ENTRENADOS POR EL ENTRENADOR DE ENTRENADORES

RDJ
El poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad
Parte 2
Anyela Zambrano

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán”
Isaías 40:30-31

La semana pasada hablamos que Dios se perfecciona en nuestra debilidad aun cuando hemos
asumido retos sin saber cuáles son o lo hemos hecho por deber, Dios es un Padre misericordioso,
amable y amoroso. Para el tú eres lo más importante y por eso te dio el derecho de tomar tus
propias decisiones. Dios corrió el riesgo de darnos libertad de elección, pero solo cuando se corre
este riesgo se demuestra el amor genuino de parte de Él. Jesús quiere que por tu propia voluntad
decidas que él sea tu entrenador, que tu decisión sea motivada por amor a Él.

3. Cuando asumes un reto y lo haces por amor

Te contaba la semana pasada que he tenido la oportunidad de estar 3 veces en el Valle del Cócora,
y cada una de estas veces Dios me ha enseñado algo diferente, ya te mencione lo trágico y
traumático que fueron las 2 primeras veces, pero aun así Dios tuvo misericordia de mí y me ayudo
a cumplir la meta. Pero al finalizar mi segunda vez, también aprendí una lección donde entendí lo
importante que es estar preparada físicamente, ya que mi amiga Australiana estaba súper bien,
debido a que su cuerpo estaba entrenado. Así que me comprometí con Dios, asumir por 3 vez el
reto, pero que lo haría por amor a Él y que esta vez sí me entrenaría.

Muchas veces en nuestra vida hemos hecho cosas por obligación, porque no le veíamos la
importancia de lo que estábamos haciendo. Cuantas veces has estudiado para un parcial solo por
la nota, o haces lo que te corresponde en tu trabajo porque necesitas pagar un montón de deudas.
Pero como seria todo, si lo que haces lo haces por amor, es decir no por alcanzar un simple
resultado, sino porque quieres ser el mejor en lo que haces y además de eso quieres servirle a
otros, ser un motivo de inspiración para aquellos quienes están a tu alrededor, sentir esa
satisfacción indescriptible cuando se da, cuando puedes ayudar a otra persona y ser de bendición
para aquellos que están a tu alrededor.

Cuando la intención de nuestro corazón se alinea con lo que Dios quiere, todo en tu vida cobra
sentido y comienzas a darte cuenta como esos pequeños detalles cobran valor y que en cada cosa
que tu hagas, hay una oportunidad para trasformar los corazones de los demás. Como dice el
Manual de manuales en Hechos 20:35 “Hay más bendición en dar que en recibir”
La tercera vez que subí al valle del cócora fue hace 2 semanas, para este reto me entrene
fuertemente en el gimnasio casi 3 meses previos de lunes a viernes, madrugando a las 5 de la
mañana y fui con 5 hijas espirituales que Dios me ha regalado, fue grandioso ver como Dios me
capacito y me entreno para darle apoyo y fortaleza a 2 de ellas en especial, que estaban igual que
yo como la primera vez que subí. Sé que el entreno previo me ayudo, pero más que eso, fue la
motivación de mi corazón, fue la gracia de Dios, el esperar en El, que me dio nuevas fuerzas, como
las del águila. No fue en mis fuerzas, sino que fue en las fuerzas del más grandioso entrenador.

Cuando tomas la decisión de hacer algo por amor, todo cobra sentido y puedes experimentar
estas 4 situaciones en tu vida, que harán que otros quieran conocer a tu entrenador:

1. Nuevas Fuerzas en Dios, cuando otros con mayores capacidades que tú se fatigan y cansan
Dios te capacita cuando estás dispuesto hacer obediente a su palabra, te dará esa gracia
especial que abre puertas sin importar que tan capacitado estés, con Dios tienes la mayor
influencia que puedas haber creído tener. Una cosa es saber acerca de Dios y otra es
conocerle personalmente. Juan 1:12

2. Volar como el águila, mientras otros se desgastan en sus propias estrategias

Con Jesús, vas a la fija, si te has dejado entrenar por El, todo lo que hagas será más
efectivo y los resultado serán los mejores.

3. Correr por los sueños que Dios te ha dado sin cansarte

Cuando estás viviendo lo sueños que Dios anhela para ti, cada reto es una motivación para
entrenarte mejor, para hacer todo en excelencia. Cuando veas que el obstáculo se vuelve
más grande, recuerdas que Dios, es aún mayor, y que en los hombros de Él, todo se hace
vencible.

4. Perseverar en lo que Dios te ha dado sin fatigarte

Nuestro caminar del lado de Jesús, requiere nuestro mejor estado físico, ya que él es un
deportista por excelencia y para poder seguir su paso, se requiere perseverancia, que solo
nos la puede otorgar El a través de nuestro entrenamiento diario, aplicando en nuestras
vidas su Manual.

Comienza el más grande reto de tu vida, y es hacer parte de todo lo que haces a Jesús, quien lo
dio todo por ti, entrego su vida para tu salvación, para que todos tus pecados te fuesen
perdonados y la relación con nuestro Padre celestial fuese restaurada. Atrévete a conocer lo que
es un verdadero Padre.