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 E – 40-898

Traumatismos del páncreas


y del duodeno. Principios
terapéuticos y técnicas quirúrgicas
E. Girard, J. Abba, C. Letoublon, C. Arvieux

La gravedad de los traumatismos pancreáticos se debe a la frecuente ausencia de correla-


ción entre la afectación y la expresión clínica, así como a su relativa rareza. El retardo del
diagnóstico puede dar lugar a complicaciones graves, cuyo tratamiento puede ser difícil.
La más grave es la pancreatitis aguda postraumática, que se asocia a un riesgo elevado
de mortalidad tardía. Las decisiones dependen de las circunstancias de este diagnóstico.
En un herido con inestabilidad hemodinámica, es obligatorio realizar una laparotomía de
control lesional o abreviada, dirigida a interrumpir la hemorragia del modo más rápido
posible y, si la duodenopancreatectomía parece inevitable, se debe pensar en la posibi-
lidad de diferir 1-2 días el restablecimiento de la continuidad. En cambio, si el estado
hemodinámico está controlado con el abdomen abierto, debe explorarse la lesión, su
localización y su gravedad, que se debe a la existencia de una ruptura del conducto
de Wirsung y a una posible lesión duodenal asociada. Las contusiones pancreáticas sin
ruptura ductal se tratan en la mayoría de los casos dejando un drenaje en contacto con
el páncreas. Si existe una lesión del cuerpo o de la cola con ruptura del conducto de Wir-
sung, se propone la resección caudal del páncreas, porque el postoperatorio es sencillo.
En caso de lesión pancreática derecha con ruptura del conducto de Wirsung, en la mayo-
ría de los casos se propone dejar un drenaje amplio, porque la duodenopancreatectomía
de urgencia es un procedimiento complejo con malos resultados, se puede plantear en el
postoperatorio la colocación de una prótesis por cateterismo retrógrado endoscópico y el
tratamiento de una fístula pancreática pura suele ser sencillo. Con el abdomen cerrado,
se debe realizar una tomografía computarizada, una resonancia magnética del conducto
de Wirsung o incluso una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica para buscar
la ruptura ductal. Si el conducto de Wirsung está intacto, se realiza un seguimiento clí-
nico, mediante pruebas de laboratorio y radiológico (tomografía computarizada). Si el
conducto de Wirsung está roto, se puede plantear la colocación de una prótesis por vía
endoscópica. Si esto fracasa, la decisión puede ser difícil: aunque la opción no quirúrgica
puede tener éxito, es posible que aparezcan complicaciones difíciles de tratar, mientras
que la resección izquierda, más mutilante al principio, puede evitarlas si se opta por ella
de forma precoz.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Traumatismo del páncreas; Duodeno; Conducto de Wirsung;


Laparotomía de control lesional; Esplenopancreatectomía; Duodenopancreatectomía cefálica;
Seudoquiste pancreático; Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica;
Pancreatografía por resonancia magnética

Plan Localización y tipo de las lesiones 3


Escalas de gravedad específicas 3
■ Introducción 2 Escalas de gravedad generales 4
■ Técnicas y decisiones terapéuticas 4
■ Generalidades 2
Incidencia 2 Diagnóstico y tratamiento con el abdomen abierto 4
Etiología y mecanismo 2 Diagnóstico y tratamiento con el abdomen cerrado 11
Lesiones asociadas 2 Diagnóstico y tratamiento «retardados» en el estadio
Mortalidad. Morbilidad 2 de complicaciones 15
■ Conclusión 16
■ Clasificaciones 3

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 1


Volume 33 > n◦ 2 > mayo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1282-9129(17)83673-4
E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

 Introducción TP secundarios al aumento de la energía cinética de los


accidentes de tráfico y al incremento de la violencia civil
Los traumatismos pancreáticos (TP) son infrecuentes, con armas cada vez más peligrosas [11, 12] .
pero pueden ser mortales. Este órgano retroperitoneal
tiene una situación profunda en el abdomen y está Etiología y mecanismo
rodeado y oculto por los órganos vecinos (Fig. 1). Se debe
evaluar la presencia simultánea de lesiones del duodeno, En Europa, la mayoría de los TP son cerrados y se pro-
porque a menudo se asocian a las de la cabeza del pán- ducen sobre todo en accidentes de tráfico [13] , mientras
creas y pueden ser por sí solas la causa de la gravedad que en Sudamérica o África del Sur, la frecuencia de TP
del traumatismo. El páncreas está rodeado por numerosas por heridas abiertas es mucho mayor, por arma de fuego
estructuras vasculares y digestivas, por lo que su afecta- en la mayoría de los casos [10, 12] . Esto da lugar a una gran
ción por lesiones abiertas o cerradas puede manifestarse de disparidad del tipo y de la gravedad de la lesión pancreá-
formas variables: hemorragia, ruptura duodenal, ruptura tica [12, 14] en las distintas series publicadas.
biliar o contusión pancreática pura. Por tanto, esta com- La naturaleza y las consecuencias de la lesión pancreá-
plejidad anatómica, las relaciones íntimas con los órganos tica en caso de traumatismo abierto dependen del tipo,
vecinos y el riesgo particular de este órgano de evolucio- de la energía cinética y de la fragmentación del agente
nar hacia una pancreatitis aguda hacen que los métodos penetrante.
terapéuticos sean muy numerosos y que a menudo sea Los mecanismos preferentes de los traumatismos cerra-
difícil establecer las indicaciones. dos son la violenta desaceleración en los automovilistas
En las últimas décadas, el tratamiento de los traumatis- con cinturón de seguridad o el impacto epigástrico del
mos abdominales cerrados se ha modificado ampliamente conductor sin cinturón contra el volante [12, 14] . Se ha des-
por los progresos de las pruebas de imagen, que han crito la fractura del cuerpo del páncreas cizallado contra
impulsado el auge del tratamiento no quirúrgico (TNQ) el relieve vertebral posterior, con una lesión a la izquierda
de las lesiones principalmente hemorrágicas, como las de los vasos mesentéricos [5] . Esta lesión suele observarse
rupturas esplénicas o los traumatismos del hígado. Aun- en pacientes pediátricos (en particular en caídas de bici-
que el TNQ de los TP es posible, se debe en parte a la cleta, con un impacto epigástrico contra el manillar) [7] o
posibilidad de buscar mediante tomografía computari- en heridos que tenían un abdomen hipotónico (choque
zada (TC) o resonancia magnética (RM) una ruptura del por sorpresa, paciente alcohólico, mujer delgada).
conducto de Wirsung y, por otra parte, en menor medida,
a los tratamientos intervencionistas como la wirsungrafía
retrógrada endoscópica con utilización de endoprótesis en Lesiones asociadas
el tratamiento de estas rupturas [1, 2] . Sin embargo, tanto Debido a la violencia del traumatismo necesario para
la laparotomía como la resección pancreática conservan provocar una lesión pancreática y a la proximidad del pán-
un lugar importante en el arsenal terapéutico de estos creas con muchas estructuras importantes, los TP pocas
traumatismos. veces se producen de forma aislada [5, 8, 15] . La incidencia
de las lesiones asociadas es del 50-90%, con un prome-
dio de 3,5 órganos afectados en cada herido [10, 15, 16] . En
 Generalidades la mayoría de los casos, estas lesiones asociadas son las
responsables de la morbimortalidad de los TP. Los órga-
nos afectados con más frecuencia son el hígado (42%),
Incidencia el estómago (40%), los grandes vasos (35%), los órganos
Los TP son infrecuentes y se observan en el 3-5% de torácicos (31%), el intestino delgado y el colon (29%), el
los traumatismos abdominales cerrados en adultos [3–5] , y sistema nervioso central y el esqueleto (25%) y el duo-
menos del 1% de los ingresos en traumatología en pacien- deno (18%) [10–12, 17] . Después de un traumatismo cerrado,
tes pediátricos [6, 7] . En lo que respecta a los traumatismos los órganos lesionados que se asocian con más frecuencia
abdominales penetrantes, la incidencia del TP es del 2% al TP son el hígado, el bazo y el duodeno [5] . Después de
para las heridas por arma blanca [8] y del 6% para las un traumatismo penetrante, los órganos lesionados que
heridas por arma de fuego [9, 10] . En las distintas series, se asocian con más frecuencia son el estómago, el hígado,
existe un gran predominio masculino y los pacientes con el colon, el bazo, los riñones y los grandes vasos [10] , con
estas heridas son jóvenes: el 80% de estos traumatismos se una lesión de al menos un gran vaso retroperitoneal en
observan en menores de 40 años [9, 10] . Los datos recientes un tercio de los casos [14, 17] .
de la literatura muestran una incidencia creciente de los Por el contrario, en los niños, las lesiones pancreáticas
aisladas son más frecuentes debido a los mecanismos res-
ponsables (deportes diversos y caída sobre el manillar de
la bicicleta) [18] .

