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TEMA 2.

COMPLEJIDAD Y DILEMAS DE LA ENSEÑANZA SECUNDARIA

1. El debate sobre las finalidades de la educación secundaria


Los fines para los que se creó esta etapa han ido variando a lo largo como consecuencia
de la necesaria adaptación de las instituciones educativas a los constantes cambios
culturales y sociales. Se trata de una etapa educativa que ha tardado muchos años en
articularse en un sistema educativo nacional, que ha recibido distintas denominaciones
(Enseñanza Media, Bachillerato Elemental y Superior, Enseñanza Secundaria Obligatoria
y Posobligatoria), y que solo recientemente se ha determinado como etapa obligatoria y
gratuita para los jóvenes de entre 12 y 16 años, y se la ha dotado de finalidades
específicas: asentar un currículo que atienda a principios educativos de comprensividad,
coeducación, atención a la diversidad, etc.

Todo esto no puede ocultar las dificultades que todavía hoy en día se presentan a la hora
de gestionarla: infinidad de normas, discursos parlamentarios, proyectos de ley… la
ingente y desordenada normativa aprobada, muchas veces derogada antes de
haber podido probar su eficacia o ineficacia, la tasa de analfabetos sobre la
población total, ponen en duda la eficacia de las medidas reales con las que
diferentes ejecutivos han perseguido cumplir con su propósito de elevar el nivel
cultura de la nación.

Hasta la llegada de la LGE en 1970, el histórico sistema educativo español acumulaba un


enorme retraso debido a diferentes causas: la educación secundaria no tenía carácter
obligatorio ni gratuito y la recibían los estudiantes de las clases acomodadas; en muchos
casos estaba en manos del sector privado (órdenes y congregaciones religiosas); existían
numerosas desigualdades educativas territoriales (que aún se mantienen) y de
distribución de la riqueza, lo que propiciaba diferentes resultados educativos en los
distintos territorios.

2. Dilemas y controversias en la enseñanza secundaria


Los análisis de los sociólogos y pedagogos sobre la influencia de los cambios sociales y
políticos en la definición, estructura y organización de la Educación Secundaria
demuestran que muchas de las disfunciones del sistema educativo se han ido
resolviendo con el tiempo (la ampliación y universalización de la enseñanza obligatoria y

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gratuita, currículo común en la etapa obligatoria, coeducación, etc.). Sin embargo, otras
disfunciones perduran, como el abandono y fracaso escolar.

Todo esto indica que la educación es un objeto sensible que se altera en función de
los cambios de las tendencias políticas de quienes gobiernan. La Educación
Secundaria ha pasado de ser una institución destinada a minorías, a una enseñanza de
masas; de tener un profesorado con un reconocido prestigio académico y social, a ser
objeto de críticas por convertir su trabajo en una tarea burocrática en cierto modo
deslegitimada (al no ser los únicos depositarios-transmisores del conocimiento); de
desempeñar su trabajo en un escenario restringido a desenvolverse en un ambiente en el
que encuentran más dificultades para desempeñarlo. En definitiva, ha cambiado la
representación real y simbólica de la Enseñanza Secundaria, cuyas finalidades han sido
muy cuestionadas y a la vez objeto de numerosas exigencias, pues se le exige tanto el
mantenimiento como la mejora de los niveles anteriores, así como la síntesis de los
valores y contenidos curriculares tradicionales con los novedosos avances del
conocimiento y la cultura.

Comparado el sistema actual con el de no hace muchos años, no hay que olvidar el
fracaso que suponía que el sistema captase solo a una minoría de jóvenes, y que hasta
hace tan solo 20 años la enseñanza de la EGB cubría solo hasta los 14 años (no será
hasta la LOGSE de 1990 cuando se amplíe hasta los 16). En este contexto es importante
considerar a los nuevos colectivos incorporados al sistema educativo (hijos de
inmigrantes, alumnos con necesidades educativas especiales, jóvenes procedentes de
entornos económicos o familiares difíciles, etc.), que necesitan mayores recursos, así
como una formación docente cada vez más adecuada a las exigencias que plantea la
preparación de las nuevas generaciones.

