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CRIADA ROSITA, LA CRIADA

SORDITA

Por su carácter jocoso, aconsejo que se represente


esta obra en la fiesta "Fin de curso".

Escribí esta pequeña y “graciosísima” obra, si mal no


recuerdo, el año 1.990. En aquel momento la representé tal
cual en Alfarnate (Málaga). Y si no recuerdo mal, fue una
adaptación de otra que me contaron o que recordaba de no
sé dónde. ¡Qué lío! La actual, es decir, ésta, es una versión
perfeccionada, creo, de aquella primera. La representaron,
primeramente en Peñuelas los de Secundaria de Peñuelas y
dos años después en Granada, los de sexto, año 2.006, unos
días antes del “día de la madre”, por lo que se la dedicamos
a ellas, es decir a las mamás de mis alumnos. Transcribo
aquí todo lo que hicimos aquel día en el salón de actos del
colegio por si algún compañero lo quisiera representar tal
cual.

COMPETENCIAS La obra en sí no trasmite directamente muchas


enseñanzas pedagógicas o éticas. Sin embargo, cuando representamos
esta obra se la dedicamos a las mamás por el trabajo cotidiano que
desarrollan en sus casas.
VOCABULARIO: Averiado, coscorrones, cuartilla, decente, guisado,
natillas, pastas, perejil, peste, tapia.

PREPARACIÓN DEL ESCENARIO


Podemos ambientar el escenario dibujando, lo mismo que hicimos para
la obra número seis, un gran mural en papel continuo que represente el
interior de una habitación. Por el escenario distribuimos muebles
propios de una cocina comedor: mesa, sillas, cuadros, y sobre todo
debemos simular con cajas de cartón una lavadora y un horno.
PERSONAJES:
SEÑORA.- Niña vestida elegantemente, es decir como una señora de
verdad.
CRIADA ROSITA.- Niña vestida de criada. Con uniforme, delantal, una
cofia.
SEÑORA CARLOTA. - Niña disfrazada de señora rica y elegante.
SEÑOR SMITH. - Niño disfrazado de extranjero con pantalones y
camisa o chaqueta llamativos o con algún otro detalle que denote que
es inglés.
SEÑOR VALVERDE.- Niño vestido de señor normal, es decir, como
vamos vestidos todos los señores, a ser posible de traje, por supuesto.
CARTERA.- Niña vestida con uniforme de cartera (Si puede ser, y si no,
pues con una gorra y una cartera de cuero en bandolera; va de
escándalo).
COBRADOR.- A este niño le buscamos la gorra de cobrador, y si no
puede ser, pues nos conformaremos con el traje completo de cobrador.
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Niño vestido de labrador y con
una carretilla para los malacatones. Si puede ser, igual al anuncio de
espárragos que sale en la televisión.
DURACIÓN APROXIMADA. 25 minutos.
DIFICULTAD. Escasa. Lo pueden hacer a partir del primer ciclo.

"CRIADA ROSITA, CRIADA SORDITA"

RESENTADORA.-
Buenos días a todos. Los alumnos y alumnas de
cuarto de primaria. Vamos a representar una obra
de teatro titulada “Rosita, la criada sordita”.
Queremos dedicar este teatro a nuestras madres,
que además de trabajar de amas de casa;
limpiando, cocinando, planchando y cuidando de
nosotros, sus hijos, muchas tienen que ir a trabajar
a otros sitios para ganar dinero, un aplauso para
ellas. (Espera a que aplaudan y continúa)
Hemos ensayado todos con mucha ilusión por lo
que esperamos que os guste y os pedimos que
guardéis silencio por favor.
A continuación paso a presentaros a los actores de
esta obra:...(Esto también se puede hacer al final)

Y sin más ceremonias ¡Que se levante el telón!


(Aparece el escenario decorado y ambientado como
el salón de una casa: con sofás, mesas, televisión
etc. El dueño de la casa está sentado en el sofá y
Rosita barre el suelo o quita el polvo de los
muebles, de mentirijillas claro)

