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LA IMPORTANCIA DE LA ORTOGRAFÍA EN LA ACTUALIDAD

La ortografía es la parte de la gramática que se ocupa de la manera correcta de escribir las palabras.
También se le conoce como un conjunto de reglas y convenciones que rigen el sistema de escritura
normalmente establecido para una lengua estándar. La importancia de ésta radica en que si no acatamos
las reglas ortográficas podemos cambiar el sentido de las palabras o, en algunas ocasiones, su significando,
alterando las oraciones y por lo tanto la idea que se quiere transmitir. La ortografía toma en cuenta los
signos de puntuación y el uso correcto de las letras en cada palabra.

¿Por qué la gente tiene errores ortográficos? Me preguntaba hace tiempo una compañera de trabajo.
Principalmente se debe al hecho de que en la mayoría de las personas no se tiene bien establecido el hábito
de la lectura. Una persona que lee constantemente tiene menos probabilidad de cometer errores
ortográficos, esto se debe a que los lectores observan las palabras en su forma correcta de escritura y por
lo tanto saben que se tiene que escribir tal palabra de tal forma, a comparación de los jóvenes que no les
gusta leer y están la mayor parte de su tiempo libre a comunicarse por medio de las redes sociales y los
celulares y acortan las palabras o redactando sin ninguna regla gramatical.

Errores ortográficos los vemos en todos lados, desde notas rápidas hasta libros que no tuvieron una revisión
completa, en medios de comunicación, anuncios publicitarios y también en las redes sociales que es el
lugar en donde abundan mayoritariamente como se había mencionado anteriormente. También los
estudiantes de diferentes escolaridades tienen problemas de ortografía a la hora de realizar sus tareas o
actividades escolares las cuales requieran de redactar un texto, por lo que este sector de la población son
los que más requieren de ayuda para fortalecer la habilidad ortográfica.

Un ejemplo claro es a la hora de escribir las palabras “hay”, “ahí”, “ahy” y “ay”. Para este caso me gusta
utilizar mucho este ejemplo: Ahí hay un hombre que dice ¡ay! En este caso estamos dando a entender que
“ahí” se refiere a lugar, “hay” se refiere al verbo haber, “ay” es una exclamación y “ahy” no existe según la
Real Academia Española.

Este espacio es precisamente para ayudar a diferentes personas de diferentes edades a desarrollar una
habilidad ortográfica eficiente. Daremos consejos y sugerencias a alumnos que cursan desde la primaria
hasta universitarios y personas que estudian un postgrado y requieren de ayuda a la hora de redactar
ensayos o tesis. Se iniciará desde las reglas ortográficas básicas hasta la correcta escritura de palabras que
utilizamos diariamente pero que se nos es difícil escribir. Habrá un espacio de preguntas-respuestas para
las dudas que se tengan referentes a cualquier aspecto de la ortografía.

“La ortografía es a la escritura, lo que el aliento al habla: la gente te entiende aunque apeste (pero apesta)”
La verdadera importancia de tener buena ortografía
Lennox MorrisonBBC Capital

 20 septiembre 2017

Es cierto: atrás quedaron aquellos días de salas repletas de secretarias transcriptoras e inmensos escritorios
cubiertos de diccionarios.
Hoy en día realizamos gran parte de nuestro trabajo tecleando a toda velocidad en nuestros pequeños
dispositivos, con la presión de responder cada vez más rápido los chats y correos.

Evidentemente, eso incrementa la posibilidad de cometer errores o, peor aún, que el sistema de
autocorrección coloque una palabra equivocada, lo cual nos ha pasado a todos.

Hay páginas web y publicaciones online repletas de estos errores, así como líderes mundiales que algunas
veces no hacen una pausa antes de enviar sus mensajes.

¿Quién puede olvidar el infame tuit del presidente Trump con la palabra "covfefe"?

Y si bien estos errores pueden parecer algunas veces graciosos o inofensivos, muchos no lo son.

