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La psicosis es una ruptura del juicio de realidad. El juicio o sentido de realidad es la capacidad que
tienen las personas para diferenciar el mundo de la realidad y el de la fantasía.
Los trastornos psicóticos siempre suponen un trastorno del pensamiento, aunque no siempre de la
percepción. Jaspers: “Desde tiempos inmemoriales los delirios se han considerado la característica
básica de la locura”. El delirio se define como una creencia personal falsa surgida de una inferencia
incorrecta acerca de la realidad exterior, que es defendida con mayor o menor firmeza por el
paciente a pesar de que no es compartida por los demás ni se explica por el contexto cultural del
paciente.
TIPOS DE PSICOSIS
Psicosis primarias:
Esquizofrenia
Trastorno esquizofreniforme
Trastorno esquizoafectivo
Trastorno delirante
Psicosis secundarias
Pueden deberse a una enfermedad orgánica o abuso de substancias o bien ser secundarias a una
enfermedad mental (demencia, trastorno afectivo, personalidad limítrofe).
Psicosis inducidas por drogas (alcohol, anfetaminas, crack, cocaína, LSD, marihuana,
fenciclidina, y también esteroides, agonistas de la dopamina y algunos metales pesados)
Tumores
Demencia temprana
Esclerosis múltiple
Por lo anterior la evaluación clínica de la psicosis debe idealmente ser complementada con
exámenes paraclínicos, para descartar cualquier causa orgánica.
Las más frecuentes son aquéllas debidas a trastornos graves del humor:
ESQUIZOFRENIA
Los síntomas.
No hay un solo síntoma que sea patognomónico y la enfermedad puede producir un espectro amplio
de cuadros clínicos.
DIMENSIONES DE LA ESQUIZOFRENIA
SINTOMAS POSITIVOS (está presente una distorsión de la realidad que normalmente no debería
estar):
Delirios :
Los delirios de persecución son particularmente comunes.
Los delirios de grandeza también son comunes. La persona se cree poseedora de habilidades
extraordinarias o es una importante figura. Pueden coexistir con los delirios de persecución.
Los delirios de referencia están íntimamente relacionados con los de persecución y de grandeza y
sirven para reforzarlos. Aquí los pacientes creen que eventos casuales no lo son, sino que se
relacionan con ellos. Por ejemplo, que los periódicos tienen encabezados con una clase de código
que sólo ellos pueden descifrar.
En los delirios de transmisión del pensamiento los pacientes creen que los pensamientos pueden
salir de su cabeza sin que sean hablados o escritos y los otros puede leer estos pensamientos
directamente, como si fueran ondas de radio.
Los delirios de robo del pensamiento se caracterizan porque la persona cree que sus pensamientos
están siendo removidos de su mente; por el contrario, en los delirios de inserción del pensamiento el
sujeto cree que sus pensamientos no son propios, sino que son insertados directamente en sus
mentes.
Los delirios de influencia, control o pasividad se caracterizan por la creencia del paciente de que sus
pensamientos, sentimientos o acciones son de alguna manera controlados por agentes externos y
ellos son como robots o autómatas pasivos.
Alucinaciones
Las alucinaciones pueden ser auditivas, visuales, gustativas, olfatorias y táctiles. Las más comunes
son las auditivas: incluyen voces que repiten los pensamientos del paciente, voces que comentan lo
que el paciente hace o voces que discuten entre sí. Adicionalmente, los pacientes pueden oír sonidos
tales como un timbre, pasos o golpes en las paredes o ventanas.
Las alucinaciones visuales son menos comunes y juegan un papel poco prominente en la
sintomatología global. A menudo son borrosas, pero puede ser detalladas y vívidas.
Las alucinaciones gustativas y olfatorias son raras. Los pacientes pueden oler gases venenosos o
estar convencidos de que sus bebidas han sido envenenadas.
Las alucinaciones táctiles son también raras: los pacientes pueden sentir corrientes eléctricas o que
los chuzan con agujas.
SINTOMAS NEGATIVOS
Abulia o apatía: falta de motivación para iniciar o completar tareas, reflejando una pérdida
del interés en el entorno.
Asociabilidad: disminución del interés y la capacidad para relacionarse con los demás.
SINTOMAS DE DESORGANIZACION
Algunos autores anotan, con razón, que ciertos síntomas no pueden encuadrarse fácilmente en las
dos categorías anteriores y por ello postulan esta categoría que remarca la desorganización formal
del pensamiento, las conductas extravagantes o bizarras y la expresión emocional inapropiada
propia de los esquizofrénicos.
