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– Infórmese al máximo sobre la Discapacidad Intelectual, incluyendo técnicas y estrategias

pedagógicas específicas para apoyar al alumno.

– Reconozca que usted puede hacer una gran diferencia en la vida de este alumno. Averigüe
cuáles son las capacidades e intereses del alumno y apóyese en ellos. Proporcione oportunidades
para el éxito.

– Si usted no forma parte del equipo que formula el Programa de Integración Escolar (PIE), solicite
una copia de este documento. Allí estarán reflejadas las metas educativas del alumno, al igual que
los servicios y adaptaciones que debe recibir. Consulte con otros especialistas para identificar
métodos efectivos de enseñanza, formas de adaptar el currículo y cómo trabajar con las metas del
PIE en el salón de clases.

– Sea tan concreto como sea posible. Demuestre lo que desea decir en lugar de limitarse a dar
instrucciones verbales. En lugar de relatar información verbalmente, muestre una foto. Y en lugar
de solo presentar una foto, proporcione al alumno materiales y experiencias prácticas.

– Divida las tareas nuevas o más complejas en pasos más pequeños. Demuestre los pasos. Haga
que el alumno los realice, uno por uno. Proporcione ayuda según sea necesario.

– Ofrezca comentarios de forma inmediata.

– Enséñele al alumno destrezas para la vida diaria tales como las habilidades sociales. Asimismo,
permita la exploración ocupacional cuando sea apropiado. Haga que el alumno participe en
actividades en grupos o en organizaciones.

Refuerce los éxitos. Muy a menudo, los niños con dificultades reciben una información clara con
respecto a sus fracasos. Por el contrario, pocas veces son reforzados por aquello que son capaces
de realizar (Valmaseda en op. cit).

Entregue a los alumnos una imagen de sus competencias, estimulando y reconociendo las
actividades que realiza de manera exitosa o en las que obtiene avances que, aunque pequeños,
sean significativos. Esto les ayudará en el desarrollo de su autoestima y seguridad personal, y a
conocer sus fortalezas, lo que a su vez influirá en su manera de afrontar sus propios déficit.
En ocasiones, es necesario realizar adaptaciones en el espacio físico del centro escolar para
facilitar el aprendizaje y la participación de los niños y las niñas que presenten alguna discapacidad
intelectual u otro tipo de necesidades educativas especiales (NEE). Estas son las actuaciones más
corrientes, que además servirán para hacer más fácil y cómodo el día a día escolar del resto de
alumnos:

Eliminar o minimizar las barreras arquitectónicas.

Asegurarse de mantener todos los espacios acondicionados y preparados acorde a las


características especiales de los diversos alumnos.

Las salas deben estar alejadas de ruidos externos que dificulten la atención y concentración del
niño o niña.

Es conveniente que el aula esté bien iluminada, a ser posible con luz natural

Colgar material visual de apoyo en las paredes (imágenes, carteles, dibujos), para favorecer el
trabajo de los alumnos y aportarles seguridad.

Recursos materiales

Los niños con algún trastorno del desarrollo intelectual suelen tener mayores limitaciones que el
resto de alumnos a la hora de asimilar conceptos de carácter abstracto o excesivamente teórico.
Para contrarrestar este déficit, resulta de gran utilidad utilizar profusamente materiales visuales o
táctiles con los que los chicos puedan experimentar, como medio para enseñar o reforzar
conceptos. Estos serían algunos ejemplos:

Objetos reales y miniaturas: ábacos, ensartables, lotos semánticos…

Plastilina y herramientas para trabajarla.

Pinturas, plastidecores, lápices de colores, etc.

Juguetes de construcción tipo bloques o piezas más sofisticadas, según la edad y nivel.

Es conveniente que los materiales didácticos y juguetes emitan sonidos y sean fáciles de distinguir,
tanto visualmente como por la textura.

