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TEMA 4.

LOS PROCESOS DE INTERACCIÓN Y COMUNICACIÓN EN EL AULA:


TRATAMIENTO E INTERVENCIÓN EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

1. Concepto de interacción didáctica


El proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza mediante la interacción formativa que se
genera entre el profesorado y los estudiantes. Entendemos interacción como la co-
implicación que se establece entre los agentes del proceso educativo, determinada por
el escenario del aula, centro y entorno, y por la biografía y expectativas de aquellos
que, mediante el empleo de diversos códigos, pretenden contribuir a la formación
integral de los estudiantes.

La clave de la interacción es la corresponsabilidad de los agentes en la acción formativa


y el compromiso mutuo de búsqueda de sentido y de colaboración en el desarrollo del
conocimiento y la práctica, que conducen a un mejor proceso de enseñanza-aprendizaje.

La finalidad esencial de la interacción es lograr el pleno desarrollo y capacitación de


las personas. La tarea de enseñanza-aprendizaje es naturalmente formativa e interactiva
siendo esta interacción el puente que hace posible la acción de enseñar-aprender,
centrada en los intercambios, las decisiones y el desempeño de la acción educativa. Su
razón de ser consistirá en profundizar y estimar qué relaciones se dan en el proceso
formativo.

2. La competencia comunicativa y la complejidad socio-interactiva


La tarea docente es esencialmente comunicativa e interactiva, por lo que ha de plantearse
desde la reflexión profunda acerca de cómo actuamos y qué somos capaces de compartir
con los estudiantes (concepciones, modelos, prácticas sentimientos, etc.). La
comunicación es la médula de la acción docente y la base para avanzar en la cultura
formativa y en el dominio de las competencias básicas.

La competencia comunicativa de carácter docente se constituye por la síntesis integrada


de las nuevas formas de saber y de conocimiento de la comunicación centrada en
contenidos, el modo de expresión y práctica comunicativa, los valores y las actitudes que
caracterizan una comunicación empática, cercana y comprensiva, y singularmente el
estilo de asumir cada docente el compromiso de comunicarse y entenderse con cada

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estudiante (acción tutorial), y con el conjunto de personas de la comunidad. Es
doblemente importante ya que se trata de una competencia que el profesor ha de poseer
de forma consciente, sabiendo sus capacidades y al mismo tiempo ha de poder enseñar
a sus alumnos.

Entre las formas expresivas que trabaja el profesorado y que pueden trabajarse como
subcompetencias señalamos: narrativa, socrática, descriptiva, explicativa-representativa,
crítica, poética, integradora, etc. Estas modalidades comunicativas son las formas
expresivas que el profesorado emplea en el proceso de enseñanza-aprendizaje, e
implican aplicar el estilo de comunicación y el discurso más significativo del saber
académico, convirtiendo así el proceso educativo en un auténtico campo de creación de
elementos de expresión que no se reducen a uno solo, como por ejemplo el científico o el
artístico.

3. Componentes de la interacción didáctica: contexto, clima y sistema socio-


relacional, discurso, tarea formativa y agentes.
→ Contexto
Se presentan dos dimensiones: por una parte, una visión global (universal, regional) de
las líneas generales del contexto y de los grandes problemas de un mundo en
permanente cambio; por otro, y relacionada con aquella, el micro-contexto de cada aula,
entendido como el escenario formativo y de desarrollo del proceso de enseñanza-
aprendizaje.

El aula representa un nuevo grupo humano que, en un entorno físico concreto y en la


interacción con colegas y estudiantes, se va consolidando como un auténtico sistema
social que impulsa los sentimientos, expectativas, deseos, formas de sentir el saber y de
compartirlo, que orientan de una determinada forma el proyecto de vida compartido.

→ El clima y sistema socio-relacional


El clima se constituye como un ecosistema social envolvente de una institución y que
posibilita la convergencia de actitudes, percepciones, sentimientos, modalidades y
prototipos de interacción. Se concreta en la síntesis ambiental configurada entre los
participantes en el proceso formativo, que posibilita un estilo de interacción y de
protección compartida entre los implicados, resultante de las vivencias, experiencias y
del desarrollo de los proyectos y procesos de avance en las aulas y en los centros.

