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OFICINAS DE

MELILLA -DE LAS ULTIMAS OPERACIONES EN BENI- SAID


TIROTEANDO AL ENEMIGO DESPUÉS DE OCUPAR UNA POSICIÓN. (POT, LÁZARO)

© Biblioteca Nacional de España


MARÍA I'UÉ RI'SUí ITADA
Resucitó gloriosa y fué llevada al cielo, y
allí colocada sobre los Coros de los ángeles

si como se alzan los graníticos acantilados que en donde había dejado recuerdos de imborrable ternura...

medio de los mares desafian la furiosa acometida Ya veían también c6mo Dios daba honor a la Señora.

átomo de imponente Tres días habia ya que en el sepulcro de Maria no cesa-


de las ondas sin perder un su ma-

la creencia y tradición cristiana de la ban las voces angélicas de alabar a la Madre del Sobe-
jestad, asi aparece
Asunci6n de María a los cielos... rano Triunfador...
Por algo Ella copartícipe de la Redención, y en
...Enseñando a las gentes lá buena nueva, predicando era

el Evangelio del Crucificado, bautizando en el nombre más alto grado que todos los Patriarcas, Profetas y San-

del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo, estaban los tos habia de participar Maria de las cualidades que son
la perfecci6n el cuerpo de Cristo. Por las
Ap6stoles Jesús; cuando súbita inspiraci6n les deci-
de suma en eso

di6 al abandono de sus trabajos y a congregarse en voces angélicas eran justo honor a la Señora...

Jerusalén... Cuando lleg6 Tomás el Ap6stol que no había asis.


Muchas veces habían ellos contemplado a la Madre de tido al tránsito de la Virgen,— pregunt6 a sus hermanos
dónde estaba el bendito cuerpo de la Madre...
Jesús... Sabían que la Santidad, la Pureza y la Hermo-
sura le habian sido concedidas por el Padre cual nunca
Ya sabia él lo de las voces angélicas y los detalles
de la última hora de María. Toda la comarca tenia noti-
lo disfrutara ninguna criatura... Pero en aquel momento
cia del y muchos habian convertido también.a
aquella gracia, mejor, aquel cúmulo de gracias resplan- suceso se

decía más... Cristo al contemplar aquella santa muerte...

más Y los principes de los judíos, intrigados por lo que se


El cuerpo grácil y puro, parecía espiritualizarse
a cada momento y confundirse con algo que no' tiene contaba de espiritus angélicos cantando alabanzas a

palabras en el humano lenguaje para ser debidamente Maria,'se agregaron a la comitiva de los Apóstoles que

por última iban contemplar los restos de la Madre


descrito, ni colores con que pueda ser trasladado fiel- vez a

mente... de Dios para que fortalecidos con su visi6n, marchar


su

El Maestro, bien lo veían, asistia a su Madre... y aqúe- después tranquilos a dar su sangre por el.Maestro
llo no era muerte, sino triunfo de la muerte en deliquios
Aquello era de todo punto inexplicable...
de santidad unica y perfecta; algo que se dejaba entrever

de esa fruici6n beatífica, de esa úni6n del alma con el Por ninguna parte aparecia el cuerpo de la Santisima
Hacedor que es la bienaventuranza y el premio de las Virgen. Sólo las flores que le habían servido de lecho,
almas justas y perfectas... radiantes de vida allí estaban derramando penetrante y

Después, la Señora parecíá dormida en su lecho de embriagador aroma que se extendió por el lugar al abrir

nardos v flores que habian cedido su belleza a su Reina el sepulcro; pero Maria no estaba.

y Soberana... No era posible el robo, porque la finca estaba perfec-


tamente guardada por dueños. No cabía decir tam-
Arriba, ángeles entonaban himnos, suaves melo-
los sus

días desconocidas que llevaban al alma tranquilidad poco que los Apóstoles habian sustraido el cuerpo en el

que. Ies habia silencio de la noche, porque precisamente petici6n de


absoluta y confianza perfecta en Aquél a

prometido el triunfo y el premio... uno de ellos —

Tomáj ''se deseaba ver


a Ia Señora.
La naturaleza toda no se habia manifestado tumultuo- No cabía duda: Cristo habia llevado a su Madre, y

sa como en la muerte del Cordero, sino


tranquila y apa- aunque exteriormente se dijera otra' cosa, asi lo sentia
cible, luciendo sus galas, enviando al ambiente los aro- el coraz6n...

mas de sus flores... Y así fué: Veinte siglos han transcurrido desde aquel
Diríase que asistia a un triunfo... precioso tránsito, y ni la critica mordaz con todos sus

Bien sabían aquellos varones que la muerte era patri- especiosos argumentos, ni el odio al nombre de Cristo,
monio del hombre; y que asi-como Jesús la habia abra- ni las mismas reñidisimas batallas qúe el genio del mal
zado, asi la Madre, que en lo posible a la humana cria. ha sostenido en contrario, han, sido suficientes para
tura se asemejaba a su Hijo¡la sufria a pesar de ser Ella arrancar del coraz6n de los seguidores de Cristo esta

Inocente y Pura y bendita aun antes de nacida... verdad cat61ica:

Por eso ellos llevaron el cuerpo de la Señora a «María resucit6 gloriosa y fué llevada al cielo, y allí

Getsemaní, alli donde el Hijo habia orado al Padre y colocada sobre los Coros de los ángeles.»

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coMisih~ tienden a la perfecci6n del hombre. La 16gica nos dice
EL Tio que deben fomentarse sus manifestaciones.

!La16gica! Pues aesa señora la meto yo en lacár-


!V!Va la ilustración! cel la echo del pueblo en menos que canta un gallo
o
¡Vivaaaa...!
por entrometerse en mi política !Con qué la 16gica!
hay muchos, cortado lo li- Siempre me figuré que alguien mal aconsejaba a todos
E
RAse un alcalde como a

beral pocos
como los mojigatos e ignorantes. Ya veréis c6mo la pongo yo
Tan arraigados tenia los procedimientos liberales, que a esa señora,
rémora el desarrollo de todas las buenas ini-
son para Se presenta un día un chusco al Tio Comisi6n y dice:
«atívas, que para cualquier asunto nombraba una Co-

Señor Alcalde; ahi fuera hay dos que se están eu-
misión que entendiera en él. ropeizando.
Eso sí; la Comisión se componía siempre de cuatro

(Cómo?
mismo fuste, que siempre dictaminaban Sí, señor. El uno lleva ya rota una costilla y el otro
pelagatos de

su

con arreglo a su pensar. estropeado el ojo... de la cara.

Hombres toda la vergüenza, pues que no malgas.


con

Pues voy a nombrar la Comisi6n para queentien-


taban de ella ni pizca. De ideas adelantadas hasta la da en el caso.

Pero, IIno podria usted solo proceder el acto


pared de enfrente. Semioradores de bodeg6n, de donde en

salian siempre hechos unas cubas, tropezando y andan- contra esos rasgos de civilizaci6n europea?

SARRIÁ (EARCELONAII ORDENACIÓN SACERDOTAL DBL P~ RAMÓN M. DE SOLÓSy S. J, (X) POR EL SBNOR OBISPO DB VICH DOCTOR MHNOZ IZQHIERDO

suPBRIDREs v coMPAÑBRos DBL NuEvo PRBssiTERo EN BL coLBolo MÁEIMo

do enzig-zag, aprovechando para ello toda la calle, !Ca, hombrel La Comisi6n.


que, aun siendo muy ancha, les resultaba estrecha. Y, entretanto, los europeizantes se pusieron hechos
Tanto comisioneaba el tal Alcalde, que acabaron por unos calderos Viejos por lo abullados.

conocerle todos por el apodo de «Tio Comisi6n». Otro dia se presenta al Alcalde un vecino denuncian-
Sólo para los asuntos religiosos o de la iglesia, en los do que la casa del vecino Paco amenazaba ruina, pues
que se metía sin ton ni son, no necesitaba Comisi6n al- se oia algún crujido de las vigas y aparecía ya alguna

guna, pues los resolvía en seguida por sí y ante si. grieta en sus paredes.
Pero en metia, lzás! pata al aire, pues la
cuanto se -?Sí? Pues voy a nombrar una Comisión que vea lo
'acaba sin contemplación. que se ha de hacer.
Trat6se un dia de hacer una procesi6n de -rogativas Y, efectivamente, nombr6 la Comisi6n. Se reuni6, y
Para obtener del Altísimo el beneficio de la lluvia, y... entretanto, derrumb6se el edificio„cogiendo debajo dos
-iAlto ahí!-dice el Tío Comisión.— Yo no tolero cerdos, diez gallinas y un borrico, a quienes nadie sd-
esas manifestaciones
políticas propias de gente retró- virti6 el peligro, de modo, que de los animales de la ca-'
grada y arrimada a la cola, que nos hacen retroceder mil sa, dejando aparte el dueño, que era de la misma calaña

'lrdnientos años,,y son una provocaci6n a los sentimien- del Tio Comisi6n, y su familia, s6!o se salv6 el gato
toos liberales del que era el más ladrón del barrio, y a los primeros
cru-
pueblo y un escarnio a la cultura y
a la civilizaci6n jidos graves sali6 escapado como alma que lleva el
-Pero, señor Alcalde; si la verdadera cultura y civi- diablo.
llzaci6n la debemos a Cristo y sus doctrinas, pues que .Entretanto la Comisi6n seguia deliberando sobre las

B TE

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medidas que con-
venia adoptar para
asegurar la casa;
mas, en cuanto re-

cibió la noticia de
su ruina, tom6 acto
seguido el acuerdo
de... suspender la
discusi6n.
Viene otro dia al
Tío Comisión un
vecino azorado, di-
ciendo:
'

Señor Alcalde:

la vecina Lorenza,
abalanzándose para
RIPOLL' ELORFEÓ DE ABADELL CON S MRECTOR DON IOSB PL AS (X) SAI,IENDO DE VISITA EL TEMPLO Y LOS

ha caldo al pozo cLAUsTRos DEL MoNAsTERIo. LA ENTIDAD coRAL DIÓ UN coNclERTo BN EI. LocAL DE LA AcclÓN cATÓLlcA Y oTRo BN EL
CASINO DE RIPOLL, SIENDO MUY APLAUDIDO, (FOT. CASAÑAS)
público.
¡Demonio! Pues voy a nombrar una Comisión para j ¡gp ¡p,g
pj gq ¡gyp pp

pgy p
que dictamine.
¡Qué Comisi6n ni qué niño muerto! interrumpi6 el
— —

POR DZ32ZR
vecino,— que la vecina se ahoga.
Calla, bruto. !Qué sabes tú de procedimientos ofi-

(CONCLUSIÓN)
ciales! -replicó, dándose pisto el Alcalde.
Entretanto, viendo que se perdia un tiempo precioso, Salen Sus Altezas y vuelvo a entrar en la iglesia pa-
algunos vecinos, prescindiendo del Alcalde y de sú Co- ra colocarme aun con grande dificultad en la última
misi6n, emprendieron la tarea de extraer del pozo la po- grada del presbiterio, El templo parece que está más
bre mujer, logrando sacarla aún con vida, pero costán- repleto y el calor asfixia. Un sacerdote,,desde el púlpi-
doles no poco el reaccionaria. to, después de una breve alocuci6n, comienza el Via-
Indignados los vecinos, tomaron acuerdo, el nada Crucis; cuantos me rodeaban procuran arrodilla"se alli
cuerdo, de ir a protestar ante el Alcalde y Comisi6n en donde casi era imposible permanecer de pie; las oleadas
forma nada pacifica, y allá fueron provistos de estacas. de compresi6n de un lado y de otro nos inquietan a to-

dos; lospisotones suceden con una frecuencia tal


llEI señor Alcaldell preguntaron.