Para ahondar aún más en la complejidad del trastorno otros modelos, más recientes, incluyen:
los déficits de la cognición en vista de que hay un interés creciente en los trastornos de
memoria, atención y dificultad para el pensamiento abstracto como un componente cardinal
de la enfermedad (baste recordar que ya Kraepelin en el siglo XIX se refería a la
esquizofrenia como “demencia precoz”),
la dimensión afectiva, puesto que los esquizofrénicos tienen altas tasas de depresión y las
estadísticas dan cuenta de tasas de suicidio de un 10%,
los trastornos del ajuste social. Aquellos que sufren del trastorno son incapaces de
funcionar bien laboralmente y por lo tanto descienden a los peldaños más bajos de la escala
social. Muchas personas indigentes sufren de esquizofrenia
Se cree que los síntomas positivos reflejan una hiperactividad dopaminérgica en el sistema límbico,
mientras que los síntomas negativos reflejarían una actividad hipodopaminérgica en el lóbulo
frontal.
3. Residual: ocurre entre los episodios de psicosis. Es marcado por el afecto aplanado, aislamiento
social, pensamiento y conducta extraños (síntomas negativos). Los pacientes pueden continuar
teniendo alucinaciones aun con tratamiento.
Subtipos de Esquizofrenia
1. El tipo paranoide: es la forma más común, con el tipo más alto de funcionamiento y mejor
pronóstico, la de edad mayor de comienzo. Debe llenar los siguientes criterios:
2. El tipo desorganizado: pobre funcionamiento, comienzo temprano. Debe llenar los siguientes
criterios:
El comportamiento desorganizado
1
El DSM-5 elimina los subtipos, con excepción de la catatonía, por considerarlos de baja fiabilidad y
pobre validez; ahora pasaron a ser “especificadores”.
El afecto aplanado o inapropiado
Flexibilidad cérea: las extremidades del paciente pueden ser “moldeadas” en una posición
que el paciente mantiene por un período de tiempo.
Para Fink los dos signos clásicos de catatonía (estupor y mutismo) serían suficientes para el
diagnóstico, para Caroff otras conductas motoras deben estar presentes y la mayoría de pacientes
muestran 4 signos o más.
5. El tipo residual – con síntomas negativos prominentes y solo evidencia mínima de síntomas
positivos, que se desarrolla después de haber sufrido el sujeto una ruptura psicótica.
6. Esquizofrenia simple: el CIE 10 incluye este subtipo, discutido, donde los síntomas negativos de la
esquizofrenia residual se desarrollan, pero sin haber sido precedidos por una ruptura psicótica.
Algunos autores la consideran un pródromo de la esquizofrenia.
El Examen Psiquiátrico
La apariencia desaliñada
Alucinaciones auditivas
Pensamiento concreto
Conductas bizarras
Epidemiología.
Los hombres y las mujeres son igualmente afectados, pero tienen presentaciones diferentes:
La esquizofrenia raras veces se presenta antes de los 15 años o después de los 45 años.
Hay una asociación fuerte con uso de sustancia (que puede ser una forma de
automedicación) y depresión. La depresión postpsicótica ocurre en 50 % y da cuenta del 15%
de suicidios consumados, 20 veces la tasa de suicidio en la población general.
Aunque la causa exacta de la esquizofrenia está lejos de conocerse, parece relacionarse en parte con
alteraciones del sistema dopaminérgico: se postula un aumento en el sistema límbico y una
disminución en la corteza frontal. La prueba para sustentar esta hipótesis es que la mayoría de
antisicóticos efectivos son antagonistas de la dopamina. Además, la cocaína y las anfetaminas
aumentan la actividad dopaminérgica y pueden producir cuadros indistinguibles de la esquizofrenia.
Hay otras dos vías dopaminérgicas que no son afectadas por la esquizofrenia, pero sí por los
antipsicóticos, y darían cuenta de los síntomas colaterales extrapiramidales y hormonales de éstos:
o vía nigroestriada: su hipoactividad, efecto colateral del uso de antipsicóticos, explica los
efectos neurológicos extrapiramidales de los mismos
De lo anterior se desprende que el antipsicótico ideal sería aquel que (1) aumente la dopamina en la
corteza frontal, (2) la disminuya en el sistema límbico y (3) no afecte las vías nigroestriada y túbero
infundibular. Aún se está buscando.
