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Leech, Geoffrey, Semántica. Versión española de Juan Luis Tato G. Espada. Madrid, Alianza Editorial, 1977.

"Los significados del significado", pp. 15-24.


14 Geol'frey l.ccch

puedo hacer en un libro introductorio corno éste es, simplemente, Capítulo 1


dar una idea de las diferentes clases de análisis que entran en juego
y de las razones que conducen a adoptar una solución antes que LOS SIGNIFICADOS
otra referente a los problemas de descripción semántica. DKL SIGNIFICADO
Sin duda, el ir desde las consideraciones introductorias sobre
la comunicación h u m a n a hasta el ámbito especializado de la se-
mántica teórica representa un salto considerable, y los perseverantes
lectores que lleguen a los últimos capítulos notarán algo así como
«un cambio de marcha» y un incremento de las dificultades, espe-
cialmente en el capítulo 7 y del 11 al 14. Puede suceder muy bien
que alguien me reproche el que haya pretendido incluir en el mis-
mo libro dos tipos tan dispares de investigación; creo, sin embargo,
que elfo puede justificarse. Los problemas generales de la comuni-
cación sólo se pueden valorar cabalmente en el contexto de una
comprensión exacta de la estructura lógico-conceptual del lenguaje
(en los capítulos 1 al 4 hay muchos puntos que explico más detalla-
damente en páginas posteriores del libro); por el contrario, la se-
mántica teórica puede perder contacto fácilmente con los problemas
prácticos de la comunicación y adolecer, así, de dar una visión un
tanto descolorida y deformada del tema que se pretenda "«tudiar Ogden y Richards, y lo que ha venid» después
(la lógica formal de los filósofos proporciona numerosos ejemplos
de esto). Dicho de otra manera, creo firmemente que se gana mu- La palabra «significado» y su verbo correspondiente, «signifi-
cho intentando estudiar conjuntamente la semántica «pura» y la car», se encuentran decididamente entre los términos más contro-
«aplicada». vertidos de nuestro idioma; parece que los semantistas han consu-
Hay una escuela del pensamiento —la que se conoce como «se- mido frecuentemente un tiempo excesivo en descifrar los «signifi-
mántica general»— que sostiene que el estudio de los procesos cados del .significado», como un preliminar supuestamente necesa-
comunicativos puede ser un medio idóneo para resolver los proble- rio para el estudio de su tema. El libro qui/á más conocido que se
mas entre los hombres; aunque yo vacilaría al fomular las categó- haya escrito nunca sobre semántica, el que publicaron O. K. Ogden
ricas afirmaciones de este grupo —que, en mi entender, parece e I. A. Richards en 1923, tenía precisamente como título The Mean-
tener una visión más bien ingenua de las causas de tales proble- ing ojMeaning [El significado del significado], y contenía —en las
mas—, no hay duda de que cuanto más comprendamos las estruc- páginas 186-7— una lista de nada menos que veintidós definiciones
turas cognoscitivas y comunicativas del lenguaje, más capaces se- (desde diversos puntos de vista teoréticos y no teoréticos) de la
remos de detectar y controlar los elementos «patológicos» o nocivos palabra en cuestión. He aquí, por el interés que ofrece, una selec-
de la comunicación, y de valorar y fomentar las tendencias que ción de esos significados:
conducen a la concordia.
Dicho esto, debe reconocerse que la principal apelación de la una propiedad intrínseca
semántica es de carácter intelectual, análoga, pues, a la de las ma- las palabras que se a d j u n t a n a una palabra del Diccionario
temáticas o a la de cualquier ciencia pura. Sólo después de procu- la connotación de una palabra
rar entender para entender se puede adquirir la prudencia que con- el lugar de algo en un sistema
siste en emplear ese entendimiento para fines nobles. las consecuencias prácticas que para nuestra experiencia fu-
tura tiene una cosa
aquello a lo que realmente se refiera el que u l i l i / a un símbolo
aquello a lo que debería referirse el que u ( i l i / a un símbolo
l ft Cent (rey Lcech Semántica I

• aquello a lo que crea referirse el que utiliza un símbolo sarmentó y simbolización), sino la definición científica de todo
• aquello a lo que el que interpreta un símbolo: aquello a lo que pueda referirse el lenguaje;
(a) se refiera
(b) crea referirse Podemos definir con exactitud el .significado de mía forma lingüís
(c) crea que se refiere el que lo utiliza tica cuando aquél está relacionado con algo que conocemos c i e n t í f i -
camente. Podemos, por ejemplo, d e f i n i r los nombres de los minera-
Al presentar esta lista, Ogden y Richards pretendían hacer ver de les mediante términos químicos y mineralógicos (así, decimos que
el significado normal de la palabra sal es «cloruro sódico |NaCI|»);
qué manera el desacuerdo acerca de términos tan básicos como el y lambién los nombres de los vegetales o de los animales mediante
de significado puede producir confusión y malentendidos, aunque términos técnicos de la Botánica y la Zoología. Sin embargo, no te-
esperaban que llegase por fin el día en que —como resultado de la nemos n i n g u n a manera precisa de d e l i n i i palabras tales como amor
preparación del público conseguida gracias a su libro y a otros u odio —que constituyen la gran mayoría, por o l í a parte--, porque
medios— «se comprenda la influencia del lenguaje sobre el pen- atañen a situaciones que no se han clasificado con e x a c t i t u d » , (l.un-
samiento, y se ahuyenten los fantasmas que producen una idea 8 nage, p. 139)
equivocada de lo lingüístico». A partir de tal momento, creían, el
camino quedaría expedito «hacia unos métodos de interpretación
más fructíferos y un arte de la conversación gracias al cual los ha- Rloomfield, pues, era menos optimista que Ogdcn y Richards sobre
blantes puedan disfrutar de algo más que de la aridez y monotonía los prodigios cíe la ciencia; y en sus conclusiones —cosa no sor
|//7. de las piedras y escorpiones] habituales». El sugestivo vislum- préndente— resonó una nota pesimista que v i n o a ser el toque de
bre de una utopía de conversación pura y correcta que nos ofrecen d i f u n t o s virtual de la semántica en los I : ,H. U U . d u r a n t e los veinte
Ogden y Richards constituye en parte un punto de vista propio y años subsiguientes: «La formulación de los significados es, por lo
peculiar suyo; pero, igualmente, otros semantistas (especialmente t a n t o , el p u n t o débil del estudio del lenguaje, y así será hasta que
los pertenecientes a la Semántica General, inaugurada eu 1933 por el conocimiento humano vaya mucho más allá de donde ahora se
Korzybski con su Science and Saniiy[Ciencia y cordura]) han visto encuentra», (p. 140).
en la solución de los problemas del significado, del pensamiento y El argumento de Blooml'icld, llevado hasta sus ú l t i m a s conse-
de la comunicación un posible u n g ü e n t o amarillo para todos los cuencias lógicas, supone la quimera de una época f u t u r a en la que
males de la sociedad moderna; y también otros investigadores, al todas las cosas recibirán una definición científica y autorizada; o,
igual que Ogdcn y Richards, han buscado en la ciencia el esclare- dicho más llanamente, la de una'época en la que se sabrá todo lo
cimiento de los conceptos semánticos. Así, estos últimos autores, que hay que saber acerca de todo (cosa aún más ilusoria que el
en 1923, tenían la suficiente confianza en el progreso de la ciencia idílico paraíso conversacional de Ogden y Richards). Aun teniendo
para a f i r m a r lo siguiente: en cuenta que Bloomfield escribía en unos tiempos en que el con-
cepto de la «ciencia unificada» (es decir, la idea de que todas las
F,n los últimos años, los adelantos de la Biología y la investigación ciencias, desde la Física a la Psicología, podrían quedar reunidas
psicológica de la memoria y de la herencia han situado el «signifi- en un inmenso monolito de saber) gozaba de prestigio, su r e t r a t o
cado» de los signos en general fuera de toda duda, probándose con del semantista como una persona que aguarda pacientemente a
ello que el pensamiento y el lenguaje deben tratarse de idéntica que la totalidad del saber humano se haya acumulado y consolidado
manera, (p. 249) se apoya en lo que ahora vemos que es una concepción ingenua
de la naturaleza de la ciencia.
Diez años más tarde, Rloomfield, en Language (1933) —el libro Hl enfoque bloomfiekliano contenía tres del celos soterrados.
sobre el lenguaje más i n f l u y e n t e de entre los que se publicaron en- Por lo general —en primer l u g a r — , para dar cuenta científicamen-
tre las dos guerras mundiales— vinculaba de forma parecida la se- te de un mismo fenómeno concurren varias explicaciones s i m u l t á -
mántica con el avance de la ciencia, si bien resaltando algo un poco neamente; ¿cuál de ellas escogeremos para nuestra definición?
distinto; lo que él veía que proporcionaba respuestas a los seman- Un segundo lugar, la ciencia no avanza como el agua que va lle-
listas no era el estudio científico de los fenómenos psíquicos (pen- nando un recipiente hasta colmarlo, sino que lo hace por un proceso
18 Geoffrey l.ccih Semántica I1»