se

No está, pero está reunida la Comisi6n.


que martirizan en demasia, y, en fin, no es posible per-


¡Ah! Pues vamos a ver la Comisi6n.

manecer quieto y sosiego
en ante perturbaciones tantas,
Y entrando tumultuosamente, se arm6 una de palos Como a dos metros a mi izquierda se halla colocado el
sobre las costillas de los de la Comisi6n, que no tenien- reloj y observo que son las seis y veinte
minutos, refle-
do qué oponera argumentos tancontundentes, uno sí y xionando que si el sacerdote no aligera el Via-Crucis
otro también, salieron escapados, y contra su costum- voy a perder el íínico tren para mi regreso a Santander,
bre, en linea recta, huyendo del chaparr6n, con lo que porque el de los peregrinos no llega hasta la capital,
quedaron suspendidas las deliberaciones y... se acab6 Entre tantas molestias y puesto todo mi cuidado en
la Comisi6n. mirar al reloj, la devoci6n era imposible. Al terminar la
cuarta estaci6n unos sacerdotes que se hallan cerca de
GílsTAvo MART( DE ReveRT. mi entonan el cántico de «!Perd6n, oh Dios mio!», quizá
para dar mayor so
lemnidad al acto, y
entonces aumenta
mi inquietud, por-

de este modo el ác-

~1' ~s'-<';TM< "'


'l!., ~."'- ~ -'
to, corro mas

go de perder el
ríes.

tren y esto me inci-


ta a mirar el reloj
con
másfrecuencia;
no hay devoci6n
po-
sible. Llegamos de
esta manera al últi-
mo tercio del Via-
je Crucis, levanto la
vista hacia el Cris-
to, y tras breves
momentos observo

RIBAsl los BxcURsloNlsTAs DBL «oRFEÓ DE sAEADELL DURANTE sU EsTANc!A EN LA.PINTUREscA YILLA, (cARANAs) de una manera.cla-

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ARTE CRISTIANO.-CAPITELES ROMÁNICO BIZANTINOS DE LA ANTIGUA CATEDRAL DE PAMPLONA

ra,evidente, real, la mutaci6n del rostro; del periodo yo vi en años repetidos el «Bureau Medical de
en

Constatations», donde analizaban tan escrupulo-


preag6nico en que su posici6n natural se halla, pasa al se

ag6nico, con todos los caracteres tipicos de la cara hi- samente las curaciones por médicos de todos las pai
pocrática, Su nariz se afila, los labios más contraidos se ses, bajo la direcci6n del «abogado del diablo», como
azulan más y más se entreabren; aparecen más dema- el doctor Boisserie se llamaba, con cuya amistad me
cradas las mejillas y más prominentes y azulados los honré gracias a la del adjunto Henry Thomas. Pensar
que por la sugesti6n pudieran cicatrizarse ins-
pómulos; su figura me afectó tanto cual si no hubiera en en un

visto jamás morir a nadie; nada pudo impresionarme más tante extensas íílceras varicosas y rellenarse en un mo-

en mi carrera de medicina, ni aun siquiera el primer mento también las caVernas pulmonares de tisicos en

cadáver que vi en la sala de disecci6n tal como a los último grado, es querer poner de manifiesto el progreso
alumnos nos eran presentados, yacentes en las mesas. de los principios de! evolucionismo moderno, llevándole
Confieso también y juro que esta mutaci6n del rostro a una altura tan poco real que se esfuma entre las som-
la observé sin género alguno de duda durante las últimas bras de la nada al pretender ser lo que de ser no pasará
estaciones, y por tanto, durante algun tiempo, cuando jamás de negativa.
todo mi pensamiento estaba distraido con las molestias aquellas alturas de su infinito poder nos
El que desde
incesantes y la inquietud perturbadora de los minutos mira comopigmeos apenas perceptibles, ?no podrá mi-
el tiempo para ganar ladis rarnos desde donde quiera? o (es que el osado moderno
que pasaban acortándome
tancia que media entre el templo y la estaci6n, no me. revolucionismo, dislocando la lógica, no ha de admitir
nor de quince minutos, pero es preciso resolverse, y con que quien hizo lo más no pueda hacer lo menos?
todo pesar me decido a forzar el paso que con gran di- No, preciso es confesar a Cristo y admitir cómo la
ficultad me abro en el presbiterio, dejando con senti- verdadera ciencia no puede divorciarse de la fe, con la
miento al Cristo de las mercedes y la iglesia llena de que va siempre hermanada del brazo en la armonía de la
gente, contristándome mucho la partida. unidad, mientras la verdad, y lo será siempre, reposan-
Fuera preciso forzar la mente y dislocar, apasionado, do en la Verdad eterna, inmutable, imperecedera.
la rectitud de juicio para pensar en que después de las Los prodigios del Cristo de Limpias son ciertos, rea-
circunstancias apuntadas se ope. les, evidentes.
Los errores modernos sin ba-
raran en mi, libre de psicopa-
de doctrina sana, las fingidas
t4s, sugestiones de ningíín or- se

den para hacerme ver lo que no libertades, aun llamándose pro-


esperaba yo, menos afortunado gr«sivas, falseando su propio
que los demás videntes cuyo níí- concepto a 'no admitir más que
mero se aproxim6 en este dia a el suyo autócrata y restringido,
no podrán nunca trastrocar el
cerca de ciento, entre los que
figuraba un médico de Pravia, concepto de la verdad ni trans-
que con gemelos en mano ob- formar la16gica.
serv6 el movimiento de los la- Negar los.prodigios del Cristo
íos del
Cristo, como si pro- de Limpias es limitar el poder de
nunciara palabras, el de cabeza Aquel que descansa majestuoso
y una gota de sangre bien deter- en las alturas más soberanas que
minada en la concavidad de un su portentosa obra llena de pro-
oido. digios, ordenada en leyes de
Con este testigo y otros de perfecci6n, exactitud e inmuta-
calidad también tuera vano y bles.
Pueril pensar en el ya desecha- Concluyamos volviendo a

do argumento de las nuestro enfermo que tiene vein.


sugestio-
nes con que tanto se tiséis años.
impugna-
rnn los milagros de Lourdes VALLáS I.a tarde que estuve en Lim-
que CAPITEL DEL CLAUSTRO RE SAN CUGAT DEL

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pias fué para él de verdadero
terror, acentuándose por la no-
che de tal manera que suplic6
no se le abandonase ; hubo,
pues, que velarle. Hay que ad-
vertir que no conocia mi viaje
al Cristo de la Agonia y mucho
menos la petici6n que me lle-

vara.-
Al
siguiente dia sali6 de casa,
hizo una visita, y asisti6 a un

espectáculo pííblico.
(Está curadoll La prudencia
se sobrepone al convencimiento

y deja que el tiempo pase para


dar una categ6rica contestaci6n,

OVIELO ALUMNOS DE LA ESCUELA MIIITAR OFICIAL DE BSTA CIUDAD) QUE EN VIAJE DE PRAC
TICAS. HAN HECHO EJERCICIOS BN EL CAMPO DE MANIOBRAS QUE EL EJÉRCITO POSEE.BN FL
HISTÓRICO MONTE DE NARAUCO, (FOT. REMI)

aunque hasta ahora las curaciones de Limpias han sido s61o espirituales.
El terror en mi enfermo contrasta con el experimentado también por un
conocido mio, dos chauffeurs incrédulos, uno de esta poblaci6n, y un guar-
dia civil también incrédulo, de Colindres, que aterrados por la vista del
Señor cayeron al suelo.
DR. ANToNlo GIJTIÉRREz oe Cosslo,
CÓnsul de Honduras.

CUL. TRO VALIEK T%B


LEMA: Una lección,

noche, de costumbre, se reunieron en agradable tertulia


A
QIJELLA como

en casa del abuelo Gil, los intelectuales del pintoresco pueblo de Bell ~

lloch. Y como de costumbre


también, se entab16 urí debate animadisimo, El
tema, elegido por Pascual el boticario; Versaba sobre religión y supersji-
efóri, puntos sugestivos y de notable interés, que animaron en extremo la
polémica.
Si se tiene en cuenta que en la reuni6n concurrian hombres tan piadosos
como don Zacarias, maestro de escuela, tan religiosos como el alcalde don

D. SALUSTIANO SANTOS LORENZOy


TENIENTB DBL REGIMHINTO DE TOLEDO; DE
GUARNICIÓN EN ZAMORA, QUE EN UNÁ CON-
FBRENCIA DIRIGIDA A LOS JEFES Y OFICIA-.
LES DBL CITADO CUERPO DISERTÓ. SOBRE EL
TEMA: @NECESIDAD DEL EJÉRCITOs) E HIZO
UN ESTUDIO MAGISTRAL DE LOS COMBATES
NAVALBS DE CUBA Y CAVITE

Blas, tan incrédulos como To-


ñ6n el director de «La Repúbli-
ca», y tan escépticos como el
médico don Dimas, se colegirá
sin dificultad alguna a qué te-
situra llegaria la discusi6n.
Lo cierto es que el abuelo
Gil, temiendo s e exacerbaran
los ánimos más de lo conVenien-
te y deseoso sin duda de dar
GARAY (VIZCAYA): LOS ESPATADANZARIS BAILANDO ANTE LA IMAGEN DE SANTIAGO
una buena lecci6n a los que DURANTE LA PROCESIÓN
CBI,ERRADA EN DICHO PINTORBSCO PUEBLO. (FOT, OJANGURBN)

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afirmaban con ve- ja entreg6 su alma
hemencia que la re- a Diosparaser juz-

ligión era una de gada. Muri6 en so-


l ledad, cual habfa
a s modalidades
de la vivido. No habien.
superstición,
tomando la palabra, do solicitado auxi-
con voz firme y re- alguno, su vida
lio

posada, dijo:
s eextingui6 s i n
más testigos que

Está fuera de
los cuatro muros de
réplica que la su-
su casucha
y los
perstición empieza
cuando la religi6n pocos cachivaches

falta. S61o cabe que constituian su

misero ajuar.
superstici6n en
Muerta ya, n o
aquellos entes que
podia eximirse el
carecen de senti-
mientos religiosos. pueblo, por miseri-
La experiencia con- cordia y por higie-
firma mis palabras. ne, de enterrarla.

