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SAN AGUSTIN Y LA IGLESIA Agustín de Hipona y la Iglesia son,

desde luego, argumentos de


Pedro Langa Aguilar, OSA actualidad. Sobre los dos existen
I. SIGLO Y CONCILIO DE LA IGLESIA publicaciones de mucho respiro y
ambos, asimismo, cuentan con
Se ha dicho que el xx pasara a la desbordante bibliografía en estos
historia como el siglo de la iglesia. albores trimilenarios, siendo la
También del Vaticano II, concilio suya, en consecuencia, realidad a
que fue de la iglesia sobre la iglesia. no preterir ni rebajar en cualquier
Tenemos acerca de esto probada estudio que se precie de riguroso.
constancia, desde los estudios del
obispo evangélico Otto Dibelius, El obispo de Hipona constituye una
allá en el período de entreguerras, intensa biografía eclesial de 76
hasta el mencionado concilio y la años: fue hombre de Iglesia en el
actual eclesiología de comunión, sentido más genuino de la palabra,
pasando por el buen hacer en esta igual en cuanto laico que de monje
materia de Romano Guardini y obispo. Diríase que su vida
(castillo de Rothenfels), Henri De hubiera discurrido en, para y con
Lubac (Fourviére), Hans Urs Von la iglesia
Balthasar (Basilia) e Yves Congar Antes y después de la conversión,
(Saulchoir), amén de un nutrido en efecto, sintió lo eclesiológico de
grupo de eclesiólogos eminentes y
tal suerte que sería en adelante
de la inestimable ayuda prestada
en este saludable proceso
renovador y aperturista por el
movimiento teológico que desde
1948 empezó a llamarse Nouvelle
théologie.

Que los Padres de la Iglesia,


liturgos ellos de cátedra y pastoral
juntas, celosos pastores de almas,
fidelísimos servidores del divino
Verbo y maestros insignes en la fe,
guarden relación con la eclesiología
moderna es argumento trabajado
de un tiempo a esta parte a base
de monografías científicas y tesis
doctorales muy puestas. Que
ocurra eso de modo particular en
San Agustín, la voz eclesial más
potente y mejor timbrada del
armonioso coro patrístico, es
cuanto pretendo añadir en el
reducido espacio de estas páginas.
monásticas por los pagos ‘‘Comunicaba a los demás lo que
africanos, a ejemplo de la koinonía del cielo recibía con su estudio y
eclesial de la primera Comunidad oración, enseñando a presentes y
de Jerusalén, disponiendo en la ausentes con su palabra y escritos’’
Regla, vivir todos losmiembros bajo (Vida 3).
un mismo techo, unánimes y
concordes , a base de tener ‘‘una Porque comunicaba, aceptó. Y
alma sola y un solo corazón porque aceptó, comunicaba, es
orientados hacia Dios’’ (Regla 1, 3. decir, seguía comunicando. Y en
ambos casos, a causa de
9).
permanente estudio y oración.
Pero cuando todo parecía
encarrilado, contento de ser el Cuando sea ya obispo de altos
último en la casa del Señor, llegó vuelos, habrá de ilustrar con ricas
imágenes el misterio de la Iglesia
suplicante la Iglesia necesitada.
madre. Serán famosas las
Lágrimas le cuesta aceptar el destinadas a expresar la
presbiterado, sí, pero la solicitud estrechísima unión-sólo inferior a
de una Iglesia menesterosase le la hipostática- entre la Iglesia
hace irresistible y compulsiva. Él madre y maestra universal y su
mismo no se recatará en escribir a Esposo. La fórmula Ecclesia Mater,
san Paulino de Nola: ‘‘He temido que viene como préstamo de una
mucho el excusarme, porque patrística anterior, llena de
estimo que ésa es la voluntad de contenido y presta cabal sentido a
Dios, por la gran caridad y solicitud la eclesiología agustiniana, sin cuyo
por el pueblo que Valerio tiene’’ concepto, por cierto, quedaría
(Carta 31,4). Es de suponer que, manca. Ninguna idea le conmueve
algún tiempo después, este tanto. A sus escritos llegan la
momento biográfico flotaba en su madurez y la perfección, el
espíritu al recodarle al abad de profundo análisis teológico-
Cabrera, Eudosio, que la dogmático y la oportuna vertiente
misericordia exige que los pobres pastoral; en una palabra, la exacta
sean evangelizados y la copiosa dimensión.
mies del Señor no se pierda por
falta de segadores. La exhortación El argumento reviste particular
en todo caso es clara y sin relieve durante la disputa
paliativos: ‘‘No antepongáis donatista, trabajado desde una
vuestro ocio a las necesidades de la perspectiva histórica, geográfica y
visible. Suyo es el mérito de haber
iglesia, pues si no hubiese buenos
ministros que se determinasen a definido las relaciones mutuas
asistirla, cuando ella da a luz, no entre las cuatro realidades
hubiésemos encontrado medio de esenciales de la salvación: la fe, la
nacer’’ (Carta 48, 8). Vino también Iglesia, los sacramentos y la
a cumplirse entonces lo que San caridad, consiguiendo una síntesis,
pauta de la teología posterior. Es
Posidio escribiría más tarde :
como digo, en el epicentro
católico-donatista donde analiza de merecer al otro’’ (Comentarios a
cerca este misterio: en cuanto los Salmos 88; Sermón 2, 14).
Iglesia madre de la verdad, madre
espiritual, madre solícita, madre de La sugestiva eclesiología del
caridad, es decir, del amor a los Vaticano II brilla con luces
hijos consagrados en la unidad de hiponenses, la de Ecclesia Mater
una sola familia, madre vigilante. entre ellas. Tiene esta conciencia
Atenta, dolorida, siempre de ser pueblo reunido en la unidad
del Padre, del hijo y del Espíritu
acogedora.
santo, pero también de la tensión
Madre única. Fecunda gracias a hasta convertirse en madre celeste.
Cristo y por el Espíritu, pues ‘‘la Lejos de rechazar a los pecadores,
predicación evangélica y la los busca con materno amor para
administración de los sacramentos purificarlos. La originalidad
están en el centro mismo de la agustiniana estriba en haber
actividad maternal de la Iglesia, sabido, bebiendo a sorbos en la
puesto que los hombres, nacen a tradición, contrastar aquí sus
la vida de la gracia, recibiendo, en puntos de vista con la situación
una comunidad de vida, estos histórica de entonces. A
beneficios’’ (Réplica a las cartas de consecuencia de ello, la tradición
Petilano 3, 56, 68). eclesial resultó notablemente
enriquecida.
Por la fe indefectible, íntegra que la
Iglesia conserva en Cristo, sigue Con Ecclesia Mater discurre
ésta siendo virgen. Por su correlativo Agustín hijo (filius sum
indisoluble unión con el Esposo, Ecclesiae), de uso ya menos
esposa. Y, fecundada por la corriente. La Iglesia se dirige a los
donación de sí misma en la unidad, donativos como a hijos malos,
madre. perdidos, desertores de la madre.