NARRADOR. - Esta es la historia de una mujer


llamada Rosita que trabajaba de criada en una casa
en nuestra ciudad de Granada. Rosita era muy
buena y trabajadora pero tenía un defecto, que era
sorda o que se hacía la sorda que todo puede ser.
SEÑOR. - ¡Rosita! ¡Tráeme un vaso de agua!
(Rosita sigue barriendo, sin hacerle caso)
SEÑOR. - ¡Rosita! ¡Que me traigas un vaso de
agua¡
ROSITA. - (Dirigiéndose al público) Mira que es
pesado el tío, todo el día me tiene igual. Rosita
tráeme agua, Rosita límpiame los zapatos, Rosita
ráscame la espalda. Menos mal que yo estoy sorda
y no lo oigo que si no me iba a volver loca.
SEÑOR. - ¡Rosita! ¿Es que estás sorda? ¡Que me
traigas un vaso de agua!
ROSITA. - (Mirándolo de reojo) ¡Pesado, que eres
un pesado! (Dirigiéndose a él) ¿Mandaba algo el
señor?
SEÑOR. - Pues claro llevo media hora diciendo que
me traigas un vaso de agua.
ROSITA. - ¿Qué dice el señor? ¿Que le traiga un
paraguas?
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Que me traigas un vaso de
agua que tengo sed!
ROSITA. - ¿Cómo dice que le traiga un huevo de la
sartén?
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Quiero agua! (Hace el gesto de
beber)
ROSITA. - ¡Ah, que quiere agua! ¡Pues haberlo
dicho! ¿Cómo la quiere el señor; con hielo o por
favor?
SEÑOR. - La quiero fresquita con mucho hielo.
ROSITA. - Pues esa no la tengo, yo se la puedo
traer por favor.
SEÑOR. - Pues vale, tráeme esa.
ROSITA. - ¿Qué ha dicho el señor?
SEÑOR. - Que si, que me traigas un vaso de agua
por favor.
ROSITA. - Así me gusta. Las cosas se piden por
favor. (Mirando al público) A este lo educo yo, vaya
que si lo educo, Como que soy Rosita la sordita.
(Le lleva el vaso de agua, el señor se lo bebe, se
levanta y llama a su mujer)
SEÑOR. - ¡Leonor!
SEÑORA. - ¿Qué quieres marido?
SEÑOR. - Voy a salir y te recuerdo que tiene que
venir un inglés para comprarnos un coche.
Atiéndelo porque vamos a ganar mucho dinero.
SEÑORA. - De acuerdo. No te preocupes.
SEÑOR. - ¡Adiós!
SEÑORA. - ¡Adiós!
(Sale el señor del escenario, la señora se sienta en
el sofá y se pone a leer una revista. Rosita sigue
faenando por el salón)
NARRADOR. - El señor salió de casa para ir al
trabajo y Rosita siguió quitando el polvo y
limpiando la casa.
(Llaman a la puerta)
Tan, tan, tan.
SEÑORA.- ¡Rosita!...
(Rosita no le hace ni caso)
¡Rosita! ...
(Rosita mira al público y se sonríe)
¡Rosita! ...
CRIADA.- ¿Llamaba la señora?
SEÑORA.- Sí, que abras la puerta.
CRIADA.- ¿Qué dice? ¿Que me haga la muerta?
Pues ya está (Se tira en el suelo haciéndose la
muerta) ¿Estoy así bien muerta?
SEÑORA.- ¡Que no mujer!, levántate de ahí. Te
digo que abras la puerta, que están llamando.
CRIADA.- ¡Ah ya! ¿Que barra la puerta que la están
cagando? (Coge la escoba y hace ademán de ir a
barrer)
SEÑORA.- ¡Que no, te digo que (silabeando) abras-
la-puerta! ¡Me vas a volver loca!
CRIADA.- Ahora sí me he enterado. (Silabeando
también) Que-le-abra-la- puerta-a-la-señora-foca.
Ya voy.
(Se dirige a la puerta y a parece la niña disfrazada
de Carlota)
NARRADOR. - La que llamaba a la puerta era la
vecina de la señora que se llamaba Carlota que
venía para ir con la señora de compras al Corte
Inglés.
CRIADA. – Pase usted señora foca.
CARLOTA. - ¿Qué dice usted? Yo no soy ninguna
foca, yo me llamo Carlota.
CRIADA. - ¡Ah bueno! Que no es usted una loca y
que se llama marmota.
CARLOTA. – No. Le digo que me llamo Carlota.
(Lo dice muy enfadada)
CRIADA. – Ya se. Que juguemos a la pelota. Yo no
tengo tiempo de jugar a la pelota, tengo mucho
trabajo.
CARLOTA. – No quiero jugar a la pelota. ¡Qué lío
te estás haciendo!
CRIADA. - ¡Ah bueno! ¿Qué mi tío está comiendo?
CARLOTA. - ¡Dios mío! Bueno yo me voy de aquí le
dices a tu señora que me voy de compras al “Corte
Inglés” ¿Te has enterado?
CRIADA. – Si claro que me he enterado es que te
crees que estoy sorda?
(Sale Carlota del escenario y la criada se dirige
hacia su señora)
SEÑORA. – Rosita ¿Quién era?
CRIADA. – Era una señora muy rara que tenía
mucha prisa porque decía que se iba a casar con un
inglés.
SEÑORA. - ¡Qué raro! Yo a la que estoy esperando
es a mi amiga Carlota para irme de compras al
Corte Inglés.
(Vuelven a llamar: Tan, tan, tan)
SEÑORA. - Rosita abre la puerta que están
llamando otra vez.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Qué me de la vuelta del
revés?
SEÑORA. - No mujer. Te digo que...abras la
puerta. (Se lo dice también con señas y Rosita lo
entiende)
ROSITA. - Muy bien voy a abrir la puerta.
NARRADOR. - Ahora quien llamaba a la puerta era
un señor inglés llamado Julián Smith que venía a
comprar un coche.
(Rosita hace lo que dice y entra en el escenario el
señor Smith)
SEÑOR SMITH. - (Con voz de extranjero) ¡Hello!
Me llamo "Julián Smith". Soy inglés. Vengo a
comprar un coche.
ROSITA. - ¿Mande? (Se pone las manos en la
cabeza y le hace señas de que no lo ha entendido)
SEÑOR SMITH. - Le digo que me llamo Yulian
Simith, soy inglés y quiero que llame a su señor o
su señora porque quiero comprarle el coche. ¿Me
ha comprendido bien?
ROSITA. - Perfectamente. Dice usted que se quiere
casar con mi señora esta misma noche.
SEÑOR SMITH. - No. No. Yo no querer casar esta
noche, yo querer comprar uno vehículo.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Que yo le vi el culo?
SEÑOR SMITH. - No culo no vehículo.
ROSITA. - Será guarro el tío sigue empeñado en
que yo le vea el culo. Fuera de aquí so marrano que
yo soy muy decente.
Ya recuerdo usted tiene que ir a casarse con la loca
de doña Marmota venga corra a casarse que lo
están esperando.
(Lo echa de la casa)
SEÑORA. - Rosita ¿Quién era? ¿No sería un inglés
que venía a comprar un coche?
ROSITA. - No. Era un señor muy guarro que lo he
tenido que echar a patadas. Venía a casarse con
usted pero yo le he dicho que se fuera con la
marmota.
SEÑORA. - Has hecho bien Rosita. La verdad es
que hoy día no se puede fiar una de nadie.
(Vuelven a llamar)

