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"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; más

cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño." 1 corintios 13:11

El ser humano está cambiando a cada momento y cada experiencia que él vive lo acompaña

en su camino por la vida, por lo tanto, el día de hoy vamos a revisar la primera infancia, la

importancia de la misma, el desarrollo de los infantes en esta edad; me refiero al desarrollo de

sus capacidades motrices, habla, cognitiva, etc., para lo cual haremos utilización de fuentes

hemerográficas de tal manera que nos sirva para desarrollar un mejor trabajo y tenga más

validez científica.

La primera infancia es el período en el cual los seres humanos aprenden y se desarrollan

rápidamente, por lo tanto, es importante que los niños sean cuidados con mucho afecto,

atención y con una adecuada estimulación, pero cabe recalcar que tiene que ser complementada

con una buena alimentación para facilitar un mayor crecimiento y mejor desarrollo en esta

etapa, la misma que influirá por el resto de la vida.

Según El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) Define a la Primera

Infancia como: “Como el periodo desde la gestación, pasando por el nacimiento, hasta los 8

años de edad.”, En el Ecuador se define como “el periodo que inicia desde la concepción hasta

los 6 años formando al niño en las tres áreas del desarrollo, es decir, bio-psicomotor, cognitivo

y socioafectivo.” (Romo, 2013)

En estos primeros años de vida la educación se rige en ocho principios:

 Centrado en el niño y la niña.


 Seguridad, afecto, autonomía y confianza.
 Lúdico.
 Intersectorial
 Globalizador.
 Inclusión.
 Experiencia, autonomía y relación con el medio.
 Flexibilidad, relevancia y pertinencia.

La primera infancia es una de las etapas más importantes en la vida de todo ser humano ya

que es en ella en la cual el niño y la niña desarrollan capacidades y habilidades emocionales,

intelectuales, físicas y sociales.

¿Qué sucede en los primeros seis años de vida?

En la primera infancia (los primeros 6 años):

 Se da el mayor crecimiento y desarrollo cerebral. El cerebro triplica su peso en los 2


primeros años y casi llega al peso del cerebro adulto a los 6 años.
 Se construye la mayor cantidad de conexiones cerebrales (sinapsis).
 El cerebro y el sistema nervioso en sus fases de rápido crecimiento son muy sensibles a la
influencia del medio: mala nutrición, toxinas, golpes, etc.
 Es el periodo de aprendizaje más intenso de la vida. Se forman las bases del desarrollo
cognitivo.
 Se desarrolla su capacidad de comunicación y lenguaje.
 La plasticidad cerebral es máxima, el cerebro se modifica y se moldea fácilmente (Rosselli,
M. 2010)
 Se establecen los vínculos afectivos. De lo estable y seguro que sean estos vínculos dependen
las bases del desarrollo socioemocional del niño (Sameroff, 1986).

La primera infancia es el período que se extiende desde el desarrollo prenatal hasta los seis

años de edad. Esta es una etapa crucial de crecimiento y desarrollo, debido a que las

experiencias de la primera infancia influirán en todo el ciclo de vida de un individuo.

La primera infancia es una importante oportunidad para preparar las bases para el

aprendizaje y la participación permanente, de tal manera que se puede prevenir posibles

retrasos mentales y discapacidades.

Dentro de la primera infancia tenemos “los mil primeros días de vida”, pero ¿En qué

consiste este periodo?


Según Infancia Plena (2012) “Los primeros 1000 días de vida de una niña o niño van desde

su concepción hasta los dos primeros años, dentro de estos primeros 1000 días de vida se puede

prevenir daños irreversibles en el desarrollo intelectual, emocional y social”.

Estos mil primeros días de vida determinarán las oportunidades a futuro de niñas y niños,

ya que todo lo que aprenden aquí será un pilar fundamental para toda su vida.

Ésta es la época de mayor crecimiento y desarrollo de su cerebro. Aquí se forman las bases

de la capacidad de aprender. El cerebro y el sistema nervioso, en esta fase de rápido

crecimiento, son muy sensibles a la influencia del medio (mala nutrición, toxinas, golpes, etc.).

