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ORIGINAL

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones


deportivas y no deportivas
Ankle injuries: differences between sport
and non sport injuries
Área de Urgencias Traumatológicas Garrido Chamorro R. P.
del Hospital General de Alicante González Lorenzo M.
Garnés Ros A. F.
Pérez San Roque J.
Llorens Soriano P.

RESUMEN ABSTRACT
Objetivos: El objetivo de nuestro estudio es evaluar las Objective: The objective of our study is to evaluate the
diferencias epidemiológicas existentes entre las lesiones de differences epidemiological existing between the injuries
tobillo producidas en la práctica deportiva y fuera de dicha of ankle produced in the sports practice and out of this
práctica. practice.
Método: En el Servicio de Urgencias Traumatológicas del Method: In the Service of Urgencies Traumatology of
Hospital General de Alicante; hemos sometido a estudio the General Hospital of Alicante; we have submitted to
256 lesiones de tobillo (178 deportivas y 178 no deporti- study 256 injuries of ankle (178 sports and 178 not sports),
vas), que han sido valoradas durante nueve meses. that have been valued for nine months.
Resultados: La edad media de la muestra es de Result: The middle ages of the sample are of
32,03±16,43 años. Aunque para las lesiones deportivas re- 32,03±16,43 years. Though for the sports injuries it turned
sultó una edad media menor que para las lesiones no de- out a minor middle ages that for the not sports injuries (of
portivas (de 22,82±6,91 años frente a 40,76±19,19 años). 22,82±6,91 years opposite to 40,76±19,19 years). In gen-
En general el sexo predominante fue el varón (65%). Aun- eral the predominant sex was the male (65%). Though for
que mayoritariamente las lesiones deportivas se producen the most part the sports injuries take place in males (93%),
en varones (93%), mientras que en las lesiones no deporti- where as in the not sports injuries they take place in
vas se producen en mujeres (63%). El deporte más lesivo women (63%). The most harmful sport turned out to be
resultó ser el fútbol. En todos los grupos la lesión más fre- the football. In all the groups the most frequent injury was
cuente fue la ligamentosa, predominando el alta hospitala- ligaments injuries, predominating over the hospital dis-
ria desde urgencias, con tratamiento ortopédico. charge from emergencies, with orthopaedic treatment.
Conclusiones: Las lesiones deportivas ocurren en varones Conclusions: The sports injuries happen in males of 22
de 22 años de edad, que juegan al fútbol, produciéndose una years of age, that they play football, producing an injury to
lesión ligamentosa que recibe tratamiento ortopédico y es him ligaments injuries that receive orthopaedic treatment
dada de alta desde el Servicio de Urgencias. Las lesiones no and is given of discharge from the Service of Urgencies.
deportivas ocurren en mujeres de 40 años, ingresando con The not sports injuries happen in women of 40 years, join-
mayor frecuencia en el Servicio de Traumatología. ing with bigger frequency Traumatology Service.
Palabras clave: Tobillo, lesiones deportivas, lesiones Key words: Ankle, sports injuries, causal injuries, Trau-
causales, Traumatología. matology.

Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M., Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M.,
Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P. Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P.
Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones Ankle injuries: differences between sport
deportivas y no deportivas and non sport injuries
Patología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100 Patología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100

Correspondencia:
Raúl Pablo Garrido Chamorro
Paseito de Ramiro nº 12, 8º derecha
03002 Alicante
Teléfono: 600 715 946
e-mail: raulpablo@terra.es

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R. P. Garrido Chamorro, M. González Lorenzo, A. F. Garnés Ros, et al.

