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LÍDERES AMADOS POR DIOS EN TIEMPOS DE

CRISIS
Estudio del libro De Jueces Y Rut
Por Carlos H. Marroquín Vélez
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CONTENIDO
Introducción
LECCIÓN No. 1 “DEJARON A JEHOVÁ, Y ADORARON A BAAL”
LECCIÓN No. 2 “Y JEHOVÁ LES LEVANTO UN LIBERTADOR”
LECCIÓN No. 3 “EN MANO DE MUJER VENDERÁ JEHOVÁ A SISARA”
LECCIÓN No. 4 “EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VINO SOBRE GEDEÓN”
LECCIÓN No. 5 “Y ELIGIERON A ABIMELEC POR REY”
LECCIÓN No. 6 “Y EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VINO SOBRE JEFE”
LECCIÓN No. 7 “TOLA, JAIR, IBZÁN, ELÓN Y ABDÓN”
LECCIÓN No. 8 “NAZAREO A DIOS DESDE SU NACIMIENTO”
LECCIÓN No. 9 “JEHOVÁ YA SE HABÍA APARTADO DE ÉL”
LECCIÓN No. 10 “TOMASTEIS MIS DIOSES QUE YO HICE”
LECCIÓN No. 11 “JAMÁS SE HA HECHO NI VISTO TAL COSA”
LECCIÓN No. 12 “TU PUEBLO SERÁ MI PUEBLO, Y TU DIOS MI DIOS”
LECCIÓN No. 13 “SEAS ILUSTRE EN EFRATA Y SEAS DE RENOMBRE EN
BELÉN”

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL LIBRO DE LOS JUECES

El Libro de los Jueces describe el período turbulento en la historia de Israel entre la


muerte de Josué, el conquistador de la Tierra Prometida, y la monarquía. Puede haber
sido escrito alrededor de 980 a. C. La observación repetida de que “no había rey en
Israel”, Jue. 17:6; 18:1; 19:1; 21:25, muestra que el autor miraba en retrospectiva desde
el tiempo de la monarquía, y atribuía el desorden del período anterior a la ausencia del
gobierno firme de un rey.

Al discutir la duración del período de los jueces, surgen las preguntas:

a. ¿Cubrieron las dominaciones extranjeras todo el territorio de Israel o


sólo algunas regiones?
b. ¿Fueron sucesivos los períodos de los jueces, o actuaron dos o más de
ellos simultáneamente en diferentes?

Para ubicarnos en el tiempo se fija la fecha aproximada de 1200 a. C. para el gobierno


de Otoniel, el primer juez.

Jueces 2:7-19 resume los rasgos de todo este trágico período:

1. La fidelidad de Israel mientras vivió Josué y los ancianos que lo


sobrevivieron, quienes eran testigos de los milagros del Éxodo, de la
peregrinación por el desierto y de la conquista.
2. El surgimiento de una nueva “generación que no conocía a Jehová, ni la
obra que él había hecho por Israel”.
3. La apostasía de Israel al hacer lo malo, servir a los baales y provocar a
ira a Jehová.
4. El fracaso de Israel al no poder ya vencer a sus enemigos, tener la mano
de Jehová contra ellos para mal y sufrir una dura aflicción.
5. El levantamiento de jueces que los liberaban una y otra vez de sus
opresores.
6. La obstinación en no oír a sus líderes, sino corromperse cada vez más
que sus padres.

El libro de los Jueces deriva su nombre del término usado para describir las
actividades de sus personajes líderes. Estos hombres (y por supuesto, Débora) poseían
cualidades destacadas de liderazgo que eran consideradas como un resultado del
Espíritu de Dios quien venía sobre ellos. La evidencia más espectacular de esta
posesión, y por lo tanto, la que posiblemente se recordaría más por la posteridad, era la
destrucción del yugo de un opresor. Otras cualidades asumían prominencia cuando la
emergencia nacional terminaba, y quienes manifestaban esos dones eran respetados y
buscados por aquellos que tenían necesidad de consejo o mediación.

Hay tres características comunes a todos los jueces:

1. Ellos fueron llamados por Dios.


2. Fueron dotados de poder para realizar su tarea.
3. Eran personajes desconocidos, “lo débil del mundo... lo menospreciado”
(I Cor. 1:27,28), y no los prominentes, los de influencia, los poderosos.

Un tema que surge inevitablemente es el del carácter de algunos de los líderes que
Dios levantaba como jueces. Vistos desde la perspectiva del Nuevo Testamento y la
moral cristiana, algunos de los jueces nos parecen muy lejos de las normas de la piedad
y la vida santa. A ello podemos responder que vivieron en tiempos difíciles, cuando la
enseñanza de la Ley estaba muy descuidada.

Hubo ocasiones en que los jueces no eran dignos de encomio: Gedeón, en el proceso
de librar a la nación, aprovechó la oportunidad para arreglar una disputa sangrienta, Jue.
8:18-21; Jefté aparece como un oportunista con un escaso conocimiento de los
requerimientos del Señor; mientras que algunas de las hazañas de Sansón a menudo han
sido comparadas con meras bromas pesadas. Estos hechos en sí son importantes como
evidencia de la decadencia moral y espiritual de aquella época.

Hay un ciclo repetitivo que ocurre hasta los primeros cinco jueces:

1. Los hijos de Israel hacían lo que era malo a los ojos del Señor.
2. El Señor los entregaba en manos de un opresor.
3. En su angustia ellos clamaban al Señor.
4. El Señor levantaba a un libertador.

Esto también ha sido resumido así:


o Apostasía, servidumbre, súplica y liberación.
o Pecado, servidumbre, aflicción y salvación.
o Rebelión, rechazo, arrepentimiento y restauración.

Este ciclo cesa después de Jue. 16:31, pues, desde el tiempo de Abimelec en adelante,
la tierra de Israel ya no recupera su paz, la liberación es menos completa. Jefté falla
donde Gedeón había tenido éxito al evitar la guerra civil. Sansón ya no efectuó una
liberación real de los filisteos.

El episodio de Abimelec, Jue. Cap. 9, testifica de las condiciones en la vecindad de


Siquem, donde la adoración a Baal era dominante. Los dos episodios finales, Jue.
17:1 – 21:25, revelan suficientemente la decadente condición moral y espiritual de
aquellos tiempos.

El último líder del período de los jueces fue Samuel, pero su vida ejemplar ya no se
incluye en el Libro de los Jueces, sino se relata ampliamente en los libros llamados I
y II Samuel. Él, además de ejercer el cargo de magistrado, fue profeta y, al igual que
Sansón, participó en librar a la nación del dominio de los filisteos.

Al estudiar estas lecciones se sugiere al maestro y al estudiante aprovechar la


oportunidad para aprender sobre la geografía bíblica. Se sugiere usar el mapa de la tierra
de Israel en la época de los Jueces, en el que se localizan las doce tribus, así como los
pueblos vecinos, especialmente aquellos que las oprimieron sucesivamente.

Como de costumbre, toda lección debe tener una aplicación a la vida personal y a la
vida de la Iglesia en el tiempo presente, para confirmar que el mensaje de la Palabra de
Dios es siempre actual para los problemas del hombre en cualquier época. Se sugiere
tomar tiempo para responder a las preguntas al final de cada lección.

El Libro de los Jueces revela las bajezas a las que la naturaleza humana puede
descender cuando se olvida de su Creador y Salvador. Sin embargo, esperamos que en
medio de los tristes relatos descritos en él, los hermanos puedan hallar hermosas
lecciones de la fidelidad, de la paciencia, de la provisión y del amor de Dios, así como
otras enseñanzas aplicables a la vida espiritual en nuestros días.

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LECCIÓN No. 1 (regresar al índice)

“DEJARON A JEHOVÁ, Y ADORARON A BAAL”


Jueces 2:13

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces 1:1 hasta 3:6.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Jueces 2:1-10.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Jueces 2:7.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Hacer ver las consecuencias de no alcanzar una total victoria en la vida


espiritual después de obtener la victoria inicial en la conversión.
A. INTRODUCCIÓN

Dios pudo haber eliminado a los cananeos por medio de catástrofes naturales,
plagas, enfermedades u otros medios; en vez de ellos usó a los mismos israelitas
como instrumento de su ira, para enseñarles una lección objetiva de lo que les
acontece a quienes se degeneran. Sin embargo, los hijos de Israel no aprendieron
bien la lección.

Desde el inicio de la conquista, en 1230 a. C., tras la derrota de Jericó y Hai


(Josué 9:3-27), los de Gabaón habían engañado a los israelitas, haciéndoles creer
que venían de tierras lejanas para unirse con ellos al oír de las grandes
maravillas que Jehová había realizado para Israel. Los israelitas pactaron con los
gabaonitas y les juraron que no los matarían. Por ello, al descubrirlos no
pudieron hacerles nada más que reducirlos a servidumbre, asignándoles las
tareas de “leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de
Jehová”.

B. BREVE REPASO DE LA CONQUISTA DE CANAÁN (Jueces 1:1-26)


En Jueces 1:1-21 se complementa el relato de la conquista de Canaán narrado
ya en detalle en el Libro de Josué.

V. 4. Los cananeos eran todos los habitantes de Canaán antes de la Conquista.


A veces se hace diferencia entre cananeos (habitantes de los valles y las
planicies costeras), y los amorreos (habitantes de las montañas). Se menciona
también a los heteos (descendientes dispersos del disuelto imperio hitita), a los
ferezeos, los heveos y los jebuseos.

Vs. 6 y 7. El castigo de cortarle los pulgares al enemigo vencido no era


frecuente entre los israelitas. El rey Adoni-bezec lo aceptó como aplicación de
la ley del talión: “ojo por ojo”, por lo que él había hecho a otros. Fue llevado a
Jerusalén y allí murió.

Jerusalén, que se haría famosa más adelante al tomarla David y convertirla en


la capital de su reino, existía ya posiblemente desde unos 3000 a. C. En
tiempos de Abraham, 2000 a. C., era gobernada por Melquisedec, rey y
sacerdote del Dios Altísimo, a quien el patriarca Gén. 14:18, 20 le dio “los
diezmos de todo”.

V. 8. Durante la conquista, Jerusalén parece haber sido ocupada sólo


temporalmente por los hijos de Judá, porque más adelante los jebuseos siguieron
allí hasta que David los derrotó definitivamente y les quitó el dominio de la
ciudad.

V. 10. La tribu de Judá tomó la ciudad de Hebrón donde estaban (y están hasta
hoy) la tumba de los patriarcas de Israel y sus esposas: Abraham y Sara, Isaac y
Rebeca, Jacob y Lea, Gén. 49:31-33; 50:13-14. Hebrón está actualmente en
poder de los árabes palestinos, es un foco constante de conflictos y objeto de las
noticias.
Recordemos que los espías que Moisés había enviado a reconocer la tierra de
Canaán creyeron que era imposible tomarla, “excepto “Caleb hijo de Jefone
cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová”, Núm.
32:12. Caleb era descendiente de Cenaz, y éste de Esaú (o Edom). Los
cenezeos, que eran nómadas, estaban asociados con la tribu de Judá.

Vs. 11-15. Caleb ofreció a su hija Acsa al que tomara la ciudad de Quiriat-
sefer. El que lo logró fue Otoniel, su sobrino, quien más tarde sería el primer
juez.

Vs. 16-18. Los hijos de Jetro, suegro de Moisés (llamado en otras partes
Hobab y Reuel), eran nómadas asociados con los madianitas y con los
amalecitas, y habitaban entre los de Judá. Las tribus de Judá y Simeón
conquistaron a los cananeos al desierto de Neguev en el sur.

V. 19. Los de Judá derrotaron a los que vivían en las montañas, pero no a los
que vivían en las llanuras, quienes poseían carros con ruedas herradas.

V. 20. Josué le concedió a Caleb la ciudad de Hebrón, en cumplimiento de la


promesa de Moisés por ser uno de los dos espías valientes, Josué 14:6-14.

V. 21. Aunque Jerusalén había sido ocupada temporalmente por Judá (v. 8),
los de Benjamín no pudieron desalojar de allí a los jebuseos definitivamente.

Vs. 22-26. Un heteo (o hitita) habitante de Bet-el, fue descubierto por los que
espiaban la ciudad para tomarla. Le ofrecieron dejarlo ir a él y a su familia a
cambio de mostrarles la entrada a la ciudad. El hombre lo hizo y pudo escapar,
mientras los de la casa de José (Efraín y Manasés) tomaron la ciudad. Los heteos
eran restos del desaparecido imperio hitita, que en su tiempo de esplendor había
abarcado Asia Menor (hoy Turquía) y Siria, entre 1800 y 1200 a. C.

C. EL TERRITORIO NO OCUPADO (Jueces 1:27-36)


Vs. 27-36. Se describe el fracaso de las tribus de Manasés, Efraín, Zabulón,
Aser, Neftalí y Dan al no poder ocupar todo el territorio que les había sido
asignado.

V. 27-30. Manasés y Efraín dejaron algunas ciudades de los cananeos en


medio de ellos y luego las hicieron tributarias.

V. 31-33. Aser y Neftalí se quedaron a vivir en medio de los cananeos a los


que no pudieron conquistar.

V. 34. Los de Dan no tenían posesión, pues los amorreos (talvez acosados
también por los filisteos) no los dejaban descender a los llanos. Más adelante
fueron también expulsados de las colinas y tuvieron que buscar tierras más al
norte.

D. DIOS LE RECUERDA A ISRAEL SU PACTO (Jueces 2:1-5)


Vs. 1-2. El ángel de Jehová, (un mensajero angelical, o una “teofanía” o
revelación del Dios invisible en forma angelical), se apareció a los hijos de Israel
para recordarles el pacto que hecho con ellos, que tenía como condiciones
básicas: no hacer alianzas con los moradores cananeos y derribar sus altares.

V. 3. Como resultado de su infidelidad les dijo: “No los echaré delante de


vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán
tropezadero”. Aunque los cananeos desaparecieron en gran medida como pueblo
y fueron absorbidos por los israelitas, su mala levadura contaminó a Israel.

Vs. 4-5. Los israelitas lloraron de tristeza y ofrecieron sacrificios a Dios.

E. EL LIDERAZGO DE JOSUÉ (Jueces 2:6-10)


Vs. 7-8. El liderazgo ejemplar de Josué se ve en el hecho de que Israel sirvió a
Dios mientras él vivió, y mientras vivieron los ancianos que lo sobrevivieron y
que habían visto los milagros de Dios en el Éxodo.

V. 10. Se levantó “otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él


había hecho por Israel”. Hubo tal fracaso en la enseñanza a los hijos, que la
nueva generación ni tenía conocimiento de Dios, ni sabía la historia de lo que él
había hecho por su pueblo. Las instituciones religiosas y el hogar habían
olvidado su labor de instruir a los niños y a los jóvenes.

F. SIRVIERON A LOS BAALES (Jueces 2:11-23)


Vs. 11-13. Para quienes desconocen la naturaleza de las prácticas religiosas de
los cananeos, el mandato de eliminar a toda la población parece cruel. Pero, al
conocer sus costumbres depravadas, la orden parece justa. La religión de Canaán
se centraba principalmente en el culto a Baal y su consorte Astarot. Este incluía
sacrificios de niños como ofrenda a Baal, el dios de la tormenta, la lluvia y la
vegetación; y la prostitución ritual con las sacerdotisas de Astarot, la diosa de la
fertilidad. La orden no era sólo derrotar y matar a los guerreros varones, sino
eliminar a la totalidad de la población. Dejar a los niños, ancianos y mujeres,
equivalía a preservar a gentes que habían crecido y vivido en la degradación de
la inmoralidad, acostumbrados a todo tipo de degeneraciones y prácticas
aberrantes.

V. 14. El castigo de Dios para los israelitas fue:

a. Entregarlos en manos de robadores que los despojaron.


b. Ya no poder hacer frente a sus enemigos.
c. Estar la mano de Jehová contra ellos para mal.
d. Tener gran aflicción.