SEÑORA. - Rosita abre la puerta que debe ser el


extranjero aunque también espero que venga el
doctor Valverde para curar a mi hijo.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Qué le abra la puerta al
churrero?
SEÑORA. - Si anda, ábrele la puerta al que sea.
(Se dirige a la puerta y abre, aparece el niño
disfrazado de señor Valverde).
NARRADOR. - Ahora el que llamaba a la puerta
era el doctor Valverde que venía para ver mal hijo
de la señora que estaba malo.
ROSITA. - Pase usted señor churrero.
SEÑOR.- ¡Cómo se atreve a llamarme señor
churrero! ¡Yo soy médico! Soy el doctor Valverde!
CRIADA.- ¿Cómo dice? ¿Que no es el señor
churrero y que es un viejo verde?
SEÑOR.- No me insulte, yo no soy un viejo verde.
CRIADA.- ¿Qué dice ahora? Que no es el doctor
Valverde?
SEÑOR.- No, digo sí. Soy el doctor Valverde.
CRIADA.- ¿En qué quedamos, es usted un viejo
verde, sí o no?
SEÑOR.- No.
CRIADA.- ¿Ya no es el doctor Valverde?
SEÑOR.- Sí.
CRIADA.- ¿Usted está loco?
SEÑOR.- No, pero me voy a volver como siga aquí.
Me voy de esta casa. (Se marcha el doctor Valverde
muy enfadado)
SEÑORA.- ¿Quién era?
CRIADA.- Un señor que dijo que se iba porque
tenía prisa por volverse loco.
(Vuelven a llamar a la puerta)
Tam, tam, tam.
SEÑORA.- Rosita, abre la puerta.
(Rosita se pone a quitar el polvo y no le hace caso)
SEÑORA.- Rosita, que abras la puerta.
(Rosita se pone a cantar)
SEÑORA.- ¡Rosita, que abras la puerta!
CRIADA.-Que dice la señora que haga una cuenta.
¿Qué cuenta quiere que haga, de sumar o de
restar?
SEÑORA.- ¡Que no! ¡Te he dicho que abras la
puerta que están llamando otra vez!
CRIADA.- Ya la he entendido. Que me vaya a la
huerta.
SEÑORA.- Sí, eso. Vete a la huerta y así me dejas
en paz.
CRIADA.- ¡Ah, que abra la puerta! ¿Por qué no me
lo ha dicho antes?
(Se dirige hacia el extremo del escenario y hace
como que abre la puerta.
(Aparece la señora australiana)
ROSITA. - ¿Quién es usted?
SEÑORA AUSTRALIANA. - Soy una prima de la
señora que acabo de llegar de Australia.
ROSITA. - ¿Cómo dice? Que no se arrima a la
señora para que se le pegue la rabia?
SEÑORA AUSTRALIANA. - No que le digas a tu
señora que acaba de llegar su prima la australiana.
ROSITA. - Ah ¿que le diga a mi señora que ha
venido porque le ha dado la gana?
SEÑORA AUSTRALIANA. - No. Estás más sorda
que una tapia.
ROSITA. - ¿Que estoy más gorda que una vaca? La
gorda serás tú. Fuera de esta casa.
SEÑORA AUSTRALIANA. - No. Prima. Ven que tu
criada me echa de casa. (Lo dice a gritos)
(Viene la señora)
SEÑORA. - ¡Pero Rosita! ¿Qué le haces a mi prima
australiana? ¡Qué alegría me da verte! (Se dan un
beso) Ven cuéntame como te ha ido el viaje.
(Se sientan en el sofá)
SEÑORA AUSTRALIANA. - He venido en avión y
estoy un poco cansada porque son muchas horas
de vuelo.
SEÑORA. - Tienes razón prima. Ven siéntate un
rato aquí en el sofá y luego nos vamos de compras.
SEÑORA AUSTRALIANA. - Si, gracias.
SEÑORA. - ¿Quieres un café con unas pastas?
SEÑORA AUSTRALIANA. - Si gracias.
SEÑORA. - Rosita sírvele a mi prima un café con
pastas.
ROSITA. - ¿Qué dice la señora que le traiga a su
prima un te con matarratas?
SEÑORA. - No. Te digo que traigas un café con
unas pastas.
ROSITA. - Ya sé, traigo un café en una lata.
SEÑORA. - No café con pastas, con unas galletas.
ROSITA. - ¡Ah café en las tetas!
SEÑORA. - No trae café nada más.
ROSITA. - Ya voy. (Rosita trae el café y dice) Les he
traído el café que me dijeron y unas pastas por si
quería comer algo.
SEÑORA. - Muy bien Rosita puedes retirarte.
(Llaman a la puerta) Tan, tan, tan.
SEÑORA. - Rosita abre la puerta y atiendes al que
sea que yo estoy ocupada.
(Vuelven a llamar) Tan, tan, tan.
ROSITA. - (Mirando al público) Ellas como son las
señoras se quedan ahí sentadas tan a gusto y yo no
paro de abrir la puerta, pues ya me estoy cansando.
Abre la puerta y aparece la cartera)
CARTERA.- Buenos días soy la cartera y traigo la
correspondencia ¿Viven aquí los señores Martínez?
CRIADA.- Pero, ¿qué dice? ¿Que aquí huele peste a
calcetines? No señora, que yo soy muy limpia y
friego la casa todos los días.
CARTERA.- No, le he dicho que si vive aquí la
señora Pepita Martín, que le traigo una carta.
CRIADA.- ¿Qué dice ahora? ¿Que tengo un moco
en la nariz? Y… ¿que soy una guarra?
CARTERA.- No. Le he preguntado que si viven
aquí el señor y la señora Martínez.
CRIADA.- ¿Qué quiere que haga que vaya al
servicio y que orine?
¡Váyase usted y cague si quiere! ¡Fuera de aquí, que
ya me cansé de escuchar tonterías!
(La echa de casa y vuelve con la señora)
SEÑORA.- ¿Quien era la que llamaba?
CRIADA.- Era una mujer empeñada en que aquí
olía peste y que me fuera al servicio a orinar.
SEÑORA.- ¡Que gente tan rara! Mira Rosita, voy a
salir de compras con mi prima. Nos vamos al Corte
Inglés Tú mientras tienes que meter la ropa en la
lavadora, sacar al perro de paseo y meter el pollo
en el horno. ¿Te has enterado bien?
CRIADA.- Sí, ahora sí me he enterado.
SEÑORA.- Adiós y no se te olvide darle una pastilla
de aspirina a mi hija Guadalupe que está mala. ¿Te
has enterado? (Sale la señora)
CRIADA.- Si me he enterado que parece que me
tomas por tonta. Por fin me he quedado sola.
Ahora puedo hacer lo que me de la gana. Lo
primero que voy a hacer es tomarme una copita de
anís. (Se la bebe) ¡Qué rico! Me voy a beber otra.
(Se la bebe también) Bueno ahora me voy a poner a
trabajar, no vaya a venir la señora y no haya hecho
nada. Voy a poner la lavadora.
Tam, tam, tam (Llaman a la puerta, deja la ropa en
el suelo y abre)
VECINA. - Rosita, venga rápido, déjame una
ramita de perejil que tengo que cocinar un pavo al
horno y no tengo perejil.
ROSITA. - Toma perejil hija que nunca tienes de
nada. (Se va la vecina y Rosita se queda sola)
ROSITA. - ¿Qué estaba haciendo? Ha ya sé iba a
meter algo en la lavadora ¿qué sería? Ya se me ha
olvidado.
(Aparece en el escenario Guadalupe, la hija de la
señora)
GUADALUPE. - ¡Rosita, Rosita! ¡Dame una
