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Enfoque de China: Innovación, la clave para el desarrollo de China

Spanish.xinhuanet.com 2018-02-27 15

BEIJING, 27 feb (Xinhua) -- Tres décadas atrás, el pueblo chino empezó a avanzar hacia el futuro
inspirado por una frase que se hizo famosa: "La ciencia y la tecnología son las fuerzas productiva
primarias". Hoy, cuando esas fuerzas han convertido al país en la segunda economía más poderosa
del mundo, los chinos están concentrando todos sus esfuerzos en promover la innovación para
garantizar la continuidad del desarrollo nacional.
Considerando que el país superó hace ya rato la etapa de "fábrica del mundo", los líderes de China
han pedido en más de una ocasión pasar del modelo "Hecho en China" al de "Creado en China", en
el cual la innovación, sin duda, juega un papel determinante.
En octubre de 2017, un informe dado a conocer en el marco del XIX Congreso Nacional del Partido
Comunista de China hizo énfasis en que la innovación era la principal fuerza impulsora para el
desarrollo.
A lo largo de los últimos años, el pueblo chino ha sido inspirado por los destacados logros del país
en ciencia y tecnología. China clonó macacos a partir de células somáticas, lanzó el primer satélite
cuántico del mundo y realizó experimentos cuánticos a escala espacial, y creó los
supercomputadores más rápidos del mundo, Sunway TaihuLight y Tianhe-2.
La lista es interminable, y además el progreso de la innovación no se detiene al nivel nacional. Los
innovadores chinos también están cambiando la vida diaria de la gente.
Cada mañana, durante la hora pico, en China se realizan 40.000 viajes gestionados a través de
aplicaciones para el pedido de transporte. Adicionalmente, el 70 por ciento de los usuarios de
telefonía celular utilizan sus móviles para realizar sus pagos. Y como si esto fuera poco, en la
actualidad China es el mercado en línea más grande del mundo.
Las bicicletas de uso compartido, los trenes de alta velocidad, los pagos vía celular y el comercio
electrónico se han ganado el nombre de "las cuatro grandes innovaciones de China" en los tiempos
modernos.
Estas innovaciones han redefinido el estilo de vida de los ciudadanos del país más poblado del
mundo. Y ahora están penetrando los mercados internacionales.
Ofo y Mobike, las dos empresas de bicicletas compartidas más exitosas, ya están prestando sus
servicios a clientes en Singapur, Gran Bretaña, Italia, Holanda, Estados Unidos y la República de
Corea. GCash, un servicio de "cartera celular" que se usa en Filipinas para transferir dinero y pagar
con el móvil tiene gran similitud con Alipay, la billetera electrónica del gigante del comercio en
línea Alibaba.
En 2016, China contaba con 3,87 millones de científicos e investigadores.
El país se ha fijado la meta de convertirse en "una nación innovadora" para 2020, un líder mundial
en innovación para 2030 y una potencia en innovación científica y tecnológica para 2050.
Numerosas ciudades a lo largo y ancho del territorio nacional se están sumando a la iniciativa.
Guiyang, en el suroeste, pionera en la aplicación de la tecnología de macrodatos, decidió utilizar la
computación en la nube para modernizar la agricultura. En el sur, Shenzhen, que ha liderado la
innovación nacional durante cuarenta años, se ha establecido el objetivo de convertirse en una
ciudad innovadora sostenible de talla mundial para 2035.
De acuerdo con el Índice Global de Innovación, en 2017 China ascendió tres puestos para ubicarse
22ª en la lista de las naciones más innovadoras, un logro a tener muy en cuenta, toda vez que es el
único país de ingresos medios que está entre las 25 economías más innovadoras a nivel mundial.

