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El Sonido y la Luz influyen toda área de la vida. ¿Cómo respondamos a estas dos
grandes fuerzas universales condicionará una gran parte de nuestra salud y felicidad. Es,
entonces, esencial aprender a usar el sonido y la luz más sabiamente, de modo que sus
energías puedan fluir de nosotros y en nuestro medio ambiente, colmando la vida con
alegría, vitalidad y clara dirección.
Nos llegan historias sobre cuán sensitivos y hábiles eran los antiguos para usar la
música como arte de curar. Para ellos la música era no sólo una forma de
entretenimiento, sino también una fuente de salud, conteniendo acordes de ritmo y
melodía que armonizan y reequilibran el organismo humano, eliminando sus impurezas.
Sabemos por Manly Hall, prolífico escritor sobre tradiciones esotéricas, de un incidente
en la antigua Grecia, cuando un hombre iracundo atacó a un enemigo, blandiendo su
espada, listo para matar. De súbito, un “sabio pitagórico”, dándose cuenta de la
situación, produjo un acorde en su lira. Instantáneamente cesó toda ira y odio en el
supuesto atacante y se volvió manso como un cordero.
Poder Terapéutico
Según estos ejemplos, está claro que los antiguos sintieron el poder y el valor de la
música bella, y supieron cómo usarla para promover armonía y bienestar en su vidas.
Del mismo modo, hoy podemos redescubrir la potencia terapéutica y espiritual de la
gran música. En mi labor como docente, abogado y ministro, pude observar muchas
situaciones donde la música ha sido un poderoso factor para el cambio y mejora de las
condiciones. Ciertos fragmentos de música, tocados oportunamente y con buen gusto,
han ayudado a profundizar la comprensión y la comunicación en muchas relaciones.
Estas selecciones musicales, sonando a través de las personas, han ayudado
favorablemente a alterar el ritmo cardíaco y el sistema nervioso, provocando mayor
relajación, actitudes más constructivas y una disposición para escuchar y ser receptivos
a las nuevas disposiciones. Recuerdo varios pacientes en clínicas que se sentaban inertes
e insensibles en sus asientos hasta que cierta música les llegaba. Entonces, súbitamente,
comenzaban a moverse, a batir palmas, a sonreír, a tararear, cantar, hablar entre sí y a
llevar el compás con los pies. Una simple pieza de música, cuidadosamente tocada,
puede alterar toda la atmósfera y conducta en un lugar. Estas experiencias y otras
parecidas tienen un valor inmenso para nuestras vidas. Hablan en nuestros momentos de
estrés y desafío, y señalan el camino para un redescubrimiento de las energías sanadoras
de la música excelente y cómo podemos usar la música para incrementar la armonía y la
claridad en nuestro ambiente de trabajo, nuestras casas, nuestro momento de ocio o en
cualquier otro sitio en que estemos. Uso la palabra sanación, curación, para sugerir
equilibrio e integración de todos los ingredientes de la personalidad. La música,
sabiamente usada, puede ayudar a despejar y purificar el cuerpo, las emociones y los
modos de pensar. La música puede también abrir para el oyente nuevas dimensiones
espirituales de fortaleza dentro de sí y en su alrededor. He hallado que la gran música
siempre es inspirada. A su modo, es inmortal; su incomparable esencia sobrepasa los
gustos y preferencias personales, de modo que fluye a través de los oyentes como un
fluido de vida, logrando acceso y abriendo puertas donde fracasó todo lo demás. A
menudo la gran música influye terapéuticamente en las personas, a pesar de
condicionamientos, opiniones o experiencias previas. Finalmente, la música que es
verdaderamente inmortal, que es más grande que su estilo particular o que el período
histórico en el cual fue compuesta, transmite una duradera esencia que habla a cada
generación.