INTRODUCCIÓN mento peroneo-calcáneo. Las lesiones de estos


tres ligamentos se producen por etapas: El pri-
El tobillo es la localización más frecuente de mero en lesionarse es el peroneoastragalino an-
las lesiones deportivas (1). Dentro de éstas el es- terior (66%) (7). Se trata de un ligamento apla-
guince de tobillo es la entidad más frecuente (1, nado, cuadrangular y débil, que refuerza la
2, 3, 4), mientras que las fracturas por trauma de cápsula, a la que se une anteriormente. Si con-
tobillo representan de un 12 a un 15% (5). Así tinúa la fuerza de inversión, el segundo en le-
en el baloncesto masculino el 53,7% (6) de las sionarse es el peroneo-calcáneo anterior (22%)
lesiones deportivas corresponden al tobillo. (7). Es un ligamento cordonal, plano, más pode-
Además se trata de la lesión que más común- roso y considerado el estabilizador de la articu-
mente acude a los Servicios de Urgencias Hos- lación subastragalina. Por último, se desgarra el
pitalarios (7, 8, 9), llegando a suponer el 12% de ligamento peroneo-astragalino posterior (12%)
todas las lesiones atendidas en los Servicios de (7), ligamento acintado que estabiliza el despla-
Urgencias, y hasta el 20-30% de todas las lesio- zamiento posterior del astrágalo, su lesión aisla-
nes deportivas, sobre todo si la actividad depor- da es muy poco frecuente, y cuando se produce
tiva, recreativa o de competición, supone el uso suele ir asociada a fracturas de maléolo poste-
del tren inferior (baloncesto, fútbol, etc.) (7, 10, rior (22). Otro mecanismo del esguince de tobi-
11, 12). A estos datos hay que añadir que puede llo es la eversión (rotación externa del antepié).
constituir la lesión peor tratada, salvo que se Con una frecuencia del 15% y mayor gravedad
produzca en el ámbito deportivo, donde es eva- que las lesiones de inversión, porque se acom-
luada y tratada por especialistas específicos. pañan de una tasa más elevada de fracturas ma-
Hasta un 44% de los seguimientos en una con- leolales (22). Este mecanismo daña el ligamento
sulta de atención primaria, presenta algún tipo deltoideo, constituido por dos planos, uno su-
secuela un año después del esguince de tobillo perficial de cuatro haces y un haz profundo,
(en forma de dolor, inestabilidad mecánica o in- fuerte, que une el maleolo tibial al astrágalo.
estabilidad funcional) (7). Yeung (13) ha detecta- El diagnóstico (7) de las lesiones de tobillo es
do que el 73% de los atletas con esquince de to- principalmente clínico, basándose en una preci-
billo presentó esguince recurrente y el 59% de sa anamnesis y en una exploración reglada, fia-
ellos tiene síntomas residuales. Esto le confiere a ble y realizada lo más precoz posible, puesto
esta lesión unas características específicas, que que en pocas horas aparece un importante ede-
condicionan terapéuticas especiales en depor- ma y una contractura antiálgica que dificulta su
tistas (14, 3) para lograr mejorar secuelas y reci- exploración. Debemos prestar especial atención
divas; las cuales resultan totalmente inacepta- si existe antecedente de esguinces, si fueron tra-
bles en un deportista de élite. Las técnicas para tados correctamente y si existía un tobillo ines-
prevenir lesiones de tobillo, que han resultado table previamente, porque existe el doble de
efectivas, son el entrenamiento técnico, consi- probabilidades de tener un segundo esguince en
derado el más efectivo (4), y el entrenamiento un tobillo con un esguince previo (7, 13).La ex-
propioceptivo (15); mientras que los vendajes ploración tiene dos fases diferenciadas: En la
sólo han resultado ser efectivos en las personas inspección prestaremos especial atención a la
con cuatro o más esquinces previos (4). intensidad de la equímosis y a un edema impor-
Cuando se comparan con otras lesiones arti- tante, relacionados con una mayor gravedad; así
culares, el tobillo se distingue porque en su ma- como a la deformidad o aumento del perímetro,
yor parte afecta a las mismas estructuras. En el un aumento mayor de 4 cm. de perímetro con
85% (21) son esguinces por inversión (rotación respecto al tobillo sano indica rotura ligamento-
interna del pie), que afectan los ligamentos late- sa en el 70% (7) de las ocasiones. Maniobras
rales del tobillo, un 5% (21) afectan al ligamen- «dinámicas»: Prueba del cajón anterior. Con el
to lateral interno o deltoideo y un 10% (21) co- pie en posición neutra, la rodilla en flexión de
rresponde al resto de la patología articular. Son 90°, se tracciona con una mano desde la parte
tres los ligamentos laterales, que ofrecen apoyo posterior del calcáneo, en sentido posteroante-
a la articulación del tobillo: los ligamentos pe- rior, mientras se mantiene fija la tibia en su ter-
roneo-astragalino anterior y posterior, y el liga- cio distal, y realizaremos una comparación con

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Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

