos de Bfraln Gonzkler Luna contra Cirdenas con los de
‘Géemex Morin para apreciar Ia diferencia. El leaguaje del
‘Primero, oriundo de Jalisco, ere dogmética, snticomunists,
‘anlado enel siglo XIX. Eldel segundo, nacido en Bavopilas,
ra siempre matizado. Su discurso se concebéa a si mismo
‘como parse de Revolucién Mexicana: la parce desvirmua-
da, El caso, —continga Landerreche— es que la actitud de
Gémex Morin no tavo areaigo y a1 remolque ideolégico de
Goze Luna siguieron otros francamente fascistas como
€l sinarquismo, Asi se explice que el PAN de Chihuahua
‘haya puesto la democracia en manos del carisma.
La xplicacién me convence pero no me consuela. Gémez
Morin creyé en 1929 que el “encanto” de ta democracia
‘necesitabs, para prender, de una larga, dificil y andnima
labor partidaris y civics. La sopecvivencia de sa partido
40 Vucles 115 / Junio de 1985
rocba gue teats raz, El hubese quedo queef PAN de
‘Chihuahua pusiera la democracia en manos.
cia
El ascenso del PAN en Chihuahua tendré quizd como
lente las elecciones. Hasta abora, al menos en las calles de
(Chihuahua o jubrex donde se concentra e180% del electors
do, su capacided de convocsciéa salt a la vista: mitines
concur, compas de fica ible om distin
yealcomanias, poltica hasta de 1s nidios.
Elesebllo de carpe lo dice tor “Ea Chihuahuas .;Ys
fs tiempo”. Las razones del ascenso no son menos eviden-
tes. Las mis prbximas, por supuesto, son lacrisis econd-
mica del sistema, el derrumbe de expectacivas en la clase
media, la reanimacion del laicado militant, la politizaciSa,
‘reciente la existencia de una estructura panista previa que
cel neopanismo puede aprovechar (cosa que existié menos
‘en Sonora o Nuevo Leén). Las mis remotas y profundas se
‘encuentran, 4 mi juicio, en la historia de Chihuahua, en su
‘gravixacin natural hacia la autvoomia. En Chibuahua “el
centro chilango” sigue siendo —y, con la comunicacion,
modern, rue mle Ie fuente de rodos los males, el
3 de los ltigios, los permisos, las "mordidas”, los “ro-
los", los dableces, la expotiacién, el legalisno, la diceadura
de exctioro, los privilegios, la recnocracia, la barocraci, le
‘deocrucia, los increlbles subsidios, el despocismo ihustrado,
cel paternalismo, la gesticulaciéa. Es el viejo agravio federa-
fista que se iniciben la Independencia y 00 he concluido, Es
el viejo orgullo de la isla apache atenida siempre a sus
as fueraas.
La triple teoria conspicatoris' sobre el escenso del PAN
tne pues fas Ls nfons de Isa onverse ene
‘proceso, lo apoya y lo aprovecha pero no mucve Ins sctitu-
Serves Tempco dare rs la "penetracién” yanguien
1s conciencia virgen del electorado chihuabuense, de cuye
defensa de Ia identidad mexicana la historia da testimonio
leno, mucho més que en otras regiones del centro. Se ha
hhablado también del dinero norteamericano en las wrcas
del PAN. Si existen pruebas {por qué no se exhiben? El
‘argumento habitual ¢s que en Chihuahua esth en jaque la
Scberania nacional. En qué seardo concreto México seria
‘menos México con un gobernador no priista en Chihuahua?
Fueron dos gubieraos pristas los que, en gran medida,
hipotecaron al pals entre 1970 y 1982. Si low 10D cl
millones de dblares que debemos a 10% hubiesen entrede
Al pais como inversion excranjera, repatriandoel 4% (des-
‘puts de eubrie sueldos, impuestos, compras, reinversiones,
‘tc.), no tendriamos, en sentido concreto, més soberania?