Vs. 16-19. Con todo, Dios era movido a misericordia y les levantaba
libertadores. Pero los israelitas no escuchaban su dirección espiritual y, después
de ser liberados de sus opresores, volvían a servir a los baales. Un rasgo terrible
de esta desobediencia era que cada vez era peor: “se corrompían más que sus
padres”.

En medio de la necedad, obstinación y depravación de Su pueblo, Dios


siempre tuvo misericordia de él, II Tim. 2:13.
Vs. 20-23. Los israelitas no pudieron dominar a los cananeos pues Dios los
castigó por haber pactado con ellos, haberse mezclado en matrimonio y haber
contaminado su fe. Dios dispuso ya no expulsarlos, sino dejarlos para seguir
probando la fidelidad de Israel en el futuro.

G. LAS NACIONES DEJADAS PARA PROBAR A ISRAEL (Jueces 3:1-6)


Vs. 1-2. Además de castigar a Israel y probar su fidelidad por medio de la
presencia de aquellos pueblos paganos, Dios dispuso utilizarlos también para
que se entrenaran en las técnicas de la guerra. Israel habría de vivir toda su
historia, hasta el presente, entre naciones enemigas, en medio de poderosos
imperios que se disputaban esa franja de terreno en el paso obligado de tres
continentes. Por allí habrían de pasar en su proceso expansión: babilonios,
asirios, egipcios, persas, griegos, romanos, bizantinos, árabes, cruzados
europeos, turcos, ingleses...

Vs. 3-5. Las naciones dejadas sin conquistar fueron: los filisteos, los
cananeos, los sidonios, los heveos, los heteos, los amorreos, los ferezeos y los
jebuseos.

V. 6. La consecuencia de los matrimonios con aquellos pueblos fue que los


hijos de Israel cayeron en la idolatría. La nación abandonó al Señor Jehová,
mostró deslealtad a sus antepasados, e ignoró voluntariamente las poderosas
obras del Señor, especialmente su portentosa liberación de la esclavitud en
Egipto.

El Nuevo Testamento reitera el mandamiento de evitar la unión con los


incrédulos. II Cor. 6:14-18 dice: “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas?”

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Es su convicción y la de sus hijos que los cristianos no deben contraer
matrimonio con los inconversos?
2. ¿En qué áreas de su vida no ha obtenido usted aún victoria completa y
eso es una fuente constante de problemas y caídas?
3. ¿Ha hecho usted algún compromiso con el mundo que afecta su
testimonio cristiano?

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LECCIÓN No. 2 (regresar al índice)

“Y JEHOVÁ LES LEVANTÓ UN LIBERTADOR”


Jueces 3:15

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces cap. 3.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Hechos 13:16-23.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Hechos 13:20.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN
Mostrar la paciencia y la misericordia de Dios cuando su pueblo se arrepiente y clama a
Él por ayuda.

A. INTRODUCCIÓN

Se presentan aquí los tres primeros jueces: Otoniel, que liberó a los hijos de
Israel del rey de Mesopotamia; Aod, que los libró del rey de Moab; y Samgar,
que los libró de los filisteos. El ciclo de pecado, opresión, arrepentimiento y
liberación, se repite en los vs. 7 y 12.

El bosquejo usado para descubrir cada episodio es:

a. El pecado de Israel y la ira del Señor.


b. El dominio de un opresor y la longitud de tal servidumbre.
c. La oración por liberación y el surgimiento de un libertador.
d. La duración del período de paz

B. OTONIEL LIBERTA A ISRAEL DE CUSAN-RISATAIM (Jueces 3:7-11)


V. 7. “Y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera”. Había varias
versiones de Baal: en fenicia era Melkart; en Siria era Hadad. Diversas
localidades tienen el nombre: Baal-berith, Jue. 9:4; Baal-peor, Núm. 25:3; Baal-
gad, Jos. 11:17; Baal-zebub, II R. 1:2. A todos en conjunto se le les llama con el
plural “baalim”.

Las imágenes de Asera o Astarté (en plural Astarot), eran pilares de madera,
que substituían formalmente al árbol sagrado representando el elemento
femenino en la depravada religión de Canaán.

V. 8-11. Los israelitas fueron dominados por Cusan-risataim, rey de


Mesopotamia, que entonces era el territorio que abarcaba el este de la actual
Siria y el norte del actual Irak, la región entre los ríos Tigris y Éufrates. El
libertador fue Otoniel hijo de Cenaz y sobrino de Caleb, quien estaba asociado
con la tribu de Judá. El poder del Espíritu de Jehová vino sobre él y venció al
opresor, dándole a Israel un período de paz por unos cuarenta años, que puede
bien ser un número redondo indicando un período largo de tiempo.

C. AOD LIBERTA A ISRAEL DE MOAB, AMÓN Y AMALEC (Jueces 3:12-30)


V. 12. Cuando Israel volvió a pecar, “Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab
contra Israel”. Dios usó su soberanía moviendo a un rey pagano para castigar a
Israel por su desvío. Muchas veces Él ha utilizado a los reinos de este mundo
para cumplir sus propósitos (ver Is. 10:5; 45:1). Arthur Cundall dice: “Es un
pensamiento reconfortante, en estos días de poderes nucleares, el darnos cuenta
de que Dios aún ordena y controla los destinos de las naciones y está sobre las
decisiones de los gobernantes de este mundo, incluyendo a los más arrogantes y
ateos entre ellos”.

V. 13. ¿Quiénes eran esos pueblos vecinos que Eglón guió en contra de Israel?

Moab, al este del Mar Muerto, se había convertido en un reino unos 50 años
antes de la llegada de los israelitas a la Tierra Prometida, al igual que Amón, al
noroeste de Moab. (Sus territorios son hoy parte del reino de Jordania, ver
mapa).

Los moabitas eran descendientes de Moab, el hijo del incesto de Lot con su
hija mayor; y los amonitas, descendientes de Ben-ammi, el hijo del incesto de
Lot con su hija menor Génesis 19:31-38.

Amalec era un pueblo nómada asociado con los edomitas, los descendientes
de Edom (Esaú), que habitaban al sur de Judá y del Mar Muerto (ver mapa). Los
amalecitas posiblemente eran los más enconados enemigos de Israel, al que
habían atacado durante su peregrinación por el desierto, Ex. 17:8-16.

Así pues, Moab, Amón y Amalec cruzaron el Jordán y tomaron Jericó.

Vs. 15-16. El libertador esta vez fue Aod, descendiente de Gera, de la tribu de
Benjamín. Los israelitas usaron la estratagema de enviarle a Eglón un presente,
mientras Aod preparó un puñal de un codo de largo (unos 45 cm.), de dos filos.

Vs. 17-22. El presente fue entregado y los emisarios israelitas retornaron. Pero
Aod, después de pasar los ídolos, que posiblemente marcaban los límites del
territorio dominado por el enemigo, regresó para darle a Eglón un supuesto
mensaje secreto de Dios. Para escucharlo, el rey despidió a sus siervos y a su
corte. Ya solos, se le acercó Aod a Eglón, quien se puso de pie para oír el
mensaje. Aod acuchilló a Eglón sorpresivamente y lo mató, la descripción de lo
cual es muy grotesca.

Vs. 23-27. Los siervos pensaban: “Sin duda él cubre sus pies en la sala de
verano”, eufemismo que significaba que talvez hacía sus necesidades
fisiológicas en privado. Al hallar al rey muerto hubo una gran confusión, y,
mientras tanto, Aod logró escapar, pasó de nuevo por los ídolos y se puso a
salvo. Aprovechando el desconcierto, Aod tocó el cuerno para llamar a los
israelitas a la guerra y éstos derrotaron a los invasores. No escapó ninguno de los
diez mil guerreros enemigos.

El Dr. James M. Gray se pregunta: “¿Fue un acto de venganza personal, o un


fervor patriótico y religioso? ¿Es tal hecho aprobado en las Escrituras? Frank
Boyd dice: “Está registrado, pero no necesariamente aprobado”. “Un distinguido
comentarista llama justamente la atención al hecho de que hay una sombra
opacando la carrera oficial de este hombre. Su nombre no es exaltado en Israel,
ni se dice que el Espíritu del Señor vino sobre él, ni que juzgó a Israel. Estas
omisiones pueden ser sin significado, pero ¿no son notorias? Se ha afirmado que
aunque su causa era pura, lo mismo no puede decirse de otro asesinato similar en
la historia”.

V. 31. La historia del juez Samgar hijo de Anat, es muy corta, se relata en un
solo versículo. No se dice antes que los israelitas hayan pecado, ni se menciona
una opresión filistea, ni su duración, ni cuántos años reposó la tierra después de
la victoria de Samgar. Este se menciona en el Canto de Débora (cap. 5:6), y es
muy probable que su hazaña aislada haya tenido lugar mientras Aod aún vivía.
Su arma fue una aguijada o aguijón, utilizado para hacer caminar a los bueyes.
El hecho de que Aod haya fabricado su propio cuchillo, que Samgar haya
utilizada una aguijada y Sansón (más adelante) haya empleado una quijada de
asno como arma, puede indicar que los filisteos ya estaban aplicando su política
con los pueblos súbditos de no permitirles ni armas ni instrumentos de metal (I
Sam. 13:19-22).

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR:


1. ¿Cuántas veces, después de obtener la respuesta del Señor y su ayuda, ha
olvidado usted las promesas que le hizo en su aflicción?
2. ¿Cuántas supersticiones paganas conoce usted y en cuántas de ellas cree?
3. ¿Qué prácticas de la cultura del mundo, contrarias a la cultura cristiana,
han afectado a la Iglesia?

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LECCIÓN No. 3 (regresar al índice)

“EN MANO DE MUJER VENDERÁ JEHOVÁ A SISARA”


Jueces 4:9

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces caps. 4 y 5.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Salmos 106:34-48.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Salmos 106:44-45.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Enfatizar que Dios también usa a las mujeres santas y valientes, como Débora, para
guiar y librar a su pueblo.

A. INTRODUCCIÓN (Jueces 4:1-3)

De nuevo se repite el estribillo: “los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo


ante los ojos de Jehová”. Antes las invasiones vinieron desde afuera: de
Mesopotamia, Moab, Amón y Amalec. Ahora surge desde adentro, del territorio
que Israel aún no había logrado dominar. Seis tribus se involucran en el
conflicto: Zabulón, Neftalí, Efraín, Benjamín, Isacar y Manasés. Esta fue la
primera de las mayores amenazas del período de los jueces y la acción tuvo
lugar en el norte. El opresor es el rey cananeo Jabín, quien reinaba en Hazor, al
norte del Mar de Galilea; y el capitán de su ejército era Sísara.

Los israelitas vivían atemorizados porque el enemigo tenía “novecientos


carros herrados”, o sea con ruedas protegidas por aros de hierro. Esta cruel
opresión llevaba ya veinte años y los hijos de Israel afligidos clamaron a Jehová.

B. DÉBORA, LA PROFETISA (Jueces 4:4-15)


V. 4. La jueza de Israel entonces era Débora, esposa de Lapidot. Al igual que
en muchas regiones del Medio Oriente, la mujer ocupaba en Israel una posición
subordinada al hombre, aunque había ocasiones en que algunas de ellas, como
Débora, se destacaban: Miriam (Ex. 15:20) y Hulda (II R. 22:14).
Vs. 5-6. Débora, también profetisa, impartía justicia bajo una famosa palmera
entre Ramá y Bethel, en el monte de Efraín, llamó a Barac, de la tribu de Neftalí,
para que con diez mil hombres de Neftalí y Zabulón fuera al Monte Tabor (ver
mapa).

Vs. 7-10. Dios le dijo a Barac, a través de Débora, que Él atraería a Sísara al
arroyo de Cisón, con sus hombres y sus carros de guerra para entregarlo en sus
manos. Pero, a pesar del mensaje de que vencería, Barac puso como condición
que la jueza lo acompañara. ¿Qué confianza tenía Barac en Débora para poner
como condición que él participaría si ella lo acompañaba? ¿Pensaba que ella
garantizaría la bendición de Dios? ¿O que ella merecía el respeto del pueblo y
podía ejercer autoridad sobre él? Débora le hizo saber a Barac que la gloria de la
victoria sería para una mujer, en cuyas manos Dios entregaría a Sísara. Así
pues, la profetiza y jueza acompañó al líder y a los diez mil hombres.

V. 11. Este es un paréntesis con información adelantada para entender lo que


sucedería después. Heber, ceneo, pariente de Hobab o Jetro (suegro de Moisés),
aunque su pueblo vivía al sur en el desierto de Judá, se había separado de éste y
se había trasladado hasta al norte, cerca de Cedes (ver mapa), en la proximidad
donde habría de desarrollarse la batalla entre los israelitas y los cananeos.

Vs. 12-14. Al saber Sísara que Barac ya había subido al MonteTabor, reunió a
todos sus hombres y sus carros de guerra. Débora repitió a Barac que ese día
Dios le entregaría a los cananeos en su mano. Entonces él descendió del monte
para la batalla. Jueces 5:4, 5, 20 y 21, indican que una lluvia torrencial, fuera de
estación, impidió el desplazamiento efectivo de los carros de guerra de Sísara.
Débora posiblemente ordenó a Barac que atacara, cuando vio que una tormenta
se aproximaba. En Cap. 5:21, se dice que el torrente de Cisón también creció y
arrastró a muchos de los enemigos.

V. 15. Y, como fue profetizado, Jehová derrotó a las fuerzas de Sísara, quien
abandonó su carro para huir a pie.

C. JAEL REMATA LA VICTORIA (Jueces 4:16-24)


V. 16. La derrota fue total; los enemigos fueron completamente eliminados.

V. 17-21. Sísara se refugió en la tienda de Jael, esposa de Heber ceneo, porque


éste y Jabín el cananeo habían concertado un tratado de paz un tiempo antes.
Jael recibió con amabilidad al exhausto Sísara. Cuando éste pidió agua, ella le
dio leche y lo arropó. Sísara pidió a Jael que vigilara la puerta y que negara que
escondía a alguien. Sin embargo, ella lo asesinó atravesándole ambas sienes con
una de las estacas que servían para asegurar las tiendas de campaña, y lo clavó
en el suelo. La tarea de levantar y desmontar las tiendas de campaña era tarea de
las mujeres nómadas, lo cual explica su habilidad para manejar la estaca y el
mazo.

V. 22. Cuando Jael salió a encontrar a Barac, quien llegaba en persecución de


Sísara, ella le mostró lo que había hecho con su enemigo.
Frank Boyd dice: “La acción de Jael al matar a Sísara, y la alabanza de
Débora hacia ella por haberlo hecho (5:24-27), han sido objeto de crítica por
parte de algunos. Hay que decir, primero, que aunque Débora y Barac exaltan el
hecho, la Biblia no lo aprueba ni lo encomia, simplemente lo registra. Por otro
lado, debemos tomar en cuenta el hecho de que la época en vivió Jael difería de
la nuestra en cuanto a costumbres y normas. Citamos a un comentarista inglés: ‘
Jael por su acto justo y valiente salvó su vida, defendió el honor de su marido
ausente, su propio honor y el de muchos cientos de mujeres (5:30). Al entrar a la
tienda de Jael, Sísara fue culpable de una acción muy cruel y pagó muy bajo por
la hospitalidad y bondad que se le habían brindado. Él sabía muy bien que la ley
del desierto condenaba a muerte a una mujer en cuya parte de la tienda entraba
un hombre. Ella podía salvarse solamente matándolo. Tal era la ley del desierto;
y Jael era una hija del desierto, y no de Israel’ ”.

Vs. 23-24. Después de esta contundente victoria, los israelitas continuaron


reduciendo el poder de Jabín hasta obtener su total derrota. Ya no hubo otra
confrontación de esta magnitud con los cananeos, excepto pequeñas luchas
contra grupos aislados de éstos.

