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ROFOCOM
PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Documento de Trabajo
© De la presente edición:
Colección:
CUADERNOS DE FORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Coordinación:
Viceministerio de Educación Regular
Viceministerio de Educación Superior de Formación Profesional
Dirección General de Formación de Maestros
Instituto de Investigaciones Pedagógicas Plurinacional
Unidad de Políticas Intraculturales, Interculturales y Plurilingue
Redacción y Dirección:
Equipo PROFOCOM
Diseño
Franklin Nina
Índice
Presentación...................................................................................................................... 3
Introducción..................................................................................................................... 5
Objetivo holístico..................................................................................................................................... 6
Criterios de evaluación............................................................................................................................ 6
Uso de lenguas indígena originarias....................................................................................................... 7
Momentos del desarrollo de la unidad de formación......................................................................... 7
Producto de la unidad de formación..................................................................................................... 12
Lectura obligatoria de la unidad de formación.................................................................................... 12
Tema 1
La Formación Integral y Holística................................................................................... 13
Las dimensiones del Ser Saber Hacer Decidir..................................................................................... 13
Los elementos curriculares de la planificación.................................................................................... 21
Orientaciones metodológicas................................................................................................................. 27
Práctica....................................................................................................................................................... 27
Teorización................................................................................................................................................ 31
Valoración.................................................................................................................................................. 32
Producción................................................................................................................................................ 33
Criterios de evaluación............................................................................................................................ 35
Resultados o productos........................................................................................................................... 36
Tema 2
Plan de Desarrollo Curricular........................................................................................... 38
Planificación comunitaria bimestral....................................................................................................... 38
Planificación de desarrollo curricular por área.................................................................................... 27
Tema 3
Estrategias Metodológicas............................................................................................... 49
La integración de tecnologías de información y comunicación........................................................ 49
Lo lúdico.................................................................................................................................................... 50
Las estrategias que permiten desarrollar el proceso educativo.......................................................... 50
Lectura complementaria.......................................................................................................................... 58
Bibliografía....................................................................................................................... 64
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Presentación
- “Formación Descolonizadora”, que busca a través del proceso formativo lidiar contra
todo tipo de discriminación étnica, racial, social, cultural, religiosa, lingüística, política y
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Ministerio de Educ ación
Se espera que esta colección de Cuadernos, que ahora presentamos, puedan ser textos de apoyo
en los que, tanto facilitadores como participantes, puedan encontrar:
Si bien los Cuadernos serán referencia básica para el desarrollo de las Unidades de Formación, cada
equipo de facilitadores debe enriquecer, regionalizar y contextualizar los contenidos y las actividades
propuestas de acuerdo a su experiencia y a las necesidades específicas de las maestras y maestros.
Introducción
En ese sentido, en la Unidad de Formación Nº 1 hemos compartido las problemáticas a las cuales
responde el nuevo Modelo Educativo, bases teóricas, fundamentos y el enfoque del currículo
orientadas a la transformación de nuestras prácticas educativas.
Como se advierte, empezamos estudiando cuestiones teóricas para comprender el sentido que
tiene el Modelo Educativo que orienta la transformación del sistema educativo, y es así que gra-
dualmente nos hemos ido acercando a cuestiones más concretas de nuestra práctica educativa,
como son la producción de conocimientos y la estructura curricular; de manera que en esta
Unidad de Formación Nº 4 trabajaremos los elementos curriculares de la planificación y práctica
educativa donde se materializan los temas que hemos venido trabajando hasta aquí.
El Tema 1 de la Unidad de Formación explica las cuatro dimensiones para la formación integral
y holística de la persona que constituye lo central en la transformación del sistema educativo.
Luego nos introducimos al estudio de los elementos curriculares, como los objetivos, holísticos,
contenidos, orientaciones metodológicas en términos de práctica, teorización, valoración y pro-
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Ministerio de Educ ación
El tema 2 trata sobre la planificación de desarrollo curricular, para lo cual se brindan orien-
taciones destinadas a su elaboración y un ejemplo de planificación, para luego analizar el
sentido del mismo. En el tema 3 se exponen propuestas de estrategias de desarrollo curri-
cular orientadas a romper con las prácticas educativas tradicionales de clases expositivas y
memorísticas.
