Antiguo Departamento de la Ciudad de México.

En el lado sur de la Plaza de la Constitución se encuentran dos majestosos edificios. El que esta
ubicado al suroeste es el más antiguo. Desde que Hernán Cortés ordenó la traza de la ciudad, éste
solar fue destinado al Ayuntamiento de la ciudad. Las primitivas casas edificadas en el siglo XVI
fueron sustituidas en 1619 por un espacioso edificio en donde también se ubicaban las casas de
algunos de sus funcionarios, la alhóndiga, la carnicería, etc. Se quemó a causa del motín de 1692,
cuando el pueblo se levantó contra las autoridades ante la carestía del maíz. Durante ese incendio,
el archivo de la cuidad estuvo a punto de quemarse; sin embargo, el cronista Carlos de Sigüenza y
Góngora lo salvó de las llamas.

La reedificación del palacio se inició en 1714 y se terminó en 1724. Durante el siglo XIX se le
hicieron pocas modificaciones.

Fue hasta 1909 cuando de acuerdo con el proyecto del arquitecto Manuel Gorospe, se decidió a
reparar y redecorar el edificio en un estilo neocolonial. Fue inaugurado en 1910, durante las fiestas
del centenario. A finales de la década de 1920, se le hicieron modificaciones en el interior y
recientemente fue restaurado.

En el lado oriente, donde estuvo el Portal de las Flores, fue construido el edificio conocido como del
Departamento Central. Con cinco pisos, portales y dinteles en cantera de chiluca y cubiertos sus
paños con tezontle, se buscó hacerlo armónico con el resto de los edificios que dan a la Plaza. Es
obra del arquitecto Federico Mariscal y se edificó entre 1941 y 1948.
En el edificio más antiguo destacan los escudos en mosaico de la Villa Rica de la Veracruz, lugar del
primer Ayuntamiento de la América Continental; el de la Ciudad de México otorgado por Carlos V; el
de Hernán Cortés como fundador de los Ayuntamientos de la Nueva España; el de Cristóbal Colón,
descubridor de América; el de la fundación de la Ciudad de México; y el de Coyoacán, lugar donde
residió el primer Ayuntamiento del Valle de México.

En su Sala de Acuerdos se decidían los asuntos del gobierno de la ciudad, por lo que en su
recinto se hallaban desde la contaduría, hasta la alhóndiga, pasando por una cárcel, una capilla y
una carnicería. Diversos remozamientos han sido necesarios; sin embargo, a su estructura
dieciochesca pertenecen sus columnas dóricas y jónicas, así como su famoso Salón de Cabildos o
los escudos de la ciudad que porta su fachada