Conocida es la expresión de San Ella, sin embargo, espera


Cipriano ECCLESIA MATER-DEUS recobrarlos luchando contra el
PATER. Cisma herético un poco a la
manera de David con su hijo
San Agustín la enriqueció luego con Absalón, aunque con esta
numerosos textos. Sirvan de diferencia: que los donatistas que
ejemplo dos: ‘‘Nadie puede tener se pierden no perecen como
propicio a Dios Padre si desprecia Absalón por un accidente bélico,
a la Iglesia madre’’ (Sermón 255 sino por su propia contumacia.
A). ‘‘Amemos al Señor nuestro Buen inciso para mejor conocer
Dios: amemos a su Iglesia; a él una actuación agustiniana,
como a Padre, a ella como madre malinterpretada no pocas veces
[…] por no incluir estos detalles de la
Este matrimonio se halla unido Sagrada Escritura. He aquí una
por un gran amor; nadie que muestra: ‘‘¿No voy a perseguir- se
ofenda a uno de ellos puede pregunta- a quien blasfema de la
Iglesia? Sí-responde-, lo perseguiré os buscó cuando estabais
abiertamente, porque soy perdidos, os iluminó una vez
miembro de la Iglesia; lo encontrados, para no seguir el
perseguiré abiertamente, porque sendero de los que se pierden, en
soy hijo de la Iglesia (quia filius quienes desentona el nombre
sum Ecclesiae). Me sirvo de la voz fieles. No se les preguntará por el
de la misma Iglesia, que dice por nombre que llevan, sino por la
mí en el salmo: Perseguiré a mis concordancia entre vida y nombre
enemigos y les daré alcance, y no (Sermón 228, 2). Concibe y
cesaré hasta que desfallezcan alumbra la madre Iglesia, y exhorta
(Sal17, 38). Desfallezcan en su mal, a morir por Aquél de quien los
progresen hacia el bien’’ (A los concibe y alumbra (cf. Sermón 301,
fines de la Iglesia de Cesarea, 8; cf. 1). Es la Iglesia, pues, madre de
PALMERO, R., ‘‘Ecclesia Mater’’, en incesante fecundidad.
San Agustín, Madrid 1970; LANGA,
P., n.c. 58, ‘'Ecclesia Mater’’, ‘‘filius Tampoco la dimensión diaconal de
sum Ecclesiae’’, Obras completas la Iglesia escapa a su perspicacia.
de San Agustín, 33, pp. 681-684). Rendido a su amor de sierva y él
‘‘Mirad a aquellos de quien sois mismo siervo entre los siervos de
miembros; poned los ojos en Dios (monjes), cuando llegue el
aquella de quien sois hijos’’, ministerio vencerá su inicial
recuerda para enjoyar luego a la reluctancia, considerándose así:
madre con las mejores galas: ‘‘Más, como dije, el siervo no debe
‘Merece ser descrita, alabada, contradecir a su Señor’’ (Sermón
recomendada, amada como 355,2). Y el Señor, en efecto,
madre por todos nosotros, pues es dispone que sea siervo también de
esposa de un solo marido […] Es la Iglesia, compaginado la vocación
eminente, célebre, gloriosa, de monje con la de presbítero:
ataviada, brillante; para decirlo ambas de servicio. Al servicio,
brevemente, extendida por toda la pues, del otium sanctum (vida
tierra’’ (Sermón 37, 2). monástica) viene a sumarse el del
Maternidad y filiación, pues, negotium iustium (vida apostólica)
de la sarcina pastoral. ‘‘Si nadie nos
interrelacionadas. Da él por
supuesta en la fraternidad la impone esta carga (sarcina)
filiación, consecuencia de haber debemos aplicamos al estudio y al
nacido de la misma madre: ‘‘A conocimiento de la verdad. Y si se
vosotros, pues, hermanos; a nos impone debemos aceptarla por
vosotros, hijos; a vosotros, la urgencia de la caridad’’ (La
retoños nuevos de la madre ciudad de Dios 19, 19) he aquí una
Iglesia, os ruego, en nombre de lo clave decisiva de su ministerio.
que habéis recibido [el bautismo,
pues predica a los néofitos], que
pongáis vuestros ojos en quien os
llamó, en quien os amó, en quien
PARA EL DIÁLOGO
 ¿Podrías precisar la
incidencia eclesial que
tuvieron en San Agustín
los sacramentos de la
iniciación cristiana y la
posible repercusión de sus
vivencias hoy?