D. CANTO DE DÉBORA Y BARAC (Jueces cap. 5)


Este es un largo himno de 30 versos que exalta a Dios por la victoria que Él
les había dado. La poesía hebrea usa dos tipos principales de versificación:

la sinonimia, en la que un pensamiento se repite con diferentes palabras


V. 2, “Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,
por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo,
load a Jehová”.

y la antítesis, en la que dos ideas opuestas se contrastan:


V. 31, “Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová:
Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza”.

Vs. 6-7. Los caminos principales estaban desiertos, porque la gente usaba los
atajos escondidos para evitar ser molestados por los cananeos, mientras que las
aldeas y la agricultura habían decaído. Todo esto ocurrió hasta que Débora
cumplió con su papel histórico como jueza, como profetiza y como madre de
Israel.

V. 8. Habían de nuevo dejado a Jehová y escogido a nuevos dioses y como


consecuencia la guerra había vuelto a azotarlos. No tenían armas, pues sus
opresores, especialmente los filisteos, se las habían quitado, I Sam. 13:19-22.
Las pocas que tenían las tenían escondidas. Esto contrastaba con la derrota que
sufrió Sísara y los cananeos, porque Dios peleó por Israel contra ellos.

Vs. 9-11. Débora exaltó la participación decidida de los jefes: ancianos y jueces.
Instaba a los viajeros a testificar de la paz que ahora había para movilizarse y
conversar en los lugares de reunión: los abrevaderos, o pozos, sin oír ya más el
ruido de los arqueros. Ahora se podía cantar de la victoria en los pueblos.
V. 16-17. Este es un reclamo para las tribus de Rubén, Galaad, Dan y Aser por
no haber acudido a ayudar a sus hermanos.

Vs. 20-22. Dios había movilizado los elementos naturales para derrotar a los
cananeos: la lluvia y la creciente de Cisón barrieron con ellos y sus carros.

Vs. 23-27. Se maldijo a la tribu de Meroz por no haber auxiliado a Israel, que
aquí se tomó como no haber ayudado al mismo Dios. Mientras, Débora bendijo
a Jael.

Vs. 28-30. Mientras la madre de Sísara esperaba ansiosa a su hijo, ella misma y
sus damas pensaban que el capitán y sus soldados estarían repartiéndose el botín:
las ricas ropas y hasta las doncellas vencidas. Esto justifica la acción de Jael al
matar a Sísara, para evitar ser parte del botín y convertirse en una esclava
concubina.

V. 31, Débora concluyó con una oración por que los enemigos de Dios
perecieran, mientras que los que lo amaban resplandecieran como el sol.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Qué funciones de liderazgo pueden desempeñar las mujeres cristianas hoy?
2. ¿Qué piensa de la actitud obediente de Barac bajo el sabio liderazgo de
Débora?
3. ¿Recuerda casos en que Dios aun utilizó su creación para responder su
oración?
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LECCIÓN No. 4 (regresar al índice)

“EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VINO SOBRE GEDEÓN”


Jueces 6:34

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces caps. 6-8.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Salmos 83:1-18.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Lamentaciones 3:22, 23.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Considerar la misericordia de Jehová, su milagro de liberar a Israel con sólo trescientos


soldados escogidos, y Su gran paciencia al guiar al vacilante Guedeón a aceptar el gran
reto de guiar a su pueblo.

A. INTRODUCCIÓN (Jueces 6:1-6)

La historia de Gedeón, relatada en 100 versículos, y la de Sansón, en 96, son


las que se narran con mayor detalle en el Libro de los Jueces.

Vs. 1-2. De nuevo los israelitas cayeron en la apostasía. La milagrosa victoria


sobre los cananeos fue pronto olvidada e Israel hizo lo malo ante los ojos de
Jehová. En consecuencia, Él los entregó en mano de Madián por siete años. La
situación era tan dura que los israelitas tuvieron que refugiarse en cavernas y en
lugares fortificados.

Vs. 3. En el tiempo de la cosecha llegaron los invasores: Madián, pueblo al


norte del golfo de Acaba, donde Moisés se había refugiado al huir de Egipto, Ex.
2:15-16; Amalec, pueblo al sur de Judá que ya antes había invadido a Israel
aliado con Moab y había sido derrotado por Aod, Jueces 2:13-30; los hijos del
oriente, un grupo nómada del desierto de Siria. Primera vez que en una campaña
militar se mencionan camellos, los cuales constituían un transporte rápido.

La tribu de Manasés fue la principal afectada, pero también Aser, Zabulón,


Neftalí y Efraín, Jue. 6:35; 8:1. Los invasores llegaban al estilo de los nómadas:
con sus ganados y tiendas, para devastar la tierra como langostas. Los israelitas
tenían que vivir pobremente en cavernas y regiones montañosas inaccesibles.

Vs. 6:7-10. Antes de dar respuesta y liberación de sus enemigos, Dios


demanda arrepentimiento, reenseñanza y renovación del pacto. Cuando Israel
clamó a Dios, Él les envió un profeta que les habló en nombre de Jehová quien
los había sacado gloriosamente de Egipto y los había introducido en la Tierra
Prometida. Él les recordó que lo habían desobedecido al temer y al servir a los
dioses cananeos.

B. LLAMAMIENTO DE GEDEÓN (Jueces 6:11-20)


Las frases que describen al ángel de Jehová muestran que se trata del mismo
Señor. Las teofanías o manifestaciones del Señor en forma angelical eran
usuales en la primera parte del Antiguo Testamento. En medio de tanto
paganismo fue una manera didáctica de enfatizar la plena personalidad del único
Dios, mientras que se insistía en que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren”, Juan 4:24. La culminación de la
manifestación divina en forma corporal fue a través de su encarnación en
Jesucristo, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. “A Dios
nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado
a conocer”, Juan 1:14, 18.

V. 11. El juez escogido esta vez fue Gedéon, hijo de Joás, descendiente de
Abiezer de la tribu de Manasés, cuya heredad estaba al oriente del Jordán. Fue
llamado mientras limpiaba su escaso trigo en el lagar: un hoyo labrado en la
roca, donde se pisoteaban las uvas para extraer el vino, esto describe bien la
opresión de Madián.

Vs. 12-16. El ángel de Jehová le dijo: “Jehová está contigo, varón esforzado y
valiente”. Al preguntarle Gedeón por qué sufrían opresión y desamparo, Dios le
aseguró que él salvaría a Israel con Su divina ayuda. Gedeón insistió en que no
tenía medios para hacerlo, que su familia era pobre y él era el menor de ella.
Dios le reiteró que estaría con él y que derrotaría a los invasores como a un solo
hombre.

Sólo cuando un hombre es plenamente consciente de su debilidad y de las


dificultades de la situación, el Señor puede usarlo. Quien confía en sí mismo y
en sus propias fuerzas, posiblemente no recibirá la gracia de Dios para ser usado,
pues no podrá agradecérselo. Dios vio en Gedeón no solo al hombre débil y
timorato, sino al hombre que podía ser: fuerte, resoluto y valiente.

C. PREPARACIÓN ESPIRITUAL DE GEDEÓN, Jueces 6:17-40.


Vs. 17-23. Gedeón pidió aún una señal más de que Dios le había hablado. Le
presentó un sacrificio: un efa (entre 35 y 45 libras) de harina. En tiempos de
escasez aquella era una ofrenda sacrificial. El fuego milagroso que consumió la
ofrenda y la desaparición del ángel, convencieron a Gedeón de que había visto al
ángel de Jehová cara a cara. Pensó que moriría por ello, pero Dios le aseguró
que nada le sucedería.

Vs. 24-27. Dios comisionó a Gedeón para corregir a su propia familia de la


participación en la idolatría. Debía derribar el altar de Baal y también el pilar
sagrado de madera que simbolizaba a Asera. Luego habría de edificar un altar a
Jehová y ofrecer un toro en holocausto, quemándolo con aquella madera.
Gedeón no era tan pobre como había pretextado, pues tomó a diez de sus siervos
para cumplir el mandato de Dios, lo cual hizo de noche por temor a su familia.

Vs. 28-32. Por la mañana, cuando los de la ciudad vieron lo ocurrido con el
altar de Baal y la imagen de Asera, pronto averiguaron que el culpable era
Gedeón y demandaron a Joás, el custodio de los ídolos, que su hijo fuera
ejecutado. La respuesta de Joás muestra que talvez comenzaba su restauración
espiritual. Les dice que si Baal era dios él mismo debía defenderse de quien
había derribado su altar.

Vs. 33-35. Cuando los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente
acamparon en el valle de Jezreel, Gedeón fue investido con el poder de Dios.
Tocó el cuerno y los de su familia se le unieron, lo cual evidencia que la valiente
acción de Gedeón contra los ídolos no había causado división entre sus
parientes. Convocó a los de Manasés y éstos se le unieron, y luego también a los
de Zabulón y los de Neftalí. No se atrevió a llamar a Efraín porque talvez se
sentía indigno de pedir a la tribu más fuerte que se pusiera bajo su mando,
siendo él de una tribu menos poderosa. Esta omisión sería causa de un reclamo
después.

Vs. 36-40. Gedeón todavía le demanda a Dios más prueba de que él era el
llamado a librar a Israel: dejaría un cuero de oveja a la intemperie y la señal sería
que amaneciera empapado y seca toda la tierra alrededor. Dios se lo concedió.
Temiendo incurrir en la ira de Dios, le pide aun otra prueba: dejaría de nuevo el
vellón a la intemperie y la señal sería que amaneciera seco y húmeda la tierra.
De nuevo la paciencia divina le confirmó su llamado. La fe no es un salto a
ciegas; la fe ve las posibilidades y las consecuencias. La fe en el Nuevo
Testamento se basa en los hechos del Evangelio, Juan 20:31; la fe viene por oír
la Palabra de Dios, Rom. 10:17.

D. LA PREPARACIÓN DEL EJERCITO (Jueces 7:1-15)


Vs. 1-7. Gedeón y sus fuerzas acamparon en las cercanías de Jezreel. Allí
Dios le ordenó reducir su ejército de 32,000 para mostrarle que con pocos podía
darles victoria y evitar que ellos se adjudicaran la gloria. Siguiendo un mandato
de Deut. 20:8, Gedeón sugirió a los que tenían temor de entrar en batalla que
regresaran a casa y así lo hicieron 22,000. Esto evitaba que los timoratos
desanimaran a los valientes. Los 10,000 restantes eran muchos aún, por lo cual
Dios los probó en un río. Los que se arrodillaron para beber fueron rechazados.
Dios escogió sólo a los 300 que se llevaron el agua a la boca con la mano y la
lamieron como los perros, porque estaban de pie siempre, alertas y sosteniendo
sus armas mientras bebían. Dios aseguró una vez más a Gedeón la victoria con
sólo estos 300 hombres.

Vs. 8-9. Gedeón tomó provisiones y, además, cántaros y trompetas hechas con
cuernos de carneros o reses. Por la noche Dios le ordenó que atacara,
aseverándole nuevamente que le entregaría al enemigo en sus manos.

Vs. 10-15. Dios mostró una vez más su gran paciencia a Gedeón. Le dijo que
para asegurarse que vencería, descendiera con su siervo hasta el campamento
enemigo. Allí escuchó a uno de los invasores contarle a su compañero un sueño:
un enorme pan de cebada rodó hasta el campamento de Madián y derribó una
tienda de campaña, símbolo de los nómadas. El compañero pronto interpretó el
sueño: el pan era la espada de Gedeón en cuyas manos Dios había entregado a
los madianitas. Cuando Gedeón escuchó esto de boca de los paganos, se dio
cuenta que Dios le había hablado aun usando a los invasores. Abrumado por la
bondad y paciencia del Señor, allí mismo lo adoró: su corazón fue elevado en fe
y se postró ante la majestad de Dios, quien pacientemente le había prometido su
ayuda. Con esta seguridad se dispuso a guiar a su pueblo hacia la victoria.

E. TROMPETAS, CANTAROS Y ANTORCHAS (Jueces 7:16-23)


V. 16. Gedeón repartió a sus hombres en tres escuadrones y les dijo qué hacer:
a una orden suya todos gritarían y tocarían sus trompetas alrededor del
campamento.

Vs. 19-25. Al cambio de centinelas, a media noche, los israelitas sonaron las
trompetas, quebraron los cántaros y tomaron sus antorchas gritando: “¡Por la
espada de Jehová y de Gedeón!”. Los que dormían despertaron repentinamente
y, al ver a los guardias relevados moviéndose entre ellos, los tomaron como sus
enemigos. La confusión fue tanta que comenzaron a matarse entre sí y a huir
despavoridos, mientras los hijos de Israel los alumbraban. Luego los
persiguieron, mientras Gedeón pidió a los de Efraín que bloquearan su huida
tomando los vados de los ríos que cruzarían. Así lo hicieron y capturaron a dos
de los príncipes de Madián.

F. EL RECLAMO DE EFRAÍN (Jueces 8:1-3)


V. 1. Cuando los de Efraín reclamaron a Gedeón por no haberlos convocado
antes, éste respondió con modestia que su familia era más baja que las más
humildes en Efraín, y que era indigno de llamarlos a ponerse bajo su mando.
Les reconoció su valentía al capturar a los príncipes y así los aplacó y comprobó
que “La blanda respuesta quita la ira”, Prov. 15:1-2.
G. MUERTE DE LOS REYES DE MADIÁN (Jueces 8:4-35)
Vs. 4-17. Cuando Gedeón y sus hombres perseguían a los reyes de Madián,
dos ciudades se negaron a darles de comer. Los amenazó de castigarlos a su
regreso. Cuando capturó a los reyes, azotó con espinas a los de una ciudad y
mató a los otros.
Vs. 18-21. Los reyes madianitas habían matado a los hermanos de Gedeón por
lo cual éste ordenó a su primogénito que los ejecutara. Cuando Jeter se negó a
hacerlo, ya que era muy joven y tenía miedo, el mismo Gedeón lo hizo.

V. 28-34. Madián nunca se recuperó de su derrota y los israelitas disfrutaron


de muchos años libres de invasiones. Pero, cuando Gedeón murió, de nuevo se
olvidaron de Jehová y se prostituyeron tras los baales.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR:


1. ¿Cuántas pruebas le ha dado ya Dios a Ud. de que lo ha llamado a su
servicio?
2. ¿Cuántos milagros que parecían imposibles ha realizado Dios en la vida
de Ud.?
3. ¿Cuál es la evaluación que Ud. hace de su persona, según Rom. 12:3?

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LECCIÓN No. 5 (regresar al índice)

“Y ELIGIERON A ABIMELEC POR REY”


Jueces 9:6

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces 8:22 a 9:57.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Salmo 2.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Salmo 2:12.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Alertar a los cristianos para que no se olviden de la Palabra de Dios y sus enseñanzas,
porque pueden ser seducidos por engañadores a través de sus falsas enseñanzas.

A. INTRODUCCIÓN (Jueces 8:22-35)

Vs. 22-23. Al pedirle los israelitas a Gedeón que reinara sobre ellos e iniciara
una dinastía, éste se rehusó diciéndoles que Jehová seguiría señoreando, que la
teocracia debía continuar. Sin embargo, él vivió su vida gozando de ciertos
privilegios.

Vs. 24-27. Gedeón pidió una contribución de oro del botín que traían sus
hombres, con el cual hizo un efod, posiblemente una réplica de oro de una de las
vestimentas sacerdotales. Así se originó un culto con elementos de la religión
cananea, pues “todo Israel se prostituyó” y “fue tropezadero a Gedeón y a su
casa”.

Vs. 28-35. Gedeón se retiró a su hogar e incurrió en la poligamia: tuvo un


harem y muchísimos hijos (setenta talvez sólo significa numerosos). Ahora su
familia difería mucho de cuando se quejó de que era muy pobre en Jue. 6:15.
Tener muchas mujeres era símbolo de riqueza practicado por los reyes del
Oriente. Gedeón también tuvo un hijo con una concubina en Siquem, el cual se
llamó Abimelec.
En el Antiguo Testamento hay muchos ejemplos de que los hijos producto de
la poligamia, la fornicación, el adulterio y otros desvíos del matrimonio normal,
a menudo traen consecuencias por generaciones, excepto, por supuesto, a
aquellos descendientes que buscan a Dios y reciben sus bendiciones, Ex. 20:4-6.
Recordemos a Abraham, Lot, Jacob, Elcana, David y Salomón. Las
consecuencias de sus pecados afectaron algunas veces a muchas generaciones,
aun hasta el presente.

