Jeremías se enfrenta a un solo hombre, un falso profeta llamado Hananías. Un
pretendiente a profeta predice el hundimiento del poder de Nabucodonosor y el regreso tanto de las personas como de los utensilios que habían sido deportados (vv. 1–4), y, en señal de esto, quiebra el yugo de sobre el cuello de Jeremías (vv. 10, 11). II. Jeremías desea que tal profecía pudiese resultar verdadera, pero apela a los hechos, y no duda de que éstos dejarán fallida la pseudoprofecía de Hananías (vv. 5–9). III. Se lee luego la sentencia, tanto de los engañados como del engañador: El pueblo verá su yugo de madera convertido en yugo de hierro (vv. 12–14), y el falso profeta será pronto exterminado, ya que murió el mismo año (vv. 15–17).
¿Como ser un Jeremías en una generación de Hananías?
1 - ES NECESARIO CONOCER LA PALABRA DE DIOS.
Hananías había profetizado falsamente, incluso contra la Palabra de Dios. La predicción era que (v. 3), en el plazo de dos años, todos los utensilios de la casa de Jehová serían devueltos a Jerusalén, y que también Jeconías (v. 4) y los demás deportados habían de volver en breve; mientras que Jeremías había profetizado que el yugo del rey de Babilonia se apretaría todavía más y que, tanto los utensilios como los cautivos, no regresarían hasta dentro de setenta años. El propósito del cautiverio era llevar el pueblo al arrepentimiento. Hananías profetisa bendiciones sin arrepentimiento. La mentira puede ser reconocida no por tener una relación con esta, sino por tener una profunda relación con la verdad • ¿Cómo te estás alimentando de la Palabra de Dios, de tal forma que puedas identificar cuando algo no procede de Dios?
2- ES NECESARIO CONFIAR EN LA PALABRA DE DIOS.
Habrá muchas tentaciones, venta de falsas expectativas, mensajes superficiales. Jeremías dice son 70 años, Edifiquen casas, Plantad Huertos, casaos y engendrad hijos e hijas… Procurad la paz de la ciudad… porque en su paz tendréis paz… La Mentira no puede traer paz. La palabra de Dios no siempre resulta en afirmaciones que queremos escuchar, sin embargo, porque la Palabra de Dios es fiel, debemos confiar en ella. • ¿Cómo estás lidiando con temas de la Escritura que te resultan difíciles de aceptar o de entender? • ¿Qué podrías hacer para confiar más en la Escritura?
3 – EVALUANDO LOS PROFETAS Y LA PROFECÍA. 9
En medio de una variada e interminable oferta de recursos espirituales dentro del propio cristianismo, tenemos que ser críticos con lo que escuchamos, estar empapados de la verdad, de tal forma que podamos identificar aquello que no se armoniza con la Escritura En el pasaje tenemos dos profetas haciendo declaraciones contradictorias, ¿Quién tiene la razón? cada uno atribuyendo su mensaje a Dios. La prueba máxima para un vocero era cuando se cumplía la palabra del profeta. Entonces, era conocido como el profeta que Jehová en verdad envió (cf. Dt. 18:20–22). Sólo el tiempo diría si Jeremías o Hananías era el falso profeta. • El ejemplo de los Bereanos. (Hechos 17.10-11) ¿Cuál debe ser nuestra postura cuando escuchamos una predica? 4- NO PODEMOS COMPROMETER EL MENSAJE DE DIOS. 13-16 Jeremías predicó un mensaje que nadie quería escuchar. Ese profeta sufrió mucho (cap. 38) por su fidelidad. En el ánimo de ser relevantes y llegar a las personas podemos decir cosas en nombre de Dios, que no fueron dichas por Él. ¡Cuidado! • ¿Cuál puede ser una de las razones por la que te sientes tentado a suavizar el mensaje de la Palabra de Dios?
Conocer, confiar y proclamar la Palabra de Dios con fidelidad no se tratan de
algunas sugerencias opcionales para nuestra vida cristiana, se trata de edificar nuestra vida sobre el fundamento eterno ¿Roca o arena? Mt. 7.24-27