En este sentido, en esta Unidad de Formación encontraremos los elementos que orientan la
transformación de la práctica educativa de maestras y maestros, así como explicaciones y algunas
actividades para poder implementar los nuevos programas de estudio de los niveles de Educación
Primaria Comunitaria Vocacional y Secundaria Comunitaria Productiva.
Objetivo holístico
Elaboramos planificaciones de desarrollo curricular mediante el estudio, análisis y reflexión sobre los
elementos curriculares con visión del nuevo modelo educativo desplegando valores de complemen-
tariedad y reciprocidad, para transformar nuestra práctica educativa orientada hacia una educación
pertinente.
Criterios de evaluación
HACER: Elaboramos planificaciones de desarrollo curricular:
SABER: Mediante el estudio, análisis y reflexión sobre los elementos curriculares con visión del nuevo
modelo educativo:
DECIDIR: Para transformar nuestra práctica educativa orientada hacia una educación pertinente:
En este sentido, en la presente unidad seguimos potenciando el uso de la lengua originaria; sin embar-
go, se sugiere que esto vaya tomando mayor cuerpo en sentido de ir involucrando a todas las y los
participantes, aunque es evidente que en algunos contextos no todas y todos manejan estas lenguas,
por lo que el rol de la o el facilitador es clave para ir motivando el uso y desarrollo de las mismas.
La o el facilitador, en plenaria, promueve discusión con base en las preguntas activadoras. La actividad
se desarrollará en lengua indígena originaria; en los casos que en el grupo de participantes manejen
más de una lengua, debe darse un espacio de tiempo para que se trabaje en cada una de estas lenguas;
en el caso que ninguna maestra o maestro maneje una lengua originaria, la actividad puede trabajarse
sólo en lengua castellana.
La actividad pretende desarrollar la comprensión sobre la variedad de actividades que realizamos las
personas en las cuales ponemos en práctica una serie de capacidades y cualidades con las que resol-
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Ministerio de Educ ación
Paso 3: Discusión sobre el significado de las dimensiones Ser, Saber, Hacer y Decidir.
(60 minutos)
En los mismos grupos discutimos sobre la formación integral y holística, con base en la siguiente
pregunta (proporcionar a cada grupo la pregunta en una hoja suelta):
¿Cuáles son las capacidades y cualidades que el ser humano tiene que desarrollar para vivir y
cuáles son las que deben potenciarse en la escuela?
Las capacidades y cualidades identificadas deben ser registradas en una hoja para el siguiente tra-
bajo. Luego, la o el facilitador asigna a cada grupo, en una hoja suelta, una de las cuatro dimensiones
(ser, saber, hacer, decidir) pidiendo que seleccionen las capacidades y cualidades identificadas que
estén relacionadas a la dimensión asignada.
Posteriormente, se pide a los grupos realicen la lectura del contenido de las cuatro dimensiones
(desarrolladas en el tema 1 del presente cuaderno) y con base en ella identifican el sentido que
tiene cada dimensión.
Anotamos en una hoja algunos tipos de actividades que desarrollamos en los procesos educativos;
luego la o el facilitador asigna a cada grupo, en una hoja suelta, un componente de la metodología
(Práctica, Teorización, Valoración o Producción) pidiendo que seleccionen tipos de actividades
relacionadas a cada una de ellas.
Posteriormente, se pide a los grupos realicen la lectura del cuaderno sobre la metodología1, y
con base en ella identifiquen el sentido que tiene cada componente metodológico.
Luego, en plenaria compartimos los aspectos más sobresalientes de los componentes a partir
de los siguientes criterios:
Nos organizamos por CP-TEs y revisamos planificaciones de las gestiones pasadas, establecemos
sus características y la articulación interdisciplinar o transdisciplinar existente, considerando los
aspectos más sobresalientes.