La defensa del principio de una escuela universal y gratuita afecta al modelo de gestión y
organización, lo que supone, desde finales del siglo XX, un gran desafío para nuestro
sistema educativo, que ha de lograr combinar equidad y calidad.

3. Rupturas y cambios de las lógicas en educación


→ Propedéutica o finalista; del modelo dual al comprensivo

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Uno de los retos que debe abordar las políticas educativas es compaginar lo común y lo
diverso, y en base a eso decidir la organización y selección del currículo. Una cosa es
incluir la optatividad para responder a los intereses y capacidades de todos los
estudiantes, y otra muy distinta la creación de itinerarios que los separan y segregan en
grupos previamente etiquetados y clasificados desde edades tempranas.

Hasta no hace muchos años, la Enseñanza Secundaria tenía un carácter curricular


esencialmente propedéutico, ya que los estudios iban dirigidos exclusivamente a
preparar a aquellos estudiantes que querían acceder a la universidad. Solo en tiempos
recientes la Educación Secundaria ha adquirido carta de naturaleza como etapa
independiente y finalista en el marco del sistema educativo. A pesar de ello, el
pensamiento de los docentes, el enfoque de muchos contenidos del currículo y el modo
de enseñarlos, mantienen un fuerte sesgo academicista. Por esa razón se ha mantenido
durante tanto tiempo su imagen ambigua, como una etapa escolar híbrida que reúne de
forma aparentemente antitética el binomio comprensividad-diversificación, enseñanza
básica y al mismo tiempo terminal.

En el marco europeo, la Educación Secundaria ha optado por dos alternativas:


 El Modelo dual, que divide a los estudiantes en una vía académica y en otra
técnico-profesional, con itinerarios diferentes, adoptados más o menos temprano.
Respecto a esta alternativa, se ha comprado que un modelo cerrado y la
irreversibilidad de las opciones adoptadas en edades tempranas, fomentan el cierre
a sucesivas oportunidades de retorno, que conducen tanto al fracaso como al
abandono escolar.
 El Modelo comprensivo, que incluye cierta optatividad curricular al final de la
etapa y recurre a adaptaciones curriculares, apoyos, compensación (para
quienes muestran cierto desfase con su grupo) y diversificación curricular. Con
este modelo se mantiene un núcleo curricular común, pero se completa con
atención diferenciada. El objetivo de este modelo es facilitar la retención de los
estudiantes escolarizados el mayor tiempo posible y el mejor aprovechamiento de
la etapa escolar.

La tendencia en España es la de una enseñanza obligatoria, comprensiva y de mayor


duración, con un currículo común mínimo, igualdad de oportunidades, atención a la

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diversidad y conectar más los distintos niveles formativos para que cada vez sea más
fácil transitar entre diferentes opciones y reducir así el abandono escolar. Esta idea está
recogida en el artículo 22 de la LOE (2006), en el cual se propone que los centros, en el
ejercicio de su autonomía, establezcan una organización flexible de las enseñanzas:
Adaptaciones del currículo, la integración de materias en ámbitos, los agrupamientos
flexibles, los desdoblamientos de grupos, la oferta de materias optativas, programas de
refuerzo y programas de tratamiento personalizado para el alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo.

→ La ruptura de la lógica del mercado


Un problema añadido al de la finalidad de la Educación Secundaria es la relación entre
sistema educativo y mercado laboral. Se ha puesto de manifiesto la pérdida de valor de la
educación como medio para el desarrollo personal y la movilidad social. En una sociedad
que funciona con las leyes del mercado, si se aumenta el número de personas que
acceden a los diferentes niveles de educación, estos disminuyen en valor económico.

Este principio se ve reflejado en el hecho actual de un mayor número de egresados sin


acceso al mercado laboral y titulados sin estatus ni remuneración económica
adecuada. Los logros ahora dependen de otros mecanismos selectivos de las empresas
privadas, de las relaciones sociales de la familia o de la obtención de otros conocimientos
extracurriculares (idiomas o informática) que no proporcionan el sistema regular de
enseñanza. De esta forma la educación, que hasta ahora había ayudado a moderar las
desigualdades sociales, es ahora un terreno donde se abre una brecha entre las
expectativas de las familias sobre el papel de la educación y, sobre todo, acerca de los
valores que transmite y la metodología que utiliza.