el tobillo sano. Buscamos laxitud: percepción (¿Es esta una cifra aceptable médico-legalmen-
de que el recorrido realizado por el tobillo en- te?) Estas reglas (23, 24) nos indican solicitar ra-
fermo es mayor, esto sugiere lesión capsular y diografías del tobillo tras un traumatismo si: El
del ligamento peroneo-astragalino anterior. Esta enfermo no puede mantener la bipedestación
maniobra es explorador dependiente, requirien- por dolor, tras producirse la lesión o en el mo-
do entrenamiento previo a su correcta valora- mento de la exploración en urgencias. El enfer-
ción. Prueba de la inversión forzada. Con el pie mo debe poder caminar al menos cuatro pasos
en flexión de 20° y la rodilla flexionada 90°, re- (dos con el pie enfermo y dos con el pie sano),
alizaremos muy lentamente la inversión del to- aunque sienta dolor o lo haga cojeando. Si exis-
billo, sujetando el medio pie por la región plan- te dolor a la palpación, en la mitad posterior de
tar, y fijando el tercio distal de la tibia. los últimos 6 cms de cualquiera de ambos ma-
Observaremos la existencia o no de «tope» al léolos tibial y/o peroneo. Si existe dolor a la
movimiento y la posible aparición de un surco palpación sobre el hueso escafoides o sobre la
bajo el talón, como si la piel quedase succiona- base del quinto metatarsiano, solicitaremos una
da por la región infraperonea («prueba de la radiografía del pie. Estas reglas no son igual de
succión»); la existencia de estos signos sugieren sensibles, ni de específicas si han pasado más
una lesión en el ligamento peroneo-astragalino de diez días tras la lesión, es decir, debe tratar-
anterior y en el peroneo calcáneo. Clunk test o se de traumatismos agudos o si se han autome-
prueba de la rotación externa forzada; explora dicado con AINES previos a la realización de la
la sindesmosis: Con la rodilla flexionada 90° y prueba. Tampoco son válidas, si se trata de pa-
la tibia fija en su tercio distal, el mediopié se cientes gestantes (papel teratogénico de la ra-
mueve en sentido medial y lateral, evitando diografía en estos casos), si el enfermo es menor
cualquier movimiento de inversión o de ever- de 18 años (aún no se ha producido el cierre de
sión. La aparición de dolor en la sindesmosis su- las epífisis, y las epifisiolisis son más frecuentes),
giere lesión de la misma (hasta un 11% de los o existen lesiones cutáneas o deformidad evi-
esguinces afectan a la sindesmosis (7), con el dente del pie (29, 30, 31). Estas normas han in-
consiguiente riesgo de apertura de la mortaja). crementado la satisfacción en los servicios de
Squeeze test o prueba de la presión. Se realiza urgencias (32). Durante 1996, En Estados Uni-
presionando en el tercio medio de la pierna la dos se ahorro entre 614.000 y 3.145.00 dólares
tibia y el peroné, lo cual provoca dolor distal, a por cada 100.000 pacientes, aplicando dichas
nivel de la sindesmosis, sugiriendo también una normas.(33) Algunos estudios han reducido un
posible lesión de la misma. La radiología puede 5,4% (8) el número de radiografías en niños
ser de gran ayuda a la hora de descartar la exis- usando estas reglas.
tencia de lesiones óseas asociadas (reglas de Ot- Según la gravedad, clasificamos los esguin-
tawa) (23, 24, 25 y 26) o roturas completas liga- ces de tobillo en: Tipo I: Se produce un «estira-
mentosas. Actualmente están perfectamente miento», una distensión del ligamento afecto,
vigentes las «reglas de tobillo de Ottawa» (23, habitualmente es el peroneo-astragalino ante-
24), y son una guía válida para determinar cuán- rior y no existe laxitud articular asociada. El pa-
do debemos solicitar una radiografía de tobillo ciente puede caminar, existe dolor leve y en ge-
o del antepié tras haber sufrido un traumatismo. neral los síntomas son escasos. Se produce la
Dado que sólo un 15% de los traumatismos de rotura de menos del 5% de las fibras (7). Tipo II:
tobillo y antepié presentan fracturas significati- Se produce la rotura parcial del ligamento. Apa-
vas, al realizar la aplicación de dichas reglas, rece dolor moderado acompañado de una ines-
obtendremos una sensibilidad del 100% (f 8, 9) tabilidad articular leve, existe hinchazón y difi-
y una especificidad del 50% para las fracturas cultad para la deambulación «de puntillas». El
del tobillo y del 77% para las fracturas del pie sujeto camina en posición antiálgica, y los sig-
(7). Otros autores no han encontrado esta distri- nos y síntomas son más evidentes. Se ha produ-
bución con sensibilidades inferiores (98-95% cido la rotura del 40%-50% de las fibras. La ex-
según los estudios) en las fracturas de tobillo ploración puede revelar un cajón anterior y/o
(13, 27, 28). Es decir nos estamos equivocando una inversión forzada positivos (7). Tipo III: Exis-
hasta en 1 de cada 20 tobillos que valoramos. te una laxitud articular manifiesta con rotura

