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CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

Magistrada ponente

SL4982-2017
Radicación n.° 48974
Acta 12

Bogotá, D. C., cinco (5) de abril de dos mil diecisiete


(2017).

Decide la Corte el recurso de casación que interpuso la


EMPRESA COLOMBIANA DE PETRÓLEOS S.A.
-ECOPETROL S.A., contra la sentencia proferida el 25 de
junio de 2010 por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bucaramanga, en el proceso ordinario
que MARCEL DE JESÚS MALDONADO MORA adelanta en
su contra.

Se reconoce personería a la doctora Claudia Wilches


Rojas, como apoderada de la parte recurrente Ecopetrol
S.A., en los términos y para los efectos del memorial que
obra a folio 83 del cuaderno de la Corte.
Radicación n.° 48974

I. ANTECEDENTES

Con la demanda inicial solicitó el actor, que se


condene a Ecopetrol S.A. a reconocer en forma vitalicia «la
pensión proporcional legal de jubilación» a partir del 28 de
julio de 2006, debidamente indexada. Así mismo, se ordene
el pago de los reajustes anuales de ley, las mesadas
pensionales y adicionales causadas, los intereses
moratorios y las costas del proceso.

Como fundamento de esos pedimentos, argumentó que


laboró para la empresa demandada durante 17 años, 2
meses y 22 días, desde el 22 de enero de 1968 hasta el 27
de agosto de 1985, fecha en la que se retiró
voluntariamente; que el último salario básico que devengó
ascendió a la suma de «$1.463.04 (sic) diarios» sin incluir
primas y factores salariales convencionales a los cuales
tenía derecho; que estuvo afiliado a la Unión Sindical
Obrera USO y, por tanto, era beneficiario de la convención
colectiva vigente para la data de su retiro; que nació el 28
de julio de 1946; que nunca estuvo afiliado a un fondo de
pensiones por parte del empleador; que la demandada
actúa como entidad de previsión social para efectos del
pago directo de pensiones de conformidad con los artículos
1 y 2 de la Ley 33 de 1985 y el Decreto 807 de 1994, «por
tener un régimen pensional propio de origen convencional y
reglamentario exceptuado del Sistema General de seguridad
social a (sic) virtud de los dispuesto en el artículo 279 de la

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Ley 100 de 1993», y que agotó la reclamación administrativa


(f.° 3 a 40).

Ecopetrol S.A. al dar respuesta a la demanda, se


opuso a las pretensiones. Aceptó los hechos relacionados
con la existencia del vínculo laboral, sus extremos
temporales, el retiro voluntario del actor, su falta de
afiliación a pensiones y su carácter de entidad de previsión
social para efectos del pago directo de pensiones. En su
defensa expuso que para la fecha en que el accionante se
retiró voluntariamente de la empresa, no reunía los
requisitos legales para obtener la pensión de jubilación
solicitada de conformidad con lo establecido en el artículo
260 del Código Sustantivo de Trabajo y el artículo 109 de la
convención colectiva de trabajo suscrita con la USO y
vigente para el año 1985. Propuso como excepciones las de
inexistencia de la obligación y prescripción (f.° 115 a 122).

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Laboral del Circuito de Barrancabermeja,


en sentencia de 19 de diciembre de 2008, adicionada el 25
de febrero del mismo año, resolvió (f.° 328 a 335):

PRIMERO: DECLARAR que entre MARCEL DE JESUS (sic)


MALDONADO MORA en calidad de trabajador y ECOPETROL
S.A. en calidad de empleador, existió un contrato de trabajo a
termino (sic) indefinido desde el 22 de enero de 1968 hasta el 27
de agosto de 1985 y que se dio por terminado por retiro
voluntario del trabajador.
SEGUNDO: DECLARAR que MARCEL DE JESUS (sic)
MALDONADO MORA tiene derecho a la pensión proporcional de
jubilación por el tiempo laborado en la demandada ECOPETROL

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S.A. en los términos previstos en la ley, previa indexación de la


primera mesada pensional, conforme a lo motivado.

TERCERO: ORDENAR a ECOPETROL S.A. que reconozca y


pague a MARCEL DE JESUS (sic) MALDONADO MORA la pensión
proporcional de jubilación de acuerdo al tiempo laborado en tal
empresa. Dicha pensión debe pagarse en forma retroactiva y
vitalicia desde el 28 de julio de 2006.