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Entre los factores que determinan el clima, se encuentran: el contexto de la
escuela/centro y del aula; los factores organizativos (por ejemplo, el sistema de
agrupamientos de los estudiantes); y las características de los docentes y estudiantes al
desarrollar la interacción.

El clima es la base de las relaciones que subyace al dominio de la coherencia social, al


conjunto de percepciones personales y recíprocas y al tipo de tareas que impulsan la
interacción entre estudiantes y profesorado. En síntesis, se resume en el conjunto de
relaciones y de acciones que intercambian los miembros del aula y cuyas razones
orientan los modos de ser, sentir e interactuar.

Las 5 dimensiones esenciales en que se divide el clima escolar son: seguridad,


relaciones, enseñanza-aprendizaje, el entorno institucional y el proceso de mejora
de la escuela.

Las relaciones que se articulan en el proceso enseñanza-aprendizaje están en tensión


entre dos polos opuestos (colaboración-competencia, confianza-desconfianza, cercanía-
distancia, igualdad-desigualdad, etc.), y es el profesor el que las identifica para modularlas
según convenga al proceso educativo y a la motivación de los estudiantes.

La diversidad de papeles que puede desempeñar el docente en un escenario de clase van


desde la oposición, a la cooperación, la dominancia o la sumisión.

→ Discurso
El discurso, en su amplitud de códigos y modalidades, representa el contenido sustantivo
de la interacción didáctica. Está constituido por un saber semántico que se comparte con
los alumnos de forma concreta según el contexto y el clima. Para hacer comprensible
cada función del discurso nos servimos de diferentes códigos parejos a ellas: verbal
(vinculado a la semántica del discurso); paraverbal (configurado sintácticamente; es la
base de la relación); y no-verbal (apoyo del cuerpo, con gestos, puesta en escena y
formas de comunicación).

El dominio del discurso formativo está directamente relacionado con la competencia


comunicativa (narrativa-explicativa, socrática, argumentativa, etc.), requiere de un

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dominio profundo del saber (integrado y complejo) y de un estilo relacional empático
y colaborativo. A ello hay que sumar un adecuado estilo pragmático que facilite la
comprensión (tono, timbre, expresión no verbal, selección de textos, vocabulario
asequible pero preciso, etc.).

El profesor debe mejorar su discurso, para lo cual requiere analizarlo y comprenderlo.


Se debe servir de instrumentos de recogida de datos de todo tipo (grabaciones incluso)
y de la interacción con los alumnos y sus compañeros para poder autoevaluarse y
coevaluarse.

La comunicación oral y escrita realizada en el proceso de enseñanza-aprendizaje ha de


estar integrada por las analogías e inferencias más representativas que necesitan
entender y utilizar los estudiantes. Por ejemplo, la lectura inferencial, que permite al lector
construir representaciones mentales para comprender el mensaje, sustituyendo,
añadiendo u omitiendo información del texto.

→ La tarea formativa
La tarea formativa constituye la labor más importante del docente; es la actividad que
sintetiza los elementos del discurso que ha empleado. La interacción es didáctica si
logramos que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleve a cabo en su globalidad y se
alcancen las competencias y los objetivos pretendidos. La tarea formativa ha de propiciar
los escenarios más pertinentes para que la institución educativa logre su misión y los
estudiantes afiancen la capacidad académica.

→ Los agentes de la interacción didáctica


Los agentes (los docentes, estudiantes y la comunidad educativa) no son propiamente
elementos de la interacción didáctica, sino que son los responsables de que tal
interacción sea realizada con un estilo innovador y se alcancen los objetivos esperados.

La práctica de la interacción ha de aprenderse y mejorarse permanentemente, dado


que este proceso requiere por parte de los docentes y estudiantes una toma de
conciencia de su sentido global y de cada uno de los elementos referidos,
sustancialmente del discurso y el dominio de los códigos y funciones de los mismos.
Docentes y estudiantes han de identificar qué procesos orientan la práctica formativa, qué
tareas la mejoran y singularmente qué métodos y medios hemos de emplear si deseamos

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que la interacción que desarrollamos sea colaborativa, enfática y facilitadora de la
formación integral de los estudiantes.

