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6 Consejos para prevenir trastornos alimenticios

1. Proporcionar un buen ejemplo: Es importante que desde pequeños, los niños vean en su
entorno ejemplos de alimentación adecuada para poder seguir esos patrones establecidos.
Además, también será importante ser un ejemplo a seguir en cuanto a la aceptación de su
propio cuerpo sin que el aspecto físico tenga efectos sobre su autoestima.
2. Demostrar aceptación y tolerancia: Demostrar desde pequeños que la apariencia física
no importa y que esas diferencias entre personas no hacen a nadie mejor o peor. Esto será
un gran paso para que los niños y adolescentes se quieran tal y como son.
3. No dejar que los medios de comunicación influyan: En los medios de comunicación o
en las redes sociales se ven continuos ejemplos de cómo el aspecto físico es primordial, o
cómo se establecen modelos a seguir que en muchas ocasiones no son reales, y por lo
tanto, no deben tomarse como ejemplo.
4. Proporcionar muchas opciones de comida saludable en casa: La educación
alimentaria es muy importante y acostumbrar a su hijo a comer de todo desde pequeño le
reportará muchos beneficios a lo largo de su vida.
5. Ayudar a construir la autoestima: La autoestima es muy importante para no caer en
ninguno de estos trastornos, por lo tanto, enseñar a los niños a quererse tal y como son
desde pequeños es una parte fundamental.
6. Establecer horarios de comidas: Crear una rutina y un hábito de comer saludable
también viene marcado por respetar siempre unos horarios establecidos, complementados
por la práctica de ejercicio y un buen descanso.

La depresión, factor de riesgo de anorexia y


bulimia
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Redacción CuidatePlus
Domingo, 13 de Enero de 2002 - 23:00

Las investigaciones estiman que más de la mitad de las estudiantes de


secundaria estadounidenses han experimentado alguna vez síntomas
de trastornos de la conducta alimentaria, aunque la mayor parte de
ellas no llega a sufrir anorexia o bulimia. Si bien las causas de los
trastornos alimentarios aún son desconocidas, un nuevo estudio
sugiere que la depresión y la dificultad para expresar sentimientos
puede ser un factor de riesgo de trastornos de la conducta alimentaria
en chicas que han sufrido problemas familiares.
Si bien las causas de los trastornos alimentarios aún son desconocidas, un nuevo estudio
sugiere que la depresión y la dificultad para expresar sentimientos puede ser un factor
de riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en chicas que han sufrido problemas
familiares.
La investigación, publicada en la revista científica Journal of Counseling Psychology,
estudió a 820 chicas estudiantes de secundaria para determinar si determinados factores de
riesgo conducen a trastornos en la conducta alimentaria. Según los autores del trabajo, los
conflictos familiares, la falta de unión en la familia, haber sufrido algún abuso de tipo físico
o emocional y el abandono o descuido por parte de los padres son factores que influyen de
forma indirecta en la anorexia y la bulimia.
Sin embargo, encontraron una relación directa entre la depresión y la
alexitimia (dificultad para identificar y expresar los propios sentimientos) y los trastornos
de la alimentación. Como explican los autores, de las universidades estadounidense de
Virginia e Illinois, “la mera presencia o ausencia de abandono o abuso físico o psicológico
durante la infancia no se asocia con los trastornos alimentarios, aunque sí existe un vínculo
entre el desarrollo de depresión o alexitimia como consecuencia de estas experiencias
infantiles y la anorexia o bulimia”.
El estudio sugiere que las jóvenes con problemas de la conducta alimentaria podrían
beneficiarse de terapias conductuales dirigidas a hacer frente a la depresión. Del mismo
modo, los psicólogos deberían buscar síntomas depresivos o de alexitimia en las pacientes
además de indagar en la presencia de conflictos familiares

Factores psicológicos que pueden contribuir a los


trastornosalimenticios:
 Baja autoestima
 Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
 Depresión, ansiedad, enojo y soledad