ininterrumpido de revisión y aclaración que lleva a una mayor cla- se disipen muchas de las dificultades que han obstaculizado su des-
ridad y p r o f u n d i d a d de comprensión. Dado que los enunciados arrollo en los ú l t i m o s cincuenta años: una disciplina autónoma no
científicos son privisionales por naturaleza, se hace d i f í c i l prever el nace con respuestas, sino con preguntas; podríamos decir, pues,
día en el que todo el m u n d o esté suficientemente seguro de que no que toda la razón de ser del i n t e n t o de c o n s t i t u í una teoría de la
aparecerán nuevas formulaciones para poder acometer sin n i n g u n a semántica reside en proporcionar una «definición» de significado
dificultad la definición de palabras como amor y odio. (es decir, una exposición sistemática de la naturale/a del significa
Por ú l t i m o , una definición que se dé a base de una f ó r m u l a do); y pedir tal definición antes de haber empe/ado a e s t u d i a r el
científica, como la de sal - NaCI, lo que hace es simplemente lema sería simplemente empeñarse en I r a l a r otros conceptos (por
sustituir una serie de símbolos lingüísticos por otra, y de esa manera ejemplo, los de estimulo y respuesta) como si Incscn en cierto sen
pospone la tarca de explicitación semántica a un momento posterior. tido más fundamentales e importantes. Un físico no se ve piecisailo
Así pues, suponiendo que el lenguaje científico tenga como el eoli- a d e f i n i r nociones como las de « t i e m p o » , «calor», «color» o " a l o -
diano un significado, el problema que se nos presenta es el de de- mo» anlcs de comenzar a i n v e s t i g a r sus propiedades: las d e l i n i c i o
finir el significado de «NaCI»; si para hacerlo pudiéramos reem- nes, si son necesarias, surgirán del estudio mismo.
plazar esta f ó r m u l a científica por otra más precisa e i n f o r m a t i v a , Una vez que se acepta algo tan l i i v i a l , el problema de como de-
ésta originaría a su vez el mismo problema, y así ad infinitnm. Con finir significado, que t a n t o preocupó a Ogden y Richards, apaiece
otras palabras: la recela de Bloomfield para descubrir el significa- visto bajo su verdadera luz como un i r a m p a n l o | o .
do conduce a una rula de regresión infinita; resulta ser un callejón
sin salida, por ra/oncs no sólo prácticas, sino lógicas.
Los problemas que acompañan al t r a t a m i e n t o del significado Un pimío <le partid:) lingüislko puní la Semántica
por parle de Ogden y Richards y de Bloomfield provienen ante
lodo de su determinación de explicar .la semántica por medio de Hasta aquí he i n t e n t a d o a l l a n a r el terreno, mostrando que el
otras disciplinas científicas: y cabe sostener que ello es la causa de estudio del significado debe liberarse de lodo somcl ¡miento a otras
buena parte de la ambigüedad —que tanto molestaba a Ogden y disciplinas, listo, naturalmente, conduce al siguiente t i p o de repli-
Richards— del vocablo significado. Es claro que, de las veintidós cas: «nnlonces, ¿cómo se ha de estudiar el significado?; al cons-
definiciones que ofrecen (y como muestran los ejemplos de las pp. 15- t r u i r una teoría de éste, ¿cuáles son las preguntas a las que debe-
16), casi todas son una mera transcripción de las definiciones téc- mos i n t e n t a r responder?; ¿qué principios deben c o n s t i t u i r sus f u n -
nicas de los filósofos, los psicólogos, los filólogos, los críticos lite- damentos?».
rarios y otros especialistas; y es claro también que muchas de las Uno de los puntos claves de cualquier enfoque l i n g ü í s t i c o mo-
incompatibilidades de tales definiciones se explican atendiendo a la derno de la semántica, es el de que no hay que salirse del lenguaje
necesidad o al deseo de cada especialista de adaptar el estudio del mismo. Una ecuación como centavo = centésima parte del dólar o
significado a las exigencias de su propio campo. Así, un filósofo sal = NaCI, no es un emparejar un signo lingüístico con algo
puede definir para sus propósitos el significado a base de la verdad exterior al lenguaje, sino una correspondencia entre dos expresiones
y la falsedad; un psicólogo conductista, apoyándose en el estímulo l i n g ü í s t i c a s que se presume tienen «el mismo significado»: la bús-
y la respuesta; un crítico literario, en la reacción del lector; y así queda de una explicación de los fenómenos lingüísticos apoyándose
sucesivamente. Sus definiciones, por tanto, al provenir de diversos en lo que no es lenguaje es tan vana como la t e n t a t i v a de salir de
marcos de referencia, t e n d r á n muy poco en común. una habitación que no tenga puertas ni ventanas, ya que la misma
A u n q u e se a d m i t a que el estudio de otros campos relacionados palabra «explicación» implica un enunciado del lenguaje. Nuesira
con la semántica puede proporcionar una estimable ayuda al estu- solución, pues, es conformarse- con explorar lo que hay dentro de
dioso de esta ú l t i m a , muchos pueden preguntarse por qué seria ne- la habitación, es decir, estudiar las relaciones que existen dentro
cesario considerarla, así, dependiente de consideraciones ajenas a del lenguaje, tales como la ¡Hin'ifnisis o la sinonimia, que equivalen
ella. De hecho, desde el momento en que comenzamos a t r a t a r la aproximadamente a «identidad ilc s i g n i f i c a d o » (de la primera, j u n -
semántica corno merecedora cíe su propio marco referencia!, en to con otras relaciones de significado susceptibles cíe estudio siste-
lugar de tener que tomar uno prestado de otra parte, hacemos que mático, daremos un ejemplo inmeclialamenle). l ' l entrañe ( e n i a i l
211 Cicoffrev I.eech Semántica

