Você está na página 1de 5

El Ejemplo de Josías

2 Crónicas 34:1-3
Nosotros vemos en este texto, que se había apagado el fuego en el corazón
de los profetas de Dios. No estaban predicando como debían estar
predicando. La nación de Israel ahora había entrado en idolatría. Estaban en
inmoralidad. Había homosexuales por todas partes. Había imágenes, brujería.
Hasta estaban sacrificando a sus niños a los dioses falsos.
En ese tiempo, y durante este tiempo, un joven llegó al reino. Este joven
tenía ocho años. El abuelo de este joven era el hombre más perverso de todo
Israel. Manasés. El hombre más perverso de toda la historia del pueblo de
Israel. Su abuelo era un hombre perverso. Era un hombre malo. Pero nació
este niño y llegó al reino y Josías dijo, a mí no me importa lo que me
inculcaron mis padres, yo busco a Dios. Y él comenzó a reinar, y reinó 30 años
en Israel. Hizo lo recto ante los ojos de Jehová. Anduvo en los caminos de
David su padre. Él dijo: mi tátara, tátara, tátara abuelo si amaba a Dios, yo
voy a buscar a Dios también.
A los 16 años, siendo aún muchacho, (algunos de ustedes se sienten más
sabios que tu papá,) comenzó a buscar al Dios de su padre. A los 20 años
comenzó a limpiar a Judá y llegó el avivamiento más grande que Israel había
visto. No había rey como el antes ni después. Y él trajo un avivamiento a la
nación de Israel. Hay tres cosas que yo quiero que vean del texto y yo voy a
terminar.
1. Josías empezó a buscar a Dios.
Necesitamos un joven o a una señorita como Esther, que empieza a buscar a
Dios.
Ilustración (un poco mi testimonio)
Josías empezó a odiar el pecado. La Biblia nos dice dos cosas: 1 la Biblia nos
dice que nos debemos de someter a Dios. Y 2, la Biblia nos dice que
debemos de resistir al diablo, y huirá de vosotros. Muchos de ustedes
quieren resistir al diablo sin someterse a Dios. No puedes hacer eso. Pero si
nos sometemos a Dios, podemos resistir al diablo. Y tener la victoria.
hermanos, en mi juventud, yo empecé a buscar a Dios. Hora, tras hora, tras
hora, leyendo la Biblia. Orando y buscando a Dios. México necesita unos
jóvenes que están dispuestos a buscar a Dios.
Joven, si tú empiezas a buscar a Dios, y empiezas a ver la Biblia, tú te vas a
dar cuenta cuanto Dios te ama. La Biblia nos dice que nosotros le amamos a
Él porque Él nos amó primero. Cuando tú te das cuenta cuanto Dios te ama,
entonces tú vas a poder a empezar a disfrutar la Biblia. Te va a encantar leer
la palabra de Dios. Y cuando la Biblia es tu delicia, Dios te va a bendecir, Dios
te va a prosperar.
Cuando la Biblia es tu delicia, ya no vas a venir al culto, porque tu mamá te
trajo. Tú empiezas a disfrutar la Biblia, Dios te va a empezar a bendecir, Dios
te va a prosperar. Tú te vas a dar cuenta cuanto Dios te ama.
En Francia hace años, había una señorita, que estaba leyendo un libro de
poemas. Cuando ella estaba leyendo estos poemas, ella decía, que aburrido
son estos poemas, que tristes son estos poemas. Y esta señorita tiró el libro
de poemas en un bote de basura, ahí en su recámara. Después ella, fue a una
fiesta de cumpleaños de una amiga. En la mansión, en la fiesta de su amiga,
encontró a un joven, alto, guapo, -como yo-, y rico. Y ella empezó a hablar
con este joven. Ellos estaban hablando ahí, 20 minutos, 30 minutos, y
después una hora. Y después de una hora, esta señorita dice al joven:
“Tenemos una hora hablando y disculpa, yo ni siquiera conozco su nombre.”
Y él dijo: “Oh, perdóname, señorita. Yo soy fulano de tal.” Y ella dijo: “Qué
interesante. Hoy en la mañana yo estaba leyendo un libro de poemas, y el
nombre del autor es el mismo como del que usted tiene… Fulano de tal.” Y
este joven dijo: “¿Cómo se llama el libro?” Y ella le dijo el nombre del libro. Y
él dijo: “Ese es mi libro. Yo lo escribí. ¿Qué le pareció mi libro?” Y ella le miró
y dijo: “ah, este… no termino de leerlo todavía.” Ella fue después a su casa.
Recogió el libro de poemas de la basura. Empezó leer el mismo libro. Pero
ahora en vez de decir que aburrido, ella empezó a decir: “hay que precioso.
Hay que bonito. Hay que poemas tan bonitos.” Por ahora ella había conocido
al autor, y amaba al autor de libro. Y cuando ustedes aman a Dios, la Biblia y
las cosas de Dios van a ser interesantes para ustedes. No van a ser aburridas.
Josías empezó a buscar a Dios.
2. Empezó a odiar el pecado.
Eso es automático. Cuando usted ama a Dios, usted va a comenzar a odiar
al pecado.
Josías, cuando conoció a Dios, empezó a tirar las imágenes. A destruir las
imágenes de Asera. Había casa de fornicación y de homosexuales y Josías las
derribó. Hoy en día, México está lleno de pecado. Imágenes por todas partes.
Idolatría por todas partes. Fornicación, prostitutas y homosexuales por todas
partes. Y esta tierra está llena de idolatría y de pecado. Y Josías cuando vio
