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Estudiante: Andres Piracon

Ensayo “Los equipamientos urbanos como instrumentos para la construcción de ciudad y


ciudadanía”

“El derecho a la ciudad no puede concebirse como un simple derecho de visita o retorno las ciudades
tradicionales. Solo puede ser entendido como el derecho a la vida urbana, transformada, renovada”
Una frase de Henry Lefebvre la cual, de alguna madera da a entender el sentido de lo que significa
la construcción de ciudad y ciudadanía. La evaluación del papel de los espacios colectivos vistos
como herramientas que de alguna manera favorecen a la construcción de ciudad depende del buen
ejercicio democrático del ser usuarios del espacio.

Los equipamientos urbanos tienen un valor dentro de la sociedad bastante alto, estos construyen
comunidades solidarias, “dotaciones que la comunidad entiende como imprescindibles para el
funcionamiento de la estructura social y cuya cobertura ha de ser garantizada colectivamente”
según el urbanista Agustín Hernández. En conclusión, son espacios bifuncionales porque proveen
servicios esenciales de la vida en ciudad y fortalecen la vida colectiva, amenizan el entorno. Esto se
hace un hecho cuando el equipamiento desde su diseño se caracteriza por ser un espacio que facilita
el encuentro y provea la buena inversión del tiempo libre; la construcción del sentido de pertenencia
desde la ciudadanía depende de su alto valor estético. Pero estos deben cumplir con 4 criterios: No
deben ser obligatoriamente generadores de recursos económicos, deben ser vistos como una
propiedad colectiva, su distribución debe ser homogénea en el territorio y deben tener la capacidad
de ser flexibles. Si todo esto se tiene en cuenta reduciría la deuda social en proporciones razonables
a medida que se aumente el desarrollo, porque si bien, la arquitectura se hizo para disminuir las
brechas sociales.

Estos espacios colectivos no estás exentas de impactos negativos los cuales son variantes debido a
las apropiaciones no adecuadas de factores como el alcance, el transporte, la densidad en su uso, la
frecuencia de flujo, la tipología de usuario, la permanencia en el lugar y la caracterización del
entorno. Analizados estos factores en estudios de caso se encuentran afectaciones que coinciden,
tales como: el deterioro en el espacio público, la imposibilidad en la movilidad, los chocantes
cambios de uso, contaminaciones de todo tipo y la inseguridad. El arquitecto preocupado por el
presente y por la proyección de ciudad y ciudadanía debería evitar al máximo generar estos
impactos negativos mediante la resolución de cuatro condiciones fundamentales para la factibilidad
de la infraestructura urbana: los equipamientos son objetos, de uso colectivo, son hechos
arquitectónicos y hechos urbanos.

La integración armónica resulta ser la objetividad inmersa dentro del desarrollo de infraestructura,
la lectura de a ciudad se debe dar por la correcta consolidación del sentido de pertenencia y la
identidad ciudadanía partir de cierto orgullo generado por el resultado formal y estético. Los
equipamientos deben asegurar: la adecuada provisión de espacios para responder a la escala y la
demanda sin depender de la utilización de vías y espacios públicos de otros espacios. El diseño de
espacios para la venta de vienes y servicios por demanda. La planificación del crecimiento para evitar
el crecimiento invasivo. Una correcta ubicación de accesos de todo tipo. Y por último, la tan
anhelada integración armónica con el entorno, primordial para construir ciudad y ciudadanía.

La objetividad de las nuevas dinámicas en Colombia, se podría decir que la buena adecuación de
estos espacios colectivos se viene gestando gracias al ejercicio democrático naciente que trajo el
nuevo milenio, con sus nuevas arquitecturas y formas de vivir el espacio. El reordenamiento interno
es el punto clave donde incide las ansias del derecho a la ciudad.

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