nicnl] y la presuposición son tipos de dependencia semánlica que En el lado opuesto respecto de la aceptabilidad están las llama
median entre dos locuciones; y la incoherencia lógica es una forma das CONTRADICCIONES, que son enunciados necesariamente
de contrustividad semánlica entre varias de oslas. falsos, también en v i r t u d de su significado:
1. X: los defectos del plan eran manifiestos Todo lo que me gusta no me gusia
ES UNA PARÁFRASIS DE Y: las imperfecciones del Mi hermano ha tenido un dolor de muelas en la punía del pie
proyecto eran evidentes
Esta son, con mucho, más anómalas que las tautologías: no son
2. X: la Tierra gira alrededor del Sol ya vacuas en c u a n t o a la i n f o r m a c i ó n que t r a n s m i t e n , sino a u t é n -
E N T R A Ñ A Y: la Tierra se mueve ticos absurdos. Para d e f i n i r una l e n g u a dada, la l i n g ü í s i i c a moder-
3. X: el h i j o de .luán se llama Manuel na se ha esl'or/ado por e s p e c i f i c a r cuáles oí aciones son aceptables
PRESUPONE Y: Juan tiene un hijo y cuáles inaceptables cu la lengua en cuestión; es d e c i i , por l i j a r
los límites entre lo que es posible e imposible d e n t r o de las reglas
4. X: la Tierra gira alrededor del Sol del lenguaje. Esto ha hecho que mcre/.ca una atención considerable
ES INCOHERENTE CON Y: la Tierra es inmóvil la capacidad del h a b l a n t e para d i s t i n g u i r e n t r e oraciones '«grama-
Estas son algunas de las relaciones semánticas entre dos locuciones, ticales» y «agramaticales»; v es que a ella liemos de r e c u r r i r si se
X c Y, que una teoría del significado puede i n t e n t a r explicar con establece que ese diferencial las oraciones semánticamente e x t r a -
gran provecho (las trataremos más detalladamente en las pp. 104-106). ñas de las dotadas de pleno sentido es una m a n i l e s l a c i ó n cíe que
Un segundo principio que subyace a los enfoques actuales de la sabe las reglas del significado del idioma en cuestión.
semántica es el de entender la tarea del estudio del lenguaje como l : l cupo de las oraciones e x t r a ñ a s o anómalas s e m á n t i c a m e n t e
la de explicar la COMPETENCIA LINGÜISTICA del hablante nati- no se cubre con las contradicciones y las (antologías: hay, por
vo de una lengua cualquiera; o lo que es lo mismo, el c o n j u n t o de ejemplo, preguntas que lógicamente a d m i t e n sólo una respuesta
reglas y estructuras que caractericen los mecanismos mentales que —sí o no—, y por ello no se pueden p l a n t e a r en forma d i s y u n t i v a :
toda persona que «sepa» una lengua dada tiene que poseer. Al aplicar ¿Tiene tu madre algún hijo o luja? Hay t a m b i é n p r e g u n t a s que no
lo dicho a la faceta semántica del lenguaje surge la pregunta si- se pueden contestar debido a que contienen presuposiciones ab-
guiente: «¿Qué es saher el significado de una palabra, de una ora- surdas: ¿Sabes cómo se castigó al homlire <¡ue mató a su viuda?
ción, etc...'.'», en lugar de.la consabida: «¿Qué es el significado?»; Esta clase de caprichos recuerda los t r a b a l e n g u a s y los g a l i m a t í a s
y el reconocer las relaciones semánticas antedichas, 1-4, se puede disparalados con que se entretienen los niños a modo de deporte
aducir como una de las pruebas de la posesión de tal saber. verbal:
Otro hecho que certifica que una persona sabe la semántica de
su lengua es que pueda darse cuenta de que, aunque algunas locu- 1 went to the pictures tomorrow
ciones o expresiones están construidas de acuerdo con las reglas de I took a front seat al the back
la gramática del idioma en cuestión, son sin embargo «no semánti- I lell from the pit to the gallery
cas», en el sentido de aberrantes o extrañas desde el punto de vista And broke a front bone in my back.
del significado. Una de tales rarezas es la TAUTOLOGÍA, o sea, un A lady she gave me some chocolate,
enunciado que ha de ser verdadero en v i r t u d de su mismo signifi- I ate it and gavc il her back;
cado, como sucede con: I phoned for a taxi and walkecl it,
And that's why I never carne back.
El lunes llegó antes del día (de la semana) que lo seguía.
Sin embargo, pocas veces tenemos ocasión de emplear tales Fui al cinc mañana,
enunciados, debido a que no dicen al oyente nada que no supiera ocupé un asiento delantero detrás,
de antemano (salvo en los casos en que estemos explicando un uso me caí de la platea al gallinero
lingüístico desconocido para él); es decir, porque no comunican nada. v me rompí un hueso de d e l a n t e que tenemos en la espalda.
I 22 Geoffrey I ecch Semántica 2.1

Una señora me dio chocolate, del juego, o (b) porque violen algunas leyes n a t u r a l e s concernientes
me lo comí y se lo devolví; a la resistencia tísica de los seres h u m a n o s , por la incapacidad de

• llamé un laxi y me fui a pie,


y por eso n u n c a represé.*
(Opio, The l.ore and I.ai>Kuas>e of Schoolchildreti, p. 25)
los balones de contravenir las leyes o r d i n a r i a s del m o v i m i e n t o (por
ejemplo, moverse en el aire como los boomerangs), ele. Por esto,
una i n f o r m a c i ó n futbolística que dijese: « I I delantero centro ha


metido un gol rematando con la cabe/a el balón desde su propia
La fascinación natural que sienten los niños por sobrepasar los lími-
portería», sería increíble por pura imposibilidad f í s i c a , m i e n t r a s
tes de la significa! i vidad se podría incluir entre los síntomas de esa
que «I;I delantero centro consiguió un gol metiendo el balón en la
«captación i n t u i t i v a » del significado — o COMPETENCIA SEMÁNTICA,
portería de un puñetazo», seria increíble en c u a n t o que si electiva-
como la llamaría un lingüista — que comparten los hablantes de un

• idioma.

Kl Lenguaje y el «Mundo real»


mente ha ocurrido tal cosa, el partido no puede haber sido de fútbol.
Las d i s t i n t a s estrategias que adoptamos al i n t e n t a r dar sentido
a las oraciones (1) y (2) recalcan la diferencia que ya hemos apre-
ciado entre ellas. Parece ser que un principio incontrovertible de la

• Sin embargo, para el lingüista, igual que para el filósofo, la


principal d i f i c u l t a d reside en trazar una línea divisoria no ya entre
lo que tiene sentido y lo que no lo tiene, sino entre la clase de
semántica es el de que el pensamiento humano aborrece el vacío de
sentido; por ello, un h a b l a n t e de nuestra lengua al que se le presen-
ten oraciones absurdas exigirá un esfuerzo supremo a su facultad
interpretativa hasta que logre hacérselas inteligibles; y es posible

• falla de sentido que surge al contradecir lo que sabemos acerca


del lenguaje y del significado y la que tiene lugar cuando se con-
tradice lo que sabemos acerca del «mundo real». Si a un hablante
que los lectores ue estas páginas se hayan sorprendido ejercitando
esa facultad con las dos oraciones anteriores. Así, para ( I ) , Mi lío
duerme siempre (derecho) sobre la punta de un pie, parecen posi-
bles dos estrategias de interpretación: la primera es suponer una


del castellano se le pide que comente la oración:
TRANSFERENCIA DE siGNiHCADO por la que t a n t o duerme como
(1) Mi tío duerme siempre (derecho) sobre la p u n t a de un pie (derecho) sobre la punía de un pie adquieren un sentido nuevo o
es posible que exclame: «¡Liso es imposible! ¡Nadie puede dormir desusado ([derecho] sobre la punta de un pie, por ejemplo, podría
así!»; y parecida respuesta daría si se le presentase la contradicción:


considerarse una hipérbole o un s u b s t i t u t o exagerado de «boca
(2) Mi tío duerme siempre despierto abajo» o «en una postura extraña»); y la segunda estrategia consis-
te en imaginar una situación prodigiosa e i n a u d i t a (por ejemplo,
Pero, tras reflexionar, probablemente daría una explicación distinta que mi tío se hubiera ejercitado en una versión del yoga nunca
de los dos absurdos: la oración ( I ) es increíble por lo que sabemos

• acerca del mundo en que vivimos (más concretamente, por lo que


sabemos acerca de la postura en que es posible dormir); la oración
(2) es más que increíble: se refirma a algo inimaginable, por la
practicada hasta ahora) en la que tal enunciado pudiera ser ver-
dadero.
E 7 n cambio, para (2), Mi tío duerme siempre despierto, sólo es
aplicable la primera estrategia, la de transferencia de significado:


contradicción e x i s t e n t e entre los significados de dormir y de estar en este caso la solución tiene que resolver el conflicto semántico
despierto. A u n q u e , por oirá p a i t e , a esc h a b l a n t e le parecerían entre «dormir» y «despertar» merced (por ejemplo) a entender
ambos enunciados idéiilicamenlc absurdos, en la medida cu que duerme en forma metafórica («actúa como si estuviese dormido»).
los dos son necesariamente falsos. Algo que sea absurdo de hecho se puede convertir en razonable