aspirinita que me muero de dolor de cabeza!
ROSITA. - ¿Qué dices? ¿Qué te de una palicita y
que te parta la cabeza?
GUADALUPE. - No, quiero una pastilla de
aspirina.
ROSITA. - ¡Ah, que quieres una cuartilla de harina!
Ahora mismo te la llevo.
GUADALUPE. - No quiero harina quiero una
aspirina.
ROSITA. - Que no quieres harina que quieres una
golosina. De eso nada lo que te voy a llevar es lo
que me dijo tu madre una aspirina para que se te
quite el dolor de cabeza.
(Le da la aspirina a Guadalupe y el perro comienza
a ladrar) ¡Ah ya recuerdo era el perro. (Lo coge y lo
mete en la lavadora.) Ahí por lo menos te estás
callado. Ahora me dijo la señora que metiera el
pollo en el horno. (Lo coge)
(Vuelven a llamar y Rosita abre la puerta)
VECINA. - Soy yo otra vez. Mira que resulta que
me dijo que le pusiera al pavo unas patatas y
resulta que se me han acabado las patatas. ¿Me
puedes prestar unas cuantas?
ROSITA. - Pero bueno antes te di el perejil y ahora
las patatas. Bueno toma anda y déjame en paz ya.
(Se va la vecina) ¿Qué iba a hacer yo ahora?
(Entran en el escenario el padre y la madre de la
señora)
DOÑA LEONOR. - Mira como está todo, el suelo
sin barrer, los muebles llenos de polvo, seguro que
tiene la ropa sucia y la comida sin hacer. La verdad
es que yo no se para que tiene mi hija esta criada
tan poco trabajadora.
(Rosita ante esta perorata se ha quedado con la
boca abierta)
DON FELIPE. - ¡Venga no te quedes ahí parada
tráeme un café con leche!
DOÑA LEONOR. - Si muévete toma la ropa y pon
la lavadora.
(Le quita el pollo de las manos y le da la ropa)
¡Muévete, rápido que parece que estás atontada!
Iba a meter algo en el horno, la ropa en el horno.
Será para que se seque. (La mete)
COBRADOR.- Buenos días señora. Venía a cobrar
el recibo de la luz.
CRIADA.- ¿Cómo dice? ¿Que venía a colgar al
perrito de Mari Cruz?
COBRADOR.- Que no. Digo que venía a cobrar la
electricidad, que soy de la “Sevillana”.
CRIADA.- No me des voces que ya te he oído. Dices
que tienes mucha felicidad y que me vas a bailar
una sevillana. Pues baila, baila.
COBRADOR.- ¡No! ¡No quiero bailar! Quiero que
me des dinero.
CRIADA.- ¿Que no quiere bailar y que quiere
tirarse un pedo? Es usted un marrano. ¡Fuera de
aquí! (Lo echa pegándole con la escoba)
(Vuelven a llamar y es la vecina)
VECINA. - Perdona que te moleste otra vez Rosita
pero es que iba a meter el pavo en el horno y me he
dado cuenta de que tampoco tengo pavo. ¿Podrías
prestarme un pavo?, que mañana te lo devuelvo,
anda sé buena.
ROSITA. - Pero bueno qué cara tienes vecina.
VECINA. - No seas mala y dame un pavo anda.
ROSITA. - Te lo voy a dar porque eres mi amiga
anda vete ya de aquí.
(Acto seguido entra en escena el hombre de los
malacatones, que se cuela en la casa de Rosita sin
llamar)
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Vamos niña
a los malacatones, cómprame malacatones que se
me acaban. (Todo esto lo va diciendo dando vueltas
por el escenario con la carretilla) Soy el tío de los
malacatones, vendo malacatones. (En este
momento se queda parado frente a Rosita y los dos
se miran sin decirse nada durante cinco segundos.
De pronto sale hablando otra vez) Venga niña,
compra malacatones, que por un kilo te regalo un
apartamento en la playa.
(Rosita hace como que le ha dado un susto)
ROSITA.- ¡Qué susto me ha dado! ¿Qué dice? ¿Que
va dando coscorrones y que me vaya?
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- ¡Que no!
Digo que vendo malacatones.
ROSITA.- ¡Ah! ¿Qué si tengo moratones? Pues si
tengo dos moratones, uno en este brazo y el otro en
la pierna.
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Yo me voy
de aquí. Está más sorda que una tapia. Que se va el
tío de los malacatones ¡Vamos niña que se acaban!
(Rosita se queda mirando con la boca abierta hasta
que sale. Luego dice)
ROSITA.- ¡Qué gente más rara! Bueno, con todo
este lío se me ha olvidado lo que me mandó la
señora.
(Vuelven a llamar y es el fontanero)
FONTANERO. - ¡Buenos días!
ROSITA. - ¿Qué dice que me ría? ¡Ja, ja, ja!
FONTANERO. - No, digo que "buenos días".
ROSITA. - ¡Ah, que dice que el pollo pía! Si claro es
que quiere que lo saque de paseo.
FONTANERO. - Bueno, es igual Yo soy el
fontanero venía a arreglar el grifo que me dijo tu
señora que lo tenía averiado.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Que es el cocinero y venía a
llevarse el pollo que lo tenía ya guisado?
FONTANERO. - Estás tonta bueno yo me voy a
hacer mi trabajo.
ROSITA. - Bueno yo voy a hacer lo último que me
dijo mi señora que sacara al pollo de paseo. Pues
yo lo saco.
(Vuelven a llamar y es otra vez la vecina)
VECINA. - Mira Rosita pero ahora me he dado
cuenta que no tengo el postre. ¿Me puedes prestar
dos platos de natillas que mañana te los devuelvo?
ROSITA. - Pues cógelos tu misma que parece que
ya eres de la casa.
(Ata una cuerda al cuello del pollo, nosotros
hicimos un pollo con cartulina, y sale con él del
escenario y dice dirigiéndose al público)
Me voy a la calle a sacar al pollo de paseo. Si viene
la señora le decís que he hecho todas las cosas
como ella me dijo. Que lo he hecho todo muy bien
¿Se lo vais a decir?
Los niños respondieron: Sí.
(Sale la criada y entra la señora)
SEÑORA.- Veo que Rosita no está en casa. Debe de
haber ido a sacar al perro de paseo. ¿Vosotros
sabéis si ha hecho todo lo que le mandé?
(A estas alturas ya los niños respondieron por libre
cada uno lo que le dio la gana)
SEÑORA.- Voy a ver si ya está terminada de lavar
la ropa. (Abre la lavadora y saca el perrito que
ahora está empapado de agua).
SEÑORA.- ¡Dios mío! ¡Mi pobre perrito, cómo
está! Se ha quedado chuchurrío. Voy al horno a ver
si el pollo ya está asado. (Abre el horno y saca una
ropa blanca churrascada)
SEÑORA.- ¡Virgen Santa! ¡Cómo me ha dejado la
ropa Rosita! Y digo yo, si ha metido la ropa en el
horno y al perro en la lavadora ¿a quién ha sacado
a pasear? Ha sacado al pollo. ¡Yo la mato! ¡Digo
que si la mato!