Estos pequeños errores no solo tienen el poder de hacernos ver menos inteligentes de lo que somos: una
mala escritura también puede crear confusión, poca claridad y falta de coherencia.
En casos extremos puede provocar la pérdida de millones de dólares en ventas o de una oportunidad de
trabajo.
Estas fallas tienen el potencial de destruir las relaciones con los clientes o arruinar la posibilidad de
encontrar el amor en internet.

Pero, si nadie es inmune a esto y la tecnología hace que la falta de ortografía sea un lugar común, ¿puede
decirse que la ortografía dejó de ser importante?
¿Ya nos acostumbramos a escribir mal?

Parte del problema


Las herramientas de autocorrección parecían ser la solución, pero en realidad, también han creado un
problema.

Así lo advierte Anne Trubek, experta en nuevas tecnologías para la escritura.


Es mejor parecer un poco quisquilloso y anticuado, que tratar de parecer más relajado y terminar
molestando a todo el mundo por todos los errores básicos que cometiste"
Simon Horobin profesor de inglés y literatura en la Universidad de Oxford

Una extensa comparación de los errores cometidos por estudiantes universitarios en sus ensayos dejó ver
que el error más común era el uso de palabras equivocadas.

"La corrección automática de ortografía, como la mayoría sabe, algunas veces corrige nuestros errores
sustituyendo la palabra que queríamos originalmente por otra de distinto significado. Si el texto no es
revisado posteriormente, el error creado por la computadora pasará desapercibido", explica Trubek.
Nuevas tecnologías como Siri, de Apple, también contribuyen con la crecienteapatía hacia la buena
ortografía.
"Si miras el desarrollo de la tecnología, el objetivo siempre ha sido escribir más rápido para poder
sincronizarse con el ritmo de las ideas en tu mente", dice Trubek.

"En este sentido, Siri es la mejor".

Errores eternos

Los programasde autocorrección quizás expliquen por qué hasta un comunicado oficial de la Casa Blanca
puede tener errores, explica Simon Horobin, profesor de inglés y literatura en la Universidad de Oxford.

"Hay todo tipo de problemas que saldrán a relucir si solo te apoyas en un sistema vulnerable. Tienes que
saber cómo escribir".
Horobin resalta que antes había un proceso de edición y revisión de los textos para evitar cualquier desliz,
pero ahora los contenidos van directamente a internet con tanta velocidad que muchas veces se escapan
los errores.
"Las personas ven sus mensajes a corto plazo como efímeros, pero la verdad es que una de las
características de internet es que las cosas se quedan ahí para siempre, así que no importan los años que
transcurran, la gente lo seguirá leyendo", advierte Horobin.

Sí, estás siendo juzgado

Una encuesta realizada a 5.500 solteros estadounidenses en 2016 en el sitio de citas a través de internet
Match.com encontró que el 39% de los usuarios juzgaba la compatibilidad de los candidatos por su
manejo de la gramática.
Este elemento se valoraba más que la sonrisa, el estilo al vestir o incluso el estado de sus dientes.
Otras investigaciones muestran que tan pronto como las personas identifican errores ortográficos en el
texto de una página web, inmediatamente la abandonan porque temen que se trate de un sitio
fraudulento.
Según Roslyn Petelin, profesora de escritura en la Universidad de Queensland, en Australia, las
corporaciones son conscientes de que una parte de su imagen se basa en la buena ortografía.

"Nada puede hacerte perder credibilidad más rápido y hacerte ver como un ignorante, que un error
ortográfico", comenta Petelin.

La profesora también señala que hay muchos casos en los tribunales que están relacionados con
problemas ortográficos.
Nada puede hacerte perder credibilidad más rápido, y hacerte ver como un ignorante, que un error
ortográfico"
Roslyn Petelin, profesora de escritura en Australia

Entre ellos resalta el caso Taylor & Sons, en Reino Unido, una batalla legal de miles de millones de libras
esterlinas, que se originó por un error vinculado a la falta de una letra.
De hecho, la carencia de un buen nivel en el uso del idioma puede impedir que consigas un empleo.

Muchas empresas en Australia han incluido en sus procesos de reclutamiento una prueba de escritura.