Al morir Gedeón, Israel dejó a Dios otra vez y se prostituyó tras Baal-berit.
También olvidaron su agradecimiento al juez que los había liberado y a su
familia.

Es bueno enfatizar que en el Libro de los Jueces apenas se menciona el


Tabernáculo, a los levitas como los maestros del pueblo, a los sacerdotes, a los
ancianos que gobernaban las tribus, la lectura del Pentateuco, las fiestas
nacionales instituidas en la Ley y otros medios por los cuales se mantuviera la
enseñanza y la devoción a Dios.

Los focos de cananeos no eliminados ni sometidos, los accidentes geográficos


y posiblemente un sistema muy flojo en el sacerdocio y en la enseñanza, son
factores que explican la apostasía generalizada en Israel.

La Iglesia de hoy debe dar gran énfasis a la enseñanza sólida de la Palabra de


Dios.

B. ABIMELEC FUE ELECTO REY, Jue. 9:1-6.


La historia de Abimelec se incluye entre los jueces para revelar las lecciones
espirituales relacionadas con la vida de un hombre ambicioso, vanidoso,
autosuficiente y aventurero, quien tuvo un fin vergonzoso. Fue un usurpador, no
un juez escogido divinamente.

Vs.1-3. Abimelec, cuyo nombre significa “mi padre un rey”, se aprovechó de


la petición de los israelitas a Gedeón, su padre, de que reinara sobre ellos, Jue.
8:22. Fue a Siquem, donde vivían sus hermanos y parientes maternos, y les
pidió preguntarle al pueblo qué prefería: ser gobernado por los setenta hijos de
Gedeón (o Jerobaal), o por él, que era hueso y carne de ellos. Su madre, la
concubina de Siquem, posiblemente era cananea, así como la mayor parte de esa
ciudad. El usurpador logró su propósito: “el corazón de ellos se inclinó a favor
de Abimelec”.

Vs. 4-5. Los de Siquem aun le proveyeron setenta ciclos de plata (1.7 libras)
del templo de Baal-berit, con los que contrató a malhechores que le ayudaron a
matar a sus hermanos de padre que vivían en Ofra. Sólo logró escapar Jotam el
menor.

V. 6. Tras la matanza, los de Siquem y los de Milo proclamaron a Elimelec


como su rey. Siquem era una ciudad importante; allí Josué e Israel habían
renovado el pacto de seguir a Dios y sus leyes y levantado una piedra como
memorial, Jos. 24:21-27.
C. LA PARÁBOLA DE JOTAM, Jueces 9:7-21.
V. 7. Jotam subió al Monte Gerizim, donde seis de las tribus habían repetido
‘amén’ a la lectura de las bendiciones de la Ley, Deut. 27:12; 28, pronunciadas
por los levitas, para denunciar ante Israel la vergonzosa acción de los de Siquem.

Vs. 8-21. Jotam recitó una parábola (una ilustración de una historia con una
lección moral) diciendo que personas más dignas no habían aceptado reinar
sobre Israel, pero que la más indigna sí lo había demandado. No se condena
tener un rey, sino que alguien indigno como Abimelec lo sea. Los hijos de
Gedeón, incluyendo a Jotam, habrían sido una elección más deseable, aunque no
se dice allí claramente.

Los árboles decidieron elegir un rey e invitaron sucesivamente al olivo, a la


higuera y a la vid. Cada uno se excusó: el primero dijo que no podía dejar su
labor de honrar a Dios y a los hombres para ser rey; la segunda dijo que no podía
dejar de ofrecerse como un buen fruto con su dulzura; la tercera dijo que no
podía dejar su vino con que alegra a Dios y a los hombres. Finalmente, invitaron
a la zarza, la cual sin vacilar aceptó e invitó a todos a refugiarse bajo su sombra.

Jotam les dice finalmente, que si habían actuado bien al elegir a Abimelec y
habían agradecido a Gedeón por exponer su vida al librarlos de Madián, que
disfrutaran de su rey y él de sus súbditos. Pero que si no, que saliera fuego de
Abimelec contra Siquem y Milo, y que de éstas saliera fuego para consumir a su
rey.

Acabado su discurso, Jotam escapó y se escondió de Abimelec.

D. GAAL SE OPONE A ABIMELEC (Jueces 9:22-41)


V. 22-27. Después de reinar Abimelec por tres años, Dios envió un espíritu de
discordia entre los de Siquem y Abimelec para castigarlo a él y a sus
malhechores por matar a sus 70 hermanos. Los de Siquem comenzaron a robar a
los que transitaban por los caminos y se le informó a Abimelec.

Vs. 28-29. Los de Siquem siguieron a Gaal, quien había llegado con sus
hermanos a Siquem retando la autoridad del rey e instando a la gente a
sublevarse.

Vs. 30-41. Zebul, gobernador de Siquem, lo hizo saber al rey y le aconsejó


tomar la ciudad por sorpresa. Gaal salió de la ciudad para enfrentar a Abimelec,
pero fue finalmente derrotado por éste. Al regresar a la puerta, Zebul expulsó a
Gaal y a sus hermanos de la ciudad.

E. ABIMELEC ATACA A SIQUEM (Jueces 9:42-49)


V. 42-45. Los de Siquem continuaron la sublevación, pero Abimelec los
derrotó y llevó a cabo una gran matanza. Aun echó sal a la ciudad como símbolo
de que estaba condenada a perpetua desolación.

Vs. 46-49. Cuando los restantes hombres de Siquem se refugiaron en la


fortaleza del templo de su dios Berit, Abimelec pidió a su gente cortar leña y
ponerla alrededor de la fortaleza. La encendieron y así murieron los que estaban
adentro refugiados.

F. MUERTE DEL USURPADOR (Jueces 9:50-57)


Abimelec sitió a Tebes cuyos habitantes se refugiaron en la torre de la ciudad.
Quiso hacer lo mismo que en Siquem pero, al acercarse a la puerta de la torre,
una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino de piedra y le rompió el
cráneo. Para que no dijeran que una mujer lo había matado y no morir
vergonzosamente, ordenó a su escudero atravesarlo con su espada.

La predicción de Jotam se cumplió: Abimelec dio muerte a muchos de sus


anteriores seguidores y una mujer de entre ellos le dio muerte a él.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR:


1. ¿Cuánta importancia da Ud. a la enseñanza de la historia bíblica y sus
lecciones?
2. ¿Cuáles son los héroes que sirven de modelos a sus hijos y jóvenes?
3. ¿Cuánto enseña Ud. la historia de su familia, de su iglesia y
denominación?

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LECCIÓN No. 6 (regresar al índice)

“Y EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VINO SOBRE JEFE”


Jueces 11:29

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces 10:6 a 12:7.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE LA INICIAR LA CLASE: II Reyes 17:7-
13.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Salmo 103:13.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Mostrar una vez más que a lo desechado del mundo escogió Dios para realizar sus
propósitos, porque Él puede capacitarlo debidamente.

A. INTRODUCCIÓN (Jueces 10:6-18)

(Después de la muerte del usurpador Abimelec, juzgaron a Israel Tola y Jair,


Jueces 10:1-5, pero por la brevedad del relato de sus vidas, los estudiaremos en
la lección 7, juntamente con otros tres cuyas historias también se registran con
gran brevedad).

V. 6. Antes del llamamiento de Jefté se registra de nuevo la triste canción:


“Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová”. La
lista de dioses extraños a los que Israel servía era grande: los baales, las astarot
(plural de Asera, la contraparte femenina de Baal), los dioses de Siria, Sidón,
Moab, Amón y Filistia.
Vs.7-9. Los opresores que Dios envió esta vez a Israel fueron los filisteos y
los amonitas. Filistia es hoy la famosa franja de Gaza y Amón una parte de la
actual Jordania. Los filisteos eran un pueblo que llegó de las islas del Mar
Mediterráneo, unos treinta años después que Israel entró a Canaán, y habitaron
en las ciudades de Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat. Las tribus afectadas
primeramente por los de Amón fueron las del este del Jordán: Galaad y
Manasés; luego cruzaron el Jordán y atacaron a Judá, Benjamín y Efraín (ver
mapa).

V. 10. Como era ya su costumbre, cuando Israel sufría aflicción clamaba a


Dios arrepentido pidiendo liberación. Muchos cristianos, aun con la luz y la
enseñanza de estas tristes historias en la Biblia, pueden verse aquí como en un
espejo: son mal agradecidos con Dios después de recibir respuesta en tiempos de
crisis, no cumplen lo que prometieron hacer, y aún se olvidan de Él para volver
al mundo.

Vs. 11-15. Dios les reclamó que cuando fueron oprimidos por los egipcios,
amorreos, amonitas, filisteos, sidonios, amalecitas y moabitas, Él los había
librado, pero luego lo habían dejado por seguir a dioses ajenos. Por ello dijo:
“Yo no os libraré más”. Los mandó que clamaran a los dioses que habían
elegido para que éstos los libraran en tiempos de angustia. Los israelitas
reconocieron su pecado: “Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te
parezca; sólo te rogamos que nos libres en este día”.

V. 16. Cuando procedieron a quitar los ídolos y se volvieron a Jehová, su


arrepentimiento fue genuino, pues Él una vez más mostró su gran paciencia,
misericordia y amor: “y Él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel”; se
compadeció de sus hijos, como dice Salmos 103:13.

Vs. 17-18. Amón se preparó para la guerra y asimismo lo hizo Israel. Los de
Galaad dijeron que quien empezara la batalla contra los amonitas sería su
caudillo.

B. JEFE ES LLAMADO A SER LÍDER (Jueces 11:1-11)


V. 1-3. Jefté, un hombre valiente hijo de Galaad y una mujer ramera, sufría del
estigma de ser hijo ilegítimo, al igual que Elimelec, (Jue. 8:30-31). Los hijos
legítimos de Galaad con su esposa expulsaron a de su casa a Jefé para que no
heredara nada de su padre. El joven se fue a vivir a Tob y allí se le unió a una
banda de vagos con quienes se dedicó a una vida fuera de la ley.

Vs. 4-11. Jefté parece haber ganado algún renombre por su fuerza y valor,
pues, al invadirlos los amonitas, los ancianos lo llamaron para que los guiara en
la batalla. Jefté les echó en cara que lo habían echado y que ahora lo llamaban
porque lo necesitaban. Cuando ellos le reiteraron que sí lo necesitaban, Jefté
aceptó capitanearlos a cambio de ser su caudillo al cesar la guerra. Los ancianos
aceptaron, él fue su caudillo y les habló invocando a Jehová, el Dios de Israel y
Dios del Pacto.

C. JEFE NEGOCIA CON EL REY DE AMÓN (Jueces 11:12-28)


Vs. 12-13. Cuando Jefté le preguntó al rey de Amón por qué hacía la guerra
contra su tierra, éste respondió que Israel había tomado tierras pertenecientes a
Amón al subir de Egipto y que debía devolverlas pacíficamente (ver mapa).

Vs. 14-18. Jefté respondió que Israel no había tomado tierras de Moab y
Amón, sino había pedido permiso para cruzar por sus territorios y, al negárselo
sus reyes, se había quedado en Cades. Más tarde, al avanzar hacia el norte, evitó
entrar en ellas.

Vs. 19-22. Jefté le recordó también, que cuando Israel pidió permiso al rey de
los amorreos para pasar por su tierra, éste no sólo se lo negó sino lo atacó. Por
ello Dios había entregado a los amorreos en manos de Israel y éste había tomado
sus tierras.

Vs. 23-26. ¿Por qué quería Amón tomar lo que Dios le había entregado a
Israel? Jefté irónicamente le pregunta si Amón no haría también lo mismo
tomando y defendiendo lo que su dios Quemos le diera (si este dios falso
pudiera dar algo). Balac, rey de Moab, no había querido atacar a Israel, ¿por qué
sí quería hacerlo el rey de Amón ahora? Israel había poseído las tierras de los
amorreos por trescientos años ya, ¿por qué no las habían recuperado antes?

V. 27-28. La actitud de Jefté al negociar primeramente con el rey de Amón


recordándole la historia, nos da un ejemplo de cómo agotar los recursos
legítimos para evitar pelear. Pero, aunque intentó disuadir al rey de Amón, éste
no hizo caso.

D. UNA VICTORIA Y UN VOTO IMPRUDENTE (Jueces 11:29-40)


Vs. 29-31. “El Espíritu de Jehová vino sobre Jefté”, y éste atravesó Galaad y
Manasés hasta llegar a Amón. Pero, a pesar de haber sido investido por el poder
divino, Jefté hizo allí un voto imprudente a Dios: si Él entregaba a los amonitas
en sus manos, ofrecería en holocausto al primero de su casa que saliera a
recibirlo al regresar triunfante.

Vs. 32-33. Jehová entregó a los amonitas en manos de Israel: veinte ciudades
fueron tomadas y les causó grandes estragos.

Vs. 34-36. Al regresar Jefté a su casa, salió su única hija a recibirlo con
panderos y danzas. Al verla él, se angustió por el voto imprudente que había
hecho, pero ella misma lo animó a cumplir su promesa pues había obtenido la
victoria.

Vs. 37-40. Este torpe ofrecimiento de un sacrificio humano revela la falta de


instrucción en la ley mosaica que prohibía tal práctica. La contaminación de las
costumbres hebreas fundamentadas en la Ley, habían sido contaminadas por las
costumbres de los cananeos quienes sí practicaban sacrificios humanos.

Algunos opinan que Jefté de veras sacrificó a su hija impulsado por su


conciencia a causa del voto que había hecho si obtenía la victoria. Otros creen
que él realmente dedicó a su hija a una vida de perpetua virginidad, pues los
sacrificios humanos estaban prohibidos al pueblo de Israel, y las mujeres hebreas
tenían en muy alta estima el matrimonio y la maternidad. Una explicación más
es que él talvez esperaba que uno de sus muchos siervos domésticos saliera a
recibirlo y que nunca pensó que lo haría su propia hija. Pero aun así, no podía
sacrificar a su siervo.

Se nos aconseja ser prudentes en cuanto a hacer promesas. En Eclesiastés


5:4-6 dice: “Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas”.

No debemos juzgar duramente a Jefté, él era producto de una época de


ignorancia y apostasía, a quien Dios capacitó para salvar a su pueblo. Con todo,
aparece entre los héroes de la fe en Hebreos 11. Nosotros, con el conocimiento
de la Palabra de Dios sí debemos conducirnos con mayor sabiduría.

E. DE NUEVO LA QUEJA DE LA TRIBU DE BENJAMÍN (Jueces 12:1-7)


V. 1-3. De nuevo, como en Jue. 8:1, los altivos de la tribu de Efraín se
quejaron ante Jefté por no haber sido llamados a participar en la guerra y, en
represalia, amenazaron con quemarlo a él y a su casa. Jefté respondió que sí los
había llamado pero que no lo habían ayudado, por ello él se arriesgó sin su
ayuda. La ayuda de Efraín no le había hecho falta, pues fue Dios quien le había
dado la victoria.

V. 4-6. A diferencia de Gedeón, quien les había respondido calmadamente,


Jefté convocó a los de Galaad, peleó contra Efraín y lo derrotó. Los galaaditas
tomaron los vados del río Jordán y, cuando los de Efraín intentaban regresar a su
tierra, eran ejecutados inmediatamente. Si tenían dudas acerca de alguien, le
preguntaban: “¿Eres efrateo?”, si lo negaba era sometido a una prueba:
pronunciar la palabra “shibolet” (que significa elote). Si la persona pronunciaba
‘sibolet’, evidenciaba que era de Efraín, donde lo pronunciaban así, y era
ejecutado. 42,000 de la tribu de Efraín murieron en aquella ocasión.