Maestras y maestros de primaria revisan los planes y programas del primer año de escolaridad
publicado por el Ministerio de Educación; posteriormente elaboramos la Planificación Comuni-
taria Bimestral contextualizada a cada unidad educativa, formulando pertinentemente el objetivo
holístico y los contenidos que ayuden a su desarrollo o logro.
Tomando como base la Planificación Comunitaria Bimestral elaborada para este nivel, las y los
maestros elaboran la planificación de desarrollo curricular en función del tiempo requerido para
lograr el objetivo holístico planteado, para lo cual podemos tomar como referencia el ejemplo
del Cuaderno de Formación Nº 4. Para esta tarea se deben formular apropiadamente cada uno
de los elementos curriculares en función del análisis realizado.
Con base en la Planificación Comunitaria Bimestral que produjimos, elaboramos un plan de de-
sarrollo curricular para un área de saberes y conocimientos; podemos tomar como referencia el
ejemplo que se presenta en el Cuaderno de Formación Nº 4. Para esta tarea se deben formular
apropiadamente cada uno de los elementos curriculares, en función del análisis realizado.
Es fundamental que la o el facilitador organice y brinde información precisa sobre las actividades
a desarrollarse en las sesiones de construcción crítica y de concreción educativa, desarrolladas
en el siguiente subtítulo (Momento 2). Para ello, será de mucha utilidad elaborar un cronograma
de actividades, definir responsabilidades y absolver las dudas que tengan los participantes sobre
las actividades a desarrollarse en estas sesiones.
cual se requiere realizar reuniones entre maestras y maestros y con la comunidad; la actividad
de autoformación, básicamente consistente en lecturas; y la actividad de concreción educativa,
que pretende gradualmente introducir elementos nuevos que transformen la práctica educativa
de las y los maestros. El siguiente cuadro resume estas actividades:
Actividades para las sesiones de construcción crítica y concreción educativa por tema.
Cuadro No. 1
Ambos documentos deben ser revisados y aprobados con el visto bueno de las direcciones
de Unidades Educativas.
Tema 1
La formación Integral y Holística
En este tipo de educación cognitivista se trabajaron de modo preeminente sólo contenidos pero
ni siquiera en el sentido óptimo, sino reducido a memorizar conocimientos de modo mecánico, sin
considerar su utilidad o relación con la realidad. De esta manera, la escuela ha sido transmisora
de conocimientos no pertinentes, ajenos a la vida de las y los estudiantes.
Equivocadamente se ha manifestado que la educación integral es una copia del enfoque de Delors,
propuesta que enfatiza los saberes (saber ser, saber conocer, saber hacer y saber convivir), que en
su operativización se traducen en contenidos: conceptuales, procedimentales y actitudinales. Sin
embargo, cabe aquí hacer algunas aclaraciones válidas para entender sus diferencias y seguramente
sus coincidencias, que no expresan ninguna continuidad con las políticas de organismos internacio-
nales, sino que se cruzan, como en todos los ámbitos de las culturas con semejanzas y diferencias.
Esto nos lleva a analizar el aprender a convivir, o aprender a vivir juntos de Delors, que en su
concepción significa aprender a vivir juntos conociendo mejor a los demás, y a partir de ese
conocimiento poder realizar proyectos comunes o solucionar pacíficamente los conflictos. Aquí
debemos señalar que se trata de una noción de interculturalidad abstracta y, por ello mismo,
una con la que no se puede estar en desacuerdo en sus propios términos, pero que ignora el
hecho de que las relaciones actuales son asimétricas. Los “conflictos” justamente se dan como
expresión de esa asimetría, por ejemplo en la invasión y la opresión cultural, que es lo que hacen
hoy mismo Estados Unidos y Europa en contra de Irak, Afganistán y otros países. Este aprender
a vivir juntos por eso aparece allí como un mero enunciado. En cambio, el Decidir, que hemos
enfatizado en nuestro proceso, implica una toma clara de posición, de una voluntad crítica de
transformación en la educación o, si se permite la expresión, una opción política por los pobres,
los pueblos indígenas excluidos, las mujeres, las víctimas de la globalización capitalista, para
transformar la realidad en la comunidad, el barrio, el entorno en el que vivimos.