4. Métodos y medios para comprender e indagar la interacción didáctica


La interacción didáctica es una tarea esencialmente socio-comunicativa y compleja, por
lo que es necesario la aplicación de los métodos más coherentes para comprenderla bien
y para mejorarla continuamente.

Entre estos métodos señalamos: narrativa, autoobservación, co-observación, análisis


del contenido del discurso, grupos de discusión y el uso de programas de análisis
de datos cualitativos y cuantitativos. Adecuadamente combinados, estos métodos
propician el conocimiento de la práctica y de los procesos interactivos. El análisis de la
interacción consiste en que el docente (a) escoja un escenario de trabajo que se
cuestiona, (b) profundice en las interacciones que ocurre en él y (c) reflexione sobre
diversas metodologías y su posible combinación o complementariedad.

Señalamos algunos métodos para indagar en la interacción didáctica:


- trabajo en parejas de docentes
- utilizar alguna videocámara o grabadora
- emplear cuadernillos de campo
- construir un cronograma de indagación y reflexión
- auto, coobservación y comunidad de aprendizaje

→ Métodos de investigación para el análisis de la interacción


El conjunto de los componentes de la interacción nos evidencia que el desempeño de la
tarea formativa y la colaboración entre docentes y estudiantes, constituyen la base para la
investigación y planificación integrada en las aulas, desde la complementariedad y la
complicidad con los agentes del proceso de enseñanza-aprendizaje. Hemos de
profundizar en la construcción de un modelo de interacción comunicativo, empático
y potencialmente transformador de las múltiples situaciones humanas.

El método ha de ser creativo y centrado en la etnografía el aula. El docente ha de


integrar en la práctica profesional el uso riguroso y fundamentado de los métodos,
especialmente la narrativa y a la observación (narrar las experiencias interactivas más

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relevantes y profundizar en su significado, ampliándose y completándose con la
observación, tanto distante como participante), así como dominar las competencias
comunicativa, social e intercultural. Solo así podrá armonizar las relaciones y los
discursos durante los más diversos procesos interactivos.

5. Modelos y acciones para la mejora de la interacción didáctica: análisis y


prevención del acoso escolar
Los modelos aplicados a la mejora de la interacción didáctica son los empático-
colaborativos, basados en: 1) la capacidad del profesorado para comprender la amplitud
y complejidad de las relaciones sociales que se configuran entre los protagonistas de la
clase; 2) en la necesidad del empleo equilibrado de los códigos verbal, no verbal y
paraverbal; y 3) en un nuevo modo de seleccionar y adaptar los saberes y valores para la
formación integral de los estudiantes. Esta síntesis es la mejor garantía para desarrollar
modelos de empatía y de autocontrol emocional, mediante los cuales llevar a cabo
adecuadamente el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Este modelo se apoya en la colaboración, en la toma en común de decisiones y en el


reconocimiento mutuo del papel estimulador y potenciador de los docentes, a la vez que
en el avance en la implicación de todas las personas en el plan de trabajo de la clase y
el proyecto institucional, como medidas preventivas de las tensiones y relaciones
negativas entre los diferentes agentes. Las acciones que podemos llevar a cabo para
anticiparnos al acoso escolar son: diagnóstico del clima social del aula; análisis del
discurso empleado; identificación del tipo de liderazgo que desempeñamos; cohesión de
los estudiantes y sus relaciones; adaptación de los métodos a los estudiantes.

→ Diagnóstico del clima socio-relacional del aula: perfil de relaciones


El profesorado ha de conocer el tipo de relaciones que prevalecen en el aula (empatía,
colaboración, confianza, respeto, autonomía, igualdad, apertura, etc.), para proceder a
propiciar las más pertinentes para el desarrollo de la tarea formativa. Tenemos que
descubrir cuáles predominan entre los estudiantes y el profesorado para avanzar en la
mejora permanente de la empatía y confianza compartida.

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→ Análisis del discurso: ajustes y complementariedad sobre los códigos verbal, no
verbal y paraverbal
El conocimiento del discurso en sus múltiples códigos es esencial para comprender el
predominio de las relaciones y los aspectos más influyentes en el acoso. Por ello,
podemos anticipamos al maltrato si el tono, los gestos, los vocablos y las expresiones
habituales son adecuados y filtrados desde un estilo de pleno respeto a las personas que
puedan sufrir acoso.