Mortalidad. Morbilidad
La mortalidad global oscila del 5 al 30% según las series
(Cuadro 1), teniendo en cuenta que dos tercios de los
fallecimientos se producen de forma precoz (< 48 h) y
se deben a lesiones hemorrágicas asociadas [7–9, 19–26] . La
propia lesión pancreática sólo es responsable del falle-
cimiento en el 5-10% de los casos, en la mayoría de
las ocasiones de forma retardada, por lesiones que han
pasado desapercibidas en la evaluación inicial. Si el diag-
nóstico se establece con retraso, en un plazo de 4-8 días,
la mortalidad puede superar el 50% [13, 20, 21, 27] . Esto sub-
raya la importancia fundamental del diagnóstico precoz
de contusión pancreática en todos los pacientes con un
traumatismo abdominal.
La morbilidad de los TP correlaciona directamente con
Figura 1. Relaciones anatómicas del páncreas.
la lesión del conducto de Wirsung. En la práctica la tasa

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Cuadro 1.
Mortalidad y grados de los traumatismos pancreáticos (TP), a partir de estudios retrospectivos de más de 40 pacientes.
Autores (año) Número de pacientes Traumatismo Grado del TP Mortalidad
n Penetrante/Cerrado I-II/III/IV-V n (%)
n n
Wisner (1990) [19] 91 44/47 38/24/29 8 (9%)
Farrell (1996) [20] 51 38/13 36/6/9 5 (10%)
Patton (1997) [21] 134 108/26 - 17 (13%)
Bradley (1998) [9] 101 0/101 69/30/2 18 (18%)
Jobst (1999) a [7]
56 0/56 - 7 (12%)
Vasquez (2001) [8] 62 62/0 41/15/4 17 (27%)
Lin (2004) [22] 48 0/48 0/32/16 10 (21%)
Hwang (2008) [23] 75 6/69 38/27/10 10 (13%)
Sharpe (2011) [24] 245 169/76 - 39 (16%)
Krige (2015) [25] 432 313/110 233/199 (III-V) 68 (16%)
Girard (2016) [26] 46 5/41 34/8/4 2 (4%)
a
Serie pediátrica.

Cuadro 2.
Morbilidad pancreática global para los pacientes que sobrevivieron más de 48 horas.
Autores Número de pacientes Morbilidad Fístula Absceso/peritonitis Pancreatitis Seudoquistes
n global pancreática postraumática
Wisner (1990) [19] 91 27% 18% 11% 1% 5%
Farrell (1996) [20] 51 70% 22% 4% 2% 0
Patton (1997) [21] 134 34% 17% 15% 9% 2%
Bradley (1998) [9] 101 20% 11% 6% 2% 1%
Jobst (1999) [7] 56 29% 2% 0 0 14%
Vasquez (2001) [8] 62 30% 11% 19% 4% 4%
Lin (2004) [22] 48 62% 2% 11% 4% 4%
Hwang (2008) [23] 75 49% - - - -
Sharpe (2011) [24] 245 - 9% 8% 7% 0
Krige (2015) [25] 432 64% 13% 4% 4% 3%
Girard (2016) [26] 46 53% 26% 26% 22% 9%

de complicaciones graves es casi nula para una contusión


pancreática simple, pero cuando el conducto pancreático
está lesionado, la morbilidad puede superar el 50% en los
supervivientes iniciales (Cuadro 2). Las fístulas pancreá-
ticas, así como los abscesos profundos, se producen en
el 10-25% de los supervivientes iniciales; las pancreati-
A 37 %
tis agudas postraumáticas y los seudoquistes pancreáticos
(SQP) son menos frecuentes (alrededor del 10% de los A 29 %
supervivientes) [25] . También pueden producirse hemorra- B3% B3%
gias secundarias, estenosis biliares o metástasis sépticas, A 33 %
pero son menos frecuentes.

B 21 %

 Clasificaciones
B 53 %
B 76%
Localización y tipo de las lesiones B6%

En los traumatismos cerrados, el mecanismo más fre-


cuente es la compresión de la glándula contra los cuerpos B 23 %
vertebrales. Produce una contusión simple, un hema-
toma, una laceración parcial o incluso una fractura Figura 2. Distribución de las lesiones. A: lesión pancreática
completa del páncreas. Esta lesión se localiza en la cabeza, aislada (según Farrell [20] ); B: lesión duodenopancreática (según
el cuerpo o la cola, dependiendo del vector de la onda de Graham [28] ).
choque [17] .
Cuando la lesión pancreática se produce de forma ais-
lada, las lesiones se distribuyen de forma casi equivalente
Escalas de gravedad específicas
por la cabeza, el cuerpo y la cola del páncreas [20] (Fig. 2). La clasificación de las lesiones permite evaluar y com-
Cuando existe una lesión combinada duodenopancreá- parar los distintos métodos de tratamiento, así como
tica (15% de los casos), las localizaciones más afectadas codificar la actitud terapéutica. La gravedad clínica del TP
son la segunda porción del duodeno y la cabeza del pán- se relaciona directamente con la existencia de una lesión
creas [28] (Fig. 2). del conducto de Wirsung, y las distintas clasificaciones lo

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Cuadro 3.
Clasificación de Moore de los traumatismos del páncreas (American Association for the Surgery of Trauma [AAST]) [29] .
Grado a Hematoma Laceración Puntuación AIS
I Contusión leve sin lesión del conducto Laceración superficial sin lesión del conducto de Wirsung 1
de Wirsung
II Contusión grave sin lesión del conducto Laceración grave sin lesión del conducto de Wirsung y sin 2
de Wirsung y sin pérdida tisular pérdida tisular
III Sección distal del conducto de Wirsung o lesión 3
parenquimatosa con lesión del conducto de Wirsung
IV Sección proximal b del conducto de Wirsung o lesión 4
parenquimatosa con lesión del segmento proximal del
conducto de Wirsung b
V Lesión masiva del páncreas cefálico 5

AIS: Abbreviated Injury Scale.


a
Aumentar un grado en caso de lesión múltiple del mismo órgano.
b
A la derecha de la vena mesentérica superior.

Cuadro 4.
Clasificación de los traumatismos del páncreas según Lucas [30] .
 Técnicas y decisiones
Grado
terapéuticas
I Contusión o laceración pancreática con una lesión El diagnóstico de TP puede establecerse en dos cir-
limitada del páncreas cunstancias. En un primer caso, con el abdomen abierto,
Ausencia de lesión del Wirsung cuando debe realizarse una laparotomía de urgencia. Se
Ausencia de lesión duodenal trata de los pacientes que presentan un cuadro hemorrá-
II Laceración perforación o sección completa del gico no controlado o una herida penetrante del abdomen.
cuerpo y/o de la cola El páncreas se debe explorar sistemáticamente y sus lesio-
Con lesión del conducto de Wirsung nes no deben pasarse por alto entre los demás daños
Ausencia de lesión duodenal viscerales. Las decisiones que se tomen deben tener en
III Aplastamiento, perforación o sección completa de cuenta este contexto. En el segundo caso, con el abdomen
la cabeza pancreática cerrado, el estado del herido no ha motivado una laparo-
Con lesión del conducto de Wirsung tomía de entrada y ha permitido que se realicen pruebas
Ausencia de lesión duodenal de laboratorio, más o menos orientadas al principio, lo
IV Lesión combinada duodenopancreática que ha dado lugar al diagnóstico de TP. Tanto si el diag-
a - Lesión pancreática limitada sin ruptura del nóstico se realiza con el abdomen abierto como cerrado, el
b conducto de Wirsung factor fundamental es la importancia de apreciar las lesio-
- Lesión pancreática grave con ruptura del nes con exactitud, sobre todo la existencia o no de una
conducto de Wirsung ruptura del conducto de Wirsung, su localización cefálica
o corporocaudal y una posible lesión duodenal asociada.
tienen en cuenta. La clasificación de la American Associa-
tion for Surgery of Trauma (AAST) evalúa la Organ Injury
Scaling (OIS) [29] (Cuadro 3), pero no tiene en cuenta Diagnóstico y tratamiento
las lesiones asociadas del duodeno, cuyo tratamiento se con el abdomen abierto
relaciona estrechamente con el de la lesión pancreática.
La clasificación descrita por Lucas es útil en ocasiones, En estos casos, también es posible distinguir dos situa-
porque tienen en cuenta de forma combinada la lesión ciones diferentes: una en la que el TP no es más que uno
duodenopancreática [30] (Cuadro 4). Existen otras escalas de los elementos de un cuadro muy grave que requiere
más específicas radiológicas o endoscópicas, como la cla- una laparotomía de control lesional y otra en la que el
sificación de Takishima, que clasifica las lesiones según las control de la situación permite una exploración completa
imágenes de la pancreatografía endoscópica [31] . del páncreas y hace posible escoger los procedimientos
terapéuticos (Fig. 3).

