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Los conectores son palabras o grupos de palabras que sirven para unir ideas expresando
claramente el modo en que se relacionan entre sí. Un buen uso de los conectores le da una mayor
coherencia a nuestro discurso y lo hace más inteligible para el receptor.
Los conectores pueden utilizarse tanto en textos escritos u orales. Su principal función, como su
nombre lo indica, es conectar distintas partes de un texto, ya sean palabras, frases o, incluso,
párrafos completos.
Cuando se construye un texto, es necesario poner de manifiesto las relaciones lógicas que unen las
distintas ideas para que nuestro interlocutor pueda interpretarlo correctamente. Una idea nueva
puede añadirse para, por ejemplo, complementar, contradecir o reforzar otra anterior. Así pues,
del adecuado uso que hagamos de los conectores dependerá que nuestro texto final sea
coherente y de fácil comprensión.
Los conectores no son en sí una categoría gramatical; es decir, no existe en el diccionario una
categoría conector, como sí puede ser el caso de las categorías artículo, nombre, verbo, etc. En
realidad, los conectores proceden de distintas categorías gramaticales: para es una preposición,
además es un adverbio, pero es una conjunción, etc.
El concepto de conector, pues, se sitúa más en un nivel discursivo que gramatical; es decir, es su
función de poner en conexión distintas partes del discurso la que le confiere la etiqueta de
conector independientemente de la categoría gramatical a la que pertenezca. Así pues, retomando
los ejemplos anteriores, para puede considerarse un conector de finalidad, además uno de adición
o argumentación y pero uno de oposición o concesión, sin que cada uno deje de pertenecer a la
categoría gramatical correspondiente.
Los conectores lógicos son palabras o expresiones que sirven para entrelazar las ideas en una
oración. Los utilizamos cuando hablamos y cuando escribimos. Posibilitan la coherencia en la
argumentación, porque ayudan a organizar las ideas en un orden lógico. Algunas conjunciones
tradicionales pueden usarse como conectores lógicos.
Los conectores lógicos son un medio fundamental para lograr que un texto no sea una mera
acumulación de oraciones. Esto se debe a que relacionan una oración con otra, un párrafo con
otro, etc.
En español hay gran variedad de conectores lógicos que varían según el tipo de relación que se
pretende marcar entre las oraciones. Los principales son los siguientes:
o Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cuaslquier modo, al mismo
tiempo.
o Restricción: pero, sin embargo, no obstante, , en cierto modo, en cierta medida hasta cierto
punto, si bien, por otra parte.
o Consecutivos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues, por
consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta
que, de manera que.
· Reformulativos. Indican que un enunciado posterior reproduce total o parcialmente, bajo otra
forma, lo expresado en uno o más enunciados anteriores.
o Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo, particularmente,
específicamente, incidentalmente, para ilustrar.
o Comienzo de discurso: bueno, bien (en un registro coloquial): ante todo, para comenzar,
primeramente (en un registro más formal)
o Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, por último, terminando, para
resumir.
o Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido,
después.
o Temporales: después (de), después (que), luego, desde (que), desde (entonces), a partir de...,
antes de, antes que, hasta que, en cuanto, al principio, en el comienzo, a continuación,
inmediatamente, temporalmente, actualmente, finalmente, por último, cuando.
Los textos son una secuencia estructurada de palabras que se ordenan en enunciados, los que
formando una cadena, generan al texto.
El enunciado es una unidad formada por una secuencia de palabras y que comunica un significado
completo.
Ejemplo:
2- La coherencia
Es la unidad semántica de un texto. En otras palabras, es la conexión necesaria que debe existir
entre las ideas que presenta un texto para desarrollar el tema.
Ejemplo:
La mudanza de María
Cuando llegó María con sus cuadros después comió la ensalada porque no mañana.
El texto que acabas de leer sería caracterizado por cualquier lector como un texto incoherente,
porque no tiene unidad en las ideas que entrega, ni tampoco entrega alguna posibilidad de
ordenarlas jerárquicamente ( tal vez lo único que podríamos decir de él es que cada
planteamiento se desprende del anterior y así sucesivamente en una cadena sin fin, a menos que
el lector se aburra, como probablemente sucederá).
La coherencia de un texto se funda sobre la base de que los elementos presentes en él
permanecen a lo largo de todo el mensaje. Ahora bien, en algunas tendencias literarias donde se
utiliza la "escritura automática" y la "corriente de la consciencia" el texto puede presentar un
aspecto de incoherencia, pero eso no es así, porque esos textos están construidos de manera tal
que es posible asignarles un tema y una unidad, aunque ésta sea de una naturaleza distinta a la
que estamos habituados.
Ejemplo:
En micro a mi casa
Camino dando tumbos por una superficie movediza y saltona que me arroja contra los fierros. Un
cantor me salva y me sienta en la silla con una sonrisa en la cara. Dame plata, platos, piticlín, plin,
plin quién es la que viene ahí tan bonita y tan gentil. Caras frías pegadas a la ventana, brisa
golpeando la frente, la señora que alega que no le han dado boleto y ma cama que espera mojada
en la casa.