(Rosselli, M.2010)

Los primeros años de vida es muy importante para el niño y niña debido al desarrollo del

75% de las conexiones neuronales que se da gracias a la estimulación que se les brinda, es

importante que en este proceso la familia sea participe en las actividades que se realicen con

sus hijos de tal manera que el niño o niña se sienta protegido, y amado.

El niño experimenta cambios constantes de supervivencia, físicos e intelectuales que le

permiten conectarse y explorar su medio ambiente circundante. La adquisición del habla, la

marcha, le permiten vincularse con la gente que lo rodea y adquirir nuevas destrezas, que, en

el infante, no se circunscriben solamente al ámbito escolar. Piaget (1985)

La primera infancia es la etapa más significativa en el aprendizaje del niño, y es la que

condicionará su manera de actuar en el futuro comprendiendo entre la adolescencia y la

madurez.

A continuación, se describen las características más relevantes de las etapas, según Piaget

y Freud.
En los primeros años de vida el niño es un ser indefenso y heterónomo. Hasta llegar a la

autonomía total será necesario un largo proceso, no sólo madurativo a nivel biológico y

psicológico sino también de aprendizaje social y emocional.

0 a 2 años:

Desarrollo cognitivo:

Según Piaget nos encontraríamos en la etapa sensoriomotora que abarca desde los 0 hasta

los 2 años. Conocemos el mundo a través de nuestros sentidos (primeros en desarrollar) y la

motricidad. El niño va tras la conquista del objeto.

El desarrollo cognitivo implica un proceso de descentración progresiva y de conocimiento

objetivo de la realidad. Poco a poco el niño irá construyendo la noción de objeto.

Desarrollo motor:

Según Piaget “la acción es la génesis de todo conocimiento”.

En esta etapa son muy importantes los movimientos reflejos o respuestas condicionadas a

determinados estímulos.

Algunos tipos de movimientos reflejos son: reptación, rotación, succión, de prensión o

palmar, de moro, de babinsky (si se golpea la palma del pie los dedos del pie se contraen), etc.

La comunicación del niño con el ambiente se inicia a través del lenguaje del cuerpo, antes

que el lenguaje de la palabra aparezca. Tiene gran importancia la relajación y la tensión en el

tono muscular y en la función tónica-gestual. El movimiento del cuerpo es fuente de

conocimiento y de experiencia. Gracias a la estimulación externa el niño tendrá una motricidad

más intencional.
Alrededor de los 15 meses el niño comenzará a andar y sobre los 20 meses comenzará a

correr y el movimiento será más coordinado y diferenciado. Todo ello le permitirá ampliar su

conocimiento del mundo.

Desarrollo afectivo:

El bebé desde dentro del vientre materno vive una simbiosis con la madre, que después del

nacimiento precisará para desarrollarse con normalidad. Tras el parto el bebé tendrá un

bombardeo de estímulos y comenzará a tener necesidades fisiológicas, afectivas, necesidad de

seguridad, etc.

Entre los 0 y los 2 años estaríamos hablando de la etapa oral. Se trata de la una estimulación

de la zona bucal, las actividades serán las de chupar, masticar y morder, etc. y a través de ello

conoce el mundo que le rodea. El placer es producido por la alimentación y el objeto de deseo

es el pecho de la madre.

Un aspecto muy importante en el desarrollo afectivo del niño es la instauración del apego

(Bolby) alrededor de los dos años. Se trata de sentimientos que unen al niño con los padres o

personas que le cuidan. Es un vínculo emocional que implica el deseo de mantenerse en

contacto por medio de la cercanía física.