Dichas sumas de dinero deben pagarse de forma indexada y


actualizada.

CUARTO: ORDENAR a ECOPETROL S.A. que le pague al


demandante además de las mesadas pensiónales (sic)
ordinarias causadas y pendientes por pagar y las que en el
futuro se causen, las mesadas y primas adicionales, reajustes
pensiónales (sic) y demás derechos legales y convencionales que
la calidad de pensionado le otorgue al demandante.

QUINTO: CONDENAR en costas a la parte demandada. (…).

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Al resolver el recurso de apelación que interpuso la


demandada, la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bucaramanga, el 25 de junio de 2010
confirmó la sentencia del a quo y gravó con costas al
impugnante (f.º 369 a 390 del cuaderno del Tribunal).

Señaló que eran aspectos no controvertidos, los


extremos del vínculo laboral comprendidos entre el 22 de
enero de 1968 y el 27 de agosto de 1985, por espacio de 17
años, 2 meses y 22 días, así como el retiro voluntario del
actor.

Tras reproducir los artículos 1 y 111 de la convención


colectiva de trabajo vigente en Ecopetrol de 1985 a 1987,
adujo que conforme a tales postulados el recurrente no

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cumplió los requisitos exigidos para acceder a la pensión


restringida de jubilación porque no fue despedido sin justa
causa; así, advirtió que existe un vacío normativo frente al
acto voluntario de retiro, después de determinado tiempo de
servicios.

En esa perspectiva, precisó que como «la convención


remite en el gobierno de los contratos de trabajo de Ecopetrol
a todas las disposiciones del Código Sustantivo de Trabajo y
las que lo adicionan o modifican», era necesario verificar si
en las normas que «reglamentan las relaciones individuales
de trabajo», existe disposición que regule «el supuesto fáctico
que trae el demandante en soporte de su aspiración».

Criticó que el a quo hubiera basado su decisión en el


artículo 267 del Código Sustantivo de Trabajo porque desde
antes de que terminara el contrato de trabajo de Maldonado
Mora ya había sido derogado por la Ley 171 de 1961;
trascribió el artículo 8 de esta normativa y reiteró que el
artículo 111 de la convención colectiva de trabajo no
consagró la pensión restringida por retiro voluntario, luego,
afirmó:

el derecho a la pensión restringida de jubilación del demandante


es de índole legal, por haber completado (…) 17 años, 2 meses y
22 días al servicios de la empresa demandada, y retirarse
voluntariamente de la misma, prerrogativa que se reconocerá
desde que cumplió 60 años de edad.
Con apoyo en la sentencia CSJ SL, 21 sep. 2006, rad.
29406, explicó que en el sub lite el actor causó su derecho a
la pensión restringida de jubilación el 27 de agosto de 1985

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cuando voluntariamente renunció, después de más de 17


años de servicio, y que su derecho al disfrute de la
prestación surgió el 28 de julio de 2006, al cumplir los 60
años de edad.

Finalmente, en torno a la indexación de la primera


mesada pensional estableció su procedencia, y tras efectuar
los cálculos pertinentes, profirió condena en concreto.

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la demandada, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende la accionada que la Corte case totalmente la


sentencia recurrida para que, en sede de instancia, revoque
el fallo de primer grado y, en su lugar, la absuelva de las
pretensiones incoadas en su contra.

Con tal objeto, formula tres cargos que no fueron


objeto de réplica oportuna.

VI. CARGO PRIMERO

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Acusa la sentencia de segunda instancia de aplicar en


forma indebida «los artículos 1, 13, 14, 55, 127, 128, 129,
130 (modificados por los artículos 14, 15, 16 y 17 de la Ley
50 de 1990, respectivamente, 127, 128, 129; 132, 172 192;
249 a 254; 260 a 276; 306 a 308; 467 y 468 del Código
Sustantivo de Trabajo, 61 del Código de Procedimiento
laboral (sic) en relación con los artículos 1757 y 1618 del
Código Civil».