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completa del ligamento. Aparece dolor intenso, La muestra a estudio está constituida exclusiva-
deformidad e hinchazón francas. El sujeto no mente por pacientes que acuden a nuestro hos-
puede caminar ni apoyar el pie en el suelo. Las pital, concretamente al Servicio de Urgencias
maniobras exploratorias son positivas (7). de Traumatología del Hospital General de Ali-
Según los estudios (33) la incidencia de frac- cante, que es un hospital de nivel III. La pobla-
turas de tobillo ha aumentado claramente des- ción a la que da cobertura nuestro área de salud
de principios de los años setenta. Según un es- (área 18) según el Sistema de Información Po-
tudio (34) basado en el Registro de Altas blacional de la Generalitat Valenciana, abarca a
Hospitalarias el Hospital nacional de Finlandia, 228.905 personas, de las cuales 111.642
la incidencia de fracturas e tobillo en personas (48,76%) son hombres y 117.245 (51,24%) son
mayores e 60 años se incrementó del 57% en mujeres. La distribución de esta población por
1970, al 130 por mil en 1994. La incidencia edades y sexo se muestra en el Gráfico 1. Para
edad-modificada de estas fracturas se incre- atender las patologías urgentes del Área de Ur-
mentó también en mujeres desde 66 por mil en gencias del Hospital General Universitario de
1970 a 162 por mil en 1994 y en hombres de Alicante, disponemos de una Subárea de Ur-
38 por mil en 1972 a 82 por mil en 1994. Entre gencias Médicas y una Subárea de Urgencias
los factores de riesgo para las facturas de tobi- Traumatológicas. Donde son atendidos los pa-
llo (35) destacan: Un índice de masa corporal cientes mayores de 14 años (excluyendo las ur-
aumentado y una historia de tabaquismo, ade- gencias toco-ginecológicas, atendidas en otro
más son factores que contribuyen de forma in- servicio especializado de nuestro hospital). La
dependiente y por separado en la incidencia de Subárea de Urgencias Traumatológicas, está
estas fracturas. Ni la menopausia ni otros tras- constituida por un médico de plantilla, en ser-
vicio de 24 horas de presencia física, turnos de
tornos generales de salud se asociaron con frac-
un enfermero y un auxiliar de clínica. Por la tar-
turas de tobillo (35). La mayoría de las fracturas
de y noche, se suma un médico residente, de
de tobillo (36) son fracturas maleolares (2/3) de
primer año de cualquier especialidad. Los pa-
las fracturas bimaleolares (1/4) y trimaleolares
cientes, que precisan de ingreso o atención es-
sólo en un 7%. Las fracturas abiertas son raras,
pecializada son valorados además por un médi-
con un porcentaje del 2%.
co especialista adjunto y un médico residente
del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopé-
MATERIAL Y MÉTODOS dica, localizados mediante teléfono móvil.
Nuestros datos han sido recogidos en una base
En nuestro servicio; hemos valorado las le- de datos, realizada expresamente para el estu-
siones de tobillo, atendidas en nuestro Servicio dio, en Office Access Xp y analizados con el pa-
de urgencias. Pretendemos conocer las diferen- quete estadístico Spss 11.01.
cias existentes entre las lesiones de tobillo pro-
ducidas en la práctica deportiva y la fuera de
dicha práctica en cuanto a su distribución por
sexo y edad, tipo de lesión, así como el trata-
miento. Las variables recogidas para estudio
fueron: el sexo, la edad, el tipo de deporte, el
tratamiento indicado en urgencias y su destino
posterior. Diseñando un estudio descriptivo, ob-
servacional y prospectivo. Sometiendo a estudio
256 lesiones de tobillo (178 deportivas y 178 no
deportivas), que han sido valorados por nuestro
Servicio, durante nueve meses, entre diciembre
del 2003 y septiembre del 2004. La recogida de
datos ha incluido a los pacientes mayores de 14
años, puesto que los de edad inferior son aten- Gráfico 1. Distribución de las edades atendidas en nues-
didos por el Servicio de Urgencias Pediátricas. tro centro.

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Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

RESULTADOS

La muestra está compuesta por 256 lesiones


de tobillo en mayores de 14 años, que acudie-
ron al Servicio de Urgencias Traumatológicas,
durante mueve meses. Divididas en dos grupos:
1) las lesiones deportivas (178 lesiones). 2) las
lesiones no deportivas (178 lesiones)
Distribución por sexo: Si analizamos la mues-
tra en función del sexo (Gráfico 2), observamos
que la mayoría de las lesiones de tobillo se pro-
ducen en varones 231 (65%) y sólo 125 (35%) se
producen mujeres. En las lesiones deportivas, la
mayoría se producen en varones: 166 (93%); Gráfico 3. Distribución del sexo en función de la edad.
mientras que las mujeres sólo representan un 7%
(12). Si nos fijamos en las lesiones no deportivas, rones con lesiones de tobillo no deportivas la
la mayoría de las lesiones se producen en muje- edad media es de 38,30±18,16 años, mientras
res: 113 (63%), lesionándose los varones en me- que para las mujeres fue de 42,22±18,55 años.
nor proporción: 65 (37%). En el Gráfico 4, exponemos como se distri-
Si distribuimos los datos en función del sexo buyen las lesiones de tobillo en función de la
en función de la edad. Observando como pre-
edad. Observando que la mayoría de las lesio-
domina el sexo masculino por debajo de los 35
nes se producen por debajo de los 30 años.
años; se iguala ese predominio en la franja de los
También debemos destacar que no existen le-
36 a 45 años, y predomina el sexo femenino por
siones deportivas por encima de los 50 años.
encima de los 46 años, pero con una tendencia
ascendente del sexo masculino (Gráfico 3). El grafico 5 recoge la distribución del tipo de
Distribución por edad: La edad media de la lesiones en función de los subgrupos de edad.
muestra es de 32,03±16.43 años. En las mujeres Observando como conforme aumenta la edad
la edad media es de 39,88±18,85 años, mien- va disminuyendo el porcentaje de lesiones de-
tras que para los varones la edad media fue me- portivas y aumenta el de lesiones no deportivas.
nor (27,68±13,07 años). Para las lesiones depor- Solamente es superior el número de lesiones de-
tivas la edad media global fue de 22,82±6,91 portivas por debajo de los 25 años; se igualan
años, para en los varones con lesiones deporti- ambos tipos de lesiones en la franja de edad en-
vas la edad media es de 23,47±6,82 años, sien- tre 26 y 35 años. Momento a partir del cual dis-
do en el grupo femenino de 21,07±7 años. Ana- minuye drásticamente la patología deportiva.
lizando las lesiones no deportivas; la edad Para destacar que por encima de los 56 años no
media fue de 40,76±19,19 años; siendo los va- existen lesiones deportivas.

