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Articulo 2
El Laboratorio Clínico en el diagnóstico
de Ehrlichiosis canina
Por Ana Noriega MVZ
biopet.laboratorio@yahoo.com
Junio.2012
La ehrlichiosis canina es causada por Ehrlichia canis, una bacteria Gram negativa, aeróbica,
pleomórfica e intracelular obligada, del orden Rickettsiales, familia Anaplasmataceae, genogrupo
Ehrlichia. Dentro de esta misma familia se encuentra el genogrupo Anaplasma, especie A. platys,
que por su semejanza morfológica cuadro clínico que ambas desarrollan, antes era considerado
dentro del genogrupo Ehrlichia, pero ahora están bien diferenciados genéticamente.
E. canis causa casi exclusivamente cuadros infecciosos en Canis familiaris (perros domésticos)
dejando abierta la oportunidad a una posible infección en la especie humana. Debido al ciclo
biológico de Ehrlichia, se hace más frecuente la transmisión de la bacteria a los perros domésticos,
ya que son ellos los hospedadores definitivos del ectoparásito Rhipicephalus sanguineus (la
garrapata marrón del perro), el cual es el hospedador transitorio de la bacterias, aunque no se
descarta que otras especies de garrapatas puedan actuar de igual modo.
El recurrir a pruebas de laboratorio clínico para lograr el diagnóstico definitivo de la enfermedad
es la opción más acertada, debido a que muchas veces los signos clínicos suelen ser poco
evidentes en los cuadros subclínicos, o estar vinculados a otros signos que se deben a procesos
degenerativos causados en los cuadros crónicos.
Por lo general, la patogénesis incluye un período de incubación que va de 1 a 3 semanas, y
dependiendo de numerosos factores desde inmunológicos hasta ambientales, el perro
manifestará el proceso infeccioso, ya sea con evidencia de cuadros febriles, hiporexia, apatía y
otros signos que solo un dueño cuidadoso y que tiene un contacto cercano con su mascota
notaría. Es en esta etapa aguda cuando logramos encontrar los cuerpos morulares
intracitoplasmáticos en linfocitos o monocitos, con poca probabilidad de hallar cuadros anémicos
o trombocitopenia debido a que aún no se producen los anticuerpos anti plaquetares (AAP) en
gran cantidad; la monocitosis se observa en un 75% de los casos. En cuanto a la actividad
bioquímica lo único trascendente e intrínsecamente relacionado a la enfermedad es la
hiperglobulinemia.
Luego, la fisión binaria bacteriana continuará, sin embargo, la actividad más intensa se desviará
hacia los macrófagos del sistema retículo endotelial, bazo y ganglios linfáticos, diseminándose de
esta manera los elementos bacterianos hacia otros órganos del cuerpo. Se considera que esta fase
aguda suele extenderse hasta por un mes, y si la mascota no recibe tratamiento o recibe un mal
tratamiento, entrará en la fase subclínica, que es la más peligrosa y constituye un verdadero
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desafío para el Médico clínico; ya que se estima que puede durar hasta 3 años, según el estado
inmunológico del paciente y reservas energéticas con las que cuente.
En la fase subclínica los períodos febriles desaparecen y la mascota se convierte en un portador
sano.
Este período se logra extender tanto debido a que E. canis es un invasor intracelular y al replicarse
pasa de célula a célula sin quedar expuesto al ambiente intercelular, por lo que se convierte en un
verdadero evasor del sistema inmune del paciente, que no logra producir un número apropiado y
una molécula perfecta de inmunoglobulina para atacar los escasos epítopes expuestos. Además,
se dan repetidas recombinaciones genéticas en la cepa que ingresó, más que nada en las proteínas
de membrana de la bacteria, confundiendo aún más al sistema inmunológico, sin que este logre
crear un pico alto y eficiente de reactividad.
Es en este período subclínico en el que se suele hallar en el frotis hematológico los neutrófilos
tóxicos, ya sea por citoplasma basofílico, o por gránulos citoplasmáticos tóxicos, y en la mayoría de
los casos los monocitos se mantienen espumosos. Los cuadros anémicos se van desarrollando
lentamente, de manera que por compensación fisiológica y toxicidad medular por lo general son
arregenerativos. Si existió hiperglobulinemia en la fase aguda, en este período ya no se observa;
mientras que en los pacientes sin ningún otro tipo de patología ni afección sí suele hallarse un
incremento de las transaminasas.
Si el paciente desarrolla la fase crónica ya sea posterior a la aguda o a la subclínica existe una
elevada probabilidad de muerte, ya que en esta fase la médula se encuentra hipoplásica,
observándose hematocritos tan bajos como de 8%, acompañados de pancitopenia.