• Podemos cslablecei una analogía entre las reglas del lenguaje y


las del juego: los hechos presuntamente acaecidos en un p a r t i d o
de f ú t b o l pueden ser imposibles (a) porque vayan contra las reglas
imaginando un m u n d o posible —onírico o novelesco— en el que
tal cosa pudiera existir o suceder. De otro lado, una contradicción
lógica es un absurdo lingüístico al que, si se quiere dar sentido, ha
de aplicarse un remedio lingüístico: un «trastocar las reglas del jue
* Recuérdense. cu castellano, i aiicionc llas aiiáloi'as: "Ahora i|iic vamos des- go del lenguaje», del mismo modo que la imposible acción que he
pacio ' vamos a coiilai m c n i i í a s . h a l a r á . . . Por el mar corren las liebres ' por el mos descrito en el apartado (b) requeriría rehacer las reglas del
monte las sardinas. H a l a r á . . . » /.Y. /¡el T.j fútbol.
24 GeotTrey I.ecch
Capítulo 2
La diferencia entre el lenguaje (incluido el «lógico»), por una
parte, y los hechos o el «mundo real», por otra, la estudiaremos SIETE TIPOS DE SIGNIFICADO
con más detalle en el capítulo 2 (pp. 29-30); y en el capítulo 10
analizaremos también el concepto de transferencia de significado,
y veremos en qué sentido equivale a un «trastocar el lenguaje».
Por ahora basta simplemente con notar que sentimos que lal dife-
rencia existe, aun cuando para el lingüista o el filósofo no sea
fácil justificarla, ni prescribir cómo se ha de trazar la línea di-
visoria en cada caso. A modo de advertencia para escéplicos se ha
de señalar también que el precio de pasar por alto esta diferencia
entre el lenguaje y el «mundo real» es el de ensanchar la esfera de
la semántica (como Hloomfield lo hizo por implicación) hasta
convertirla en el imposible estudio, de puro vasto, de todo lo que
se sepa acerca del universo en que vivimos.

Resumen

He intentado en este capitulo señalar tres cuestiones fundamen-


tales acerca del estudio del significado, a saber: Algunos autores querrían que la semántica se dedicase al estu-
dio del significado, dando a este término el amplio sentido de «todo
1. Que es un error tratar de definir el significado reduciéndolo
lo que se comunica por medio del lenguaje»; otros — e n t r e los cua-
a conceptos de otras ciencias que no sean la del lenguaje (por ejem-
les se encuentran los autores más modernos dentro del marco de la
plo a base de la Psicología o de la Química).
lingüística general— lo l i m i t a n , en la práctica, al estudio del sig-
2. Que la mejor manera de estudiarlo es considerándolo un
nificado lógico o conceptual, en el sentido que vimos en el capítu-
fenómeno lingüístico por derecho propio, y no algo «fuera del
lo I . No hace falta mucha agudeza para comprender que la semán-
lenguaje». Hsto quiere decir que investiguemos semánticamente lo
tica, en el primer y más amplio sentido, puede llevarnos al mismo
que es «saber una lengua»; por ejemplo, saber lo que lleva consi-
vacío que en el que Bloomfield se había refugiado por sus compren-
go el captar relaciones semánticas entre oraciones, y cuáles de oslas
sibles recelos, o sea, la descripción de todo lo que pueda competer
tienen sentido y cuáles no lo tienen.
al conocimiento o al intelecto humanos; por otra parte, si diferen-
3. Que el p u n t o (2) presupone una distinción entre «conoci-
ciamos cuidadosamente los tipos de significado podemos mostrar
miento del lenguaje» y «conocimiento del 'mundo real'».
cómo todos ellos son válidos con respecto al resultado complejo y
completo de la comunicación lingüistica, y también cómo los mé-
todos de estudio que son apropiados para un tipo no lo pueden
ser para otro.
C'on arreglo a esto, descompondré el «significado», en su sen
líelo más amplio, en siete componentes distintos, otorgando una
importancia principal al significado lógico o --como yo prefiero
llamarlo— SKINU io\no CON< i ITUAI., del que va he hablado antes
<i propósito de la «competencia semántica»; los oíros seis tipos que
v
'oy a tratar son el significado connotalivo, el eslilísiico, el afectivo,
el reflejo, el conlocativo y el temático.
CieolTrev Lcech Semántica 27

Kl significado conceptual elementos sintácticos más pequeños), pasando por una serie de es-
tadios jerarquizados. Evsle aspecto de la organi/ación del lenguaje
Siempre se ha dicho que el SIGNIFICADO CONCEPTUAL —llama- se representa gráficamente por lo general por un diagrama arbóreo:
do a veces «denotativo» o «cognoscitivo»— es el factor fundamen-
tal de la comunicación lingüística, y creo que se puede mostrar que Oración
es, además, una parte integral del funcionamiento esencial del len-
guaje, diferenciándose en esto de los demás tipos de significado
(lo cual, por supuesto, no quiere decir que el significado concep- Sujeto Predicado
tual sea siempre el elemento más importante de un acto de comu-
nicación lingüístico). Mi principal razón para dar prioridad al sig- /\
Determinante Nombre
nificado conceptual es que éste posee una organización sutil y Verbo Complemento
compleja, comparable a —y relacionable con— la de los niveles
sintáctico y fonológico del lenguaje; en particular, quiero señalar /\
Detcrmiinnle Nombre
los dos principios estructurales que parecen estar en la base de todo
modelo lingüístico: el principio de CONTRASIIVIDAD y el de F.STRUC-
TURA CONSTITUYANIT Los rasgos contrastantes, por ejemplo, susten- Ningún homhre una
tan la clasificación de los sonidos en la fonología, donde cual-
quiera que sea la etiqueta que apliquemos a uno de ellos los rasgos Lo cual también se puede representar por encorchelamiento:
antedichos los definen positivamente —en virtud de los rasgos que
poseen— y, por implicación, negativamente —en virtud de los ras- {(Ningún) (hombre)} {[(es)] [(una) (isla)]}
gos que no posee—; así, el símbolo fonológico /b/ se puede expli- Aunque es un hecho aceptado desde hace tiempo que la sintaxis de
citar como una representación de un haz de rasgos contrastantes + un idioma se debe tratar de esta manirá, sólo recientemente los
bilabial, + sonoro, + oclusivo, — nasal. Con lo que, en realidad, se lingüistas se han rendido a la evidencia de que el nivel semántico
da por sentado que los sonidos distintivos o fonemas de una lengua se de los lenguajes naturales tiene su propia estructura constituyente
caracterizan a base de contraposiciones binarias, al menos en su (ver pp. 147-170), su propia correspondencia con la estructura
mayor parte. De forma parecida, los significados conceptuales de sintáctica o —para usar una analogía más precisa por muchos
un idioma parecen estar organizados en su mayoría a base de rasgos conceptos— con los sistemas de la lógica simbólica construidos
contrastantes; así, por ejemplo, el significado de la palabra mujer por los matemáticos y los filósofos.
se podría especificar por + HUMANO, — MASCULINO*, + ADULTO, y Los dos principios anteriores —el de la oposición y el de la es-
ser diferente por tanto del de, pongamos por caso, muchacho, que tructura constituyente— representan el modo en que se organiza el
podría «definirse» por + HUMANO, + MASCULINO, — ADULTO (ver lenguaje respecto a lo que los lingüistas llaman eje PARADIGMÁTICO
página 116). (o selectivo) y eje SINTAGMÁTICO (o combinatorio), respectivamente,
El segundo principio, el de la estructura constituyente, es aquél de la estructura lingüística. En la mayor parle de este libro (capítu-
que sostiene que las unidades lingüísticas mayores están compuestas los 6-14), mi objetivo será precisamente estudiar tan comple-
de otras más pequeñas; o —mirando el problema desde el lado tamente como me sea posible la aplicación de esos principios al
contrario— que podemos descomponer una oración, siguiendo un análisis semántico, y hacer ver así cómo los métodos cíe estudio
criterio sintáctico en las parles que la constituyen, yendo desde ideados en principio para otros niveles del lenguaje pueden dar a la
sus constituyentes inmediatos hasta sus constituyentes últimos (o semántica conceptual una precisión y una profundidad mucho
mayores.
En este planteamiento, he dado por supuesta la existencia de un
* Salvo que se indique lo contrario, el término masculino (imite) se refiere a tercer principio de la organización lingüistica generalmente recono-
una oposición de sexo (sexo masculino/femenino), y no a una de genero (género cido, según el cual cualquier pie/a del lenguaje está estructurada en
masculino/femenino). [N. del T.] dos o más «niveles» simultáneamente; parece que, por lo menos.
Geoffrey l.eech Semántica