 Destaca los principales


conceptos de análisis y el
papel eclesial de un
teólogo presentando la
Iglesia al mundo del siglo
XXI con el estilo de San
Agustín.

 ¿Qué alcance eclesiológico


puede tener el
sentimiento agustiniano
de filiación y de servicio
dentro de la Iglesia para
este mundo del nuevo
milenio?
de sí la ternura, nota que resucita
II HIJO Y SIERVO DE LA MADRE por dentro como el hijo de la viuda
IGLESIA de Nain, y que la luz del Cristo
pascual ilumina su corazón, Siente,
La célebre conversión del Tolle, además, que la Iglesia católica,
lege (‘‘Toma y lee’’) no fue, en tiempo atrás combatida y
realidad, un retorno a Cristo como ultrajada, le deja en el alma limpia
suele repetirse hasta la saciedad, la dulce caricia de un beso. Ya
sino a la Iglesia Católica, porque el Obispo de Hipona, seguirá
dispersivo itinerario hacia el error recordándolo en un desahogo
había hecho del joven retórico de memorable con Dios.
Tagaste no tanto un púnico
anticristiano cuanto un númida ‘‘¡Cuánto lloré con tus himnos y
anticatólico, es decir, verdadero tus cánticos, fuertemente
contestador de la Iglesia de su conmovido con las voces de tu
niñez, cuyo maternal influjo va a Iglesia, que dulcemente cantaba!’’
notarse hasta en la escena del (Confesiones 9, 6, 14).
jardín: Mónica da gracias a Dios
Fueron las suyas, entonces,
gozosa y llorosa y esperanzada por
lágrimas de contestador
haberle devuelto el hijo de sus
arrepentido, de futuro Padre de la
entrañas al regazo de la madre
Iglesia enamorado, de Doctor de la
Iglesia Católica y no haberlo dejado
Gracia comprometido, llanto y
entre los fríos brazos de la mujer
suspiros, mezcla de aleluyas y
procaz llamada maniqueísmo, que
cánticos pascuales, los típicos de
lo tenía retenido en sus mallas
una juventud renacida.
sectarias, ni abandonado a su
suerte allá entre los zarzales y Y esa Iglesia que en aquella noche
breñales arrianos, o quién sabe si santa le sonríe y acoge y mece en
flotando en la espesa negrura del su regazo maternal, no tardará en
paganismo, o hundido tal vez en la llamar delicadamente a las puertas
ciénaga materialista, o en el de su generoso corazón ahora
confuso tirón escéptico, ni neófito. Lo hará por boca del
tampoco, en fin, presa de las anciano Valerio, necesitado de un
fanáticas manías de los obispos de presbítero que exponga en latín la
Cisma. No. Había vuelto el calor de Palabra al pueblo de Dios que
la católica. peregrina en Hipona. Sonará
entonces la hora del ministerio:
Durante la sugestiva ceremonia de
monje presbítero primero, y obispo
aquella Vigilia madre de todas las
auxiliar y en sede plena después;
vigilias, celebrada la noche del 24
pastor de almas en uno y otro caso.
al 25 de abril del año 387, cuando
Ya antes había modelado él sus
el sacramento del agua que San
fundaciones Clave, diapasón y
Ambrosio le administra regenera su
pentagrama para interpretar su
alma de aguerrido contestador,
partitura de conversión y
siente de pronto que renace dentro
bautismal. Desde entonces hasta la
feliz hora de las fundaciones, su palabra y del sacramento, lo mismo
espíritu va decantándose entre en Hipona que en Cartago, y por
gozoso y esperanzado con la toda la provincia de África del
eficiente ayuda de la madre Iglesia Norte a la redonda, es el propio de
por Casiciaco, Milán, y la región del un Padre y Doctor de la iglesia sin
Lazio, acogido al calor mistérico de apenas parangón (cf. JUAN PABLO
las liturgias ambrosiana y romana II ‘‘Carta Apostólica’’ Augustinum
(cf. LANCA, P.. ‘‘San Agustín y su Hipponensem’’ esp. III. El Pastor).
‘conversión pascual’ del año 387’’,
Aa. Vv., Jornadas Agustinianas, Ningún testimonio de
Valladolid 1988, pp, 89-116). La contemporáneos mejor para
Iglesia, por su parte, irá también corroborarlo que el de San Posidio,
amigo del alma, confidente
determinando su pasos de
catecúmeno, radiante neófito durante media vida y biógrafo de
joven monje, presbítero recién cuerpo entero, quién afirma: ‘‘Dejó
ordenado. Su vivir será siempre un a la iglesia clero suficientisimo y
suspiro eclesial, esto es, un vivir en monasterios llenos de religiosas y
ella, por ella y para ella, bien religiosos, con su debida
desde las vicisitudes previas al organización, su biblioteca provista
presbiterado, ya en los avatares de sus libros y tratados y de otros
precedentes, inmediatos y Santos: y en ellos se refleja la
subsiguientes a la consagración grandeza singular de este hombre
episcopal, bien, en fin, bajo el peso dado por Dios a la Iglesia, y allí, los
pastoral (sarcina episcopatus, decía fieles lo encuentran inmortal y
vivo’’ [VA 31: Obras completas de
él) de su ministerio apostólico.
San Agustín 1, BAC. Madrid 1969,
Ella en definitiva, la Iglesia, seguirá p.363]. Consuela mucho para
siendo hasta el final de sus días nosotros hoy, por tanto,
paradigma, norte, pauta, referencia beneficiarnos de este estupendo
de fundaciones presbiterales regalo de Dios a la Iglesia con sólo
después, de solicitudes episcopales acudir a sus escritos, sencillamente
siempre, ya al principio como deliciosos y completos ya, por
auxiliar de Valerio, ya más tarde, a fortuna, en español.
partir del 397, como titular sede
plena de Hipona. [cf. LANGA, P., Decir que San Agustín fue hombre