Factores interpersonales que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
 Relaciones personales y familiares problemáticas
 Dificultad para expresar sentimientos y emociones
 Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o peso
 Historia de abuso físico o sexual

Factores sociales que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
 •Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un
“cuerpo perfecto”
 Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres
con ciertos pesos y figuras
 Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a
sus cualidades y virtudes internas
 Causas

Factores biológicos que pueden contribuir a los


trastornos alimenticios:
Los científicos todavía se encuentran investigando las posibles causas
bioquímicas o biológicas de los trastornos alimenticios. En algunos individuos con
trastornos alimenticios, se ha encontrado que ciertas substancias químicas del
cerebro (llamadas neurotransmisores) que controlan el hambre, el apetito y la
digestión se encuentran desbalanceados. El significado exacto y las implicaciones
de estos desbalances aún se encuentran en investigación.

Los trastornos de la conducta alimenticios usualmente se presentan en familias.


Los estudios actuales nos indican que la genética contribuye de manera
significativa en los trastornos alimenticios.

Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que surgen de una variedad
de causas probables. Sin embargo, una vez que comienzan, pueden crear ciclos
de destrucción física y emocional que se perpetúan a sí mismos. La ayuda
profesional es recomendada en el tratamiento de los alimenticio.

Tratamiento para los trastornos alimentarios

Los trastornos alimentarios son enfermedades reales que se pueden tratar. Con frecuencia
coexisten con otras enfermedades, tales como la depresión, el abuso de sustancias o las
trastornos de ansiedad. Los tratamientos psicológicos y médicos son formas eficaces de
tratar muchos trastornos alimentarios. Entre más temprano se diagnostique un trastorno
alimentario, mejores oportunidades existen de recuperación.

¿Cómo se tratan los trastornos alimentarios?


Los objetivos típicos del tratamiento incluyen restaurar la nutrición adecuada, lograr un
peso corporal saludable, reducir el exceso de ejercicio y frenar atracones y purgas (comer
en exceso y provocar vómitos). Los planes de tratamiento por lo general están diseñados de
acuerdo con las necesidades individuales y pueden constar de uno o más de los siguientes
tratamientos

 Psicoterapia

 Control y atención médica

 Asesoramiento nutricional

 Medicamentos

Algunos pacientes pueden requerir de hospitalización para tratar los problemas que causa la
malnutrición o para asegurarse de que coman lo suficiente si tienen muy poco peso. La
recuperación completa es posible.

Sobre las psicoterapias:


Ciertas formas de psicoterapias, o terapia de conversación (verbal), incluyendo la terapia de
familia y las estrategias cognitivas, han demostrado ser útiles en el tratamiento de
ciertos trastornos alimentarios.

La estrategia de Madsley, por ejemplo, donde los padres de los adolescentes que sufren
de anorexia nerviosa asumen la responsabilidad de alimentar a su joven, parece ser un
método eficaz de logar que los adolescentes suban de peso y mejoren sus hábitos
alimentarios y sus estados de ánimo.

Otros grupos pueden recibir terapia de conducta cognitiva para reducir o eliminar los
atracones y las purgas. Estas terapias ayuda al joven a identificar patrones distorsionados o
pensamientos problemáticos/negativos y cambiar creencias imprecisas/incorrectas.

Sobre los medicamentos:


Los medicamentos, tales como los antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del
ánimo aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.
UU.) pueden ser útiles en el tratamiento de los trastornos alimentarios y otras enfermedades
coexistentes, tales como la ansiedad o la depresión. Visite el sitio web de la FDA para
obtener la más reciente información sobre advertencias, guías de medicamentos para
pacientes o nuevos fármacos/medicamentos aprobados.