los tres niveles que aparecen en la figura —en ese mismo orden— sería verdaderamente un lenguaje, al menos en el sentido en que
son necesarios para rendir plena cuenta de la competencia lingüísti- empleamos ese término para referirnos a las lenguas humanas.
ca, mediante la cual podemos producir o entender diversas locu-
ciones:
Significad» connolativo
OYENTF
Podremos observar algunas caractcríslicas más del significado
Fonología (A) conceptual cuando lo comparemos con el S K I N I I u A I M > < ' O N N O I A I I V O ,
que es el valor comunicativo que tiene una expresión atendiendo
Q. sólo a lo que ella se refiere, es decir, dejando de lado su contenido
(I
puramente conceptual. Se puede decir que la noción de «referen-
Sintaxis (B) cia» coincide en un grado muy considerable con la de significado
conceptual: si la palabra mujer se define conceplualmentc median-
te tres rasgos (+ HUMANO, — MASCULINO, t A I M ' I m), esas tres pro-
Semántica (C) piedades «humano», «adulto» y «no masculino» deben s u m i n i s t r a r
un criterio para el uso correcto de esa palabra; ahora bien, esos
HAHI.ANTP
rasgos contrastantes, traducidos a términos del «mundo real», re-
sultan atributos del referente (aquello a lo que se refiere la pala-
bra). Pero hay una gran cantidad de propiedades adicionales que
Y esto significa que para el análisis de cualquier oración es preciso sabemos que posee normalmente cualquier referente de mujer;
elaborar una «representación fonológica», una «representación aquéllas comprenden no sólo características físicas («bípedo», «tie-
sintáctica» y una «representación semántica», y explicilar también ne matriz»), sino también propiedades psicológicas y sociales («gre-
los puntos por los que un nivel de representación puede derivarse gario», «posee instinto maternal»), e incluso pueden mentar carac-
de otro; el objetivo de la semántica conceptual es, pues, propor- teres que son concomitantes típicos más bien que invariantes del
cionar una determinada configuración de símbolos abstractos para sexo femenino («hablador», «experto en la cocina», «lleva falda
cualquier interpretación determinada de una oración, de tal manera o vestido»). Además, el significado connotativo puede englobar las
que esa configuración sea la «representación semántica)) de la ora- «propiedades supuestas» del referente, o sea, las que se deban al
ción en cuestión, y que muestre con exactitud lo que se precisa punto de vista que adopte un solo individuo, un grupo de ellos o
saber para poder diferenciar un significado determinado de todos una sociedad entera; así, antiguamente la mujer portaba algunos
los demás que pueden ciársele a la oración en el idioma de que se atributos que el macho dominante le había adjudicado graciosa-
trate; y que empareje, además, ese significado con las formulacio- mente («débil», «propensa al llanto», «cobarde», «sentimental»,
nes sintáctica y fonológica adecuadas. Esta propiedad del empare- «irreflexiva», «inconstante»,...); y, de la misma manera, poseía
jamiento de los niveles funciona en una dirección si DFSCODIFICAMOS, unas cualidades más positivas tales como «dulce», «compasiva»,
es decir, si escuchamos una oración y la interpretamos; y en la di- «sensible», «laboriosa». Evidentemente, las connotaciones son sus-
rección contraria si CODIFICAMOS, o sea, si construimos y pronun- ceptibles de variar de una época a otra y de una sociedad a oirá:
ciamos la oración (en la figura, A - » B - > C y C - » B - t A, res- hace cien años, «no lleva pantalones» parecería una connotación
pectivamente). Teniendo en cuenta lo que se ha expuesto, parece totalmente definitiva de la palabra mujer y sus equivalentes en
evidente que el significado conceptual es una parte compleja y otras lenguas occidentales, del mismo modo que en muchas socie-
esencial del lenguaje mismo, hasta tal punto que es muy difícil de- dades orientales se asocia hoy la feminidad con a h i h u t o s que son
finir cabalmente éste sin hacer referencia a aquél; por otra parte, extraños para nuestra manera de pensar. L ; s igualmente evidente
un lenguaje cuya transmisión se efectuase no por el significado que las connotaciones pueden variar, hasta cierto punió, de un in
conceptual, sino por otros medios (por ejemplo, mediante palabras dividuo a otro, dentro de la misma comunidad lingüística: para un
expletivas como ¡Oh!, ¡Ah!, ¡Vale!, ¡Ay! y ¡Hala! únicamente) no castellano-parlante misógino, mujer t e n d í a m u c h a s asociaciones
Scmántica II
w S.ecch

desfavorables que no se darán en el pensamiento de otros hablantes ligue el significado conceptual considera un principio inamovible
que opinen más favorablemente sobre el feminismo. el que el significado de una palabra o de una oración puede ser co-
Está claro que al hablar sobre la connotación, estoy, de hecho, dificado a base de una serie limitada de símbolos (v. gr. cu forma
hablando sobre la experiencia del «mundo real» que se asocia de una serie finita de rasgos discretos del significado), y el que se
con una expresión cuando se la emite o se la escucha; por lo tanto, puede especificar la representación semántica de una oración por
el límite entre el significado conceptual y el connotativo coincide medio de un número f i n i t o de reglas. Este postulado de la finidid
con el límite, impreciso pero crucial, que existe entre el «lenguaje» y la delimitación del contenido conceptual no es arbitrario, sino que
y el «mundo real» (y del que ya se ha tratado en el capítulo 1). Para se le ha dado forma teniendo muy en cuenta las bases que los lin-
confirmar nuestra opinión de que la connotación es algo accidental güistas establecen generalmente cuando analizan otros aspectos
de algún modo al lenguaje y no una parte esencial de él, podemos de la estructura lingüística: sin tales bases difícilmente se puede in-
reparar en que el significado connotativo no es específico del len- tentar describir el lenguaje como un sistema t o t a l m e n t e coherente.
guaje, sino que también lo poseen otros sistemas comunicativos
como las artes plásticas y la música: todas las connotaciones que
tiene la palabra niño pueden hacerse presentes por un dibujo que El significado estilístico y el afectivo
represente a un niño, o por la imitación de su llanto (aunque más
eficazmente en el primer caso, debido a que el médium es directa-
mente figurativo). La superposición de las connotaciones lingüís- Vamos a considerar ahora dos aspectos de la comunicación que
ticas y visuales es particularmente perceptible en la publicidad, en están relacionados con la situación en que tiene lugar una expresión.
la que, a menudo, las palabras son unos meros acompañantes de El SIC.NIFICADO FSIII.ÍSTICO es lo que un elemento de la lengua expresa
las imágenes, cuando se trata de otorgar una aureola de asociacio- acerca de las circunstancias sociales de su empleo; así, podemos
nes positivas al producto en cuestión. «descodificar» el significado estilístico de un texto sólo después de
Un segundo hecho que indica que el significado connotativo es que hayamos reconocido la existencia de distintas dimensiones y ni-
secundario si se le compara con el significado conceptual es que las veles de uso dentro del mismo idioma: reconocemos que algunas
connotaciones son relativamente inestables: como hemos visto, palabras o pronunciaciones son dialectales, es decir, que nos m a n i -
varían considerablemente de acuerdo con la cultura, el período his- fiestan algo acerca del origen geográfico o social del hablante; asi-
tórico y la experiencia del individuo. Aunque sea demasiado inge- mismo, otros rasgos de la lengua nos informan sobre la relación
nuo pretender que todos los hablantes de una misma comunidad social existente entre el hablante y el oyente, pues tenemos una
lingüística hablen «la misma lengua» exactamente, sí se puede su- escala de usos estatuidos (por ejemplo, en un extremo estaría el
poner —porque es un principio sin el cual la comunicación a través castellano formal y literario, y desde aquí se descendería hasta el
de esa lengua no sería posible— que, en general, comparten el mismo otro extremo constituido por el castellano coloquial, familiar e in-
sistema conceptual, del mismo modo que comparten, aproximada- cluso vulgar).
mente, la misma sintaxis. De hecho, muchos semantistas sostienen En un reciente estudio sobre el estilo del inglés (Crystal y Davy,
en la actualidad que la organización conceptual básica es la misma Investiguting English Style [Investigaciones sobre el estilo de la
para todas las lenguas y que, por lo tanto, es una propiedad u n i - lengua inglesa}) se ha visto que las dimensiones principales de la
versal del pensamiento humano (ver pp. 47-49). variación estilística son las siguientes (he añadido ejemplos de las
En tercer lugar, el significado connotativo es algo indeterminado categorías de uso que se pueden distinguir en cada dimensión):
y sin límites precisos, lo contrario precisamente de lo que, hasta
A (rasgos de estilo relativamente permanentes)
cierto punto, sucede con el significado conceptual; aquél no tiene
límites fijos del mismo modo que tampoco los tienen nuestros co- INDIVIDUALIDAD (el lenguaje del Sr. X, de la Sia. Y, de la Srta. Z,
etcétera)
nocimientos y creencias acerca del universo: cualquier característi-
DIAI.FCTO (el lenguaje de una región geográfica o de una clase
ca del referente que se ha identificado subjetiva u objetivamente
social)
puede contribuir a ampliar el significado connotativo del enun-
TII-MPO (el lenguaje del siglo x v m , etc.)
ciado que lo expresa; por el contrario, cualquier persona que inves-
12 Geoffrey Leech Semántica 3.1