V. 7. Jefté desempeñó el cargo de juez seis años y murió.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Ha hecho usted votos o promesas imprudentes a Dios, de los que
después se ha arrepentido o no ha podido cumplir?
2. ¿Qué dos casos conoce usted de personas que, como Jefté, llevaron una
vida fuera de la ley, antes de ser llamados por Dios a su servicio de
tiempo completo?
3. ¿Cuáles métodos ha empleado usted para evitar conflictos entre personas
o grupos?

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LECCIÓN No. 7 (regresar al índice)

“TOLA, JAIR, IBZÁN, ELÓN Y ABDÓN”


Jueces 10:1-5; 12:8-15
LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces 10:1-5 y 12:8-15.
Deuteronomio 18:9-14.
LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: II Re. 17:14-23.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Deut. 6:13

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Enseñar que temer a otros seres espirituales, en vez de sólo temer a Jehová, el Dios de la
Biblia, es ofenderlo a Él.

A. INTRODUCCIÓN

En esta lección hemos alterado el orden cronológico para presentar juntos a


cinco jueces cuyas historias se registran brevemente en solamente trece
versículos. Dos de ellos, Tola y Jair, juzgaron a Israel en el período de paz antes
de Jefté; y los otros tres, Ibzán, Elón y Abdón, juzgaron a Israel en el período de
paz después de Jefté.
B. TOLA (Jueces 10:1-2)
Al morir Abimelec, el usurpador, Tola fue juez sobre Israel por veintitrés años.
Era de la tribu de Isacar pero habitaba en Efraín, la tribu más fuerte y altiva.
Aunque se dice que libró a Israel, no se registra de quiénes.
C. JAIR (Jueces 10:3-5)
Luego se levantó Jair, de Galaad, quien fue juez por veintidós años. Sus hijos,
quienes le ayudaban a gobernar sobre las treinta llamadas ‘ciudades de Jair’,
cabalgaban sobre asnos como símbolo de su buena posición económica y su
autoridad.

(Después vino la apostasía, la invasión de los amonitas y el surgimiento de


Jefté).

D. IBZÁN (Jueces 12:8-10)


Al morir Jefté, juzgó siete años sobre Israel Ibzán de Belén (no Belén de
Judea, sino posiblemente de Zabulón). Parece haber casado a sus hijos e hijas
con personas de otras tribus o clanes de Israel, aunque no necesariamente
cananeos.
E. ELÓN (Jueces 12:11-12)
Durante los siguientes diez años fue juez Elón, también de la tribu de
Zabulón.
F. ABDÓN (Jueces 12:13-15)
Enseguida se levantó Abdón para juzgar a Israel por ocho años. Sus cuarenta
hijos y treinta nietos, al igual que los hijos de Jair, cabalgaban sobre asnos,
mostrando su buena posición social.

Ya que las breves historias de estos cinco jueces nos dejan suficiente tiempo,
se incluye aquí una consideración sobre un problema que afecta a los cristianos.

G. “A JEHOVÁ TU DIOS TEMERÁS Y A EL SOLO SERVIRÁS” (Deut. 6:13)


Muchos cristianos, aun cuando han nacido de nuevo, no han profundizado en
el estudio de la Palabra de Dios, y conservan algunas supersticiones aprendidas
durante su vida pasada. Viven aún en temor de que algo malo les suceda por
efectuar, ellos u otras personas, algún acto en el mundo físico o material: romper
un espejo, pasar bajo una escalera, barrer de noche, botar sal al suelo, barrerle
los pies a alguien, abrir paraguas bajo techo, etc. También creen que les vendrá
algo bueno, o detendrán que acontezca algo malo, si efectúan otros actos físicos:
poner los dedos en cruz, poner un imán junto al dinero, poner prendas rojas a un
bebé, decir iguana en vez de culebra, pasar huevos por el cuerpo de un niño,
tocar madera, portar talismanes o amuletos, usar ciertas hierbas, herraduras,
semillas, huesos, dientes, etc. Otros más temen ciertos días combinados con
ciertas fechas: domingo siete, viernes trece; temen los años bisiestos; o creen en
números de buena suerte.

Es una muy difícil tarea convencer a los que así creen, de que un acto físico o
material no hará que ocurra después algo bueno o algo malo. Si uno les explica
que para que esto suceda debe haber un ser o seres inteligentes que vigilen sus
actos, conecten la causa y hagan que ocurra una consecuencia buena o mala, es
muy difícil convencerlos. Generalmente puede en ellos más el temor que la
lógica, y responden ingenua o tontamente que “no hay que creer, ni dejar de
creer”.

Si creen en las diversas supersticiones, eso implica que también creen en que
hay un ser o seres que conectan los hechos, por ejemplo: romper un espejo
(causa) y tener siete años de mala suerte (consecuencia). Un espejo es un cuerpo
material que no piensa ni decide. Por ello, sin darse cuenta, los supersticiosos
están creyendo que algo o alguien conecta las dos cosas. Ese ser, por supuesto,
no es el Dios de la Biblia, ni sus santos ángeles que cumplen sólo lo que es Su
voluntad. Jehová, el único Dios del Universo, no trata a sus criaturas en esa
forma; Él no está pendiente de todos esos actos que la gente teme hacer porque
pueden traerles malas consecuencias.

El Dios de la Biblia ha revelado toda Su voluntad y Su plan de salvación para


nosotros en Su Santa Palabra, las Sagradas Escrituras. Si aceptamos a su Hijo
Jesucristo como nuestro Salvador personal y único Señor de nuestras vidas, y
nos mantenemos en comunión con Él y en Su voluntad, viviremos siempre bajo
su gracia y protección, gozando de todas sus promesas para nosotros y, al morir,
iremos al cielo para vivir con Él eternamente.

Ahora, si rechazamos a Jesucristo, ignorando las leyes de Su Santa Palabra y


haciendo sólo lo que nuestra propia voluntad nos aconseja, tendremos serios
problemas. Entonces sí estamos expuestos a que otras entidades espirituales:
Satanás y sus huestes de ángeles caídos puedan afectar nuestras vidas y,
finalmente, terminaremos con ellos en el infierno para sufrir el castigo eterno.

¿Por qué muchos cristianos viven como si no estuvieran totalmente en las


manos de Dios? Rom. 8:31 dice: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros?”. Y más adelante en vs. 35, 38 y 39: “¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”. “Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo
porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Esta es la carta de
seguridad del Cristiano.

Si siendo cristianos desobedecemos a Dios, Él nos reprende primero en


nuestro corazón por medio de Su Espíritu Santo, aplicando Su Palabra para
guiarnos al arrepentimiento y de nuevo a la comunión con Él. Si no nos
arrepentimos, nos habla cada vez más fuerte, de acuerdo con nuestra necedad,
hasta que entendamos. A veces Él usa contratiempos, accidentes, enfermedades
y hasta peligro de muerte para hacernos volver si nos extraviamos.

(A veces no hemos pecado y nuestro corazón está en paz con Dios, pero Él en
su soberanía nos manda pruebas para que testifiquemos de nuestra fe y
paciencia ante el mundo, o para que aprendamos nuevas lecciones espirituales y
nos acerquemos más a Él. Cuando Dios ya ha cumplido su propósito en
nosotros, nos restaura a sus bendiciones. Pero es Él quien tiene siempre el
control de todo en tiempos de bendición y de aflicción).

El cristiano que vive en temor de males por parte de los brujos, de los
demonios, o de otras fuentes que él ni siquiera puede identificar, no ha entendido
lo que es el Evangelio de Cristo, ni conoce las Sagradas Escrituras. Temerlos es
reconocer que tienen poder para tocarnos y al hacer cosas para evitarlo, equivale
a honrarlos.

Rom. 8:15-16 dice: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para


estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el
cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios”. Gál. 4:6 lo ratifica: “Y por cuanto sois
hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:
¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero
de Dios por medio de Cristo”.

¡Cuidado con esas prácticas que pretenden sacar demonios de los creyentes!
Un creyente en Cristo tiene al Espíritu de Dios morando en él y no puede ser
habitado a la vez por un demonio. En Juan 14:16-17 Jesús promete: “Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le
ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará
en vosotros”.

H. “MAS A TI NO TE HA PERMITIDO ESTO JEHOVÁ TU DIOS” (Deut.


18:14)
Además de las anteriores supersticiones, otra forma de temer y servir a otros
dioses es caer en la tentación creer en adivinos, agoreros (que auguran el futuro),
sortílegos (predicen buena o mala suerte), hechiceros, encantadores, magos y
espiritistas. Se incluyen aquí también los astrólogos, los que leen las manos o
quiromancia, leen las cartas del tarot, juegan ouija, y otras formas de tratar de
predecir el futuro.

Quienes practican todo esto son guiados o poseídos por los demonios y a los
cristianos les está prohibido consultarlos.
Los cristianos debemos aprender a confiar todos los aspectos de nuestra vida a
Dios nuestro Creador y Salvador. Cualquier desvío de esto será castigado
duramente. Recordemos la advertencia de Dios a Israel: “por estas
abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto
serás delante de Jehová tu Dios”,

Deut. 18:12-13. Los cristianos debemos abstenernos también de preservar y


transmitir leyendas sobre seres que no son más que manifestaciones de Satanás y
sus ángeles: duendes, sirenas, fantasmas, la siguanaba, apariciones, ovnis y seres
extraterrestres, seres mitológicos, celebración del Halloween, etc. No deben
excusarse diciendo que son tradiciones de la gente, parte de la cultura o
divertidos.

Todo lo que no proviene de Dios y de sus santos ángeles, de mal procede.


¡Cuidado!

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿En cuáles de las supersticiones mencionadas, u otras similares, cree
usted aún?
2. ¿Teme usted a seres como: el duende, el cadejo, la siguanaba, espantos,
etc.?
3. ¿Qué creencias y temores ha infundido usted en sus hijos, amigos,
alumnos u otras personas acerca de seres que no son más que
manifestaciones demoníacas?

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LECCIÓN No. 8 (regresar al índice)

“NAZAREO A DIOS DESDE SU NACIMIENTO”


Jueces 13:7

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces capítulos 13 y 14.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Números 6:1-12.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Jueces 13:8.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Recordar a los padres de familia la gran responsabilidad de inculcar las enseñanzas de la


ley de Dios en sus hijos, para que Dios los use adecuadamente.

A. INTRODUCCIÓN (Jueces 13:1)

Aunque el nacimiento de Sansón fue anunciado por un ángel a una mujer


estéril, como en otros casos famosos en la Biblia, y aunque sus padres estaban
interesados en criarlo de acuerdo a su alto llamado, según Jue. 13:8 y 12, sus
padres no lograron infundir los altos principios de la Ley en el niño y joven. El
producto fue un hombre voluntarioso, vengativo, impulsivo y con arranques
humorísticos muy creativos. Con todo, Dios lo usó para sus fines y así comenzó
a derrotar a los filisteos.

V. 1. Una vez más “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos
de Jehová”. Esta vez, el azote les vino por parte de sus vecinos del sur: los
filisteos.

B. SE ANUNCIA EL NACIMIENTO DE UN NAZAREO (Jueces 13:2-14)


Vs. 2-3. Manoa, de la tribu de Dan, tenía una mujer estéril que no le daba
hijos, lo cual nos recuerda las historias de Sara, Ana y Elisabet. Un día el ángel
de Jehová se le apareció, estando ella sola, y le anunció el nacimiento de un hijo.

Vs. 4-5. Se le prohibió tomar vino, sidra y comer cosas inmundas. El niño
tampoco debería hacerlo, pues sería un nazareo como se estipulaba en Núm. 6:1-
21. El voto de nazareato incluía abstenerse de beber licor, de comer productos de
la vid, de alimentos inmundos, de acercarse a cuerpos muertos y de rasurarse el
cabello. Era voluntario y temporal, pero a Sansón se le impuso de por vida y aun
antes de nacer.

Vs. 6-7. La esposa de Manoa le dijo a éste que un ángel de Dios, “temible en
gran manera”, se le había aparecido. No le había preguntado su nombre, ni él lo
había dicho tampoco. Le contó también del voto de nazareo de su hijo por toda
la vida.

Vs. 8-14. Manoa oró a Dios que se les apareciera el ángel otra vez para
decirles qué hacer con el niño. Cuando se le apareció a la mujer de nuevo en el
campo, ella corrió a buscar a su esposo. Manoa le preguntó si él era el mismo y
el ángel respondió que sí; y al inquirir sobre cómo criar al niño, el ángel les
repitió las reglas del nazareo.

C. UNA VISITA MUY ESPECIAL (Jueces 13:15-25)


V. 15. Manoa mostró la hospitalidad que es aún común en el Oriente: ofrecer
un cabrito al visitante. Comer con un visitante era un acto solemne de comunión
y compañerismo. Así lo habían hecho Abraham, Gén. 18:3-8; y Gedeón, Jue.
6:17-23.

Vs. 16-18. El ángel rehusó comer y le aconsejó ofrecerlo en sacrificio a


Jehová. Entonces entendió Manoa que era un ángel de Dios, y al preguntarle su
nombre el ángel respondió que era Admirable.

Vs. 19-21. Manoa ofreció el cabrito y una ofrenda de trigo, posiblemente


sobre un altar de piedra. Mientras se quemaba la ofrenda, el ángel subió en la
llama ante sus ojos y ellos se postraron. Manoa entendió plenamente que era el
ángel de Jehová.

Vs. 22-23. Al darse cuenta de que habían visto una “teofanía”, o revelación
visible de la deidad en forma angelical, Manoa pensó que morirían, recordando
Ex. 33:20. Pero su mujer, quien ya había visto antes al ángel, sabiamente razonó
que si Dios hubiera querido matarlos, no les hubiera anunciado el nacimiento del
niño ni abría aceptado el holocausto.
V. 24. Nació el niño nació y fue llamado Sansón; creció y fue bendecido por
Jehová.

V. 25. Este versículo es una introducción de las hazañas que luego realizaría.

D. EL PRIMER AMOR DE SANSÓN (Jueces 14:1-20)


La educación de Sansón no pudo hacer del joven una persona con gran
respeto por la Ley, ni templanza para resistir sus impulsos. Era voluntarioso,
intempestivo y a veces con un sentido del humor un poco raro. Se involucró con
tres filisteas, una de ellas ramera, mostró crueldad con los animales y tuvo en
poco su nazareato.

Vs. 1-3. En Timnat, Sansón se sintió atraído por una filistea y, al regresar a
casa, pidió a sus padres que hicieran los arreglos para tomarla como su esposa.
La ley prohibía a los israelitas casarse con gentiles, Ex. 34:15-16; Deut. 7:3. Al
aconsejarle sus padres que buscara esposa entre las hijas de Israel, él insistió y
les rogó que obtuvieran a la filistea para él.

Los únicos incircuncisos en la región eran los filisteos. Los demás pueblos
vecinos sí practicaban la circuncisión, pues descendían de Abraham o de su
familia: los moabitas y los amonitas descendían de Lot; los edomitas descendían
de Esaú (Edom), nieto de Abraham; los madianitas descendían de Madián, hijo
de Abraham y Cetura. Entre éstos era un rito de iniciación a la pubertad o
prematrimonial. En Egipto lo practicaban los sacerdotes y altos oficiales del
gobierno. Sólo en Israel era la circuncisión el símbolo del pacto entre Jehová y
su pueblo.

V. 4. El padre era la cabeza de la familia y, como tal, era el sacerdote y el que


ejercía pleno control sobre todos sus miembros. Esto incluía escoger a sus
esposas. Por ello Sansón insistió en que su padre pidiera a la filistea. El autor del
Libro de los Jueces, al ver todo esto muchos años después, lo consideró como
algo permitido por Dios para castigar a los filisteos.

Vs. 5-6. Cuando Sansón y sus padres fueron a Timnat, el joven se apartó un
tanto de ellos y un león lo atacó. “El Espíritu de Jehová vino sobre Sansón” y
con sólo sus manos despedazó a la fiera. Posiblemente los filisteos ya habían
aplicado su política de confiscar todas las armas a los israelitas. Del incidente no
dijo nada a sus padres.