¿Qué se está haciendo para entender y tratar mejor


los trastornos alimentarios?
Los investigadores han descubierto que los trastornos alimentarios son provocados por una
interacción compleja de factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales. Pero
muchas preguntas continúan sin respuesta. Los investigadores están tratando de responder a
preguntas sobre la genética, la función cerebral y el comportamiento para entender y
controlar mejor los trastornos alimentarios. Pruebas de neuroimagen y estudios genéticos
también ofrecen pistas sobre cómo cada persona puede responder a un tratamiento
específico.

 Genética: Investigadores de la salud mental están estudiando varias combinaciones


de genes para determinar si alguna variación del DNA está asociada con el riesgo de
desarrollar una enfermedad mental.

 Neuroimágenes: Imágenes por resonancia magnética (IRM), por ejemplo, pueden


conducir a un mejor entendimiento de los trastornos alimentarios. Las pruebas de
neuroimagen ya se utilizan para detectar actividad cerebral anómala en pacientes
con esquizofrenia, trastornos obsesivo-compulsivo y depresión. Pueden ser útiles a
los investigadores para entender mejor cómo las personas con trastornos
alimentarios procesan la información, ya se que se hayan recuperado o que estén
aún bajo los efectos de la enfermedad.

 Investigación psicológica y de comportamiento. Pocos estudios sobre los


trastornos alimentarios se han llevado a cabo en el pasado debido a la dificultad que
representa esta investigación. Nuevos estudios se están llevando a cabo en estos
momentos que están tratando de remediar la falta de información disponible sobre
este tratamiento

¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria son problemas relacionados con la forma en que
comen las personas. Pueden ser muy perjudiciales para la salud de la persona, sus
emociones y sus relaciones personales. Hay varios tipos distintos de trastornos de la conducta
alimentaria.

¿Cuáles son los distintos tipos de trastornos de la


conducta alimentaria?

Los tipos más frecuentes de trastorno de la conducta alimentaria son la anorexia nerviosa, la
bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación/restricción de la ingesta
(ARFID, por sus siglas en inglés).

La anorexia nerviosa. Las personas con anorexia nerviosa:


 comen muy poco a propósito Esto lleva a que tengan un peso corporal muy bajo.
 tienen pavor a ganar peso. No soportan la idea de estar gordas.
 Tienen una imagen corporal distorsionada. Se siguen viendo gordas a pesar de
estar muy delgadas.
Las personas con anorexia nerviosa son muy estrictas sobre qué deben comer y en qué
cantidad. Pueden estar pensando en las calorías constantemente.

Para perder peso, muchas personas con anorexia nerviosa ayunan o hacen demasiado
ejercicio. Otras pueden usar laxantes, diuréticos, o enemas.

La bulimia nerviosa. Las personas con bulimia nerviosa:


 comen demasiado y sienten que pierden el control para dejar de comer. Esto se
llama comer por atracón.
 hacen cosas para compensar o corregir la conducta de comer en exceso. Pueden
vomitar a propósito después de haber comido demasiado. Esto se conoce como
purgarse. Para impedir la ganancia de peso pueden usar laxantes, diuréticos,
pastillas para perder peso, el ayuno o hacer mucho ejercicio físico.
 se juzgan a sí mismas basándose solo en su aspecto corporal y en su peso

Las personas con bulimia nerviosa comen mucho más (durante un período determinado de
tiempo) que lo que come la mayoría de la gente. Si una persona se da atracones y se purga
con regularidad, esto puede ser un signo de que tiene bulimia nerviosa. A diferencia de la
gente con anorexia nerviosa, que está muy baja de peso, las personas con bulimia nerviosa
pueden estar delgadas, tener un peso corporal promedio o tener sobrepeso. Las personas con
bulimia nerviosa suelen ocultar sus atracones y sus purgas.