Sostiene que el Tribunal incurrió en los siguientes


errores de hecho:

1. Dar por establecido, sin estarlo, que dentro del régimen


pensional establecido en la Convención Colectiva de Trabajo
existe un vacío respecto del retiro voluntario de los
trabajadores afiliados a dicho Estatuto Convencional para
efectos del reconocimiento de una pensión proporcional de
jubilación;

2. Dar por demostrado, sin estarlo, que en virtud de lo


establecido en el artículo 1º de la Convención Colectiva de
Trabajo una pensión de carácter extralegal puede mutar en
una [de] índole legal;

Señala que a dichos yerros arribó el juez de alzada,


debido a «la falta de apreciación y/o apreciación errónea de
la respuesta a la reclamación administrativa (folio 62 a 63) y
la convención colectiva 1985-1987».

Para demostrar el primer error, señala que el ad quem


interpretó las normas convencionales sin atender la
intención de quienes la celebraron, e impuso a Ecopetrol
obligaciones que van más allá de las previstas en el estatuto
convencional.

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Afirma que el Tribunal «debió respetar» las


disposiciones contenidas en ese instrumento colectivo, en
especial sus artículos 109 y 111 que, de haber apreciado
con acierto, le habrían permitido advertir que las partes no
acordaron la pensión proporcional por retiro voluntario.

Frente al segundo yerro, afirma que es equivocado el


alcance que le dio al artículo 1 de la convención, a partir del
cual concluyó que en la empresa pueden coexistir dos
regímenes pensionales, uno de carácter convencional y otro
de naturaleza legal, con lo cual le impuso a Ecopetrol
obligaciones que van más allá del texto normativo y de la
intención de las partes que suscribieron la convención.

VII. CONSIDERACIONES

Le corresponde a la Sala dilucidar, si pese a la


existencia de un régimen pensional propio en Ecopetrol,
derivado del acuerdo colectivo entre las partes, se puede
imponer vía judicial, una pensión de carácter legal.

Así lo entiende la Corte, en cuanto la alegación del


recurrente gira en torno a que el juez de apelaciones no
podía desconocer la voluntad e intención que tuvieron las
partes al fijar el contenido de las cláusulas convencionales,
dentro de las cuales no se incluyó la pensión restringida de
jubilación por retiro voluntario.

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1. EL TEXTO CONVENCIONAL

Las normas que impetró el ad quem en su proveído y


que la censura acusa, fueron interpretadas sin atender la
intención de las partes que suscribieron el acuerdo
colectivo, son del siguiente tenor:

Artículo 1. La presente Convención Colectiva de Trabajo (…) fija


las normas que regirán los contratos individuales de trabajo
durante su vigencia, (…). A ella se consideran incorporadas
todas las disposiciones legales pertinentes y en especial las del
Código Sustantivo de Trabajo y las leyes que lo adicionan o
modifican, que son las que se aplican en la Empresa Colombiana
de Petróleos.

Artículo 111. Todo trabajador que tenga diez (10) o más años de
servicios en la Empresa, y que sea despedido sin justa causa,
tendrá derecho al pago proporcional del pago de la pensión de
jubilación, correspondiente al tiempo trabajado si ha cumplido la
edad fijada en esta convención o una vez la cumpla. [50 años].

Del análisis de su contenido, en lo que al sub lite


corresponde, para la Corte es claro: (i) que los contratos de
trabajo de servidores de Ecopetrol, se rigen por las normas
de la convención colectiva y por todas las disposiciones
legales pertinentes; y (ii) que dicho instrumento colectivo no
estableció la pensión restringida de jubilación por retiro
voluntario, tal y como lo consagró la Ley 171 de 1961,
vigente a la data de la terminación del contrato de trabajo
del actor.

2. EL CARÁCTER NORMATIVO DE LAS CONVENCIONES

COLECTIVAS DE TRABAJO

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Las convenciones colectivas de trabajo son el resultado


del acuerdo mancomunado de la voluntad de las partes, a
través del cual se pactan normas de las que derivan
derechos y obligaciones para regular sus relaciones sociales
durante la vigencia de los contratos de trabajo y, en algunos
casos, después de su culminación -conforme ocurría antes
de la enmienda constitucional de 2005-, con los regímenes
pensionales que en la mayoría de los casos se establecían
con particularidades propias, en uno y otro caso, bajo el
entendido de que lo pactado no puede afectar los derechos
mínimos establecidos en la ley; por el contrario, dichos
acuerdos propenden por mejorar o superar las garantías y
beneficios que las leyes otorgan a los trabajadores.