‘‘La ordenación sacerdotal de San de Iglesia no basta, claro que no. Es
Agustín’’, Revista Agustiniana, 33 preciso añadir que lo fue como
(1992) 51-93 : ID.: ‘‘Valerio de respuesta a las numerosas
Hipona’’, Avgvstivus, 38 (1993), demandas que a diario le llegaban
303-327]. Su respiración y la de de las más diversas clases sociales y
aquella Madre y Maestra, luz de desde los más apartados rincones
sus ojos y aire de su alma, del orbe entonces conocido; la
discurrieron isócronas, ilustración y defensa de la fe, que
acompasadas, rítmicas, le llevó a intervenir sin tregua
convergentes. Su ministerio de la contra maniqueos, donatistas,
pelagianos, arrianos y paganos.
Como orador –él había entrado en que siendo cristianos, sin ser
la jerarquía de la Iglesia para ser superiores, llegan hasta Dios,
ministro, es decir, dispensador de quizá caminando por un camino
la Palabra y del Sacramento- supo más fácil y de forma más rápida,
combinar la hondura y precisión en cuanto que llevan una carga
dogmática del doctor, la elevación menor. Nosotros, por el contrario,
lírica del poeta, la inefable finura dejando de lado el hecho de ser
del místico y la proverbial sencillez cristianos, y según ello, hemos de
evangélica del pastor que se hace dar cuenta a Dios de nuestra vida;
todo para todos. somos también superiores, y
según esto debemos dar cuenta a
Fue Pastor, en fin, en el pleno Dios de nuestro servicio. Si os digo
sentido evangélico de la palabra. El
esto es para que,
sermón 46 sobre los pastores compadeciéndonos de nosotros,
puede suministrar muchos datos oréis por nosotros’’ (Sermón 46,
autobiográficos. 2).
Se dice y vuelve a decir eso de con
¡Qué delicia de pensamiento el de
vosostros, cristiano y para vosotros, Agustín de Hipona comentando la
obispo sin calibrar el alcance. En estrecha relación de fieles y
realidad es idea sobre la que insiste pastores! Se advierte la gracia, se
en varios sermones: 46, 2; 47, 2; nota el acento, se siente la vida, se
176 A; 301 A, 8. No era, pues, intuye al Señor de por medio. Se
inquieta mariposa voladora que marca también límite a
pasaba por allí. La tenia bien competencias y deberes:
arraigada. ‘‘Quienesquiera que seamos los
Veámosla rica de matices en el obreros que el Señor puso en su
primero de los sermones citados, campo, a nosotros corresponde
todo él certera glosa de Ezequiel exponeros estas cosas: sembrar,
34, 1-16: ‘‘Nosotros, pues- dice de regar, cavar alrededor de algunos
sí mismo-, a quienes el Señor nos árboles y echarles algún cesto de
puso, porque así él lo quiso, no abono. Toca a nosotros hacerlo
por nuestros méritos, en este con fidelidad y a vosotros recibirlo
puesto del que hemos de dar con la misma fidelidad; al Señor
cuenta estrechísima, tenemos que toca ayudarnos a nosotros a
distinguir dos cosas: que somos trabajar y a vosotros acrecer, a
cristianos y que somos superiores todos a pelear y a vencer con él al
vuestros. El ser cristianos es en mundo […] Mas yo pienso que es
beneficio nuestro; el ser mucho mejor que en recíproca y
superiores es en el vuestro. En el mutua caridad nos pertenezcamos
hecho de ser cristianos, la todos´´ (Sermón 101,4). ¡Qué
atención ha de recaer en nuestra diversas estampas ministeriales
propia utilidad; en el hecho de ser ésta de San Agustín y la que
superiores, no se ha de pensar algunas veces observa uno en la
sino en la vuestra. Son muchos los iglesia de nuestros días, cuando
desdichadamente distancia, Es, pues, la idea del pastor de la
interpuso, un denso vacío entre iglesia y en la iglesia, administrador
obispos y fieles! y no dueño ( el amo es Cristo),
obligado a dar de lo que recibe: el
Precisamente con la Iglesia de pan de la Eucaristía una veces, o el
fondo bajo la bella metáfora multiplicado y recién horneado de
familiar-la Iglesia, se ha dicho, es la la palabra, como aquí, que llega
gran familia de Dios- así prosigue generosa, y total y plenamente, a
Agustín de Hipona estrecha cada uno sin dividirse en sílabas
relación entre obispo y fieles: para que toque a más o a menos,
‘‘Ciertamente, pertenecéis a una como podría suceder con el pan
familia y nosotros somos los material. Subyace aquí también la
administradores de esa misma bella imagen del Cristo pascual,
familia; todos pertenecemos a un que expande su luz a todos sin
único Señor. Lo que doy no lo doy gastarse, y que a todos llega plena
de mi propia cosecha, sino de la y compartida. Canta solo su
despensa de Aquél de quien exhorto: expóngase la palabra de
también yo recibo’’ (Sermón 101, Dios por el pastor, de modo que
4). A fin de no confundir ni ‘‘quien te escucha, escuchando
confundirse sobre el puesto del crea, creyendo espere, esperando
obispo en la Iglesia de Dios, y el ame’’ (La doctrina cristiana 4, 8).
peso de su ministerio, Agustín será Basta con acercarse a los decretos
más explícito aun predicando en Christus Dominus, sobre el oficio
Hipona: pastoral de los obispos, y
Presbyterorum ordinis, sobre el
‘‘De donde saco para alimentaros ministerio y vida de los presbíteros,
a vosotros, de allí saco para del concilio Vaticano II, para intuir
alimentarme yo; soy un siervo, no presente en ellos la señera figura
un padre de familia. Os sirvo de lo de Agustín de Hipona.
mismo de lo que yo vivo: del
tesoro del Señor, del banquete de