"Puede que los candidatos jóvenes que salen de la universidad tengan todas las herramientas
interpersonales, pero si no pueden escribir de manera coherente las empresas no les darán el trabajo",
señala Petelin.
"Sería un error decirles a los jóvenes que la ortografía no es importante en una profesión en particular,
porque esas habilidades básicas son las verdaderas vías para llegar a otros cargos o desarrollar nuevas
habilidades", explica Pippa Morgan, jefe del área educativa de CBI.

Para ella, la ortografía se requiere hoy más que nunca.

"Si estas procesando un requerimiento de atención al cliente vía Twitter, puede que esa interacción sea la
única que esa persona tendrá con la empresa, por lo que la calidad de ese mensaje, el uso del lenguaje,
es muy, muy importante"

"En cierta forma, es tan importante como esa cara amigable en la tienda o la voz al teléfono", comenta
Morgan.

Fallas permitidas
No obstante, algunas veces las faltas de ortografía o las abreviaciones están permitidas.
"Por ejemplo, en inglés se utiliza bizz cuando tuiteas, como una forma de reducir la palabra "business"
(negocio, en español)", expresa Morgan.
Hay ciertos contextos donde el lenguaje informal es requerido.

"Si le envías un correo a un muchacho de 21 años, que es vicepresidente, y tu primera línea es 'Querido
Sr. Jones' y continuas con un tono formal, puede que termines en aprietos", alerta Trubek.

A pesar de ello, en el mundo de las redes sociales, los autoproclamados "Nazis de la gramática"
denuncian a gritos los errores que ven.

Algunos, tratan de anticiparse a esta situación y se justifican cuando envían correos desde sus teléfonos,
colocando frases como "Enviado a la carrera desde mi teléfono. Por favor, discúlpeme por cualquier error
tipográfico".

Convenciones sociales
En palabras de Horobin, si bien una vez hubo acuerdos sobre normas sociales para la escritura de
cartas, en el mundo online se desconocen cuáles son las reglas.

Por un lado, en contenidos de Facebook y Twitter se relajan las reglas ortográficas, gramaticales y de
puntuación. Por el otro, en el texto de los correos electrónicos no es tan fácil encontrar una frontera
entre lo que está permitido y lo que no.

"El correo puede ubicarse algunas veces entre lo informal y lo formal", indica Horobin.
Así como adaptamos nuestro discurso dependiendo de si estamos dando una clase, somos entrevistados
para un trabajo o simplemente hablamos con amigos, de igual forma necesitamos ajustarnos en el mundo
digital.

De manera que, ¿cuál es la mejor forma de saber cómo adaptarnos?

"Es mejor asegurarse del uso correcto del idioma y parecer un poco quisquilloso y anticuado, que tratar
de parecer más relajado y terminar molestando a todo el mundo por todos los errores básicos que
cometiste".
Este artículo forma parte de la versión digital del Hay Festival de Segovia, un encuentro de escritores y
pensadores que se realiza en esa ciudad española entreel 22 y 24 de septiembre.
EL PAÍS

REPORTAJE:VIDA&ARTES

La ortografía puntúa en Internet

Los malos textos se ven más al aflorar escritura que antes permanecía en privado - El correcto uso del
idioma es una carta de presentación
Otros

2 ENE 2012

En los foros de discusión de Internet hay un dicho: "Si te quedas sin argumentos, métete con su ortografía".
Aunque es en realidad una burla hacia quienes no son capaces de razonar contra el fondo de una polémica
y solo pueden arremeter contra la forma, en esta frase también subyace otra realidad: las redes sociales
han convertido la expresión escrita en la primera carta de presentación de una persona; la buena ortografía,
al pasar del ámbito privado al público, es un rasgo de prestigio social y de credibilidad.

El empresario de Internet Charles Ducombe hizo un análisis de una web en el que descubrió que con una
mala ortografía las ventas podían caer hasta un 50%. "Es porque, cuando se vende o se comunica en
Internet, el 99% del tiempo se usa la palabra escrita", según declaró a la BBC. Uno de los factores que evalúa
a la hora de contratar personal para sus páginas web es la buena ortografía, que redundará en la
credibilidad del sitio.