De ahí que la convención colectiva de trabajo haya


sido reconocida por antonomasia por la jurisprudencia
como una fuente autónoma de derecho, en tanto que, a la
par con la ley, los reglamentos, el laudo arbitral y otras
normas laborales, establece derechos, obligaciones, deberes
y facultades de los sujetos de la relación de trabajo,
conclusión que también encuentra asidero en los Convenios
98 y 154 de la OIT, en los que se define el derecho de
negociación colectiva como uno de los procedimientos
voluntarios idóneos de reglamentación, a través de
acuerdos colectivos. Así, lo ha sentado en múltiples
oportunidades la doctrina de esta Sala, entre otras, en las
sentencias SL9561-1997; SL15987, SL16556 y SL16944,
todas de 2001, CSJ SL15605-2016, y más recientemente en
sentencia CSJ SL4934-2017.

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Entonces, como el contrato colectivo producto de la


autonomía de la voluntad de las partes mediante el cual sus
suscriptores dictan disposiciones que constituyen verdadero
derecho objetivo con efectos vinculantes -como bien lo
entiende el recurrente según lo expuesto en el eje central de
su ataque-, sus contenidos rebasan las facultades del juez
del trabajo a quien le está vedado desconocerlos; así
también lo adoctrinó recientemente la Sala en la sentencia
CSJ SL3563-2017, no obstante lo cual, dicha orientación
no aplica en el sub lite en los términos que lo sugiere la
censura, conforme se explica a continuación.

3. CONCURRENCIA DE NORMAS LEGALES CON NORMAS

CONVENCIONALES

Para abordar este tema precisa recordar que el ad


quem, al confirmar la decisión de primera instancia adujo
que «la pensión restringida de jubilación del demandante es
de índole legal, por haber completado (…) 17 años, 2 meses y
22 días al servicios de la empresa demandada, y retirarse
voluntariamente de la misma». A esa conclusión arribó luego
de revisar que el régimen pensional previsto en la
convención colectiva de trabajo vigente para entonces en la
empresa demandada, no contempló esos supuestos fácticos
de la pretensión.

Por su parte, la censura aduce que el Tribunal no


respetó los contenidos de ese acuerdo colectivo, en tanto
«dentro de la normatividad (sic) existente las partes por

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voluntad propia habían acordado un régimen pensional


propio, que no se podía tergiversar ni contradecir y menos
aún desconocer, el cual no contempló la existencia de una
pensión proporcional por retiro voluntario después de 15
años de servicio».

Esa alegación del recurrente no la comparte la Sala,


porque si bien es cierto la convención colectiva suscrita
entre empresa y sindicato, goza de autonomía y es fuente de
obligaciones y derechos, también lo es que junto con otros
instrumentos normativos, integra el estatuto laboral de la
empresa, tal y como se plasmó en su artículo 1 según el
cual, «[a] ella se consideran incorporadas todas las
disposiciones legales pertinentes y en especial las del Código
Sustantivo de Trabajo y las leyes que lo adicionan o
modifican (…)».

Desde esta perspectiva, los contenidos normativos de


la convención no implican ni pueden conducir a la negación
de los derechos legalmente consagrados en favor de los
trabajadores, pues como se dijo a espacio, dichos acuerdos
están previstos para mejorar y superar los mínimos
establecidos en el ordenamiento laboral en favor de los
trabajadores, más no para establecer expresa o tácitamente
su extinción.

En ese orden, como la convención colectiva que regía


en la empresa a 27 de agosto de 1985 no consagró la
pensión restringida de jubilación por retiro voluntario, era

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necesario acudir a los estatutos legales que sí la


establecieron y que para entonces se encontraban vigentes,
esto es, al artículo 8 de la Ley 171 de 1961. Así es, no solo
porque como ya se dijo, la misma convención incorporó
expresamente las normas legales pertinentes, sino porque
sería inaceptable entender que el acuerdo colectivo derogó
la norma legal o perpetuó un tratamiento inequitativo y
menos favorable orientado a reducir los derechos
consagrados por el legislador en favor del trabajador.

