El hecho de entender al paciente dentro de su contexto familiar y social, no nos debe hacer olvidar del individuo. Muchas terapias sistémicas son llevadas adelante con un solo individuo, en general el que consulta y ello no invalida nuestra mirada centrada en jerarquizar el contexto, sus relaciones más significativas. “ El desplazamiento del síntoma que trae un paciente, hacia la relación, ha hecho a veces correr el riesgo de ignorar a la persona del paciente, la relación consigo mismo, sus defensas, la elaboración de su dolor” (Alfredo Canevaro). La terapia individual es una elección personal, un cambio en esa persona siempre lleva a dar nuevas respuestas y tener nuevas miradas que afectarán a los otros significativos de su contexto y, en muchos casos, a producir una modificación en dicho contexto. La primer entrevista suele ir precedida por el contacto telefónico de un familiar, o un miembro de una pareja, o directamente la persona interesada en efectuar una terapia individual, pidiendo la consulta. Los datos que nos provee éste primer contacto son importantes para que vayamos construyendo hipótesis sobre lo que le sucede al sistema: individuo, pareja, familia. Se solicitan una serie de datos, como la cantidad de miembros de la familia, edad, teléfono, problema por el que consulta y por quien es derivado. Esta primer entrevista tiene como objetivo principal “establecer un contexto de colaboración y confianza recíproca, además es el fundamento sobre el cual se construirá una terapia valida y adecuada” No hay que olvidar que el hecho de que se asista a terapia implica el previo reconocimiento de que hay dificultades, sin embargo, al acudir a la primer entrevista se puede presentar una actitud negativa frente al cambio aunque verbalmente se exprese lo contrario, puesto que la sintomatología es el medio por el que se mantiene la homeostasis Iniciar la primer sesión con la disposición a sensibilizarse frente a la singularidad del nuevo sistema, que las historias no se conviertan en lo mismo de otra historia. De igual modo debe tenerse en cuenta que el paciente debe tener la libertad de expresar lo que siente, a veces no se remite todo al llenado de una entrevista, este proceso brindara información importante, pero no lo es todo, dentro de la verbalización del problema el paciente podrá encontrar una unión con el terapeuta, siendo de este modo los primeros lazos creados en la terapia. La solución del problema no se halla volviendo a viejos esquemas que posiblemente hayan funcionado en el pasado, pero que en la actualidad funcionan como regeneradores del problema mismo. El terapeuta amplificará, a modo de abanico, las alternativas de resoluciones posibles, en un camino que va de la rigidez a la flexibilidad, instrumentando técnicas a favor del cambio, como la re-definición, la prescripción del síntoma o las reglas disfuncionales del sistema (técnicas paradojales), cuestionando la realidad, utilizando metáforas, etc. EL LUGAR DEL TERAPEUTA es siempre un lugar activo, de entrada y salida del sistema familiar, de participar y separarse, de colocarse en el nivel de la familia para comprenderla, o en un meta nivel respecto de ella. No puede ser ajena a este proceso la propia historia del terapeuta y su personalidad, lo cual le confiere su propio estilo. EL LUGAR DE LA TERAPIA es de creación de nuevas alternativas que permitan una salida diferente a los problemas que nos presentan los pacientes. Éstos modificarán los esquemas sobre cuya base se desarrollaba hasta el momento la elaboración de sus experiencias en un “aprender a aprender”. Fuentes Luis Cibanal (2005) La primera entrevista familiar, de Sitio web: www.terapiafamiliarsistemica.com