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Trastornos

Alimenticios
Psicología y Cultura del alumno de
Educación Secundaria
12/09/2017
Departamento de Matemática
12/09/2017
Psicología y Cultura en alumnos de Educación Secundaria.

Índice:
Introducción…………………………………………..….2
Desarrollo…………………………………………….….3
Factores que desencadenan el TCA………………..…3
Tipos de trastornos alimenticios en adolescentes…….5
¿Cómo prevenir?......................................................... 6
La mirada desde el docente…………………………..7
Kiosco saludable en las escuelas……………………..9
A modo de cierre…………………………………..……10
Bibliografía……………………………………………...11

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Psicología y Cultura en alumnos de Educación Secundaria.

Introducción:

En el siguiente informe se tratará de abordar algunos de los trastornos


alimenticios más frecuentes en los adolescentes de hoy en día, se propone
analizar las causas y consecuencias de estos, y cómo se puede ayudar desde la
docencia y las instituciones. Son diferentes factores los que juegan un papel
importante en el desarrollo del adolescente, entre ellos lo psicológico, fisiológico y
aspectos sociales y culturales.
Lo que nos motivó a investigar esta problemática fueron dos motivos. En primer
lugar, proponer distintos consejos para el docente en la detección y prevención de
estos trastornos, porque hoy en día es una problemática muy difícil de llevar
adelante. Y en segundo lugar, porque en la actualidad hay una estadística de que
entre un 12% y 15% de los adolescentes (90% mujeres y 10% hombres) sufren
anorexia y/o bulimia nerviosa, y según UNICEF alrededor de 2.000.000 de niños y
adolescentes de todo el mundo sufren obesidad y sobrepeso.

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Desarrollo
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA), también conocidos como trastornos
alimenticios, son considerados y tratados como una enfermedad que comúnmente
afecta adolescentes y niños, se dice que hay un trastorno de este tipo cuando una
persona no recibe en su alimentación las calorías que su cuerpo requiere para
funcionar, teniendo en cuenta su edad, estatura, ritmo de vida, entre otras, por
ello es que las personas afectadas desarrollan alteraciones anormales en sus
hábitos alimentarios y en su estado de nutrición. Como veremos más adelante
debido a varios de sus factores, puede ser pensada como una enfermedad
psicológica.
Los trastornos frecuentes más conocidos son: la Anorexia Nerviosa (aunque es
conocida como Anorexia), la Bulimia Nerviosa (mayormente conocida como
Bulimia), y trastorno por atracón. Además, otros menos conocidos son aquellos
relacionados con la imagen corporal o con la fobia a determinados alimentos.

Factores que desencadenan el TCA


Si bien existen muchas teorías al respecto, nadie está totalmente seguro sobre las
causas de los trastornos alimenticios. La mayoría de las personas que sufren
estos trastornos tienen entre 13 y 17 años de edad, ciclo en el que se producen
cambios físicos, emocionales, de presiones académicas y de mayor presión de
los pares.
Podemos decir que uno de los factores que desencadenan la aparición de estos
trastornos es todo aquello relacionado con lo psicológico, como por ejemplo el
autoestima baja, la falta de control de su vida, depresión, ansiedad, enojo,
soledad, (la OMS ha clasificado la anorexia y la bulimia como trastornos mentales
y del comportamiento). Si bien durante la adolescencia se tiene un mayor sentido
de la independencia, es probable que los adolescentes sientan que no son
capaces de controlar su libertad y, en algunos casos, su cuerpo. Esto ocurre, en
especial, durante la pubertad: son adolescentes que desde niños, debido a la
existencia de padres rígidos y sobreexigentes, han aprendido a utilizar el alimento
como un medio de sobreponerse al estrés o a los conflictos emocionales.

