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LAS ENFERMEDADES ¿Puede una enfermedad grave como el cáncer tener un origen emocional?

Hay momentos de nuestra vida donde parece que todos los astros se alinean para que las cosas no
salgan como nos gustaría que fueran, es decir nuestro día a día sufre un revés, una enfermedad en
nuestro entorno, un despido, un fallecimiento, una serie de malas noticias que
emocionalmente nos revuelven y nuestro cuerpo se revela, dolores de espalda, de cabeza,
erupciones cutáneas, mal estar general, ansiedad, estrés e incluso el temido cáncer. Si, el
cáncer!!!!!

Empecé a investigar sobre la relación entre las emociones y las enfermedades y en concreto su
repercusión sobre el cáncer, no solo porque mi trabajo esté centrado en ayudar a gestionar las
emociones de las personas, sino porque de repente sufrí un revés muy fuerte en mi entorno, al
recibir la noticia de que Ana, la llamaré así aunque no sea su verdadero nombre, una muy buena
amiga, era diagnosticada de un cáncer de ovarios en fase 3 y a pesar de los tratamientos de
quimioterapia el tumor había seguido aumentando.

Yo siempre he escuchado y he leído que un porcentaje muy alto de las enfermedades físicas (se
habla de un 80%) están causadas por temas emocionales. ¿el cáncer también? Y empecé a
preguntarme ¿si gestiono mis emociones puedo evitar, prevenir que se desarrolle el cáncer?

Con esta idea en mente, me topé con el trabajo del Dr. Hamer, un médico alemán que llegó a
concluir que, detrás de enfermedades graves tales como el cáncer, podía haber un problema
emocional vivido en soledad, que te acaba atrapando hasta el punto de dejar de dormir. Y según
él, ésta sería la clave que haría que una enfermedad que estaba en el plano emocional se acabara
transformando en una enfermedad física; es decir que el cuerpo se desajustara por falta de
descanso.

Hamer llega a esa conclusión por experiencia propia. Tras el asesinato de su hijo desarrolló un
cáncer de testículos y su mujer uno de mama. Y gracias a su profesión tuvo la posibilidad de
investigar más de 30.000 casos buscando si, detrás de cada cáncer o enfermedad similar, había un
conflicto emocional fuerte. Y no sólo encontró una relación entre conflicto emocional y
enfermedad, sino que hayó una etapa intermedia entre ambos: una alteración electromagnética
en el cerebro en forma de diana, detectable mediante un TAC.

Hamer estableció entonces una correspondencia entre tipo de conflicto, punto del cerebro
alterado y órgano enfermo, siendo capaz de diagnosticar el órgano afectado por el cáncer sólo con
un scanner cerebral. Esta prueba convirtió su teoría en un revolucionario descubrimiento
científico, pues hasta entonces era muy complicado demostrar que un problema psicológico
pudiera causar una enfermedad física. Él encontró la etapa intermedia, esa huella en el cerebro.

Según las investigaciones de Hamer, el cáncer de mama se debe a conflictos de separación


(muerte, divorcio…). Dependiendo de cuál sea el tejido afectado (glándula mamaria o conducto de
la leche), la zona alterada del cerebro y el desarrollo de la enfermedad son diferentes.

Los cánceres en los órganos sexuales, próstata, cuello de útero u ovario tienen que ver con
conflictos sexuales o reproductivos, como descubrir que tu pareja es infiel. Traumas relacionados
con represiones sexuales, sobre todo en la mujer, pueden provocar cánceres o tumores en el
ovario o en el cuello del útero, o quistes si el conflicto es menos fuerte. El cáncer de pulmón se
vincula al miedo, ansiedad, angustia, son emociones donde la falta de aire es evidente.

Desde mi punto de vista, el factor emocional es un factor importante y considero que emoción
que reprimes, emoción que se “atrinchera” en alguna parte de tu cuerpo y produce una reacción
física, sin embargo también creo que no es lo único, ya que el factor genético, la alimentación, los
malos hábitos, etc, pueden también influir, aunque desde mi mapa el componente emocional
juega un rol muy importante en esta ecuación, aunque no me atrevería a porcentuar.

Creo firmemente, que tenemos un cuerpo energético que da vida al físico y, que al ser impactado
por el sufrimiento emocional, deja zonas del cuerpo bajas de energía, perdiendo éste la vitalidad
que necesita.

El cambio interior es muy importante. Reconocer que hay algo en nosotros, que a nivel emocional
no funciona, es vital. Emociones como el miedo, tristeza, angustia, odio o rencor
provocan enfermedad. Si no hay voluntad de solucionar los malos hábitos psíquicos y problemas
emocionales, si no se encuentra un motivo para avanzar, para disfrutar de nuestro presente,
seguiremos anclados a una serie de emociones que intoxicarán nuestro interior, nos vaciarán de
energía y harán que nuestro cuerpo se resienta. Sentimientos asociados al amor, como el perdón,
son claves para superar los conflictos y recuperar la normalidad física y emocional. Nos ayudan a
ser felices. A cerrar aquellos espacios que dejamos abiertos y que no nos permiten avanzar.

Ansiedad, miedo, culpabilidad, angustiason algunas de las emociones que desde hace varios meses
están presentes en el “cuerpo” de Ana, pensamientos negativos de no aceptación “no entiendo”
“por qué yo” “esto no es real, no va conmigo”, no la dejan avanzar y darse la opción
de luchar y confrontar esta situación. Por ello, yo siendo incapaz de ponerme en su piel, lo único
que me atrevo a decirla día a día es SE AVARICIOSA, EXTERIORIZA todo lo que sientes, no te
quedes nada, no lo vivas en soledad.

Nuestro cuerpo está preparado para que todos los órganos trabajen en cadena y cada uno de ellos
necesita unos nutrientes determinados y de una calidad determinada, si no se los damos, puede
enfermar por déficit y si nos pasamos enfermaremos por exceso. Las emociones, sentimientos y
pensamientos funcionan de igual forma,
debemos escoger, masticar, digerir, asimilar y eliminar todo alimento o pensamiento, en caso
contrario acabaremos enfermando igualmente.

Ana, los problemas emocionales se pueden gestionar, pide ayuda y trata de solucionar eso que
tienes pendiente, aunque esa persona ya no esté aquí, perdónala todo lo que en su momento
pasó.

El desprendimiento del apego, del egoísmo, mejora nuestras relaciones; aunque los otros no
quieran dar el paso, tu puedes hacer tu parte y esta acción mejorará tu estado emocional.

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