Escalas de gravedad generales En caso de necesidad de una laparotomía


Estas escalas de gravedad generales tratan de poner de abreviada
manifiesto la gravedad global del estado del herido, sobre Los heridos más graves que llegan al hospital en estado
todo en los casos de traumatismos. La escala más utilizada de shock refractario a la reposición volémica y con un
para describir a la población de pacientes que ha sufrido hemoperitoneo evidente deben ser llevados al quirófano
un traumatismo es la Revised Trauma Score (RTS). La RTS mientras se continúa la reanimación. Si existen criterios
se calcula a partir de la escala neurológica de Glasgow y de de riesgo de coagulopatía (hipotermia, acidosis, trans-
dos constantes fisiológicas, la presión arterial sistólica y la fusión de más de cinco concentrados de eritrocitos), el
frecuencia respiratoria, según una fórmula matemática; la cirujano debe realizar una laparotomía abreviada [34–37] .
RTS máxima es de 8 y cuanto más baja es la RTS, mayor La prioridad es controlar la hemorragia por una inci-
es la gravedad del herido. Una escala menor o igual a 3 sión medial (Fig. 4), realizando procedimientos rápidos
conlleva un riesgo de mortalidad del 65% [32] . y breves (taponamientos, esplenectomía, etc.), limitar la
En Francia, las escalas de gravedad corrientes que tienen contaminación fecal en caso de órganos huecos (grapado
en cuenta la clínica y las pruebas de laboratorio, como el simple de las heridas intestinales) y cerrar la pared para
índice de gravedad simplificado (IGS) II o la Simplified efectuar una reanimación y un calentamiento activo. En
Acute Physiology Score (SAPS II) se utilizan ampliamente la mayoría de los casos, los procedimientos complejos
en los pacientes traumatizados ingresados en reanima- sobre el páncreas están prohibidos y se debe realizar un
ción. Se considera que un traumatizado que presente una simple drenaje pancreático o un tratamiento a nivel de
puntuación en la escala IGS II mayor de 30 tiene un riesgo la celda pancreática (Fig. 5). Las hemorragias graves pan-
vital importante [33] . creáticas muy pocas veces afectan al propio páncreas,

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Laparotomía
por inestabilidad hemodinámica o lesión(es) asociada(s)

Criterios Hemodinámica estable o


de coagulopatía estabilizada

Laparotomía limitada Exploración


Hemostasia, taponamientos, coprostasia duodenopancreática

Reanimación
¿TC? ¿Embolización? ¿CPRE?

Reintervención en un paciente ¿Lesión del conducto de Wirsung?


estabilizado ¿Lesión duodenal?

Lesión del conducto Conducto de


de Wirsung Wirsung intacto

Localización Localización Drenaje pancreático


cefálica corporocaudal ± reparación duodenal
- Sutura
- Derivación

Duodeno intacto Lesión duodenal Condiciones locales Condiciones locales


- Drenaje pancreático - Sutura duodenal desfavorables satisfactorias
± CPRE: endoprótesis - Derivación (pancreatitis grave) - Pancreatectomía
- DPC: excepcional duodenoyeyunal - Drenaje amplio izquierda
- DPC: en dos tiempos - Esplenopancreatectomía

Figura 3. Árbol de decisiones. Conducta práctica ante el descubrimiento de un traumatismo pancreático con el abdomen cerrado. DPC:
duodenopancreatectomía cefálica; TC: tomografía computarizada; CPRE: colangiopancreatografía retrógrada.

sino a las arterias pancreatogástricas, los grandes tron- plementarias peroperatorias, como la wirsungrafía o la
cos venosos (como el arrancamiento del tronco de Henle colangiografía retrógrada, están prohibidas de urgencia,
en los traumatismos cerrados) y las arterias del tronco porque requieren mucho tiempo y son potencialmente
celíaco, lo que explica la ineficacia del taponamiento en peligrosas, pues conllevan un riesgo de transformar un TP
esta región anatómica. La lesión de un gran vaso obliga aislado en una lesión duodenopancreática.
a realizar una ligadura, una reparación por sutura directa Aunque la cara anterior del páncreas puede «percibirse»
o, cuando la pérdida de sustancia es importante, la colo- a través del epiplón menor, se requieren varias etapas
cación de una derivación temporal si la ligadura puede para explorarlo en su totalidad (Fig. 7). La abertura del
causar una necrosis [38] . La embolización postoperatoria epiplón menor permite visualizar rápidamente la celda
desempeña un papel importante para los vasos de acceso pancreática, en busca de una colección en la trascavidad
más difícil [39] . Sin embargo, en algunos casos excep- de los epiplones. La abertura amplia de la trascavidad de
cionales, las lesiones son tan graves que la hemostasia los epiplones mediante un despegamiento coloepiploico y
arterial y/o el control de las fugas digestivas requieren abertura del ligamento gastrocólico permite explorar toda
una duodenopancreatectomía cefálica (DPC) casi com- la cara anterior del páncreas. El descenso del ángulo cólico
pleta para las lesiones con gran destrucción tisular, en derecho seguido de la movilización del bloque duodeno-
particular por arma de fuego. En este contexto, la recons- pancreático mediante la maniobra de Kocher permiten, a
trucción de las anastomosis digestivas se realizará en un continuación, liberar por completo la cabeza del páncreas.
segundo tiempo (Fig. 6). Se han descrito varias observacio- La evaluación de la cabeza incluye la comprobación de la
nes de DPC en dos tiempos en las que este método tuvo integridad del conducto de Wirsung, del duodeno, de la
éxito [26, 40–42] . ampolla y de la vía biliar. A continuación, el descenso de la
derecha a la izquierda de la raíz del mesocolon transverso
Pacientes con abdomen abierto y situación permite visualizar la cara inferior del páncreas, así como
el ángulo de Treitz por la derecha. Por último, la aber-
hemodinámica estable
tura del ligamento gastrocólico hacia la izquierda permite
Exploración del páncreas exponer la cola del páncreas. En esta etapa, hay que pro-
Durante cualquier laparotomía por un traumatismo curar no lesionar los vasos cortos esplénicos, con vistas a
abdominal, se debe realizar una exploración sistemática una posible pancreatectomía con preservación esplénica.
y completa del páncreas. Cuando la razón de la lapa- Durante esta «aproximación», el cirujano puede observar
rotomía es la realización de una esplenectomía por un indicios particularmente sugestivos:
traumatismo, se debe buscar sistemáticamente una lesión • presencia de sangre en la trascavidad de los epiplones
pancreática asociada [43, 44] . Después de esta exploración, que produce un abombamiento a través del epiplón
el cirujano debe saber si el conducto de Wirsung está roto menor;
y si el duodeno está afectado. Todas las pruebas com- • hematoma y/o sufusión hemorrágica peripancreática;

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1 2
5
2

Figura 5. Varón de 18 años víctima de un accidente de trá-


fico con alta energía cinética (14 h 45). Cuando es atendido
por el servicio de asistencia médica urgente (15 h), se encuen-
tra en shock hemorrágico y requiere una reposición superior
a 5 l + aminas. Presenta un hemoperitoneo importante en la
ecografía abdominal focalizada para traumatismos abdomina-
les (FAST, focused abdominal ultrasound in trauma). Laparotomía
Figura 4. Colocación del paciente: decúbito prono, coloca- urgente (16 h): lesión de la vena porta, arrancamiento de la
ción de los campos con una exposición amplia desde el pubis arteria gastroduodenal, sección/desprendimiento de la primera
hasta el manubrio esternal. 1. Incisión medial en caso de inter- porción del duodeno, lesión de la segunda porción del duodeno
vención precoz; 2. incisión específica de la cirugía del páncreas, con avulsión de la ampolla, contusión grave de la cabeza del
que sólo se realiza en caso de intervención después de un tiempo, páncreas, contusión hepática. Procedimientos realizados: lapa-
en la que el procedimiento se limita a la celda pancreática. rotomía de control lesional: sutura portal, ligadura de la arteria
• «mancha verde» lateroduodenal debida a la infiltración gastroduodenal, sutura mecánica del píloro, sutura manual de la
tisular de la bilis, indicativa de la perforación del duo- segunda porción del duodeno a ras de la ampolla, taponamiento
deno; perihepático, cierre cutáneo exclusivo. La figura representa una
• burbujas gaseosas (infrecuente). visión peroperatoria durante la reintervención a las 48 h de
Después de esta exploración, debe saberse si el duodeno la reanimación: lazo vascular alrededor del pedículo. 1. Vena
está afectado, si la lesión pancreática es grave (porque porta con sutura del tronco de Henle; 2. segunda porción del
el conducto de Wirsung está roto) y haberla localizado duodeno (suturado previamente); 3. inserción de la papila; 4.
con precisión. Si se descubre esta lesión del conducto de conducto colédoco (tercio superior) con fuga biliar; 5. páncreas
Wirsung durante la etapa de abertura abdominal (30% caudal seccionado. Procedimientos realizados: colecistectomía
de los TP), se debe plantear una actitud más activa, pero + drenaje transcístico, sutura de la ampolla con puntos separa-
que dependerá en gran medida de la localización de la dos, gastroenteroanastomosis en un asa en Y, drenaje amplio.
lesión. La dificultad de los procedimientos y de las deci- El postoperatorio se complicó con una fístula peripancreática y
siones aumenta a medida que la lesión se desplaza de la una fístula duodenal, que se resolvió con tratamiento médico en
izquierda a la derecha. De forma esquemática, pueden varias semanas, así como con una eventración que se trató a los
citarse las diferentes situaciones posibles en función de 12 meses.
estos elementos.