Gráfico 2. Distribución por sexo y grupos. Gráfico 4. Distribución de las edades en los subgrupos.

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tramos dos zonas muy distintas: Al igual que en


la población general por debajo de los 34 años
predomina el sexo masculino; entre los 35 y los
44 años se iguala la proporción de hombres y
mujeres, y por encima de los 45 predomina cla-
ramente el sexo femenino. En las columnas 8,9
y 10: exponemos la distribución de las lesiones
en deportistas: Observamos que no hay lesiones
por encima de los 54 años y que su distribución
es prácticamente anecdótica por encima de los
34 años. Otro dato que debemos destacar el cla-
rísimo predominio en todas las franjas de edad
Gráfico 5. Distribución lesión en función de la edad. del sexo masculino. Por ultimo en las columnas
11, 12 y 13 exponemos la distribución en las le-
siones no deportivas. Observamos una distribu-
Esta distribución es muy diferente a la de ción más homogénea de las lesiones en función
nuestra población de referencia por los que en de la edad, con un claro predominio global-
la Tabla I observamos la distribución por sexo, mente del sexo femenino. Encontrando como
edad y tipo de lesión de nuestra muestra. En las predomina en todas las franjas de edad; menos
columnas 2, 3 y 4 observamos la distribución de entre los 25 y 34 años donde predomina leve-
la población a la que damos cobertura. Desta- mente es sexo masculino.
cando que la mayoría de la población se distri- Distribución por tipo de lesión: Hemos agru-
buye entre los 15 y los 44 años, estando bastan- pado las lesiones en seis subcategorías: 1) Liga-
te equilibrada la distribución en función del mentosas: Lesiones que afectan a los ligamentos
sexo, predominando el sexo masculino por de- independientemente de si son del complejo in-
bajo de los 34 años momento a partir del cual terno o externo. 2) Fracturas: Objetivadas en la
va aumentando la proporción de mujeres. En las radiografía de tobillo con dos proyecciones, sin
columna 5, 6 y 7 observamos la distribución del luxación articular. 3) Contusión: Dolor sin afec-
total de nuestra muestra. Observando como si tación interna a la exploración y en la radiogra-
bien globalmente predomina el sexo masculino fía de tobillo. 4) Tendinitis: Afectación de la vai-
y las lesiones por debajo de los 34 años, encon- na tendinosa a la exploración física (tanto del

Tabla I. Distribución por edad, sexo y grupo.

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Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

tendón de Aquiles como de los peroneos). 5) ción global salvo por no aparecer luxaciones en
Herida cuando se objetiva solución de continui- su subgrupo. Mientas que las mujeres carecen
dad en la piel y sin afectación de fractura o lu- de lesiones tendinosas o heridas. En el subgrupo
xación. 6) Luxación: Luxación de la articulación de los deportistas destaca la ausencia de luxa-
del tobillo asociada o no a fractura. ciones. Mientras que los no deportistas destaca
En la tabla II mostramos la distribución del el aumento de fracturas con respecto a los de-
tipo de lesiones antes descrito en función de los portistas.
distintos grupos sometidos a estudio. Observa- Distribución por tratamiento y destino: Los
mos como en todos los grupos de nuestro estu- pacientes recogidos se han dividido en dos gru-
dio, la lesión más frecuente es la ligamentosa; pos los que han ingresado en el hospital (siem-
encontrando su mayor impacto en las mujeres pre en traumatología) y los dados de alta desde
deportistas (92,86%). La fractura de tobillo es la urgencias. Estos a su vez se han dividido en fun-
segunda lesión en frecuencia; siendo más fre- ción del tratamiento recibido previo al alta hos-
cuente en el grupo de no deportistas. Las contu- pitalaria desde nuestro servicio. Los tratamien-
siones son más frecuentes en las mujeres no de- tos recibidos en urgencias los hemos agrupado
portistas, Destacamos respecto a las tendinitis, en tres categorías: a) Los pacientes que necesi-
que a pesar de distribuirse muy homogénea- tan sutura en nuestro servicio por parte del staff
mente en función de la etiología, no se hayan del servicio de urgencias, se han considerado
registrado casos de tendinitis en mujeres. Otra tratamiento quirúrgico. b) Los pacientes que
lesión que no hemos encontrado en las mujeres han necesitado una inmovilización (indepen-
son las heridas, que predominan en las lesiones diente de tratarse de una férula o un vendaje) se
deportivas, pero siempre en el subgrupo mascu- han considerado ortopédico. c) Y los pacientes
lino. Frente a estos datos las luxaciones de tobi- que sólo han precisado tratamiento médico se
llo solo las hemos encontrado en las mujeres no han agrupado dentro de la categoría de sinto-
deportistas. mático.
Si analizamos horizontalmente la tabla II. Exponeos la distribución de los tratamientos
Observamos como globalmente las lesiones de en urgencias en los distintos grupos de nuestro
tobillo son predominantemente ligamentosas, estudio, así como la necesidad de ingreso en
seguidas a mucha distancia por las fracturas, y el traumatología. Observando como en todos los
resto de los tipos lesivos son prácticamente mar- subgrupos predominan las altas desde urgen-
ginales. Los varones siguen la misma distribu- cias con tratamiento ortopédico. El tratamiento

Tabla II. Tipo de lesión en función del subgrupo.