Y como las empresas, las personas a través de Facebook, Twitter o los foros, también tienen en la escritura
a una importante y cada vez más potente fuente de comunicación que hace que la buena ortografía sea
crucial para ganar respeto en una comunidad virtual.

"En este proceso en el que la escritura se convierte en pública, adquiere un valor diferenciador. Si leemos
una opinión bien escrita, otra mal escrita y en ningún caso conocemos al autor, lo normal es hacerle más
caso a la primera. Mucha gente es consciente de esto y hace el esfuerzo en mejorar", explica Álvaro Peláez,
de la Fundación del Español Urgente (Fundéu).

Entre otras labores en esta institución, se encarga de llevar la cuenta de Twitter, que puso en marcha hace
poco más de un año. Hoy tiene más de 75.000 seguidores y una frenética actividad en la que contesta hasta
medio centenar de dudas diarias sobre el lenguaje.
Muchos de los que se acercan a ellos son profesionales que usan el castellano en su trabajo, como
periodistas, editores o traductores. Pero otros son personas que simplemente quieren resolver sus
inquietudes y escribir mejor. "Es frecuente, cuando le resolvemos la duda a algún usuario, que nos cuenten
que han perdido una cena por una apuesta que tenían con un amigo, o que la han ganado", cuenta Álvaro
Peláez.

Sería ingenuo pensar que Internet es una isla de buena escritura. No hace falta más que navegar durante
unos minutos para encontrar verdaderas agresiones al idioma. En la Red se acuñó hace años el
apelativo hoygan para denominar a aquellos que irrumpían en foros con una ortografía lamentable al
tiempo que una considerable escasez de modales. El palabro viene de la frecuencia en la que se leían frases
como: "Hoygan [en lugar de oigan], necesito alluda urjente con un problema en mi ordenador".

Los hoygan no son más que personas que no escribían bien fuera de Internet y tampoco lo van a hacer
dentro. Igual que la falta de respeto que muestran en la Red suele ser el reflejo del que tienen fuera de
ella.

"Hay quien piensa que Internet acaba con la buena ortografía. No es cierto, es que a los que antes escribían
mal, ahora se les ve más. Tú no hablas de la misma forma en una cena con amigos, con tu pareja en un
ambiente más informal o en un artículo para un periódico. Hay contextos. En la Red sucede igual. No es lo
mismo escribir en Facebook para los amigos, que en un correo electrónico que va dirigido a una persona
en concreto, que en Twitter, que está a la luz de todo el que lo quiera leer. La gente suele adaptarse a estos
contextos", asegura Peláez.

Pone un ejemplo Ricardo Galli, cofundador de Menéame, un agregador de noticias donde se generan
numerosos debates de actualidad en el que las incorrecciones están muy mal vistas: "Mi hija de 14 años
escribe mal en foros y con nosotros escribe bien. O sea, que las reglas las sabe. Sin embargo, en
determinados entornos, si lo hace correctamente se siente excluida".

Escribir mal entre los chavales es parte del juego de inclusión, es cosa de adolescentes que están por Tuenti
y Facebook". Esa misma capacidad de adaptación la ve en Menéame, cuyos usuarios son exigentes con la
ortografía: "Hay algunos que me han confesado que han tenido que empezar a escribir mejor para ganarse
el respeto de la comunidad, que es severa a ese respecto desde que nació en un grupo de correos de gente
universitaria que le daba bastante importancia. Pero Internet es neutral, cada uno se expresa bien o mal
en función de cómo sepa hacerlo y de los modelos que siga. Si estás en un grupo abierto en el que prima
la corrección, tenderás a imitarlo; si es cerrado y la costumbre es escribir mal, lo normal es hacer lo mismo",
explica Galli, quien cree que, pese a todo, en la Red ha aflorado una realidad: "Hay mucha gente que escribe
mal".

Galli pone un ejemplo que le sorprendió: la periodista Ana Pastor, directora de Los desayunos de TVE. "Se
enmendó, pero cuando empezó en Twitter escribía fatal y yo me preguntaba cómo una comunicadora con
miles de seguidores hacía eso".

