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Algunos lo
hacen acompañados de sus padres y otros por el contrario solos. Este hábito suele ser muy
normal en la mayoría de las familias pero, ¿sabías que la televisión puede influir en tu hijo/a?,
¿sabes si se realiza un buen uso de ésta en casa?
Muchos padres y madres no son conscientes de que la televisión puede influir en sus hijos
tanto de forma negativa como positiva. Por ello, es importante que estemos informados para
sacarle todo el provecho a sus beneficios y evitar los posibles efectos negativos que pueda
tener para el menor.
Los adolescentes y niños de la mayoría de los países pasan mucho tiempo delante de un
televisor, mientras que dedican muy poco de su día a día a realizar otras actividades. La
segunda actividad a la que dedican más horas es a dormir, e incluso pasan más horas viendo la
televisión que en el colegio (Altable, Fernández y Herranz, (2000).
Los menores no sólo ven los programas infantiles que existen en la televisión dedicados
enteramente a ellos, sino también a otros que se desarrollan en horarios que no son los
infantiles. Según la AAVV(2001) citado en del Valle (2006) un 40% de los menores pasa dos
horas diarias delante del ordenador, mientras que un 18% la ve hasta cuatro horas todos los
días.
Otros estudios como el que se presenta en COMFER (2004) citado en del Valle (2006),
basándose tanto en la pirámide social como en la económica, señala que no son sólo dos horas
al día sino tres.
Según este estudio sólo el 23% de niños ven dos horas diarias la televisión, mientras que el
47% la ve más de dos horas y menos de cuatro. Por otro lado, el 23% está sentado delante de
este aparato más de cuatro horas y menos de ocho todos los días, mientras que un 7% la ve
más de ocho horas diarias.
¿Pero a qué puede ser debido estas cifras? Según los datos expuesto en CIS (2002) un 40% de
los padres le compra a sus hijos desde muy temprana edad una televisión. Por lo que la
facilidad que encuentran los menores para ver la televisión tal vez se encuentre en que
disponen de una propia en su cuarto, esto hace que puedan hacer uso de ella cuando quieran
sin tener que pedir permiso a nadie y por ende que no se pueda controlar lo que ve ni cuándo.
Ventajas y desventajas de la televisión en los niños
Basándonos en los datos que hemos expuesto anteriormente es indudable por tanto hacernos
la siguiente pregunta ¿influye la televisión en nuestros hijos? y si es así, ¿cómo es capaz de
repercutir en ellos?.
El sistema televisivo nos brinda una multitud de posibilidades que pueden y deben ser
aprovechadas por la sociedad. A continuación vamos a ver algunas de las ventajas que existen
de la televisión en los niños:
Función informadora. La televisión permite a las personas que expresen sus puntos de vista
referente a un tema en concreto, por lo que de forma sutil también nuestros hijos pueden
aprender gracias a la televisión. Es decir, puede incidir en la formación de creencias, lenguajes
y conceptos de una persona, éstas son las herramientas que solemos utilizar para interpretar
el mundo que nos rodea.
Permite relajar a los niños. Gracias a las series de televisión o programas para niños, en
ocasiones nos puede resultar fácil relajarlos pues algunos incorporan canciones que los calma,
o incluso les permite distraerse y quedarse quietos sentados.
Proporciona un tiempo de unión en la familia. Se puede poner como norma que se vea la
televisión en un horario donde todos los miembros de la familia puedan, de forma que así se
pueda controlar lo que nuestro hijo ve, esto hace que se fomenten los lazos de unión y de
comunicación en el seno familiar.
Abuso de la televisión. Según los datos que expusimos en el primer apartado, existen muchos
niños que pasan muchas horas delante de la televisión, ya sea en presencia de los padres o
solo. Esto puede afectarles en su desarrollo y crearles sentimiento de adicción, que cuando es
a la televisión se le denomina tele-adicción.