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Otro factor que puede ser considerado causa de los trastornos alimenticios son
los factores socio culturales, debido a que hay una presión importante de la
sociedad que induce a los jóvenes a estar delgados y esbeltos. Nuestra cultura
sostiene a la delgadez como ideal de belleza, y tiende a asociarla con la
posibilidad de éxito en la vida, un ejemplo de esto son los medios de
comunicación, especialmente la televisión, que vende la idea de que estar
delgado va asociado a felicidad, éxito laboral, éxito en las relaciones sociales y
una mejor calidad de vida; la imagen que dan los anuncios publicitarios y las
series irreales de televisión sobre la mujer es de “súper mujer”: tiene que tener un
cuerpo perfecto, una carrera profesional perfecta, un matrimonio perfecto y ser la
madre ideal. Todo esto lleva a algunas mujeres a iniciar dietas restrictivas que
pueden derivar en una enfermedad de carácter alimentario.
A partir de esto es correcto afirmar que el concepto de “imagen corporal” está
involucrado, lo que significa que la insatisfacción y la distorsión de la imagen del
propio cuerpo son parcialmente responsables de los trastornos alimentarios.
Según algunas investigaciones indican que, una percepción distorsionada de la
imagen del propio cuerpo vinculada a una insatisfacción corporal, está en la
base de estos desórdenes alimenticios.
Cada momento histórico conlleva un conjunto de valores sociales y culturales que
condicionan el modo de vivir y enfermar de las personas, por eso, ciertos
trastornos psicológicos expresan las ansiedades primordiales y los problemas no
resueltos de una cultura, a lo que se llama trastorno étnico. Como por ejemplo, en
los países subdesarrollados como la India y África donde el hambre es una
amenaza real y constante, puede considerarse a esta enfermedad como un
trastorno natural o étnico.
La pubertad y adolescencia es una etapa de significativos cambios físicos y
psicológicos en los que la construcción de la propia imagen cobra una gran
importancia. Las adolescentes se ven enfrentadas a un desarrollo físico sexual
contrario y desproporcionado en sus inicios, propio de la edad, que contradice la
cultura de la delgadez. Los jóvenes tienden a equiparar bajo peso con belleza, así
como éxito y aceptación social con delgadez, como ya mencionamos más arriba
como uno de los causantes de los trastornos de la conducta alimentaria. Si bien

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estos desórdenes se dan mayormente en la adolescencia, también puede


desarrollarse en la niñez, y según las estadísticas, la cultura de la delgadez está
ejerciendo mayor influencias en la mujer que en el hombre, entre un 10% y 15%
de los adolescentes del mundo padecen algún tipo de esta enfermedad
(desarrollados a continuación) de los cuales el 90% son mujeres y solo el 10%
varones.

Cabe mencionar que existen factores individuales, que son aquellos rasgos
característicos de las personas que sufren estos desórdenes. En primer lugar
algunas personas no son capaces de “funcionar” sin el apoyo de su familia o de
alguna persona que le sirva de modelo, en segundo lugar el miedo a madurar, en
los adolescentes es una época de muchos cambios, y el pensamiento de ellos
aún es abstracto, idealizado y radical y lo que implica un temor a convertirse en
adultos. En un tercer lugar se encuentra el déficits de autoestima, ya que las
mujeres presentan con más frecuencia niveles bajos de autoestima, que suelen ir
asociados a la aprobación de los demás y a la apariencia externa. Y por último, el
perfeccionismo y autocontrol: donde las personas que sufren trastornos
alimenticios piensan que quien no sea perfecto no llegará nunca a ser alguien y
una manera de conseguirlo es tratar con dureza su cuerpo.

Tipos de trastornos alimenticios en adolescentes


 Anorexia nerviosa (anorexia): Se caracteriza por una gran reducción de
la ingesta de alimentos indicada para el individuo en relación con su edad,
estatura y necesidades vitales. Esta disminución responde a una
resistencia a comer motivada por la preocupación excesiva por no subir de
peso o por reducirlo, por ello es que las personas que padecen anorexia
sienten un miedo real a engordar y tienen una imagen distorsionada de las
dimensiones y la forma de su cuerpo (como si el espejo engañara y hace
que la persona se vea gorda), por lo que no pueden mantener un peso
corporal normal. Normalmente la anorexia se inicia con el rechazo a
consumir hidratos de carbono, y sigue con las grasas, proteínas, e incluso

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en algunos casos a los líquidos, a esto se le puede agregar la utilización de


diuréticos, purgas y exceso de ejercicio físico.
 Bulimia nerviosa (bulimia): La bulimia es diferente a la anorexia, porque
la persona que la padece se ve normal, no evita comer delante de las
personas, pero lo que hace para evitar subir de peso lo hace a escondidas
de manera que es difícil que los cercanos se den cuenta, generalmente los
que la padecen comen en exceso con sensación de pérdida de control, y
luego lo compensa con vómitos inducidos, consumo abusivo de laxantes,
diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado. El
diagnóstico de esto se da cuando una persona recurre a los atracones y a
la purga de manera regular, al menos dos veces por semanas, durante
varios meses. Todo esto con el tiempo puede resultar peligroso, tanto física
como emocionalmente, y también puede conducir a comportamientos
compulsivos, a depresión, ansiedad e incluso al abuso de sustancias.
 Trastorno de atracón: Este trastorno es similar a los anteriores (porque la
persona se da atracones regulares) pero la diferencia es que en este caso
las personas no intentan “compensar” el exceso con purgas o cualquier
otro método, por lo cual, generalmente quien padece este problema tiene
exceso de peso.