Son antitéticas una


Y aquifué la buena.
No ignoráis nues-
y otra. Pero por si
t costumbres.
r a s
acaso parecen
os
ESPAÑOLE S EN HASSI-MENZGA Aquf traslada en
se
a algunos atrevidas FRANCESES Y
andas al cadáver
m i s afirmaciones, OS GENERALES AIZPURU Y A U B ERT CON SUS ACOM PAN A M IENTOS> RECORREN EL CAMPAMENTO

ERANCÉS. (POT. LÁZARO) hasta el cementerio


ahi va un caso ve-

ridico y chocante y alli se deposita,


cuando este vejete velándolo toda la noche cuatro personas, hasta apuntar
por que si, ocurrido en este lugar
motivo de la el dia en que se le da sepultura.
que os habla apenas sabia hablar, con

muerte de la Bruja. Pues bien, la Bruja, que muriera sin los auxilios es-
Todos vosotros, quien más, quien menos, habéis oído pirituales de nuestra santa Religión, debia ser enterrada
hablar de la Bruja. Su nombre de pila era Petra. Mujer en el lugar correspondiente Pero era tanta la repug-
huraña hasta la exageración, rehusaba con empeño to- nancia que sentían hacia ella los vecinos del pueblo,

do trato y relaci6n con los vecinos del pueblo. que no se logró hallar persona alguna del mismo, ni aun
Vivía en un casuch6n sito en la parte más alta del ce- remunerándota bien, que se prestara a enterrarla. Huel-

rro, entregada a sus sin preo-


prácticas sospechosas y ga decir los apuros del buen Párroco y del Alcalde.
la igle- Por fin, tras mucho buscar, encontráronse cuatro in-
cuparse de nada ni de nadie. Jamás se la Vi6 en
sia. Era la íínica nota disonante en este pueblo, enton- dividuos extraños, forasteros, mal fachados, presuntos
ces esencialmente religioso. No es de extrañar, pues, salteadoresde caminos, gente de mal cariz y de peor
que grandes y pequeños sintiéramos aversión por aque- jaez, que, presumiendo una gran desaprensi6n y una
lla mujer más fea que unanoche de dolor y más antipá- mayor incredulidad, se ofrecieron mediante buena paga,
a desempeñar 'el
tica que un acree-
oficio de enterra-
dor impertinente.
dores. Asi pudo ser
L o s chiquillos,
conducido a I c e-
desde lejos, la ape-
menterio el cadáver
dreábamos ; actos
de la Bruja.
dispensables p o r
Los cuatro va-
nuestro escaso jui-
cio, Pero, los ma- lientes, desempeña-
do su cometido, de.
yores, sentían re-
pulsi6n por la mi- jaro n el ataúd
rada
'

abierto, como se
corva y pun-'
zante de,la acostumbra, frente
Bruja.
Y a la puerta de en-
susurraba que
se

algunos la habian trada, y comenza-


oIdo invocar, allá, ron a preparar el
e n arroz queen tales
s u misterioso
casos, como sabéis ¡
retiro,, al mismfsi ~

mo es de consuno.
diablo.
Habfa cerrado
Como la Bruja
era una la noche comple-
simple mor-
tal, amigos mios, tamente, cuando
los hombres de mi
lleg61e la hora de
htstorta la empren-
abandonar p a r a
'

sie mpre este mun- SALE A RECIBIR dieron contra el


EL TENIENTE CORONEL FRANCÉS M, CORÓN, E N NOMSRE DEL GENERAL AUEERT>
do de penas; la vie AL coMANDANTE GENERAL AlzPURII A TREs IIILÓMETROS DE HASSt MENZOA, >POT. t.ÁZARO) arroz.

ESO

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Los sendos. vasos de tinto con que amemzaron ia comi- La cabeza de la Bruja se movfa, efectivamente, de iz-
da provocaron la.locuacidad de aquellos descreídos, y quierda derecha. Los cuatro valientes. se, levantaron
a

dió principio una sesi6n de bromas y chistes en los que como movidos por un resorte. Uno de ellos sac6 una

se traia a mofa lo más digno y santo. navaja toledana, y mientras se aproximaban cautelosos
Uno de los cuatro, el que de más valiente presumía, al ataúd, dijo con arrogancia:
permanecia silencioso y pensativo, contemplando con Yo os aseguro que si le da por vivir, pronto tendrá

pertinaz atenci6n a la difunta. Su mirada, escudriñando el pasaporte.


las tinieblas, se posaba obstinadamente sobre el cadá- Pero al estar a dos pasos del cadáver la cabeza se

ver de la Bruja. merie6 con más intensidad, y los cuatro Valientes, sal-
, Tal actitud sorprendi6 a los demás que no anduvieron tando por encima del ataíId, salieron disparados del ce-
tardos en echar cuatro pullas. menterio como almas en pena.

Vaya, amigo, a lo que parece, te va entrando pánico.



Sentados a doscientos pasos del cementerio pasaron
toda la noche los
cuatro desaprensi-
vos, recordando si-
lenciosos los raros
movimientos de la
difunta.
Al alborear, re-
puestos del susto y
algo animosos ya,
acercárons e al
camposanto deseo-
s o s d e averiguar

qué habia sido de


laBruja. Con sor-
presa inaudita en-

contraron en la ca-

ja al cadáver. Mas
al examinarlo dete.
nidamente, adVir-
SAN SBBASTIÁNl DONA MARÍA CRISTINA INAUGURANDO EL NUEVO TROZO DEL PASEO AL BORDE DEL MONTE URGULL. (MARTÍN)

IISi se te habrá
indispuesto el
miedo?

Compadre,
? (iemblas?

Sabéis que a.

valór'nadie me ga-'-
na. Pruebas can-
tan.

Oóras son

amores y no bue-
nas razones.

¡Niños! Para
que veáis. Allá me

parece que hay un


cráneo roto. Voy
por él.

g Qué quieres YALENclA: EL ALcALDE Y LAs AUTGRIDADEs DURANTE LA APERTURA DE LA ExPoslclÓN DE LA JUYENTUD ARTÍsTIcA, INsTA-
LADA EN EL PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD. (FOT, GÓMEZ DURÁN)

Llenad de vino esta cavidad. tieron tenia roido el 16bulo de la


oreja izquierda. Y la

¡Hombre!... explicaci6n del caso se la di6 un rat6n que salt6 del



Llenadla os digo... Bien. IIAcaso alguno de vosotros ataíId, huyendo ligero a esconderse en su madriguera,
se atreve a beberse ese vino? No... Ieh? Pues, ved, ratón que, con sus tirones, motivara los movimientos

yo si. que tanto impresionaran a los cuatro sospechosos.


Y se bebi6 de un tir6n todo el vino, sin dejar de mirar, Con que ya lo véis,amigos míos -concluy6 diciendo
sin embargo, el cadáver de la Bruja. el abuelo aquellos entes sin religi6n eran unos
Gil; —

Pero? qué diablos miras? valientes supersticiosos; un cadáver les infundia pavor;

éTe ha enamorado la vieja? un hecho natural les atemorizaba. De ser buenos cre-

-Pues bien;?queréis que os sea franco? Mirad, fijáos yentes hubieran acudido solfcitos a observar atentamen-
enladifunta. SemueVe. te a la Bruja por si no estaba realmente muerta yen

!Mil rayos! ¡Fs cierto!



este caso ayudarla.
¡Bombal ¡Pero huir ante un leve movimiento!
'

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JUEGOS FLORALES DE ALMENDRALEJO

LA REINA DE LA FIESTA SErIORITA FERNANDA LUENGO


ACOMPANADA DE SU CORTE DE AMOR SENORITAS PEPA

BARROSO) MARIANA ZORRILLA, CONCHA CEBALLOS, MARÍA

ALCÁNTARA> CONCHA ALOR) ANA MARTÍNEZ) FILOMENA VI-

LLEGAS) ROSARIO MESA> CARMEN ZORRILLA Y BALBINA ORTIZ

? Qué daño podia LA LIBERTAD HUMANA


inferirles una muer-

ta? IIá es la libertad


Pero era Bruja
la humana?
y con ello queda di ~
Es el don precioso
cho todo que nos otorg6 Dios
Esta circunstancia al criarnos a su ima-
bastaba para desper- gen y semejanza. En
tar recelos en gente virtud de esta liber-
tad podemos
supersticiosa co m o n o s

nuestros ualientes.» otros rendirle algo


A i finalizar e l en demostraci6n de
D. Íosa RUANo, PGETA PREMIADO buen Viejo su relato, nuestra gratitud, te- D. I,UIS HERMIDA, MANTENEDoR

sonreían significati ~
nemos algo que
po.
vamentedon Zacarías y don Blas, mientras permane- demos ofrecerle: nuestra voluntad; el buen uso de
«an confusos Toñ6n y don Dimas. nuestra libertad,
y, mediante estos ofrecimientos, nos
es dado merecer y sostener una relación de amor entre
Como la hora era avanzada, acab6se aquella noche la
tertulia. El y nosotros.
Y en tanto despedíanse algo mohinos los incrédulos, Porque Dios se complace con estas ofrendas, como se
el abuelo Oil, alegremente, goípeándoles la espalda complacen también aquí en la tierra los padres, verbi-
con su mano apergaminada, les decla: gracia, que reciben obsequios de sus hijos el día del
-Si acaso esta noche se os apareciere una bruja o un santo, del cumpleaños o en otras fechas de feliz recor-
duende y necesitarais auxilio, avisad. ¡Je, je, je! Que dación, aunque sean costeados con dinero que ellos mis-
donde nohay religi6n suele sobrar superstición, ami- mos les dieran.
gos míos, IJe, je, jel Pero... se lo dieron y ya eran libres de emplearlo como
quisiesen. Y en esta libertad consiste el mérito de em-

JUAN (loMIS LLAME(As. plearle bien. Pudieron gastarlo en golosinas o en jugue-


(Concurso. M.) Garona. tes, y no obstante el amor filial Íriunf6 del egoísmo, y
1»4

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Más aún: Dios, al criarnos, tenia presente que nuestra
libertad sería motivo de nuestros méritos, pero ocasio-
nada también al pecado.
Y habiendo ocurrido éste en el paraiso, el Hijo de
Dios tan amado del Padre y en el que tenia todas sus
complacencias, para restaurar nuestra libertad sufri6
cruenta pasión y afrentosa muerte, salvando así las
. almas de la esclavitud 'del pecado y luego los cuerpos
de la esclavitud a que la civilizaci6n pagana habia redu-
cido a la humanidad, sujétándola a los más crueles y
desp6ticos poderes.
En -el orden espiritual, la cédula de nuestra esclavi-
tud, como dice San Pablo, fué rasgada enclavándola en
la Cruz, y en el orden temporal fund6 la civilizaci6n
cristiana que desde entonces ha venido combatiendo
todas las formas contrarias a la dignidad y libertad
humanas.
Porque la lucha ha continuado siglo tras siglo, y con-
tinuará hasta llegar al triunfo definitivo con el fin del
tiempo.
Muchos son los que no aciertan a determinar el alcan-
ce de la redenci6n, ni a comprender c6mo siendo ésta
de un valor infinito, sigan abundando en el mundo los
.
esclavos del pecado. Pues bien, en esto hemos de ver
otra manifestaci6n de la voluntad divina de sostener
nuestra libertad, y por lo que a las indicadas dudas se
refiere, diremos que si antes de la redenci6n nosotros
éramos esclavos de la culpa y el maligno espíritu an-
daba libremente por el mundo, con la redenci6n fué
libertado el linaje humano y enfrenado el poder del
'TARRAGONA: EL RBVERBNDO VICARIO DE SAN PEDRO BENDICE UNA YOLA
Y DOS CANOAS DEL CLUB NÁUTICO. IFOT, VALLE) demonio.

esos triunfos alegran los cie-


los y la tierra
Mírese, pues, por el lado
que se quiera, ni a la raz6n
ha de repugnar, ni a nadie ha
de extrañar que la Omnipo-
tencia divina, a la que nada ni
nadie puede estorbar, a pesar
de sus deseos de nuestra sal-
vaci6n y de los medios que
nos proporciona para alcan-
zarla, se detenga frecuente

y espontáneamente al llegar
a la libertad humana.

Y esta limitaci6n de su po-


der viene a ser plásticamen-
te representada en la ser-
piente qué la planta de la Pu-
risima Concepci6n sujeta..
Sómos libres, pués, por la
libertad que hemos recibido
de Dios.