(Entran en el escenario el primo de Rosita y la


amiga)
PRIMO. - ¡Buenos días señora! Yo soy Casporro, el
primo de Rosita que he llegado del pueblo y vengo
a comer a su casa porque mi prima la Rosa me
tiene dicho que cuando venga a Granada que venga
a comer a esta casa.
SEÑORA. - Pues muy bien si la Rosa como tú dices
te ha dicho que vengas a comer pues come, pero yo
no se si habrá hecho la comida. ¿Y tu quién eres?
AMIGA. - Yo soy la Clotilde, la amiga de la Rosa y
también venía a comer.
SEÑORA. - ¡Viva la Pepa! Hoy se ha juntado aquí
medio mundo para comer.
(Viene al poco tiempo Rosita)
SEÑORA. - ¡Pero bueno Rosita me quieres explicar
que has hecho! ¡Lo has hecho todo al revés y
además ¿Qué vamos a comer ahora?
(Vuelven a llamar y es otra vez la vecina)
VECINA. - Rosita yo venía a pedirte...
SEÑORA. - ¿Qué es lo que venías a pedirnos
vecina?
ROSITA. - Si ya lo se la vecina, que es muy buena,
venía a pedirnos que nos fuéramos a comer a su
casa que nos ha preparado un pavo con perejil y
patatas que debe de estar buenísimo y además de
postre nos ha hecho unas natillas caseras que nos
vamos a chupar los dedos. ¿A que si vecina?
VECINA. - Bueno...si, si venía a eso.
SEÑORA. - ¡Qué bien! Pues vámonos todos a
comer el pavo a casa de la vecina.
NARRADORA. - Y todos felices en un momento se
fueron a comer pavo, muy contentos y aquí se
acaba el cuento.

(Como habréis podido observar me he vuelto loco


metiendo invitados que van a comer a casa de
Rosita. Era simplemente por dar participación a
todos los niños de cuarto, vosotros si no disponéis
de tantos “comensales” pues hacerla con menos,
que “de seguro” que os sale igual de bien)FIN

DESDE VALPARAÍSO LA PROFESORA MAGDALENA


PÉREZ ME ENVÍA LA ADAPTACIÓN DE MI OBRA
QUE ELLA HA ESCRITO, LA CUELGO CON SU
PERMISO.
"Rosita, la empleada sordita”
Reescritura de Magdalena Pérez
Personajes
Hodalys Salinas como Rosita
Camila Muñoz como Señora Leonor
Tomas Bustamante como Señor Leandro
Ignacio Uribe como Sr. Smith
Lorena Monsalves Sra. Carlota
Joaquín Zuñiga como Sr. Valverde y Presentador del
comercial
Josefa López como Sra. Australiana
Valentina Aguirre como Cartera
Gabriel Gómez como Hombre de los Melocotones
Francisca Zavala como Señora estafada 1
Daniela Aguirre como Señora estafada 2

PRÓLOGO
Rosita delante del telón
ROSITA: Esta es la historia de una mujer llamada Rosita que
trabajaba de empleada en una casa en nuestra ciudad. O
quizás es la historia de los Dueños de Auotexpress,
empresarios de nuestra ciudad. O quizás es la historia un
grupo de desconocidos que hacen una travesura. Como ven
la historia no es una sola, no es solo de una, ni de uno y al
final una no es ninguna. Bueno… Rosita era muy buena y
trabajadora pero tenía un defecto… que era sorda. O que se
hacía la sorda, todo puede ser.

ESCENA 1: COMERCIAL AUTOEXPRESS


En la tienda. Presentador, Señor Leandro, Señora Leonor.
Pasa el señor de los melocotones con el Cartel “En la tienda
Autoexpress” y diciendo su pregón de los melocotones.
Presentador: ¿Cansado de que tu vehículo se quede sin
gasolina? ¿Aburrida de que a tu vehículo se le desinflen las
ruedas? ¿El interior de tu auto se calienta a más de 39
grados?
Señora Leonor: Es muy necesario en la actual vida
moderna.

Señor Leandro: ¡¡Tener auto es un derecho constitucional!!