El caso de Pastor fue el de adaptación al medio. Ella misma cuenta que cuando llegó a la red social de los
mensajes breves escribía igual que en los mensajes SMS.

"Tenía la manía de acortar con la letra ka, y en Internet hacía lo mismo. Unos cuantos me dieron caña, pero
lo que realmente me hizo cambiar fue que unos usuarios ciegos me dijeron que en sus lectores no se
entendían bien las palabras escritas con las kas. Desde entonces decidí cambiar, aunque alguna vez se me
escape alguna. Me parece bien que la gente sea exigente con los periodistas. Cuando escribo mis cosas lo
hago como me parece, pero en una red social entiendo que hay que esforzarse", cuenta.

Estos procesos y la adaptación al propio medio son naturales, según Darío Villanueva, secretario de la Real
Academia Española (RAE): "No creo que las nuevas tecnologías vayan a producir una hecatombe. El uso de
la lengua va ligado al intelecto de los seres humanos, y porque haya nuevas prácticas no va a acabar. En
estos nuevos medios, el que escribe generalmente lo hace para alguien; no solo puedes escribir más
ágilmente sino que puedes hacerlo llegar más rápido a mucha más gente. Antes mandabas una carta a
Buenos Aires y tardaba un mes en llegar. Hoy haces tuit y miles de personas pueden leerlo en el mundo
entero. En la escritura electrónica hay también posturas de distinción, quien entiende que tiene que cuidar
mucho cómo dice las cosas para que sean más eficaces porque enseguida va a leerlo mucha gente. Si hay
un problema no es de la Red, sino de la educación. Quien tiene que enseñar ortografía no es Google, es la
enseñanza".

Esta misma idea la desarrolla el periodista Ariel Torres, editor del diario LaNación, en un artículo recogido
en la web manualdeestilo.com: "Si un chico comete faltas de ortografía atroces es porque no aprendió las
reglas cuando debía aprenderlas, sea por negligencia o por una educación rudimentaria. Al acusar a las
nuevas tecnologías de las faltas de ortografía no hacemos sino deshacernos de una responsabilidad que
nos concierne como adultos. Somos nosotros los que creamos las condiciones para que los chicos no
aprendan ortografía. Podemos echarle la culpa hasta mañana a Internet y los SMS. Es lo mismo. La
responsabilidad es formar a los chicos, no de los chips".

Su conclusión es que la escritura en Internet goza de muy buena salud y hace una distinción entre las faltas
de ortografía y "las exóticas abreviaturas del chat, los SMS y Twitter". "La falta de ortografía es ignorancia.
En cambio, el texto expeditivo, abreviado y condensado del chat, los SMS y Twitter es la escritura aplicada
exactamente como se debe", añade.

Twitter, con su inmediatez y sus características peculiares, es uno de los fenómenos que está
condicionando el lenguaje en la Red. La longitud de los mensajes que se pueden enviar, de 140 caracteres,
está dando pie a acortar palabras, pero también a buscar las precisas, a ser ingenioso y evitar la verbosidad
excesiva.

Villanueva explica que los manuscritos medievales estaban llenos de abreviaturas porque el papiro era muy
caro y hacer un libro llevaba mucho tiempo y el idioma evolucionó con ellas sin destruirse. Además, ve en
Twitter ventajas: "Hay una búsqueda del ingenio. Se dice con pocas palabras algo que ilumina una realidad
y no necesariamente cargándose la ortografía. El uso del lenguaje competente es más eficaz que el
incompetente. Si usas frases hechas o con muletillas, no aportas nada. Sucede como con la poesía, que dice
lo que sabemos con combinaciones nuevas".

Esta misma línea mantiene Mario Tascón, autor del libro Twittergrafía. Abunda en la idea de que las
abreviaturas siempre han formado parte de las distintas tecnologías que han acompañado al idioma.