Y para la libertad humana


reclama la Iglesia gran res-
peto, que procura inculcar
por todos los medios porque
MATARÓ: REPARTO DE PREMIOS A LOS ALUMNOS DE LAS ESCUELAS PÚBLICAS
tiene la misi6n de defenderla.
AUTORIDADES QUB OCUPARON LA MESA PRESIDBNCIAI GRUPO DE NINAS EN ESPBRA DE RECIBIR BL PRBMIO DE

MANOS DEL SENOR ALCALDE. (POTS. GOMSZ) Ahora bien, esta hermosa

48s

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palabra, nombre de tan
noble, digno y elevado
don: de un don divino, ha
sido pegada y no s6lo con

injusticia, sino aun con

pretensiones de antono-
masia, a una bandera que
cobija lo peor de lo más
malo y a cuya sombra se

perpetran los más nefan-


dos crímenes.
Y liberal se llama el
Lmico ciudadano que no
admite jamás el único sis-
tema liberal práctico.
Y llámanse liberales los
sistemas politicos m á s OVIEDO: EL SANAR 084PO DOCTOR SpZTÁN,Y URNIZA CON I,AS AUTORIDADES Y PERIODISTAS DESPUÉS DE IA

tPOT. RBMI)
desp6ticos y arbitra- BBNDICIÓN Y COLOCACIÓN DE LA PR IMERA PIEDRA DE LA COLONIA DE LA PRENSA OVETBNSE.

rios...
Y llámase liberalismo a un cuerpo de doctrina nuestra libertad individual y privada, sino que cela tam-

política perseguidora que nos hace esclavos del orden bién por la colectiva y pública. Así pone a los poderes
material. públicos la obligaci6n de procurar. y conservar la liber-
Y para colmo de irrisi6n, inconsecuencia, desorden y tad colectiva mediante los consiguientes equilibrio y
contrasentido, el tirano usa y abusa incesantemente de armonía alcanzados con leyes justas y disposiciones pru.
la palabra libertad, pues la persecuci6n legal se adorna dentes, encaminadas a conseguir el buen uso de la liber-
con pretextos halagadores cuya malicia pasa inadvertida tad individual que no atenta, ni contra las prerrogativas
a la sencillez popular. propias, ni contra las ajenas, y de buen grado se sujeta
En cambio, la religi6n cristiana, la Iglesia, institución a las leyes.
sublime que lucha contra todas las injusticias y contra Pero, entiéndase bien, las leyes reguladoras de buen
todas las tiranías, acomodándose resignadamente a esa gobierno son limite para la libertad colectiva, pero no
inversi6n de términos, llama también «liberales» para para la individual.
la mejor inteligencia a los más desp6ticos sistemas Para ésta son cauce.

políticos con tanta tenacidad .por ella combatidos pre


cisamente por sus atentados contra la, libertad hu-.
mana. En faVor también de la libertad pública, nos man-
Pero esos atáques s6lo pueden afectar a sus exterio-' da asimismo la Iglesia el amor al pr6jimo como a
res manifestaciones, pues por. Io que toca al fuero in- nosotros mismos, y en favor de la libertad colectiva

terno, vedla con el 'pensamiento, la conciencia y la vo- dict6 normas de perfección y promulg6 su doctrina

luntad,' puésta por DIOS en lo más íntimo de nuestro de amor a la justicia, sus leyes de verdadera fraternidad
ser; uni versal.
Asíhay.mirada indiscreta',que pueda sorprender las
no He aqui los instrumentos de equilibrio, los elementos

impresiones de lá,libertad de'que disfrutamos; ni poder de armonía indispensables para conseguir la libertad
humano que pueda lesiohárla ni extinguirla. colectiva.
Y no solamente cela la Iglesia para la conservación de Por el contrario, nada a ello más opuesto que esos
sistemas que conVierten
agobernantes y goberna-
dos en opresores y opri-

midos, que desencadenan


odios y rencores, ahogan
todo sentimiento 'noble y
encallecen el coraz6p
haciendo imposible la li-
bertad.

La secta nos dice'


Odia.
La Iglesia nos dice:

Ama.
La primera es palabra
de opresi6n.
La segunda consigna de
libertad.
B T'" RL SRNOR OBISPO DB VITORIA PRBSIDIENDO LA PROCESIÓN CEIRRRADA CON MOTLVO DE LAS SIESTAS

DB GUIPÚzcoA. íPDT. ojANQURBN)


P,
DB sAN IDNAcIo DB LDYDLA, PATRÓN

487

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EL AL%A DE U N l U El5LO
NOVELA HISTÓRICA DI= I RINCII'IOS DVL SICiLO XV

(coNTINUAcióN)

risa veces, confiando activar su circulsci6n o des- podian derivarse del grave
que contratiempo sufrido
pertarle el apetito; pero sus esfuerzos habían resul- por Witoldo, más impetuoso que experto. Lamenta-
tado infructuosos. ban la pérdida del
joven Spiscko de Nelshtin y en-
Ahora sentfa Matzko gran satisfscci6n por los comiaban su valor, Sabían que, habiendo recibido
obsequios y atenciones de que era objeto su sobrino, del
jefe enemigo un distintivo especial, no quiso
tanto que olvid6 sus dolores; y al obsequiar Amileo ponérselo durante ls batalla, prefiriendo una muerte
a los caballeros vino generoso, sentóse también
con gloriosa a la vida que su enemigo le concedis No
con ellos para beber. se podía aúu afirmar
positivamente si habia muerto,
La conversación recay6 sobre la liberaci6n de si estaba s61o herido
o o
prisionero, y en este último
7ibyszko, sobre esponsales
sus con'Dsnusis y la difi- caso podis redimirse aunque le costase caro¡porque
cultad que pudiese ofrecer s la, realizaci6n de sus era muy rico y además Witoldo le había conced.ido

nupcias la oposici6n de Jurand de Spychow; pero en feudo toda la Podolia,

contra ésta era un poderoso factor ls voluntad de la La derrota de los lituanios alarm6
a la Corte de

princesa Ana, que para el padre de Danusia tenía Ladislao, temiéndose que los tártaros entusiasma-
fuerza de ley. dos por su victoria, se precipitasen sobre los terri-

Además —

dijo Lis deTargovisk,— Zbyszko hs tories de la Lituania, j'en este caso todo caballero
de atraerse toda la simpatia de Jurand por'su gene- debería sl combate,
correr
Zsvisk, Psrurey, Dobko
rosa resoluci6n de hacer causa común con él en sus
y el mismo Povala no dejarísn Crácovia, en espera
empresas contra los tudescos. de los acontecimientos, pues si Tsmerlán avanzaba
Sobre todo agreg6 Parurey
— — —
si Zbyszko logra con sus hordas el peligro podía adquirir suma
gra-
vencer a Lichtenstein. vedad.

Kn cuanto a éste —

contést6 Zbyszko, —
no sé si Lucharemos también contra Tamerlá,n decían

aceptará, el reto¡ porque es uno de los


jefes princi- si el terrible
y veremos
Cojo nos vence tan fácil

de ls Orden Teut6nica, sun se dice si


pales y aspira mente como a otros... Además
¡seguramente vendrán
a ser su Oran Muestre, en ayuda nuestra otros paises cristianos,

tuerza será que acepte si quiere que venga,
no
Zindarm, que alimentaba un odio implacable oon.
s, menos su honor de caballero-dijo Zindarm. tra la Orden Teutónica, aíiadió cori
amargura:

Pero puede escudarse 'en alguna regla piohibi. '

No sé qué harán los demás países


'

cristianos,

tivs de su Orden observ6 Zavisk.— Dejad que


pero en cuanto s los caballeros Teutónicos no me


surja ls guerra, y entonces nos encontraremos frente asombrsria que, aliá,ndose con los tártaros nos ata-
s frente. por la
casen
espalda.

Dicen que no ls habrá,, porque los Teut6nicos Algunos
caballeros disentían de esta opini6n, di.-
nos temen —

objet6 Zlodzei. ciendo que si bien la Orden Teutónica se mostraba


La paz no puede durar mucho

contest6 Zin- —

poco escrupulosa en defender sus propios intereses,


dsrm: no es posible hacer buenas
migas con atentando comunmente contra los
lobos,

ajenos, no podian
porque están siempre dispuestos a acometer. creer que quienes se titulaban caballeros de la Cruz
Acaso tengamos que combatir contra Tsmerlán

se uniesen los tártaros para combatir


a a un pueblo
observ6 Povala.— Sábese de cierto que el cristiano.
príncipe

Witoldo hs sufrido un fuerte descalabro. Aíisdísn esto que Tsmerlán estaba


a
muy lejos y
Síl exclamó Msrtzin; y el valiente capitán el jefe

de los tártaros, llamado Elige, había


que
Spiscko de Nelshtin no ha vuelto„. ICuántos csbs. perdido tanta gente en ls batalla, que casi estaba
lleros litusnios han perecido en el campo de bstallsí
espantado de su
propia victoria. Por otra parte el
Ya lo 'había predicho ls difunta Reina
dijo principe Witoldo¡


obrando con
prudencia, había re-
Povala. forzado hueste,
y aunque vencidos ahora, los litua-
su
La guerra contra los Tártaros sbsorbi6
algunos nios estaban acostumbrados a vencer a los tártaros.
momentos más la atención de los caballeros reunidos No

es solamente coutra éstos que habremos de
en'casa de Amileo, especialmente' las conseouenciss combatir —
observó Povsls,

asa

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Y volviéndose a
Zbyszko, afladió: rales y entablaban enconada lucha, o en masa, o

La Masovia será la primera atacada, y no te únicamente los respectivos jefes, y en este último
faltará que hacer allí. caso el vencedor retenia prisionera la gente del ven.

¡Ayúdete Dios! —
exclam6 Povala alzando la cido. Y cuando a la Corte llegaban quejas contra
copa. Jurand de Spychow, el Principe contestaba queján-

!A tu salud y a la de Danusia!- exclamaron a dose a su vez de los ataques y fechorias de los tu-
corolos caballeros. descos.
f Y por ! a derrota de los tudescos! añadió Zin- Jurand era tan temido por sus vecinos, que la fama

darm de Mashkovitz. de ferocidad traspasó sus justos !imites. En las


su

Kn aquel momento lleg6 un gentilhombre con un cercanías de Spychow rediles y majadas estaban
halcón en la mano, saludó, y dirigiéndose a Zbyszko desiertos y los campos sin cultivo, creciendo s61o en
le dijo: ellos hierbas silvestres. Algunos caballeros tudescos

La señora Princesa me envía a deciros que ma- se unían a veces para atacar a Jurand excogitando
nana a primera hora se pondrá en camino. cuantos medios creían oportunos, pero siempre que-

!Bien está! —
exclam6 Zbyszko. —
Pero écómo tan daban vencidos.

prestoP 6ocurre alguna novedadP A tal extremo llegó el miedo a Jurand, que decian
No j si no es la llegada de un huesped de Maso- si había vendido su alma al diablo a Rn de poder
via, vengarse mejor, y además contábause de él cosas

~E! PrincipeP... terribles, hijas de la medrosa fantasia popular. Asi,


El caballero Jurand de Spychow, era convicción muy generalizada que entre los pan-

