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Como está hecho El Capote de Gogol, B.

Eichenbaum (1918)
I. El cuento primitivo, así como la novela de aventuras, no posee ni tiene necesidad del relato directo, pues
el interés y el movimiento está determinado por una sucesión rápida e inesperada de sucesos y situaciones. Una
combinación de motivos y de sus situaciones: tal es el principio organizador del cuento primitivo.
La composición se vuelve diferente si el argumento -combinación de motivos y de sus causas- deja de
desempeñar el papel organizativo, es decir, si el narrador se coloca delante y se sirve del argumento únicamente
para ligar los procedimientos estilísticos particulares. El centro de gravedad del argumento, reducido ahora al
mínimo, es transferido a los procedimientos del relato directo; se acuerda el efecto cómico principal a los
retruécanos que se mantienen como simples juegos de palabras, o que se desarrollan en forma de pequeñas
anécdotas. Los efectos cómicos dependen de la manera de conducir el relato directo.
(…) Del estudio del “relato directo" se puede encontrar un material fecundo en numerosas obras de Gogol o en
algunos de sus trozos. La composición en Gogol no está definida por el argumento: éste es siempre pobre, hasta
inexistente. Gogol parte de la situación cómica cualquiera (que a veces no es cómica en sí misma) y la usa de
estimulante, de pretexto para una acumulación de procedimientos cómicos
(…) Todo esto indica que el relato directo se encuentra en la base del texto de Gogol, que se realiza a partir de
imágenes vivas de la lengua hablada y de las emociones inherentes al discurso. Más aún: esta narración no tiende a
un simple relato, a un simple discurso, sino que reproduce las palabras por medio de la mímica y de la articulación.
Las frases son elegidas y entrelazadas más que de acuerdo a principios del discurso lógico, según el principio
discurso expresivo en el que la articulación, la mímica, los gestos sonoros*, asumen un papel particular. Aparece
allí el fenómeno de semántica fónica** de su lenguaje: la envoltura sonora de la palabra, su carácter acústico se
vuelve significativo en el discurso de Gogol independientemente del sentido lógico y concreto. En él, la
articulación y su efecto acústico constituyen un procedimiento expresivo de primer orden. De allí que sea afecto a
las denominaciones, a los nombres, a los pronombres.
(…) En Gogol, pues, el tema no tiene más que una importancia marginal y es, por esencia, estático. La
verdadera dinámica y al mismo tiempo la composición de estas obras están comprendidas en la construcción
narrativa, en el juego del estilo.
El capote. Esta obra es particularmente interesante para este género de análisis porque la narración puramente
cómica que se sirve de todos procedimiento de juego estilísticos propios a Gogol, está ligada a la declamación
patética que constituye una segunda capa composicional
II. Los procedimientos principales de la narración en El capote. Los diferentes retruécanos juegan un
papel importante sobre todo al comienzo. Están construidos, en base a una analogía fónica, o a un juego de palabras
etimológico, o a un absurdo sobreentendido…Gogol es particularmente afecto a los retruécanos etimológicos…la
preferencia de Gogol por los sufijos diminutivos como por la mayor expresividad de esta forma que crea un gesto
sonoro sui generis.
El retruécano está como destruido por este tipo de comentarios, tanto más cuanto que ellos introducen detalles
completamente extraños (sobre las suelas); de hecho se trata de un retruécano complejo, doble. Encontramos
frecuentemente un procedimiento que consiste en enmascarar el absurdo, la asociación ilógica de palabras,
mediante una sintaxis lógica y rigurosa…la absurdidad lógica está enmascarada por la abundancia de detalles que
distraen nuestra atención; el retruécano no es evidente; está por el contrario bien disimulado, acrecentando así su
poder cómico. En muchas ocasiones se encuentra el retruécano puramente etimológico.
Estos son los tipos principales de retruécanos empleados por Gogol en El capote. Puede agregarse otro
procedimiento que apunta a un efecto fónico. Se habló más arriba de la preferencia de Gogol por todos los nombres
y designaciones desprovistos de sentido; este género de palabras es "trans-racional", abre amplias perspectivas a
una semántica fónica particular Akaky Akakievich es el resultado de una elección fónica bien definida…nombres
que presentan una expresividad fónica particular, que se ha "buscado" con evidente intención. (…)la frase nos deja
más bien la impresión de una sucesión fónica, que termina con una palabra insólita y casi desprovista de sentido
lógico…Es por ello que dichas palabras son apenas perceptibles como unidades lógicas, como designaciones de
nociones; descompuestas y recompuestas según el principio del discurso fónico. Este es uno de los efectos de la
lengua de Gogol. Algunas de sus frases crean una especie de relieve fónico; articulación y acústica son promovidas
a primer plano. El autor presenta la palabra más ordinaria de una manera tal que la significación lógica o concreta
se desdibuja.