Vs. 7-9. Sansón habló a la mujer filistea y ésta le agradó. Días después, al ir a
juntarse con ella, vio que en el cuerpo muerto del león, había un panal. Al
aproximarse a un cuerpo muerto, tuvo en poco su voto del nazareato. Comió
miel y les dio a sus padres, pero no les dijo de dónde lo había sacado, talvez para
evitar ser reprendido por su acción.

Vs. 10-11. Según la costumbre, Sansón hizo un banquete de bodas. Era quizá
un tipo de matrimonio inferior al matrimonio normal en Israel, en el cual la
esposa, una viuda o divorciada, continuaba viviendo en la casa de sus padres y el
esposo la visitaba con frecuencia trayéndole presentes. Lo practicaban algunos
pueblos en la región. Los treinta compañeros que los filisteos llamaron para estar
con Sansón, o eran guardaespaldas para protegerlos del ataque de merodeadores
buscando un fácil botín, o eran seguridad para protegerse de cualquier ataque del
mismo Sansón.

Vs. 12-13. El banquete duraba siete días y al final se consumaba el


matrimonio. Sansón propuso una adivinanza y una apuesta. Si la resolvían, él les
pagaría con sesenta vestidos. Si no la resolvían, los filisteos le pagarían a él.

Vs. 14-15. Una copla contenía el acertijo y los jóvenes no pudieron resolverlo
en los primeros tres días. Entonces amenazaron a la novia con quemarla a ella y
a la casa de su padre, para que les descubriera la solución.

Vs. 16-18. Con lágrimas ella trató de obtener el secreto de Sansón, pero éste
se excusó diciendo que no lo había confiado ni a sus padres. Al fin, por medio
de más lágrimas, obtuvo la respuesta y la declaró a sus amigos. Así, antes de
concluir el séptimo día los filisteos dieron la solución al acertijo.

Vs. 19-20. Dios llenó a Sansón con su poder y en Ascalón mató a treinta
hombres para pagar la apuesta. Luego, enojado y frustrado, se fue a la casa de
su padre. El suegro, ofendido porque Sansón había hecho llorar a la novia,
porque había provocado amenazas de muerte sobre su familia, y porque se había
ido enojado y sin consumar el matrimonio, anuló éste y dio a su hija al mejor
amigo de Sansón.

E. LOS ÁNGELES DE DIOS.


Hoy están de moda los ángeles, tanto en el mundo secular como en la iglesia.
Se habla de ángeles guardianes y de espíritus guías. Se anima a las personas a
tener un ángel guardián o espíritu guía, a llamarlo y recibir su ayuda. Se les
promueve en películas, adornos, pósteres, juguetes, juegos electrónicos y otras
formas más. Tengamos cuidado de no caer en la trampa de jugar con los ángeles
caídos, pues según II Cor. 11:14, “el mismo Satanás se disfraza como ángel de
luz”.

Los santos ángeles de Dios descritos en la Biblia tienen estas características:

a. Infunden temor o reverencia por su santidad y dicen que tengan


temor.
b. Jamás son invocados por las personas, Dios los envía por
iniciativa de Él.
c. No dicen sus nombres, excepto Gabriel cuando se presentó a
María.
d. Sólo dos se nombran en la Biblia: Gabriel y Miguel.
e. Hablan en nombre de Dios y guían a las personas hacia Él y a
Cristo.

Las películas y novelas los presentan con nombres, como amigos, como
personas comunes y corrientes que no infunden reverencia, con defectos, que a
veces no se comportan de acuerdo con la moral cristiana, cumplen con sus
supuestas misiones y desaparecen. Esta clase de ángeles están confundiendo a
muchos. El fin de esta enseñanza de la Nueva Era es que las personas se
familiaricen con los ángeles, pero no los santos ángeles de Dios, sino los ángeles
caídos. ¡Cuidado!

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR:


1. ¿Qué piensa usted acerca de que los creyentes se casen con inconversos?
2. ¿Cuánto desarrolla usted como padre los valores morales en sus hijos?
3. ¿Puede detectar usted la enseñanza de ángeles y espíritus guías en las
caricaturas, juguetes, películas y literatura al alcance de sus hijos?

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LECCIÓN No. 9 (regresar al índice)

“JEHOVÁ YA SE HABÍA APARTADO DE ÉL”


Jueces 16:20

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces caps. 15 y 16.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA LECCIÓN: Hebreos 12:4-11.

VERSÍCULO PARA RECORDAR: Hebreos 12:6.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Enseñar que Dios en su soberanía puede usar a hombres inconstantes e impetuosos


como Sansón para cumplir sus propósitos.

A. INTRODUCCIÓN

Dios utilizó el carácter impulsivo y enamorado de Sansón para tomar


venganza de los filisteos: primero con la mujer de Timnat, luego con una
prostituta de Gaza, y finalmente con Dalila.
B. SANSÓN REGRESA CON LA MUJER DE TIMNAT (Jueces 15:1-8)
Vs. 1-3. En tiempo de la cosecha del trigo, Sansón volvió a visitar a su mujer,
llevándole un cabrito para festejar con ella: o para contentarla por el desaire
hecho, o era el regalo para una mujer en ese tipo de matrimonio. Pero el suegro
no lo dejó entrar, argumentando que Sansón no amaba a su hija, la cual había
dada ya a su mejor amigo. El haber dejado abruptamente a la novia el último día
de las bodas, para ir a conseguir el pago de la apuesta en Ascalón, fue visto
como una gran ofensa.

Para aplacar a Sansón se le ofreció la hermana menor, quien era más


hermosa. El no aceptó y sólo tuvo un nuevo pretexto para vengarse de los
filisteos.

Vs. 4-5. Cazó 300 zorras, amarró las colas de cada pareja y una antorcha a
cada una. Luego las soltó entre el trigo ya cosechado, y por los trigales, las vides
y los olivares.

Vs. 6-8. Al descubrir que había sido Sansón enojado por la acción de su
suegro de darle su esposa a otro, los filisteos quemaron a la mujer y a su padre,
considerando que éste había actuado apresuradamente. Aunque la mujer había
escapado de morir quemada con su padre al averiguar la respuesta al acertijo,
Jue. 14:15, finalmente murió así. Esto provocó de nuevo la ira de Sansón, quien
se vengó causándoles otra gran mortandad. Luego se refugió en una caverna.

C. CON LA QUIJADA DE UN ASNO (Jueces 15:9-20)


Vs. 9-10. La masacre en Timnat hizo que una gran multitud de filisteos
acampara en Judá. Los de Judá les reclamaron y los filisteos dijeron que iban a
capturar a Sansón para vengarse por la matanza que había hecho.

Vs. 11-13.Tres mil de Judá fueron a la cueva de Etán a reclamar a Sansón por
causarles problemas con los filisteos. El se excusó diciendo que sólo había
hecho lo mismo que aquellos. Al decirle que iban para capturarlo y entregarlo,
Sansón los hizo jurar que no lo matarían. Se dejó amarrar con lazos nuevos y
bajó con ellos.

V. 14. Pero, cuando los filisteos salieron a encontrarlo, el Espíritu de Jehová


vino sobre él y reventó los lazos.

V. 15. Con una quijada de asno fresca aún, mató a mil filisteos, mientras los
de Judá sólo fueron testigos de la masacre. Ni esa nueva derrota de los filisteos
movió a los de Judá a pelear para librarse de ellos.

Vs. 16-17. Sansón recitó una copla para celebrar su hazaña, y para recordarla
llamó aquel lugar “Cerro de la quijada”.

Vs. 18-19. Luego, cuando moría de gran sed, oró a Dios por agua para
calmarla. Su queja nos recuerda la de Elías cuando huía de Jezabel.
Milagrosamente Dios le abrió un vertiente en el cual Sansón bebió y recobró el
ánimo.

V. 20. Sansón juzgó a Israel veinte años. Su obra estuvo alejada de funciones
judiciales, y sus hazañas las realizó sólo él, en el área de Dan y Judá dominada
por los filisteos. Posiblemente fue contemporáneo de Abimelec y Jefté, sin haber
tenido contacto con ellos.

D. SANSÓN Y LA RAMERA DE GAZA (Jueces 16:1-3)


Una prueba de que la Biblia fue inspirada por Dios y no meramente una
historia humana, es el hecho de que aun sus grandes héroes aparecen
desplegados con todos sus defectos: Noé, Abraham, Moisés, David, Salomón,
etc.

V. 1. Sansón fue a Gaza, la ciudad filistea más al sur y se juntó con una
prostituta.

Vs. 2-3. Como su fama infundía temor, lo acecharon toda la noche a la puerta
de la ciudad esperando el amanecer para matarlo. Pero a medianoche, cuando
talvez ya habían descuidado la guardia, Sansón se levantó, arrancó las puertas de
la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, y las llevó hasta la cumbre de un
monte.
E. SANSÓN Y SU ROMANCE CON DALILA (Jueces 16:4-22)
Vs. 4-5. Sansón se enamoró de Dalila, otra filistea. Los príncipes de las cinco
ciudades filisteas le ofrecieron pagarle mucho dinero para que averiguara la
fuente de su gran fuerza y cómo podrían amarrarlo y dominarlo.

Vs. 6-9. Ella procedió a cumplir con su misión y le preguntó a Sansón cómo
podrían dominarlo. El la engañó diciéndole que con siete juncos verdes. Cuando
ella lo amarró con siete juncos verdes, y le gritó que los filisteos lo atacaban,
Sansón rompió los juncos con facilidad.

Vs. 10-12. Intentó de nuevo y él la engañó diciéndole que con cuerdas


nuevas. Cuando ella trató con cuerdas nuevas, de nuevo Sansón las rompió.

Vs. 13-14. Al insistir ella, él la engañó por tercera vez diciéndole que tejiera
siete mechones de su largo pelo con tela, y las clavara al suelo con una estaca.
Sansón logró zafarse otra vez.

Vs. 15-17. Dalila le suplicó con lágrimas, acusándolo de que no la amaba y de


que la había engañado. Sus lágrimas suavizaron a aquel hombre fuerte, como lo
había hecho ya antes la mujer de Timnat. Sansón fue seducido y le descubrió el
secreto de su voto de nazareo. Ya había tocado un cuerpo muerto, y es probable
que en su vida de fiestas y mujeres haya bebido licor; sólo le quedaba el signo
más visible: su larga cabellera. Le reveló a Dalila que nunca se había rapado la
cabellera.

V. 18. Dalila llamó a los príncipes de los filisteos y éstos trajeron el dinero.
Luego hizo que Sansón se durmiera sobre sus rodillas y llamó a un hombre para
que lo rapara. Al grito de alarma de ella, Sansón despertó esperando escapar
nuevamente, pero ya Jehová se había apartado de él.

Debe aclararse que no fue meramente el acto de cortarle el pelo lo que debilitó
a Sansón, sino el haber roto su voto al revelar que el símbolo de éste era su
cabello largo, a sabiendas de que le sería cortado y perdería así la bendición de
Dios para él.

V. 21. Sansón fue capturado; le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Allí lo
encarcelaron, fue encadenado y obligado a moler grano en un molino de piedra,
el cual era un trabajo humillante hecho generalmente por las mujeres.

V. 22. Al pasar los días su cabello empezó a crecerle nuevamente.

F. MUERTE DE SANSÓN (Jueces 16:23-31)


Vs. 23-24. Los filisteos ofrecieron sacrificio a Dagón su dios y lo alabaron por
haberles entregado al enemigo que les había causado mucha mortandad.

Vs. 25-27. Al estar ya embriagados, sacaron a Sansón de la cárcel para


divertirse con él y escarnecerlo. Lo pusieron entre las columnas y se burlaban de
quien antes les había infundido pavor. El que había matado a miles era guiado
ahora por un joven, a quien Sansón pidió que lo pusiera sobre las columnas
principales que sostenían toda la estructura del templo. Allí lo puso sin
sospechar el astuto plan de Sansón. Se hallaban en el recinto muchas gentes: los
príncipes de los filisteos, y unos tres mil hombres y mujeres burlándose de su
enemigo ahora prisionero y ciego.

V. 28-30. Sansón oró a Dios como talvez nunca antes en su vida, llamándolo
con sus varios nombres en hebreo: Adonai, Yahweh, Elohim. Le pidió ayuda
para vengarse de los filisteos por haberle sacado los ojos. El restaurar
arrepentido su comunión con Dios le devolvió su fuerza, no el hecho de que le
creciera el cabello de nuevo. Sansón ejerció toda su fuerza para derribar las dos
columnas principales, mientras gritaba: “Muera yo con los filisteos”. La casa se
desplomó y mató así a todos, que eran más que los que había matado hasta
entonces.

V. 31. Sus hermanos y familiares lo sepultaron cerca de su ciudad natal.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Cómo puede usted descuidar su ministerio y privilegios en la iglesia?
2. ¿Qué lecciones espirituales tiene la historia de Sansón y Dalila para Ud.
hoy?
3. ¿Cuándo decide Dios ya no ejercer su misericordia y paciencia con los
desobedientes?

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LECCIÓN No. 10 (regresar al índice)

“TOMASTEIS MIS DIOSES QUE YO HICE”


Jueces 18:24

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces caps. 18 y 19.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Salmos 115:1-11.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Salmos 115:11.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Describir el grado de olvido de la Ley e idolatría en que había incurrido Israel en


tiempos de los jueces.

A. INTRODUCCIÓN

En el Libro de los Jueces no se alude al Tabernáculo, el cual había sido


ordenado y construido en el desierto como centro del culto para todo Israel,
excepto en los capítulos finales. También es triste que no se mencione el
sacerdocio levítico instaurado por Dios a través de Moisés. Sólo se menciona a
los levitas en conexión con tristes historias, como las descritas en esta lección y
la siguiente. Los levitas, al igual que el resto de la población, muestran una gran
ignorancia de la Ley. No había profetas que alzaran su voz denunciando la
idolatría y demás desviaciones de la fe en que habían caído. Todo este período lo
resume esta breve descripción: “cada uno hacía lo que bien le parecía”. El autor
del libro, escrito posiblemente en los días gloriosos de la monarquía de David,
atribuye la decadencia espiritual y el desorden a la falta de una autoridad fuerte
y centralizada en un rey. Detrás de ello hay una causa aun más profunda: la
generalizada apostasía, el olvido de Jehová y de Su Ley.
B. LOS ÍDOLOS DE MICAÍA (Jueces 17:1-13)
Vs. 1-4. Esta triste historia comenzó en el monte de Efraín, cuando Micaía
confesó a su madre que él había tomado los mil cien siclos de plata que le habían
sido robados. Seguramente las devolvió por temor a la maldición de su madre,
quien sospechaba de él cuando le habló del asunto. En esos tiempos se temían
las maldiciones, y por ello la madre lo bendijo después para evitarle un castigo.

Al desaparecer el dinero, ella dijo que había dedicado la plata a Dios para
hacer una imagen tallada a nombre de su hijo, esperando que así le fuera
devuelto todo y para realzar más el pecado del robo, ya que el dinero dedicado a
Dios no podía desviarse para otro fin. Sin embargo, cuando Micaía le devolvió
el dinero, ella sólo tomó doscientos ciclos -un quinto- y lo dio a un fundidor para
que hiciera una imagen. Posiblemente se trataba de una imagen de madera
recubierta con plata, la cual fue puesta en casa de Micaía.

Hacer imágenes estaba prohibido por la Ley (Ex. 20:3, 24; Deut. 4:16). La fe
de Israel excluía toda imagen.

Vs. 5-6. Tuvo así Micaía un templo de dioses. Hizo un efod y terafines (dioses
domésticos) los cuales estaban asociados con la adivinación.

La desviación final de Micaía fue la consagración de su propio hijo como


sacerdote. Antes de establecerse el sacerdocio levítico, en el cual toda la tribu de
Leví fue separada para ministrar a Israel, los primogénitos desempeñaban
funciones sacerdotales. Talvez se había descuidado la disposición de la Ley de
que los levitas estuvieran distribuidos entre todo Israel, o había una total
ignorancia de ella, pues entonces “Cada uno hacía lo que bien le parecía”.