Tecnología 5G permite realizar cirugías en hospital de Jiangsu

El Mundo que se Avecina


Brindemos a nuestros niños y jóvenes las herramientas necesarias para entender el mundo que se
avecina, un lugar que algunos de nosotros no veremos, pero que traerá enormes oportunidades y
retos. Sólo de esta forma podrán vivir con mayor tranquilidad y mantener o mejorar su calidad de
vida.
Ya son doce años desde la primera vez que visité China, país que hasta 1820 fue la primera
economía del mundo y que en menos de una década recuperará esta posición. Con una velocidad de
crecimiento y desarrollo impresionantes, los pasos del gigante asiático cimbran cada rincón del
planeta, anunciando el Siglo de Asia.
Casi 1,400 millones de personas en China inspiradas en su civilización milenaria, un presente con
un entorno competitivo y un futuro prometedor. Niños y jóvenes que aprovechan sus días entre
estudio y cursos que les permitan obtener un buen trabajo y ser el orgullo de sus familias, inmersos
en una revolución tecnológica, ávidos por alcanzar con esfuerzo lo que consideran es el éxito. Y
este ambiente se replica en varios países asiáticos.
En occidente seguramente seremos críticos a esta forma de vida; sin embargo, es la realidad que
comparten y aceptan cientos de millones de personas en Asia. La fuerte competencia por alimentos
(Seguridad alimentaria), recursos naturales, mercados, acceso a educación de calidad y a empleos
bien remunerados está comenzando. ¿Están nuestros niños y jóvenes preparados para aprovechar las
oportunidades y afrontar los retos de este nuevo entorno?
Lo anterior nos obliga a conocer y comprender el crecimiento y desarrollo de Asia con el fin de
diseñar y transmitir herramientas útiles que puedan emplear nuestros hijos en los años por venir.
Los sectores público, privado y académico deben coordinar esfuerzos para estudiar con mayor
profundidad la transformación de China y de todo el continente asiático. Es urgente rediseñar los
planes de estudio para favorecer la creatividad e innovación, y buscar un acercamiento más estrecho
con los países de la región para construir o reforzar los lazos de amistad y cooperación.
¿Cuál es el mundo que queremos para nuestros niños y jóvenes? Logremos que los beneficios del
crecimiento y desarrollo económico sean compartidos por toda la humanidad.
Autor: Lic. Salvador Suárez Zaizar, GPerspective, Email: ssuarez@gperspective.com

Modelo 3×3 para la Cooperación entre China y AL


El Primer Ministro de China, Li Keqiang, propuso el modelo 3 x 3 para impulsar la cooperación en
capacidad de producción entre China y América Latina.
PRIMERO. La demanda interna en América Latina se alcanzará a partir de las vías LOGÍSTICA
(principalmente ferroviaria), ENERGÉTICA (transmisión altamente eficiente de energía y redes
inteligentes de energía) e INFORMÁTICA (tecnologías de telecomunicación móvil, sistemas
convergentes de datos y computación en la nube).
SEGUNDO. Se seguirán las reglas de la economía de mercado y se ideará un modelo de
cooperación para alcanzar una interacción proactiva entre las EMPRESAS, SOCIEDAD y
GOBIERNO.
TERCERO. Tres canales de financiación: FONDOS, CRÉDITOS y SEGUROS deberán
emplearse cuando se enfoque a proyectos bilaterales.
China apoyará el desarrollo de proyectos bilaterales sobre capacidad de producción y fabricación de
equipo.

El Milagro Chino
Los estereotipos han hecho que todo lo que llega desde allí suene a copia. Además, la tecnología no
tiene tampoco muy buena fama, y lo mejor que se fabrica en la potencia asiática, a ojos de muchos
occidentales, son las piezas de los exclusivos dispositivos de Apple y compañía. Sin embargo, la
realidad es bien distinta: China está viviendo toda una revolución tecnológica y empresarial.
Lo cierto es que, hace una década, la innovación tecnológica en China brillaba por su ausencia. Si
bien en el gigante asiático había casos de éxito, la mayoría no eran sino copias de verdaderas
apuestas innovadoras que habían nacido a miles de kilómetros, en Silicon Valley.
Una de las claves de la transformación está en el progreso social del país. En el año 2000, apenas el
4% de la población era de clase media. Sin embargo, en 2012, dos de cada tres habitantes
ingresaban anualmente entre 9.000 y 34.000 dólares (entre 8.000 y 30.000 euros al cambio actual),
las cifras en las que suele enmarcarse este grupo social. Además, las estadísticas de la educación
superior se han multiplicado por siete en los últimos años. El resultado de esta combinación no es
otro que una generación creativa que ha dejado de temer a los riesgos.
De hecho, ahora en las ciudades hay inversores, emprendedores, aceleradoras de startups y todo un
entramado que deja claro que algo ha cambiado en China. Así, los jóvenes de aquel país no
sueñan ya con un puesto de trabajo en Google, sino con fundar el próximo Google.
Ahora en las ciudades hay inversores, emprendedores, aceleradoras de startups y todo
un entramado que deja claro que algo ha cambiado en China.