El resultado producido por la ruptura entre las finalidades atribuidas a la institución escolar
y las demandas de la sociedad, los padres y los estudiantes ha recaído sobre el
profesorado, que, a modo de chivo expiatorio, ha sido responsabilizado directamente de
los malos resultados y de la frustración de expectativas.

→ De una educación para minorías a su masificación


La LOGSE, de 1990, modificó tanto la estructura como el currículo de la enseñanza
secundaria, produciendo el cambio paulatino de una educación secundaria minoritaria a

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otra universal, convirtiendo la Educación Secundaria una etapa de enseñanza gratuita y
obligatoria, con la consecuente masificación de estudiantes que accedían a ella y una
mayor demanda de profesorado.

Esta reforma abrió varios frentes de debate entre el profesorado, entre los que destacan
la modificación de los requisitos de acceso al funcionariado, menos exigentes y que
permitían que maestros pudieran impartir clases en secundaria (primer ciclo), lo que
facilitó la creencia de que iban a bajar los niveles de enseñanza; la formación recibida
para ser profesor, que mantiene la vieja visión propedéutica y academicista, lo que ha
impedido asumir los nuevos principios de la LOGSE y de LOE, por lo que sigue primando
la transmisión de conocimientos como objetivo prioritario; la ratio de las aulas, que si es
elevada impide una docencia de calidad.

El principio de comprensividad está resultando difícil de aplicar, ya que no acaba de ser


asumido por el profesorado y, en consecuencia, la atención a la diversidad es vista como
una tarea imposible. Hay reticencias para aceptar a alumnos con menos capacidades o
con problemas de comportamiento, ante la dificultad de trabajar con ellos. La solución no
es volver a un sistema de exclusión o la expulsión como única respuesta a la indisciplina,
ni establecer guetos para los alumnos que muestran dificultades. Pero una sociedad que
pide el esfuerzo de los docentes para integrar a todos, tiene la obligación de apoyar y
valorar el trabajo docente y de colaborar en la búsqueda de medidas educativas y no
sancionadoras.

→ Segregación versus coeducación


A principios del siglo XX, todavía este asunto era objeto de fuertes polémicas. A pesar de
que en el Informe Quintana (1813) se introduce la justificación de que todos los
ciudadanos deben recibir educación escolar, se mantiene la resistencia, acerca de la
conveniencia de que también las niñas se beneficien de ella. La implantación de la
escuela mixta tuvo que esperar hasta la Ley General de Educación de 1970.

A pesar del tiempo transcurrido, y de que este es un asunto superado en otros países, la
controversia sobre la conveniencia de la coeducación o de la segregación no ha
concluido. En la práctica, siguen manteniéndose muchas formas de discriminación que
están aceptadas porque se consideran “normales”, dado que forman parte de unas pautas

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culturales profundamente arraigadas en los individuos y en el conjunto de la ideología
social. Aunque formalmente no hay distinción, la mayoría de los estudios indican que esta
igualdad, en la práctica, no es real y que existe un currículo oculto a través del cual se
mantienen las desigualdades de género. Los trabajos para detectar las formas de
sexismo han abordado los siguientes temas: la posición de las mujeres como
profesionales de la enseñanza; el androcentrismo en la ciencia y sus efectos sobre la
educación; el androcentrismo en el lenguaje; los libros de texto y las lecturas infantiles; la
interacción escolar.

→ La insularidad docente versus el trabajo colegiado


Otros de los dilemas que afrontan los docentes consiste en enfrentarse a un trabajo que
se identifica con la soledad del aula, donde la privacidad de lo que en ella se hace está
garantizada. Impera el individualismo, la ausencia de trabajo colaborativo y
comunitario que, más allá de la intención de unos pocos, debería de nacer del Proyecto
Educativo de Centro, ya que el centro es la unidad básica del cambio. Este cambio se
produce si el trabajo se planifica de forma conjunta y es fruto de un sentido comunitario y
una visión compartida que apueste por desarrollar una comunidad en los centros
escolares: mediante un sistema de valores compartido, un liderazgo moral, y una agenda
común de actividades y relaciones colegiada. Solo así podrá tener lugar una cultura
profesional colaborativa y afectiva, que propicie el debate abierto, el sentimiento de
pertenencia y el compromiso institucional.

