Você está na página 1de 3

PRECIOS DE TRANSFERENCIA

La nueva documentación empresarial

Publicado el 26-11-2008 , por Ramón Palacín Sotillos.


Socio responsable de Precios de Transferencia de Ernst & Young Abogados

Este artículo es el primero de una serie de tres en la que se desgrana hasta el


viernes lo más destacado de la nueva regulación sobre precios de
transferencia: preparar la documentación ante la inspección.
El pasado 18 de noviembre, el Boletín Oficial del Estado publicó el Real
Decreto 1793/2008, de 3 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento
del Impuesto sobre Sociedades (RIS). Son muchos los aspectos modificados,
pero uno de ellos venía concitando especial atención: el desarrollo del artículo
16.2 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS), sobre la documentación
de precios de transferencia.
Las operaciones vinculadas son aquellas realizadas por entidades del mismo
grupo, ya sea su contenido la venta o cesión de bienes, prestación de servicios
u operaciones financieras. Actualmente, suponen más del 60% del comercio
internacional. Aunque se trate de operaciones que realicen sujetos que
consoliden sus cuentas anuales, la residencia de comprador y vendedor en
distintos países puede provocar importantes efectos recaudatorios para las
haciendas de los Estados.
La norma capital establecida por el artículo 16 es la valoración de las
operaciones vinculadas, sin excepción, por el valor de mercado.
Tradicionalmente, siguiendo la perspectiva del anterior marco contable, el
legislador reservaba la corrección del valor contable por el de mercado a la
exclusiva competencia de la Administración. En el nuevo marco, vigente desde
el ejercicio 2007, es el contribuyente el que debe valorar la operación con
arreglo al estándar arm's length, establecido por la OCDE y traducido por el
legislador español como principio de libre concurrencia, que exige adoptar
como valor aquel que hubiese sido acordado por entidades independientes.
Dado lo dispuesto por el artículo 16.1 LIS, el contribuyente soporta la carga de
la prueba que incumbe al valor de mercado consignado en sus declaraciones
fiscales.
La norma reseñada estaría abocada a la controversia constante, y carecería de
la certeza necesaria para la imposición de sanciones, si no existiesen un
terreno y unas reglas de juego conocidas. La documentación de precios de
transferencia tiene ese propósito, acotando los elementos de discusión y los
supuestos en los que procede la imposición de sanciones. Es un instrumento
que establece los márgenes de discusión tributaria, y cuyo fin es su consumo
en el curso de la comprobación tributaria.

Plazos
El primer periodo impositivo afectado por la necesidad de preparar
documentación de precios de transferencia fue el iniciado después de la
aprobación de la modificación de la LIS en noviembre de 2006, generalmente el
ejercicio 2007. Sin embargo, el incumplimiento de aquella obligación
documental no tenía previstas consecuencias sancionadoras. Ni las
operaciones que debían documentarse, ni el contenido propio de
documentación eran conocidos por falta de desarrollo reglamentario del artículo
16.2, de modo que la aplicación del artículo 16.10, que establece las
sanciones, y al que nos referiremos el próximo viernes, quedó en suspenso.
La entrada en vigor de las obligaciones documentales se producirá el 19 de
febrero de 2009. La documentación preparada deberá estar a disposición de la
Administración a partir de la finalización del plazo voluntario de declaración.
Generalmente la documentación deberá estar lista para su entrega a la
Administración, cuando sea requerida, a partir del 25 de julio de 2010. Pero si
una entidad concluye su período impositivo el 30 de junio de 2009, la
documentación deberá encontrarse a disposición de la Administración a partir
del 25 de enero de 2010.

Documentación
En el artículo 19 se desarrolla el contenido de la información referida al grupo.
El sujeto descrito no es el sujeto pasivo, sino el grupo mercantil, incluyendo su
esfera internacional. Se trata de una descripción general de éste, su estructura,
flujos fundamentales de operaciones, la localización de los intangibles
relevantes, descripción general de funciones y riesgos, relación de acuerdos de
reparto de costes y acuerdos con otras administraciones.
Este conjunto documental debe ser preparado por el grupo, aprovechando por
igual a todas las entidades de éste. Es decir, no precisa ser adaptado a las
características de cada sujeto pasivo. Una novedad del texto aprobado es el
régimen de preparación de esta documentación. Si la entidad dominante del
grupo es española, podrá ésta prepararla y conservarla, sin perjuicio de que el
obligado tributario la presente a requerimiento de la Administración. Si la
entidad dominante es extranjera, lo anterior es igualmente aplicable, debiendo
además designar una entidad del grupo en España para la conservación de la
documentación. Nada se dice respecto de la lengua en que debe prepararse.
Sin perjuicio de que el verdadero valor probatorio sólo lo alcanzará la
documentación preparada en la lengua oficial del procedimiento tributario o
judicial de que se trate, es razonable suponer que documentación preparada en
la lengua de otro Estado sea válida para evitar la imposición de sanciones,
pues el obligado tributario habrá aplicado la diligencia mínima que excluye la
comisión de infracción tributaria.

Contenido
El artículo 20 desarrolla el contenido de la documentación del obligado
tributario. Este artículo dispone la preparación de la documentación de precios
de transferencia con un valor probatorio más efectivo, pues incluye el análisis
de comparabilidad. Éste es regulado en un artículo propio, lo que da una idea
de la importancia que reviste, tal que no sólo es parte de la documentación,
sino que desarrolla el propio principio arm's length (artículo 16.1). Dada su
importancia, nos referiremos a él mañana.
Otra novedad es que ambos elementos documentales, artículos 19 y 20,
pueden ser válidos para más de un período impositivo, con tal que las
circunstancias no varíen y se efectúen las adaptaciones necesarias. En
principio, cabe esperar que la documentación del grupo resista mejor el
transcurso del tiempo, debiendo revisar anualmente la documentación del
obligado tributario.
Entre las excepciones a la obligación documental, contamos con un régimen de
exención parcial para entidades de reducida dimensión (tan sólo deben
preparar un inventario de operaciones y consignar el método de valoración
elegido), y personas físicas. Asimismo, existen tres supuestos de exención
completa: operaciones de UTEs y AIEs, grupos en consolidación fiscal y
operaciones en el marco de ofertas públicas de adquisición o venta de títulos.

Fuente: Expansión

Você também pode gostar