Película “Yo, Robot” y Psicología Cognitiva:

¿Se pueden crear robots idénticos a las personas?

Karla Montoya

22 mayo, 2019

Universidad Austral de Chile

Instituto de estudios Psicológicos

Teorías Cognitivo-Conductuales
La película “Yo, robot” se encuadra en la ciencia ficción distópica estadounidense producida el

2004, presenta ideas importantes sobre la evolución de la inteligencia artificial y la robótica a través

de los robots humanoides presentes en la cotidianidad, los cuales se rigen bajo las “tres leyes de la

robótica” logrando dar un análisis a su funcionamiento. El auge tecnológico legitimó las Ciencias

Cognitivas, las cuales comienzan a explicar la mente y los modelos neuronales desde procesos

computacionales y mecanicistas siendo una revolución en la forma de entender la mente para la

época. ¿Será que realmente se pueden crear robots idénticos a las personas?

En contexto desde la evolución de las tecnologías y la aparición de las computadoras, los

científicos advirtieron la similitud de la mente humana con un sistema de cómputo, es decir, que el

funcionamiento de recogida de información, manipulación, almacenamiento, recuperación, etc. se

podía presenciar en el equipamiento y soporte lógico digital (software), dando paso así a nuevas

teorías, incluso a una ciencia de la mente postulado principalmente por Turing.

Las Psicología Cognitiva es una rama de las ciencias cognitivas, estudia cómo conocemos y

entendemos la mente, es decir, se enfoca en los procesos mentales superiores, como la memoria de

trabajo. Como señala Reviere (1987): “La Psicología cognitiva es, en realidad, una de las

manifestaciones más claras y genuinas del Zeitgeist científico, la organización tecnológica y ciertos

intereses productivos dominantes en las sociedades tecnológicamente más desarrolladas en la

segunda mitad de nuestro siglo” (p.16). Con Zeitgeist hace referencia al clima intelectual.

Se presentan diferentes temas interesantes para abordar en la película, uno principal es la

Inteligencia Artificial presente en los robots humanoides. En la película se vislumbra el logro de

imitar el modo de operar del sistema nervoso a través de la tecnología, se presentan robots con un

sistema de respuestas de acción programadas y en cada versión mejorada más parecido al humano.
Si bien es ciencia-ficción, es sumamente interesante ver como se presenta un modelo base para una

posible realización y es necesario avanzar aún más en la tecnología.

La psicología de los robots no es perfecta, ya que al fin y al cabo están creados por los humanos,

basándose en sus valores y en sus concepciones de inteligencia. Pero si se llegó a una gran similitud,

por ejemplo: cuando las personas se ven en situaciones de imposibilidad caen en una angustia y

negatividad que incapacita enfrentarse a la situación, en los robots igual ocurren a través de

desórdenes de conexiones.

Otro tema clave en la película y la teoría, es la interrogante ¿pueden pensar las máquinas? En la

película se muestra como uno de los robots es creado con capacidades diferentes tales como guardar

secretos, soñar, aprender por observación, creatividad, estrategia, etc. siendo el caso que rompe las

reglas de la robótica. Ciertamente no se puede tener una postura extremista al negar la posibilidad

de que esto suceda, sin embargo, existe un punto primordial en esta aseveración y es que estos

procesos no se basan solo en conexiones eléctricas, va más allá de una copia mecánica de las

conexiones neurológicas, por ende, imposibles de reproducir en un algoritmo.

Pero ¿qué sucedería si las maquinas finalmente alcanzan al hombre?, después de todos somos

humanos y podemos equivocarnos en nuestras predicciones; la sustitución de la fuerza laboral

humana ya es cuestión de realidad, muchas empresas disminuyen sus costos en personal y

aumentan el uso de maquinarias, ahora bien, si existen robots humanoides ideales y perfeccionados,

puede que la humanidad llegue a ser reemplazada. En relación a esto Turing (1950/2010): “Nos

gusta creer que el hombre es sutilmente superior al resto de la creación. Es mejor si se puede

demostrar que es necesariamente superior, ya que entonces no hay peligro de que pierda su posición

de mando” (p.10).
Bibliografía

Reviere, A. (1987). El sujeto de la psicología cognitiva. Madrid: Alianza.

Turing, A. (2010). Maquinaria computacional e inteligencia. (Cristóbal Fuentes, trad.). (Obra

original publicada en 1950).