Algunos profesores se justifican indicando que no hay tiempo para tantas reuniones o que
trabajan desde la libertad de cátedra; frente a estas posiciones hay equipos docentes que
trabajan innovando, disfrutan con su trabajo y no culpan a factores externos de los
individualismos imperantes, más bien a actitudes insolidarias, a falta de autoridad en el
centro y a falta de sentido institucional. Hay que reconocer la importancia de la
colegialidad como dimensión necesaria para lograr dar coherencia a los fines educativos y
a las prácticas que de ellos se derivan.
Si de lo que se trata de mejorar la calidad de escuela, se debe dar una combinación de
perspectivas: presiones y apoyo de arriba-abajo (proceden de la política educativa) y de
abajo-arriba como acción propia de los centros, sin olvidar una recomposición horizontal
mediante cambios en la cultura organizativa y el modo de trabajar de los profesores.

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→ ¿Vocación versus profesión?
Un asunto para tratar es la identidad profesional del docente. Ni el afecto ni el respeto
son sentimientos que los docentes tienen garantizados, lo que significa que se los tienen
que ganar. Para ello han de construir una nueva profesionalidad, alejada del modelo
autoritario, jerárquico y acrítico, y también del modelo que conduce a sentirse colega y
amigo de los estudiantes.

La insistencia en la vocación como requisito para describir la identidad del docente resulta
poco consistente si tenemos presente las tareas burocráticas cada vez más complejas.
Además, la atribución de que la enseñanza es una tarea vocacional entraña riesgos, pues
se ha utilizado tanto para justificar la ausencia de una exigente formación inicial y
permanente, como para legitimar los bajos salarios. Se necesita, más bien, una apuesta
real que dote a los docentes de una formación técnica específica, con un enfoque
moral y ético sobre la educación de los jóvenes y un apoyo político y social al
desarrollo de su profesión.

El discurso docente está impregnado de retórica educativa, pero en la práctica, los


docentes tienden a eludir estas tareas educativas, quitándolas de sus pretendidas
competencias y asignándoselas a las familias, restringiendo su trabajo a la transmisión de
conocimientos. Estos fenómenos indican la presencia de un problema en la identidad
profesional del docente, cuya resolución deberá provenir de un acuerdo entre profesorado
y familias respecto a valores, conductas, límites a respetar y ética del esfuerzo, que
permitan articular planteamientos no contradictorios.

4. La complejidad del trabajo docente


→ Pluralidad de objetivos y apoyos escasos
El trabajo del profesorado ha cambiado sustancialmente en los últimos años al tener
que prepara un currículo más flexible, hacer adaptaciones curriculares, prestar atención
más individualizada o un alumnado cada vez más heterogéneo. Los profesores señalan
que no cuentan con los recursos (psicológicos y pedagógicos), ni los apoyos suficientes
de la Administración para abordar los problemas que se presentan en el aula y en el
centro.

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Esta perspectiva, centrada especialmente en la demanda de medios, no contempla el
núcleo del problema: no se trata de pedir más para hacer lo mismo de siempre, sino de
comprender que el papel que desempeña el docente ha cambiado, y es que el papel de
los docentes se ha de dirigir a la tarea de educar, proporcionar una cultura general
para la vida, que no es lo mismo que una enseñanza enfocada hacia el conocimiento y
orientada hacia los estudios universitarios como única vía.

A ello hay que añadir nuevas responsabilidades trasladadas a los docentes de asuntos
que hasta hace poco ninguna institución asumía, como por ejemplo asuntos relacionados
con la salud, sexualidad, ciudadanía, medio ambiente, lucha contra drogas, educación
vial, etc.. Esta pluralidad de objetivos representa un reto profesional para el profesorado,
que debe dar respuesta a demandas diferenciadas y convertir su trabajo en una tarea
multidisciplinar integradora.