V. 7. Aquí aparece en escena un levita procedente de Belén de Judá. A los


levitas se les había concedido vivir en 48 ciudades para su uso personal, Núm.
35:1-3.

Vs. 8-11. Este levita había salido de Belén para ir adonde pudiera hallar
ocupación y suficiente sustento. Así llegó a Efraín, a casa de Micaía ante quien
se identificó. Micaía lo invitó a quedarse allí, diciéndole que sería como su
padre y sacerdote (en su labor religiosa), y como un hijo (al darle lo necesario),
pues le ofreció salario, hospedaje, ropa y comida.

V. 13. Ahora se sentía más satisfecho por tener un verdadero levita como
sacerdote.

C. LOS DE DAN BUSCABAN NUEVAS TIERRAS (Jueces 18:1-10)


Vs. 1-4. La tribu de Dan aún no había podido ocupar plenamente su territorio
(Jue. 1:34-35), por la resistencia de los amorreos y la presión de los filisteos.
Habían sido confinados a una pequeña área donde se habían centrado las
actividades de Sansón. Por tanto, decidieron comisionar a cinco hombres
valientes para que exploraran la tierra y buscaran donde migrar. Al pasar por la
casa de Micaía posaron allí. Cuando conocieron al levita y lo interrogaron, éste
les contó la historia de cómo había llegado a ser sacerdote en aquella casa.

Vs. 5-7. Los exploradores pidieron al sacerdote preguntar a Dios si


prosperarían en su viaje. El levita les dijo que prosiguieran en él, pues Dios
estaría por ellos. Así continuaron su viaje y llegaron hasta Lais, en el norte de
Israel. Vieron que el pueblo habitaba seguro, ocioso, confiado, aislado y
tranquilo.

Vs. 8-10. Al volver a sus hermanos, les informaron y les aconsejaron subir y
poseer a Lais. Dijeron que Dios les había entregado una tierra con buena
provisión de todo lo necesario para vivir.

D. LOS DE DAN ROBARON LOS ÍDOLOS DE MICAÍA (Jueces 18:11-31)


Vs. 11-14. Unos seiscientos hombres armados de la tribu de Dan decidieron
emprender la migración al norte. En su camino pasaron por la casa de Micaía y
los cinco exploradores, que ya la conocían, dijeron a sus compañeros que allí
había un efod, terafines y una imagen tallada y de fundición.

Vs. 15-20. Al llegar los cinco exploradores se robaron los ídolos y el efod,
mientras los seiscientos hombres armados montaban guardia. Al preguntar el
sacerdote qué hacían, le mandaron que se callara y que se fuera él también con
ellos para servirles, pues era mejor ser sacerdote de una tribu, que ser sacerdote
de una sola familia. Con tal oferta el levita se alegró y se marchó con ellos.

Vs. 21-26. Mientras los de Dan proseguían su camino, los vecinos de Micaía
se juntaron y fueron tras aquéllos gritándoles. Cuando los de Dan preguntaron a
Micaía qué pasaba, éste respondió: “Tomasteis mis dioses que yo hice”. Los
emigrantes lo amenazaron diciéndole que no insistiera, pues los más impulsivos
podrían matarlo a él y a su familia, por lo cual Micaía tuvo miedo y regresó
humillado a su casa.

Vs. 27-29. Los de Dan tomaron Lais, mataron a sus habitantes y quemaron la
ciudad. Luego la reedificaron, le dieron el nuevo nombre de Dan y la habitaron.
En el futuro, para referirse a todo el territorio de Israel, de norte a sur, se diría:
“desde Dan hasta Beerseba”, Jue. 20:1.

V. 30. En Dan se levantó formalmente un templo para el ídolo de Micaía, y


Jonatán descendiente de Gersón, hijo de Moisés, y sus hijos, fueron sacerdotes
en él. Esta desviación duró varios siglos, hasta el día en que Dios trajo a los
asirios para llevar cautivo a Israel por su idolatría (721 a. C.).

V. 31. La historia termina recordando que todo aquello había comenzado en la


casa de Micaía muy cerca de Silo donde estaba el Tabernáculo establecido por
Dios.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Es Ud. de los que creen que todas las religiones conducen a Dios y a la
salvación?
2. ¿Sabe Ud. qué es el ecumenismo y sus peligros para la Iglesia de Cristo?
3. ¿Qué porciones y versículos de la Biblia nos aseguran que sólo Cristo
salva?

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LECCIÓN No. 11 (regresar al índice)

“JAMÁS SE HA HECHO NI VISTO TAL COSA”


Jueces 19:30

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Jueces caps. 19-21.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Romanos 3:9-22.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Romanos 5:1.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Mostrar cuán bajo puede caer el hombre cuando se olvida de Dios y de sus leyes, y
cuánto mal causa el pecado a la paz social.

A. EL LEVITA Y SU CONCUBINA (Jueces 19:1-30)

Vs. 1-3. La historia trata de un levita que vivía con su concubina en el


territorio de Efraín. Un día ésta le fue infiel y regresó a la casa de su padre en
Belén de Judá. El marido, acompañado por un siervo y dos asnos, fue a buscarla
para convencerla de que regresara con él. La mujer lo recibió cordialmente y lo
invitó a entrar.

Vs. 4-9. El suegro también le dio la bienvenida con gozo, pensando que la
desgracia de su separación ya no caería sobre él. Después de tres días, al
disponerse el levita a regresar a casa con su mujer, el suegro amablemente lo
convenció para que se quedara un día más y así lo hizo. Al quinto día, ya tarde,
el suegro le sugirió que se quedara otro día más, pero el levita ya no accedió y
partió con su mujer y su siervo.

Vs. 10-19. Al llegar a Jebús (Jerusalén) ya se acercaba la noche, y el siervo


aconsejó al levita que pernoctaran allí. Este respondió que sólo posarían en una
ciudad de israelitas, por lo que siguieron hasta llegar a Gabaa de Benjamín, a la
puesta del sol.

Se sentaron en la plaza esperando ser invitados a posar en algún hogar; pero


nadie los invitó. Un anciano de la tribu de Efraín, morador de Gabaa, quien
regresaba de trabajar, les preguntó de dónde venían y hacia dónde iban. El levita
dijo que venía de Belén e iba a la casa de Jehová, pero que nadie le había dado
posada aún. ¿Iba de veras a la casa de Dios a agradecerle por haber recuperado a
su mujer? ¿O decir que iba con un fin religioso le ayudaría a conseguir posada
más fácilmente? ¡Quién sabe! Dijo que llevaba forraje para sus asnos y comida
para ellos y no pediría nada.
Vs. 20-22. El anciano ofreció darles todo lo necesario, con tal que no se
quedaran en la plaza por la noche. Ya en casa, sus huéspedes se lavaron los pies,
comieron y bebieron, y sus asnos fueron alimentados. Pero, cuando ya se
hallaban contentos por haber bebido, los hombres de la ciudad, que eran
pervertidos, llegaron a golpear la puerta demandando que el anciano sacara al
levita para abusarlo sexualmente. Esta terrible escena de inmediato nos recuerda
lo sucedido en casa de Lot, Gén. 19:4-11.

V. 23. El anciano trató de disuadirlos para que no cometieran tal pecado, ni


violaran las sagradas leyes de la hospitalidad. Les ofreció a su hija virgen y a la
concubina para que hicieran con ellas como quisieran, para evitar que
“sodomizaran” a su huésped. La baja estima en que se tenía, y aun se tiene, a la
mujer en el Medio Oriente, fue una de las causas de tal ofrecimiento. Pasarían
aún treinta siglos antes que la mujer gozara de algunos derechos de entre los
muchos que aún se le niegan. Recordemos que la Iglesia Evangélica Amigos fue
una de las pioneras en darles a las mujeres el reconocimiento que la sociedad les
negaba. Los Amigos permitieron desde el inicio de su movimiento, en el siglo
diecisiete, que las mujeres participaran en las diversas facetas del liderazgo,
como maestras, predicadoras y misioneras.

Vs. 25-26. Aquellos hombres perversos no atendieron razones. El levita les


sacó a su concubina, la cual fue abusada toda la noche. Al amanecer, ella se
dirigió a la puerta de la casa y allí cayó muerta. El levita no hizo esfuerzos por
exponer su vida para defender a la mujer a quien pretendía amar; para salvar su
propia integridad les entregó a la indefensa mujer. Esto golpea duramente
nuestra mentalidad cristiana del siglo veintiuno, que respeta a la mujer como
hecha también a la imagen de Dios.

Vs. 27-28. Al día siguiente, el levita fríamente se alistó para seguir su


camino. Cuando vio a su mujer tendida a la puerta, le pidió que se levantara y lo
acompañara. Pero, al ver que estaba muerta, la puso sobre su asno y partió. No
se registran ni comentarios ni lamentos de parte de nadie, sino el breve y frío
relato de un hombre que se lleva a su muerta a su hogar.

V. 29. El levita partió el cadáver en doce pedazos y los envió por todo Israel,
por medio de mensajeros que posiblemente llevaban el encargo de contar acerca
del horrendo crimen y decir: “Considerad esto, tomad consejo y hablad”.
Quienes veían aquel macabro mensaje decían: “Jamás se ha hecho ni visto tal
cosa, desde el tiempo en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto
hasta hoy”, aludiendo al Éxodo como el gran evento que había dado origen a la
nación de Israel.

B. LA GUERRA CONTRA LA TRIBU DE BENJAMÍN, Jueces 20:1-48.


Vs. 1-3. Aquella grotesca convocatoria fue efectiva, pues todo Israel, desde
“Dan hasta Beerseba”, se reunió como un solo hombre, en Mizpa. Algunos
creen que, aunque esta historia es la última en el libro, talvez ocurrió antes,
cuando no habían comenzado las invasiones, por la facilidad con que se
reunieron todas las tribus sin obstáculos de ningún otro pueblo, y por la unidad
que aún tenían.
Vs. 4-9. Al preguntar los hijos de Israel cómo había ocurrido el crimen, el
levita repitió la dolorosa historia, tras lo cual les pidió que dieran su veredicto y
sentencia. Israel dispuso por unanimidad no regresar a casa sino hasta haber
castigado a los de Gabaa, para lo cual la atacarían por turnos.

Vs. 10-11. El no haberse presentado los de Benjamín a la convocatoria,


implicaba que habría una larga campaña contra ellos; tendrían que organizar
muy bien la provisión de víveres, pero todos estaban unidos en el propósito de
hacerles pagar por su abominable crimen.

Vs. 12-17. La congregación de Israel envió hombres a todo Benjamín para


conminarlos a entregar a los culpables de Gabaa, para ser ejecutados y borrar así
el mal de Israel. Pero los de Benjamín no los escucharon sino se solidarizaron
con los criminales; prepararon a veintiséis mil guerreros, además de setecientos
hombres escogidos de Gabaa, quienes eran zurdos muy hábiles para tirar con sus
hondas.

Vs. 18-25. La congregación consultó a Dios preguntándole qué tribu pelearía


primero contra Benjamín, y Él les respondió que Judá. Así, por la mañana los de
Israel atacaron, pero los de Benjamín les hicieron veintidós mil bajas. La
congregación volvió a prepararse para combatir por segunda vez, porque había
llorado y consultado a Dios la noche anterior y Él le había mandado hacerlo.
Los de Benjamín les causaron otras dieciocho mil bajas.

Vs. 26-28. La congregación lloró nuevamente y esperó en la presencia de


Dios, ayunó y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El Arca del Pacto se
hallaba allí en Mizpa en esos días. Al preguntar a Dios si debían pelear otra vez
más, la respuesta fue que continuaran, porque entonces sí les serían entregados
los de Benjamín.

Vs. 29-48. Los de Israel sufrieron aún unas treinta bajas antes de usar una
estratagema efectiva, con la cual consiguieron matar a veinticinco mil hombres
de Benjamín, e hicieron que seiscientos hombres se atrincheraran en la peña de
Rimón por cuatro meses. Mientras continuaron con su acto de ajusticiamiento:
quemaron las ciudades de Benjamín, mataron a sus hombres, las bestias y todo
lo que hallaron.

C. MUJERES PARA LOS DE BENJAMÍN (Jueces 21:1-25)


Vs. 1-9. Tras su victoria, todos se reunieron en la casa de Dios. Estuvieron
allí hasta la noche delante de Dios, llorando y lamentándose por haber casi
eliminado a una de las tribus. Se había impartido justicia, pero se había roto la
unidad. En Israel era tragedia que una familia se extinguiera o estuviera a punto
de extinguirse, pero ellos no podían dar a sus hijas como mujeres a los
sobrevivientes de Benjamín, pues al juntarse en Mizpa ya habían jurado que
ninguno de ellos lo haría.

Al día siguiente se levantaron temprano, levantaron un altar y ofrecieron


holocaustos y ofrendas de paz.
Los de Israel habían también jurado que castigarían con la muerte a quienes
no acudieran a su convocatoria en Mizpa, y averiguaron que los de Jabes de
Galaad no lo habían hecho. Aquí hallaron una solución al problema de cómo
hallar mujeres para los de Benjamín.

V. 10-18. La congregación envió a doce mil hombres a matar a todos los de


Jabes, excepto a las mujeres vírgenes. Lo hicieron así y trajeron hasta Silo a
cuatrocientas doncellas. Luego se llamó en paz a los atrincherados en la peña de
Rimón y, al llegar, les dieron por mujeres a las vírgenes de Jabes, pero no eran
suficientes. Se compadecieron de nuevo por ellos y por la ruptura de la unidad,
mientras los ancianos pensaban qué harían, pues las mujeres de Benjamín habían
muerto.

V. 19-22. Los ancianos sugirieron a los de Benjamín que fueran al festival


anual en Silo, para emboscar a las chicas que salían a danzar y llevárselas a su
tribu. Los ancianos prometieron decir a los padres de ellas que no habían
obtenido suficientes mujeres en Jabes, y que ellos no eran culpables de romper el
juramento, porque no se las habrían dado por su gusto, sino les habrían sido
robadas.

Vs. 23-25. Los hijos de Benjamín lo hicieron así. Secuestraron a las chicas
que danzaban, reedificaron sus ciudades y las habitaron. Los demás volvieron a
su casa.

Hay que admitir que en medio de tanta maldad y sangre, se distinguen algunos
rasgos de misericordia, solidaridad y consideración, al recurrir a soluciones algo
extrañas, y hasta cómicas para nosotros, para restaurar a la tribu de Benjamín.

El Libro de los Jueces termina con la observación de que “no había rey en
Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Qué derechos se les niega aún a las mujeres en el hogar, la iglesia y la
sociedad?
2. ¿Cómo puede educarse a los jóvenes para que ejerzan autocontrol en el
sexo?
3. ¿Cómo puede una comunidad fortalecer el sistema legal sin tomar la ley
en sus propias manos?

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LECCIÓN No. 12 (regresar al índice)

“TU PUEBLO SERÁ MI PUEBLO, Y TU DIOS MI DIOS”


Rut 1:16

LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Rut caps. 1-4.


LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA LECCIÓN: Salmos 116:1-
11.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Rut 1:16.
PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Mostrar cómo Dios torna las situaciones negativas en bendición para sus hijos”; y cómo
el testimonio y el amor de una suegra puede ganar a su nuera para Dios.

A. INTRODUCCIÓN

1. El autor. La tradición judía atribuye tanto el Libro de los Jueces como el Libro
de Rut, a Samuel, el último de los jueces. P. A. Verhoeft cree que el autor es otro
que vivió durante el esplendor del reinado de David, por la forma en que se
refiere a él y a su genealogía en Rut 4:17-22; y a la época de los jueces como un
tiempo ya pasado.

2. Época. Rut 1:1 dice que esta historia ocurrió “en los días que gobernaban los
jueces” en Israel, posiblemente en tiempos de Gedeón, durante un período de
unos diez años.