La financiación también ha comenzado a fluir en el país. Los fondos de capital riesgo alcanzaron en
China una cifra récord el año pasado: invirtieron más de 15.000 millones de dólares (cerca de
14.000 millones de euros) en empresas nuevas. Incluso el Gobierno chino creó un fondo de más de
6.000 millones de dólares (más de 5.000 millones de euros) destinado a nuevas empresas.
La tendencia no solo es clara sino que, además, está auspiciada por las autoridades, que ven en este
nuevo ‘boom’ empresarial y tecnológico la oportunidad de seguir creciendo. Tanto es así que el
primer ministro de China, Li Keqiang, ya explicaba el pasado año que la intención del Gobierno es
“encender el impulso innovador de cientos de millones de personas”.
Como consecuencia de este mandato gubernamental, un sinfín de regiones chinas han creado áreas
especiales de alta tecnología, algo así como los Silicon Valley chinos, donde los empresarios
pueden disfrutar de internet a alta velocidad y obtener ayudas.
El dato es bastante significativo: en solo un año, las autoridades han aprobado la existencia de más
de 120 de estas zonas empresariales de alta tecnología, donde esperan que la innovación surja para
convertirse en el motor del país. Ahora, los esfuerzos locales no se centran en copiar más, sino en
generar la mejor infraestructura para que nazcan empresas especializadas en nuevos materiales,
‘software’ y productos tecnológicos.
Un sinfín de regiones chinas han creado áreas especiales de alta tecnología, algo así
como los Silicon Valley chinos

Parece que la tecnología ha sido el sector elegido para seguir creando empleo tras el crecimiento
económico de las últimas décadas. Ejemplos de ello son el fabricante de móviles Xiaomi o el
servicio de mensajería instantánea WeChat. Precisamente, el caso de Xiaomi es asombroso: ha
llegado a ser la startup más valiosa y el cuarto fabricante de móviles con más ventas del planeta.
Tal es el crecimiento que incluso en Estados Unidos comienzan a sentir de cerca el aliento del
gigante asiático: la inversión en ciencia y tecnología en China se acerca ya a la de Estados Unidos.
De hecho, según un informe reciente de las propias autoridades norteamericanas, el sudeste, el sur y
el este de Asia acaparan el 40% de la inversión mundial en I+D, poniendo en riesgo el liderazgo
estadounidense. En lo que a países se refiere, Estados Unidos recibe el 27% y China le sigue muy
de cerca con el 20% de la inversión mundial.
Más allá de la propia innovación, otra de las claves empresariales chinas está en saber adaptar
ciertos productos a las necesidades concretas del mercado asiático. Por ejemplo, si eBay fracasó en
China porque muchas pequeñas y medianas empresas no tenían acceso a internet, Alibaba tuvo
éxito porque comprendió esta carencia de vendedores y creó un mercado propio. Además, con
Alipay generó la confianza que PayPal no supo dar: solo cobra cuando el comprador ya ha indicado
que el paquete llegó correctamente.
Otro de los grandes nombres de esta oleada tecnológica es Meituan, una plataforma que permite a
los empresarios ofrecer descuentos a sus compradores más cercanos, al más puro estilo Groupon.
Una vez más, este aparente clon tiene las características necesarias para ser un éxito en China: el
margen de beneficio para Meituan es mucho menor, dejando que los pequeños comerciantes se
acerquen a la plataforma y publiquen más ofertas.
Pero la innovación va mucho más allá de la simple adaptación de herramientas occidentales.
Meituan, por ejemplo, evolucionó y creó un sistema peculiar de venta de entradas que ahora es
indispensable en China: uno de cada tres pases de cine se venden a través de la web.
Estas y otras empresas que adaptaron herramientas occidentales a su propio mercado son las que
crearon la infraestructura y pusieron las primeras piedras de la internet empresarial china. Si bien
mostraban todavía cierta falta de creatividad, a estas pioneras se les debe el auge de la tecnología en
China a día de hoy.
Ahora se está viviendo una segunda ola tecnológica que no solo tiene que ver con la electrónica. La
industria tecnológica china (que ya representa el 27% de la producción mundial), también ha visto
un crecimiento de las fábricas aeroespaciales y la ingeniería médica, entre otros sectores. Una vez
más, la respuesta se encuentra en el tejido social: entre 2000 y 2012, el número de grados de ciencia
e ingeniería aumentó en un 300%.
De esta forma, la China del año 2016 parece tener poco que ver con ese país experto en copiar que
muchos siguen teniendo en la cabeza. Ahora cuenta con una sólida e innovadora industria
tecnológica que bien podría hacer temblar pronto a los gigantes de Occidente.