Zbyszko sintió latir súbitamente su .coraz6n con tanos que rodeaban su castillo pasaba un sendero,

igual fuerza que cuando le fué leida la sentencia de junto al cual hacia sepultar los cadá,veres de sus
muerte. victimas,cuyas cabezas caminaban durante las no.
ches sobre las patas de enormes aranas, aullando
lastimeramente y atrayendo al fondo de las aguas a
los guerreros con sus caballos. De todo esto lo único
cierto era que en los calabozos subterráneos del cas.
La princesa Ana no extrañó la repentina llegada tillo de Spychow gemían algunas docenas de prisio-
de Jurand de Spychow,
pues en medio de la perpe. neros y que el nombre de Jurand era más terrible
tua lucha que éste mantenía contra los tudescos ve- que todas las fábulas de esqueletos y de ~bogados.
cinos a sus tierras, la interrumpia de vez en cuando Enterado Zbyszko de su llegada, sinti6se sobreco-
por la imprescindible necesidad que sentia de ver a gido de un Que él hubiese escogido a
secreto temor.
su hija Danusia, y se presentaba inopinadamente en Danusia para dama de su corazón, nadie podfa im-
Varsovia o en Tzechanow, alli donde se encontrase pedirlo pero ácómo tomaría Jurand la cuesti6n de
la Corte del príncipe Janusz. los esponsalesP ~Consentiría o noP., gY si valién-
A medida que transcurrían los a!!os, más se pare- dose de su derecho paterno se opusiese a las nup-
cía Danusia a su madre y más dolorosamente des. ciasP
pertaba, padre el recuerdo de la amada esposa,
en su Tales preguntas hacíase Zbyszko en su interior,
a la cual se imaginaba ver de nuevo como el día en Danusia para él lo más
era caro en este mundo; y
que la conoció por vez primera.en Varsovia al lado en medio de la duda que le atormentaba, su única
de la princesa Ana. esperanza era el vencimiento de Lichtenstein, sus

Kn vano esperaban sus amigos que el tiempo amor. arrestos belicosos, la fuerza de su brazo al servicio
tiguase su dolor; y en vano también la Princesa le de Jurand.
instaba siempre a permanecer en la Corte al lado de —

Supongo que me conducfs al,Castillo —

dijo al

Danusia, porque la vista de su hija enconaba la llaga gentilhombre que le habia traído la noticia,
que le roia el corazón, quftábale el sueho, el apetito Si; allá vamos en derechura. Kl caballero Ju.

y el habla.„, y de repente desaparecia de la Corte y rand está alojado en una de las habitaciones de la
volvíase a Spychow para anegar en sangre de tudes- Princesa.
cos Bu odio y su dolor. Decidme, pqué clase de hombre esP Interésame

Efectivamente, los pocos dias de su vuelta¡pro-


a saberlo para que pueda hablar con él de manera con.
pa!ábase la noticia de pueblos incendiados, de san- veniente,
grientos oombates enlos que el terrible Jurand que- —
deciros? Le tengo por un hombre
6gué podré
daba siempre victorioso. Los habitantes del otro diferente de todos.. Dicen que en otro tiempo era de
~

lado de la frontera de Masovia vivían constante- carácter alegre...


mente en la incertidumbre del manana: las depreda- ~Ks inteligenteP

ciones¡los estragos del fuego¡los peligros de toda Es astuto, porque sabe batir a los demás:, y él

suerte iban sucediéndose. Irrumpfan a veces los nunca se deja coger en lazos ni artimanas. Tiene

tudescos en tierras de Masovia y.llevábanse los re- sólo un ojo¡pues e! otro se lo arranc6 una saeta ene-
ba6os: en ocasiones sa! fanles al encuentro los natu-, miga; pero.ve desde lo más'hondo de su alma. Tiene

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primer indicio de felicidad doniéstica
El es el ámor del
HOJAS SUELTAS hogar.

El derecho y el deber son como las palmeras que no El alma del hogar es dulce y bíenhechoía para aque-
no están una al lado de,la otra.
dan fruto si llos que lo respetan y aman.

El deber y el derecho son hermanos. Nacen el mismo


Una buena madre de familia desprecia los adórnos
día, crecen, se desarrollan y mueren a la vez.
frívolos y sólo se preocupa de sér agradable a su marido
por el atractivo de su conversación.y la amabilidad de
El hombre que vive en sociedad no puede prescindir su carácter.
de derechos ni de deberes.
No ha de ser únicamente la mujer la doméstica de su

No es tan fácil como se cree reivindicar derechos esposo, sino y ante todo su compañera espiritual,
porque se reivindican deberes al propio tiempo.

Educando a sus hijos es como las madres son verda-


El hombre moral es lo contrario de Antea. No ad- deramente madres.

BARCEIONA: LAS AUTORIDADES Y LAS SENORAS DE LA lUNTA DE LA REAL ASOCIACIÓN DEL ANGEL DE LA GUARDA DESPIDIENDO( EN LA ESTACIÓN
DE PRANCIA> POCO ANTES DE SALIR PARA TIANA> h LA COLONIA ESCOLAR SUFRAGADA POR DICHA ENTIDAD Y COMPUESTA DE 100 NIÑAS, (PT. BANÚS)

fuerzas inclinándose a la tierra, sino ele-


quiere nuevas
El castillo de Badrevand
vando sus ojos hacia lo Infinito, a Dios.

familia sino el más admirable de los go-


E Alpes italianos,
IIQué es una N Una de las montañas rocosas más elevadas de los
biernos? con vistas al Trentino', se divisaba
en la Edad Media, como un faro o centinela avarizado de
La familiá no es el escenario de abnegaciones históri- aquel océano de nieve, el famoso castillo feudal de lós
cas; oculta de ordinario a los ojos de la posteridad es, Duques de Badrevand.
sin embargo, el principio de las virtudes que se mani- Desde su cúspide se veían distintamente los verdes y
fiestan el teatro del mundo, parecidas a aquellas fuen-
en lozanos valles del Tirol, y en lontananza los bosques y
tes ignoradas de las que surgen grandes ríos cuyas aguas vergeles de Lombardia, que señalaban las dulces co-
van a engrosar las del Océano. rrientes y cristalinas aguas del caudaloso Po.
Las espesas selvas de sus alrededores se hallaban po-
La sociedad no esmás que el desarrollo de la familia; bladas de caza de aves, fieras y alimañas de todas clá-
si el hombre sale corrompido de la familia entrará co- ses. No era raro ver con frecuencia el albatros, ave gi-

rrompido en la sociedad. gante de rapiña de la zona alpina, el oso gris, la cabra


montesa, los ciervos blancos y las perdices rosadas
El amor a la patria comienza en la familia. de ojos azules.

eao

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FIESTA MAYOR DE SABADELL
CASEOSA ALEGORICE DE cELS SEGADORSP) QUB DETUVO EL PRIMER ALEGORÍA DEL «AMORi) PRESENTADA POR LA ACADBMIA DE BELLAS
PREMIO EN LA RUA ARTÍSTICA
ARTES, GANADORA DEL SEGUNDO PREMIO. (FOT, CASAÑAS)

En el interior de aquella soberbia mansi6n señorial se El día se mostraba espléndido. La temperatura pri-
tenian con frecuencia lujosos torneos y magníficas fies- maveral y el azul esplendente y limpio de los cielos con-
tas, a las que acudfan numerosos caballeros, y se de- vidaban al placer y ala alegría.
rrochaba el fausto y la grandeza. Los Condes de Guzno y numerosos caballeros habian
Numerosos bufones, ministriles y trovadores hacian sido irivitados por el joven duque Osvéin a una magni-
las delicias de los-convidados, acompañando el canto fica partida de caza.
de las leyendas y epopeyas héroes con arpas, vio-
lines y flautas dobles. d@os Numerosos escuderos y-pajes se vefan divagar por las
estancias del castillo hacieíído toda clase de preparati-
Se tenian grandes banquetes y orgías, que duraban
vos, mientras las señoras invitadas se entretenfan en
varios dfas con sus noches,='y cuyos correspondientes
contemplar en las galerías de la casa las numerosas ca-
residuos se destinaban a mantener las grandes jaurías bezas de jabalies, osos, alces, gatos monteses, lobos,
de hermosos lebreles destinados para la caza. Diaria-
zorros'y otras fiéras y alimañas de pasadas excursiones
.

mente se sacrificaban también varios corderos


para ali-'" cinegéticas.
mentar los 'numérosos halcones que serVían para la caza Al servicio de las señoras del Castillo de Badrevand
de la perdiz y otras aves, asf como
para los leopardos se hallaba la preciosa y piadosa joven, llamada
Hilda,
amaestrados en la persecuci6n del oso, los venados de blanco rostro y rubios y rizados cabellos, hija de un
y
las cabras montesas.
antiguo y fiel servidor, qué habiendo salvado a Osvoin
cuando niño de lás mordeduras de una serpferite de los

BARCELONA: FIBSTA DE REPARTO DB PREMIOS DBL CURSO CATEQUÍSTICO 19(8 19(9) CEIBBRADA EN EL CENTRO DE NUESTRA SENORA
Y SAN PBDRO CLAVAR, Y DBDICADA A SAN IGNACIO DE LOYOLA, (FOT, MARÍN)

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bosques, en pago de esta buena acción habia
quedado del castillo, la piadosa Hilda, quc se habia encomendado
en calidad de doncella de la duquesa. a la Virgen, agobiada por el peso del dolor de la pérdi-
Hilda, aprovechando la confusión y estruendo de la da de la estimaci6n de sus señoras, era encontrada
partida de caza y el sonar de los caracoles y trompas, muerta por los guardianes y escuderos sobre el duro y
había bajado furtivamente al jardín, y, sin ser vista, en frio suelo de las prisiones, pero despidiendo suaves aro-
una de las puertas laterales del castillo, adornada con mas Y la pobre viuda
Casel, enferma y agonizante en
una hornacina y la estatua de la Virgen, oraba de hino- la cabaña, yacia rodeada en su humilde lecho por sus
jos ante ella, mientras esperaba a la hora y señal con- pequeños hijos hambrientos
venida a la pobre viuda, llamada Casel, que viyia en En la capilla del castillo, ante la imagen de Maria, ar-
una de las cabañas próximas, para darle algunos peda- dian grandes cirios, y entonaban cánticos piadosos los
zos de pan que sobraban de las mesas, para su socorro capellanes.
y el de hijuelos.
sus El duque Osvoin y la princesa Oiga, con mantos de
a la caridad de Hilda, le llevaba
Casel, agradecida armiño y resplandecientes coronas de oro, asistieron a
unas sandalias de cáñamo, trabajadas por ella con hilos la solemnidad religiosa con lucido acompañamiento.-
de colores. Una vez concluida, entre aclamaciones y musicas, se
Mas, no bien había entregado Hilda la limosna a Ca- adelantaron los duques para ofrendar grandes y labra-
sel, cuando acert6 a pasar por allí, galopando en su her- dos cirios a la Santisima Virgen.
moso caballo blanco, el duque Osvoin, el cual airado Mas, esto, vió sobre el
en se
esplendoroso altar una
porque Hildadaba con largueza la comida destinada a .visión sublime: la Virgen Maria, teniendo a sus lados a
los perros favoritos, di6 orden a los escuderos que le Casel y a Hilda, les entregaba preciosos ramos de flo-
seguían de llevar a la doncella a las obscuras prisiones res, diciéndolés:

SñIAR (SALAIIANCAb NINñ$ DE SEIS A DOCE AROS QUE, VESTIDOS A LA USANZA DEL SIGLO
XVII) CANTARON EN UNA VELADA LA CANCIÓN EPIGRANÁTICA
DE VIVES «EL RETRATO DE ISASELA+> SIENDO APLAUDIDÍSIMOS, EN EL CENTRO EL DIRECTOR LUIS,
GÓMEZ> QUE SÓLO CUENTA CINCO ANOS,~ -
'.V

del castillo y de apalear a la infortunada Casel, que «La caridad es la llave que abre las puertas del cielo.

qued6 moribunda y casi sin sentido. Dios no acepta las ofrendas del déspota y del soberbio;
Después son6 nuevamente el tropel de los caballos, pero oye complacido las súplicas de los desgraciados y
el ronco sonido de los cuernos de caza, los ladridos de humildes. La fe sin las obras muere por si misma»
las jaurías, el sonar dulce de las campanitas de los hal El duque Osvoin, pálido y sudoroso ante las gradas
cones y el confuso rumor de las armas de los caballeros del altar, tambaleándose en sus propios pies, como he-
y escuderos, que partian presurosos para las selvas. rido por un rayo, cay6 desplomado sobre el pavimento
del templo.
Era el día de la Asunci6n de Maria a los Cielos, y to- Al acudir los escuderos asombrados para socorrerle,
do era júbilo y alegría en la mansión señorial para la vieron admirados que la Madre de Dios, acompañada dc
celebraci6n de la gran fiesta religiosa. Hilda y Casel, ascendían a los cielos.
Los ecos de las campanas del castillo difundiendo
alegres sonidos por los campos y las cumbres solitarias,
llamaban la atenci6n de los colonos y de los pastores Desde aquellos trágicos sucesos la soberbia mansi6n
sé ncil los. ducal quedó solitaria y abandonada; y, como si hubiera
Numerosos trovadores de Provenza, de Suiza y de sido maldita, se desmoronó poco más tarde. Todavía, a
Italia, acompañados por los ministriles de arpa y de bie- las luces amortiguadas del sol poniente, desde las llá-
lla, cantaron las epopeyas del Santo Graal, o los Caba- nuras extensas de Lombardía, se divisa la imponente ro-
lleros de la Tabla Redonda, el Titurel y el Parcival, con ca Corneille, y en su cima los desmantelados restos'del
las leyendas de Tristán e Hisolda Después hicieron nu- castillo de Badrevand.
merosos chistes los bufones.
CRIET6BEL JURADo, Pbro.
En aquellos alegres momentos para la concurrencia .Párroco de Niebla.