Presentador: Ya lo hacía la familia picapiedras…
Señor Leandro: Le decían “Auto con Patas”.
Señora Leonor: Llame ahora, llame ya.
Señor Leandro: ¡Tenemos la solución!
Señora Leonor: ¡vehículos de cartón!
Señor Leandro: Son livianos, económicos, no usan gasolina,
fáciles de guardar, sin mantenciones, impermeables, y muy
veloces.
Presentador: Y al usar tu vehículo ¡SANTA MADONA!
(Se va el presentador)
Señora Leonor: Viaja al supermercado, viaja a la plaza, viaja
al parque, viaja al colegio, viaja a la playa, viaja al baño de tu
vecino, viaja.
SEÑOR LEANDRO: Compra, llama ahora, llama ya
SEÑORA LEONOR: O acude a nuestras tiendas.
(Entran las Dos Mujeres)
SEÑORAS: ¡queremos comprar un auto doble cabina,
nuestro vehículo de cartón!
SEÑORA LEONOR: Claro, tome! (le entrega el auto y las
señoras pagan y se quedan congeladas)
(entra la Cartera)
CARTERA: Yo quiero una bicicleta de cartón para repartir las
cartas
SEÑOR LEANDRO: aquí tiene (le entrega la bicicleta y la
cartera paga y se queda congelada)
(Suena un teléfono, contesta la señora Leonor, se escucha la
voz del señor Smith comprando vía telefónica desde Canadá)
(Entra el doctor Valverde)
DOCTOR VALVERDE: Leandro, Leonor, necesito una nueva
ambulancia
LEANDRO Y LEONOR: ¡tenemos una! (se la entregan)
DOCTOR VALVERDE: ¡qué moderna!
(salen todos juntos en diferentes direcciones)