aquel padre de familia que, siendo
rico, se hizo pobre por nosotros
para que nos enriqueciésemos
con su pobreza (2 de Corintios
8,9). Si os sirviera pan, habría que
partirlo; cada uno tomaríais un
pedazo, y, por mucho que sirviese,
no llegaría más que una mínima
porción a cada uno. En cambio, lo
que digo lo tienen todo todos y
cada uno en particular. (Sermón
339, 4).
III TEÓLOGO Y PASTOR DE LA
IGLESIA
Teólogo de la iglesia, en efecto, lo tesis de una integridad excluyente,
fue, y perspectivas con que hasta que se impuso su carácter
probarlo no faltan en sus escritos y inviable. Bajo pretexto de
en su vida. Se revela teólogo, por salvaguardar la unidad en aras de
ejemplo, exponiendo la la integridad –sólo la iglesia
maternidad eclesial-maternidad y íntegra, sin mancha ni arruga,
filiación son términos correlativos puede llamarse Iglesia de cristo,
en su doctrina-, también la argüían ellos-, terminaban
catolicidad y unidad eclesiales, recluidos en África, cargándose la
facetas una y otra, por cierto, muy catolicidad, De ahí luego la
bien desarrolladas frente al Cisma, comunidad móntense fundada en
de las que existen vestigios roma, aunque aquello no pasó de
perceptibles en el Vaticano II; y, en ser un leve maquillaje.
fin, teólogo del ministerio dentro y
fuera de la Iglesia, sobre todo Brilló el argumento de la
gracias a conceptos y expresiones catolicidad en la célebre
como in domo/ex domo, los falsos Conferencia Ecuménica de Cartago
hermanos, los malos hijos de la del año 411, convocada por el
iglesia y el delicado amor filial que emperador Honorio, presidida por
él, celoso pastor de almas, siempre el conde Marcelino, celebrada por
nutrió por la Iglesia. ambos episcopados con el fin de
encontrar la vía de solución al
Otra prueba de su teología es la contencioso católico-donatista. Lo
catolicidad de la iglesia, muy debatido allí fue, en el fondo,
socorrida y detectable por los cuestión eclesiológica. En tan
vestigios de la vera Ecclesia, magna cumbre intereclesial
eclesiología de integridad, confluyen dos modos de entender
malinterpretada por los del Partido la Iglesia. El católico, cuyo enfoque
y la de universalidad, predilecta será el propio de una Iglesia de los
suya frente a éstos. Reclama la Padres, flexible de medio a medio y
catolicidad ser acompañada de abierta, plural, enriquecida con
unidad: ‘‘La iglesia es solamente elementos escriturísticos,
una, por nuestros antepasados históricos, dialécticos y
llamada Católica para demostrar tradicionales. Ye le donatista,
por el solo nombre que está en anclado en la Iglesia de los
todas partes’’. Será su mártires, inflexible de todo punto y
pensamiento constante. También cerrada, integrista y rigorista a
premisa de la que partir y, a la vez, ultranza, es decir, opuesta a
conclusión a la que llegar. ¿De qué cualquier atisbo de novedosa
servirá si no ser universal de iniciativa.
espaldas a la unidad?
Ambos planteamientos dimanan de
Una catolicidad sin unidad va la misma eclesiología africana,
camino del caos. Lo prueba el basada en San Cipriano, sinodal por
donatismo. Sus cismáticos ambos lados. Aunque común, el
ofrecieron al principio la peregrina esquema eclesiológico de tales
grupos registra luego una independiente del ministro; y su
interpretación pragmática de la plena eficacia sacramental, sólo en
realidad completamente diversa en la unidad católica. Esquema
desarrollo y, de especial manera, preferentemente subjetivo, en
en las consecuencias: porque es en suma, el donatista. Más bien
los sacramentos donde más se deja objetivo, al menos en la praxis
sentir el desacuerdo, propio de sacramental, el católico. Porque
conceptos distintos de iglesia. San unos y otros respondían a una
Cipriano, maestro de católicos y eclesiología africana, enfrentada
donadistas, no lo es en los mismos tiempo atrás a las tesis romanas
términos. Para los católicos lo será del Papa Esteban I.
por su manera de concebir la
En Cartago-411 salen más o menos
unidad eclesial; no, desde luego,
del bautismo, pues llega el a relucir estos principios. Los de
rebautismo de herejes. Para los Donato pretendían a toda costa
donatistas, en cambio, también identificar la causa de Ceciliano. Y
respetable autoridad, lo será no en san Agustín, que advirtió al vuelo
el modo de plantear la unidad de la la trampa, hubo de replicar
Iglesia, cuyos postulados les son distinguiendo entre causa de la
desfavorables, sino en las tesis Iglesia (de Cristo, de la Iglesia en sí,
bautismales, y concretamente la santa y pura) y causa de Ceciliano (
del rebautismo, cuya problemática es decir, del hombre cualquiera
san Agustín analiza en el Tratado que éste sea) [cf. LANGA, P., n.c,
57. ‘‘El objetivo de los católicos en
sobre el bautismo.
la conferencia de Cartago del 411’’,
Las tesis eclesiológicas donatistas en Obras completas de San
se encadenaban así: el donatismo Agustín, 32, 1998, pp. 923 y s.;
es la verdadera Iglesia; la de los n.c.65. Causa de la Iglesia y causa
mártires; la santa y pura. El de Ceciliano, pp. 932 y s.].
verdadero sujeto de la acción Obviamente la católica no era la
sacramental es, pues, la Iglesia; su Iglesia de Ceciliano, sino de la
validez está condicionada a la Iglesia de Cristo difundida por todo
santidad del ministro; con lo cual, el mundo (toto orbe diffusa), es