Para que un texto sea coherente debe mantener un mismo tema y todos los elementos que lo
componen tienen que apuntar a ese tema. En otras palabras, podemos decir que un texto es
coherente cuando cada una de las partes que lo conforman está relacionada con el tema central.
Coherencia global: Para que un texto sea coherente, debe tener un tema central, y todas las ideas,
principales y secundarias, deben estar siempre relacionadas con esa idea.
Coherencia local: Todas las ideas deben organizarse de manera ordenada y lógica, es decir, debe
haber una secuencia interna que nos permita seguir el texto y lograr una mejor comprensión de la
información.
La coherencia local se manifiesta a través de la presencia o ausencia de ciertos elementos, los que
permiten relacionar las diferentes oraciones que conforman el texto.
Para que exista coherencia los elementos del texto deben estar relacionados entre sí y conformar
entre ellos una idea única y unitaria. Desde el punto de vista formal, la coherencia se basa en el
funcionamiento de una serie de recursos para constituir relaciones entre los elementos de un
texto.
La cohesión es una propiedad textual mediante la cual los enunciados de un texto se relacionan
correctamente desde el punto de vista léxico y gramatical. Por lo tanto, diremos que existe
cohesión en un texto cuando los enunciados sucesivos aparecen debidamente trabados por
conectores morfosintácticos y léxico-semánticos, e incluso fónicos.
- Referencia
- Sustitución
- Elipsis
- Los conectores
- Signos de puntuación
3.1- La referencia
Este mecanismo de cohesión establece una relación entre un elemento del texto y otro u otros
que están presentes en el mismo texto o en el contexto situacional. La identificación de los
referentes es un aspecto muy importante
a) Referencia exofórica
Se presenta cuando un elemento del texto alude a elementos de la realidad o a factores
extralingüísticos que no están en el texto sino en el contexto situacional.
Nosotros establece una relación con alguno de los estamentos que hace parte de la Universidad
de Antioquia y que no está presente en el texto: estudiantes, profesores, empleados,
trabajadores, etc.
b) Referencia endofórica
Se presenta cuando la relación se establece con un referente que está presente en el mismo texto.
Ejemplo: Nos hizo una oferta excelente. En ella, describe con precisión todas las ventajas de la
alianza.
El pronombre personal ella hace referencia a un grupo nominal que está presente en el mismo
texto: una oferta excelente.
- Anafóricas: Ocurren cuando en el interior del texto se establece una referencia retrospectiva, es
decir, cuando un término alude a otro ya mencionado con anterioridad. Los elementos anafóricos
por excelencia son los llamados proformas, que pueden ser de dos tipos: proformas gramaticales
(los pronombres, los artículos determinados y los adverbios) o proformas léxicas (se denominan
así a los elementos con significado léxico que actúan como sustitutos de unidades léxicas: persona,
cosa, hacer…)
Podemos decir que la hiperonimia / hiponimia es una relación análoga a la sinonimia, aunque de
una manera asimétrica: así, un barbo es también un pez, y sería en cierto modo su sinónimo; sin
embargo no ocurre lo mismo al revés pues no todos los peces son barbos.
Este tipo de relación semántica puede repetirse a distintos niveles. Así, un hiperónimo como PEZ
puede funcionar, a su vez, como hipónimo de un término más amplio.
- Sustitución por proformas léxicas, palabras muy generales que pueden usarse en vez de otras
más precisas. También llamados superhónimos.
3.3- Elipsis
Esta forma de cohesión consiste en suprimir la información que está sobreentendida, y que, por lo
tanto, el lector puede inferir sin ningún inconveniente.
Algunos son:
- Adición: además, más, aún, adicional a lo anterior, por otra parte, otro aspecto, asimismo, por
añadidura.
- Contraste: pero, sin embargo, por el contrario, no obstante, aunque, a pesar de, inversamente,
en cambio.
- Causa – efecto: porque, por consiguiente, así pues, por tanto, por lo tanto, por esta razón,
puesto que, ya que, en consecuencia, de ahí que, así, por este motivo, pues, por eso, de modo
que, según.
- Temporales: después, luego, más tarde, antes, seguidamente, a continuación, entre tanto,
posteriormente, ahora, ya, enseguida, inmediatamente, cuando, en el momento, tiempo
después, finalmente.
- Comparación: así como, tal como, tanto como, del mismo modo, de la misma manera,
asimismo, igualmente.
- Énfasis: sobre todo, ciertamente, lo que es más, lo que es peor, repetimos, en otras palabras,
como si fuera poco,
Puede ser total o parcial. En las totales se produce una reproducción exacta de la misma palabra o
expresión en distintos lugares del texto. En la repetición parcial se repite solamente una parte del
significante léxico.
Son los elementos de expresión gráfica, es decir, las pausas o entonaciones existentes al interior
de un texto, quedan reflejados por medio de signos escritos, que son los signos de puntuación.
a) Signos de Pausas: utilizados para dar descanso y coherencia al discurso, pues si no existiesen la
lectura o exposición del mismo sería una lluvia y aglutinación de ideas sin sintaxis ni semántica.