Dopamina
Serotonina
Glutamato
Acetilcolina
Norepinefrina
GABA
Neuropéptidos (colecistoquinina)
FACTORES PRONOSTICOS
Buen funcionamiento social, laboral y sexual Mal funcionamiento social, laboral y sexual
premórbidos premórbidos
Signos neurológicos
Muchas recaídas
TRATAMIENTO
Un acercamiento biopsicosocial es lo más efectivo, y la terapia debe estar ajustada a las necesidades
del paciente. El tratamiento farmacológico consiste primordialmente de antipsicóticos (ver
adelante.)
La fase aguda
Dura 4-8 semanas y se asocia con severa agitación. La meta principal es reducir los síntomas
positivos y enfocar también la ideación suicida. Deben formularse planes de tratamiento y sentar las
bases para el tratamiento de sostén. Cuando los pacientes suponen una amenaza para sí o para
otros deben hospitalizarse.
Por su mejor perfil de efectos secundarios hoy se recomienda elegir como primera línea un
antipsicótico de segunda generación. El ensayo debe hacerse por al menos 4- 6 semanas antes de
declararlo fallido, aunque los beneficios suelen ser evidentes a las 2 semanas, pero la remisión
completa tomará meses. La psicosis gradualmente se resuelve en este tiempo con un rango de dosis
equivalente a 5-20 mg/día de haloperidol (Tasman propone que el equivalente a 10 mg de
haloperidol podrían ser suficientes). Si la medicación falla, lo apropiado es cambiar por otro de una
clase diferente.
La evidencia apunta a que los antipsicóticos más eficaces serían la risperidona, olanzapina,
amisulpride y clozapina. Los dos primeros están soportados por las EPS, la olanzapina tiene alta
tendencia a producir síndrome metabólico, la clozapina por el riesgo de agranulocitosis,
convulsiones y síndrome metabólico se prefiere para casos resistentes, siendo la droga de elección
en estos casos. El amisulpride es costoso y no tiene sucedáneos genéricos.
Si el paciente mejora con un antipsicótico en particular debe continuarse a la misma dosis por 6
meses antes de considerar la disminución de la dosis con miras al tratamiento de sostén.
Los antipsicóticos “depot” (de liberación retardada) se reservan para pacientes que no se adhieren al
tratamiento.
La fase de sostenimiento.
En la actualidad no hay duda de que la esquizofrenia tiene un curso crónico y progresivo. Hay
estudios que demuestran que los antipsicóticos previenen las recaídas. Sin tratamiento de sostén
60-70% de los pacientes recaerán en el primer año y el 90% en dos años. Esta es la razón por la que,
tras un primer episodio psicótico con buena recuperación funcional, algunos autores abogan por una
duración del tratamiento de 1-2 años (Oxford Handbook of Psychiatry, 1st Edition, Keating BMJ). La
suspensión debe hacerse gradualmente y al paciente y la familia se les debe enseñar a reconocer los
signos tempranos de recurrencia. En pacientes con múltiples episodios la terapia de sostén dura
toda la vida, aunque atendiendo a la posibilidad de una discinesia tardía secundaria al uso
prolongado de antipsicóticos.
En resumen:
3. Tratamiento indefinido para pacientes con múltiples recaídas o una sola que haya
implicado serio peligro para el paciente u otros.
Terapias psicosociales.
La terapia conductista trata de mejorar la habilidad de los pacientes para funcionar en sociedad. Una
técnica se conoce como “entrenamiento en habilidades sociales”, con ella se busca que el paciente
mejore la forma en que se relaciona con otros mediante diversas técnicas como el juego de roles y la
asignación de tareas específicas para practicar en casa.
EL TRASTORNO DELIRANTE
El trastorno delirante es una condición rara en la cual los pacientes presentan delirios en gran
medida plausibles, no bizarros, que gradualmente se ordenan en un sistema rico y sistematizado,
aparentemente lógico. En resumen, aquí lo prominente es el delirio en una persona que por lo
demás luce normal.
La apariencia de los pacientes suele ser adecuada, las actividades diarias suelen no mostrar
menoscabo, el examen mental es bastante normal con excepción de su sistema delirante del que a
veces sólo se percata el examinador mediante el estudio detenido de sus antecedentes. Empero, a
veces, pueden parecer excéntricos, extraños, suspicaces u hostiles.
La consulta con ellos puede ser difícil por su tendencia a polemizar, a ser cáusticos, o por sus
intentos de aliar al clínico con su delirio. Cualquier intento de refutación del mismo es asumido por
el paciente como un ataque personal. Los pacientes con delirio persecutorio o celotípico son
propensos al comportamiento violento, incluyendo el crimen.
