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Programa :
Atención integral a la primera infancia
Bogotá D.C
2019
ENFERMEDADES DEL EMBARAZO
Una de las cuestiones que más preocupan a las embarazadas son los posibles
trastornos y enfermedades que puede sufrir la futura mamá durante la gestación.
Existen trastornos propios del embarazo, es decir, fisiológicos (normales), que
pueden afectar a muchas mamás, aunque no necesariamente a todas. Algunos
ejemplos de estos trastornos típicos de las embarazadas son: las náuseas, la
hinchazón de las piernas, el ardor de estómago, el dolor de pechos, de espalda o
de pubis, la ciática o la infección de orina.
Asimismo, durante el embarazo, se pueden sufrir otros trastornos de mayor entidad,
como la anemia, la diabetes gestacional, la hipertensión, vomitar sangre e incluso
otras enfermedades más graves, como la preeclampsia o el desprendimiento de
placenta. En estos casos, siempre debes acudir a tu ginecólogo o a un servicio de
urgencias lo antes posible, puesto que la intervención temprana es fundamental.
Las visitas prenatales regulares ayudan al médico a identificar problemas de salud
potenciales precozmente y tomar medidas para controlarlos, a fin de proteger la
salud de la madre y del feto en desarrollo.
Las siguientes enfermedades que detectamos en el embarazo son:
Rubéola: Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos,
conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción que
comienza en la cara y se extiende hacia abajo.
Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general, pero
si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no tuvo la
enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede afectar
severamente al bebé. La mayoría de las mujeres actualmente tienen anticuerpos
contra la rubéola, ya sea por haberla padecido, o por haber recibido la vacuna
correspondiente. En la primera visita, el obstetra chequea mediante un análisis de
sangre la inmunidad a esta enfermedad. En el caso de no ser inmune, es importante
evitar el contacto con personas que tengan rubéola y vacunar a los otros hijos o
niños con los cuales se pueda estar en contacto. En caso de contraer la
enfermedad, se puede realizar un tratamiento con inmunoglobulinas para reducir los
riesgos en el bebé. Después del parto, la mujer se deberá vacunar para sus
próximos embarazos. Las mujeres que han sido vacunadas no deben quedar
embarazadas hasta 3 meses después de aplicada la vacuna.
Toxemia o pre - eclampsia: La preeclampsia, gestosis gravídica o toxemia, es un
cuadro grave de causa no bien definida que se presenta después de la semana 20,
y que se caracteriza por hipertensión arterial materna, a la que se agregan
alteraciones de la función renal, edemas y aparición de proteínas en la orina.
Esto puede producir macrosomía o un bebé "gordo". Los bebés con macrosomía
enfrentan problemas propios de salud, entre ellos daño en los hombros durante el
parto. Debido a la insulina adicional producida por el páncreas del bebé, los recién
nacidos pueden tener un nivel de glucosa muy bajo al nacer y también corren
mayor riesgo de tener problemas respiratorios. Los bebés con exceso de insulina
corren mayor riesgo de ser obesos durante su niñez y tener diabetes de tipo 2 de
adultos.
Autocontroles:
Glucemia: para poder adecuar el tratamiento hipoglucemiante a las necesidades
reales de la embarazada es necesario que realicen autoanálisis de glucemia para
conocer su situación a lo largo del día. Se recomienda que hagan perfiles de 6
determinaciones (antes de las 3 comidas y 1 hora después de las 3 comidas) en
días alternos; en caso de sospecha de hipoglucemia nocturna puede ser necesaria
una determinación nocturna adicional
su determinación en embarazadas con diabetes que tengan glucemias mayores
de 200 mg/dl o experimenten pérdida de peso
cuando la madre gestante presenta diabetes es necesario empezar el tratamiento
como:
física: se determinarán cada 15 días el peso y la presión arterial, vigilando la
presencia de ganancias o pérdidas ponderales excesivas y la aparición de cifras
de presión arterial superiores a 130/80, intensificando las medidas terapéuticas en
caso necesario. En gestantes diabéticas con sobrepeso u obesidad se recomienda
como objetivo una ganancia ponderal en el embarazo alrededor de 7 Kg. En caso
de tener alto peso o bajo peso se aconsejan ganancias ponderales en torno a 10 y
15 Kg respectivamente.
Ecografías: además de las habituales de cualquier embarazo es aconsejable la
realización de ecografías mensualmente a partir de la semana 28 con el fin de
detectar la aparición y evolución de macrosomía fetal.
Ingreso hospitalario: no será preciso hasta el momento del parto en aquellos casos
en que exista un buen control y no haya ninguna complicación. Sin embargo ante
la presencia de complicaciones que supongan un riesgo materno-fetal deberán ser
remitidas para ingreso urgente
Mal control glucémico: cetosis o hipoglucemia grave o control metabólico irregular.
Nefropatía o HTA no controlados.
Pielonefritis.
Sufrimiento fetal.
Amenaza de parto prematuro o rotura prematura de membranas.
Alimentación: es sin duda uno de los pilares en el tratamiento de la diabetes
durante el embarazo. El primer paso consiste en calcular el aporte calórico total
diario, lo cual dependerá del estado ponderal de la gestante y de la actividad física
que realice.
20 - 25 30 35
20 - 30 35 40