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Al HORMIGA DE ORO',
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Año XXXVI Núnt 31
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Seenaenaenaaaaanaeaeaaenaaaeeeenneaaaaaannneaaaanaaeaaaeaaauaaeaeesneeuean4eeeeeeaaaaaaaaaeaan

ci.e g»palia..., año 15 pesetas


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I

De la resurrección de Maria la inmensidad de los cielos, la criatura (Mala, madre? ¡Pues si yo la estoy

llena según Santo Tomás de gracia,



bendiciendo siempre!
Ha veinte siglos lo cortó la primitiva abundancia y excelencia,, con cuyos tLe parece a usted? Quiera Dios

'
.

Iglesia: dones llega hasta donde jamás lleg6 ni que!...


Mar!a resucit6 gloriosa y fué subida llegará criatura alguna; Marfa, cuyo ¡Calle usted, madre! Parece que

al cielo sobre los coros de los ángeles. nombre poéticamente misterioso, resu- suenan campanillas... gNo oye usted?
Asi, sin variar un ápice, lo repite me toda la historia del hombre, perece- Yo, no. —

ahora al celebrar su fiesta. r!a como un simple mortal suleto a la ? Que no? Pues yo sf... <Y ahora?

Asf lo enseñaron el Damasceno, San corrupci6n y hecho poivo, aquel purf- Ahora, ahora se oyen, pero muy

Bernardo, San Andrés Cretense, Gre- simo.cuerpo, que fué sagrario de la lejos.
gorio Turonense, Pedro Damiano, con Divinidad? Esas campanillas son las del coche

todos los PP de la antigüedad. No. La«obras de Dios, el amor de de Manolo.


Asf io inculcan en sus discfpulos to- Dios se diferencia siempre de las obras Se parecen; pero giba a venir a es-

dos los escolásticos, con Hugo de San humanas y del amor humano,' en que tas horas?
Vfctor y Durando a la cabeza de ellos. Dios es causa siempre del bien en iPues ya lo creo! asegur6 la jo-
— —

Y cuando la sonrisa despectiva de sus obras. ven, que a medida que se sentfa más
los incrédulos apareci6 en sus labios Por esta raz6n, Maria superior a to- cercano el carruaje se afirmaba más en
para tras ella negar la, tradicional das las criaturas, en grado máx!mo, su creencia.
creencia, fundándose, al parecer, en en premio máximo también habfa de Las dos mujeres quedaron extáticas
argumento irrefutable. «La Sagrada ser privilegiada... por unos momentos, hasta que Espe-
Escritura no habla de ello», y tras esta Y lo fué. ranza, embargada por el júbilo,
afirmación se di ponfan a descansar Rey el Señor que la libró de todos f El es! exclamó, corriendo,segui-
— —

sobre los laureles del triunfo tan a los males, Rey el Hijo que la escogi6 da de su madre, hasta ia puerta de en-
poca costa obtenido, se levanta un ge- por Madre, Rey el Padre que la llam6 trada, di nde acababa de pararse un ca-
nio cristiano una inteligencia angeli- su Hija, Rey, en fin, el E«pfritu Santo rruaje tirado por cuatro mulas enjaeza-
cal y poderosa. y recogiendo las ense- que la eligi6 por Esposa... y Reina das a la andaluza.
ñanzas de San Aguslfn y los Doctores Marfa como Madre. Reina Maria como A favor de la luna la hortelanilla vió
de la Iglesia, escuchando el clamor de Esposa, Reina Marfa como Hija..., no descender del vehiculo a su novio, el
los corazones cristianos que con la podfa ser reducida al polvo el cuerpo torero que gozaba entonces de más fa-
Iglesia toda cantaban el misterio de la en que se form6 el Autor de la vida, el ma en España, cuya varonil gallardía,
Asunción de Marfa, y con voz podero- Triunfador de la m ierte. realzada por tfpico traje andaluz, no
: :, sa que no lograron apagar los enemi- Por eso con la misma fe, con el mis. pudo menos de impresionarle; y fijando
;,'„,,gos, como los siglos no lograrán hacer mo entusiasmo, con el mismo amor que en él orgullosa mirada,
callar. les d ce: «Creemos jirmemente hace veinte siglos repitieron los pri- ?Qué es esto?-Ie preguntó.— Yo

'

fué resucitada después de meros fieles, repetimos nosotros en no te esperaba.


que María
su muerte y trasladada a los cielos,» este momento con Santo Tomás: «Cree-
.

Pues na contest6 él, no menos — —

Esta voz era la del Angel de lss Es- mos firmemente que la Santfsima Vir- emocionado,— que antes de que llega-
,

cuelas, el- Doctor sin rival, Santo To- gen fué re«ucftada y subida al cielo ran aquf las,noticias de la corría de
rnás de Aquino. sobre los coros de
Creemos, sf, cantó la- lf!les!a. nue- los¡ánfjeles.» esta tarde, he uenío yo a traerlas; es
decir. que desde la plaza a la fonda, y
é: vamente, repitiendo sus palabras. Cree- FR RAMIRO MELERO PoRTAS) 0. P. desde la fonda a
Fuenlabrd, sin respi-
mos, sf, repitieron desde,el más sen- rar siquiera.
cillo fiel hasta el Prelado más ilustre. Y reparando al cabo en su futura
Creemos, sf, en ese mi«terfo, repitió suegra, que a dos pasos contemplaba
el mundo todo, y porque nuestra creen- En la tierra de Maria Santfsima embobada a la
gentil pareja,
cia es firme, unánime y universal, ele- Güenas noches, señd Dolores le — —

vamos nuestra voz hasta el Vicario de


I
--':- Cristo en la tierra
dijo.— í Y señó Juan, se acost6 ya?
pura que esta ver- ¡Hermosa noche de estio! Esperan- Sf, señó; lleva ya lo menos cuatro —

'dad sea declarada dogma. ¡Creencia za1 la hija del hortelano de Fuenlsbra- horas de sueño-
contestó, saliendo de
hermosa! (Pues qué, no fué Mar!a libre da, dejó la guitarra, entre las ramas de su éxtasis,la hortelana,que a retaguar-
de toda mancha y de toda culpa? Pues un naranjo, y sentándose junto a una ' dia de Ios enamorados
penetr6 en la
si libre fué, confesemos con San Agus mujer algo entrada en años
que dormi' cása, donde el espada, ocupando el si-
tln V Santo Tomás, que tampoco fué taba debajo del emparrado. llón de tfo Juan, comenzó a referir,
posible que la alcanzase la maldici6n Madre-le dijo en angustioso tono, mientras se fumaba riquisimo habano y

hecha u los primeros padres de «ser gqué habrá pasado en Sevilla? Tengo entre bocanada y bocanada de humo,

convertidos en polvo.» una tristeza que no puedo con ella, los accidentes de la corrida.
Por eso resucitó gloriosa. tíec dabis porque c>mo ese ganao dicen
que es Pue, señó, diré los motivos de mi —

sanctum tuum uidere corruptíonem», tan bravo... oeníat er segundo toro de los que me
dice el Salmista; gv por ventura en No, mujer, las malas noticias lle'. tocaban a mi era un miureño de mu

Mar!a. la mujer que habla quebrantado gan nronto. mala ralea; conforme lo vi conori que
la cabeza de la infernal serpiente, la
Sf, pero Cqufén puede coger el sue- el animalilo me fba a da que jasét!a

.bendita antes de nacida, la que presi- ño con esta pesaúmbreP faena. aunque no me esté bien el decir-
di6 en mente del Altfsimo la formación
de los mundos, la que tiene
¡Válgame Dios, hija mfa! gPa qué lo, foé sufrió; pero ar di a cuadrarlo

por esca- habrás tú conosío a ese hombre? !En ¡me cachisl se arranca pa mf...
bel de sus plantas la tierra y
-

por solio qué mala hora hubo toros en el pueblo! (Pero te alcanzó? —

l4a

© Biblioteca Nacional de España


l Ya lo creo que me arcansó! Pero y terciopelo blanco. La muchacha Escritores científicos y
'

so
no me ha jectro ná, y por eso he venía! levantó la' tapa y quedó sorprendida
porque dije pa mi: si aquella chiquilla mirando en el interior de la lujosa ca- escritores literarios
llega a sabé que er toro me ha cogío, jita dos,medallas bellisimas de oro con
?quién le saca de la cabeza que estoy cerco de brillantes, en cuyo anverso La forma de las obras, en general,
j cric, cuando menos? veiase representada, en alto relieve, ha de ostentar la pureza y la propie-

Éntonces, ? qué fué? ( Te enganch6 la imagen de Nuestra Señora de los dad.


por la ropa? Reyes, y en el reverso, trazados a bu- Los escrítores científicos se dedican

No;
ya verás lo que ha pasao. Yo ril, los'nombres de ella y de su novio especialmente a trabajos propios de la
no esperaba aquella saLía, porque pa y la fecha de aquella corrida, memora- inteífgencía, al paso que los literatos
mi er toro estabír ya mu rtuebrantao, ble por'tal accidente en los fastos de la producen especialmente trabajos pro-
pero er bichito, que andaba con las de afici6n. Después de celebrar en todos pios de la fantasía o de la imaginaci6n.
Cafn, se arranca pa mí más ligero que los tonos el buen gusto y la riqueza de Para el fondo de la obra científica
er pensamiento, me tumba de esparda aquellas dos joyas, se recomienda la profundidad y la ver-
y me da una corná en el pecho. Madre le dijo a la hortelana,— dad, y para el de la literaria, la discre-
— —

¡Ay, Jesús! mire usted las dos medallas. ción y oportunidad,


No te asustes, mujé. ¡Si no me ha fPrecíosísfmas, hija!—

afirmó la En las obras cientificas ha de res-


pasao na! gNo me estás viendo? En la buena mujer después de calarse las plandecer el método, la precisi6n y la
plaza se armó una griteria de mir de- gafas.— !Qué cosa tan hermosa! ex- —

claridad, y en las literarias el atilda-


monios; la cuadrilla, toíta al reó der clamaba una y otra vez.— Pero dime, miento, la honestidad y la nobleza.
toro, y el animalito sin jacé caso e na- (qué Vinge es? El científico, que ha de tener aptitud
die yj unde que tej unde er cúerno... gCuáf va a ser, madre? !La Virgen

para entregarse a investigaciones más


Pero ?en tu cuerpo? de los Reyes! o menos largas, minuciosas y


comple-

¡Calla, mujé! Los muchachos lla- Quita ayá, so esaboría repuso


— —

tas, para buscar la soluci6n de intrin-


mándolo con er trapo, y con miles tra- Manolo con viveza.— Esa que está ahi cados problemas y para descubrir y
bajos lograron arrancarlo de allf; y en- no quiere ya na con los reyes. Esa se desentrañar los misterios de la natu<a.
tonces... na, que me alevanté tan sere- llama, desde jace quince dfas, lla Vinge leza, si .quiere ser también escritor
no, cogí los trastos y le df ar probesíto de los gúenos mataores! cientffico, ha de procurarse condicio-
una estocá en semejante sitio que la nes propias para tratar profundamente

plaza se venfa abajo, y al reondé no le DHAMMAH y apurar los asuntos de su especialidad


fartaba más que er mostraó pa pare- y para transmitir las ideas de una ma-
cer una sombrererfa. nera diáfana y precisa.