3. Propósito del libro. En Rut 4:17-22 vemos que su fin es trazar la genealogía
de David, cuya dinastía, establecida por Dios, sería perpetuada para siempre en
su descendiente nuestro Señor Jesucristo. Además, muestra cómo una mujer
gentil se convirtió en uno de los antepasados de nuestro Señor.

El Libro de Rut se leía generalmente durante la semana o fiesta de la cosecha,


conocida tiempo después como la fiesta de Pentecostés, porque el escenario de
la mayor parte de la historia es durante la cosecha de la cebada.

El libro de Rut tiene varias lecciones valiosas, entre otras:

a. Presenta algunas leyes y costumbres judías relacionadas


directamente con el tema de la redención.
b. Describe la dirección providencial de Dios en la vida de una
familia israelita.
c. Muestra cómo una mujer gentil, una moabita, fue incluida en el
linaje de Jesús, anticipando la gracia universal del Mesías.
d. Ilustra cómo deben ser las relaciones entre suegra y nuera.
e. Enseña la oportuna provisión de Dios, para tornar una situación
triste en una bendición de largo alcance.

B. LA DECISIÓN DE RUT (Rut 1)


Vs. 1-2. Una familia de efrateos: Elimelec, su esposa Noemí y sus hijos
Mahlón y Quelión, bajo los rigores de una hambruna, dejaron Belén de Judá
para ir a vivir en los campos de Moab, camino de unos cien kilómetros,
aproximadamente.

Vs. 3-5. Frank Boyd, en su libro “Estudios sobre el Antiguo Testamento”, cita
esta opinión: “Si lo que él –Elimelec- hizo era correcto, todo Belén debía haber
hecho lo mismo. Pero este hombre trata, en sus propias fuerzas y separándose
en forma egoísta de sus compatriotas, de cambiar los designios de la divina
providencia. El hambre había sido ordenada como un castigo disciplinario; pero
en vez de arrepentirse, él busca evadirlo marchándose a una tierra extraña”.
Boyd cree que los resultados trágicos de aquella decisión errónea fue que los
hijos desobedecieron la Ley al casarse con mujeres gentiles, Rut 4 y Deut. 7:1-3;
y que los tres varones murieran dejando a tres viudas sin descendencia. Al
decidir Noemí volver sola a Belén, dijo: “la mano de Jehová ha salido contra
mí”.

No podemos juzgar si la decisión de Elimelec fue incorrecta del todo. Si lo


fue, la gracia y la divina providencia intervinieron para remediar la situación de
Noemí. Todo se resolvió felizmente cuando Dios honró la sabia decisión de Rut
la moabita.

Vs. 6-7. Cuando Noemí decidió regresar, porque Dios ya había visitado a su
pueblo y el hambre ya había pasado, sus nueras decidieron acompañarla. ¿Qué
habían visto estas moabitas en la actitud de Noemí que determinaron dejar su
tierra para irse con ella hasta Belén?

Vs. 8-10. Se ve un mutuo afecto al agradecerles Noemí su misericordia:


“como la habéis hecho con los muertos y conmigo”. Hay aquí una lección de
positivas relaciones suegra-nuera que debieran practicarse en toda familia
cristiana. Son ya tradicionales los conflictos entre suegras y nueras, que parece
difícil que existan relaciones armoniosas entre ellas. Ojalá el Libro de Rut sirva
de inspiración para mejorar esta delicada área de las relaciones humanas en la
que muchas familias se ven afectadas. Los cristianos debemos ser diferentes.

Vs. 11-18 Noemí trató de persuadir a sus nueras para que regresaran. Logró
convencer a Orfa. Pero cuando le dijo a Rut que Orfa ya se había vuelto “a su
pueblo y a sus dioses”, Rut expresó su decisión y una respuesta que se ha vuelto
clásica: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque adondequiera que
tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y
tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga
Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos”.

Se ilustra aquí la trascendencia de una elección. Las decisiones son


importantes porque pueden afectar las vidas y el futuro de otros y, algunas veces,
de muchos otros. Por medio de una determinación como la de Rut, la
providencia de Dios puede tornar los errores y fracasos humanos en historias con
un final feliz.

Vs. 19-22. Al llegar a Belén, Noemí reiteró la convicción de que su tragedia


había sido un castigo. Pidió que en vez de Noemí la llamaran Mara, que significa
“amarga”.

C. EL SERVICIO DE RUT (cap. 2)


En Lev. 19:9-10, se manda: “Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás
hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. Y no rebuscarás tu
viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo
dejarás. Yo Jehová vuestro Dios”. Esto se reitera en Deut. 24:19-21. Rut era
pobre y extranjera, y así, de acuerdo con la provisión de la ley mosaica, salió a
buscar alimento para ella y su suegra.
Vs. 1-3. Fue a recoger de las espigas que dejaban los segadores de cebada.
Dios guió providencialmente a Rut hasta el campo en que había de espigar, el
cual pertenecía a Booz, “un hombre rico de la familia de Elimelec”. Otra versión
dice: “un poderoso hombre de riqueza”. Boyd dice que una mejor traducción es:
“héroe valiente”.

Vs. 4-7. Al llegar Booz a supervisar su campo, su mayordomo le informó


quién era Rut, cómo les rogó dejarla espigar y cómo había trabajado todo el día
sin descanso.

Vs. 8-9. Booz dijo personalmente a Rut que ya no fuera a otro campo a
espigar; que se hiciera acompañar de su criadas; que había dado orden para que
no fuera molestada; y que podría tomar del agua de sus siervos.

Vs. 10-12. Al preguntar ella la razón para tantas bondades, él respondió que
sabía ya de todo su servicio a Noemí, y que por acompañarla había dejado a sus
padres y su tierra. Le dijo: “Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea
cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a
refugiarte”.

Antes de revelarse la universalidad del Evangelio de Jesucristo, todos los que


se acogieron al amparo del Dios de Israel y lo aceptaron, llegaron a formar parte
de este pueblo. Rut la moabita fue uno de ellos.

Vs. 13-17. Rut expresó su humildad al decir a Booz: “no soy ni como una de
tus siervas”. Los favores de Booz para ella continuaron: la invitó a comer y aun
ordenó que le permitieran tomar de las gavillas sin ningún estorbo.

V. 17. En la narración vemos que Rut era una mujer trabajadora y diligente:
“Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y
fue como un efa de cebada” (lo que puede caber en unos diez galones). El
mayordomo ya había dicho, v. 7: “está desde por la mañana hasta ahora, sin
descansar ni un por un momento”.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR


1. ¿Cómo son las relaciones entre usted y su suegro y suegra?
2. ¿Cómo son las relaciones entre usted y su yerno y nuera?
3. ¿Cuáles son las tres más grandes decisiones que usted ha tomado en su
vida?

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LECCIÓN No. 13 (regresar al índice)

“SEAS ILUSTRE EN EFRATA Y SEAS DE RENOMBRE EN BELÉN”


Jueces 4:11
LECTURA PARA PREPARAR LA LECCIÓN: Rut caps. 1-4.
LECTURA DEVOCIONAL ANTES DE INICIAR LA CLASE: Mateo 1:1-17.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: Rut 2:12.

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Enseñar cómo una joven gentil que se acogió al amparo del Dios de Israel, tuvo la
bendición de ser incluida en el linaje del Señor Jesucristo.

A. EL DESCANSO DE RUT (cap. 3)

V. 1. El abnegado servicio y cuidado de Rut hacia Noemí hizo que ésta


expresara su preocupación: “¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya
bien?”. En una época cuando los mayores intervenían activamente en buscar
cónyuge para los hijos, la participación de la suegra era muy natural. Así, Noemí
aconsejó a su nuera lo que debía hacer.

Vs. 2-4. Sería la noche cuando Booz aventaría el trigo –separar el grano de la
paja. Rut debería bañarse, perfumarse, vestirse en forma presentable y esperar
hasta que Booz hubiera comido y se hubiera acostado. El siguiente paso sería
llegar hasta su lecho, descubrir sus pies y acostarse allí.

Vs. 5-6. Aquí se muestra la total sumisión de Rut a la dirección de Noemí. El


trato recibido de Booz y sus expresiones acerca del arreglo providencial de Dios,
cap. 2:11-12, dieron confianza a Rut para reclamar, para ella y su suegra, las
provisiones a las que tenían derecho. Fielmente cumplió con todas las
instrucciones. En esta historia Rut emprendió dos misiones, la primera por su
propia iniciativa y la segunda por iniciativa de Noemí. En ambas aprovechó las
misericordiosas provisiones de la Ley mosaica que había adoptado. La primera,
la provisión de la “rebusca” para los pobres durante la siega, Deut. 24:19-21; y
la segunda, la ley del levirato.

Esta ley del levirato se detalla en Deut. 25:5,6: “Cuando hermanos habitaren
juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se
casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su
mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz sucederá
en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado
de Israel”.

Para entender la historia en Rut es conveniente mencionar también Lev.


25:25: “Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión,
entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere
vendido”.

Estas dos leyes se aplicaban en el caso de la viuda Noemí. Según Pearlman,


Elimelec, por causa de la pobreza, había perdido su propiedad. De acuerdo con
la Ley mosaica, la propiedad podría ser redimida por un pariente del dueño
anterior. Booz, pariente de Elimelec, tenía este derecho. La otra ley demandaba
que si un hombre moría sin hijos, que su cuñado debería casarse con la viuda.
Con el tiempo la costumbre llegó a establecer que si no había cuñado, que el
pariente más cercano debía hacerlo y levantar simiente al muerto. Noemí podía
pedir ambas cosas a Booz, pero ella pasó sus derechos a Rut, quien fue enviada a
Booz para que por el acto simbólico de yacer a sus pies demandara el derecho
debido a su difunto esposo. Booz, aunque gustosamente deseaba casarse con
ella, le recordó que había un pariente más cercano que él, quien debía tener
prioridad en este derecho.

Cuando Booz se dio cuenta de que alguien estaba a sus pies y que era Rut la
moabita, quien le pidió extender su manto sobre ella, comprendió que ella
demandaba el cumplimiento de sus obligaciones para comprar la propiedad de
Elimelec y para levantar familia para su difunto esposo Mahlón, vs. 8-9.

Vs. 10-11. La reacción de Booz fue de nuevo un hermoso reconocimiento a


las cualidades de Rut: la bendijo por apegarse a la Ley en vez de buscar a un
esposo joven y le expresó también que haría todo lo que ella le pidiera: “pues
toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa”. El pasaje deja entrever
que sin ninguna vacilación Booz sentía ya una admiración por esta mujer, y
estaba listo a cumplir sus obligaciones legales, con la seguridad de que Rut era
una mujer ya respetada en la comunidad por todos.

V. 12. Sin embargo, aunque apreciaba a Rut, era un hombre apegado a la Ley;
él sabía y declaró sinceramente que había alguien que era pariente más cercano y
tenía derechos antes que él. Esta es otra faceta de la nobleza de un hombre que
debe servir de ejemplo para los novios de hoy, quienes no deben guiarse
apresuradamente sólo por las aparentes circunstancias y buenas oportunidades,
sino deben esperar por mayores pruebas y confirmación de parte de Dios.
Cuando un noviazgo es guiado por el sabio plan y la provisión de Dios, no debe
haber prisas indebidas, sino reposo, confianza y seguridad por parte de los
novios.

V. 13. Booz prometió cumplir su obligación y dijo solemnemente: “si él no


quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová”.

Vs. 14-17. Booz le aconsejó que descansara a sus pies aquella noche. De
madrugada, y también por consejo de él, Rut se levantó y se fue para evitar un
escándalo. Tras recibir un buen obsequio de cebada en su manto, regresó a dar
las nuevas a Noemí.

V. 18. La anciana aseguró a Rut que aquel noble varón era tan responsable,
que ese mismo día, sin demora, iría a resolver todo el asunto.

B. LA RECOMPENSA DE RUT (cap. 4)


V. 1. Ese mismo día Booz se colocó a la puerta de la ciudad, que era el
acostumbrado lugar donde se ventilaban los asuntos judiciales (Deut. 21:19; Sal.
127:5; Zac. 8:16), y se realizaban los mercados. Allí interceptó al otro pariente
de Noemí que le precedía en los derechos para rescatar. Lo llamó y le pidió que
se sentara para conversar.

Vs. 2-6. Booz se cuidó también de tener a diez ancianos de la ciudad para que
actuaran como testigos. Declaró a su pariente el asunto que deseaba resolver, a
lo cual éste respondió muy resuelto: “Yo redimiré”. Pero cuando Booz le declaró
la segunda parte de sus obligaciones: “debes tomar también a Rut la moabita,
mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión”,
el pariente se rehusó. Su excusa fue: “no sea que dañe mi heredad”. ¿Qué quiso
decir con ello?

Talvez, como otros en Belén, atribuía la muerte de Elimelec y de sus hijos a la


ida a Moab y haberse casado éstos con extranjeras.

Vs. 7-8. Era costumbre dar un zapato a otra persona como símbolo de que
cedía a ésta los derechos de posesión. El zapato simbolizaba lo que alguien
realmente poseía, disfrutaba y movía a voluntad hacia donde deseaba. El
entregarlo a otro era ceder el derecho de que alguien gozaba para que otro lo
disfrutara. Así, el pariente dio el zapato a Booz, cediéndole todos sus derechos.

Vs. 9-10. Booz adquirió el derecho de poseer todo lo que había sido de los
tres difuntos, ante testigos. Además, adquirió el derecho de casarse con Rut, de
levantar familia al difunto esposo de ésta y conservar así su memoria entre su
pueblo.

V. 11-13. Los ancianos quedaron satisfechos por la transacción hecha, dieron


su aprobación y también su bendición a la beneficiaria de todo: la moabita que
se había refugiado bajo las alas de Jehová Dios de Israel. Le desearon que fuera
como Raquel y Lea, esposas de Jacob y madres de las tribus de Israel. A Booz lo
bendijeron deseándole que fuera ilustre y de renombre en Belén, Efrata.

Sí que fueron ilustres Booz y Rut. C.I. Scofield dice que Rut es un tipo de la
Iglesia, como la esposa gentil de Cristo, quien es el betlemita capaz de redimir a
la dulce mujer gentil que se acogió bajo las alas del Dios de Israel, y fue
rescatada para ser elevada a la calidad de esposa. Booz y Rut son dignos
ancestros en el linaje a través del cual Jesús vino a este mundo.

Vs. 14-16. En su vejez Noemí se gozó con un bebé pariente al que sirvió de
aya. Este niño, llamado Obed, fue el abuelo de David. Y de nuevo las mujeres
de Belén exaltaron el amor y el valor que Rut tenía para Noemí, diciéndole: “tu
nuera, que te ama... es de más valor para ti que siete hijos”.

Vs. 18-22. Aquí se presenta la genealogía del Rey David, con lo cual concluye
este breve pero hermoso Libro de Rut.

En la Biblia de Referencia Thompson dice que Rut, una gentil, se convirtió


en uno de los antepasados de Cristo:

1. Por medio de la constancia y de una sabia elección, Rut 1:6.


2. Por medio de un trabajo humilde, Rut 2:2-3.
3. Por aceptar el consejo de su suegra, como de una amiga mayor,
Rut 3:1-5.
4. Por medio de una alianza providencial, Rut 4:10-11.
5. Por la exaltación a una familia real, Rut 4:13-17.
PREGUNTAS PARA CONSIDERAR:
1. ¿Puede usted, como Noemí, ceder sus derechos a otra persona,
practicando lo que dice Romanos 12:10, “en cuanto a honra,
prefiriéndoos los unos a los otros”?
2. ¿Puede usted, como Booz, dejar que otros con mayores derechos los
ejerzan primero, antes de aprovecharse usted de una oportunidad, porque
confía en que todo está en las manos de Dios?
3. ¿Acepta usted que alguien fuera de su grupo, su clase social, su raza, su
nivel académico, o su nacionalidad, sean elevados a altos puestos de
privilegio, como lo fue Rut, la moabita?

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http://www.institutoalma.org/CorazonYVida/Jue-idx.html
2/1/2007 14:12:08
cuáqueros

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