B La oración (1) podría ser emitida por dos maleantes que charlan
DISCURSO despreocupadamente del robo un poco después; la oración (2) pue-
(a) MEDIO (habla, escritura, etc.) de ser empleada por el inspector jefe al hacer su informe oficial;
(b) PARTICIPACIÓN (monólogo, diálogo, etc.) pero ambas podrían describir el mismo suceso, y su base común de
significado conceptual se hace evidente por la dificultad que para
C (rasgos de estilo relativamente transitorios) cualquiera entrañaría afirmar la verdad de una de esas oraciones
ESPECIALIDAD (el lenguaje legal, científico, publicitario, etc.). y negar, al mismo tiempo, la de la otra (ver p. 113).
RANGO (lenguaje cortés, coloquial, vulgar, etc.) Si ampliamos un poco más la idea de situación lingüística, ve-
MODALIDAD (lenguaje de los informes, de las conferencias, de remos que el lenguaje puede reflejar también las opiniones y las
los chistes, etc.) creencias personales del hablante, incluyendo su actitud para con
SINGULARIDAD (el estilo de Dickens, el de Hemingway, etc.) el oyente o su postura ante algo de lo que está hablando. F,l SIGNII i-
CADO AFECTIVO, como se puede llamar a este tipo de significado,
Aunque no es exhaustiva, esta relación señala algunos hechos se transmite a menudo explícitamente a través del contenido con-
sobre la gama de diferenciación estilística que cabe dentro de un
ceptual o connotativo de las palabras empleadas. Alguien que sea
solo idioma. Por ello, puede que no resulte sorprendente el que sólo
interpelado de la siguiente forma: «Es usted un tirano perverso y
raramente encontremos palabras que tengan el mismo significado
un reprobo infame, y le odio por ello», tiene muy pocas dudas
conceptual y el mismo significado estilístico; esta observación ha
sobre lo que el hablante opina de él; pero existen otras maneras
llevado a la gente a afirmar a menudo que «los auténticos sinóni-
menos directas que ésa de revelar nuestro parecer: por ejemplo,
mos no existen»; si entendemos la sinonimia como una equivalencia
graduando nuestras observaciones de acuerdo con las normas de
completa de efecto comunicativo, verdaderamente se hace muy di-
cortesía. Así, para conseguir que un grupo de gente se calle podría-
fícil hallar un ejemplo que refute esa afirmación; pero es mucho
mos pronunciar cualquiera de estas dos oraciones:
más ventajoso restringir el término «sinonimia» a la equivalencia
de significado conceptual, para que, así, podamos contraponer los (3) Siento muchísimo interrumpirles, pero me pregunto si ustedes
sinónimos conceptuales con respecto de sus diversos matices esti- serían tan amables de bajar sus voces un poquito.
lísticos:

corcel (poético) domicilio (formal, oficial)


(4) Cállense de una vez.
caballo (general) morada (poético)
jamelgo (jerga) casa (general) Factores como la entonación y el timbre de voz —lo que denomi-
arre-arre (infantil) naremos normalmente «tono de voz»— son importantes también
en estos casos: la impresión de cortesía que produce (3) puede re-
f lanzar (literario, bíblico) diminuto (muy formal) sultar exactamente la contraria si se emplea un tono de sarcasmo
•j tirar (general) pequeñito (coloquial) mordaz; u-ualmente, la oración (4) se puede trocar en una simple
I soltar, largar (casual, jerga) chiquitín (coloquial, dialectal) broma entre amigos íntimos si se la pronuncia con la entonación
de una amable petición.
Eil significado afectivo es, en gran medida, una categoría para-
La dimensión estilística del «rango» es especialmente importante a sitaria, en el sentido de que para expresar nuestras emociones te-
la hora de diferenciar expresiones sinónimas. Ofrezco un ejemplo nemos que contar con la ayuda de otras categorías del significado
en el que la diferencia de rango se mantiene a lo largo de toda una (conceptual, connotativo o estilístico); así, aparece una expresión
oración, y se refleja t a n t o en la sintaxis como en el vocabulario: emocional merced al estilo cuando, por ejemplo, adoptamos un tono
( I ) Soltaron una pedrada a los polis y luego se piraron con la pasta. incorrecto para expresar disgusto (como en la oración (4) prece-
(2) Después de lanzar una piedra a la policía, huyeron con el di- dente), o también cuando adoptamos un tono despreocupado para
nero. expresar cordialidad. Por otra parte, hay elementos del lenguaje
34 CieoiTrcy Leech Semántica 15