Pero, Manolo, eso es muy raro.


El poder desinfectante y calmante
El escritor literario ha de poseer do-

Si falta ío'mejó. Cuando iba en el tes y recursos para concebir brillantes
de una sola gota de Licor del Polo es
coche hacia la plaza, al pasar por aque- imágenes; para excitar la imaginación;
mucho mayor que el de un frasco de
lla torrecilla e filigrana que es el ar gu- para producir emociones de distinta
otro dentífrico, por grande que sea;
llo de los sevillanos, me acordé de la intensidad; pa. a dar al concepto el re-
por esto resulta infinitamente mejor
Vinge de los Reyes, y apretando la me-
todos los conocidos. Frasco, l'50.
lieve más conveniente, para comunicar
dalla que tú me cosiste en cr chaleco el que sentimientos y para labrar afiligrana-
otro dfa, le pedf que me sacara en bien, Representante en la Rep. Argentina: P. das formas.
que gorvlera sano, vamos... Carlos Prayones, Victoria,915, B. Aires E! cientifico ha de estar dotado de

gY qué? paciente tenacidad para llegar a la de-



Pues na; que er toro fué aj undí mostraci6n y comprobación; para dis-
el cuerno en donde estaba la medalla. tinguir y aquilatar cada uno de los dis-

<De veras? ¡Qué milagro tan gran- Las paredes y los microbios tintos elementos que intervienen en el
de, Manolo!! Jesús, Jesús! exclamaba tema, asunto o problema objeto de su

Esperanza, llorando y riendo a la vez, Está comprobado que las paredes


.

estudio; evitar las causas de error y no


mientras su madre, acercándose a la pintadas son menos favorables para los caer en entusiasmos apasionados ni
puerta de la alcoba en que descansaba microbios que las empapeladas. prematuros. Familiar!cese en la dialéc-.
su marido, La cuestión ha sido estudiada en tica y en el manejo de los recursos fi-
'!Juan Juan! repetfa una y otra Francia y Alemania, haciendo los si- losóficos, silogismos, dilemas, diversi-

vez.—LALevántate, hombre, pa que oi- guientes experimentos: dad de argumentos, etc. Por medio de
gas el milagro que la Vinge ha hecho Pintadas las superficies de diversas estos recursos podrá conseguir llevar
esta tarde con Manolito! tablas y de cristales con pinturas di- luz a las inteligencias y conducir al ra-

!Voy! contest6 señó Juan,. que versas, se pusieron a secar en un me-


ciocinio hacia la verdad.


con soñoliento rostro y espantados ojos dio estéril, y después de sembrar di- El literato no ha de ser de los que
sali6 en mangas de camisa a saludar al chas superficies de microbios conoci- industrializan el arte trabajando a des-
torero y a escuchar de sus labios la dos, dejándolos expuestos a condicio- tajo o a tanto la vara, como vulgar-
narraci6n de suceso tan maravilloso. nes idénticas de humedad, temperatura mente se dice, sino que ha de preferir
Cuando el espada termin6, y luz durante un espacio de tiempo va- la calidad a la cantidad: lo intenso a lo

Pues, señó Manolito, usté sabrá- riable, pasado el cual se limpiaron las extenso. Ha de dar a su obra la forma
observ6 el viejo-que no es bien na- ya repetidas superficies.con muñequi- más agraciada posible, adornarla con
cío.i.
llas de algod6n esterilizado para colo- esmero buscando la nota justa, la des-

!Como que se va a queá eso asi!— car éste en un caldo de cultivo y ver si cripci6n palpitante, viva, sugestiva, y
dijo el torero sin dejarle acabar.— Lo los microbios estaban vivos. el color más adecuado.
primero va a sé una función que se va Generalmente, los microbios habian El aspirante a artista de la palabra
a jundí la Catreá, y aluego voy a muerto en parte al menos, pues la mor- adquiera,.para llegar a la meta, un co-
mandá jacé dos medallas pa que las talidad dependia de los colores emplea. nocimiento del idioma cuanto más vas-
llevemos ésta y yo ar cuello por toa dos. Con ciertas pinturas es más gran- to mejor, y pertréchese con los recur-
nuestra vía. de que con otras; las lacas y las pintu- sos de la Retórica para usarlos con
ras de esmalte son las más esteriliza- discreci6n y buen gusto, a fin de pro-

Il doras. ducir la emoción estética d6nde, cuán-


Lo que aún no está bien aclarado es do y c6mo más le convenga; adiéstrese
Quince dfes después tomaban el c6mo obran las pinturas.?Son los pro- en el manejo del diálogo y en la vigo-
fresco, sentados a la entrada de la ductos químicos los que matan? gSon rización de la frase. En las obras de
huerta, los dueños de Fuenlabrada, su los rayos luminosos??Es la sequedad f:nagínacfón y especialmente en la no.
hija y Manolo. Este, desenvolviendo de la superficie? vela, hay que ser colorista y oportuno.
calmosamente un papel, puso en manos Hasta ahora no han contestado a es- Cuando falta el buen gusto en la
de Esperanza lindisimo estuche de ra- tas preguntas los experimentadores. aplicaci6n de una figura retórica, ésta
146

© Biblioteca Nacional de España


afea en lugar de embellecer, defecto velista,lo que puedan conseguirme- res de ramas de verduras sus primeras
que se a diante el movimiento, la acción, el he- y b!ancas casas. cuando se detuvieron
la sátira y al ridiculo.
presta
Asi, por ejemplo, ridiculiza el poeta elcho, no lo busqueri mediante el relato la Madre y el Hijo con un movimiento
mal uso de la transposición cuando di- y el sermoneo o disertación. Sáquese simultáneo e igua!.
ce: «En una de fregar cayócaldera». todo el jugo de las situaciones,intere- Acababan de ver en un recodo de!
Los trabajos a que se dedican los es-santes para respirar a pleno pulmón en camino un espectáculo que les oprimi6
critorescientificos pueden acometerse, esos oasis queles ofrezcan las arideces el alma y llen6 de angustia sus cora-

siempre que uno quiera, hallándose en de la preparaci6n, exposici6n y deduc- zones.


la integra posesjón y perfecto uso de ci6n educativa. Estas hay que procu- Sentada, o más bien, calda al pie de
'sus facultades. rar que sean breves,'elocuentes y su- un árbol, pálide, débil, enflaquecida,

Los trabajos a que se dedican los li- gestivas porque se dirigen a la inteli- con todas las señales de, un inmenso
teratos requieren, además, otra cir- gencia, y la inteligencia del gran pú- cansancio y de un profundo desallen-
cunstancia: Para acometerlos hay que blico pronto se fatiga, mientras que el to, se hallaba una niña de pocos años,
aguardar lainspiración que en ciertas interés de la acción va más al senti- apoyada en un enorme cántaro lleno
ocasiones puede brotar súbita del efec- miento y éste resiste mucho. de agua, llorando desconsoladamente.
to de algún recuerdo; de una cosa; de Para concebir la idea hay que buscar, Mar!a se estremeci6; miró con afán
un hecho, o deun detalle a vecestri- la inspiraci6n, dijimos, y según ella a su Hijo, que acaso tendría la misma
vial. sea, la idea será más o menos feliz. edad de aquella desolada criatura, y
Y tarde horas, tarde dias, tarde se- Pues bien, la perfecci6n de la forma corrió hacia ella,preguntándola:
manas, tarde meses, hay que aguardar está también sujeta a variaciones de-

?Por qué lloras...niña?


~
la idea si se aspira a' dar frutoapre- bidas a los estados esp=ciales denues- —

Lloro contestó la pequeña afli-


ciable. tro ánimo. Una cabeza sana, libre y gida, alzando sus tristisimos ojos lle-
No hay que perder de vista que, con- despejada dará con la frase justa pa- 'nos de)lágrimas y sombras,— lloro por-
forme venimos indicando, en la esfera'ra expresar el concepto, con la pala- que la fatiga me impide proseguir mi
del arte existen cuestiones que sólo bra exacta para revelar la idea, con camino, y me asusta el castigo que me
resue!ven el buen gusto o la intuici6n. más facilidad que si se halla débil, en- espere, si me tardo en llegar.
j1 Ei es el que ha de determinar, por fermiza operturbada por preocupacio- !C6mo! exclamó Maria, mientras
— —

ejemplo, cuando el autor podrá faltar, nes más o menos intensas y heterogé-. que Jesús escuchsbaensilencio.— !Cas-
y cuando habrá de sujetarse a las re-' neas, tigarte!
: glas accidentales. Hay que aprovechar, pues, los esta- !Oh! !si, bien lo sé! Pero mis pies

, .

Hay reglas que cambian de condici6n dos favorables de nuestro espiritu. '
están descalzos y brotan sangre; el
según el género de obras a que se apli- camino es largo, y este cántaro !pesa
J C
quen Asi, verbigracia, la regla de la tanto!
claridad del concepto que es esencial -iPero tu madre?....— murmuró con
en las obras cientificas, es accidental asombro la amante Virgen,— ges ella
en las obras literarias. Y asi las litera- 13n,la.clo acaso quien te espera?
turas neorománticas han obtenido con La niña movió la cabeza y contest6
las tinieblas efectos brillantes per- «iEn qué cama habrán puesto a mi hijo? con acento apagado:

mitasenos !a paradoja,— es decir, ha- (abriendo los ojos —

i Yo no la tengo!
ciéndose misteriosos los autores o de- la madre se dijo) —

¡Infeliz!
jando la idea algo velada, para ofrecer !Lleváronle anoche
'

Mi padre busc6 otra esposa, !pero
asi algún pábulo a la imaginación del al santo hospital!» yo no encontré otra madre! Una mujer
lector. Y una voz le responde amorosa, extraña ocupa su sitio en el hogar, 83
En los traba jos didácticos hay, que que huella en su mente sienta a nuestra mesa, y de su mano
subordinar, y sacrificar si es preciso, dej6 perennal: recibo el pan, ¡pero este pan es tan
,
las condiciones de galanura y brillan. «En cama más bella amargol !T!ene siempre sabor a.lágri-
tez a otras de mayor precisión y clari- que cándida rosa,'» mas, porque con ellas está mojado!
dsd requeridas por el rigor ciéntifico. Las dulcísimas pupilas de la Madre
En cambio, en las puramente litera- A informarse fué allá de mañana... de Jesus se empañaron con una gota
'"V„:,rias, para las que disfruta el genio de !Qué camas, qué aseo! de llanto al escuchar aquellas frases.
gran libertad y puede remontar el vue- ¡quéorden,quéhermana!, —
Ella prosigui6 la niña lentamen-

lo por donde más le convenga o le !Oh Diós...l len las penas, te me manda todos los dias por agua

plazca, se exigen formas siempre be- tu amor maternal!... para regar las flores del huerto, a un
llas y el rumboso empleo de las mejo- pozo que se encuentra lejos, muy lejos
1: JQt t/~ Qp Mp~~
.