Gogol no utiliza un discurso neutro, o sea un discurso de simples nociones psicológicas o concretas,
lógicamente distribuidas en proporciones correctas. El discurso fónico que reposa sobre principios articulatorios y
mímicos, alterna con una entonación tensa que sostiene los períodos. Sus obras están a menudo construidas a partir
de esta alternativa. Un ejemplo sorprendente es El capote: un período declamatorio y patético.
(…) el extenso período que hacia el final lleva la entonación a un punto de tensión extrema, termina con un
desenlace de una simplificación inesperada: "Akaky Akakievich no se entregaba a diversión alguna". Se percibe un
desacuerdo cómico entre la tensión de la entonación sintáctica que ha comenzado sorda y discretamente y su
consistencia semántica. Esta impresión está reforzada por la elección de las palabras, que parecen contradecir la
construcción sintáctica del período: "Caritas... picante señorita... bebiendo té a sorbos con bizcochos baratos";
también, en fin, por la anécdota acerca del monumento de Falconnet, que se inserta como de paso. Esta
contradicción o discordancia actúa sobre las palabras mismas de manera tal que se vuelven extrañas, insólitas,
suenan de una manera inesperada e impresionan el oído como si hubieran sido descompuestas o mentadas por
primera vez por Gogol. También se encuentra en El capote otro período declamatorio sentimental y melodramático:
"¡Dejadme! ¿Por qué me ofendéis? Y había algo extraño en estas palabras y en el tono de voz con que las
pronunciaba. En ellas aparecía algo que inclinaba a la compasión y así sucedió que un joven...”
En El capote, Gogol hacia hablar muy poco a sus personajes y sus discursos son construidos de una manera
particular, constante en él, de tal modo que estos diálogos son siempre estilizados y pese a las diferencias
individuales no dan la impresión de una lengua familiar…En El capote, la narración imita una cháchara descuidada
e ingenua. Los detalles "superfluos" aparecen como involuntarios.
Si agregamos a esta frase los numerosos "cualquiera", "desgraciadamente sabemos muy poco", "nada se sabe de
ello", "no recuerdo", etc., obtendremos una imagen del procedimiento de relato directo que da a todo el relato las
apariencias de una historia verídica, de una historia del tipo de un acontecimiento ordinario y trivial, pero del que
no todos los detalles serían conocidos por el narrador, quien se aparta de buena gana de la anécdota principal
insertando en ella anécdotas digresivas: "se dice que...".
Sabemos que la idea de la obra la tomó Gogol de una "anécdota de oficina" referida a un pobre funcionario que
había perdido el fusil para el cual había economizado durante largo tiempo.
En la redacción definitiva Gogol atenuó ligeramente este tipo de procedimiento e interpoló anécdotas y juegos
de palabras, pero también introdujo la declamación, complicando el primer nivel de composición. El resultado es
un efecto grotesco en el que la mueca de la risa alterna con la del sufrimiento y ambas adquieren el aire de un juego
donde se suceden convencionalmente gestos y entonaciones.

III. Combinación de los procedimientos particulares


Estas combinaciones, este encadenamiento, provienen del relato directo, cuyos rasgos ya hemos definido. Se ha
visto que este relato es de carácter mímico y declamatorio y no meramente narrativo: no es un narrador quien
asoma del texto de El capote sino un Gogol intérprete y aun comediante. ¿Cuál es la trama de este papel, cuál su
esquema?