Por otro lado, la educación integral, que se expresa en estas cuatro dimensiones, no se asienta
en la “teoría de la complejidad” en todas sus variantes. Porque en principio ésta es una búsque-
da de integralidad desde el crecimiento de la ciencia, hay un énfasis en acrecentar la ciencia y
abrirla a la complejidad. La dimensión integral del ser, saber, hacer y decidir se asienta en la vida,
característica principal de nuestros pueblos indígenas; es desde donde se inspira su cosmovisión.
Por último, es preciso tener en cuenta que las dimensiones tienen temporalidades distintas. Esto
significa que la dimensión del Ser, por ejemplo, no puede alcanzar resultados en una clase, una se-
mana o un bimestre, sino en periodos mayores, como puede ser un año, o incluso varios. Asumir
en la vida un valor podría ser algo que incluso en toda la educación regular no se consiga inculcar
de modo duradero en los estudiantes, por diversas razones. Por ello, ésta es una dimensión que
no debería medirse en cuanto al éxito, sino en cuanto a las experiencias generadas para hacerlo
presente durante los procesos educativos, es decir, no tanto en cuanto a que la gente ya es solidaria,
porque de hecho las condiciones sociales de violencia, explotación, inseguridad, pueden ser un límite
a lo que la propia educación puede hacer, sino en cuanto se ha generado experiencias de solidari-
dad en los espacios educativos comunitarios más allá de esas condiciones adversas de la sociedad.
Del mismo modo, la dimensión del Decidir tiene una temporalidad larga. Una voluntad de trans-
formación igualmente puede tardar bastante tiempo en llegar a hacerse carne en la gente.Aunque
ideológicamente, discursivamente, uno tenga claro y asegure que es crítico, ello no lo garantiza.
Un cambio de actitud, de compromiso, de decisión para transformar sólo puede expresarse
con total claridad en las acciones de la gente. Por ejemplo, si decido migrar a la ciudad o decido
quedarme y desarrollar una empresa comunitaria en el campo donde he nacido. Esa no es una
decisión que uno pueda evaluar en un periodo breve; se trata, de hecho, de decisiones que están
vinculadas incluso con proyectos de vida. Pero sí se puede evaluar otros aspectos del Decidir, como
la deliberación, la capacidad de llegar a un consenso, en los procesos educativos. Se trata pues en
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
el Ser y el Decidir de dimensiones que tienen una temporalidad mucho más larga que el Hacer y el
Saber, lo que debe ser considerado en los ritmos metodológicos con los que se los puede trabajar.
Por otro lado, las dimensiones deben trabajarse en la integralidad de las áreas y campos. No se
puede educar en el ser, saber, hacer y decidir de un modo aislado y fragmentado. Esto exige ne-
cesariamente la coordinación de maestras y maestros en todos los niveles. El Decidir, por ejemplo,
es una dimensión muy compleja del ser humano, máxime si se da de un modo comunitario, en
la que todas las áreas de los saberes y conocimientos están involucradas.
La dimensión del Ser se refiere a los principios y valores que están expresados en prácticas
y vivencias, en la cotidianidad, en interacciones donde tienen lugar sentimientos, actitudes y
pensamientos. Hablamos principalmente de los valores sociocomunitarios: solidaridad, respeto,
reciprocidad, complementariedad, equilibrio, igualdad, responsabilidad, inclusión, transparencia y
otros1, todos ellos los aprendemos de forma vivencial en nuestras interrelaciones. En la dimensión
del Ser la expresión es desde la experiencia, se la aprende desde la práctica y la experiencia es
una transmisión de las experiencias en función de ámbitos vivenciales.