Los niños necesitan formar un vínculo afectivo seguro hacia alguien. Este vínculo desarrolla

un conjunto de respuestas complementarias a las conductas del bebé y estas conductas son:

1. Preferencia sensorial a distintos niveles:


 Auditivo: prefiere la voz humana y distingue la voz de la madre o padre, música, sonidos
familiares, etc.
 Visual: reconoce el rostro humano y tiene la mirada fija en los ojos.
 Atención diferencial: dirige su atención hacia los estímulos que proceden de sus congéneres
con preferencia.
2. Conductas vinculares o señalizadoras:
 Llanto y sonrisa.
 Amamantamiento: conducta de interacción.
 Intercambio vocal: tiene como fin potenciar los intentos vocálicos pre-verbales del niño.
 Conductas visuales: el bebé y el adulto utilizan la mirada para crear un diálogo.

Las fases del desarrollo del apego son:

 El bebé dirige sus conductas vinculares hacia todas las personas de su entorno sin distinción.
 Comienza a seleccionar y priorizar la elección de la madre.
 El apego queda establecido y hay un rechazo hacia lo desconocido.
 Poco a poco el niño irá tolerando la frustración por la separación o ausencia de los padres.

El apego influye de modo decisivo en el desarrollo personal, social y cognitivo posterior del
niño y a través de él adquiere seguridad.

Desarrollo social:

Alrededor de los 4-6 meses la sonrisa será más selectiva y tendrá un mayor interés por los

rostros familiares y los extraños les crearán angustias.

Sobre los 6 meses comenzarán los juegos alternativos donde el niño sigue lo que el adulto

hace y el adulto le da intencionalidad. Ejemplos: Cinco lobitos, cucu tras.

A los 7 meses diferenciará el lenguaje adulto y a los 8 meses será más confiado y situará

rostros y objetos. Aparecerá el juego solitario que cambiará al juego paralelo a los 18 meses.

En este tipo de juegos los niños parece que juegan juntos, pero no lo hacen, se denomina

monólogo compartido donde el lenguaje aun no es un instrumento de intercambio.

A los 2 años su organización del mundo es egocéntrica y aparecerá la moral heterónoma (2-

7 años) donde los castigos son causa- efecto y las normas son castigos, son normas coercitivas,

el niño no entiende de donde vienen las normas.

2 a 6 años:

Desarrollo cognitivo:
Lo más importante es el desarrollo de la inteligencia infantil y a esta etapa la denomina

Piaget etapa preoperativa o preoperacional donde se afianza la función simbólica.

La etapa preoperativa es un periodo de preparación a las operaciones concretas y los

elementos que la caracterizan son:

 Pensamiento simbólico y preconceptual (de un año y medio, 2 años a 4 años): aparece la


función simbólica en el lenguaje, el juego simbólico (escoba como caballo), la imitación
diferida y la imagen mental y el lenguaje.
 Pensamiento intuitivo (de 4 a 6 o 7 años): representaciones basadas sobre configuraciones
estáticas.

Las características concretas de este tipo de pensamiento son:

 Ausencia de equilibrio: no hay todavía equilibrio entre asimilación y acomodación (ante un


concepto nuevo: la asimilación: se incorpora un nuevo elemento y la acomodación: reajuste
hasta acomodarlo y se denomina conflicto cognitivo)
 Experiencia mental: aprende la realidad a través de acciones y sus resultados sin usar todavía
construcciones abstractas.
 Centración: Centra la atención en una situación determinada.
 Irreversibilidad: carece de la movilidad y reversibilidad de los actos mentales. No ve
relaciones entre las cosas. Ejemplo: sabe que tiene un hermano, pero no ve que a su vez él
también es hermano de su hermano.
 Estatismo: tiende más a fijarse en los estados que en las transformaciones.
 Egocentrismo: tienden a tomar el propio punto de vista como único.