(sobre todo interjecciones, como ¡aja! y ¡hurra!) cuya principal Los casos en que el significado reflejo se introduce por la pura
función es la de manifestar emoción: cuando las utilizamos comu- fuerza de la sugerencia emotiva pueden ejemplificarse de una ma-
nicamos sentimientos y opiniones sin ayuda de ninguna otra clase nera sorprendentemente clara por las palabras que tienen un signi-
de función semántica. ficado tabú; debido a su popularización con los sentidos relacio-
nados con la fisiología del sexo, resulta extremadamente difícil em-
plear términos como cópula, eyaculación, y erección en sus senti-
El significado reflejo y el conlocativo dos «inocentes» sin evocar sus asociaciones sexuales, liste proceso
de contaminación por el tabú puede explicar la extinción, en tiem-
Aunque menos importantes, hay otros dos tipos de significado pos pasados, del sentido de una palabra sin matices prohibitivos:
que suponen una interconexión en el nivel léxico del lenguaje. Bloomficld ha explicado la sustitución de cock [gallo, macho de
En primer lugar, el SIGNIFICADO REFLEJO es aquel que se da en avcl n el sentido de ave de corral, por ronster [gallo] debido a
los casos de significado conceptual múltiple, es decir, cuando un sen- la influencia del uso tabú de la primera, y creo que nos podemos
tido de una palabra forma parte de nuestra respuesta a otro sentido. pregunlnr si cópula no cslá corriendo una suerte parecida en la
Cuando oigo en un oficio religioso las expresiones sinónimas The actualidad.
Comforter [El Consolador o Confortador] y The Holy Ghost [El
Espíritu Santo], que se refieren ambas a la Tercera Persona de la El SIGNIFICADO coNi.ocATivo consiste en las asociaciones que una
Trinidad, veo que mis reacciones ante esos términos están condi- palabra adquiere al tener en cuenta los significados de las palabras
cionadas por los significados profanos cotidianos de comfort que suelen aparecer en su entorno; pretty [guapo, bonito, mo-
[bienestar, confort] y ghost [fantasma, espíritu]: The Comforíer no, ...) y handsome [bello, hermoso) tienen en común el significa-
sugiere algo cálido y confortable (aunque en el contexto religioso do de 'good-looking' («bien parecido»), pero se pueden diferenciar
significa «el que da fuerza o ánimo»), mientras que The Holy por la clase de nombres j u n t o a los que pueden coaparecer o —pa-
Ghost sugiere algo aterrador. ra usar el término de los lingüistas— «conlocarse»:
Un sentido de una palabra parece, pues, «raspar» a otro sentido
en la forma descrita sólo cuando tiene un poder sugeridor domi- girl [chica]
nante debido o bien a su relativa frecuencia y familiaridad (como boy [chico]
en el caso de El Espíritu Sanio) o bien a la intensidad de sus aso- woman [mujer]
ciaciones; sólo en poesía, que impone al lenguaje una sensibilidad pretty \ flower [flor]
elevada en todos los aspectos, podemos hallar funcionando al sig- garden [jardín]
nificado reflejo en unas circunstancias no tan abiertamente favo- colour [color]
rables: village [pueblo]
Are limbs, so r/ear-acliieved, are sides, etc.
Full-nerved -still warm- too hard to stir?*
boy
En estos versos de Fu t Hit y [Inutilidad], un poema sobre un solda- man [hombre]
do muerto, Wifred Owen emplea abiertamente la palabra dcar [que- car [coche]
rido, caro] en el sentido de «costosa(mente)», pero también alude handsome I vessel [barco]
—así se aprecia en el contexto global del poema— al sentido de overcoat [abrigo]
«querido». airliner [avión]
typewritcr [máquina de escribir]
* Traducción aproximada: «¿Son los miembros, tan costosamente reali/ados, etc.
son los costados, / rebosantes de vida —calientes todavía— demasiado difíciles de
mover?». F.s imposible trasladar al castellano los matices derivados de la palabra Naturalmente, puede haber coincidencia en las clases de nombres:
inglesa dear \N. ticI I . \. hiindsome woman y pretty woman son dos expresiones aceptables,
36 Geoffrey Leech Semántica 37
aunque sugieren un tipo distinto de atractivo, debido precisamente nificado asociativo, que podemos encontrar en el libro que pu-
a las asociaciones conlocativas de los dos adjetivos. Otros ejemplos blicaron en 1957 y que t i t u l a r o n ambiciosamente The Measure-
pueden ser los verbos cuasi sinónimos tales como vagar y deambu- ment of Meaning [La medición del significado]. Osgood y sus
lar (las vacas pueden vagar pero no deambular), o también, temblar colegas inventaron una técnica (basada en un dispositivo de me-
y estremecerse (temblamos de miedo, pero nos estremecemos de dición estadística, el Diferencial Semántico) para organizar el sig-
emoción). No es preciso que todas las diferencias de coaparición nificado a base de un espacio semántico multidimensional, u t i l i -
potencial se expliquen a base del significado conlocativo: algunas zando como datos los juicios de los hablantes, que se registraban
se pueden deber a diferencias estilísticas, y otras a diferencias con- de acuerdo con unas escalas divididas en siete grados cada una;
ceptuales: precisamente, lo que hace que algunas combinaciones, estas escalas estaban rotuladas mediante pares de adjetivos contra-
como «cabalgaba en su arre-arre» o «iba subido en su corcel», puestos tales como a/egre-trisle, duro-blando, /culo-rápido, de tal
sean improbables es que se combinan estilos distintos; por otra parte, manera que una persona podía, por ejemplo, registrar en una
la aceptabilidad de «El burro comía heno» confrontada con la de ficha sus impresiones sobre la palabra gaita de la siguiente manera:
«El burro comía silencio» es un problema de compatibilidad en el
nivel de la semántica conceptual (sobre las «restricciones selecti- 3 2 1 0 1 2 3
vas» véanse las pp. 162-168). Sólo necesitamos invocar la categoría bueno • X •
especial del significado conlocativo cuando la explicación no se rea- duro • X blando
liza a base de otras categorías del significado: en estos niveles se pasivo . : J í ¡ : : X activo
pueden establecer generalizaciones, mientras que el significado con- etc.
locativo es simplemente una propiedad idiosincrásica de determina-
das palabras. Valiéndose de la estadística, los investigadores descubrieron que
lo realmente esencial parece residir en las tres dimensiones prin-
cipales, a saber: la evaluación (bueno-malo), la potencia (duro-
El significado asociativo: un término sumario blando) y la actividad (activo-pasivo); es claro que este método,
según esle brevísimo esquema, no puede proporcionar más que
Significado reflejo y significado conlocativo, significado afectivo una explicación parcial y aproximada del significado asociativo:
y significado estilístico: todos ellos tienen más en común con el parcial porque entraña una selección de entre las i n f i n i t a s escalas
significado connotativo que con el conceptual; todos tienen el mis- posibles, las cuales, en cualqujer caso, podrían explicar el signi-
mo carácter indeterminado y poco preciso en la fijación de sus ficado asociativo sólo en la medida en que éste es explicable a
límites, y además, se prestan mejor al análisis hecho a base de es- base de aquéllas; y aproximada debido al muestreo estadístico,
calas o grados que al que se basa en la elección de una opción que, y porque una escala dividida en siete grados constituye la división
por fuerza, excluya a las demás; todos ellos, por fin, se pueden de un continuo en siete segmentos dentro de los cuales no se hace
agrupar bajo el rótulo de SIGNIFICADO ASOCIATIVO y para explicar la diferenciación alguna (un proceso parecido a éste, por su tosquedad,
comunicación a esos niveles necesitamos valemos de algo tan poco es el de la división del espectro en siete colores primarios). Sin
complicado como es una teoría «asociatoria» elemental de las co- embargo, lo expuesto anteriormente no quiere decir que se denigre
nexiones mentales basadas en la contigüidad de las percepciones la técnica del Diferencial Semántico en cuanto sistema para cuanti-
empíricas. Los contraponemos conjuntamente al significado con- ficar el significado asociativo: la enseñan/a que hay que recoger
ceptual porque éste parece requerir la postulación de unas intrin- es que, de hecho, el significado asociativo sólo se puede estudiar
cadas estructuras mentales que sean específicas del lenguaje y de la •sistemáticamente con unos instrumentos tan relativamente poco
especie humana. finos como los descritos: no se presta a análisis precisos que su-
El significado asociativo contiene tantos factores imponderables pongan la elección rotunda de una alternativa y unas estructuras
que sólo se lo puede estudiar sistemáticamente mediante técnicas de elementos segmcntables de una forma única.
estadísticas aproximativas. En efecto, Osgood, Suci y Tannen- Oirá observación importante que cabe hacer acerca del Dife-
baum han propuesto un método para un análisis parcial del sig- rencial Semántico es que se ha visto que es ú t i l en algunos campos
38 Geoffrey Leech Semántica -jg

de la Psicología tales como los estudios de la personalidad, la (7) Me gusta muchísimo el queso danés
«medición de la actitud» y la psicoterapia, es decir, donde lo que . (8) El queso danés me gusta muchísimo
se somete a examen son las diferencias existentes entre las reac- (9) Es el queso danés lo que me gusta muchísimo
ciones de los individuos, y no el conjunto de reacciones que les Pero el tipo de contraposición en la ordenación y en el énfasis
son comunes; esto corrobora lo que decía anteriormente refirién- representado por (1) y (2) puede lograrse también por medios
dome al significado connotativo: mientras que el significado con- léxicos: por ejemplo, reemplazando poseer por pertenecer (a):
ceptual es una parte substancial del «sistema común» del lenguaje
que comparten los miembros de una comunidad lingüistica, el (10) Mi hermano posee la oficina de apuestas más grande
significado asociativo es menos estable y varía de acuerdo con la de Londres
experiencia de los diversos individuos. (11) La oficina de apuestas más grande de Londres pertenece
a mi hermano
El significado temático En otros casos, lo que destaca la información en una parte de la
oración es el acento de intensidad [stress] y la entonación, en vez
La última categoría del significado que voy a distinguir es el de la construcción gramatical; así, si a la palabra eléctrica se le
SIGNIFICADO TEMÁTICO, o sea, lo que se comunica gracias a la forma da en (12) acento de intensidad contrastante:
en que el que habla o escribe organiza el mensaje atendiendo a la
ordenación, al foco y al énfasis. Por ejemplo, a memulo se aprecia [ (12) Guillermo usa maquinilla eléctrica
que una oración activa como (1) posee un significado distinto de | (13) La clase de maquinilla que usa Guillermo es la eléctrica
su pasiva correspondiente (2), aunque el contenido conceptual
parezca ser el mismo: el efecto que se logra es que la palabra que contiene la informa-
ción nueva resalte sobre un fondo constituido por lo que se da por