Ante tantos frentes a los que responder, el profesorado muestra un pensamiento


contradictorio (cuando no de rechazo) porque se rompen las rutinas pedagógicas y
curriculares a las que estaban acostumbrados, y por la tensión creada entre, por un lado,
la tendencia a construir su identidad profesional ligada a su campo disciplinar y a la
cultura del departamento, y, por otro, la inevitable influencia del contexto, la presión de las
familias y las relaciones con colegas y estudiantes.
La relación de los profesores con las familias no está exenta de conflictos. Los docentes
reclaman cada vez más apoyo de las familias, pero en las investigaciones se demuestra
que muchas veces el profesorado ve a los padres como fiscalizadores de su trabajo y las
familias reconocen que el centro les pide colaboración, pero para asuntos periféricos pero
no sobre otros de mayor calado o trascendencia. Se ha generalizado una cultura en la
que la comunicación se centra en la crítica negativa o sobre los aspectos del rendimiento
escolar o las conductas antisociales.

5. La enseñanza comprensiva
Los principios que caracterizan la escuela comprensiva son:
1. Escuela única para todos.
2. Currículo común en la enseñanza.
3. Eliminación de la selección precoz.

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4. Supresión de recorridos educativos o itinerarios de segunda categoría.
5. Igualdad de oportunidades formativas, culturales y sociales.
6. Currículo polivalente.

En la actualidad, se identifica la escuela comprensiva con la escuela Primaria y


Secundaria inferior, en las que se ofrece un currículum común, para todos los alumnos,
sin olvidar el respeto a las características y necesidades individuales. Para garantizar una
enseñanza común, la comprensividad se une a la exigencia de un recorrido obligatorio,
amplio y con duración suficiente para hacer una educación para todos,
independientemente de sus niveles de partida o sus capacidades. De esta manera, se
pospone para la siguiente etapa, no obligatoria (bachillerato), la diversificación curricular.

Con un modelo de escuela comprensiva se persigue la idea de una expansión educativa y


de la educación como instrumento para promover el desarrollo y neutralizar las
desigualdades. Por ello se aúnan la igualdad de oportunidades, la equidad, la calidad
en la enseñanza, la apertura a la diversidad y el intento de conectar los diferentes
niveles educativos. Con ello se evitan los efectos discriminatorios de la selección precoz
(modelo de escuela dual), que en el pasado favorecía a los alumnos de origen social alto.

El modelo de educación comprensiva integra en el currículo las prescripciones de los


organismos oficiales, con los contenidos que los estudiantes pueden elegir libremente. Al
mismo tiempo, se realiza una integración de tipo vertical poniendo en común espacios,
recursos humanos y materiales para compartir y seguir un recorrido pedagógico-
educativo. Tiene la tarea de transmitir a los alumnos elementos básicos de la cultura,
formarlos para asumir los mismos deberes y derechos, prepararlos para la inserción en la
vida activa, para acceder a la FP continuar con los estudios posteriores de Bachillerato.

En cuanto a la evaluación de su puesta en práctica, si bien hay una alta aceptación del
principio de comprensividad, en la práctica se puede afirmar que no se ha logrado uno de
sus principales objetivos: la superación de la correspondencia entre clase social e
itinerarios educativos. Tampoco se ha logrado hacer una escuela para todos ni desde el
punto de vista social, ni en lo que se refiere a alumnos con dificultades de aprendizaje y
convivencia. La razón de estas carencias es que el currículo básico de la enseñanza
obligatoria es fundamentalmente academicista e intelectual, razón por la cual los hijos

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de familias de nivel bajo o medio-bajo que tienen carencias de escolaridad y son
trabajadores manuales, les cuesta un esfuerzo añadido progresar en dicho currículo,
eludir problemas de disciplina y evitar el fracaso o el abandono escolar.