Los pacientes con trastorno delirante no tienen por definición alucinaciones, y si ocurren son una
parte menor del cuadro clínico y en general son consistentes con el delirio del paciente; por ejemplo,
el paciente con delirio persecutorio puede oír la fecha de su ejecución, el paciente erotomaniaco
puede ver en la TV que una reconocida estrella le hace guiños, el paciente con delirio de infestación
puede ver los bichos que le corren por la piel y el paciente con delirio de halitosis percibe su mal
olor.
Alucinaciones
Lenguaje desorganizado
Conducta perturbada
Síntomas negativos
Tipos
Persecutorio: aquí el paciente tiene la idea delirante de que es víctima de una conspiración
(por parte del DAS, el jefe, etc.). Pueden mudarse a otra ciudad donde al cabo sus
perseguidores lo encuentran. Se sienten espiados por los vecinos o los familiares. Y si se
creen acorralados pueden llegar a ser un peligro.
El subtipo litigante es considerado por algunos como una variante del persecutorio. Estos
pacientes suelen enredarse en acciones legales por abusos de los que se creen víctimas. Los
abogados resultan incompetentes, los jueces parcializados y así, de litigio en litigio, hasta la
ruina.
Somático: aquí la idea delirante es que la persona posee cierto defecto físico, trastorno o
enfermedad, como el SIDA (anteriormente se conocía como hipocondría monosintomática)
a) delirios de infestación (parasitosis): los pacientes creen que tienen parásitos, insectos o
gusanos en la piel o por debajo de la misma. Frecuentemente vistos por dermatólogos.
b) Delirio dismórfico: El paciente delira con una deformación imaginada de su apariencia física.
En casa de que exista el defecto es tan leve que no justifica tamaño horror. Cuando no
adquiere características delirantes hablamos de dismorfofobia, que se clasifica entre los
trastornos somatomorfos.
c) Síndrome de referencia olfatoria: delirio de despedir mal olor corporal (bromosis) o halitosis
lo que hace que las personas se aparten de su lado. Para evitar la vergüenza el paciente se
aísla socialmente.
Son cuadros de difícil delimitación, aún discutidos. Han recibido diversos nombres según la época y
región: psicosis agudas, cicloides, reactivas, psicógenas, “Bouffée delirante” (en Francia).
El trastorno psicótico breve es autolimitado: el DSM IV propone un inicio agudo (“como un trueno en
un día despejado”), mayor de un día y menor de un mes, con exclusión de otras patologías y
recuperación completa. En realidad, no es una entidad claramente delimitada: algunos autores la
consideran dentro del espectro esquizofrénico, otros dentro del espectro de los trastornos del
afecto y otros consideran que es una entidad propia. Clínicamente frente a un cuadro psicótico
agudo se nos abren varias posibilidades:
Puede ser una reacción psicótica pasajera en respuesta a un estresor severo (una pérdida
importante, estrés postraumático). La persona se normaliza cuando aprende a afrontar el
estresor o cuando éste desaparece.
El diagnóstico de “psicosis aguda y transitoria” del CIE-10 guarda íntima relación con el de TPB, pero
existen dudas sobre el grado de concordancia de ambos.
Tratamiento. Puede ser necesaria una hospitalización breve. Los antipsicóticos son muy efectivos a
dosis bajas, de preferencia alguno de los antipsicóticos atípicos. Medicación sedante (Midazolam,
Lorazepam) puede agregarse por corto tiempo en pacientes muy ansiosos o francamente agitados.
El DSM IV establece que las características del trastorno esquizofreniforme son idénticas a las de la
esquizofrenia con dos diferencias: 1) la duración total de la enfermedad (incluidas las fases
prodrómicas, activa y residual) es de al menos 1 mes, pero de menos de 6 meses y 2) no se requiere
que exista deterioro de la actividad social o laboral durante alguna parte de la enfermedad (aunque
puede haberlo). En resumen, atendiendo a su duración es intermedio entre la esquizofrenia y el
trastorno psicótico breve.
En el caso de que se superen los seis meses sin que se resuelva el episodio pensaremos en una
esquizofrenia.
TRASTORNO ESQUIZOAFECTIVO
También es una categoría discutida. En general, aquí caben pacientes cuya sintomatología recuerda
tanto a la esquizofrenia como a los trastornos afectivos, aunque tienen períodos de la enfermedad
con síntomas psicóticos en ausencia de síntomas afectivos. De hecho, el pronóstico es intermedio
entre ambos (mejor que el de la esquizofrenia, peor que el de los trastornos afectivos) y el
tratamiento incluye además de antipsicóticos, estabilizadores del humor y antidepresivos.