La nueva "civilización ecológica" nacerá en China, según el mejor abogado


ambientalista
La especialidad de James Thornton es demandar a gobiernos y corporaciones en nombre de su
único cliente: el planeta Tierra. Y Thornton es muy bueno en su trabajo. En cuatro décadas de
práctica legal en tres continentes, nunca ha perdido un caso.
En reconocimiento, la revista New Statesman lo nombró en 2009 como una de las diez personas con
posibilidades de cambiar el mundo. ClientEarth, el bufete de abogados ambientalistas de interés
público que Thornton fundó en Londres en 2007, tiene ya 106 empleados.
Thornton visitó Australia para hablar de su trabajo y su nuevo libro, Client Earth, escrito junto a su
socio Martin Goodman. Cuando me reuní con ellos en Sidney, Thornton estaba dispuesto a hablar
de su insólita aventura en China. Goodman, por lo general un británico reservado, estaba
entusiasmado con el inesperado rayo de esperanza que encontró mientras escribía Client Earth.
A Thornton lo invitaron por primera vez a Pekín en 2014 para ayudar a implementar en China una
nueva ley que, por primera vez, permitía a las ONG demandar a las empresas contaminantes. Allí
pudo ver la seriedad con que el país más contaminante del mundo trata sus problemas ambientales.
Según Thornton, el concepto chino de “civilización ecológica” es la mejor formulación hasta ahora
del nuevo relato medioambiental que debemos contar.
“Viendo el daño hecho a su medioambiente, los chinos estudiaron detenidamente su constitución y
la modificaron. Este importante documento ahora pide la construcción de una civilización
ecológica”, dice Thornton. “Construimos una civilización agrícola, luego una industrial y ahora
debemos construir una civilización ecológica”.
“No soy cínico acerca de si los chinos tienen la intención de hacerlo o no. Mi trabajo consiste en
intentar limpiar el medioambiente para las futuras generaciones. Y en China realmente lo quieren
hacer”. Una tarea aparentemente imposible para Occidente es posible en China gracias a un
gobierno centralizado con 2500 años de tradición.
“Dijeron que tenían una visión a largo plazo, que querían permanecer en la Tierra otros 2000 años y
que eso solo ocurriría si limpiaban el medioambiente. Así que decidieron resolver sus problemas
ambientales y hacerlo de una manera muy minuciosa”.
Según Thornton, también ayuda que la mayoría de los miembros del politburó (el máximo
organismo de toma de decisiones del Partido Comunista chino) sean ingenieros, en lugar de
científicos, políticos, abogados o economistas, como ocurre en Occidente. “Cuando en verdad
determinan que hay un problema, y se necesitan pruebas reales para que lleguen a esa conclusión,
los chinos definen el problema y lo próximo que se preguntan es: ¿Cuál es la solución? ¿Cómo
podemos pagarla? ¿Cuán rápido podemos hacerlo? ¿Y cómo podemos dirigir a todas las fuerzas de
la sociedad para cumplir nuestro objetivo?”