Lesión pancreática aislada sin lesión del conducto Wirsung a este nivel es bastante fácil, porque el páncreas
de Wirsung se moviliza con facilidad. El simple drenaje pancreático,
Las lesiones de grado I o II de la AAST, es decir, una con- que en ocasiones es tentador en el contexto urgente, se
tusión simple o un desgarro superficial sin lesión ductal, desaconseja con este tipo de lesión, porque da lugar a
representan el 70% de los casos en la literatura [16, 45] . Des- complicaciones graves que necesitan en ocasiones una
pués de la exploración y de la hemostasia, estas lesiones reintervención quirúrgica con resección pancreática retar-
deben tratarse mediante un drenaje simple en contacto dada y difícil (por lesiones generalmente subestimadas
con la glándula, tanto a nivel de la cabeza como del cuerpo en la intervención inicial), con una mortalidad elevada:
o de la cola [4, 5, 45, 46] . Si la cápsula está afectada, suele 100% de morbilidad y 50% de mortalidad según Lin [22] ,
ser necesario realizar la hemostasia, o bien con puntos 100% de morbilidad y 20% de mortalidad en la serie de
de coagulación prudente (bipolar si es posible) o bien los autores de este artículo [26] .
con ligaduras apretadas de hilo 5/0 que no deben ser La mayoría de los autores recomiendan realizar una
demasiado profundas (riesgo de lesionar un conducto resección pancreática distal, porque la mortalidad, la mor-
pancreático). Hay que comprobar que la fractura no sea bilidad y la duración de la hospitalización son mucho
profunda y que no se observe una lesión ductal con la menores que cuando se efectúa un drenaje externo de
punta del aspirador, con el que se realiza una exploración la ruptura pancrática [21, 22, 26, 48] , incluso en los pacien-
prudente. El drenaje puede ser simplemente por gravedad tes pediátricos [6, 49–51] . La esplenomegalia izquierda más o
mediante láminas multitubuladas o drenajes de Peters, menos ampliada a la derecha (Fig. 8) es el procedimiento
aunque el drenaje aspirativo cerrado permite reducir casi más adecuado en urgencias, pues es fácil y rápida. Se rea-
a la mitad la morbilidad [16, 45, 47] . liza una movilización en primer lugar del bazo, como en
una esplenectomía de hemostasia, seguida del despega-
Lesión pancreática izquierda sin lesión del conducto miento de la cola del páncreas con ligadura de la arteria
de Wirsung esplénica y sección del páncreas a la derecha de la zona
Las lesiones se clasifican como de grado III de la AAST de contusión, en parénquima sano. Al igual que en ciru-
cuando se localizan a la izquierda de los vasos mesentéri- gía programada, la sección pancreática puede efectuarse
cos superiores. El diagnóstico de ruptura del conducto de con bisturí frío o bisturí eléctrico. Un grapado rápido del

6 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

Figura 6.
A. Lesión pancreaticoduodenal grave con hemorragia no controlada.
B. Duodenopancreatectomía cefálica (DPC) de hemostasia en el contexto de una laparotomía de control lesional: grapado del antro
gástrico o de la primera porción del duodeno, ligadura-sección de la arteria gastroduodenal y del colédoco, sección del páncreas en
el istmo, grapado duodenal a la derecha del pedículo mesentérico, hemostasia de la lámina retroportal, drenaje externo del colédoco,
taponamiento de la celda de DPC, cierre cutáneo exclusivo, reanimación, reintervención para restablecimiento de la continuidad a las
24-48 h, una vez estabilizado el paciente.

4
2

5
3

A B
Figura 7. Exploración del páncreas.
A. 1. Abertura del epiplón menor para visualizar la celda pancreática en busca de una colección de la trascavidad de los epiplones; 2.
despegamiento coloepiploico y abertura del ligamento gastrocólico para visualizar la cara anterior del páncreas.
B. 3. Descenso del ángulo cólico derecho; 4. despegamiento duodenopancreático o maniobra de Kocher; 5. descenso de la raíz del
mesocolon transverso de derecha a izquierda; 6. abertura del ligamento gastrocólico hacia la izquierda para exponer la cola del páncreas.

parénquima no exime de realizar una hemostasia comple- infección [44] . Se puede recomendar la pancreatecto-
mentaria y, si es posible, la ligadura selectiva del conducto mía izquierda con preservación esplénica (Figs. 9 y 10),
de Wirsung cuando se identifica. siempre que pueda realizarse, sobre todo cuando el
El sacrificio del bazo, que es frecuente por motivos traumatismo es reciente [6, 49–51] . Esta técnica puede sim-
de comodidad quirúrgica, puede producir posteriormente plificarse por la resección de la arteria y vena esplénicas
consecuencias graves desde el punto de vista inmu- (Fig. 9), con un riesgo de isquemia menor al 10% para el
nológico, con una disminución de la resistencia a la bazo, siempre que la arcada de la curvatura mayor y los

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 7


E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

vasos cortos estén bien conservados, que los vasos cor- pero no ha demostrado su interés [50, 52–54] . Este proce-
tos estén intactos y que las ligaduras arteriales del lado dimiento es inapropiado y requiere mucho tiempo en
del bazo se sitúen a bastante distancia de este último los pacientes politraumatizados. Incluso en los pacientes
para respetar las anastomosis que unen las distintas ramas fisiológicamente estables, una anastomosis entre un tejido
esplénicas distales.
La anastomosis del muñón pancreático con un asa
yeyunal ascendida en Y se ha propuesto en ocasiones,

Figura 9. Pancreatectomía izquierda con conservación esplé-


nica. Abertura de la trascavidad de los epiplones respetando la
arcada vascular de la curvatura mayor y los vasos cortos. Liga-
Figura 8. Esplenopancreatectomía. De izquierda a derecha, el dura de la arteria esplénica cerca de su origen. Grapado-sección
primer tiempo es la liberación del bazo de sus inserciones perito- parenquimatosa en una zona no contusa si es posible. Ligadura-
neales. La sección de los vasos cortos permite traccionar del bazo sección de la vena esplénica. Liberación de la pieza de derecha a
hacia delante, llevando consigo el páncreas, que se ha despegado izquierda, sección-ligadura de los vasos lo más cerca posible de
con facilidad hasta sobrepasar la zona de lesión. La arteria y la la punta del páncreas para conservar las ramas de división en el
vena se ligan por detrás. Grapado-sección del páncreas. hilio esplénico.

A B

Figura 10. Varón de 22 años, colisión mientras practicaba esquí. Presenta dolor abdo-
minal con defensa epigástrica aislada.
A. TC con contraste en tiempo arterial: aspecto de fractura pancreática completa con
derrame retroperitoneal perirrenal izquierdo.
B. Laparotomía exploradora con vistas a una pancreatectomía caudal con preservación
del bazo y de sus vasos. Zona vertical «violácea» a nivel de la cola, correspondiente a una
ruptura subtotal del páncreas sin ruptura capsular.
C. Pieza de pancreatectomía caudal; se visualiza la ruptura subtotal del páncreas con
una sección completa del conducto de Wirsung. La zona de sección pancreática está en
una zona distal a la lesión, en el parénquima sano. Postoperatorio sencillo, con fístula
pancreática de grado A. Alta al 5.◦ día.

8 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

• una reintervención secundaria precoz para un procedi-


miento de resección en un entorno quirúrgico óptimo
(colocación del paciente, material, equipo, etc.);
• un procedimiento de tratamiento endoscópico con
colocación de una endoprótesis;
• un intento de fistulización pancreática dirigida,
teniendo en cuenta que la mayoría de las fístulas pan-
creáticas puras se curan o evolucionan hacia un SQP si
se ha producido una ruptura del conducto de Wirsung.

