ROL DEL PSICOLOGO EDUCATIVO

Para poder comprender el rol que desempeña el psicólogo educativo es necesario hojear sobre
la historia en la que se desenvuelve la psicología educativa y con ello la evolución de su
objeto de estudio, la función del psicólogo y otros cuantos elementos que fueron
complementando a través del tiempo a este campo que conlleva una gran demanda social,
es por ello que a partir de los años setenta se genera la gran necesidad de intervención
psicoeducativa, esta, asociada a la difusión de ideas “psicologizantes” donde se concretan
las primeras prácticas de psicología educativa, desde un enfoque psicotécnico en actuaciones
de aplicación de pruebas, informes estandarizados, orientación en cursos claves y
ocasionalmente en actividades de reeducación, desempeñando su rol principalmente en
instituciones de educación privadas.

Desde entonces se marca el paso de una psicología educativa muy relacionada con modelos
clínicos y de psicología “escolar” tradicional a una progresiva especialización y concreción
en el objeto de trabajo. Como acontecimiento importante se produce, el descubrimiento de
la psicología cognitiva en relación con el contexto educativo. En conjunto se observa como
la intervención psicopedagógica adopta un carácter “funcional” respecto a las necesidades de
implantación de la reforma educativa, priorizando las actuaciones de asesoramiento
curricular sobre las demás, formuladas, desarrolladas y realizadas por los psicólogos
educativos.
Es así como se han venido estableciendo una serie de líneas de actuación del psicólogo
educativo: Una proveniente de un enfoque socio laboral, que pretendía la inserción eficaz y
madura del alumno en la vida activa y que ahora se traducen como funciones de orientación
vocacional; Otra línea de actuación es de tipo psicológico y pedagógico y pretende la mejora
de la vida escolar, en una línea de apoyo a la comunidad educativa traduciéndose en funciones
de asesoramiento y formación de apoyo didáctico; Una tercera línea puede ser caracterizada
como de orientación terapéutica que tiene como fin reeducar, compensar, orientar y apoyar
dificultades en el proceso enseñanza aprendizaje.
Sin embargo a causa de los grandes avances del campo se origina una serie de dificultades,
es la referida a la definición del rol, perfil y funciones; la progresiva superación de prácticas
tradicionales y el surgimiento de la demanda social de intervención en distintos ámbitos
produce la necesidad de un debate constante sobre las cuestiones referidas al rol del psicólogo
educativo.

A todo ello se unen unos desarrollos científicos y técnicos que obligan a un permanente
esfuerzo de actualización y de definición de líneas nuevas de actuación psicoeducativa (como
ocurre en general en todos los modelos y servicios educativos) que sin abandonar, como a
veces se pretende, las grandes líneas de confluencia citadas en el apartado anterior,
incorporen aspectos tales como los nuevos conceptos dinámicos del aprendizaje y de las
formas de aprender, una evaluación formativa, analítica y basada en criterios, la respuesta a
las necesidades derivadas de la integración de las diferencias tanto personales, como sociales
y culturales, una orientación educativa y profesional de tipo educativo, el análisis del
contexto educativo, entre otros.

Pérez, A & Vázquez, M (2004) afirman: “Actualmente la escuela ha dejado de ser el

único lugar donde ocurre el aprendizaje y tampoco puede pretender asumir por sí sola la
función educacional de la sociedad” es aquí donde cobra importancia el aprendizaje que
se desarrolla en contextos no formales, generando así oportunidades para el aprendizaje
permanente y de calidad para toda la comunidad, haciendo de la educación una necesidad y
una tarea de todos (Torres, V. 2001).

school psycology international. (2005) Denota la relevancia que tiene la psicología educativa
y su relación con la psicología académica y aplicada, explicando de forma grafica el campo
de acción de la psicología educativa que parte de diversos escenarios organizacionales,
sociales y educativos recibiendo apoyo interdisciplinario para llevar a cabo eficientemente la
intervención; sin embargo surgen algunos inconvenientes cuando se trabaja
interdisciplinariamente con campos de aplicación similares, así como ocurre con la
pedagogía donde algunas veces las tareas que se llevan a cabo revisten características
semejantes, a pesar de lo cual la relación entre estas dos ha discurrido con una satisfactoria
complementariedad interdisciplinar.

A partir de lo expuesto por Luis, M. (1991): “El psicólogo de la educación tiene como objeto
la intervención en el comportamiento humano en situaciones educativas desarrollando
capacidades educativas en las personas grupos instituciones y comunidades sociales
entendiéndose educación en el sentido más amplio de formación y desarrollo personal,
colectivo y social.” Por ende el psicólogo educativo no solo centra su atención en el
estudiante que participa de la educación formal, sino que para el caso de esta, también trabaja
con la institución, los docentes y los padres de familia.

Como conclusión podemos decir que los psicólogos educativos desempeñan su labor
interviniendo los procesos de enseñanza – aprendizaje que se generan en los diversos
contextos, esto les conlleva escenarios de educación formales e informales, donde se
interviene en todos los ámbitos de actuación (sujeto, grupo, institución, redes de apoyo… )
desde una perspectiva sociocomunitaria, mediante intervenciones psicoterapéuticas, acciones
preventivas, orientación no directiva, análisis contextual (identificación factores protectores
y de riesgo); todo lo anterior teniendo en cuenta que las formas de intervención evolucionan
a causa de numerosos factores sociales y contextuales, por ello es importante resaltar que es
muy complejo definir un modelo de intervención que abarque todas las situaciones existentes,
sin embargo son características representativas del psicólogo educativo.