Mayor Armonía
Todos hemos sido creados iguales, pero nacemos en cada época con diferentes
temperamentos, personalidades e inclinaciones para armonizar. Aprendiendo a elegir
nuestra senda con discernimiento
y compartiendo recíprocamente con los demás, nos movemos hacia una más plena
expresión de la Divina Presencia, llenando nuestro carácter personal. A menudo
podemos sentir la Luz en el centro de nosotros y más allá de nosotros, la que inunda
nuestras zonas oscuras y corrige nuestros desequilibrios. Determinadas piezas de música
notable, volcando en nosotros sus energías curativas, ayudan a acentuar la Luz; ellas nos
hacen recordar que nos enfoquemos en lo mejor de nosotros, lo cual es de Dios,
mientras nos ocupamos de otras áreas que necesitan corrección y ser dominadas. Buscad
la música que aumenta vuestro bienestar y transforma la fealdad y el caos. La música
puede conducirnos a actividades y horizontes de conciencia que son bellos como
vuestros mayores sueños y metas en la vida.
La Música y Vosotros.
¿Cuán profundamente sentís la música?, ¿Cuánto de vosotros dais? Cuanto más deis de
vosotros a la música que estáis experimentando, más vibraciones de poder energético
resonarán a través vuestro. Si os acercáis a la gran música con un corazón abierto, una
mente dispuesta y un cuerpo relajado, ella ingresará en vosotros y os renovará. La
música grande aporta corrientes curativas y cargas eléctricas, pero éstas no pueden
entrar y revitalizaros si estáis distraídos, tensos y resistentes, críticos, impacientes, no
gratos o mal preparados. Debido a que nuestra armonía es imperfecta y estamos
dispersos, a veces perdemos las mejores cosas en la vida. Un poeta ha escrito: “Los
Ángeles vienen a visitarnos, y nos enteramos sólo después que se fueron”. Si os tomáis
tiempo para prepararos para vuestra música, ella actuará a través, y no tan sólo
alrededor de vosotros. Poneos en una posición confortable, en vuestra silla (sofá o
cama) favorito, o extendidos en el piso. Si estáis en el exterior, sobre la hierba o contra
un árbol preferido. Usad diez claves para obtener una experiencia musical más
significativa.
1. Calmarse durante un minuto. Hablar al cuerpo; decir a cualquier parte tensa que se
relaje. Hablar a los sentimientos; decirles que se calmen. Hablar a la mente; que se
libere de pensamientos ansiosos.
4. Liberar todas las tensiones en la música. Sentir a esa música liberándose de toda
negatividad y tensión. Siempre que se sienta una obstrucción en uno, buscar una salida.
Respirar profundamente, recibiendo a la música. Aflojarse completamente.
5. Sentir que la música nos abraza y colma. Dejar toda necesidad de dominar o de
controlar la situación.
Abrirse a la curación, revitalizando las corrientes de melodía que están entrando en uno.
Ir dentro del sonido.
El Entorno
Incluso antes de oír la primera nota, tiene gran importancia dónde se oirá la música.
Tomar el tiempo necesario para preparar el medio ambiente más ventajoso para las
experiencias musicales. He aquí cuatro sugerencias que ayudarán:
2. Que la música sea puesta en un lugar tranquilo. Que sean mínimos el ruido y las
distracciones externas. Apagar la T.V., evitar fuertes zumbidos de las instalaciones
eléctricas. Que la música surja del silencio, o que se oiga la música de la naturaleza. Ser
sensitivos a los sonidos de la lluvia, de los bosques, corrientes, vientos, océano, pues
éstos se combinan con las melodías musicales para elevarnos y ligarnos con lo Eterno.
Hallar el volumen particular que sea mejor.
3. Comprar un buen equipo. Buscar un sistema estéreo o de sonido con parlantes que
produzcan la música con tono claro y mínima distorsión. Confiar en el propio oído.