el bautismo administrado por decir, católica. Los del Cisma,
cismáticos o herejes es inválido, y, empeñados en radicalizar la
en consecuencia, quienes así estén interpretación de la iglesia santa y
bautizados deberán ser pura, tenían que saber de la
rebautizados (tesis del diferencia agustiniana entre Igllesia
rebautismo). Los católicos, en de ahora (Ecclesia quae nunc est) e
cambio, propugnaban que: La Iglesia del futuro (Ecclesia qualis
iglesia de Cristo es una y única; futura est) (cf. Borgomeo, P.:
santa y pura; católica y apostólica. L’église de ce temps dans la
Y en cuanto a los sacramentos: su prédication de saint Augustin, Paris
valor objetivo dimana de Cristo, no 1972, pp. 32-34; LANGA, P:
de la Iglesia; su eficacia, ‘‘Introducción´´, en obras
completas de san Agustín, 32, Tradición. Y a menudo, en este
1988, pp. 72-86). contencioso intereclesial de los
archivos, o sea de la Historia. Y en
La eclesiología católico-donatista no pocas ocasiones, inclusive de la
de Cartago-411 parte, pues, de un Dialéctica. Comprobar el
mismo presupuesto: el principio intercambio de agudeza dialéctica
paulino, que ya San Cipriano había entre sus dos máximos exponentes
también compartido: un Dios –una en este contencioso, y muy
iglesia- un Bautismo (Efesios 4, 5). concretamente durante la
No cabía, siendo así, salvación sin Conferencia de Cartago-411, como
bautismo. Ni bautismo sin iglesia. fueron el obispo Petiliano, de parte
Ni Iglesia si Espíritu. De modo que del Cisma, y su adversario el obispo
bien en Roma, bien en África, bien de Hipona, por parte de la Católica,
en la Iglesia universal a la postre, la es una verdadera delicia intelectual
compartida tesis paulina consistía y, para el estudio de la teología
en relacionar a la vez Espíritu patrística, una experiencia de veras
Santo-Iglesia, remisión de los apasionante.
pecados por el bautismo-salvación. Pero además de teólogo de la
Pero compartir premisas, claro es, Iglesia, San Agustín de Hipona fue
no quiere decir sin más hacer otro ante todo pastor de la Iglesia.
tanto en conclusiones. Si se Corren por ahí títulos
perciben matices diferenciales y genuinamente eclesiales, como el
diferenciadores ya entre Tertuliano de Pastor de almas, que bien está y
y Cipriano, mucho más entre mejor sabe. ¿Quién no recuerda la
católicos y donatistas. obra ya clásica de F. van der Meer?
Pretenden demostrar unos y otros Lo cierto, sin embargo, es siervo,
con la Sagrada Escritura que hijo, pastor y teólogo. Qué diré
admiten y utilizan en sus escritos y teólogo, el teólogo de la Iglesia
en su culto, sobre todo mediante la según ha escrito alguien, o sea, el
llamada Biblia de San Cipriano, es diligente servidor de la palabra y
decir, la que el Santo mártir de fiel custodio de la fe y riguroso
Cartago había usado en su tiempo, expositor de las verdades eclesiales
no ya la autoridad de la Iglesia, a la luz de la teología. Un agudo
sobre la que unos y otros están de análisis eclesiológico, recostado en
acuerdo, evidentemente, sino las la ternura, centró siempre su
dotes de su autenticidad, entero pensamiento, desde la
visibilidad y catolicidad. Mas como doctrina cristológica a la
lo que im porta es el modo de pneumatológica, sin descuidar
interpretar, de ahí el decisivo papel tampoco ni la monástica ni la dela
de la exégesis (en la que no hay Gracia, ya en disputas doctrinales,
figuras donatistas descollantes, a ya en exposiciones serenas y sin
excepción de Ticonio, ausente de ímpetu polémico. [cf. LANGA, P.,
Cartago -411). ‘‘La Iglesia en la vida religiosa
agustiniana’’, confer 97 (1987), 79-
105, 86-91: CONGAR, Y., probar el actual interés
‘‘Eclesiología. Desde San Agustín que los estudios sobre la
hasta nuestros días’’, SCHMAUS, Iglesia vienen suscitano
desde el siglo XX y el
M. (y otros), Historia de los
Vaticano II.
Dogmas, III, 3C-D, Madrid 1976, p.
2-10].  ¿Qué notas especiales
concurren en San Agustín
Siervo de Dios, dirá más de una vez para poder afirmar que
de sí mismo aludiendo a la vida fue hombre de Iglesia?
monástica. Servus Christi-Servus Resáltalas desde su
Ecclesiae, agregará otras para condición de monje,
subrayar actitudes pastorales al presbítero y obispo.
servicio de la Católica. Siervo, en
 El beato Juan XXIII
suma. Siempre siervo. Rendido a la
recuperó la bella
finura de aquella Madre hasta en el definición SIERVO DE LOS
oficio de amor (amoris officium) SIERVOS DE DIOS. ¿Serias
del ministerio, que él desempeño capaz de recomponer su
en la plural condición de contexto con las
monje/pastor. referencias de San
Agustín?
Siervo de dios y de la iglesia, según
felices expresiones suyas de
aquella hermosa vocación al munus
de servicio. El encabezamiento de
algunas cartas- ‘‘Agustín obispo,
siervo de cristo/siervo de Cristo y
de los siervos de cristo’’- deja
traslucir este preciso y precioso
matiz. El mismo ejercicio pastoral
no ha de ser otra cosa, en su
opinión, que mantenida
disponibilidad servicial. En modo
tal ‘‘presidir es servir’’ que,
puntualiza desde el acostumbrado
malabarismo retórico, ‘‘presidimos
si servimos’’: praesumus, sed si
prosumus (Sermón 340 A, 3; cf.
LANGA, P., ‘‘Llamado a presidir
sirviendo’’, Jornadas de Filosofía
Agustiniana XI, Caracas 1996, pp.
29-43).