Lesión duodenal asociada


La asociación de una lesión duodenal a la lesión pan-
creática (clase IV de Lucas) supone un grado adicional
en la gravedad. Estas lesiones son poco frecuentes y se
deben a heridas por arma de fuego o a traumatismos cerra-
dos violentos, asociados generalmente a otras lesiones
intraabdominales graves. La estructura que suele afectarse
en los traumatismos cerrados es la porción duodenal adya-
cente a la lesión pancreática. Con el fin de determinar cuál
Figura 11. Drenaje amplio de la región cefálica ante un trau- es la mejor estrategia para el tratamiento de estas lesiones,
matismo pancreático con sospecha elevada del conducto de es primordial durante la exploración verificar el estado del
Wirsung sin posibilidad de exploración peroperatoria eficaz o conducto de Wirsung, de la vía biliar y de la ampolla de
cuando las condiciones no son favorables para una resección Vater, así como apreciar el tipo de lesión duodenal. Una
cefálica. lesión duodenal se considera grave si la lesión es superior
al 75% de la circunferencia [61, 62] . Por tanto, las situacio-
nes que pueden encontrarse dependen de la gravedad de
pancreático «blando» y el yeyuno no es segura y conlleva las lesiones del páncreas y del duodeno.
un riesgo elevado de fístula [46] . • En las lesiones duodenales simples sin lesión del con-
Es posible realizar la resección del páncreas izquierdo ducto de Wirsung (clase IVa de Lucas), la mejor opción
por laparoscopia después de un traumatismo cerrado que parece ser la sutura duodenal simple tras regulariza-
haya causado una sección distal casi completa del pán- ción de sus bordes, protegida por una gastrostomía de
creas, sobre todo en pacientes pediátricos [55] . Esto ilustra descarga, una yeyunostomía de alimentación y, en oca-
que, para las lesiones pancreáticas muy distales, donde siones, una colecistectomía (que permite identificar la
la resección es relativamente más fácil desde el punto de papila mediante un drenaje transcístico peroperatorio
vista técnico siempre que el traumatismo sea reciente, las y realizar una colangiografía postoperatoria). Todo se
intervenciones por laparoscopia deberán desarrollarse en completa con un drenaje peripancreático amplio [63]
el futuro debido a que cada vez se realizan más laparo- (Fig. 12).
scopias exploradoras en los pacientes con traumatismos • Si la lesión duodenal es compleja (lesión superior al 75%
abdominales [56, 57] . de la circunferencia o de gran longitud) y no hay lesión
del conducto de Wirsung, la anastomosis duodenoye-
yunal en un asa en Y no estenosante conlleva menos
Lesión pancreática derecha con probable lesión riesgos que una sutura simple [62] (Fig. 13).
del conducto de Wirsung • En las lesiones pancreaticoduodenales complejas con
El descubrimiento de una fractura profunda al nivel de lesión del conducto de Wirsung (clase IVb de Lucas), la
la cabeza del páncreas siempre obliga a sospechar la exis- actitud terapéutica oscila entre la DPC (tanto si se rea-
tencia de una lesión del conducto de Wirsung (grado IV liza de entrada como en varios tiempos) y una técnica
o V de la AAST). Cuando la glándula está correctamente conservadora si la DPC parece demasiado compleja.
expuesta (Fig. 7), la ruptura ductal puede ser evidente, Los procedimientos conservadores tratan de excluir de
sobre todo cuando la fractura atraviesa toda la glándula. forma más o menos completa la confluencia duodeno-
La mano izquierda se desliza en el despegamiento duo- pancreato-biliar derivando las secreciones biliares y
denopancreático y permite que los bordes de la ruptura gástricas. Se han descrito varias técnicas más o menos
de la cabeza protruyan hacia delante. En caso de duda, complejas e innovadoras. El procedimiento de deri-
algunos equipos proponen realizar una pancreatografía vación por «diverticulización duodenal» descrito por
por la papila después de una duodenotomía [58–60] . Este Berne consta (además de la sutura duodenal) de una
procedimiento requiere mucho tiempo y es técnicamente vagotomía, una antrectomía con anastomosis gastro-
difícil [17] ; la duodenotomía conlleva un riesgo suplemen- duodenal, un drenaje de Kehr intracoledociano y una
tario de fístula subsiguiente y la lesión ductal sólo se duodenostomía con sonda [64] . El objetivo consiste en
confirmaría en la mitad de los casos [60] . Por tanto, los transformar una posible fístula duodenal lateral incon-
autores de este artículo no la recomiendan. trolable en una fístula terminal controlada. Una opción
Al nivel de la cabeza del páncreas, cuando existe una alternativa que evita la vagotomía y la antrectomía es
lesión del conducto de Wirsung, la elección puede ser más el procedimiento «de exclusión pilórica» [65] . El píloro
difícil. La toma de decisiones quirúrgicas es compleja, por- se cierra mediante una sutura reabsorbible realizada a
que las técnicas clásicas de las que dispone el cirujano través de una gastrostomía. El estómago se deriva tem-
tienen numerosos inconvenientes, tanto en el caso de la poralmente por una anastomosis gastroyeyunal. Sin
DPC como en el de los métodos más conservadores. Las embargo, cuando la exclusión pilórica parece nece-
derivaciones pancreatoyeyunales en un asa en Y, que se saria, los autores de este artículo consideran que un
proponen en ocasiones para «parchear» una zona pan- simple grapado prepilórico mediante la aplicación de
creática lesionada, requieren mucho tiempo, añaden otras una grapadora mecánica TA es fácil e igualmente eficaz
lesiones a las producidas por el traumatismo, su realiza- (Fig. 14).
ción es compleja y conllevan un riesgo de complicaciones • Cuando existe únicamente una lesión de la cuarta
difíciles de solucionar [5, 12, 21] . porción del duodeno asociada a una lesión pancreá-
El drenaje amplio en contacto con la glándula (Fig. 11) tica moderada, los autores de este artículo consideran
tiene la ventaja de ser rápido [21] y deja muchas opciones que es posible apartarse de los principios y resecar el
subsiguientes: segmento duodenal retromesentérico y restablecer la

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 9


E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

Figura 12.
A. Lesión duodenal «simple» (< 75% de la circunferencia) asociada a una contusión pancreática.
B. La sutura duodenal se «protege» con una gastrostomía, cuyo extremo se coloca en el duodeno. Una colecistectomía con drenaje
transcístico permitirá una colangiografía con posterioridad. Drenaje amplio de la región cefálica y yeyunostomía de alimentación.

Figura 13.
A. Ruptura duodenal grave (> 75% de la circunferencia).
B. Después del desbridamiento de los bordes de la herida y de identificar la papila si es preciso, se realiza una anastomosis duodenoyeyunal
latero-lateral en un asa en Y corta.

continuidad mediante una anastomosis duodenoyeyu- drenaje colocado en la vesícula o en el conducto cístico o
nal con un asa en Y en la tercera porción del duodeno en una prueba de azul si no se logra colocar un amplificador
un sitio no traumatizado (Fig. 15), porque esto evita una de brillo son muy útiles [21] .
reparación técnicamente difícil y expuesta a un riesgo Cuando la lesión biliar y pancreática no se acompaña
importante de fístula, que sería difícil de tratar. de lesiones duodenales graves, el tratamiento es el de una
contusión pancreática cefálica grave, a lo que se añade
Lesión asociada de la vía biliar un drenaje regional, un drenaje biliar mediante un dre-
La presencia de una coloración de tonalidad biliar en naje transcístico tras colecistectomía y la reparación de
el retroperitoneo, alrededor del colédoco o en el epiplón la lesión biliar con monofilamento de reabsorción lenta
menor, indica la presencia de una lesión de las vías bilia- 5/0 sólo si es evidente. En todos los casos, se debe colocar
res o una avulsión de la ampolla. Si existe una lesión un drenaje con láminas multitubuladas, porque existe un
de la segunda porción del duodeno, el paso prudente de riesgo elevado de fístula biliar.
una sonda a través de la ampolla suele ser suficiente para Cuando existe simultáneamente una lesión importante
descartar una lesión de la ampolla o de las vías bilia- del duodeno cuya reparación sea incierta, una ruptura
res y proporciona una guía práctica para identificar la segura o muy probable del conducto de Wirsung cefálico y
posición del conducto de Wirsung respecto a la lesión pan- una lesión biliar (clase IVb de Lucas), la elección entre una
creática [5] . En este contexto, una colangiografía por un opción conservadora y la resección duodenopancreática

10 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

puede ser crucial, porque aunque el tratamiento conser- • desvitalización extensa duodenal y/o de la cabeza del
vador parece ser el más sencillo y el más seguro en el páncreas que no permita la reconstrucción;
contexto inmediato, el postoperatorio es siempre com- • lesión cefálica con ruptura del conducto de Wirsung
plejo, con múltiples fístulas, peritonitis y hemorragias. asociada a una lesión duodenal y a una lesión distal del
colédoco;
Duodenopancreatectomía cefálica • lesión de la ampolla de Vater con una discontinuidad
La DPC por un traumatismo puede parecer arriesgada entre el conducto de Wirsung y el duodeno;
en el contexto urgente. Sin embargo, puede ser la única • hemorragia incontrolable de los vasos pancreáticos
solución en algunos casos de lesiones graves en las que la cefálicos;
reconstrucción no es posible: desvitalización de la cabeza • lesión venosa hemorrágica retropancreática portal o
del páncreas, desvitalización duodenal o avulsión de la mesentérica superior.
ampolla [53, 66] . La DPC permite realizar la resección de La sección pancreática puede realizarse de la forma clá-
los tejidos lesionados, restablecer la continuidad diges- sica con sección del istmo o completando solamente la
tiva y preservar la función pancreática. Se han propuesto fractura pancreática. Esta segunda solución es más rápida,
indicaciones específicas de la DPC para los traumatis- pero complica la realización de la anastomosis pancrea-
mos [5, 10, 67, 68] : ticodigestiva en un parénquima «blando», en ocasiones
contuso e infiltrado. En todos los casos, el restableci-
miento de la continuidad es complicado, porque se realiza
en un contexto de urgencia, en un paciente que puede
haber hemorragia, en un colédoco a menudo muy fino y
con un parénquima pancreático «blando», y en condicio-
nes de urgencia poco favorables (cirujano a veces con poca
experiencia, fatiga, material específico [lupa, etc.] no dis-
ponible). En estas condiciones, la DPC se puede realizar en
varios tiempos [26, 69] (Fig. 6), lo que permite la hemostasia
y el cierre de los conductos digestivos, difiriendo 2 o 3 días
el restablecimiento de la continuidad. Las series de DPC
«en un tiempo» para los traumatismos (Cuadro 5) [10, 69–74]
presentan una mortalidad de alrededor del 30%, teniendo
en cuenta que la mortalidad de los TP de grado V es del
50-100% [8, 22] .