ESCENA 2: EL VASO DE AGUA POR FAVOR


Pasa el señor de los melocotones diciendo su pregón de los
melocotones mientras lleva el cartel “en la casa de Leandro
y Leonor”
SEÑOR:- ¡Rosita! ¡Tráeme un vaso de agua!
(Rosita sigue barriendo, sin hacerle caso)
SEÑOR. - ¡Rosita! ¡Que me traigas un vaso de agua!
ROSITA. - (Dirigiéndose al público) ¡Uy que es pesado!, todo
el día me tiene igual (imitándolo) “Rosita tráeme agua,
Rosita límpiame los zapatos, Rosita ráscame la espalda”.
Menos mal que yo estoy sorda y no lo oigo, que si no me iba
a volver loca.
SEÑOR. - ¡Rosita! ¿Es que estás sorda? ¡Que me traigas un
vaso de agua!
ROSITA. - (Dirigiéndose a él) ¿Mandaba algo el señor?
SEÑOR. - Pues claro llevo media hora diciendo que me
traigas un vaso de agua.
ROSITA. - ¿Qué dice el señor? ¿Que le traiga un paraguas?
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Que me traigas un vaso de agua que
tengo sed!
ROSITA. - ¿Cómo dice que le traiga un huevo de la sartén?
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Quiero agua! (Hace el gesto de beber)
ROSITA. - ¡Ah, que quiere agua! ¡Pues haberlo dicho! ¿Cómo
la quiere el señor; con hielo o por favor?
SEÑOR. - La quiero fresquita con mucho hielo.
ROSITA. - Pues esa no la tengo, yo se la puedo traer por
favor.
SEÑOR. - Bueno, tráeme esa.
ROSITA. - ¿Qué ha dicho el señor?
SEÑOR. - Que sí, que me traigas un vaso de agua por favor.
ROSITA. - Así me gusta. Las cosas se piden por favor.
(Mirando al público) A este lo educo yo como que soy
Rosita, la sordita.
(Desde bambalinas le lanzan un vaso de agua, Rosita lo
entrega y el señor se lo bebe, se levanta y llama a Leonor)
SEÑOR. - ¡Leonor, mi amor!
SEÑORA. - ¿Qué quieres Leandro, corazón?
(Hacen su saludo ridículo)
SEÑOR. - Voy a salir. Te recuerdo que tiene que venir un
inglés a retirar un vehículo. Atiéndelo bien porque vamos a
ganar mucho dinero con él.
SEÑORA: Claro mi vida, el negocio de los autos de cartón es
lo mejor que has hecho
SEÑOR: Sin ti hubiese sido imposible, mi cielo
SEÑORA: Solo a veces siento lástima por nuestros clientes,
salen tan felices de la tienda y luego
SEÑOR: Luego qué, mi cielo?
SEÑORA: Luego los felices somos nosotros y ellos…
SEÑOR Y SEÑORA: JAUAJAUAJA
SEÑORA. – Claro, no te preocupes suerte, éxito, que te vaya
bien, éxito, suerte!
(Se despiden con su saludo típico. El señor Leandro se va
y la señora Leonor se sienta en el sofá y se pone a leer una
revista y abanicarse con un abanico. Rosita sigue
sacudiendo por el salón)
ESCENA 3: ROSITA SE ENCARGA DE TODOS SIN QUERER
QUERIENDO
(Llaman a la puerta, ding dong)
SEÑORA.- ¡Rosita!...
(Rosita no le hace ni caso)
¡Rosita! ...
(Rosita mira al público y se sonríe)
¡Rosita! ...
CRIADA.- ¿Llamaba la señora?
SEÑORA.- Sí, que abras la puerta.
CRIADA.- ¿Qué dice? (sorprendida) ¿Que me haga la
muerta? (Se tira en el suelo haciéndose la muerta, se queda
en silencio un momento) Pues ya está ¿Estoy así bien
muerta?
SEÑORA.- ¡Que no mujer!, levántate de ahí. (diciendo sílaba
por sílaba) Te digo que abras la puerta, que están llamando.
¡Me vas a volver loca!
CRIADA.- ¡Ah ya! (diciendo sílaba por sílaba, imitando a la
señora) Que-le-abra-la- puerta-a-la-señora-foca. Ya voy.
(Se dirige a la puerta y aparece Carlota)
CRIADA (con mucha amabilidad): Pase usted señora foca.
CARLOTA : ¿Qué dice usted? Yo no soy ninguna foca, yo me
llamo Carlota.
CRIADA: Que no es usted una loca y que se llama Marmota.
CARLOTA. – No. (Muy enfadada) Le digo que me llamo
Carlota.
CRIADA. – ¿Que juguemos a la pelota? (triste) Yo no tengo
tiempo de jugar a la pelota, tengo mucho trabajo.
CARLOTA. – No quiero jugar a la pelota. ¡Qué enredo estás
haciendo! Permiso (corretea a Rosita y entra)
LEONOR: ¡Carlota!
CARLOTA: ¡Leonor!
(Se saludan con su saludo de amigas y se sientan a
cuchichear. Rosita sigue limpiando el mismo lugar de antes)
(Vuelven a llamar: Ding, dong)
SEÑORA. - Rosita abre la puerta que están llamando otra
vez.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Qué me dé la vuelta del revés?
SEÑORA. - No mujer. Te digo que...abras la puerta. (Se lo
dice también con señas y Rosita lo entiende)
ROSITA. - Muy bien voy a abrir la puerta.
(Rosita se da la vuelta al revés, abre la puerta y entra en el
escenario el señor Smith)
SEÑOR SMITH. - (Con voz de extranjero y tomando muchas
fotografías) ¡Hello! Me llamo John Smith. Soy de Canadá.
Vengo a retirar un vehículo que ya está pagado
ROSITA. - ¿Mande? (Se pone las manos en el oído y le hace
señas de que no lo ha entendido)
SEÑOR SMITH. - Le digo que me llamo John Smith, soy de
Canadá y quiero que llame a los dueños de la tienda de
coches. ¿Me ha comprendido bien?
ROSITA. - Perfectamente. Dice usted que se quiere casar
con mi señora esta misma noche.
SEÑOR SMITH : No. No. Yo no querer casar esta noche, yo
querer retirar uno vehículo.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Que yo le vi el culo?
SEÑOR SMITH (avergonzado): No, culo no, (muy exagerado)
VEHÍCULO.
ROSITA. - ¿Será pervertido?! Fuera de aquí cochino, que yo
soy muy decente!!
(Lo echa de la casa, señor Smith se va ofendido)
SEÑORA. - Rosita ¿Quién era? ¿No sería un inglés que venía
a retirar un coche?
ROSITA. - No. Era un señor muy pervertido…
CARLOTA (en shock): ¿por qué?
ROSITA (en tono de copucha): quería que le mostrara el…
(Indicando el trasero).
(LEONOR y CARLOTA se sorprenden muy exageradas)
(Vuelven a llamar. Ding dong)
SEÑORA. - Rosita abre la puerta que debe ser el extranjero…
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Qué le abra la puerta al verdulero?
CARLOTA. - Si anda, ábrele la puerta al que sea.
(Se dirige a la puerta y abre, aparece el doctor Valverde).
ROSITA. - Pase usted señor verdulero.
SEÑOR.- ¡Cómo se atreve a llamarme señor verdulero! ¡Yo
soy médico! Soy el doctor Valverde!
CRIADA.- ¿Cómo dice? ¿Que no es el señor verdulero y que
es un viejo verde?
SEÑOR.- No me insulte, yo no soy un viejo verde.
CRIADA.- ¿Qué dice ahora? Que no es el doctor Valverde?
SEÑOR.- No, digo sí. Soy el doctor Valverde.
CRIADA.- ¿En qué quedamos, es usted un viejo verde, sí o
no?
SEÑOR.- No.
CRIADA.- ¿Ya no es el doctor Valverde?
SEÑOR.- Sí.
CRIADA.- ¿Usted está loco?
SEÑOR.- No, pero me volveré loco si sigo hablando con
usted. (Molesto y dramático) Todo empezó el día que confié
en Leandro y Leonor, ¿están en casa?
ROSITA: el señor no, pero la señora…
SEÑOR: ¿está en casa tu patrona? porque quiero hablar con
esa criminal, la ambulancia que me vendió es una chatarra
ROSITA: ¿Qué estoy gorda y parezco un animal? ¡QUÉ SE HA
CREÍDO! (le cierra la puerta en la cara, el doctor Valverde se
retira indignado, haciendo señas de que se saldrá con las
suyas)
DOCTOR VALVERDE: ¡¡me las pagarán!!
(se va)
SEÑORA.- ¿Quién era?
CRIADA.- Un señor que dijo que se iba porque tenía prisa
por volverse loco.
CARLOTA: ¿Cenaremos pronto?