China promulga plan de "Hecho en China 2025"


BEIJING, 19 may (Xinhua) -- El Consejo de Estado, gabinete chino, ha promulgado un plan de diez
años denominado "Hecho en China 2025" diseñado para transformar China de un gigante
manufacturero en una potencia manufacturera mundial, según una notificación publicada hoy
martes.
El plan ha sido autorizado por el primer ministro, Li Keqiang, según la nota.
"Hecho en China 2025" es el primer plan de acción que se centra en la promoción del sector
manufacturero.
A este plan le sucederán otros dos para convertir a China en una potencia mundial manufacturera
líder para 2049, cuando se celebre el centenario de la fundación de la República Popular China.
Se han identificado nueve áreas prioritarias: mejora de la innovación manufacturera, integración de
tecnología e industria, fortalecimiento de la base industrial, fomento de las marcas chinas, refuerzo
de la fabricación respetuosa con el medio ambiente, promoción de avances en diez sectores clave,
progreso en la reestructuración del sector de la manufactura, apoyo a la producción orientada a
servicios e industrias de servicios vinculadas con la manufactura, e internacionalización de la
producción.
Los diez sectores clave son las nuevas tecnologías de la información, las herramientas de control
digital y robótica, el equipamiento aeroespacial, los instrumentos de ingeniería oceánica y barcos de
alta tecnología, los equipos ferroviarios, los vehículos que ahorran energía y de nuevas fuentes de
energía, los equipamientos eléctricos, los nuevos materiales, los aparatos médicos y la maquinaria
agrícola.
Para completar las tareas, el plan "Hecho en China 2025" se centrará en cinco grandes proyectos,
que incluyen el establecimiento de un centro de innovación manufacturera y el fomento de la
manufactura inteligente, apuntó el documento.
Para apuntalar el plan, China introducirá una serie de políticas para profundizar las reformas
institucionales y fortalecer el apoyo financiero.
La implementación del plan "Hecho en China 2025" estará orientada al mercado, aunque guiada por
el gobierno, de acuerdo con el texto.
El ministro de Industria y Tecnología Informática, Miao Wei, dijo al comentar este evento que la
realización del plan significa que "para el año 2025...China alcanzará básicamente una
industrialización casi igual a las capacidades manufactureras de Alemania y Japón en sus primeras
etapas de industrialización".
"Hay muchos criterios para juzgar si un país es una potencia manufacturera o no, incluidos la escala
industrial, la estructura industrial mejorada, la calidad y eficiencia sólidas y el desarrollo sostenible,
pero la clave está en la innovación", dijo el subdirector del departamento de planificación del
ministerio, Li Beiguang.
Para promover la manufactura y la competitividad nacional es importante movilizar cada elemento
concebible para estimular la innovación, en vez de simplemente apoyar a una sola industria,
defendió Li.
"China está siendo presionada desde ambos lados", indicó previamente este mes un funcionario del
Ministerio de Industria y Tecnología Informática que prefirió no identificarse a Xinhua.
"Las economías avanzadas como Estados Unidos, Alemania y Japón han formulado todas ellas
políticas que apoyan un mayor desarrollo de su propia producción. Al mismo tiempo, economías
emergentes como India y Brasil también lo están alcanzando con sus propias ventajas", señaló.
La manufactura china representa aproximadamente el 20 por ciento del total mundial, pero está
"lejos de ser fuerte", dijo Li Beiguang.
"Hecho en China 2025" aparece en un momento en el que las fábricas chinas siguen luchando con
la disminución de la demanda, la creciente competencia por parte de agentes internacionales y un
crecimiento económico más lento.
El plan abarcará toda la industria manufacturera, aplicando ideas avanzadas no solamente de
Alemania y Japón, sino también de Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros, explicaron los
funcionarios.
De todos los proyectos incluidos en el plan "Hecho en China 2025", la manufactura inteligente es
crucial, de acuerdo con Miao, quien añadió que el Ministerio de Industria y Tecnología Informática
está tomando parte en un estudio de tres años sobre el tema.
Propuesto en el informe sobre la labor del gobierno de este año, el plan "Hecho en China 2025" fue
elaborado por cuatro ministerios, incluido el de Industria y Tecnología Informática, y fue remitido
al Consejo de Estado semanas antes.