Esgrimiendo esa palabra magica se ha llegedo a extremos: si
[Reagan insiste —segin se dice— en que México debe de-
smocratizarse, mancene el staras guo en Chihuabwa, an a
‘costa de los electores, es defender la soberania."Asi, se
incurre en la mayor dependencia: normar los ectus propivs,
por el miedo a la dependencia, atender no a la boodad
inerinseca de los actos sino 1 lo que sobre ellos piense el
adversario, La verdad es distinta: al cambiar el satus quo
‘no se disminuye la soberania dela nacién sino la soberania,
del PRL En cambio el fortalecimiento de Chihuahua
teavés de la democracia 90 puede conduct sino al fortaleci-‘miento nacional. Queda, en fin, la tercera béte noire, Jos
empresarios. Su apoyo al PAN es relativo. De los 700
miembros del Centro Empresarial, 50 son abiertamente
‘panistas. La gran empresa de la Ciodad de Chihuahua es
Priista, igual que el mayor empresario de Juirez, candidato
oficial a la Presidencia Municipal. La mayoria del empresa
riado chihuahuense para codas los efectos pricticos es apolt-
tico, 0 cuando macho, “prende dos veladoras”. El jvicio de
Luis H. Alvarez parece exacto: “Se ofende al electorado de
‘Chihuahua al decir que lo manipulan los empresarios, ba
Iglesia o los Estados Unidos".
Que el ascenso los lleve al triunfo es orca cuestiGn. Segiin
Barrio “el fraude esth canijo", pero el propio PAN admite
que el PRI ha echado a andar la mds avanzada tecnologia
politica para triunfar. Segin informaci6n del periodista
Jaime Pérez Mendoza, los seis hechos politicos que textual
‘mente denuacia el PAN son los siguientes: I. Ladesticucion,
del gobernador Oscar Ornelas con el propésito de impedir
4a instauracién de un sistema democrético, 2. La férrea
postura del Gobierno del Estado para impedir que trabaja-
dores, maestros, padres de familia y campesinos manifies-
fen 50 apoyo al PAN. 3. Las presiones en los medios de
comunicacién, ea especial a los concesionarios de radio y
television, para apoyar abiertamente al partido oficial. 4.
Las reformas al proceso electoral, ebstruyendoel libre juego
de los partidos politicos y haciendo burla de la democracia.
5.- La manipulacion del padrén electoral pars impedir el
¢jercicio aucéncico del sufragio; la eliminacién de miles de
sombres del padrén electoral y Is retencién de credenciales.
‘6 La imegracién de la Comisién Estatal Electoral con el
ctitetio de favorecer al partido de gobierno,
Para contrarrestar un fraude que, 2 su juicio, ya esti en
‘marcha, Berrio anuncid su primera medida gandhiana: la
desobediencia civil. La idea causé alguna expectacin en
‘Chihuahua, pero no tuvo eco en ef ambito nacional. Este
factor de aislamiento, desfavorable al PAN, se agudizaré
durante el mes de junio debido al campeonato mundial de
futbol. Para predecir lo que ocurrird después del 7 de julio
son instiles los instramentos de un historiador: se necesita
‘un nigromante. Pero aventury una hipdtesis: « menos que
se diera un improbable cambio en el Colegio Electoral con
‘personas que cuenten con una legitimidad fuera de duds, el
triunfo del PRI —aun cuando fuese ceal— pareceréilegiti-
mo. La respuesta, en este ca50, setd mis intensa y profonga-
dda que lo que fue en Nuevo Leb y Sonora. Sindescartar que
hay procesos histbricos silenciosos, subterrineos y procesos
sociales vives en el norveste cuya confluencia con una que
rella electoral podcia desacar la violencia. Que Ia capacidad
represiva del Estado estéintactay la fidelidad del ejército se
hile libre de toda sospecha, no son un consuelo pare esa
posible situacién. Asi como Chihuahua merece la democre-