Tal entendimiento no resulta admisible, ni siquiera


bajo el entendido de que el régimen pensional de la
demandada es de los exceptuados del sistema general,
según lo dispuesto por el artículo 279 de la Ley 100 de
1993, conforme lo adoctrinó el Tribunal Constitucional en
la sentencia C-461-1995 y lo dijo también esta Sala de la
Corte Suprema de Justicia en reciente providencia, en la
que se discutió el derecho pensional por invalidez de un
trabajador de Ecopetrol (CSJ SL5011-2016).

De otra parte, bien precisa afirmar que el accionante


adquirió su derecho a la pensión restringida de jubilación
desde el 27 de agosto de 1985 cuando por decisión
voluntaria decidió terminar su contrato de trabajo después
de 17 años, 2 meses y 22 días de servicio, cuyo disfrute
estaba simplemente a la espera del cumplimiento de la
edad, lo que significa que a la luz del artículo 53 de la
Constitución Política, tal circunstancia tampoco podía

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pasar inadvertida al momento de proferir la resolución


judicial del litigio.

De manera que conforme a lo dicho, el Tribunal no


desconoció la convención colectiva de trabajo ni mutó el
régimen extralegal por el legal, pues su decisión tuvo como
asidero a más del instrumento colectivo, las normas legales
y los principios rectores y tuitivos del derecho laboral
previstos en favor del trabajador.

El cargo no prospera.

VIII. CARGO SEGUNDO

Acusa la sentencia recurrida de aplicar indebidamente


«los artículos 1º, 11, 12 y 17 de la Ley 6ª de 1945, 8º de la
Ley 171 de 1961, y 260, 261, 262, 267, 467, 468 y 469 del
Código Sustantivo del Trabajo, en relación con los artículos
14, 36 y 141 de la Ley 100 de 1993; 8º de la Ley 153 de
1887; 1613 a 1617, 1627 y 1649 del Código Civil; 1, 13, 14,
55, 127, 128, 129, 130 (modificados por los artículos 14, 15,
16 y 17 de la Ley 50 de 1990, respectivamente, 127, 128,
129; 132, 172 a 192; 249 a 254; 260 a 276; 306 a 308 del
Código Sustantivo de Trabajo; del Decreto 2127 de 1945; 2º
de la Ley 6ª de 1945; 2º, 3º, 4º de la Ley 77 de 1959; 3º del
Decreto Ley 3130 de 1968; 70 a 74 del Decreto 1848 de
1969; 7º de la Ley 33 de 1971; 2º y 8º de la Ley 10 de 1972;
1º del Decreto 678 de 1972; 1º del Decreto 1229 de 1972; 1º
y 4º de la Ley 37 de 1973; 1º de la Ley 4ª de 1976; 44 de la

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Ley 14 de 1984; 10 de la Ley 50 de 1985; 16 de la Ley 75 de


1986; 1º de la Ley 171 de 1988; 21 del Decreto 2967 de
1991 y 307 del Código de Procedimiento civil».

Para su demostración refiere que acepta los


presupuestos fácticos en que se sustentó el fallo proferido
por el Tribunal; bajo la misma orientación del primer cargo
ataca la sentencia, a lo que, en síntesis agrega, que «al
confirmar la decisión del a-quo respecto de la condena por
intereses moratorios aplico (sic) indebidamente el artículo
141 de la ley 100 de 1993, (…) porque el derecho del actor se
causó el 27 de agosto de 1985 (…) antes de entrar en
vigencia [la citada ley] y en segundo lugar porque la
convención colectiva de trabajo no considera esa previsión».

IX. CONSIDERACIONES

Frente a los nuevos argumentos con los que la censura


cuestiona la sentencia, basta precisar que el juez a quo no
condenó por concepto de intereses moratorios, de manera
que al confirmar esa decisión, el ad quem no incurrió en el
dislate que se le atribuye.

El cargo se desestima.