Ahora, la cuestión es cómo conectamos esto a la educación, cómo desarrollamos en las y los estu-
diantes por ejemplo la solidaridad. Si nosotros partimos de una definición de la solidaridad estamos
rompiendo el vínculo de vida que tiene ese valor; es decir, los valores están ineludiblemente vincu-
lados a la vida, a la realidad, a la vivencia; por eso los valores no podrían enseñarse abstrayéndolos
de la vida y de la vivencia; en este sentido, nuestro desafío es vincular el desarrollo del Ser a la vida
misma, a la realidad concreta que vivimos en los procesos educativos; hay que partir de los pro-
blemas reales de la vida de la sociedad, de las vivencias reales del aula y otros espacios educativos.
La dimensión del Ser se despliega en el proceso educativo a partir de las “situaciones vivenciales
educativas” que son las situaciones que recreamos en cualquier “espacio comunitario educativo”,
poniendo en práctica, desde la experiencia, los valores, tematizándolos simbólicamente y no
conceptualmente. Se trata de “crear” o “asistir” a “situaciones vivenciales educativas”, que se
1. Constitución Política del Estado, 2008.
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constituyen en herramientas pedagógicas para vivenciar los valores, a partir de recrear en una
situación generada por el profesor o también puede darse a través de una vinculación con una
práctica concreta en el ámbito social y/o comunitario donde la escuela se encuentra.
interacción. En este caso la situación generada por las y los maestros es una “situación vivencial
indirecta”, o puede darse también a través de articular la experiencia de manera directa a una
situación vivida en la comunidad y/o barrio o localidad en donde la unidad educativa se encuentra
inmersa, segundo caso en el que la situación es un “situación vivencial directa”. Las situaciones
que pueden tomarse como herramientas pedagógicas directas pueden ser prácticas concretas
como las campañas de solidaridad, las fiestas, los prestes, etc., actividades donde las maestras y
maestros ven la posibilidad de tener una experiencia directa con los valores.
Ya sea bajo una situación generada indirectamente o sea una situación directa, se trata de educarse
desde las vivencias, es decir, de encontrase con la experiencia directa, sintiendo y pensando desde
una práctica concreta, poniendo en práctica los valores a partir de situaciones concretas donde
los valores puedan expresarse. Luego, los estudiantes reflexionan acerca de los valores de manera
que se expresen de modo simbólico. Esto quiere decir, desde las posibilidades y diferencias que se
puedan hallar, generando “problemáticas” sin llegar a definiciones de tipo conceptual, sino asumiendo
que el Ser implica experiencias prácticas y simbólicas a la vez. Por eso, la dimensión del Ser no se
desarrolla a partir de contenidos sino que es vivida desde las prácticas y es reflexionada desde ellas.
La “reflexión simbólica” se refiere al momento del diálogo, después de la práctica de los valores
vivenciales. El diálogo debe enfatizar las múltiples formas en las que la maestra y el maestro y los
estudiantes comprendieron desde la experiencia los valores. En este sentido, los valores tendrán
muchos ángulos y se enriquecerán con las diferentes miradas. A este momento se le denomina
simbólico, porque el objetivo es articular las vivencias bajo el valor y no encontrar un único
significado al valor, que sería ya un nivel conceptual2.
Pero la reflexión simbólica debe acompañarse con la “problematización”, que es el ámbito concreto
y político del ser; es cuando los distintos significados hallados desde los valores cobran importancia
y actualidad a partir de las problemáticas de la realidad. Este último sentido es importante, porque
expresa el carácter transformador de nuestra propuesta educativa, entendiendo que los valores deben
abrir el camino para hallar respuestas a los problemas cotidianos más acuciantes que hoy atravesamos,
como por ejemplo el cálculo del interés propio, individualismo, la competencia despiadada, el con-
sumismo, la indiferencia, la falta de compromiso con el cambio, etc. En realidad, la problematización
permite conectar la experiencia, la vivencia de los valores con los problemas cotidianos; así reflexiva
y críticamente intentamos hallar posibles respuestas desde los valores a nuestras problemáticas.