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sintomático predomina en las mujeres no de-


portistas (grupo donde también predominan las
contusiones). El tratamiento quirúrgico predo-
mina en los varones no deportistas. Y los ingre-
sos en traumatología predominan en las muje-
res no deportistas. Si nos fijamos en el sexo los
varones reciben más tratamiento sintomático y
quirúrgico; mientras que las mujeres necesitan
más ingresos en traumatología. Igualmente los
deportistas reciben más tratamiento sintomático
y quirúrgico; mientras que los no deportistas
necesitan más ingresos en traumatología (Grafi-
co 6). Gráfico 7. Distribución de destino en función de la edad
Observamos la distribución del tratamiento- del subgrupo.
destino en función de la edad y la etiología de
la lesión. Observamos como la mayoría de los
lesiones deportivas el 100% corresponden a los
tratamientos son ortopédicos. Siendo incluso
varones (Grafico 8).
del 100% en los deportistas de 46-55 años y en
En la tabla III observamos como se distribuye
los no deportistas entre los 56-65 años. El menor
el tratamiento-destino en los distintos subgrupos
número de tratamientos ortopédicos se registra de nuestro estudio. Si analizamos la tabla 3 ver-
en los deportistas entre los 36-45 años. En cuan- ticalmente en las columnas 2 y 3, observamos
to al tratamiento quirúrgico se localizan en ma- como el principal tratamiento de nuestro estu-
yor número en los deportistas entre los 36-45 dio es el ortopédico (89%). Predominando cla-
años. El tratamiento sintomático se encuentra en ramente en todos los subgrupos analizados, pe-
jóvenes, principalmente en menores de 35 años, ro con un leve predominio en los subgrupos
predominando en los deportistas de 26-35 años. femeninos (92,12%). En las columnas 4 y 5: Ob-
En cuanto a los ingresos predominan en los no servamos la distribución del tratamiento sinto-
deportistas de 26-35 años (Grafico 7). mático. Predominado globalmente en los varo-
Mostramos la distribución de los ingresos. nes (4,38%) sobre las mujeres (0,78%); pero
Globalmente los ingresos predominan en las alcanzando sus mayores registros en las mujeres
mujeres (62%). Al igual que en el global pero deportistas (Subgrupo donde predominan las
con mayor proporción, la mujeres son las que contusiones). El tratamiento quirúrgico (colum-
presentan mayor número de ingresos (80%) en nas 6 y 7), también predomina en los varones
las lesiones no deportivas. Mientras que en las con respecto a las mujeres, logrando sus mayo-
res registros en el subgrupo de los varones no

Gráfico 6. Distribución de destino en función del trata-


miento subgrupo. Gráfico 8. Distribución por ingresos y grupos.

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Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

Tabla III. Distribución del tratamiento-destino.

deportistas (4,87%). Si nos fijamos en las co- los varones no deportistas debemos destacar
lumnas 8 y 9, observamos como la mayoría de que es el grupo con menor tratamiento ortopé-
los ingresos se dan en las mujeres, con un claro dico y más alto tratamiento quirúrgico. Además
predominio en las mujeres no deportistas (sub- debemos destacar la gran diferencia de la pro-
grupo donde predominan las luxfracturas de to- porción de ingresos con respecto a las mujeres
billo). no deportistas. Si nos fijamos por último en el
Si analizamos horizontalmente esta misma subgrupo de mujeres no deportistas, destaca la
tabla. Observamos como en la fila número 3, alta incidencia de tratamiento ortopédico so-
la distribución global de los tratamientos tiene bre todo en relación a los varones de su sub-
un claro predominio hacia el tratamiento orto- grupo, la ausencia de tratamiento sintomático
pédico, siento los otros tres subgrupos bastan- y la alta incidencia de ingresos, coincidiendo
te homogéneos en cuanto a su proporción. Si con el grupo donde más frecuentemente se
nos fijamos en los varones destaca el aumento producen luxofracturas.
de los tratamientos quirúrgicos y la disminu- Distribución por deporte y sexo: En la tabla
ción de los ingresos con respecto al global. En IV, analizamos la distribución del sexo por de-
el grupo femenino, destacamos la alta propor- porte, Globalmente observamos como el 92%
ción de tratamiento ortopédico, así como el al- son varones, predominado el sexo masculino en
tísimo índice de ingresos con respecto al glo- casi todos los deportes registrados menos en el
bal y al sexo masculino. En el subgrupo de los aeróbic, la gimnasia y la equitación. El deporte
deportistas destaca el aumento del tratamiento que mas frecuentemente lesiona el tobillo es el
sintomático, y la baja incidencia de ingresos. fútbol (60,6%), seguido del baloncesto (12,3%)
Si nos fijamos en el subgrupo de los varones y el atletismo (6,1%).
deportistas, destaca que existen ingresos y tra- Distribución por deporte y lesión: En la tabla
tamiento quirúrgico por lesiones deportivas, en V observamos la distribución del tipo de lesiones
relación al subgrupo de mujeres deportistas. En en función del deporte practicado. Destacamos
este último grupo además de la ausencia de in- que las lesiones ligamentosas son las más fre-
gresos y tratamiento quirúrgico, destaca el ele- cuentes en casi todos los deportes analizados.
vado número de tratamiento sintomático así Con respeto a las fracturas destaca el alpinismo
como la alta cifra de tratamiento ortopédico. Si y el monopatín como los deportes que más frac-
nos centramos en los no deportistas destaca el turas producen, las contusiones se producen en
bajo número de tratamiento sintomático y el gimnasia y equitación, en menor medida en el
alto índice de ingresos de este subgrupo. Para tenis y aún menos en el fútbol, no existiendo en