6. Los debates nacionales sobre la educación secundaria


Se considera la institución escolar como el cimiento donde se forma el país en su
conjunto, por lo que hablar de la escuela no debería ser una tarea limitada a los expertos,
sino que todos los ciudadanos deberían opinar sobre los principios básicos educativos
y el modelo de institución que quieren, antes de iniciar un proyecto de reforma. Las
reformas educativas no pueden lograr tener éxito si no son fruto de un debate social
transparente, y menos aún si son impuestas de arriba abajo, con la opinión en contra o
frente a resistencias del profesorado, que, en definitiva, es quien tiene que aplicarlas. Por
ello, muchas leyes no llegan a calar en los docentes.

En el caso de España, una de las mayores críticas con la que se suele explicar el
funcionamiento de nuestro sistema educativo, tienen que ver con la compulsión de los
sucesivos Gobiernos, incluso en la etapa democrática, por cambiar la ley de educación
cuando acceden al poder. La aparición frecuente de normas que anulan o modifican las
anteriores, produce en el profesorado una sensación de desaliento respecto a la
valoración de su trabajo profesional, lo que los vuelve escépticos respecto a los cambios.
Consideran que éstos no van encaminados a mejorar la educación, sino que se utilizan
como armas arrojadizas en políticos de distinto signo y que no se basan en los
resultados de estudios sobre la validez y eficacia de las regulaciones anteriores. En otros
casos, el rechazo de los docentes hacia algunas leyes procede de que éstas llegan
envueltas en una terminología incomprensible.

Todos estos problemas ponen en evidencia la necesidad de establecer un pacto social


sobre educación. Si pretendemos que el sistema educativo logre estabilidad, y si
reconocemos que para lograrlo es necesario el diálogo y el consenso social y político
entre los agentes sociales, necesitamos un pacto social sobre la educación, al menos
sobre mínimos, cuya permanencia se garantice aunque cambie el partido político del
gobierno. Las preguntas que debemos hacernos tienen que conducir a una respuesta
acerca de qué sentido y a qué lógicas debe responder la ESO, el Bachillerato y la FP,

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para lo cual es necesario conocer y aprovechar lo que ha funcionado satisfactoriamente
en las décadas anteriores y prever cuáles serán las necesidades educativas del futuro.
A ello habrá que sumar el tratamiento de asuntos que están en la agenda política
como: el velo en las estudiantes musulmanas, la presencia de símbolos religiosos, el
reparto equitativo del alumnado emigrante o con discapacidades, la propuesta de recortar
un año la ESO…

Antes de emprender el cambio o la reforma es necesario, en primer lugar, contar con un


diagnóstico veraz del estado en que se encuentra el sistema educativo, que permita
identificar aquellos aspectos que es necesario modificar y los que no. En segundo lugar,
propiciar un debate social en el que participen los agentes sociales que ayuden a definir,
mediante acuerdos, los niveles mínimos curriculares y organizativos, la formación y
estatuto de la profesión docente, el tratamiento que dar a la doble red de centros públicos
(públicos, concertados y privados) y otros relevantes que se vayan a someter a cambio.

PREGUNTAS DE EXAMEN:
TEMA:
- Analice la complejidad de la etapa de Educación Secundaria, en lo relacionado con
los dilemas sobre el currículum, sus fines, la concepción de la enseñanza y la
identidad profesional del profesorado. FEB15
- La enseñanza comprensiva. FEB14R
- Argumente las características de la enseñanza comprensiva puesta en marcha en
los centros educativos de secundaria españoles. SEPT11R
- Explique las consecuencias que han provocado paulatinamente las rupturas y
cambios operados en las lógicas de la educación secundaria. SEPT11
- Analice los dilemas y controversias más relevantes de la Educación Secundaria.
FEB11R
- Justifique la necesidad de establecer un pacto político (económico y social)
respecto a la educación escolar. SEP10R

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PREGUNTA:
- Analice y valore críticamente las características más relevantes de la escuela
comprensiva. FEB16 y SEPT16
- Por qué se dice que el profesorado tiene problemas de identidad profesional y
colegialidad. FEB16R
- Describa y valore las características de la escuela comprensiva. SEPT15.
- Explique las consecuencias que han provocado paulatinamente las rupturas y
cambios operados en las lógicas de la educación secundaria. SEPT14R
- Defina los modelos dual y comprensivo de la Educación Secundaria. JUN12.
FEB12.

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