Diagnóstico y tratamiento
con el abdomen cerrado
Diagnóstico con el abdomen cerrado
Debido a que el tratamiento de los traumatismos abdo-
Figura 14. Procedimiento «de exclusión duodenal»: sutura minales es cada vez con más frecuencia no quirúrgico, la
duodenal, grapado prepilórico o duodenal, gastroyeyunostomía ausencia de exploración quirúrgica obliga a prestar una
latero-latero-lateral en un asa en «omega», colecistectomía y atención particular a la existencia de los signos sugesti-
drenaje amplio pre y retropancreático. vos del TP, así como a los exámenes que permitirán no

Figura 15.
A. Ruptura del duodeno en una porción de exposición difícil, de la 3.a porción al ángulo duodenoyeyunal.
B. Resección de la porción retromesentérica y anastomosis duodenoyeyunal en un asa en Y corta.

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 11


E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

Cuadro 5.
Mortalidad de las duodenopancreatectomías cefálicas realizadas
por traumatismos graves duodenopancreáticos.
Pacientes Mortalidad
n n (%)
Yellin [70] 1975 10 6 (60%)
Oreskovich [71] 1984 10 0
Jones [72] 1985 12 7 (58%)
Feliciano [10] 1987 13 6 (46%)
Asensio [73] 2003 18 6 (33%)
Thompson [74] 2013 15 2 (13%)
Krige [42] 2014 19 2 (11%)
Total 97 28 (30%)

sólo establecer el diagnóstico, sino también detectar la


presencia de una lesión del conducto de Wirsung o del Figura 16. Contusión pancreática (grado I o II de la American
duodeno. Association for Surgery of Trauma [AAST]) con aumento difuso
del tamaño del páncreas en la TC.
Cuadro clínico
Los signos clínicos iniciales son muy variables, desde un
paciente casi asintomático (20% de los casos en la serie de
Bradley [9] ), hasta un cuadro peritoneal evidente. Asocian
de forma inconstante la presencia de dolor (a menudo
diferido varias horas después del accidente), náuseas o
vómitos, irradiación penetrante o en «tirantes» y, en un
tercio de los casos, equimosis cutáneas epigástricas [9] . La
semiología inicial no muestra ningún dato que haga pen- *
sar en una lesión ductal [75] . Cuando existe una lesión
duodenal asociada, el cuadro, que suele ser frustrado al
comienzo, evoluciona deprisa hacia una peritonitis [46]
o a un absceso retroperitoneal en el caso de las lesiones
posteriores más insidiosas [27, 76] .
Signos biológicos
La sensibilidad de la determinación de la concentración
de la lipasa y/o de la amilasa es baja, con una eleva-
ción enzimática en la fase inicial sólo en la mitad de los
casos [9, 77, 78] . Según Takishima, esto se debería al plazo
Figura 17. Traumatismo abdominal durante la práctica de
transcurrido entre el accidente y la toma de la muestra
bicicleta de montaña. Traumatismo del páncreas grado III con
sanguínea, pues el 100% de los pacientes con un trau-
fractura del conducto de Wirsung en la TC. Signos poco espe-
matismo pancreático presentarían una hiperamilasemia
cíficos: aspecto heterogéneo del páncreas, derrame líquido,
cuando la muestra se toma más de 3 horas después del
colección en la trascavidad de los epiplones; signos específicos:
accidente [79] . Por tanto, la cinética es más importante que
aspecto de fractura con línea hipodensa (flecha), aumento de
la cifra absoluta inicial [26] .
tamaño de la glándula e infiltración de la grasa peripancreática,
Sin embargo, una concentración elevada de lipasa y/o
presencia de líquido entre la vena esplénica y la cara posterior
de amilasa debe tomarse con cautela, pues estas enzimas
del páncreas (asterisco).
también pueden aumentar en caso de contusión diges-
tiva, de alcoholización aguda o incluso de traumatismo
craneal [5, 9] . puede permitir el diagnóstico de contusión pancreática,
La presencia de una concentración elevada de amilasa pero suele existir una atonía postraumática de las asas
en el líquido peritoneal también es sugestiva de una lesión intestinales que dificulta la exploración.
pancreática [9, 59] . • La TC multicorte con contraste es la mejor explora-
ción de urgencia para detectar un TP. Es más eficaz
Signos radiológicos que la ecografía [80] , con una sensibilidad del 85% en
• Las radiografías simples de abdomen, aunque ya no las 24 horas posteriores al traumatismo y una sensi-
están indicadas en la evaluación inicial de los trau- bilidad global del 90% [81] . La inyección de contraste
matismos abdominales, pueden orientar hacia un permite a menudo distinguir entre una contusión y una
traumatismo duodenopancreático en algunos casos. fractura (Figs. 16 y 17). En un estadio precoz, las imá-
Los signos indirectos de TP son el desplazamiento del genes sugestivas de una lesión pancreática se resumen
estómago o del colon transverso, así como un aspecto en el Cuadro 6 [80] . Cuando esta exploración se realiza
general en «vidrio deslustrado» [14, 30] . La presencia de en las primeras horas que siguen al accidente, existe
burbujas de aire retroperitoneales, peritoneales o sobre casi un 40% de falsos negativos, según el estudio de
el músculo psoas derecho puede reflejar una lesión duo- Bradley de 1998 [9] . Los avances tecnológicos recientes
denal [14] . de la TC multicorte han mejorado significativamente
• La ecografía abdominal suele formar parte de la eva- esta eficacia [82] . A título de ejemplo, el estudio reciente
luación inicial de los pacientes con politraumatismos. de Lawson muestra que en más de 26.000 traumatis-
La ecografía abdominal focalizada para traumatismos mos abdominales, sólo dos TP se pasaron por alto en la
abdominales (FAST, focused abdominal ultrasound in primera exploración, lo que supone un 0,34% de diag-
trauma) permite identificar con rapidez la presencia de nóstico retardado [83] . Sin embargo, de todos los órganos
un derrame. La ecografía también permite visualizar del abdomen, el páncreas es aquél en el que la preci-
una contusión hemorrágica hiperecogénica o edema- sión diagnóstica de la TC es la más baja a la hora de
tosa hipoecogénica. En los niños o los adultos delgados, buscar una lesión postraumática [84] . Por tanto, cuando