SEÑORA: Cuando regrese Leandro
(Vuelven a llamar a la puerta DING DONG)
SEÑORA.- ¡Rosita, que abras la puerta!
(Aparece la señora australiana)
ROSITA. - ¿Quién es usted?
SEÑORA AUSTRALIANA. - Soy una prima de la señora que
acabo de llegar de Australia.
ROSITA. - Ah ¿qué le diga a mi señora que ha venido porque
le ha dado la gana?
SEÑORA AUSTRALIANA. - No. Estás más sorda que una
tapia.
ROSITA. - ¿Que estoy más gorda que una vaca? La gorda
serás tú. Fuera de esta casa.
SEÑORA AUSTRALIANA. - No. Prima. Ven que tu criada me
echa de casa. (Lo dice a gritos)
(Viene la señora)
SEÑORA. - ¡Pero Rosita! ¿Qué le haces a mi prima Liana?
¡Qué alegría me da verte! (Se dan un beso) Ven cuéntame
cómo te ha ido el viaje.
(Se sientan en el sofá)
SEÑORA AUSTRALIANA. - He venido en avión y estoy un
poco cansada porque son muchas horas de vuelo.
SEÑORA. - Tienes razón prima. Ven siéntate un rato aquí en
el sofá, ella es Carlota
SEÑORA AUSTRALIANA. – Hola Carlota, yo soy Liana
SEÑORA. - ¿Quieres un café con unas pastas?
SEÑORA AUSTRALIANA. – Si, gracias. Vengo muerta de
hambre
SEÑORA. – Bueno, esperamos que llegue Leandro y
cenamos, por mientras sírvete (le ofrece algo para picar)
(Llaman a la puerta DING DONG)
CARLOTA: ¡En esta casa suena el timbre todo el tiempo!
SEÑORA. - Rosita abre la puerta y atiendes al que sea que yo
estoy ocupada. Amigas, ¡síganme!
(Carlota, Leonor y la Austaliana salen del escenario)
ROSITA. - (Mirando al público) Ellas como son las señoras se
quedan ahí sentadas tan a gusto y yo no paro de abrir la
puerta, pues ya me estoy cansando.
(Abre la puerta y aparece la cartera)
CARTERA.- Buenos días ¿Viven aquí los señores Martínez?
Porque me han estafado con la compra de mi bicicleta de
cartón! Exijo un reembolso.
ROSITA: ¿CÓMO?
(En seguida entran las 2 señoras)
2 SEÑORAS: Martínez, Leandro y Leonor, estafadores de
corazón!!
CARTERA: ¿a ustedes también les falló el vehículo?
SEÑORA Estafada 1: Es la más grande estafa de todos los
tiempos
SEÑORA Estafada 2: No sé cómo pudimos creer que sería
útil
SEÑORA Estafada 1: es que el comercial era muy bueno!
SEÑORA ESTAfADA2: Ya no se debe confiar en los anuncios
comerciales
(Aparece el señor Leandro, le hace señas a Rosita para que
las distraiga)
ROSITA (señalando la dirección contraria): ¡OH! un ovni
TODAS (mirando): DONDE
(En ese momento Señor Leandro entra rápidamente a la
casa)
ROSITA: Emmmmm creo que me equivoqué, ¡permiso!
(Les cierra la puerta en la cara. Rosita se va. Quedan las en
el escenario la Cartera y las dos señoras estafadas).
ESCENA 4: LOS ESTAFADOS SE ORGANIZAN
(Pasa el señor de los melocotones con un cartel que dice
“Afuera de la casa”. Entra el señor Valderde y señor Smith)
SR. SMITH (dirigiéndose a las señoras estafadas): Buenas
tardes señoras, con todo respeto, ¿saben de una tienda de
vehículos por aquí?
SEÑORA ESTAFADA 1: sabemos de una, pero de pésimo
gusto
SEÑORA ESTAFADA 2: nos cobraron una fortuna por un
vehículo supuestamente muy moderno
SEÑORA ESTAFADA 1: pero es pésimo, una gran mentira
DOCTOR VALDERDE: ¡Señoras, me ha ocurrido lo mismo, la
ambulancia de cartón no tiene velocidad y el día de ayer
cuando recibí un llamado de urgencia, llegué cuando el
paciente ya había muerto! Leandro y Leonor son los
culpables
SR SMITH: WAU, entonces yo compré un auto que quizás
jamás me entreguen
DOCTOR VALVERDE: tengo un plan
SEÑORAS ESTAFADAS: una venganza
DOCTOR VALVERDE: una enseñanza…
(Música. Hacen un piño y se comunican. El grupo de
estafados, salvo la Cartera, se meten en una caja)
ESCENA 5: LA CARTA DE TROYA
Rosita sale al antejardín
CARTERA.- Buenos días soy la cartera y traigo la
correspondencia ¿Viven aquí los señores Martínez?
ROSITA:- Pero, ¿qué dice? ¿Que aquí huele peste a
calcetines? No señora, que yo soy muy limpia y friego la
casa todos los días.
CARTERA.- No, le he dicho que si vive aquí la señora
Leonora Martínez, que le traigo este paquete de una tienda
comercial
ROSITA: oh que maravilla, pase, pase
(Entra la “caja de troya” y llega el señor de las Melocotones)
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Vamos niña a los
melocotones, cómprame melocotones que se me acaban.
Soy el señor de los melocotones, vendo melocotones. (En
este momento se queda parado frente a Rosita y los dos se
miran sin decirse nada durante cinco segundos. De pronto
sale hablando otra vez) Venga niña, compra melocotones,
que por un kilo te regalo un apartamento en la playa.
(Rosita y el señor de los Melocotones se ponen a jugar. De
pronto Rosita lo invita a pasar)
ROSITA: me puede dejar los melocotones dentro de la
cocina
SEÑOR DE LOS MELOCOTONES: claro
(Entran a la casa por la puerta y salen del escenario rumbo a
la cocina)
ESCENA 6: LA CENA FANTASMA
(Entra Carlota, Leandro, Leonor y Australiana con la mesa
de la cena lista, se sientan y Leonor llama a Rosita. Rosita
entra con el plato de entrada. Van comiendo, las primeras
que entran a asustar son las señoras y se esconden tras las
sillas. Luego entra el señor Smith que se esconde bajo la
mesa. Luego entra la cartera, luego el señor de los
melocotones a vender melocotones y bailar con Rosita y
finalmente el Dr. Valverde quien apaga la luz y dice su
enseñanza fantasmagórica. Los estafadores tienen cada vez
más miedo, Rosita ni se entera de lo que sucede).
DOCTOR VALVERDE (con la luz apagada y una linterna
apuntándose la cara): Soy el espíritu de un enfermo que
murió hace muy poco. Mis hijos llamaron a la ambulancia
del doctor Valverde apenas me sentí mal, pero el médico no
pudo llegar a pesar de tener una ambulancia nueva… la
ambulancia nunca alcanzó una buena velocidad porque el
doctor fue estafado por ustedes, Leandro y Leonor, ahora
tendrán que aguantar que yo, alma en pena, viva con
ustedes para siempre…
ROSITA: ¿señora , es cierto lo que dice este fantasma?
SEÑORA LEONOR: si, ROSITA es cierto
CARLOTA: pero como pudiste estafar a las personas?
SEÑORA LEONOR: no seas cínica, siempre lo supiste
CARLOTA: jamás
ROSITA (entrando sin entender por qué esta apagado):
¿juegan a las escondiditas señores?
CARTERA: BUUUUUUUUUUUUU queremos unas disculpas
SEÑORAS ESTAfADAS: pero unas disculpas verdaderas! Y
que nos devuelvan el dinero!!
SR. SMITH: y asegurarnos de que cerrarán su tienda
ROSITA (sumándose al juego): y que le subirán el sueldo a
Rosita…
SEÑORA LEONOR: ¡¡perdónanos por favor!!
SEÑOR LEANDRO: ¡¡dejaremos el negocio, lo juramos, pero
por favor déjanos en paz!!
DOCTOR VALVERDE: está bien… abra cadabra pata de cabra
CARTERA, SEÑORAS ESTAfADAS, SR. SMITH Y VALVERDE:
abra cadabra pata de cabra
DOCTOR VALVERDE: que se cumplan sus palabras
CARTERA, SEÑORAS ESTAfADAS, SR. SMITH Y VALVERDE:
que se cumplan sus palabras, MUJAUAJAUAJAUAJU
(Se enciende la luz y están todos dispuestos en sus
posiciones para la coreografía final)
FIN

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