Considerar distintos sistemas de parlantes antes de decidir la adquisición. No comprar,
necesariamente, por la marca de fábrica o por la propaganda. Para aumentar el valor
terapéutico, no ser críticos de la música que se está sintiendo. Un oyente quisquilloso no
se elevará. Elegir grabaciones con las que se pueda vivir, y amarlas incondicionalmente
por todo lo que pueden ofrecer. Poner de relieve los tesoros de la música, no los
defectos. Oír detrás de las notas las insinuaciones, las melodías más espléndidas, y los
arquetipos que el compositor pueda haber “oído” y mantenido con vida. Conmoverse en
los silencios entre las notas. Tal actitud de sinceridad y gratitud ampliará el campo y la
profundidad de las experiencias musicales que llegan a uno. En una atmósfera de gozosa
aceptación, las vibraciones curativas de la música grande pueden ingresar mejor y
aportarnos los mayores goces y elevación posibles.
a máquina. Otras selecciones afectarán más los sentimientos y emociones. Tal vez cierto
aire o canto nos hará gritar, mientras que otro producirá mayor devoción, determinación
o aun enojo. Otra selección de música puede apelar principalmente a nuestra mente,
inspirándonos con una nueva idea, sembrar pensamientos de claridad y creatividad.
Finalmente hay piezas musicales que penetran a través de todas las capas externas. Esta
clase de música habla directamente al corazón y al alma, haciéndonos recordar de
nuestra total, divina conexión y más elevada individualidad en Dios. Como regla,
diferentes instrumentos afectan partes particulares de nuestra constitución, como sigue:
1. Cuerpo Físico - cobres, percusión, sonidos fuertes de notas bajas; música electrónica
(la mayor parte de ella).
3. Mental - cuerdas.
Buscar la especie de música que uno necesita para equilibrar y despertar todo en uno.
Descubrir los momentos y secuencias en los cuales es más apropiada una cierta
selección musical.
emociones (Agua). Estas fuerzas vitales son poderes potencialmente presentes en cada
uno de nosotros, en diferentes combinaciones y proporciones.
Hallarse a uno mismo en los cuatro elementos como están descritos. Tal comprensión
puede ayudarnos a comenzar a liberar más de nuestros talentos y potencialidades
inherentes a través de estos canales para la Luz, a desarrollar nuestras fuerzas y a
trabajar sobre nuestras debilidades y zonas oscuras. Usar la música, también, para
cultivar y activar la expresión de nuestras energías, cuando surgen de los cuatro
elementos.
Efectos de la Música
La música puede cambiar nuestro mal humor, darnos energía, elevarnos a alturas
espirituales. Los sonidos cotidianos también nos afectan. Consideremos durante unos
pocos minutos hasta qué grado los sonidos influyen en nuestra vida. ¿Qué clase de
sonido predomina entre los que se producen en torno de nuestro hogar y en los
alrededores del lugar en que trabajamos? ¿Cuántos de estos sonidos nos son agradables?
¿Cuáles nos dan más energía, y qué sonidos entre los que oímos cada día son confusos,
estrepitosos, caóticos o agotadores? El psiquiatra James E. Johnson en su libro
"Liberarse de la depresión" recomienda la música saludable pero advierte contra los
efectos adversos del rock-and-roll, que él considera una mascarada como música. Halló
que los ritmos (beats) de esta clase de música contribuyen peligrosamente a la depresión
y a la hipertensión.
Cada día de nuestra vida es importante y contiene muchas oportunidades nuevas para
desarrollarnos. En cuanto más creativa y receptivamente podamos ver nuestra vida
menos posible nos será sentirnos aburridos o derrotados. Con el fin de estar preparados
para tantas oportunidades como sea posible, planeemos y simplifiquemos nuestro día.
Determinar la cantidad de rutina necesaria para sentirnos seguros, y cuánta variedad y
espontaneidad podemos manejar. La música, apropiadamente seleccionada, nos ayudara
a obtener estabilidad, variedad y las oportunidades creadoras que necesitamos. Bellas
melodías, cuidadosamente elegidas de acuerdo con nuestro plan, ayudará a
concentrarnos y a enfrentar el estrés con fuerza.