El trastorno por atracón. Las personas con un trastorno por atracón:


 comen demasiado y sienten que pierden el control para dejar de comer. Esto se
llama comer por atracón.
 ingieren grandes cantidades de comida incluso cuando no tienen hambre
 se pueden sentir mal o culpables después de haberse dado un atracón
 a menudo ganan peso, y pueden tener mucho sobrepeso

Muchas personas con trastorno por atracón comen más deprisa de lo normal. Pueden comer a
solas para que los demás no se enteren de cuánto comen. A diferencia de la gente con
bulimia nerviosa, las personas con trastorno por atracón no vomitan de forma voluntaria, no
usan laxantes ni hacen ejercicio físico para compensar sus atracones. Si una persona se da
un atracón por lo menos una vez a la semana durante tres meses seguidos, esto puede ser un
signo de que padece un trastorno por atracón.

El trastorno por evitación/restricción de la ingesta. Las personas con trastorno por


evitación/restricción de la ingesta:
 no tienen interés por la comida o evitan la comida
 pierden peso o no ganan peso según lo que sería esperable
 no temen ganar peso
 no tienen una imagen corporal negativa o distorsionada de sí mismas

Las personas con este trastorno no comen porque les disgusta el olor, el sabor, la textura o el
color de la comida. Pueden tener miedo de vomitar y/o atragantarse con un alimento y sufrir
asfixia por aspiración. Pero no tienen anorexia nerviosa, bulimia nerviosa u otro problema
médico que podría explicar su comportamiento relacionado con la alimentación.

¿Cómo afectan los trastornos de la conducta


alimentaria a la salud y a las emociones?

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden causar problemas graves por todo el cuerpo.

La anorexia nerviosa puede conducir a problemas causados por la desnutrición y el bajo peso
corporal, como los siguientes:

 baja tensión arterial (o hipotensión)


 pulso lento o frecuencia cardíaca irregular
 sentirse cansado, débil, mareado o llegarse a desmayar
 estreñimiento e hinchazón abdominal
 menstruaciones irregulares
 huesos débiles
 retraso de la pubertad y crecimiento más lento de lo normal
 sentirse solas, tristes o deprimidas
 ansiedad y miedos a ganar peso
 ideas de hacerse daño a sí mismas

A las personas con anorexia nerviosa, les puede costar mucho concentrarse y pueden tener
problemas para recordar cosas. Entre los cambios en el estado de ánimo y los problemas
emocionales, se incluyen los siguientes:

 sentirse solas, tristes o deprimidas


 ansiedad y miedos a ganar peso
 ideas de hacerse daño a sí mismas

La bulimia nerviosa puede conducir a problemas causados por los vómitos, el uso de laxantes
y diuréticos, como los siguientes:

 baja tensión arterial (o hipotensión)


 frecuencia cardíaca irregular
 sentirse cansado, débil, mareado o llegarse a desmayar
 sangre en los vómitos o en las heces (cacas)
 erosión y caries dentales
 hinchazón de mejillas (glándulas salivares)

Las personas con bulimia nerviosa pueden tener problemas emocionales como los siguientes:

 baja autoestima, ansiedad y depresión


 consumo de alcohol o problemas con las drogas
 ideas de hacerse daño a sí mismas

El trastorno de comer por atracón puede conducir a problemas de salud relacionados con el
peso, como los siguientes:

 diabetes
 hipertensión arterial (tensión arterial alta)
 colesterol alto y triglicéridos altos
 hígado graso
 apnea del sueño

Las personas con trastorno por atracón pueden:

 tener una baja autoestima, ansiedad o depresión


 sentirse solas, fuera de control, enfadadas o impotentes.
 tener problemas para afrontar las emociones fuertes o los acontecimientos
estresantes.

El trastorno por evitación/restricción de la ingesta puede conducir a problemas de salud


derivados de la desnutrición, similares a los de la anorexia nerviosa. Las personas con este
trastorno pueden:

 no ingerir suficientes vitaminas, minerales ni proteínas


 tener que alimentarse y recibir suplementos por sonda
 crecer menos de los esperable

Las personas trastorno por evitación/restricción de la ingesta tienen más probabilidades de


tener:

 ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)


 trastornos del espectro autista o trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH)
 problemas en casa y en la escuela derivados de su conducta alimentaria

¿Cuáles son las causas de los trastornos de la


conducta alimentaria?