eso, él empezó a destruir la idolatría y la moralidad, y el pecado que él vio.
Jeremías 1:5 dice: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
Joven: No eres un accidente, Dios te formó en el vientre de tu madre, con un
propósito. No importa lo que te digan de ti. Hay un propósito que Dios tiene
para tu vida.
“Es que Señor, es que no sé hablar porque soy niño. Hay jóvenes que dicen,
“yo no puedo servir a Dios.” «Es que todavía soy un niño.» «Yo no puedo
hacer nada para Dios, porque soy niño.».
Jeremías 1:7-9: “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo
que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. 8 No temas delante de
ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. 9 Y extendió Jehová su
mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu
boca.”
Jeremías 1:10: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre
reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para
edificar y para plantar.”
Y joven, antes de que puedas levantar algo para Dios, primero tú que derribar
y quitar algunas cosas. Tienes que quitar la música mundana, los chismes, las
horas jugando con tu celular. Esta doble vida que tú estás viviendo vienes al
culto, pero después vas a y vives como un mundano. Vienes a leer la Biblia
quien la iglesia, pero luego estás mirando horas en la tarde. Nosotros
debemos edificar algo para Dios, tenemos que quitar las imágenes que hay.
Antes de que podamos ver avivamiento, antes de que podamos ver la mano
de Dios, necesitamos jóvenes que busquen a Dios, y después de buscar a Dios
que empiecen a odiar el pecado. Josías dijo, yo no voy a seguir la idolatría y el
pecado de mi abuelo. Él dijo, yo voy a buscar al Dios del cielo.
Yo recuerdo leer la historia de Francia. Luis XVII era un niño, de unos siete
años, cuando hubo una revolución. Su madre era María Antonieta. Cuando
ella oía decir a la gente que no tenían pan, ella les decía, “pues que coman
pastel.” Y ella pensaba que lo que decía era chistoso, pero la gente no
pensaba que era chistoso. Y a ella le cortaron la cabeza. También cortaron la
cabeza de su padre. Y luego tomaron a Luis XVII, cuando era niño, y lo
llevaron a una cantina. Y los revolucionarios tomaron botellas de vino, y
pusieron al niño sobre una mesa, y le dieron unas cosas escritas perversas
para que leyera. Y le dieron vino para emborracharlo, y le dieron comida
podrida para que se la comience. Y este niño, se levantó sobre la mesa, y él
tiro el vino ahí, y él tiro las palabras que le habían dado allí en el suelo, y tiró
la comida al suelo, y dijo: “yo no voy a tomar lo que tú me das de tomar. Yo
no voy a leer lo que tú quieres que yo lea. Yo no voy a decir las palabras que
tú quieres que yo diga. Yo soy el hijo de un rey. Yo voy a vivir y voy a morir
como hijo de un rey.”
La gente se quedó asombrada. Y este joven creció, y terminó siendo el rey de
Francia. Jóvenes, ustedes son los hijos del Rey de Reyes. Tú eres un hijo del
Rey de Reyes, y Señor de Señores. Es tiempo de que tú digas: «yo no voy a
hablar lo que el mundo habla. Yo no voy a tomar lo que el mundo toma. Yo
no voy a vivir de la manera que los demás viven. Yo soy hijo del Rey, y voy a
vivir como hijo del Rey.”
Debes empezar a tener una nueva relación con Dios, y una nueva relación
con tu pecado. Lo debes odiar porque amas a Dios.
3. Josías levantó la casa de Dios.
2 Crónicas 34:8: “A los dieciocho años de su reinado, después de haber
limpiado la tierra y la casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador
de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la casa de
Jehová su Dios.”
Yo creo con todo mi corazón, que aquí hay jóvenes, que podrían levantar una
iglesia, mucho más grande que está iglesia. Yo creo que tú, podrías traer
avivamiento a una ciudad. A un pueblo. Si tú ahora empiezas a buscar a Dios,
si tú ahora empiezas a odiar el pecado, y entregas tu vida en las manos de
Dios, joven, podrías traer avivamiento a México. A Rio Bravo. A tu colonia. A
tu Iglesia
es increíble ver cuánta gente tiene hambre y deseo de conocer a Dios.
Muchos misioneros ahora están perdiendo su salud. Han entregado sus vidas
a servir a Dios para predicar, y han trabajado día y noche. Y ahora ellos que
no tienen la fuerza, ya no tienen la habilidad de hacerlo. Necesitamos unos
jóvenes que digan: «aquí estoy yo. Y yo voy a buscar a Dios. Y mi vida va a
servir para un propósito eterno. Y cuando Cristo venga, me va a encontrar
odiando el pecado. Y me va a encontrar sirviendo a Dios.»
Hay jóvenes aquí, que podrían levantar una iglesia de 10,000 personas. De
15,000 personas. Podrías hacer algo grande para Dios. Si tú buscas a Jehová.
Odias el pecado. Y luego buscas levantar la casa de Dios. Dios que va a
bendecir por eso. La Biblia dice: «clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.»
Tú tienes que clamar a Dios.

Você também pode gostar