2. Un símbolo no deja expresarse en una definición conceptual, sino que está abierto a múltiples interpretaciones.
Una reflexión simbólica sería aquella que no quiere llegar a un concepto: qué es la solidaridad, sino que se abre a las
múltiples intuiciones sobre la solidaridad vivida.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Esta dimensión hace referencia al aspecto cognitivo en sentido de conocer, clasificar, ordenar,
conceptualizar, analizar, comprender saberes y conocimientos en términos de contenidos; es la
dimensión que más conocemos porque nuestra educación se ha reducido priorizando sólo esta
dimensión. Sin embargo, esta dimensión tampoco debe desarrollarse única y exclusivamente a
través de conceptos abstractos de contenidos ajenos a la vivencia de las y los estudiantes; fun-
damentalmente debe trabajarse relacionando los contenidos con las demandas, problemáticas y
necesidades de la comunidad y del contexto. En este sentido, la dimensión del Saber hace referencia
a la educación de los saberes y conocimientos acumulados por las culturas. La clasificación, por
ejemplo, es un tipo de conocimiento resultado de la investigación realizada por varias genera-
ciones de personas que ha dado lugar a un conocimiento válido, por ejemplo, qué plantas son
medicinales y cuáles son dañinas para el ser humano. Ese es un conocimiento útil que establece
una diferencia vital entre quienes lo conocen y quienes no lo conocen.
Hay en cualquier cultura la necesidad de establecer una educación de todo este saber acumu-
lado, válido, útil, en un sentido óptimo para la vida. Las pedagogías varían enormemente, pero se
mantiene la exigencia de “transmitir” esos conocimientos (bien sea por libros, oralidad, tejidos,
etc). En un momento de crecimiento de las culturas la transmisión del conocimiento acumulado
podría llegar a ser inmovilizante para la producción de nuevo conocimiento, porque se impone
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Ministerio de Educ ación
como el único conocimiento válido, además que de hecho la novedad no ocurre en cuanto se
domina todo el conocimiento anterior, sino que en cuanto al volver otra vez sobre la realidad se
produce un nuevo ángulo, un nuevo conocimiento que enriquece otra vez lo que ya conocemos,
que en un nuevo periodo va a ser convertida en conocimiento acumulado. Pero siempre hay un
nivel de “transmisión”, en cuanto el ser humano viene ya al mundo en comunidad, y siendo así
nace en un marco cultural que lo recibe, donde debe educarse en el horizonte de sentido de su
cultura. Lo que se mantiene pues a lo largo de muchas generaciones es ese horizonte de sentido,
la cosmovisión, que debe ser transmitida; en cambio, otros conocimientos van a ser transforma-
dos, por ejemplo los conocimientos medicinales y técnicos.
Es decir, hay una gran dinámica en torno al conocimiento acumulado y la producción de conoci-
miento nuevo, pero siempre en vínculo con la realidad de la que emergen dichos conocimientos,
y por ello mismo con un sentido de utilidad para los seres humanos que producen ese saber.
El problema ocurre en contextos neocoloniales, donde este circuito transmisión-producción,
en vínculo con la realidad, se ha roto. Ya no hay una transmisión ordenada del conocimiento
acumulado, pero además hay otra característica fundamental del contexto neo-colonial: la pro-
ducción de nuevo conocimiento es muy limitada, casi nula. Al cambiar el punto de referencia y
desestructurarse la educación de la cultura propia, se recurre cada vez más a los conocimientos
producidos en otros contextos.
La dimensión del Saber no se detiene en la transmisión de conocimientos; sino hay que entender
los conocimientos en sus dinámicas, en sus diferentes modalidades. El Saber puede partir del co-
nocimiento de las culturas, puede ser un saber técnico, un saber en elaboración y reelaboración
constante. Sin embargo, no debemos pensar que los contenidos, los conocimientos acumulados
en otros contextos son el problema; el problema es cómo nos relacionamos con los contenidos
(ajenos o propios): si pretendemos memorizarlos, comprenderlos, desarrollarlos, resignificarlos
o incluso producirlos.