¿Cómo Prevenir?
Los esfuerzos de prevención deben incluir a todos los actores y todos los ámbitos,
el hogar, la familia, las instituciones educativas y de salud, y la sociedad en
general.
Una manera de prevenir los trastornos en la conducta alimenticia es abordar la
variedad de los factores que causan esta enfermedad, como los problemas
físicos, emocionales y sociales. La familia puede ayudar junto con los amigos
estableciendo buenos ejemplos de alimentación y comentarios positivos sobre
distintas prácticas saludables. Dirigirse a profesionales de la salud y el estímulo
en busca del tratamiento es fundamental para la detección temprana, la
oportunidad de un diagnóstico precoz y la intervención para una recuperación
efectiva.

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Más adelante abordaremos la prevención desde las instituciones educativas, ya


que como futuros docentes debemos ser conscientes de que determinados
comportamientos o comentarios críticos sobre el cuerpo de los alumnos pueden
incrementar la preocupación por su aspecto físico y conllevar el inicio de una dieta
restrictiva que es la puerta de entrada de un trastorno alimentario.

La mirada desde el docente


Como mencionamos la anorexia y la bulimia son enfermedades mentales con
serias repercusiones físicas por lo que es muy difícil para la familia afrontar este
problema sola, y es aquí donde el papel de las instituciones educativas se vuelve
fundamental, ya que los hábitos alimenticios se pueden complementar en las
escuelas. Además, estos desórdenes generan consecuencias sobre el
comportamiento del individuo porque presentan dificultad a la hora de
relacionarse con los demás compañeros, por este motivo los trastornos
alimenticios son preocupantes para los docentes.
En el aula es conveniente trabajar con todos aquellos contenidos que puedan
ayudar al adolescente a desarrollar un mayor conocimiento de los alimentos para
que tengan mayor conciencia de cuáles son sus preferencias alimentarias. A su
vez, se debe trabajar intentando conseguir que los adolescentes consigan
identificar los componentes emocionales del acto de comer, identificando la
necesidad de cambiar con respecto a los actuales modelos alimentarios así como
desarrollar un mayor autocontrol para poder elegir la propia comida y disfrutar del
placer de comer, al margen de las presiones sociales.
Para el docente puede resultar difícil detectar la presencia de algunos de estos
trastornos en sus alumnos, un primer indicio que resultará llamativo es la pérdida
de peso significativo sin encontrar una causa que lo justifique. Además se puede
observar cambios en el comportamiento como por ejemplo una preocupación
excesiva por el ejercicio físico, una hiperactividad, el incremento de las horas de
estudio en disminución del tiempo utilizado para actividades lúdicas, una falta de
concentración y aprendizaje. También se pueden observar cambios en el carácter
como irritabilidad, retraimiento o aislamiento social.

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Si el docente sospecha de la existencia de alguno de los desórdenes es


aconsejable que se acerque al alumno interesándose por su estado tanto físico
como emocional, para lo que se deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:
 Puede que a la persona afectada le resulte difícil y conflictivo hablar del tema
y sobre todo puede llegar a negarlo.
 Hay que respetar a la persona en cuanto a la información que desea dar.
 Habrá que intentar ponerse en su lugar para entender cuáles son sus
miedos y preocupaciones.
 Hay que hacerle ver que comprendemos sus sentimientos y darle a entender
que nos preocupa, pero no manifestar una excesiva alarma.
 Si se considera apropiado comunicarlo a la familia, la persona afectada debe
saberlo previamente y, si es posible, debe estar presente cuando se cite a
los padres. Además, se le debe preguntar a la familia si ha observado
algunos síntomas físicos o psíquicos en sus hijos/as.