12 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

persisten dudas clínicas y la primera TC ha sido nega- • La CPRE es la exploración más sensible para detectar
tiva, es primordial repetir la exploración varias horas una lesión ductal; en cambio, el conducto de Wir-
después. La TC es bastante eficaz para el diagnóstico de sung sólo puede visualizarse en la zona distal a la
contusión pancreática, pero presenta limitaciones en la lesión [88] . El signo de ruptura del conducto de Wirsung
búsqueda de una lesión del conducto de Wirsung: la TC es la existencia de una extravasación de producto de
sólo demuestra dicha lesión en el 50% de los casos, con contraste durante la CPRE: el producto puede perma-
una imagen de fractura completa del parénquima [41, 85] necer en la glándula, o pasar a la cavidad peritoneal [89]
(Figs. 17 y 18). (Figs. 20 y 21). La CPRE es un procedimiento invasivo
• La pancreatografía por resonancia magnética (PRM) es responsable de complicaciones, en particular la pan-
la exploración de referencia para buscar una lesión duc- creatitis aguda en el 3% de los casos. En teoría, existe
tal, al permitir visualizar el conducto de Wirsung en un riesgo séptico en este contexto, pero en los trabajos
su totalidad [22] . La eficacia de la PRM es moderada en en los que se ha utilizado este examen de forma casi
la fase postraumática inmediata, debido a la sangre y sistemática en los TP, nunca se ha demostrado [7, 90, 91] .
al líquido presentes alrededor del páncreas, y a que el Los resultados dependen del profesional que realiza la
conducto de Wirsung, aunque esté lesionado, no está prueba y el fracaso de la canulación de la ampolla o
dilatado [22] . En cambio, la sensibilidad es óptima des- de la intubación completa del conducto de Wirsung se
pués de varios días, lo que, en la práctica, deja tiempo observan en más del 10% de los casos [5] . Se han descrito
para programar este examen, que no siempre es fácil de varios falsos negativos en las exploraciones realizadas
realizar de urgencia. La PRM debe realizarse en cortes de forma muy precoz tras el accidente [92] , y puede ser
finos de 3-5 mm de grosor, con adquisiciones frontales y útil efectuar una TC tras la CPRE en busca de una extra-
axiales, colangio-RM, eco de gradiente en apnea, adqui- vasación tardía del contraste [93] . La CPRE también es
sición rápida en semiplano de Fourier muy potenciada muy útil para la búsqueda subsiguiente de complicacio-
en T2 en los planos frontal (conducto de Wirsung del nes un tiempo después del traumatismo [94] . La ventaja
cuerpo y la cola) y radial (vías biliares extrahepáticas y de la CPRE respecto a la PRM es sobre todo terapéu-
conducto de Wirsung cefálico) (Fig. 19). Cuando existe tica, pues durante esta exploración es posible, cuando
una ruptura del conducto de Wirsung, suele visualizarse la colangiografía ha mostrado una ruptura ductal, inser-
como una interrupción focal con dilatación proximal. tar una prótesis en el conducto de Wirsung, introducida
La línea de fractura, que contiene siempre un poco de si es posible hasta la zona lesionada o incluso sobrepa-
líquido estásico, es hipointensa en T1 e hiperintensa en sarla (Fig. 20). Esta técnica se desarrolló a comienzos de
T2 [86] . La RM también puede proporcionar informacio- la década de 1990 para el tratamiento de los seudoquis-
nes que la colangiopancreatografía retrógrada (CPRE) tes aparecidos tras una pancreatitis de etiología diversa
no puede ofrecer: presencia de colecciones peripan- cuando la CPRE mostraba una ruptura ductal [95] . A
creáticas o peritoneales que comunican o no con el continuación, se extendió con éxito al tratamiento de
conducto de Wirsung, lesión de otros órganos [86, 87] . las fracturas recientes del páncreas, tanto en pedia-
tría [90, 91, 96] como en adultos [2, 88, 97] .
Cuadro 6.
Signos sugestivos de traumatismo pancreático reciente en la Decisiones terapéuticas con abdomen
tomografía computarizada [80] .
cerrado
Signos poco específicos Signos específicos
En ausencia de lesión ductal
- Anomalía del realce pancreático - Aumento de tamaño focal La mejor indicación del TNQ corresponde a la contu-
o difuso de la glándula sión pancreática sin lesión del conducto de Wirsung. Los
- Presencia de líquido entre la - Edema e infiltración de la resultados del TNQ en estas condiciones son excelentes,
vena esplénica y la cara posterior grasa peripancreática con una morbilidad menor del 20% y una mortalidad infe-
del páncreas rior al 5%. Esto subraya el interés de la PRM e incluso de
- Colección en la trascavidad de - Engrosamiento de la la CPRE precoces [26, 54, 90, 98] . El seguimiento del paciente
los epiplones fascia pararrenal anterior traumatizado debe realizarse en un entorno quirúrgico.
- Derrame líquido intraperitoneal - Aspecto de fractura: línea Se basa en criterios clínicos, de laboratorio y, sobre todo,
hipodensa radiológicos: la TC abdominal [15] es la prueba de elección
para detectar las posibles complicaciones. El tratamiento

A B
Figura 18. Mujer de 50 años, víctima de un accidente de tráfico. Impacto epigástrico aislado, dolor abdominal. Fractura de la cola
del páncreas con aumento de tamaño de la porción caudal. Sospecha de ruptura del conducto de Wirsung, por su aspecto dilatado y
discontinuo (flecha) (A, B).

EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 13


E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

A B
Figura 19. Traumatismo pancreático con pequeña fuga ductal en la resonancia magnética (flecha) (A, B).

A B
Figura 20. Traumatismo abdominal por accidente de tráfico. Cateterismo retrógrado de la papila.
A. La wirsungrafía muestra una extravasación del contraste (asterisco).
B. Después del cateterismo del segmento proximal, se coloca una prótesis a modo de puente en la fractura (flechas). Retirada de la prótesis
a los 3 meses. Estenosis secundaria del conducto de Wirsung.

médico de una contusión de grado I o II es parecido al como corporocaudal, la colocación por vía endoscópica
de la pancreatitis aguda. Consiste en la colocación de una de una prótesis endoductal por parte de equipos expe-
sonda nasogástrica en caso de vómitos, una aportación rimentados ha dado resultados excelentes en pacientes
hidroelectrolítica adecuada y analgésicos. La alimenta- pediátricos y, en algunos casos, en adultos [89, 90] (Fig. 20).
ción oral está permitida en función de la tolerancia del El principal factor predictivo de éxito es la colocación ade-
paciente. La antibioticoterapia preventiva no se reco- cuada de la prótesis, que debe colocarse, si es posible, a
mienda [3] . La administración preventiva de octreotida, modo de puente entre ambos lados de la fractura [89] . Si
cuya finalidad es reducir la tasa de fístulas al inhibir la esto resulta demasiado difícil, la colocación transpapilar
secreción exocrina pancreática, se ha estudiado en series de la endoprótesis, asociada a una esfinterotomía, per-
con pocos pacientes en varios trabajos, con resultados mitiría reducir la tasa de fístula al disminuir la presión
contradictorios [3, 99] . Sin embargo, puede proponerse la intraductal [54, 98] . Cuando esto no se puede realizar (fra-
administración de este tipo de sustancia a los pacientes caso del procedimiento o técnica no disponible), existen
con sospecha de lesión ductal y que parezcan tener un dos alternativas terapéuticas: un tratamiento quirúrgico o
riesgo elevado de fuga pancreática. La decisión quirúrgica un tratamiento médico con seguimiento estrecho.
se toma en la mayoría de los casos ante el agravamiento La primera alternativa, que se prefiere cuando exis-
de la clínica. ten dudas sobre una lesión asociada, es la alternativa
exploradora con un tratamiento de las lesiones mediante
Lesión del conducto de Wirsung probable o segura resección o drenaje, dependiendo del estado del paciente
En los pacientes traumatizados estables, no operados y de las condiciones de la intervención. Cuando la
y que presenten una ruptura del conducto de Wirsung lesión pancreática es cefálica, el tratamiento quirúrgico
observada en la TC abdominal con contraste, la PRM y/o suele estar justificado por una lesión duodenal u otra
la CPRE, en quienes no se sospeche una lesión duodenal, lesión intraperitoneal asociada. Las lesiones pancreáticas
el tratamiento depende de la localización pancreática y de grado IV-V aisladas son muy infrecuentes. El trata-
del contexto. miento puede consistir en un drenaje peripancreático
Cuando se descubre de forma precoz un TP con rup- muy amplio, aunque en algunos casos, la DPC puede estar
tura del conducto de Wirsung, tanto si la lesión es cefálica justificada por la destrucción tisular local. Si el paciente