La dimensión del Saber, para enfrentar estas dificultades, busca articular los contenidos a la realidad
circundante. Este es un buen modo de evaluar el sentido y la utilidad de los conocimientos que se
vuelven contenidos educativos: su pertinencia. Es decir, cómo un determinado concepto o saber
me relaciona con las problemáticas y necesidades de la comunidad, del contexto; qué significa en
esta situación o es que carece de sentido; qué otros sentidos podrían dársele a la luz de mi entorno.
Esta dimensión hace referencia a las capacidades y habilidades para realizar alguna cosa y no
quedarse en sólo saberla de modo teórico. De hecho, en rigor podríamos decir que no se pue-
de saber algo si no no se lo hace también, y que eso de saber de forma puramente teórica es
equívoco. ¿Cómo podríamos decir que sabemos filosofía si no sabemos pensar, o que sabemos
tejidos si no sabemos tejer? El Hacer de este modo es, en realidad, inseparable del saber, no
puede haber una sin la otra.
Entonces lo que hay que encontrar para identificar el Hacer es cuál es el correlato de deter-
minado saber. O si partimos del otro lado, cuál es el correlato de saber de determinado hacer.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Porque ambas cosas de hecho son inseparables. No existe diferencia entre trabajo manual e
intelectual. Si cosecho con las manos, ellas no son solamente unas herramientas como cua-
lesquier otras sino que son parte de un movimiento de todo mi cuerpo que se mueve con
perfecta sintonía, con conocimiento en un sentido profundo, para hacer algo verdaderamente
complejo, que es tomar unos frutos, unas hojas, con la delicadeza exacta, sin presionar muy
fuerte ni muy despacio.
De lo que se trata es de enfatizar que esta dimensión es sumamente importante para la educa-
ción, porque completa algo que estaba fragmentado en la educación colonial, pero además de
ambos lados; del lado del saber, porque se trataba de contenidos ajenos que no se comprendían
ni se ejecutaban, como escuchar música de otros contextos pero ni siquiera poder tocarla, y
del lado del hacer porque tampoco, a veces, se puede comprender el sentido de lo que se hace
(al haberse roto esa conexión con el horizonte de sentido propio).
El Decidir es la educación de la voluntad con sentido comunitario hacia la vida, lo que se expresa
en acciones de impacto social con pensamiento crítico y propositivo.
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Ministerio de Educ ación
La voluntad comunitaria busca un equilibrio entre lo individual y lo colectivo, pero no solo teórico
ni práctico, sino en el impacto social, es decir, en la capacidad que nuestras acciones puedan tener
sobre la realidad social, es decir, en el proceso de transformación de la realidad.
La voluntad colectiva con sentido comunitario busca el desarrollo del pensamiento crítico,
transformador, propositivo. En la medida en que la educación muestre también su relación con
su contexto potenciándolo, desarrollándolo y expandiéndolo, se podrá comprender mejor cómo
es que se puede ser crítico y propositivo y entender todo esto en función del impacto social
que la educación puede lograr sobre la realidad.
No nos han enseñado a pensar que somos parte fundamental para el cambio y transformación de
nuestra sociedad y podemos educarnos decidiendo comunitariamente sobre el tipo de impacto
que podemos generar en la comunidad a través de la aplicación de los saberes y conocimientos,
las ideas y pensamientos producidos desde la escuela. Ahora la cuestión es cómo construir una
forma de educarnos en la cual tomemos en cuenta y decidamos las cosas en función del cambio
y transformación política, económica y social de nuestra sociedad y comunidad. Ahí radica el
sentido político del Decidir.
Desde esta perspectiva, la escuela no queda reducida a su espacio, se abre hacia la comunidad
y se vincula a la historia de nuestros pueblos, porque la educación tiene que ser parte de las
transformaciones que se están produciendo en nuestro país. Hay que educarse en ese sentido
de transformar, cambiar y generar impacto sobre la realidad. Las decisiones que hagamos no se
reducen al aula, no son individuales, son comunitarias y están en relación al contexto en el que
vivimos y somos parte.