Transmisión de valores negativos para los niños. Anteriormente, hemos expuesto que la
televisión es una fuente de aprendizaje para los menores, sin embargo no siempre esa
formación que transmite es la adecuada. Ésta puede transmitir a los niños valores como: el
machismo, el egoísmo, que pueden conseguir lo que desean con poco esfuerzo o incluso tomar
como modelos de conducta a personas o personajes que no son recomendables para su edad.
Puede causar problemas de atención. Los niños/as corren riesgo de padecer alteraciones en el
desarrollo de la atención así como retrasos debido a una exposición larga a la televisión (del
Valle, 2006). Por ello, es importante que tengan un horario diario que controle el tiempo que
pasa viendo la televisión.
Una exposición prolongada puede afectar a sus estudios. Como padres tenemos que controlar
el tiempo que nuestro hijo/a pasa delante de la televisión, ya que puede afectar a su
rendimiento escolar de forma negativa (Río y otros, 2003). Es muy común que los niños pasen
muchas horas sin supervisión y se olviden de que tienen que hacer deberes, o no descansen
adecuadamente porque se acuestan tarde viendo programas.
Puede producir problemas físicos. Debido al gran tiempo que pasamos delante de la televisión
podemos presentar problemas físicos. Según el estudio de Gómez Alonso (2002) un 17,8% de
los niños que suelen ser telespectadores activos presentaban desviación raquídea muy
superior a la de los niños/as que no tienen la costumbre de ver tanto la televisión. Esto se debe
a la vida tan sedentaria que pueden tener los menores a causa de la televisión.
Ver la televisión con nuestros hijos es una buena actividad para sacar provecho a diferentes
programas que ve y así hacerte una idea de si es apropiado o no. Esta acción también te puede
servir para pasar un buen rato con él y conocer sus gustos televisivos.
Tenemos que poner límites al tiempo que pasan ante la televisión tanto diariamente y a la
semana, ya que un uso excesivo puede afectarle negativamente tanto física como
mentalmente tal y como hemos expuesto anteriormente.
Hay que apagar la televisión cuando se está comiendo y/o estudiando. Si comemos con la
televisión encendida no favoreceremos la comunicación familiar. Tampoco dejaremos que
nuestro hijo estudie adecuadamente si escucha la televisión de fondo (Muñoz, 2004).
No visionar programas que no sean adecuados para el menor en casa. Siempre que se pueda
es importante que se impida que el menor vea programas que no son acordes a su edad.
Tenemos que recordar que la televisión transmite valores negativos y modelos de conductas
inapropiadas que el menor puede interiorizar.
Despertar el interés por programas educativos. Nuestros hijos verán los programas que
nosotros veamos, por ello tenemos que motivarles a que vean programas educativos o que
enseñen valores apropiados para su edad.
Explicarles la diferencia entre lo que es realidad o no es una buena forma de hacer al niño
consciente de que no todo lo que ve en la pantalla es verdad. Esto hará que el niño se dé
cuenta de que en la vida real y en diferencia al ficticio, toda acción tienen unas consecuencias
(Silva, 2002).
Por último, es recomendable que discutamos con nuestros hijos sobre los anuncios que ven en
la televisión con el fin de que sepan identificar las exageraciones que existen y los valores
apropiados o no que transmiten (Muñoz, 2004).
Conclusiones
Debemos de tener presente que puede influir tanto negativamente como positivamente en los
niños es decir, este medio de comunicación tiene ventajas y desventajas en los menores.
Sin embargo, en muchas ocasiones es posible que no nos demos cuenta de las desventajas que
existen con el uso de este medio ni de los efectos que puede causar en el desarrollo físico y
mental de nuestros hijos.
Como padres y madres debemos de ser conscientes de esta información con el fin de educar a
nuestros hijos para que ejerzan un buen uso de la televisión y puedan enriquecerse de los
múltiples beneficios que brinda creando o siguiendo por ejemplo, unas sencillas pautas en el
hogar.