Hay dos subtipos: 1. La forma esquizoafectiva “bipolar”, que parece más cercana al trastorno bipolar
y 2. La forma esquizoafectiva “depresiva”, que recuerda más a la esquizofrenia. Así, pues la discusión
existe acerca de si es una variedad de esquizofrenia, una variedad de trastorno del humor, una
entidad psicótica independiente o un trastorno del humor comórbido con un trastorno psicótico.
Tratamiento.
Psicoterapia. El tratamiento incluye, como en todas las psicosis, educación al paciente y la familia,
técnicas para ayudarles a desarrollar habilidades sociales y terapia cognitivo-conductual.
El primer antipsicótico fue descubierto en Francia en 1952. Fue producto de una serendipia: se
estaba buscando mejorar la anestesia. Como producían tranquilización de pacientes psicóticos
agitados se les llamó "tranquilizantes mayores", término que luego se abandonó porque sus efectos
no se reducen a la tranquilización, y como producían un cuadro similar al de la neuroleptoanestesia
(sosiego, indiferencia, retraso psicomotor) se les llamó "neurolépticos". Apareció el “dogma
neuroléptico”: que la neurolepsia estaba asociada a la efectividad. Así, cuando apareció la clozapina
(1.959) no despertó mayor interés, por su perfil “atípico” puesto que no producía neurolepsia. Para
rematar, en 1.974 se reportó en Finlandia la muerte de 8 pacientes por agranulocitosis y la droga fue
retirada. En 1.988 se publicaron dos estudios que demostraban su eficacia en pacientes resistentes a
los antipsicóticos clásicos y esto hizo que a partir de los 90s surgiera un renovado interés por buscar
moléculas que se le parecieran en su efectividad y que fueran más seguras.
Hoy se prefiere hablar de antipsicóticos de primera y segunda generación. La diferencia entre unos y
otros no radica en la efectividad, que es igual, pero si en el perfil de efectos colaterales.
Los síntomas extrapiramidales, producidos especialmente por los antipsicóticos de primera
generación, son muy molestos, potencialmente mortales, y causantes de la alta tasa de abandono
del tratamiento por parte de los pacientes. El advenimiento de la segunda generación corrigió en
buena parte este problema, pero remarcó otro: el síndrome metabólico.
Fármacodinamia
Los antipsicóticos a pesar de que tienen diferentes estructuras y se agrupan en clases diferentes,
tienen en común el hecho de que bloquean los receptores de la dopamina D2 a nivel central. Los
antipsicóticos típicos bloquean únicamente D2, los antipsicóticos atípicos bloquean además los
receptores serotoninérgicos 5HT2, mecanismo este que sería responsable de su atipicidad.
Los antipsicóticos son drogas “sucias”, no selectivas, pues además del bloqueo deseado de D2 y
5HT2 bloquean receptores centrales y periféricos de otros sistemas neurotransmisores,
responsables de algunos de los efectos secundarios:
el bloqueo de los receptores muscarínicos produce efectos anticolinérgicos, similares a los
de la atropina: sequedad de boca, retención urinaria, estreñimiento, visión borrosa, etc.
el bloqueo de los receptores histamínicos (H1) contribuye a la sedación y aumento del
apetito
el bloqueo de los receptores alfa adrenérgicos causa hipotensión ortostática
El efecto antipsicótico aparece tras una latencia de 1 a 3 semanas para los síntomas positivos, pero
la respuesta plena puede demorar meses.
Los antipsicóticos de primera generación.
Los antipsicóticos típicos, tradicionales o de primera generación clásicamente se han dividido en dos
grupos de acuerdo con su potencia antipsicótica neuroleptizante.
mayores efectos
antihistamínicos
mayores efectos
anticolinérgicos
Clozapina 100 -250 200 -400 (Max Primer día: 12.5 subir 25 -50
600-900) una o dos veces diarios durante 2 -
al día 3 semanas hasta
300 en tres tomas
segundo día: 25 -
50
Iloperidona
PRIMERA
GENERACIÓN
Pipotiazina ++ ++ ++ ++ ++ +++
SEGUNDA
GENERACIÓN
Risperidona + ++ + + ++ +++
Quetiapina ++ ++ - + ++ -
Amisulpride - + + - - +++
Paliperidona + ++ + + ++ +++
Quetiapina Ziprasidona
Aripiprazol
ziprasidona
quetiapina Olanzapina
Ziprasidona
Hipotensión postural Amisulpride
Aripiprazol
Haloperidol
Trifluoperazina
Aripiprazol Trifluoperazina
risperidona Ziprasidona
quetiapina
Olanzapina
Quetiapina
Aripiprazol Risperidona
Haloperidol Ziprasidona
trifluoperazina
Bibliografía.
Marangell