Este tipo de trastornos no tienen una sola causa. Los genes, el ambiente y el estrés
desempeñan un papel. Hay algunos factores que pueden aumentar las probabilidades de que
una persona tenga un trastorno de la conducta alimentaria, como los siguientes:

 imagen corporal distorsionada o negativa


 centrarse demasiado en el aspecto físico o en el peso
 ponerse a dieta a edades tempranas
 practicar deportes que se centran en el peso (gimnasia, ballet, patinaje sobre hielo
y lucha libre)
 tener un familiar con un trastorno de la conducta alimentaria
 problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o TOC

¿Cómo se diagnostican los trastornos de la conducta


alimentaria?

Los profesionales de la salud o los profesionales de la salud mental pueden diagnosticar un


trastorno de la conducta alimentaria basándose en el historial médico, los síntomas, las pautas
de pensamiento, las conductas alimentarias y una exploración física.

El médico registrará el peso y la estatura de la persona y comparará estas medidas usando


una gráfica de crecimiento. Es posible que el médico pida pruebas para saber si puede haber
otra causa de los problemas relacionados con la alimentación y para evaluar los problemas
causados por el trastorno de la conducta alimentaria.

¿Cómo se tratan los trastornos de la conducta


alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria se tratan mejor cuando los lleva un equipo de
profesionales, que suele incluir a un médico, un dietista o nutricionista y un terapeuta. El
tratamiento engloba el asesoramiento sobre nutrición, los cuidados médicos y la psicoterapia
(individual, de grupo y familiar). El médico puede recetar medicamentos para tratar el trastorno
por atracón, la ansiedad, la depresión u otros problemas relacionados con la salud mental.
Los detalles del tratamiento dependerán del tipo concreto de trastorno de la conducta
alimentaria que presente la persona y de lo grave que sea. Algunas personas deben ser
hospitalizadas debido a su extrema pérdida de peso y a las complicaciones médicas que
presentan.

¿Y si tengo un trastorno de la conducta alimentaria?

Si crees que podrías tener un trastorno de la conducta alimentaria:

Explícaselo a alguien. Cuéntaselo a uno de tus progenitores, a un profesor, a tu orientador


escolar o a otro adulto de confianza. Explícale por lo que estás pasando. Y pídeles ayuda.
Pida ayuda cuanto antes. Cuando un trastorno de la conducta alimentaria se aborda pronto,
la persona tiene muchas más probabilidades de recuperarse. Pide hora de visita con un
médico o un especialista en trastornos de la conducta alimentaria.
Acude a todas tus visitas médicas. El tratamiento implica tiempo y esfuerzo. Trabaja duro
para aprender cosas sobre ti mismo y sobre tus emociones. Haz todas las preguntas que
necesites hacer.
Ten paciencia contigo mismo. Hay mucho que aprender, y los cambios ocurren poco a
poco. Cuídate y pasa tiempo con gente que te apoya.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: enero de 2019