"Estaba la taquigrafía, antes la imprenta. La letra eñe procede de una abreviatura que servía para comprimir
los renglones de los materiales impresos. Además, encuentras otras que están directamente relacionadas
con el funcionamiento de la aplicación: si quieres que la gente entienda que haces un retuit, pones RT, el
agolpamiento de palabras es necesario para que funcione un hashtag [una etiqueta]". Además, en
su Twittergrafía cuenta cómo nuevos métodos que cualquier usuario tiene al alcance de su teclado pueden
añadir expresividad. Va desde los emoticonos que ya son universales, como la sonrisa expresada con dos
puntos y el cierre del paréntesis, :), a un corazón, "que todo el mundo entiende", o a otros más barrocos.
Se pueden hacer verdaderas virguerías usando distintas combinaciones.

Algunos de estos símbolos han llegado al papel impreso. Cada vez es más frecuente encontrar la
almohadilla (#) en un periódico. El símbolo también ha llegado a la literatura. El escritor Agustín Fernández
Mallo usa algunos símbolos en su libro Nocilla Dream, lo que puede hacer pensar que más que acabar con
los buenos usos de la lengua escrita la Red puede llegar a enriquecerla. Al fin y al cabo, Internet no es más
que una nueva tecnología en la que la escritura cambia como lo ha hecho a lo largo de la historia: piedra,
papiro, imprenta y, ahora, bits. Los apocalípticos siempre han fallado hasta el momento.

Darío Villanueva recuerda que uno de los primeros agoreros fue Sócrates, que en un texto recordado por
Platón aseguraba que la escritura alfabética era "un mal absoluto".

"También McLuhan cuando publica Galaxia Gutenberg vaticinaba el fin del libro", añade. Ni la escritura
trajo males ni, de momento, ha llegado el fin del libro ni Internet se está cargando la escritura pese a las
barbaridades que se ven en ocasiones en la pantalla del ordenador. Todo es más simple que eso. O más
difícil: como dijo en una entrevista García Márquez, "lo primero para escribir bien en Internet es escribir
bien".

CONSEJOS PARA ESCRIBIR EN LA RED

- El manual de estilo para nuevos medios, en fase de preparación, pretende mejorar el lenguaje en la red.
Hoy se puede consultar algo así como un borrador gigante en la web www.manualdeestilo.com. Mario
Tascón, director del proyecto, da algunos consejos para escribir en Internet.

- Hay que tener en cuenta que la escritura es pública.

- Internet se ha convertido en un diálogo, es recomendable ser cortés.

- En la medida de lo posible, los textos han de ser breves, el tiempo de los demás es sagrado.

- El idioma es muy rico. Hay muchísimas palabras, hay que buscar las mejores, las que tienen
más precisión, lo que, además, ayuda a la brevedad.

- La escritura es global. No todos los hispanohablantes escribimos de la misma manera. Hay que ser
respetuoso con palabras que se usan en otros lugares de habla hispana. Nuestros interlocutores no siempre
son de nuestro país y puede haber equívocos.

- Hay que saber cambiar de canal. No es lo mismo un correo electrónico, que Twitter que un Wiki, donde
escribe mucha gente.

- Las mayúsculas son como un grito.


- Se recomienda evitar en lo posible escritos consonánticos, es decir, quitar las vocales de una palabra para
abreviar. Si el acrónimo o la abreviatura pueden tener problemas, los consonánticos más. Suelen llevar a
confusión.

- Hay que usar el diccionario y las abreviaturas normalizadas. El castellano es rico en ellas.

- En los hiperenlaces hay que ser preciso para ayudar a la gente a saber dónde se dirigen, que no van al
vacío del ciberespacio.

- Los enlaces tienen que estar diferenciados tipográficamente para que el lector los advierta. De lo
contrario, pasan desapercibidos.

- Hay que ser consciente de que lo que se escribe lo tienen que leer las máquinas. No es que la gente deba
escribir para Google, pero hay que tenerlo en cuenta.

- Hay que tener mucho cuidado con la escritura de direcciones web o correos porque un fallo las inutiliza.
Hay que tener en cuenta que aquí no se siguen las normas ortográficas o de mayúsculas y minúsculas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de enero de 2012

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