En este nivel, los inmunocomplejos depositados en articulaciones y riñones, provocan insuficiencia
renal, por lo que en muchas ocasiones el paciente es atendido por el clínico como una falla renal o
una descompensación metabólica también causada por la postración y fallas multiorgánicas.
Por lo que, es importante que ante un caso confirmado de ehrlichiosis canina, se realicen todas las
pruebas bioquímicas y de electrolitos necesarias de acuerdo al cuadro clínico del paciente en
particular con la finalidad de realizar una terapéutica más eficiente.
De existir la oportunidad de instaurar tratamiento en estos pacientes, lo recomendable es realizar
medulograma para valoración medular y comprobar que la hipoplasia se deba a la ehrlichiosis
crónica y no haya desarrollado ningún tipo estancamiento en alguna serie blástica. En muchas
ocasiones, aún cuando no se encuentran presentes ya los cuerpos morulares en sangre periférica,
estos suelen parecer en las citologías de médula ósea.
Los kits comerciales destinados a determinar la existencia de inmunoglobulina G (IgG) anti E. canis
suelen contar con un muy buen punto de corte, de tal manera de detectan concentraciones muy
bajas de IgG. Estos kits utilizan la técnica de ELISA (enzyme‐linked immunosorbent assay) para
formar un compuesto con el anticuerpo tipo IgG existente en la muestra si esta es positiva, y el
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antígeno fijado en la almohadilla; para luego ser revelado mediante cromatografía, por lo cual el
procedimiento es denominado como inmunocromatografía.
Al utilizar esta técnica que se basa en la determinación de la molécula de IgG, es recomendable
que se realice en pacientes que ya cuenten por lo menos con 15 días de hacer iniciado el proceso
infeccioso, ya que es cuando los niveles de IgG son detectables.
Técnicas de ELISA comparada o inmunofluoresencia indirecta de anticuerpos (IFI) son test que
pueden utilizarse ya al día 7 del inicio de la infección, aunque si se obtienen títulos bajos o dentro
del límite inferior es recomendable repetir la prueba luego de 15 días para comprobar
seroconversión, la cual debe triplicar el valor inicial. El defecto de esta técnica prematura es que
dentro de los primeros 7 días de infección la IgG no es detectable, por lo que la técnica debe
utilizar IgM, y la misma ya no es significativa 15 días después, por lo que una muestra reactiva al
inicio suele transformarse en no reactiva, salvo que se realice la seroconversión en base a la IgG, la
cual no será detectable al día 7. Otro inconveniente con estas técnicas es que al ser más
específicas deben utilizar antígenos específicos de la cepa bacteriana aislada en el medio y
purificada, por lo que son técnicas que deben ser estandarizadas en cada país.
Los cultivos sanguíneos en células mononucleares DH82 ATCC CRL‐10389, o determinaciones
moleculares como reacción en cadena de la polimerasa (PCR), y western inmunoblot son
destinadas únicamente con fines científicos.
Lecturas sugeridas:
1. Hoyos Luis. Evaluación del examen hematológico en el diagnóstico de ehrlichiosis canina.
Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú ISSN 1609‐9117 versión impresa.
Diciembre 2007. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid
2. Pérez Miriam. Human Infection with Ehrlichia Canis Accompanied by Clinical Signs in
Venezuela. Noviembre 2010. http://onlinelibrary.wiley.com
3. Olivier, A. Molecular Detection of Anaplasma Platys in Dogs Using Polymerase Chain
Reaction and Reverse Line Blot Hybridization. Noviembre, 2003.
http://vdi.sagepub.com/content/15/6/527.short
4. Department of Veterinary Pathobiology, Center for Veterinary Health Sciences, Oklahoma
State University, Stillwater, OK 74078‐2007, USA. Noviembre 2010. Ehrlichiosis and
anaplasmosis in dogs and cats. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20933140
5. Rey, Jorge. Ehrlichia en Florida. University of Florida IFAS Extension. Publication
#ENY662S. Enero, 2009. https://edis.ifas.ufl.edu/in422
6. La Ehrlichiosis en el hombre: una infección emergente.
http://www.medicosecuador.com/espanol/articulos_medicos/ehrilichiosis_hombre_infec
cion_emergente.htm
7. Adrianzén Jorge. Seroprevalencia de la Dirofilariosis Y Ehrlichiosis canina en tres distritos
de Lima. Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú ISSN 1609‐9117 versión impresa.
Junio 2003. http://www.scielo.org.pe/scielo.ph
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