 Este pero dice que es de costa rica sria mirar que se puede sacar

La depresión es en nuestro país “el segundo diagnóstico más frecuente entre los egresos
hospitalarios psiquiátricos. Ocupó en el año 2001, el primer lugar entre los problemas mentales
de adultos asistidos en los consultorios externos de la CCSS y el segundo lugar entre las
atenciones psiquiátricas brindadas en las salas de emergencia.” (OPS, 2004). Asimismo, una
noticia publicada en el diario nacional “Al Día” el 3 de marzo del 2006, señala un aumento en
la atención de depresiones graves así como, una mayor incidencia de trastornos alimenticios y
cuadros de ansiedad en la población joven, esto según datos del Hospital Nacional Psiquiátrico.
Estos datos confirman la importancia del tema de los trastornos alimenticios aunado a la
incidencia de ansiedad y depresión en población joven costarricense.
Por esto, es importante la investigación en este tipo de trastornos, los cuales guardan
mucha relación entre sí, pues como lo señala Brytek-Matera (2008) los desórdenes emocionales
tales como la ansiedad y la depresión son los más citados en relación con los trastornos
alimenticios, no obstante, señala esta autora, existe la interrogante de si la depresión y la
ansiedad se anteponen o causan el trastorno alimenticio o es más bien, este tipo de trastornos
son una consecuencia del trastorno de la ingesta. Ante esto, Herzog (1984 citado en Toro y
Vilardell, 1987) menciona que, tras una investigación llevada a cabo con 27 mujeres
diagnosticadas con anorexia y 55 mujeres diagnosticadas con bulimia, 18 de las mujeres
cumplían con los criterios de depresión mayor, sin embargo lo más relevante es la cronología
del desarrollo de la depresión pues, 8 (44%) sufrieron el inicio de su depresión por lo menos un
año antes de iniciar su trastornos alimenticios, 4 (22%) presentaron el trastorno depresivo en el
mismo año que presentaron el trastorno ingestivo mientras que, solo 6 (34%) experimentaron
primero el trastorno de la ingesta antes que el cuadro depresivo. Estos datos según Toro y
Vilardell (1987) no explican, que los trastornos alimenticios sean un producto de la
sintomatología de este trastorno afectivo.
Por otro lado, Braun, Sunday y Lamí (1994 citado en Brytek-Matera, 2008) afirma que la
anorexia y la bulimia acontecen antes de los trastornos de ansiedad y depresión. No obstante, en
el caso específico de la anorexia y relacionado con la ansiedad, Toro y Vilardell (1987)
mencionan todo un proceso, donde la ansiedad se genera al ritmo de la preocupación por la
figura física, donde se desarrolla “la fobia al sobrepeso real o supuesto, con todas la
consecuencias de su generalización” (p. 45). De esta forma, la valoración cognitiva
distorsionada es la que originará la ansiedad pues “se trata de un pensamiento, un juicio, un
hecho cognitivo, que desencadena una ansiedad suficientemente intensa para tomar una
decisión radical de disminuir drásticamente la alimentación” (Toro y Vilardell, 1987, p. 45)
Ahora bien, en cuanto a otras investigaciones significativas para la presente indagación
cabe resaltar, la investigación de Ousley, Cordero y White (2008) los cuales, propusieron
determinar la existencia de diferencias entre la imagen corporal de hombres y mujeres en un
contexto universitario. Los resultados encontrados
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MONTENEGRO ET AL.: Trastornos alimenticios, ansiedad y depresión en una muestra...

apuntan hacia diferencias en cuanto a género tanto como a la presencia o ausencia de un