1 (1) La Sra. Bessie Smith concedió el primer premio ya sabido (exactamente, que Guillermo usa maquinilla). Esta clase
(2) El primer premio fue concedido por la Sra. Bessie Smith de énfasis se podría haber conseguido igualmente en castellano
por una construcción sintáctica distinta, como (13). Todas las
Ciertamente, estas dos oraciones tienen valores comunicativos dis- oraciones anteriores agrupadas bajo una misma llave tienen, evi-
tintos ya que sugieren contextos distintos: la oración activa res- dentemente, en un sentido, «el mismo significado»; pero, a pesar
ponde a una pregunta implícita como «¿Qué ha concedido la de ello, es preciso reconocer que sus efectos comunicativos pueden
Sra. Bessie Smith?». mientras que la oración pasiva responde a ser algo distintos, ya que cada una no será igual de apropiada en
algo como «¿Por quién se ha concedido el primer premio?», o el mismo contexto.
dicho de forma más simple «¿Quién ha concedido el primer pre-
mio?». O sea, (1) sugiere, contrariamente a (2), que ya sabemos
quién es —quizá por una mención previa— la Sra. Bessie Smith; I I .significado proyectado y el significado interpretado
no obstante, se pueden aplicar las mismas condiciones de vera-
cidad a cada una: sería imposible dar con una situación que (1) Ya he tratado los siete tipos de significado que había prome-
describiese a la perfección y (2) no lo hiciese, o viceversa. tido al comienzo del capítulo, pero no quiero que se tenga la im-
El significado temático es ante todo una cuestión de escoger presión de que esto es un catálogo exhaustivo que puede dar cuenta
entre construcciones gramaticales alternativas; así: de todas las cosas que pueda comunicar un elemento del idioma:
sólo son, en mi entender, las categorías más importantes; pero
(3) Un hombre está esperando en la entrada se podría haber añadido, por ejemplo, otra categoría que corres-
(4) Hay un hombre esperando en la entrada pondiese a la información fisiológica que se transmite en un acto
(5) Se detuvieron al final del pasillo de habla o de escritura: la información acerca del sexo del hablan-
(6) Al final del pasillo, se detuvieron te, de su edad, del estado de sus senos frontales, etc.
40 üeofl'rey Lecch Semántica li
Cabe preguntarse por qué he eludido hacer una diferenciación expresa nada especial, mientras que la (1) manifiesta un habla
entre el significado PROYECTADO, es decir, el que está en la mente coloquial y descuidada). Por oirá parte podemos afirmar también
del hablante cuando está construyendo su mensaje y el significado que el cambio de estilo está ligado a una distinción conceptual:
INTIÍRPRFTADO, o sea, el que se transmite a la mente del oyenle echar, en un contexto como el de ( I ) , tiene una dcnolación más
cuando éste recibe el mensaje. Hasta aqui he equiparado el signi- precisa que en el de (2), y se podría definir aproximadamente
ficado en su sentido más amplio con el «efecto comunicativo», y como «poner descuidada y rápidamente». La ligera anomalía de
«comunicación» significa normalmente transferencia de infor- las oraciones siguientes apoya la segunda explicación:
mación desde un origen (A) a un destino (B); además, cabría decir
que sólo podemos afirmar que la comunicación ha tenido lugar ?* Se ha echado lentamente la llave en el bolsillo
cuando sabemos realmente que lo que había en la mente de (A) ?* Se ha echado cuidadosamente la llave en el bolsillo
ha sido transferido a —o registrado en— la mente de (B). Todo (El asterisco situado delante de una oración indica, de acuerdo
esto es cierto; sin embargo, un lingüista puede sentirse con derecho con una convención lingüística, su inaceplabilidad.)
a ignorar la diferencia existente entre la intención de un mensaje De hecho, la solución que muy a menudo se da al problema
y el efecto del mismo, debido a que su campo de interés es más de la delimitación es concluir que los cuasi sinónimos difieren en,
el estudio del sistema de comunicación en sí mismo que el buen al menos, dos planos del significado.
o el mal uso que se haga de él; es decir, el lingüista se aplica al Podemos considerar, también a modo de ejemplo, un caso
estudio del aspecto semántico del lenguaje que, se supone, es común que se encuentra en la línea divisoria entre el significado concep-
a (A) y a (B), y eso incluye, entre otras cosas, el estudio de las tual y el conlocativo, concretamente el de los verbos smile [sonreír
ambigüedades y de otros aspectos del lenguaje (p. ej., la variabi- levemente (con los labios sólo)] y grin [sonreír abiertamente (mos-
lidad del significado asociativo) que son los que causan el deterioro , trando los dientes)]. ¿Tienen estas palabras significados concep-
en la comunicación. Pero la cuestión más importante es que, para tuales distintos, o lo que las dislingne es, precisamente, la clase
la lingüística, el significado es neutral entre el «significado del de expresiones con las que se combinan normalmente? De hecho,
hablante» y el «significado del oyente»; y ello es enteramente casi nadie dudaría sobre cuál de los dos verbos debe insertarse en:
justificable si se atiende al hecho de que sólo conociendo las po-
sibilidades neutrales del medio mismo de comunicación podremos The duchess - —ed graciously as she shook haiuls with her
averiguar las diferencias existentes entre lo que una persona pre- guests
tende transmitir y lo que realmente transmite. La duquesa (sonreía) cortésmente mientras estrechaba la mano
a sus invitados.
Problemas de demarcación Gargoyles — —ed hideously from the walls of Ihe building
Una última observación sobre los siete tipos de significado. Las gárgolas (sonreían) horriblemente desde las paredes del
Siempre hay problemas de «demarcación», y más concretamente, edificio
problemas relativos a la separación del significado conceptual de La cuestión, sin embargo, es saber si (ales diferencias conlo-
las otras categorías más periféricas; como ya se ha señalado, la cativas provienen de unos contenidos conceptuales y connotativos
dificultad que se presenta al delimitar el significado conceptual distintos: por ejemplo, si Kfin se puede definir como una expre-
del connotativo, se presenta también en otras zonas fronterizas, sión facial más clara, más abierta y más hostil en potencia que la
por ejemplo, la que existe entre el significado conceptual y el esti- de smile, y que por esa ra/ón sea más probable encontrarla en el
lístico: rostro de una gárgola que en el de una duquesa. Fste es un caso
(1) Se ha echado la llave en el bolsillo especialmente complejo pues en él están claramente involucradas
las diferencias cnlre el significado estilístico y el afectivo; de hecho,
(2) Se ha metido la llave en el bolsillo v como se ha visto, el s i g n i f i c a d o afectivo es una categoría que
Podemos a f i r m a r que (I) y (2) son sinónimas conceptualmente, y recubre en gran manera al estilo, a la connotación y al contenido
que la diferencia entre ambas reside en el estilo (la oración (2) no Conceptual.
Semántica 43
42 Cieoffrey Lecch
He empleado en este cuadro SPNTIDO como una forma abre-
Resumí* n viada de «significado conceptual» —o «significado», en el sen-
Ya que este capítulo ha introducido toda una serie de términos tido más estricto— y de ahora en adelante voy a utilizarlo con
para nombrar otros tantos tipos de significado, es justo que acabe toda libertad por su mayor claridad y comodidad. A su ve/,
con un cuadro sinóptico y un par de sugerencias para simplificar para el término «significado» en su sentido más amplio, que abar-
la terminología: ca los siete tipos enumerados, es ú l i l contar con la a l t e r n a t i v a
terminológica VALOR COMUNICATIVO.
Los siete tipos de significado

1. SIGNIFICADO CONCF.l'TUAI Contenido lógico,


o sentido cognoscitivo o de-
notativo.
2. SIGNIFICADO Lo que se comunica
CONNOTATIVO en virtud de aquello
a lo que se refiere el
lenguaje.
3. SIGNIFICADO Lo que se comunica
ESTILÍSTICO sobre las circunstan-
cias sociales del uso
del lenguaje.
4. SIGNIFICADO Lo que se comunica
SIGNIFICADO AFECTIVO sobre los sentimientos
ASOCIATIVO
y actitudes del que
habla o escribe.
5. SIGNIFICADO Lo que se comunica
REFLEJO merced a la asociación
con otro sentido de la
misma expresión.
6. SIGNIFICADO Lo que se comunica
CONLOCATIVO merced a la asociación
con las palabras que
suelen aparecer en el
entorno de otra pa-
bra.
7. SIGNIFICADO TEMÁTICO Lo que se comunica
por la forma en que
el mensaje está orga-
nizado respecto del
orden y el énfasis.

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