La obra comienza con un conflicto, una interrupción, un brusco cambio de tono: la rápida introducción ("En el
ministerio") se detiene repentinamente para hacer lugar no a la entonación épica del narrador que cabía esperar,
si no a un tono sarcástico, de una irritación excesiva. La primera composición es reemplazada por digresiones de
toda clase, de donde resulta un efecto de improvisación. Todavía no se ha dicho nada, y ya se nos cuenta
vivazmente una anécdota, con negligencia ("no se ya en qué ciudad", "en qué novela")
El tono personal, junto con todos los procedimientos de narración gogoliana, entran definitivamente en el relato
y tomar el carácter de un grotesco amaneramiento, o de una mueca que prepara el camino al retruécano sobre el
apellido y a la anécdota del nacimiento y bautismo de Akaky Akakievich…la narración cómica es repentinamente
interrumpida por una digresión melodramática caracterizada por los procedimientos del estilo sentimental. Este
procedimiento promueve la simple anécdota de El capote al nivel del género grotesco. El contenido sentimental y
deliberadamente primitivo de este trozo (en esto lo grotesco se asemeja al melodrama) se expresa por medio de una
entonación de intensidad creciente y de carácter solemne, patético (los "y" introductorios y el orden particular de
las palabras):
…el procedimiento artístico que transforma el relato cómico en una farsa grotesca y prepara la conclusión
"fantástica", es considerado como una intervención sincera y auténtica del autor. Esta interpretación destruye la
estructura íntegra de El capote y su intención estética. Una vez adoptada la proposición fundamental —ni una sola
obra literaria puede ser en sí una expresión directa de los sentimientos personales del autor, sino que es siempre
construcción y juego — no podemos y no debemos ver en semejante trozo más que un determinado procedimiento
artístico… Por tal motivo, no es ni puede ser una proyección de la experiencia sicológica. El carácter artístico y
artificial de este procedimiento de Gogol en el trozo de El capote se manifiesta sobre todo en la cadencia de esta
frase melodramática que pasa por ser una expresión ingenua y sentimental utilizada por el autor para acentuar lo
grotesco:
El episodio melodramático es utilizado para establecer un contraste con la narración cómica. Cuanto más
hábiles son los retruécanos, tanto más patéticos y estilizados —en sentido de un sentimentalismo ingenuo — debe
ser el procedimiento que rompe con el juego cómico. Una reflexión grave no habría producido el contraste ni
conferido carácter grotesco a toda la composición. No debe sorprendernos entonces que después de este episodio
Gogol vuelva al estilo precedente, ya deliberadamente impersonal, ya festivo y descuidadamente locuaz, mechado
con juegos de palabras… El desacuerdo entre la entonación solemne y grave y el contenido semántico es utilizado
nuevamente como procedimiento grotesco
Este diseño esbozado en la primera parte y que entrecruza la narración puramente anecdótica con la
declamación melodramática y solemne, define la composición de El capote como grotesca. El estilo grotesco exige
arte todo que la situación o el hecho descritos sean encuadrados en un mundo artificial, reducidos a dimensiones
liliputienses y completamente aislados de la vasta realidad de la riqueza de una auténtica vida interior; reclama
también la renuncia a todo objetivo didáctico o satírico y que se proceda de manera de posibilitar un juego con la
realidad, de descomponer y desplazar libremente estos elementos, con el solo fin de que las referencias y los nexos
habituales (psicológicos y lógicos) se revelen como irreales en este mundo reconstruido y que todo detalle pueda
cobrar dimensiones gigantescas. Sobre el fondo de un estilo semejante, el mínimo vislumbre de verdadero
sentimiento adquiere una tonalidad sobrecogedora.
El esquema de El capote se basa en este principio. No se trata en modo alguno de la "nulidad" de Akaky
Akakievich ni del sermón que predica el "humanismo" para con un hermano desventurado, sino de la posibilidad
que adquiere Gogol de conciliar lo inconciliable, de exagerar lo insignificante y de minimizar lo importante,
habiendo previamente aislado de la vasta realidad el mundo de relato. En una palabra, el escritor puede jugar con
todas las normas y leyes de la vida interior real. El mundo interior de Akaky Akakievich no es nulo, sino específico
y absolutamente aislado: "En este trabajo de copia, entreveía un mundo múltiple y atrayente. Fuera de esta tarea,
nada parecía existir para él". Este mundo tiene sus propias leyes y su proposiciones. Según ellas la adquisición de
un abrigo nuevo se transforma en un acontecimiento colosal.
El final de El capote es una impresionante apoteosis de lo grotesco…En realidad, la conclusión no es ni más
fantástica ni más "romántica" que el resto del relato.. Se trata de una nueva "finta", de un procedimiento grotesco
invertido: "El fantasma, volviéndose, le habría preguntado finalmente: ¿Qué deseaas?..:” La anécdota relatada del
final nos aleja de la "pobre historia" y de sus episodios melodramáticos. Es un retorno a la narración puramente
cómica del principio, con todos sus procedimientos. Con el fantasma de bigotes, todo el grotesco desaparece en la
sombra y se disuelve en la risa,

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