Despertando
En su libro, muy informativo, "El Médico Prescribe Música", el Dr. Edward Podolsky,
habla sobre el valor de la música durante nuestras comidas. De acuerdo con él, poner
bella música mientras comemos ayuda a la digestión, estimulando verdaderamente los
procesos digestivos y ayudándolos a funcionar mejor. Menciona un fascinante
descubrimiento científico, que el nervio principal del tímpano (oído medio) termina en
el centro de la lengua y se conecta con el cerebro, reaccionando de igual forma a las
sensaciones de gusto y de sonido. Este es un apoyo científico de que la buena comida y
la buena música van juntas. No es algo accidental que en las antiguas culturas los
músicos de la corte tocaran mientras la nobleza estaba comiendo. Aun hoy la bella
música, tal como las melodías del violín, guitarra o arpa, que se oyen en restaurantes,
nos relajan, haciéndonos sentir bien, y ayudando a nuestras funciones corporales a
actuar mejor, reaccionando favorablemente sobre las glándulas y nervios. La música es
el mejor antídoto para los trastornos que sobrevienen durante las comidas. Cuando hay
música se produce un mayor flujo de jugo gástrico. Esto actúa como sistema irrigante.
La comida se digiere así correctamente, pasando del estómago al duodeno a través de un
píloro bien abierto. Al elegir música para las comidas evitar los bronces y los tímpanos.
Seleccionar música no pesada ni de elevado volumen; evitar los grandes contrastes,
porque los ritmos de contrapunto pueden interferir en una grata digestión. Elegir música
alegre que sea suave y ligera (especialmente de flauta y de arpa), sin profundo
contenido emocional o intelectual. Tener música simple en todas las comidas.
Insomnio
Los niños, especialmente los de muy corta edad, han venido a esta encarnación con
hilos de memoria de los Reinos de la Luz que hace tan poco dejaron con el objeto de
venir a la tierra. Con bella música, acertadamente elegida, podemos ayudar a nuestros
niños a entrar pacíficamente, con menos interrupción, a esta vida. Y, como resultado del
entorno más encantador, más acogedor con que proveemos a nuestros niños, éstos
permanecerán ligados en forma más consciente con la Eterna Presencia que los rodea.
Los niños son sensible a los sonidos que ingresan primero a sus psiques.
Es prudente evitar tantos sobresaltos como sea posible en el mundo de hoy lleno de
tensiones, en nuestra vida y en la de nuestros niños. Del mismo modo que la cálida voz
del padre, o amigo, solícito, los alentará, la música bella les infundirá esperanza, ánimo
para afrontar los desafíos, confianza y un sentido de bienestar. Verdaderamente los hace
sentirse más a gusto en la tierra.
Nuestros hijos merecen ser bañados en música hermosa y melódica; la mejor que
podamos hallar para ellos. Especialmente cuando son muy pequeños, deberemos evitar
sonidos estresantes, estruendosos, metálicos. Cuando sean mayores podremos ver que la
música con ritmo más definido puede ayudar a dirigir y motivar sus energías. Cierta
música bella y muy rítmica, como una sinfonía de Haydn, a menudo los ayudara a
concentrarse en sus tareas escolares, mientras que otros sonidos caóticos harán que
pierdan concentración y los pondrán nerviosos.
La Magia de la Orquesta
¡Qué hay más hermoso que un encantador momento en la naturaleza, una profunda
amistad, o los sonidos de una orquesta de cien instrumentos haciendo música!. Uno de
los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos es familiarizarlos con los sutiles
sabores, tonos y esencias de los diferentes instrumentos de la orquesta. Cuando
tengamos tiempo de hacer música para ellos, ya sea “en vivo” o por medio de
grabaciones, observar que sonidos, ritmos, melodías y armonías los impresionan más,
Podemos reconocer más claramente sus necesidades cuando aprendamos a percibir sus
gustos musicales.