Desarrollo motor:

El niño no deja de ganar peso y altura. El crecimiento del cerebro trae como consecuencia que

el niño va adquiriendo un progresivo control sobre su propio cuerpo de acuerdo con las leyes

de crecimiento o los gradientes de crecimiento:

 Cefalo -caudal
 Próximo-distal
 General-específico
También son importantes los automatismos básicos, que son la prensión y la
locomoción.Todo esto permitirá una serie de avances a diferentes niveles:

Autocontrol:

1. Control de esfínteres: se produce entre los dos años y medio y los tres años. Primero se
producirá de día y luego de noche y primero será la anal y luego la orina.
2. Control de piernas: a partir del segundo año el niño irá ganando en la firmeza, finura y
precisión de los movimientos de las piernas.
3. Motricidad fina: irá adquiriendo mayor control en movimiento de manos y dedos.
4. Preferencia lateral (lateralidad): se suele producir entre los tres y los seis años.
5. Esquema corporal: el esquema corporal es fundamentalmente una representación simbólica
primero de las diferentes partes de nuestro cuerpo por separado y posteriormente del conjunto
que éstas forman. Es un proceso progresivo que se da aproximadamente a los 5 años cuando
el niño integra conscientemente las distintas partes en un todo y la reflexión del movimiento.

Desarrollo afectivo:

Según Freud entre los 2 y 3 años el niño y niñas encontrarían fuentes de conocimiento en las

plantas, los animales, las personas, los juguetes y los fenómenos naturales.

Desarrollo social:

Nos referimos al desarrollo del conocimiento y la comprensión del niño del sistema social

en el que vive.

Es importante la colaboración con las familias, y otros principios como el juego.

Cuando nosotros como padres de familia participamos con nuestros hijos, les damos amor,

y afecto; ellos adquieren seguridad tanto en nosotros como en ellos mismos, de tal manera que

cuando crecen, son jóvenes capaces de pararse al frente de un auditorio lleno y declamar un

discurso sin temer a las miradas de los demás.


El juego es importante para promover el lenguaje, la cognición y la competencia social, ya

que forma parte fundamental de la primera infancia por lo tanto es necesario impulsar y

propiciar el juego en los niños y niñas.

Muchos padres pensaran que a través del juego el niño no aprende nada, pero no es así un

infante aprende mucho más a través de las actividades lúdicas y del juego.

Imaginar un mundo donde los niños no jueguen es algo imposible, porque desde que nace

está impregnado del espíritu lúdico: las cosquillas, los balanceos, etc.

El juego forma parte vital de las relaciones humanas, relaciones con el mundo exterior, con

los objetos y el espacio. En estas actividades, la niña y el niño descubren sus habilidades

corporales y las características de las cosas. El momento de jugar es un periodo privilegiado

para descubrir, crear e imaginar.

Si los niños no juegan no van a poder ser personas del fututo, ya que las actividades lúdicas le

permiten al infante conocer su entorno, y saber cómo tiene que comportarse.

Para Winnicott (1982), “El juego es una experiencia siempre creadora, y es una experiencia en

el continuo espacio-tiempo, una forma básica de vida” (p. 75).

Gracias a las actividades lúdicas los niños tienen la libertad de crear, innovar, y transformar.

La recreación es importante en el desarrollo de las niñas y los niños; en otra parte, el juego es

un lenguaje natural porque en los momentos lúdicos la niña y el niño sienten mayor necesidad

de expresar al otro sus deseos, sus emociones y sus sentimientos, es en el juego donde el cuerpo

dialoga con otros cuerpos para manifestar el placer que le provocan algunas acciones.

A través del juego los niños crecen, desarrollan sus capacidades intelectuales, imaginan un

mundo mejor, porque para jugar se utiliza la imaginación, uno puede jugar con unicornios,

elefantes, leones; pero todo esto gracias a la imaginación que va complementada del juego.
Es de suma trascendencia incentivar al niño a leer desde edades muy tempranas, ya que gracias

a la lectura cualquier persona adquiere mucho más conocimiento, cultura y sobretodo uno a

través de la lectura viaja, imagina y un niño que imagina es un niño que va desarrollar sus

destrezas creativas.

Los padres de familia tienen que incentivar al niño a que cree, e imagine cosas que para los

grandes parece absurdas pero para los niños y niñas es algo emocionante, e intrigante a la vez.

De tal manera que cuando crezcan no les pase lo que le sucedió al aviador que tuvo que conocer

a un principito para recordar lo que había olvidado, que lo más importante es invisible a los

ojos y que jamás dejemos de hacer lo que nos gusta por más que a los demás no les agrade

(personaje principal) del libro (Saint Exupéry, 2016, págs. 7-9) “El Principito”:

Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas",

una magnífica lámina. En el libro se afirmaba: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin

masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión".

Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a mi vez logré trazar con

un lápiz de colores mi primer dibujo. Mi dibujo número 1 era de esta manera:

Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo. —

¿Por qué habría de asustar un sombrero?— me respondieron.

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un

elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores

pudieran comprender. Siempre estas personas tienen necesidad de explicaciones. Mi dibujo

número 2 era así:

Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran

abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática.


De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor. Había quedado

desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número 2.

Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido

para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

El juego es una de las actividades primordiales de la infancia, junto con el arte, la literatura y

la exploración del medio ya que son actividades que sustentan la acción pedagógica en

educación inicial y permiten el desarrollo integral de las niñas y los niños.

Gracias este niño nuestro aviador volvió a dibujar a veces los adultos no vemos más allá como

ven los infantes, ellos en si su esencia es la pura imaginación.

El juego y la lectura son las bases principales para desarrollar aprendizajes significativos en el

niño, ya que a través de ellos, el infante se relaciona con su medio natural y gracias a la

interacción libre y real que realizan los pequeños, pueden ir adquiriendo destrezas.

No permitamos como padres de familia que a nuestros hijos se les cohíba la imaginación

porque aunque no lo crean la imaginación es importante para la primera infancia, ya que gracias

a ella los infantes crecen felices y aprenden mucho más que explicándoles una y otra vez, los

infantes son tan inteligentes que aprenden a base de su alrededor, actividades lúdicas y juegos.

En conclusión la primera infancia viene a ser el pilar fundamental para desarrollar las

destrezas y habilidades de los niños esta será la huella que siempre va quedar marcada, por lo

tanto es importante que como padres de familia y docentes seamos capaces de aprovechar esta

oportunidad para que florezcan nuevos científicos, críticos, escritores, etc.

Lo más importante y que a veces cuando crecemos nos olvidamos es el juego, nosotros ahora

que estamos grandes creemos que nunca jugamos pero no es así todo niño y niña pasó su

primera infancia jugando aunque no lo recordemos, porque atreves de las actividades lúdicas
y del juego aprendimos mucho más, que con un libro, por lo cual cabe recalcar que como

maestras de niños de 0 a 5 años tenemos que estimular esa primera infancia hacerla divertida

de tal manera que aprendan jugando y sobretodo que el niño crezca en un ambiente seguro

donde se sienta amado y protegido por sus padres, maestras, comunidad y el Estado.

La primera infancia está marcada por un notable crecimiento físico y significativo desarrollo

sensorial y perceptivo, que permite el despertar de las habilidades emocionales, intelectuales y

sociales, así como el desarrollo del lenguaje y de las más diversas formas de expresión: cantar,

bailar, moverse, llorar, pintar, hablar.

En la primera infancia es donde se asientan las bases para las funciones cerebrales superiores

como: la memoria, el razonamiento lógico, el lenguaje, la percepción espacial y visual, la

discriminación auditiva, etc.

En la primera infancia es donde se construye la plataforma para el desarrollo de los talentos.

No seamos el tipo de adultos que a veces subestiman la imaginación de un niño, porque aunque

no lo crean un niño que imagina cuando sea grande va ser un gran profesional, los padres de

familia y las maestras tendríamos que empaparnos de conocimientos relacionados al tema

neurológico de tal manera que podemos aprovechar las habilidades que los niños

inconscientemente van realizando y al no ser pulidos van perdiendo con el tiempo.

Las niñas y los niños representan en sus juegos la cultura en la que crecen y se desenvuelven;

la riqueza de ver el juego desde esta perspectiva permite aproximarse a su realidad y a la manera

en que la asumen y la transforman. Así, en el juego se manifiesta toda la diversidad del

patrimonio cultural con el que cuenta el país y, en ese sentido, favorecer el juego en la

educación inicial lleva también a preservarlo y robustecerlo.


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