Programas informáticos adecuados a las necesidades y ritmo de aprendizaje de cada alumno con
las siguientes características: lenguaje claro, que la pantalla no esté sobrecargada de información,
con iconos gráficos y descriptivos para ayudar en la navegación.

1. Interactuar directamente con ellas, independientemente de que se encuentre acompañado de


otra persona.
2. Sólo de considerarlo realmente necesario, y en una segunda instancia, dirigirse a quien lo/la
acompaña.

3. No tratarles de manera condescendiente.

4. Evitar tratar o hablar de manera infantil.

5. Utilizar un lenguaje claro y sencillo facilita la comprensión. Así que es recomendable dividir las
frases en partes, si se trata de frases complejas o largas o utilizar ejemplos.

Responder a sus preguntas, asegurándonos de que nos ha comprendido. Hay que tener paciencia,
sus reacciones pueden ser lentas y tardar en comprender lo que se le dice.

Salvo para cuestiones intelectuales, tratarlas de acuerdo con su edad.

Limitar la ayuda a lo necesario, procurando que se desenvuelva sola en el resto de las actividades.

Facilitar su relación con otras personas.

Evitar la sobreprotección. Dejar que ellas hagan o traten de hacer solas todo lo que puedan.
Ayudarlas solo cuando sea realmente necesario.

Así la definición actual, propone un modelo multidimensional de la Discapacidad Intelectual, que


considera 5 aspectos, la primera dimensión considera las Habilidades Intelectuales, que incluye
diferentes capacidades cognitivas como el razonamiento, la planificación, la solución de
problemas, pensar de manera abstracta, aprender con rapidez, etc. Esta dimensión considera al
Coeficiente Intelectual como la mejor representación del funcionamiento intelectual. La segunda
dimensión es la conducta adaptativa, se refiere al conjunto de habilidades conceptuales, sociales y
prácticas, que son aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria. La tercera
dimensión, considera la participación, interacción y roles sociales. La cuarta dimensión, considera
la salud: física, mental y factores etiológicos. Esta dimensión se basa principalmente en cuatro
categorías de factores de riesgo, estas son: biomédico, social, comportamental y educativo. La
quinta dimensión considera el contexto (ambientes y cultura), y se refiere a las condiciones
interrelacionales en las que cada persona vive diariamente (Gobierno de Chile, Ministerio de
Educación; 2007).

PUBLICADO POR DISCAPACIDAD_INTELECTUAL2009 EN 8:27 1 COMENTARIO:

Etiología
Condiciones genéticas: A veces la Discapacidad Intelectual es causado por genes anormales
heredado de los padres, errores cuando los genes se combinan, u otras razones. Algunos ejemplos
de condiciones genéticas incluyen Síndrome de Down, síndrome frágil X, y phenylketonuria (PKU)
(Deutsh, 2003).

Problemas durante el embarazo: La Discapacidad Intelectual, puede resultar cuando el bebé no se


desarrolla apropiadamente dentro de su madre. Por ejemplo, puede haber un problema con la
manera en la cual se dividen sus células durante su crecimiento. Una mujer que bebe alcohol o
que contrae una infección como rubéola durante su embarazo puede también tener un bebé con
Discapacidad Intelectual (Deutsh, 2003).

Problemas al nacer: Si el bebé tiene problemas durante el parto, como, por ejemplo, si no está
recibiendo suficiente oxígeno, él o ella podría tener Discapacidad Intelectual (Deutsh, 2003).

Problemas de la salud: Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis
pueden causar Discapacidad Intelectual o también puede ser causado por mal nutrición extrema
(por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o por ser expuesto a venenos como
plomo o mercurio (Deutsh, 2003).

La Discapacidad Intelectual no es una enfermedad mental, como la depresión. No se lo puede


contraer de otras personas ni tampoco hay una cura. Sin embargo, la mayoría de los niños con
Discapacidad Intelectual pueden aprender a hacer muchas cosas, sólo les toma más tiempo y
esfuerzo que a los otros niños (Deutsh, 2003).

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