Acá se hallan la coma, los dos puntos, el punto y coma y el punto.
b) Signos de Apoyo: son los que se utilizan para agregar elementos de información extra al texto,
es así que conocemos los signos de paréntesis, los guiones y asteriscos para las notas al pie.
c) Signos de Entonación: estos signos dan el énfasis necesario para que una idea tenga la fuerza
que requiere, asimismo, entrega el ritmo y la entonación pertinente para la comprensión del
discurso. Signos interrogativos, exclamativos y el uso de las comillas están en este ítem.
3.7- La deixis
Término procedente del griego que significa “mostrar”, “señalar”. Fenómeno gramatical que
consiste en que ciertos elementos gramaticales señalan a sus referentes en el contexto mediante
demostrativos y posesivos, adverbios y pronombres personales.
Ej.: El novelista ha de ser siempre un visionario, alguien que sepa mirar más allá.
1- La preposición
La preposición es una palabra que relaciona los elementos de una oración. Las preposiciones
pueden indicar origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, punto de partida, motivo,
etc.
Las preposiciones son: a, ante, bajo, con, de, desde, durante, en, entre, excepto, hacia, hasta,
mediante, para, por, salvo, según, sin, sobre y tras.
dirección:
Voy a casa.
tiempo:
precio:
día:
periodicidad:
situación:
Está a la derecha.
complemento directo:
¿Ves a Roberto?
complemento indirecto:
Se lo di a José.
manera:
Vamos a pie.
imperativo:
¡A callar!
ANTE
situación:
Estaba ante mí.
preferencia:
respecto:
BAJO
lugar:
modo:
CON
medio:
Escribía con el lápiz.
modo:
compañía:
motivo:
DE
procedencia:
Soy de Cuba.
pertenencia:
dirección:
La mesa es de madera.
tema:
modo:
tiempo:
Vamos, ya es de noche.
contenido:
tiempo:
Abierto de 10 a 17.
modo:
tiempo:
lugar:
DURANTE
tiempo:
EN
lugar:
Vino en barco.
tiempo:
precio:
dirección:
Entró en su casa.
modo:
ENTRE
hora:
lugar impreciso:
EXCEPTO
excepción:
HACIA
dirección:
hora:
HASTA
límite:
Llegó hasta Los Pirineos.
hora límite:
MEDIANTE
medio:
PARA
dirección:
objetivo:
tiempo:
finalidad:
lugar:
causa:
motivo:
tiempo indeterminado:
precio:
medio:
modo:
distribución:
velocidad:
periodicidad:
SALVO
excepción:
modo
SIN
privación:
SOBRE
lugar:
hora aproximada:
tema:
tiempo:
2- Las conjunciones
Junto a las preposiciones, son elementos relacionantes de la oración. Las conjunciones se pueden
clasificar según los elementos que ponen en relación y según sea el tipo de relación que se
establece entre esos elementos. Así, veremos tres tipos de conjunciones, que estudiaremos más
detenidamente cuando hagamos el estudio de la oraciones compuestas y complejas:
- Conjunciones coordinantes
- Conjunciones completivas
- Conjunciones subordinantes
Unen elementos funcionalmente equivalentes, es decir, elementos con la misma función, sean
sustantivos, adjetivos, sujetos, complementos circunstanciales, «proposiciones», etc.. En el caso
de que unan «proposiciones», no se establece entre ellas una relación especialmente significativa.
- Copulativas: y (e), ni
- Disyuntivas: o (u).
Son las que nos sirven para unir los diferentes elementos que componen las oraciones complejas.
Atención: este término tiene un significado que no coincide con la mayoría de los libros de texto.
Será visto con detenimiento más adelante. Oraciones complejas son aquellas en que existe una
proposición que depende de un elemento de la oración en que se integran. Debemos recordar
aquí que los pronombres relativos y los relativo-adverbiales introducen proposiciones
subordinadas adjetivas y circunstanciales de lugar, tiempo y modo.
Introducen una proposición subordinada sustantiva. Las conjunciones completivas son muy pocas:
- Si introducen una proposición enunciativa, la conjunción es (el) que. Ej: Elías dice que irá de
vacaciones a México. El que venga tu hermano no me preocupa.
- Si introduce una proposición interrogativa total, la conjunción es si. Ej: Elías preguntó si irían de
vacaciones a México. Si apruebas o suspendes me importa sobre manera.
Son las que utilizamos para relacionar estrechamente dos o más oraciones simples. Con ellas se
expresan relaciones lógicas, como la condición, la causa, la consecuencia, la concesión, la
comparación y la finalidad. Habrá, pues, conjunciones condicionales, causales, consecutivas,
concesivas, comparativas y finales. Veremos sólo las más usuales, teniendo en cuenta que hay que
distinguir entre conjunciones (una sola palabra) y locuciones conjuntivas (dos o más palabras).
- Causales: porque, pues, como, puesto que, dado que, pues que, ya que
- Finales: para que, a que, a fin de que, con objeto de, con la intención de que, etc.