Trabajo Práctico

“Tres Ensayos de Teoría Sexual”

Alumna: Aquilino Malanca, Martina.

1. ¿Qué es pulsión?
La pulsión es una fuerza (libido) constante que busca satisfacción. Y aun alcanzando la
satisfacción, a fuerza continúa operando.
La pulsión es un concepto límite entre lo somático y lo psíquico, su expresión en lo psíquico
es su representación. Y constituye también a la pulsión un aspecto cuantitativo que es la
cantidad de exigencia de trabajo para la vida psíquica, por tratarse esta cantidad de una
fuerza constante (libido). La pulsión es una fuerza del interior del cuerpo.

2. ¿Cuál es la diferencia de estímulo y pulsión?

El estímulo se diferencia de la pulsión, porque se trata de una excitación proveniente del
exterior, y por lo tanto podemos escapar de esa excitación.

3. ¿Qué es la fuente de la pulsión y cuál es su meta?

La fuente de la pulsión está en la excitación que proviene de un órgano del cuerpo. Y la
meta o fin de la pulsión es hacer desaparecer la excitación de dicho órgano o fuente.

4. ¿Qué es la zona erógena? Ejemplificar

La zona erógena es la zona o parte del cuerpo (órgano) donde se produce la excitación
sexual, constituyéndose predominantemente en erógena al cobrar una significación sexual.
Por lo general estas zonas o partes del cuerpo son los orificios del cuerpo: boca, ano,
genitales, ojos y piel.

5. ¿Qué es el objeto sexual?

En un primer momento, el niño no necesita del objeto sexual para satisfacer su pulsión
sexual, predominando sí, las zonas erógenas. Sin embargo, la vida sexual infantil también
se orienta hacia un objeto sexual exterior. De esta naturaleza son las pulsiones parciales
de ver o de contemplación, de exhibición y crueldad, que más tarde se enlazan
estrechamente con la vida genital. El niño carece de vergüenza y pudor, encontrando placer
en mostrar su cuerpo desnudo, especialmente los genitales y también muestra curiosidad
por ver los genitales de otras personas.
La capacidad de compadecerse y la inhibición para frenarse ante el dolor del otro aparecen
más adelante, enlazándose esto con las pulsiones crueles y las erógenas y es por esto que
debe evitarse el castigo corporal.
A través de la lectura, infiero que el objeto de las pulsiones parciales (sexuales), no es
imprescindible ni está determinado, como en el instinto o en las necesidades biológicas.
Puede tratarse de una persona, de una parte del cuerpo (boca, ano, genitales), por lo que
las pulsiones sexuales parciales son autoeróticas (chupeteo)

6. ¿Cuál es la meta sexual desde el psicoanálisis?

La meta o fin de la pulsión es la desaparición del estímulo, o sea, la satisfacción y está en
relación a la zona erógena, donde nace la excitación.

7. ¿Cómo se conoce y manifiesta la resistencia de una pulsión sexual?

Los síntomas son un sustitutivo de tendencias y aspiraciones que toman su fuerza de la
pulsión sexual. En la histeria por ej, la represión sexual es excesiva, dando lugar a un
aumento de las resistencias contra la pulsión sexual: vergüenza, asco, moral, aversión o
rechazo a pensar en cuestiones sexuales al extremo de mantenerse en la ignorancia
sexual. Hay un poderoso desarrollo de la pulsión sexual, coexistiendo con una poderosa
repulsión o resistencia por lo sexual.

8. Explica: "entre el esforzar de la pulsión y la acción contrarrestaste de la

desautorización sexual se sitúa el recurso a la enfermedad; esta no da una solución
al conflicto, sino que es un intento de escapar a él mudando las aspiraciones
libidinosas en síntomas".
Freud sostiene que el psicoanálisis posibilita que entendamos la pulsión sexual, estudiando
lo que ocurre en las personas que se aproximan a lo normal (psiconeuróticos: histeria,
neurosis obsesiva, “neurastenia”, dementia praecox y paranoia). Estas psiconeurosis se
asientan en fuerzas pulsionales de carácter sexual. La pulsión sexual no sólo sirve a los
fenómenos patológicos; pero es la única fuente energética de las neurosis. De allí que la
vida sexual de los neuróticos se exterioriza en forma exclusiva, predominante o parcial. De
allí que los síntomas son la expresión de la vida sexual de los enfermos.
Los síntomas se forman cuando la represión impide a una serie de procesos, tendencias,
deseos y afectos, su normal descarga por medio de la actividad psíquica consciente.
Retenidos en estado inconsciente, intentan expresarse, descargarse sin perder su
intensidad. En la histeria por ej, por medio de la conversión, en síntomas somáticos.
Gracias al psicoanálisis, se pueden reducir de nuevo estos síntomas a representaciones
afectivas conscientes y comprender la naturaleza y el origen de estas formaciones
psíquicas anteriormente inconscientes.
Entonces, entre el esforzar de la pulsión y la acción contrarrestante de la desautorización
sexual, se sitúa el recurso a la enfermedad, ésta no da una solución al conflicto, sino que
es un intento de escapar a él, mudando las aspiraciones libidinosas en síntomas. El
psicoanálisis demuestra así, que el componente sexual del conflicto, es el que hace posible
la aparición de la enfermedad, privando a los procesos psíquicos de su tramitación normal.

9. ¿Cuál es la relación que tiene con la perversión?

Los síntomas son la expresión de pulsiones que se considerarían perversas si se
exteriorizaran directa y conscientemente, a través de fantasías y actos. Por lo tanto los
síntomas se originan a costa de una sexualidad anormal. Freud afirma: la neurosis es el
negativo de la perversión.
Las fantasías conscientes de los perversos, pueden transformarse en actos y en la base de
los síntomas histéricos pero a nivel inconsciente, se encuentran las mismas fantasías.
Es por esto que:
a) todos los neuróticos tienen tendencia a la inversión y a la fijación de la libido en personas
del mismo sexo. En el caso de hacerse manifiesta, se presenta la homosexualidad.
b) En el psiquismo inconsciente de los psiconeuróticos actúan como agentes de la
producción de síntomas todas las tendencias de trasgresión anatómica, en particular
aquellas que elevan las mucosas anal y bucal a la categoría de genitales.
c) Las pulsiones parciales son formadoras de síntomas y aparecen en pares opuestos: la
pulsión de ver y la de exhibición, la de crueldad activa y pasiva, amor y odio, ternura y
hostilidad.