21 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-100 95


R. P. Garrido Chamorro, M. González Lorenzo, A. F. Garnés Ros, et al.

Tabla IV. Deporte y sexo.

el resto de los deportes analizados. Las tendinitis tistas que se lesionan jugando al fútbol, ninguno
sólo se han registrado en el futbito y el tenis. Las precise ingreso.
heridas únicamente se registran en el ciclismo.
Distribución por deporte y tratamiento-desti-
no: En la tabla VI observamos el tratamiento-des- DISCUSIÓN
tino en función del deporte. Encontrando que
globalmente la mayoría de los deportes reciben Las lesiones de tobillo se producen en varo-
tratamiento ortopédico (89,3%). El tratamiento nes por debajo de los 35 años, mientras que por
sintomático se recibe en el fútbol (5,5%), bulbi- encima de esta edad predominan las lesiones en
to (25%) y equitación (100%). El quirúrgico se el sexo femenino. Las lesiones deportivas ocu-
da en el fútbol, baloncesto y atletismo. Y los in- rren principalmente en los varones, tanto glo-
gresos en traumatología se dan en tenis, gimna- balmente, como en las distintas franjas de edad.
sia y alpinismo. Destaca que de los 108 depor- En el grupo de las lesiones no deportivas predo-

Tabla V. Deporte y lesión.

96 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-100 22


Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

Tabla VI. Deporte y tratamiento.

minan las lesiones en las mujeres en todas las lesionados entre los menores de 25 años frente
franjas de edad, menos en las de 25-34 años. al 100% de los mayores de 36 años; en el seg-
Según algunos estudios, en las edades compren- mento intermedio, un 80,55 por 100 (37).
didas entre los 15 y los 45 años, la frecuencia de Al igual que en nuestro estudio Marante (37)
lesiones aumenta con la edad (37). Estos datos afirma que los hombres deportistas se lesionan
no concuerdan con nuestra serie donde las ma- más que las mujeres (93% frente al 7% en nues-
yoría de las lesiones se producen en edades in- tro estudio). Estos datos concuerdan con nues-
feriores a 35 años. tros datos, aunque también habría que tener en
La incidencia más alta de fracturas de tobillo cuenta los factores sociales que hacen que las
(33) se produce en mujeres mayores. Datos que mujeres practiquen menos deporte que los va-
se corroboran completamente en nuestro estu- rones. En cuanto a la edad de la muestra pode-
dio. Donde con la edad aumenta el número de mos afirmar que al igual que en otros estudios
fracturas y luxofracuras sobre todo en el sexo fe- es una lesión que se produce con mayor fre-
menino. Las luxofracturas (lesión más grave de cuencia entre los 21-30 (7) años de edad (15-35
tobillo) sólo se producen en mujeres mayores y años en nuestro estudio), posiblemente relacio-
no deportistas. nado con un mayor incremento de la actividad
La frecuencia de fractura en el paciente que deportiva en estas edades. Cuando el esguince
acude por trauma en la región del tobillo es de aparece en sujetos más jóvenes o más mayores
un 12 a un 15% (5,9). En nuestro estudio esta ci- suele evolucionar peor, es decir la lesión suele
fra se sitúa en el 14,33% oscilando entre el ser más grave (7); esto concuerda con nuestros
11,79% de los deportistas y el 16,8% en los no datos donde observamos que cuando aumenta
deportistas. la edad aumenta la incidencia de soluciones
Se lesionan más los hombres (83,49 por quirúrgicas.
100), que las mujeres (16,51 por 100) (37). En Al igual que nuestro estudio, hemos encon-
nuestro estudio globalmente las lesiones en va- trado otros estudios en que las mujeres que
rones son un 65% frente a las femeninas que practican baloncesto sufren una mayor inciden-
representan un 35%. Estos datos no se corres- cia de lesiones de tobillo (la lesión más frecuen-
ponden al subgrupo de los no deportistas don- te en las mujeres deportistas de nuestro estudio).
de las lesiones son más frecuentes en mujeres Concretamente en el estudio de Vázquez Villa
(63%). (14) las lesiones del ligamento lateral interno su-
La prevalencia de lesiones directamente rela- ponen un 70,58% de las lesiones en un equipo
cionadas con la edad determina un 67,85% de de baloncesto. En este mismo estudio nos refie-