14 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

*
Figura 23. Varón de 16 años; contusión epigástrica durante
la práctica de bicicleta de montaña. Dolor inicial moderado,
traumatismo pancreático no diagnosticado el día 0 (ecografía
en un centro periférico). Traslado al centro hospitalario univer-
sitario el día 8 por un cuadro séptico, con signos peritoneales
Figura 21. Traumatismo abdominal por accidente de trá- en la exploración del abdomen. La TC muestra una fractura del
fico. Aparición retardada de un seudoquiste pancreático tratado istmo pancreático (flecha) asociada a un seudoquiste voluminoso
inicialmente mediante punción-drenaje percutáneo (drenaje delante del páncreas (asterisco).
colocado) (asterisco). Después de 6 semanas, cateterismo retró-
grado de la papila y wirsungrafía: fuga en el segmento distal en caso de empeoramiento [100, 101] . Un tratamiento dife-
del conducto de Wirsung (flecha). Intervención urgente: pared rido, incluso 24 horas, se asocia a una mortalidad mayor:
del quiste inadecuada para la anastomosis, realización de una 80% de morbilidad y 11,1% de mortalidad según Lin [22] .
esplenopancreatectomía izquierda limitada. En la experiencia de los autores de este artículo, ha dado
lugar a un 66% de morbilidad con un 100% de compli-
caciones que necesitaron un tratamiento quirúrgico [26] .
La intervención quirúrgica diferida siempre es más com-
plicada, en un tejido inflamatorio y en un paciente que
puede estar séptico. Incluso en los niños, el TNQ no es el
que tiene menor morbilidad. En el estudio de Wood, rea-
lizado con 43 TP pediátricos con lesión del conducto de
Wirsung, la tasa de complicaciones era significativamente
inferior en el grupo de «pancreatectomía izquierda» que
en el de «tratamiento no quirúrgico», con un 21 y un 73%,
respectivamente [49] . Otras series pediátricas retrospectivas
* confirman esta tendencia [6, 7, 51] , con una disminución de
las complicaciones y de la duración de la intervención
en los niños operados. El tratamiento médico, aunque se
escoge en menos ocasiones, es similar al de la pancreatitis
aguda biliar, como se ha explicado en el apartado previo.
La administración de octreotida en este caso se justifica
por el riesgo elevado de fístula pancreática. La probabi-
lidad de curación espontánea de la fístula es menor del
20% [7, 102] . Este tratamiento se sigue de un posible proce-
Figura 22. Seudoquiste pancreático (asterisco) postrata- dimiento de drenaje si se produce un SQP (Fig. 21), lo que
miento médico de una fractura de la cola del páncreas (grado III). sucede en el 80% de los casos [7, 9] .
presenta una lesión ductal a la izquierda de los vasos
mesentéricos y las condiciones locales lo permiten (diag- Diagnóstico y tratamiento «retardados»
nóstico precoz), se prefieren la esplenopancreatectomía o
la pancreatectomía izquierda en lugar del simple drenaje, en el estadio de complicaciones
pues conllevan una duración de la hospitalización y una
Cuando la lesión pancreática no se ha identificado
tasa de complicaciones menores (Figs. 8 y 9).
inicialmente, o si la opción no quirúrgica no estaba justi-
Cada vez se publican más trabajos de actitudes no qui-
ficada, la contusión pancreática puede evolucionar hacia
rúrgicas de TP con lesión ductal, basándose siempre en la
una pancreatitis aguda postraumática infectada [9, 103] con
certeza de una situación clínica perfecta, controlada varias
un cuadro de absceso profundo o de peritonitis. La rup-
veces al día, etc., con la realización de un drenaje externo
tura de los conductos pancreáticos favorece el desarrollo
transcutáneo si se produce un SQP a las 2 o 3 semanas, lo
de SQP (Fig. 23). Las otras complicaciones infrecuentes,
que se sigue a su vez, si fracasa, de una anastomosis cistodi-
aunque específicas del TP, son los seudoaneurismas, las
gestiva (Figs. 21 y 22). Sin embargo, si existe una ruptura
trombosis portales y las estenosis duodenales [46] .
del conducto de Wirsung, el tratamiento médico exclu-
sivo, aunque esté «de moda», es responsable de muchas
situaciones difícilmente recuperables. Existe un riesgo de
Pancreatitis aguda postraumática
necrosis pancreática, de autodigestión de las estructuras Suele tratarse de pacientes politraumatizados en quie-
peripancreáticas (vasculares o viscerales) y de infecciones nes se sospecha un TP ante el empeoramiento clínico, lo
cuyas consecuencias pueden ser graves. Cuando el pán- que permite diagnosticar de forma retardada (4 o 5 días
creas está traumatizado, no se puede considerar como después) una pancreatitis aguda. La TC permite respal-
los otros órganos macizos intraperitoneales en los que dar el diagnóstico y evaluar su gravedad teórica, por el
se puede realizar un TNQ, con la posibilidad de operar volumen de páncreas no irrigado y por la importancia

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E – 40-898  Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas

Figura 24. Pancreatitis aguda con necrosis infectada (flecha). Drenaje transcutáneo por vía retropancreática, con un dren de diámetro
creciente. El trayecto se utiliza para realizar, a través de un nefroscopio rígido, una necrosectomía videoasistida (A, B).

de las colecciones y sufusiones distantes. Estas últimas externa radiológica debe plantearse como primera elec-
permiten sospechar una infección si se observa la pre- ción [108] . La alternativa terapéutica al drenaje externo del
sencia de burbujas de gas. Este tipo de pancreatitis es SQP es la cistogastrostomía endoscópica [110, 111] . Esta téc-
muy grave y compromete el pronóstico vital, pues la mor- nica permite evitar en el 50% de los casos un tratamiento
talidad puede llegar al 40% [13, 27] . Cuando el cuadro es quirúrgico (cistogastrostomía, cistoduodenotomía o cis-
grave, una laparotomía exploradora permite caracterizar toyeyunostomía quirúrgica) [104, 112] .
las lesiones y realizar las necrosectomías y drenajes nece- En cambio, si el SQP se asocia a una lesión proximal
sarios, pero, sobre todo, es la forma de resolver las dudas del conducto de Wirsung, el drenaje debe asociarse a un
sobre otras lesiones asociadas, en el duodeno o en el resto tratamiento de la ruptura ductal. Cuando la ruptura no es
del tubo digestivo. La principal morbilidad postoperatoria obstructiva, se debe proponer la colocación endoscópica
es el riesgo de fístula pancreática externa, que se estima en de una prótesis dentro del conducto de Wirsung para evi-
un 10-20% [5, 24, 97] . La mayoría de estas fístulas son leves tar la resección quirúrgica [88, 108] . En cambio, si la lesión
y se curan espontáneamente en 1-2 semanas [5] . Estas fís- del conducto de Wirsung es obstructiva, el único trata-
tulas pancreáticas pueden prolongarse, pero se resuelven miento es la resección quirúrgica [108] .
casi siempre en un plazo de 4 meses [4] . Deben tratarse
médicamente como las fístulas pancreáticas tras la cirugía
del páncreas. Si la fístula persiste, se puede colocar una Estenosis duodenales
prótesis por vía endoscópica [92, 104] . Son más frecuentes en los niños y se deben a hemato-
Cuando no existen indicaciones para la laparotomía, se mas duodenales intramurales que, al reabsorberse, pueden
puede recomendar, para los abscesos y pancreatitis agudas causar (si son voluminosos y/o circunferenciales) una
infectadas, el drenaje percutáneo retroperitoneal, utili- estenosis responsable de un síndrome oclusivo alto cuyo
zando drenes de gran calibre. Los resultados en caso de inicio puede diferirse más de un mes después del trata-
pancreatitis aguda postraumática son excelentes [105, 106] . miento [46] . El tratamiento es quirúrgico, por derivación
Estos drenajes permiten a continuación realizar auténticas gastroyeyunal o duodenoyeyunal por laparotomía [62] o
necrosectomías retroperitoneales videoasistidas intro- actualmente por vía laparoscópica.
duciendo un nefroscopio a través del trayecto del
drenaje [106, 107] (Fig. 24).

Seudoquiste postraumático secundario


 Conclusión
El SQP puede descubrirse de forma muy tardía, e incluso La mortalidad de los traumatismos pancreáticos se rela-
plantear la duda sobre un tumor quístico del páncreas ciona en la mayoría de los casos con las lesiones asociadas,
Sin embargo, en la mayoría de los casos, los signos clási- pero cuando el páncreas es el responsable, la causa más
cos aparecen en las tres semanas posteriores al accidente, frecuente es el retraso del diagnóstico de la lesión pan-
con trastornos del vaciamiento gástrico, dolor y elevación creática. Cuando se realiza una laparotomía urgente por
de la lipasemia. Su incidencia es relativamente elevada, un cuadro hemorrágico grave y/o por un politraumatismo
del 30-48% de los casos en algunas series pediátricas en abdominal, el cirujano debe tener en cuenta los recursos
las que la alternativa no quirúrgica se adopta con más estratégicos de una laparotomía de control lesional (deri-
frecuencia [98, 106, 108] . Las decisiones terapéuticas depen- vaciones vasculares transitorias, DPC en dos tiempos). En
den a la vez de su carácter sintomático o no, de su los pacientes estables, la búsqueda de una lesión del con-
tamaño y de las características del paciente en el que se ducto de Wirsung es una de las claves de la decisión:
producen. Los SQP pequeños (menos de 5 cm de diá- la existencia de una ruptura ductal obliga a plantear las
metro), sin ruptura del conducto de Wirsung asociada, opciones activas, cuyo objetivo en caso de lesión cefálica
sin signos clínicos y sin signos de infección, pueden es la colocación de un tutor protésico (por endoscopia)
tratarse simplemente con seguimiento, sobre todo en o la realización de un drenaje local muy amplio que no
pacientes jóvenes [18, 109] . Los SQP postraumáticos se curan dificulte la reintervención quirúrgica subsiguiente. En las
espontáneamente en el 25-50% de los casos [87] . En caso lesiones corporocaudales, la opción es la pancreatectomía
contrario, se pueden plantear los métodos clásicos de izquierda. La opción no quirúrgica de una ruptura com-
tratamiento: derivación externa radiológica, derivación probada del conducto de Wirsung sólo puede proponerse
cistodigestiva y drenaje del conducto de Wirsung por en una situación clínica estable confirmada con un segui-
CPRE. miento realizado varias veces al día. Esta actitud obliga
Cuando no existe una lesión del conducto de Wirsung a efectuar un seguimiento muy estrecho. Hay que utili-
asociada al SQP (grado I o II), o cuando la lesión afecta a zar al máximo la TC y/o la RM y recurrir a la endoscopia
la porción distal del conducto de Wirsung, la derivación intervencionista.

16 EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Traumatismos del páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas  E – 40-898

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E. Girard, Assistant, chef de clinique.


J. Abba, Praticien hospitalier.
C. Letoublon, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
C. Arvieux, Professeur des Universités, praticien hospitalier (carvieux@chu-grenoble.fr).
Clinique universitaire de chirurgie digestive et de l’urgence, Centre hospitalier universitaire Grenoble-Alpes, CS10217, 38043 Grenoble
cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Girard E, Abba J, Letoublon C, Arvieux C. Traumatismos del
páncreas y del duodeno. Principios terapéuticos y técnicas quirúrgicas. EMC - Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 2017;33(2):1-19
[Artículo E – 40-898].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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