res galas del idioma. de aquí, y me golpea cruelmente cuan-


El escritor literario, y especialmen- do tardo. Pero hoy, ¡ay de mi!, el cas-
te el dramaturgo y el novelista, ponen tigo será mayor, porque me f a!t~ron las
en escena personajes y tipos muy dis- j pg ttjñps sitt ma4rq fuerzas y me senté al pie de este ár-
tintos, y a cada uno de ellos hay que bol! ¡Oh! !si yo tuviera una madre, la
darles el relieve y entonaci6n adecua- El sol empezaba a iluminar el azul y' madre me podria defender,su cariño me
dos, haciéndoles discurrir, hablar y sereno cielo de Galilea. sabrla consolar.
moverse según su carácter. No ha de Las flores abr>an su cáliz lleno de —

¡Ah! exclamó Maria enternecida.


faltar nunca el tipo sensato, bueno y perfumes, y enviaban entre.sus eflu- —

!Si a lo menos el agua estuviese


discreto que domine en la obra y sea vios, sonrisas y saludos al naciente más cerca!
'

el que prevalezca definitivamente. Es- dia. ¡Pobre ehija m!a!x dijo la Virgen
'

-.. -


.

te, en algunas obras como a veces en Por una senda sombreada de verdes extendiendo con un movimiento lleno
la novela,' es el que se nos presenta palmeras y de morados cinamomos ca- de compasión sus brazos hacia la niña.
como mentor o cronista y el que repre- minaban reposadamente una Mujer y —

!Pobre «hija mia!»


senta el criterio del autor, por consi- un Niño en dirección a larisueña aldea ' Una sonrisa:divina entreabrió los la-
guiente, nada ha de ofrecer contra la de Nazaret. bios de Jesús, que habla escuchado en
honradez, la justicia y la verdad. Ella le llevaba asido de la.mano, cual silencio.
Esto último incumbe también al es- aquel que posee un tesoro de inmensa Aquellas palabras de su Madre con-
'critor cientlfico; uno y otro deben con- valla. El alzaba de vez en cuando los movieron su corazón: tal vez crey6 es-
ceder a cada cosa su justo valor, sin amantes ojos para fijar en Ella una mi- cuchar en ellas el eco anticipado lleno
dar, por consiguiente, como cierto lo rada llena de ternura, y la dirigia al de misericordia, de esperanza y de pie-
que es dudoso, ni como dudoso lo par una sonrisa que inundaba su cora- dad de las que más tarde habla El de
cierto. No olviden el apotegma: «En la zón de gozo infinito. pronunciar sobre la cumbre del Calva-
duda abstente». Ya estaban cerca, muy cerca de la rio como apoteosis suprema de su amor
'

Lo mismo el dramaturgo que el no- aldea; ya divisaban nerdidas entre ma. aj hombrel

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Impulsado
entonces también por este circunstancias de la vida. Nuestra ale- la feria llamada popularmente la Foire
amor adelant6 algunos pasos:
santo, se gria es la alegria.propia de! cristiano. aux pains d'épices, un poco antes de
trazó con su dedo una cruz en la arena El presente llbrito es una verdadera la hora en que se abren las barracas.
y miró dulcemente a la niña que su Ascética de Ia alegrfa, y un vademe. El dueño de un tfo-vivo decia:
Madre acababa de acariciar. cum del sano optimismo propio de los
¡Estoy asombrado! tDe dónde pue.

Un ruido extraño se escuchó en el discipulos de Jesucristo. de salir tanto dinero...? tSabe usted lo
espacio. La tierra estremecida tembl6 que recaudé el lunes de Pascua? ¡Se-
un momento, y dej6 escapar de su seno senta y do mil tresciento~ francos!
Bdisamo ejicaz para sanar y preca-
un raudal de agua y avanzó majestuo- INo es posible!

.Verlas heridascontrala castidad,


samente, descendiendo al valle y yendo Lo mismito uese 10 u toaus-

a besar los Ifmites de la aldea, dejando comPues o Por el V. P. Ant "i" M.


ted. Verdad es que puse a dos francos
en pos de sf un rastro de luz y
C!aret. Un folleto en 10.' con 72 pá
esplen- y medio la entrada.
dores a! ser herida por los rayos del Hubo unos momentos de silencio.
sol
Este precioso opúsculo, que demues- Después,' la segunda voz dijo:
~

¡Dios de Israel! grit6 la huerfa-



C á t 4 ! 4
«!a cl«i»d~ncia «I V P
nita asombrada tqué es lo que has

en materia de Educación dela Casti- Cl««!Np faltaba mási (Cerrar yo el dfa


hecho, Niño?
dad, sale a luz por primera vez con el
delá Fiesta del pueblo? IDenlnffuna

7,No has ofdo que mi Madre te ha nombre del Venerab!e, que en anterio-
nera! Sólo quei como vendrá uch
llamado hija mfa? contestó Jesús con
res ediciones se habfa ocultado bajo gente, Pondré
la entrada a tres francos.

acento armonioso y suave.— ¡Yo smo a


unas sencillas iniciales. Además se ha '

los que Ella ama! ¡amparo a los que


Ella prefiere, y hago en su favor mila- corregidoesta edición cuidadosamen-
te, de incorrecciones que se habfan Ignoranc,a
gros no vistos! Y como su corazón está Dos jóvenes, amigos 4e!a infancia,
lleno de bondad y clemencia,y en él tie- deslizado.en otras Precedentes. Si no
uno librepensador y otro católico, con-
nen lugar, ante todo, los débiles y los
hubiera otros argumentos para demos-
versában'" cierto dfa cariñosamente
"'"" '""'
huérfanos, yo haré por ellos cuanto a trarqueel V. P Claret vi6clncuenta
años más allá que sus contemporáneos,
"Lsa dsa '"t
su bien conviniere y cuanto me pidan de una vez, hasta que el librepensador
en su nombre. Vuelve a Nazaret y lleva
bastarfa este folleto,que viene a ser de
di o al otio.
la nueva de este prodigio,.y para acre- palpitante actualidad en el siglo XX,
aunque se,imPrimi6 Por vez Primera a
Vamos,iquieresque disputemos un

ditar la verdad de tus palabras, mues- to de reii ión?


mediados del XIX (en 1852) con una
tra ese claro raudal que irá desde hoy El otro contest6:
censura encomiástica del que fué luego
a regar por sf mismo el huerto de la
casa que habitas. Tus pies ya no se Obi»po Caixal. La Libreria Religiosa,
al dar de nuevo a luz este que has de responder a dos preguntas
destrozarán por las piedras del largo importante
camino ni caerás rendida bajo el peso oPúsculo, continúa con su mismo esPf-
ritu la obra educativa de tcuáles? ~A ver?
del cántaro, porque mi Madre ha tendi- sus egregios '

primera: tNo te parece razonable


do hacia ti mi mano y te ha consagrado que el pretendiente a disputar una cosa


con el nombre más tierno. ha deconocerla siquiera mediaiiamente?
La niña cay6 de rodillas: besó la orla '¡Hombre! eso es claro.

de la tunica de Jesús y fué a llevar la Un caballo, agente eje ppljcia Muy bien; el compendio más breve

nueva a su aldea nativa.


que puede concebirse 4e la Religión
Desde aquel dfa la esposa de su pa- En los Estados Unidos se ha utiliza- cristiana es el Credo. ?Sabes el Credo?
dre vió en ella algo de sobrenatural y do un caballo como agente de policfa Hombre, no'; la verdád..

extraño, y no volvfó a poner en ella para descubrir á un criminal. Pues (de qué vas a disputar enton-

su mano ni a causarla pesar, y su pan La policia de Engleweod encontró a ces, querido mfo?
ya no tuvo el amargo sabor de las lá- dos ladrones abriendo una puerta. Es-. Esta conversación histórica se debfa
grimas. tos, al verse descubiertos, huyeron en repetir en todos los
sin excep-
casos
Desde. aquel dfa también, todos los un carruaje tirado por un caballo
gr-s. ci6n alguna, en que se disputa de Reli-
niños que no tienen madre son los hi- Los polfzontes se lanzaron en su per- gi6n. La Religi6n cristiana es tan her-
jos queridos de la Virgen Maris, y las secuci6n, y los bandidos se' vieron mosa, que sólo desconociéndola se
sííplicas que"éstos dirigen al cielo son ob!igados a abandonar el carruaj para podrá hablar de ella sin amor y res-
atendidas más que n!ngunas'otras por huir. peto.
el Niño Dios, que no olvida que Marfa El caballo gris fué conducido al pues-
les adopt6 a todos al poner su bendita to de policfa. Pocos dias después se le
mano en la frente de la huerfanita de enganchó en el mismo carruaje, en el
Nazaret. que montaron dos agentes que,después Disculpe, amigo, que no le haya dado
E. L. DR VILCHEZ; de fustigar a! caballo, Ie dejaron en!i- unaipropina Por trae~ el equipaje hasta
bertad de ir donde quisiera. F! caballo el tren; he olvidado cambiar mis bille-
part!6 al trote, y 9 la media hora se de- tes de a cien.
tenia ante un establo. No es nada; también yo me he o!vi-

Sección bibliográfica Los pblizontes abandonaron el ca- dado de poner el equipaje en el tren.
Todas las obras en venta anunciadas en
sección, pueden pedirse,a esta cesa
est«
rruaje y se ocultaron. A los pocos mo-
mentos apareció un hombre que, al ver
Nuestra alegría, conferencias fami- al caballo,.exc!arnó:«Hola,viejo«VI!!.» LA PRIMERA Y LA ÚLTIMA
liares, por ei R P. Ramón Ruiz Ama- gCómo te ha ido?» El caballo relinch6
do, S. J Un lindo tomito de bolsillo '
y frot6 su cabeza contra el hombro del Jugando al golfo un baturro
con 188 páginas, de 9 '4 A 14 '/a cen- recién v"nido. tuvo tan mala fortuna,
timetros; en ríistica, una peseta. Bar- Los agentes 8e policfa prendieron a que se qued6 Sin un céntimo
ce!ona, 1919. /
éste, que resultó ser un licenciado de' y con la cara muy mustia.
.

En medio de las numerosas' causas presidio. En el establo se encontraron Vaya, chiquio, yo me marcho—
de tristeza que por todas partes nos tres carr ajes llenos de objetos roba- grit6 el hombre hecho una furia,
rodean en la actualidad, el autor' ha' dos. y que sus divierta el' Nuncio,
hallado poderosas razones para levan- si divertiros os gusta.
tar el ánimo y animarlo con los más vi- Cierto es que tiene mal naipe—

vos afectos de alegrfa; no de aquella


M X a ~ xc X. ~ T% Xa A, dijo uno de la tertu! ia:
que está reservada a los pocos dicho-' y añadi6: gEs la vez primera

sos de este mundo, sino la que por su Un redactor del Cri de París dice que a este jueguecico jugas?—
naturaleza puede extenderse a todos haber ofdo el' siguiente diálogo una A lo que exclam6 el baturro:
los hombres, en todas las más difíciles mañana de la última semana de Abril en ?La primera?!Quiáf ¡La ííltima!

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