X. CARGO TERCERO

Acusa la sentencia de segundo grado de interpretar


erróneamente «los artículos 8° de la Ley 153 de 1887; 11 de

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la Ley 6ª de 1945; 4, 19, 467 y 468 del C.S. del T.; 14 y 36


de la Ley 100 de 1993; 41 del Decreto 692 de 1994; 1613,
1614 [,] 1626 y 1649 del C.C.; en relación con los artículos
13, 29, 48 y 53 de la Constitución Nacional».

En su demostración, precisa que no confuta las


conclusiones fácticas de la sentencia y, centra su ataque,
en la condena a la indexación de la primera mesada
pensional porque en su entender, no es coherente con el
propio dicho del Tribunal y carece de todo fundamento
fáctico y jurídico, dado que la prestación surgió a partir del
año 1985 antes de la entrada en vigencia de la Constitución
Política de 1991, de manera que no es procedente, máxime
que se trata de una asignación de origen convencional y no
legal.

XI. CONSIDERACIONES

Para resolver la acusación, basta señalar que esta Sala


de Casación mediante la sentencia CSJ SL736-2013, luego
de efectuar un recuento jurisprudencial acerca de la figura
de la indexación, concluyó: (i) que la pérdida del poder
adquisitivo de la moneda es un fenómeno que puede afectar
a todos los tipos de pensiones por igual; (ii) que al no existir
prohibición expresa alguna por parte del legislador, de
indexar la primera mesada causada con anterioridad a la
entrada en vigencia de la Constitución Política de 1991, no
hay cabida para hacer discriminaciones fundadas en la
naturaleza de la prestación o en la fecha de su

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reconocimiento y (iii) que cualquier diferenciación al


respecto, resulta injusta y contraria al principio de
igualdad.

Así las cosas, la nueva tesis de esta Sala, sostiene que


resulta viable la actualización del salario que sirve de base
para calcular el monto inicial de la mesada pensional,
incluso respecto de aquellas jubilaciones causadas con
anterioridad al 7 de julio de 1991 y su respaldo, se finca en
la existencia de otros parámetros, igualmente válidos, como
lo son la equidad, la justicia y los principios generales del
derecho, que gozan de fuerza normativa, en los términos de
los artículos 8 de la Ley 153 de 1887 y 19 del Código
Sustantivo de Trabajo.

En efecto, en la aludida sentencia CSJ SL736-2013,


reiterada, entre otras, en sentencia CSJ SL736-2013, la
Sala asentó su nuevo criterio en los siguientes términos:

De todo lo expuesto, la Sala concluye que la pérdida del poder


adquisitivo de la moneda es un fenómeno que puede afectar a
todos los tipos de pensiones por igual; que existen fundamentos
normativos válidos y suficientes para disponer un remedio como la
indexación, a pensiones causadas con anterioridad a la vigencia
de la Constitución Política de 1991; que así lo ha aceptado la
jurisprudencia constitucional al defender un derecho universal a
la indexación y al reconocer que dichas pensiones producen
efectos en vigencia de los nuevos principios constitucionales; que
esa posibilidad nunca ha sido prohibida o negada expresamente
por el legislador; y que, por lo mismo, no cabe hacer
diferenciaciones fundadas en la fecha de reconocimiento de la
prestación, que resultan arbitrarias y contrarias al principio de
igualdad.

Todo lo anterior conlleva a que la Sala reconsidere su orientación


y retome su jurisprudencia, desarrollada con anterioridad a 1999,
y acepte que la indexación procede respecto de todo tipo de

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pensiones, causadas aún con anterioridad a la vigencia de la


Constitución Política de 1991.

En ese contexto, el Tribunal no cometió el yerro jurídico


que se le endilga pues al margen de que la pensión haya
sido reconocida antes o después de la vigencia de la
Constitución Política de 1991, es procedente la indexación
del ingreso base de liquidación de la prestación.

El cargo no prospera.

Sin costas en casación por cuanto el recurso


extraordinario, no fue objeto de réplica.

VIII. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando Justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO CASA
la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 25 de junio de
2010, en el proceso ordinario que MARCEL DE JESÚS
MALDONADO MORA adelanta contra la EMPRESA
COLOMBIANA DE PETRÓLEOS S.A., ECOPETROL S.A.

Sin costas.

Notifíquese, publíquese y devuélvase al Tribunal de


origen.

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GERARDO BOTERO ZULUAGA


Presidente de la Sala

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

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