trastorno alimenticio. Los hombres que presentan un trastorno alimenticio parecen estar más
preocupados por el tono muscular que las mujeres, las cuales se preocupan más por el peso.
Por otra parte, Schiwtzer et al. (2008) hablan de trastornos alimenticios no especificados,
los cuales no suelen ser ampliamente tratados en la literatura, pero que existen. Los autores
realizaron una comparación entre las mujeres que buscaban ayuda por un trastorno alimenticio
y aquellas que no, esto por medio de la utilización del Eating Attitudes Test (EAT) y preguntas
estandarizadas de salud. Aquellas mujeres que no buscaron ayuda por ningún trastorno y que
además reportaban preocupaciones relativas a la alimentación presentaron una tasa más alta de
una mezcla de conductas como ejercitarse con el propósito de perder peso, atracones, vómito y
uso de laxantes que las mujeres que no tenían preocupaciones relativas a la alimentación.
Cabe señalar que, la depresión será aquí entendida desde la óptica de Aaron Beck como
un “estado anormal del organismo manifestado por signos y síntomas de ánimo subjetivo bajo,
actitudes nihilistas y pesimistas, pérdida de la espontaneidad y signos vegetativos específicos.”
(Arnau, Meagher, Norris, Bramson, 2001). Asimismo, la ansiedad según Beck se debe a una
distorsión o sesgo sistemático del procesamiento de la información así,
En la ansiedad, la percepción del peligro y la subsecuente valoración de las capacidades
de uno para enfrentarse a tal peligro, que tienen un valor obvio para la propia supervivencia,
aparecen sesgadas en la dirección de una sobreestimación del grado de peligro asociado a las
situaciones y de una infravaloración de las propias capacidades de enfrentamiento. ( Sanz,
1993, p 134)
Adicionalmente, Brytek-Matera (2008) considera que los trastornos de depresión dentro
de los trastornos alimenticios se deben a la llamada “tríada cognitiva” la cual se compone de:
pensamientos negativos acerca de uno mismo, pensamientos negativos acerca de la realidad
circundante (el pasado y el presente) y pesimismo acerca del futuro.
En relación a los trastornos alimenticios, se entenderán como “…alteraciones de las
conductas relacionadas con la ingesta, consecuencia de los dramáticos esfuerzos por controlar
el peso y la silueta. Los tipos más comunes de trastorno de alimentación, que aparecen tanto
en adolescentes como en adultos, son la anorexia nerviosa y bulimia nerviosa” (García-
Palacios, Rivero & Botella, 2004 citado en Cruzat et al 2008).
Más específicamente, la anorexia se caracteriza, según el DSM IV-TR (Asociación
Americana de Psiquiatría [APA], 2002) por el rechazo a mantener un peso corporal mínimo
normal, en un miedo intenso a ganar peso, una alteración significativa de la percepción de la
forma o tamaño del cuerpo, existe una alteración de la percepción del peso y de la silueta
corporales, el nivel de autoestima de las personas que sufren este trastorno depende en gran
medida de la forma y el peso del cuerpo, consideran un logro perder peso y un signo de
extraordinaria autodisciplina; en cambio, ven el aumento de peso como un fracaso inaceptable
de su autocontrol y cabe destacar Wímb lu, Rev. electrónica de estudiantes Esc. de psicología, Univ. Costa Rica 4(1): 31-
40, 2009 / ISSN:1659-2107 34
Asimismo, las personas que la padecen consiguen la pérdida de peso, ya sea por la
disminución de la ingesta total, o recurriendo a otros métodos como la purga o el ejercicio
excesivo.
Por su parte la bulimia, según el DSM IV-TR (APA, 2002) se distingue por atracones y
en métodos compensatorios inapropiados para evitar la ganancia de peso.
Acá es importante señalar que se entiende por atracón el consumo a lo largo de un
período corto de tiempo de una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de los
individuos comerían. (APA, 2001)
Al igual que los sujetos que presentan anorexia nerviosa, las personas con bulimia ponen
demasiado énfasis en el peso y la silueta corporales al autovalorarse, y estos factores son los
más importantes a la hora de determinar su autoestima
Por otro lado, es pertinente esclarecer que el objetivo principal de la presente investigación es
determinar si existe correlación entre depresión, ansiedad y trastornos alimenticios en una
muestra de estudiantes de la carrera de psicología de la Universidad de Costa Rica. Dicho
estudio, busca a su vez determinar, los niveles de ansiedad y depresión de dicha muestra asi
como la incidencia de trastornos alimentación en este grupo de personas. Esto bajo la
hipótesis de que hay relación entre trastornos de la ingesta de alimentos y la depresión y la
ansiedad, relación apoyada por la investigación realizada por Brytek-Matera (2008) con una
muestra de 60 mujeres diagnosticadas con bulimia y anorexia; y su correspondiente
contratación con un grupo no diagnosticado con trastornos alimenticios.

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