IV ECLESIOLOGÍA DE COMUNIÓN
PARA EL DIÁLOGO En el servicio incansable del
 Matices y argumentos con hiponense a la unidad eclesial cabe
que argüir para mejor
destacar, entre otras aportaciones communicatio), también a veces pax,
de relieve a mayor mérito y concordia, societas, uñitas, designa la
justicia, la de comunión, muy comunión entre Iglesias, y conserva
empleada en la teología de esta siempre un lazo interior con la Eucaristía.
aurora trílmilenaria. Heredada en Pero igual sucede a la inversa, esto es: que
cierto modo de la patrística, su empleo eucarístico remite de modo
sobremanera de San Cipriano de invariable a la comunión intereclesial. De
Cartago, la afronta San Agustín este supuesto cumple partir al estudiar los
acudiendo, como quien busca el principales aspectos de koinonia en la
manantial, a lo que de ella dice el iglesia antigua. Y en la communicatio in
Nuevo Testamento, donde las dos sacris u hospitalidad eucarística del
relaciones constitutivas de la moderno ecumenismo.
esencia de la Iglesia (comunión del
creyente entre sí) se designan con Entre todos los Padres de la Iglesia San
una cosa y misma palabra: Agustín, quizás, el que expresó de manera
koinonia. De tal suerte es ello así, más explícita y radical, también aguda y
que lo mismo la dimensión vertical profunda y sutil, este lazo de amor entre
que la horizontal de la Iglesia, lejos Eucaristía (cima de la iniciación cristiana) e
simplemente en un paralelo Iglesia. Desdichadamente algunas
discurrir, aparecen afirmaciones suyas de indiscutible acento
complementarias. ecuménico resultan hoy, pese a ello,
lastimosamente ´´ignoradas de la mayor
El lenguaje y teología patrísticos parte de los teólogos ortodoxos, y
permanecen fieles, in extenso, a olvidadas a menudo del Occidente
este empleo del término en la protestante´´ (TILLARD), J. M. R.: Chair de
Escritura Sagrada. La noción irá I’Eglise, chair du Christ. Aux sources de
diversificándose y tomando un I’ecclésiologie de communion, Paris 1992,
lenguaje más técnico, según p. 53; cf. También su Église d’Églises.
progresen los estudios teológicos,
pero la bilateral interdependencia L’écclésiologie de communion, Paris 1987).
de su contenido jamás decrece. Es El P. Tillard, recientemente desaparecido,
cuanto permiten concluir la se hizo consumado especialista de esta
‘‘comunión de los santos’’, esto es, eclesiología, de tanta trascendencia para el
ecumenismo de esta hora del nuevo
comunión a la vez ´´en las cosas
santas´´, o sea la Eucaristía, y ´´de milenio, y, lejos de perderse por las ramas,
supo cavar en su tierra hasta dar con las
los santos´´, o sea de los creyentes.
hondas raíces patrísticas y, sobremanera
diría yo, con el estilo genuinamente
agustiniano de las mismas.