El despertar de la innovación en China


BEIJING, 20 nov (Xinhua) -- Una luz azul envuelve el cerebro de un ratón sumergido en líquido
mientras una cuchilla de diamante separa con delicadeza una capa del tejido gris de una sola micra
de espesor.
La capa es a continuación escaneada y digitalizada. Así se hará una y otra vez con unas 10.000
capas hasta obtener un mapa completo del cerebro del ratón.
Las imágenes de los coloridos sistemas neurales y vasculares del cerebro que muestra el monitor se
parecen a una red de intrincadas carreteras. Este es el mapa más claro del cerebro de un mamífero.
Decenas de instrumentos como este funcionan sin descanso en los impolutos laboratorios del
Instituto de Ciencias Cerebrales de Suzhou, adscrito a la Universidad de Ciencia y Tecnología de
Huazhong (HUST, por sus siglas en inglés) situado en el Parque Industrial de Suzhou, en la
provincia oriental china de Jiangsu. No lejos se ubican los Jardines de Suzhou, famosos por su
diseño ingenioso y exquisito y estética oriental.
La revista Nature informó recientemente de la construcción del instituto, lo que suscitó gran interés
en los círculos académicos.
"Hemos tenido éxito con ratones, y estamos haciendo esfuerzos para completar mapas de primates,
que son más avanzados y complejos", indica el subdirector del instituto, Li An'an.
"Nuestro objetivo final es ser los primeros del mundo en conseguir un mapa preciso del cerebro
humano, lo que nos ayudaría a descubrir sus secretos", revela.
Este es solo uno de los logros de China en la vanguardia de la ciencia y la tecnología.
En su libro Ciencia y civilización en China, el historiador científico británico Joseph Needham
describió a China como un gran país de inventores y creadores que quedó rezagado en los tiempos
modernos.
Pocos chinos participaron en los grandes avances científicos y tecnológicos del siglo XX.
Pero la situación está cambiando rápidamente. Del desarrollo de Internet al estudio del cerebro, de
la exploración del espacio a la de las profundidades marinas, de la observación del universo al
estudio de las micropartículas, los chinos trabajan hoy en casi todos los campos de la ciencia y la
tecnología.
En una cueva de Wuhan, capital de la provincia central de Hubei, científicos del HUST han medido
la constante gravitacional durante más de 30 años y obtenido recientemente el resultado más preciso
nunca calculado.
Isaac Newton descubrió el principio de la gravitación hace más de 300 años, pero las mediciones de
la constante nunca fueron precisas.
"El cálculo preciso de la constante gravitatoria es importante para entender la gravedad en
profundidad, y las técnicas de medición podrían aplicarse en la búsqueda de minerales y la
navegación. El estudio también podría ayudarnos a determinar si el universo tiene otras
dimensiones, como planteó Stephen Hawking, lo que podría llegar a permitirnos viajar a través del
tiempo y el espacio", aventura el director del centro gravitacional del HUST, Tu Liangcheng.
China ha intensificado los esfuerzos de exploración del universo en los últimos años para recuperar
el orgullo en sus excepcionales hallazgos astronómicos que tuvo en la Antigüedad.
Ya hace 4.000 millones de años, China tenía astrónomos funcionarios a tiempo completo y el
registro más antiguo del paso del cometa Halley. La duración del año la midieron y determinaron
astrónomos chinos hace más de 700 años, en línea con el calendario gregoriano actual.
China construyó recientemente el Radiotelescopio de Apertura Esférica de 500 metros (FAST, por
sus siglas en inglés), el radiotelescopio de un solo plato más grande del mundo, que ha descubierto
decenas de nuevos púlsares.
Científicos del Observatorio de la Montaña Púrpura de China (OMP) y otras instituciones están
avanzando en la construcción de un observatorio en la capa helada continental de la Antártida.
"Ese sí que será puntero a escala mundial", asegura el director del departamento de
Radioastronomía Antártica del OMP, Shi Shengcai.
Terminado en 1934, el OMP fue el primer observatorio moderno construido por chinos. La decisión
original de construirlo se tomó para evitar el monopolio de la investigación astronómica en China
por parte de los colonialistas occidentales.
En su nuevo y bello parque de oficinas a las afueras de Nanjing, capital de la provincia de Jiangsu,
los científicos trabajan en un detector espacial de última generación para buscar materia oscura.
El ideólogo y filósofo chino Zhuangzi, que vivió hace más de 2.000 años, creía que la estructura de
los materiales podía dividirse infinitamente. Los científicos chinos de la actualidad siguen
explorando el microcosmos, y en los últimos años han logrado numerosos avances en campos la