Bodas
Presencias y mucho poder espiritual. Los buenos amigos irradian amor y cálidos deseos
para un matrimonio armonioso y productivo. Cuando comienza la ceremonia el poder se
incrementa. La bella música crea armonía en los participantes y da el tono a todo el
acto. Tal vez durante la ceremonia la pareja desee una pieza favorita de música
espiritual, cantada o tocada. Más tarde, cuando los concurrentes se están retirando, una
animada música llena a cada uno con un sentido de finalidad y promesa de unidad en el
futuro. La parte final nos permite a todos los que estamos presentes “bajar” nuevamente
hasta el presente, trayendo nueva alegría y dedicación a nuestras propias relaciones. A
menudo sentimos el poder de las presencias angélicas que sellan a la pareja en áurica
unión durante sus promesas. Debido al significado espiritual del matrimonio, es
necesario elegir la música atinadamente. Deben evitarse cuidadosamente
Nacimiento
Venimos desde la Luz, y retornamos a la Luz. Los grandes opuestos de la vida son el
nacimiento y la muerte, no la vida y la muerte. Cuando una madre concibe y comienza a
formar un feto para el alma atraída a la encarnación a través de ella, es muy importante
cultivar una bella atmósfera para el alma que viene. El ambiente hogareño limpio,
agradable, con brillantes colores y pinturas, permitirá que la Luz impregne a la familia,
a través de las ventanas y a través de la conciencia de los habitantes de la casa.
Una vez más, la música hermosa puede ayudar a preparar el camino para el niño que
viene y además eleva la atmósfera en el hogar.
Transición
Cuando nos llega la hora nos despedimos de nuestros cuerpos para retornar a las
mansiones de la Luz, más grande, de Dios. Hay continuidad individual; sólo nuestra
capa (el cuerpo físico),es dejada atrás. Cuando estamos en transición necesitamos
nuevamente la clase de acompañamiento musical que se armoniza con el Silencio y
despeja nuestra entrada a la Luz celestial. En un funeral o ceremonia de recordación es
esencial tocar música que producirá vibraciones de liberación gozosa y un no
accidentado viaje hacia la otra orilla, donde nos esperan ángeles, seres queridos y
grandes mensajeros
de Luz. Que la jubilosa música ascienda hacia los hermosos, ilimitados horizontes de las
luminosas moradas de Dios, preparadas para nosotros. Al elegir la música para el
momento del deceso de una persona, seleccionar melodías que inspiren, eleven y
despejen la atmósfera. La muerte de un ser querido debería ser un momento de dicha,
pues se libera hacia una dimensión de la vida mucho más grande y bella. Hacer sonar
música que celebre la transición del ser querido como una verdadera graduación y
victoria. Evitar a toda costa cualquier música triste, agobiadora o artificialmente
sentimental: el velo entre este mundo y el próximo es muy tenue. En toda ceremonia
fúnebre o en memoria, elijamos la música que afirma estos pensamientos, escritos por
una maestra espiritual, la Reverenda Flower A. Newhouse, en su libro “Speak the
Word” (pág. 88): “La vida es infinita, inmortal, inagotable y eterna. Llega a ser cada vez
más útil, refinada u majestuosa cuando nuestros grados se acercan y se completan. Con
el tiempo, finalmente, la Tierra no tendrá nada más que enseñarnos, de modo que no
habrá necesidad de que retornemos.
Música Angélica
Somos asistidos por aquellos que están más altamente evolucionados que lo que
estamos en esta etapa de nuestro desarrollo. Tal grupo de ayudantes abiertos a nosotros
lo constituyen los ángeles.
sanadora de Dios. Estos grandes seres enfocan renovadoras energías en los hospitales,
hogares, lugares de trabajo, escuelas y en todos los lugares que están receptivos y
necesitados. Otros mensajeros inspiran a la humanidad a través de la belleza y la alegría
de las artes creativas. Hay jubilosas armonías y sonidos melodiosos que los ángeles
ayudan a hacer converger en nuestro alrededor, y oiremos esta música de las esferas
cuando podamos llegar a estar más centrados y armonizados en la Luz. Ángeles que
vigilan y ángeles guardianes permanecen cerca de nosotros, alentándonos a vivir vidas
más valiosas, dedicadas a la Verdad y al amoroso servicio inegoísta. Nuestra conciencia
no está limitada al tiempo. En cualquier momento, “a través de la inspiración y la
desesperación”, podemos entrar en armonía con la Luz, la que nos capacita para recibir
aportes de muchas formas desde fuentes superiores. Así ocurre con muchos de los
grandes compositores. En medio de muchas obras excelentes, parecen haber tenido esos
momentos de especial inspiración.