La Iglesia, por eso, no es la suma de los


Asimismo inconfundibles expresiones suyas bautizados, ni mera reunión asamblearia
como societas sanctorum (o congregario desprovista de alma, sino su vida de
sanctorum) y communio sacramentorum. comunión en el indivisible Espíritu de
La palabra koinonia, en latín communio Cristo, que nos adentra hasta Dios y nos
(más a menudo en San Cipriano sumerge en Dios. Ese requisito de
pertenencia total a la Iglesia que llamamos ´´solidaria del género humano y de su
comunión fue tema nuclear en la disputa historia’’, repuso en otro el Concilio
con los donatistas. Nada extraño, por lo (Gaudium ET SPES:
demás, sí se piensa que su mayor
aspiración monástica fue, como al principio
indico, hacer de sus comunidades
verdaderas eclesiolas-o pequeñas Iglesias-
en las que vivir el espíritu de la Comunidad
apostólica de Jerusalén a tope, con amor
de plenitud, es decir, en comunión.

En la doctrina agustiniana diríase que dicho


concepto alcanza el ápice de su
expresividad en los sectores monásticos y
antidonatistas. ‘‘El verdadero sacrificio es
toda obra hecha para unirnos a Dios en
santa alianza’’ (La ciudad de Dios 10, 6).
Sus famosas palabras al principio de la
Regla ilustran de maravilla la faceta eclesial
de la vida monástica: ´´Vivid en la casa
unánimes y tened una sola alma y un solo
corazón (Hechos 4, 32 y 35) orientados
hacia Dios […], todos en unión de alma y
corazón´´ (Regla 1, 3).

Ello no significa, ni mucho menos, que


fuera de tales ámbitos sea imposible hallar
otras referencias. La comunión es hoy, por
fortuna, voz de la eclesiología moderna.
´´Unido por el triple lazo de la fe, de la vida
sacramental y del misterio jerárquico, todo
el Pueblo de Dios realiza lo que la tradición
de la fe desde el Nuevo Testamento (cf.
Hechos 2, 42) ha llamado siempre la
koinonia (=comunión) […], concepto clave
que ha inspirado la eclesiología del Concilio
Vaticano II y la enseñanza del Magisterio
reciente le ha dado una gran importancia´´
(Directorio sobre Ecumenismo Madrid
1993, p. 13).

El Sínodo de 1985 fue concluyente: ´´la que Pastor de la Iglesia es el que a San
eclesiología de comunión es la idea central Agustín corresponde de lleno, dada su
y fundamental de los documentos condición de Padre y Doctor él más grande,
conciliares ´´ (Relato finallis). ´´Experta en sin duda, de la Iglesia latina, y en él, por
humanidad’’, dijo Pablo VI un día tanto, queda, diríase, como compendio
toda la extraordinaria riqueza ministerial obispo (audiencia episcopal), en la que
de uno de los genios más grandes del atendía a todos y entendía de las causas
cristianismo. Presupone los anteriores, más dispares, y que a veces le ocupaba la
sobre los que ya se dijo arriba, y en los que, jornada entera; el cuidado de los pobres y
si bien se repara, no está necesariamente huérfanos, la formación del clero, con el
implicado éste. Porque se puede ser todo que se mostró, a la vez paternal y severo;
lo que los precedentes títulos significan sin, la organización de los monasterios
po ello, ser pastor de la Iglesia. Pero lo que masculinos y femeninos; la visita a los
de ningún modo cabe, al menos en San enfermos, la intervención a favor de los
Agustín, es ser pastor de la Iglesia, obispo fieles ante la autoridad civil (apud saeculi
de la iglesia sin ser o sentirse al mismo potestates); la administración de los bienes
tiempo hombre, hijo, siervo de la Iglesia. eclesiásticos.

Y fue un pastor de la Iglesia, además, activo En cuanto a las extraordinarias, fueron, si


y contemplativo, facetas ambas que supo cabe, más intensas y lógicamente de mayor
encarnar dichosamente, y armonizar, y magnitud que las ordinarias: numerosos y
vivir. largos viajes para tomar parte en
frecuentes concilios –no se olvide el
Extraordinario genio a la postre, llevó hasta carácter eminentemente sinodal de la
las más airosas cumbres de la Iglesia africana-; o para atender las
espiritualidad mistérica su vocación de peticiones de sus colegas; el dictado de
teólogo en la pastoral y de pastor en la
cartas más cartas en
teología, más sin crispación, sin
aspavientos, sin sobresaltos, con suavidad,
con armonía, con apasionado amor a la
Iglesia, eso sí. San Posidio lo califica de
´´principal miembro del Cuerpo del Señor,
siempre solicito y vigilante por el bien de la
Iglesia universal´´ (Vida 18). Sólo así se
explica que al morir dejase su Iglesia
repleta de clero, de monjes y de sabiduría
hablada y escrita como incondicional
servicio a la comunidad cristiana desde la
explanación de las Sagradas Escrituras. Por
eso los autores de todas las razas y pueblos
no dudan hoy en considerarlo acabado
modelo de obispos y predicadores,
ornamento y decoro de la santa Iglesia.

Sus actividades episcopales, digamos,


ordinarias –el episcopado fue para él más
una carga que un cargo- comprendían el
ministerio de la palabra (predicó sin
interrupción dos veces por semana, sábado Constitución sobre la Iglesia en le
y domingo; a menudo, varios días seguidos; mundo actual 1); la iglesia, había
y aun dos veces al día); la audiencia del dicho muchos siglos antes San
Agustín, y los conciliares del
Vaticano II decidieron hacer propia
la frase, ´´va peregrinando entre
las persecuciones del mundo y los
consuelos de Dios’’ (La ciudad de
Dios 18, 52, 2; cf. Lumen Gentium
8) convencida de que, por su
caridad, ´´con nadie es enemiga y
con todos es madre´´ (La
Catequesis a principiantes 15, 23).
Madre y Maestra, lo fue de modo
total, pleno, remecido en este
Padre y Doctor de la Iglesia el más
grande, hijo y siervo suyo siempre
fidelísimo, teólogo y pastor
asimismo suyo en plena
conjunción, pensador eminente y
lumbrera reconocida entre las
grandes religiones y, en fin, uno de
los más grandes genios de la
Humanidad.

PARA EL DIÁLOGO
 ¿Qué protagonismo podría
tener y hasta dónde
debería llegar, a la luz de
San Agustín, un teólogo de
nuestros días con sus
reflexiones sobre la
Iglesia?

 ¿Serías capaz de señalar


coincidencias, o
divergencias si procede,
entre la imagen de teólogo
y pastor de la Iglesia que
San Agustín dio y la que
hoy se lleva?

 ¿Qué alcance tiene para


nuestros días la doctrina
agustiniana de la Iglesia
desde las eclesiologías de
servicio y de la comunión?

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