23 PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-100 97


R. P. Garrido Chamorro, M. González Lorenzo, A. F. Garnés Ros, et al.

re que la lesión mas frecuente en las lesiones de forma de esguince de tobillo en varones profe-
las jugadoras de baloncesto es las lesiones liga- sionales oscilan según los estudios entre el
mentosas con un 80,39% de los lesiones (El 11% (42), 14% (43), llegando a un 16% (44);
100% en nuestro estudio). esta cifra aumenta hasta un 22,8% (45) en las
La tipología de las lesiones y su frecuencia mujeres aficionadas. Diversos estudios han re-
está muy relacionada con las características in- lacionado este aumento de la frecuencia en
trínsecas de la sociedad que estudiemos ya que mujeres a hiperlaxitudes (46) ligamentosas de-
estas características condicionan sus hábitos y rivadas de las hormonas propias de su género.
estos hábitos sus deportes. Por ejemplo en Ca- Los ligamentos del tobillo son los más afecta-
nadá se práctica el esquí y los estudios demues- dos de acuerdo con la literatura (47). Estos da-
tran que en este deporte el 25,6% de las lesio- tos explicarían la lata frecuencia de lesiones li-
nes se localizan en el tobillo (38) mientras que gamentosa en las mujeres deportistas (casi un
en nuestro ámbito (donde las nevadas son un 93% de las lesiones son ligamentosas). El fac-
acontecimiento digno de primera plana en las tor sexo (femenino) obra en contra de la mayor
periódicos locales) no tenemos ningún caso de fragilidad lesional de la mujer, considerándose
lesión de tobillo asociada al esquí. El fútbol es el tres factores negativos para la práctica del de-
deporte por excelencia en nuestro país y eso porte: fisiológicamente presenta una menor
propicia que la mayoría de las lesiones (de nues- masa muscular (un 15 por 100 menos), una
tro estudio) se produzcan en este deporte ade- mayor laxitud articular y una circulación peri-
más observamos como este deporte tiene mayor férica más deficitaria (37).
tendencia a lesiones en las partes dístales del
cuerpo (1) como el tobillo y el pie.
La razón por la que el fútbol es un deporte CONCLUSIONES
con un alto contenido de lesiones en la zona
distal del miembro inferior se debe tanto a las Las lesiones deportivas ocurren en varones
características intrínsecas del propio deporte co- de 22 años de edad, que juegan al fútbol predo-
mo a el contacto jugador a jugador (39) que pro- minando la lesión ligamentosa que recibe trata-
ducen contusiones con malos apoyos y la con- miento ortopédico y es dada de alta desde el
siguiente eversión, inversión o rotación que Servicio de Urgencias.
condiciona la lesión. Otro de los factores que Las lesiones no deportivas ocurren en mujeres
condicionan las lesiones son las condiciones de de 40 años. Este grupo precisa con mayor fre-
la cancha deportiva así en competiciones al ai- cuencia ingreso en el Servicio de Traumatología.
re libre las condiciones meteorológicas condi-
cionarían el estado de terreno de juego y las le-
siones. Así las condiciones de lluvia o hielo (40) BIBLIOGRAFÍA
aumentan el número de lesiones de rodilla y to- 1. GARRIDO CHAMORRO R P, LLORENS SORIANO
billo debido a los problemas de agarre del cal- P, GONZÁLEZ LORENZO M, PÉREZ SAN ROQUE
zado al suelo. Dicha inestabilidad condiciona la J. Lesiones deportivas en futbolistas alicantinos.
mayor generación de esguinces bajo lluvia. En Traumatologia del deporte n.º 3, vol. 1. enero 2004;
cuanto al tratamiento de las lesiones hemos en- pág 43-46.
contrado (41) valores similares a los nuestros 2. SANTONJA F, FERRER V, RASINES J, PASTOR A,
GARCÉS G, MESEGUER L. Epidemiología de las le-
siendo la mayoría del tratamiento ortopédico
siones deportivas. En: Fundación MAPFRE Medici-
siendo el tratamiento quirúrgico prácticamente na: Lesiones deportivas. Madrid, Ed. MAPFRE, S. A.
anecdótico (41). En nuestro estudio en los de- 1996; 25-62.
portistas el tratamiento quirúrgico representa el 3. OLIVERA G, HOLGADO M S, CABELLO J. Lesiones
3,9%. Mientras que globalmente representan el deportivas frecuentes en atención primaria FMC.
3,6% de la muestra. Martes, 1 Mayo 2001; volumen 08, número 05, p.
378-389.
Es natural que el fútbol sea el deporte que
4. STASINOPOULOS D. Comparison of three preven-
más lesiones deportivas aporte a nuestro estu- tive methods in order to reduce the incidence of an-
dio dado la alta participación de este deporte kle inversion sprains among female volleyball pla-
en nuestro país, a pesar de que las lesiones en yers. Br. J. Sports Med. Apr 2004; 38: 182-185.

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