→Identificación del tipo de liderazgo que desempeñamos


La organización y estructuración de las aulas requiere un tipo de liderazgo de carácter
democrático y empático, basado en la implicación de los docentes para desarrollar la
participación de los estudiantes, tener en cuenta sus diferentes emociones en el proceso
de enseñanza-aprendizaje y estimular su colaboración para generar un clima favorable al
trabajo formativo en las aulas.

El liderazgo ha de ejercerse desde un proceso de autocontrol, apoyo mutuo y desarrollo


de las habilidades sociales más pertinentes. La práctica del liderazgo se basará en la
toma de decisiones, en el diálogo y en el conocimiento mutuo de las vivencias y de los
papeles que cada estudiante asume en la clase.

La acción docente en clase ha de fundamentarse en un estilo de liderazgo democrático,


enfático y de toma de decisiones que tengan en cuenta un enfoque instructivo, curricular,
estructural, humano y micro-político, la complementariedad de los cuales propicia la
atención a cada estudiante como persona y el valor diferencial de los seres humanos en
la tarea educativa.

→Cohesión de los estudiantes y sus relaciones


La cohesión es entendida como la estrecha interacción que se establece entre los
miembros de una clase, centro y comunidad educativa. La tarea formativa ha de lograr
que las relaciones entre estudiantes, en coherencia con el desarrollo de la competencia
social, se basen en el respeto mutuo y el avance continuo, madurando como seres
humanos. Los estudiantes formados en un clima de respeto serán solidarios,
democráticos y con conciencia social y avanzarán en las relaciones positivas que se
pretenden, promoviendo un ambiente de diálogo y entendimiento.

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→Adaptación de los métodos a los estudiantes
Para prevenir las situaciones de acoso escolar, la metodología más acertada son los
métodos socializados de la enseñanza, que se sustentan en el aprendizaje colaborativo y
la cultura de cooperación: el aprendizaje en equipo, el diálogo y encuentro en micro
grupos, el diseño y ejecución de proyectos en común, la asamblea de clases, etc. Hemos
de lograr que cada estudiante se sienta miembro activo y corresponsable de su grupo de
clase y de las acciones de trabajo compartido, como base para el control de la violencia.
Las clases han de constituirse en escenarios de auténtica interacción y colaboración entre
todos sus miembros. Los estudiantes han de focalizar sus esfuerzos en la realización de
un proyecto común y evitar proyectar la tensión en otros miembros de la clase o colegas
del centro.

→Tipo de tareas desempeñadas en la clase


Los proyectos de trabajo socializado son una de las tareas más pertinentes para
promover el aprendizaje colaborativo y las situaciones de empatía en las actividades.
Las actividades propuestas han de ser creativas y estimuladoras del reconocimiento del
esfuerzo de cada estudiante como persona y como miembro de la comunidad, al sentirse
corresponsable del proyecto. Han de diseñarse con la colaboración de todos los
miembros y deben ser coherentes con las expectativas y estilos de aprendizaje de los
alumnos.
Las tareas pueden ser:
 Individualizadas: atañen al proyecto personal y vital de aprendizaje, para favorecer el
desarrollo personal. Estas tareas demandan un diseño autónomo, propiciador de la
iniciativa y ligado a las emociones, intereses y expectativas del aprendiz.
 Socializadas: trabajo en grupo para alcanzar la solución al problema o proyecto
acordado y fomento de la colaboración para alcanzar un aprendizaje cooperativo.
 Socio-laborales: basadas en la anticipación a los problemas, retos y necesidades
que la sociedad plantea, debiendo identificar las situaciones más representativas y
relevantes que requieran su colaboración como ciudadano crítico y responsable.

PREGUNTAS DE EXAMEN:
TEMA
- Describa con claridad los modelos y acciones que los docentes pueden llevar a
cabo para una mejora de la interacción didáctica. SEP11R

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PREGUNTA
- Describa los modelos y acciones que puede realizar un docente para la mejora de
la interacción didáctica. SEP16
- Defina la Interacción Didáctica y describa el modelo que mejor la represente.
FEB16R
- Describa razonadamente qué tipo de actuaciones tendría en cuenta como docente
para prevenir y anticiparse a problemas de acoso escolar en el aula.
FEB15R/SEP14/SEP13R/SEP12R

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