Como manifestamos, la intervención del profesor es esencial en la prevención,


son muchos los factores implicados en la aparición de estos trastornos y su
prevención nos corresponde a todos los actores sociales. Los educadores tienen
la función de promover en el adolescente la formación de un juicio crítico frente a
las imposiciones sociales, enseñarles a valorar su propio cuerpo y todas las
posibilidades que éste ofrece, ayudarles a desarrollar una idea ajustada de sí
mismos, que reconozcan sus capacidades y también sus limitaciones como
personas, incentivarlos en la elección de metas más realistas, de acuerdo con
sus posibilidades físicas y emocionales y transmitir la importancia de saber
aceptar errores, soportar y tolerar las frustraciones. Quienes se encargan de la
educación del alumno también tienen un papel importante en la detección precoz
de estos trastornos, observando los comportamientos y los cambios emocionales
y de aspecto físico que puedan hacer pensar en un problema de alimentación.

En cuanto al tratamiento de esta enfermedad, existen diferentes abordajes


psicoterapéuticos dentro de los cuales se encuentran como valiosas las técnicas
grupales psicodinámicas y las cognitivo-conductuales, combinadas con

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entrevistas individuales, familiares, reuniones multifamiliares y tratamiento


psiquiátrico en caso de ser necesario.

Kiosco saludable en las escuelas


Una alimentación saludable en el hogar debe complementarse con los alimentos
que los niños consumen en la escuela. No siempre es fácil que los adolescentes
se alimenten con comidas que les resulten agradables y saludables en el ámbito
escolar, sobre todo cuando existen kioscos dentro de las escuelas, por las altas
preferencias hacia las golosinas en la elección de los adolescentes.
A nivel Nacional, se sanciona la Ley 26.396/08, focalizada en los trastornos de la
conducta alimentaria (obesidad, bulimia y anorexia nerviosa) y la incorporación de
la Educación Alimentaria Nutricional (EAN) en el sistema educativo, en todos sus
niveles. Como así también, en medidas que fomenten la actividad física y eviten el
sedentarismo. La normativa dispone la promoción de un ambiente escolar
saludable, la implementación de kiosco saludable, el desarrollo de estándares
alimentarios para garantizar que los comedores escolares y los planes
alimentarios nacionales velen por los aspectos nutricionales de la población
atendida. Para esto se pone especial énfasis en la corrección de las deficiencias o
excesos de nutrientes, atendiendo las particularidades de la cultura alimentaria
local. Cabe destacar que, ésta es la única Ley Nacional que propone la
implementación de kioscos saludables en las escuelas (Artículo Nº9), ampliando
la oferta de alimentos de mejor calidad nutricional.
La ley fue sancionada y reglamentada en el año 2008, el artículo Nº9 fue
incorporado al año siguiente. Sin embargo pasaron ocho años y aún no fue
reglamentada. De todas maneras, la mayoría de las provincias y ciudades tienen
sus regulaciones sobre kioscos y comedores saludables.

A modo de cierre…
Según lo investigado, podemos decir que la bulimia, anorexia y los trastornos de
atracón son enfermedades psicológicas que surgen mayormente por la presión de
la sociedad y la publicidad. Esta última afecta mucho ya que existe una gran

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demanda a que todas las mujeres luzcan más delgadas, por lo que una persona
con sobrepeso no es aceptada.

En cuanto a los kioscos escolares saludables son importantes ya que promueven


el consumo de alimentos nutritivos, haciendo partícipe de esto a todas las
personas que se encuentran en la institución, mejorando a su vez los hábitos
alimenticios, ya que una apropiada alimentación permite a los niños y
adolescentes desarrollarse adecuadamente.

Frente al incremento de estos trastornos consideramos que tenemos la necesidad


y responsabilidad de promover estilos de vida saludables, así como de mejorar los
hábitos alimentarios de niños y adolescentes. Es por esto que el compromiso de
la comunidad educativa, padres y profesionales de la salud debe ser primordial.

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Bibliografía
(s.f.). Obtenido de http://infogen.org.mx/trastornos-de-conducta-en-la-alimentacion/

(s.f.). Obtenido de • https://padresliceosorollab.wordpress.com/2011/03/13/los-padres-frente-a-


los-trastornos-alimenticios/

Maganto, C., & Cruz, S. (s.f.). La imagen corporal y los trastornos alimenticios: Una cuestion de
género. Obtenido de http://www.sc.ehu.es/ptwmamac/articulos/14a.pdf

Quiroga, S. (2009). Prevalencia e incidencia en la actualidad:Trastornos de la conducta


alimentaria. Buenos Aires: Encrucijadas nº46.

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