comunicación cuántica o la superconectividad basada en los neutrinos y el hierro.
La empresa privada de nanotecnología Suzhou Nanomicro Technology desarrolla nanomateriales
que parecen harina blanca, pero que son en realidad diminutas esferas, más finas que un pelo, con
una especial capacidad de absorción que las hacen aptas para su uso farmacéutico y en pantallas de
cristal líquido.
"Hemos roto el monopolio técnico de Estados Unidos y Japón y ahorrado cientos de millones de
dólares en costes de importación", celebra el presidente de la compañía, Jiang Biwang.
Cada vez son más los jóvenes chinos dedicados a la innovación. Suzhou Novosense
Microelectronics nació hace cinco años para desarrollar chips para sensores y aislantes. Los
fundadores de esta compañía nacieron todos después de 1980.
El consejero delegado, Wang Shengyang, señala que más de la mitad de la plantilla trabaja en I+D.
Las estadísticas muestran que la inversión de China en I+D en 2016 fue superior a la de la UE y
solo estuvo por detrás de la de Estados Unidos, así como que representó el 21 por ciento de la
inversión mundial en el campo. China tiene más trabajadores de I+D que ningún otro país, y es el
segundo con más trabajos científicos publicados en revistas internacionales. Los avances científicos
y técnicos suponen el 55,3 por ciento del crecimiento económico del país.
China ha recuperado su lugar como principal contribuyente a la ciencia y la tecnología gracias a las
políticas de reforma y apertura. En una conferencia nacional sobre ciencia en la primavera de 1978,
el entonces líder chino, Deng Xiaoping, destacó el papel de la ciencia y la tecnología como fuerza
productiva.
Desde los años 80, China ha tomado una serie de medidas políticas y publicado directrices para
promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Gan Lin, director del centro de investigación y desarrollo del Centro Nacional de
Supercomputación, situado en Wuxi, dice que China hizo pronto planes para la investigación sobre
supercomputadoras. Una estrategia fue introducir tecnologías extranjeras, y otra fue la
independencia.
La Sunway TaihuLight, la supercomputadora más rápida de China, es el resultado de la segunda
estrategia, pues el 100 por ciento de sus componentes, incluidos los chips, fueron diseñados y
hechos en China.
La Sunway TaihuLight fue la supercomputadora más rápida del mundo en 2016 y 2017, lo que llevó
a investigadores chinos a ganar el Premio ACM Gordon Bell, conocido como el "Premio Nobel" de
la aplicación de supercomputadores.
"La decisión de ser independientes fue magnífica. La tecnología esencial no se puede comprar",
agrega Gan.
China aprobó en 2006 un plan a medio y largo plazo sobre el desarrollo de la ciencia y la tecnología
hasta 2020, centrado en la innovación.
La innovación ha sido reconocida poco a poco como un motor para transformar el modelo de
desarrollo de China, orientado inicialmente a la exportación y manufactura de costo bajo, en uno
basado en el conocimiento y el desarrollo sostenible.
China también ha puesto fin a la política de puerta cerrada. "La investigación de la astronomía
necesita de la cooperación internacional", dice Shi, del OMP.
El milagro económico de China ya ha empezado a impulsar la ciencia y la tecnología. La
construcción del Instituto de Ciencias Cerebrales Brainsmatics de Suzhou recibió una inversión de
450 millones de yuanes (65 millones de dólares).
En la Zona de Desarrollo de Alta tecnología del Lago del Este, en Wuhan, el Gobierno está
invirtiendo una gran cantidad de dinero para construir una escuela internacional y un hospital
infantil, con el objetivo de atraer a científicos y tecnólogos de talla mundial.
China también promueve el desarrollo de ciencia y tecnología a través de la innovación
institucional.
La Universidad Jiaotong del Suroeste, en Chengdu, capital de la provincia suroccidental de Sichuan,
así como otros centros de educación superior de China, están ensayando una audaz reforma para
permitir a los investigadores disfrutar de parte de los derechos de patente de sus inventos
relacionados con su trabajo. Anteriormente, estas patentes pertenecían por completo a las
universidades.
Como resultado de la reforma, la creatividad ha sido alentada, y en consecuencia el número de
aplicaciones de patente se ha elevado de forma notoria.
Durante los últimos cinco años, China ha dado un enorme salto en cuanto a avances científicos y
tecnológicos. El país ha dado prioridad a la innovación y cada vez más chinos entienden que la
innovación es el principal motor de desarrollo para apoyar el crecimiento de una economía
modernizada.

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