Para trabajar esta dimensión será importante vincular los contenidos a la realidad, a los diferen-
tes ámbitos de la vida, de acuerdo a los niveles y años de escolaridad, poniendo en discusión las
realidades de injusticia e inequidades de nuestra sociedad, generando ideas y pensamientos para
construir una sociedad donde vivamos bien de forma que vayamos generando conciencia política,
económica, cultural y social en las y los estudiantes.
Una de las herramientas principales de la dimensión del Decidir son “los proyectos sociopro-
ductivos”, que son también una estrategia y un espacio para tomar decisiones comunitarias y
generar impacto en la sociedad y la comunidad. El tipo de proyecto que se decida implementar
en la Unidad Educativa deberá estar orientado a generar transformaciones en la comunidad y
la sociedad.
Otra cuestión es cómo evaluamos el Decidir, porque el impacto de nuestras decisiones tiene sus
tiempos, no son inmediatos, y es aquí que será importante considerar los tiempos en función a
evaluar en periodos más largos, como una fase o semestre, o en una gestión.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
En esta Unidad de Formación fundamentaremos que la Temática Orientadora evita que los saberes y
conocimientos se trabajen de manera parcelada; ésta permite articular de una manera complementaria
los contenidos en el proceso de la planificación y desarrollo de la clase. Además, al operativizar los cuatro
ejes articuladores (Educación para la Producción, Educación enValores Sociocomunitarios, Educación en
Convivencia con la Naturaleza y Salud Comunitaria, Educación Intracultural, Intercultural y Plurilingüe),
se vincula la educación a la realidad en los diferentes ámbitos y consolidación del Estado Plurinacional.
De este modo se puede sostener que las Temáticas Orientadoras planteadas en los programas de
estudio responden a las necesidades y problemáticas de carácter nacional, operativizando los ejes
articuladores, lo que permite que los contenidos de cada área se trabajen de manera secuencial
y progresiva. Se plantean uno por semestre en los niveles Primaria Comunitaria Vocacional y
Secundaria Comunitaria Productiva.
Al responder a las necesidades y problemáticas nacionales, en éstas están expresadas las políticas
orientadas hacia una “Bolivia digna soberana productiva y democrática”. En este marco, el sentido
de las Temáticas Orientadoras no sólo es de carácter metodológico que permite la articulación
de los saberes y conocimientos; promueve también que desde la educación se desplieguen estas
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Ministerio de Educ ación
Al operativizar los ejes articuladores, las Temáticas Orientadoras son también el medio por el
cual se trabajan estos ejes. Por esto, en su sentido pedagógico y articulador, estas Temáticas
Orientadoras son como el paraguas bajo el cual se plantean los contenidos; en este marco, los
contenidos de las Áreas y Campos de Saberes y Conocimientos, en su formulación, responden a
los objetivos holísticos y están orientados por estas temáticas, de manera que para el desarrollo
curricular de cualquier año de escolaridad (1º, 2º, 3º, 4º ,5º y 6º de Primaria o Secundaria) desde
cada Área y Campo se trabaja una Temática Orientadora por semestre.
¿Cómo se relacionan las temáticas orientadoras, con los ejes articuladores y con los campos de
saberes y conocimientos?
Los contenidos de las áreas de cada Campo están orientados hacia la Temática Orientadora del
semestre y año correspondiente, y permiten el logro de los objetivos holísticos propuestos.
Actividad
Organizados en grupos reconocemos los ejes articuladores que contienen cada una de las
Temáticas Orientadoras planteadas para el primer año de escolaridad de primaria y secundaria.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Cuadro Nº 2
Primaria:
Temáti-
Ejes arti-
cas orien- Campos Contenidos desde las áreas de saberes y conocimientos
culadores
tadoras
Vida Tierra
La comunicación en la familia, en la
Tecnología y
- Producción material e intelectual con recursos naturales y artificia-
Productividad
les propios del entorno (arcilla, telares…).
- Descripción oral y escrita sobre las actividades productivas de la familia.
- Narración y representación de hechos presentes e históricos de la
comunidad y representación teatral.
Comunidad y
- El modelado como expresión de las prácticas socioculturales.
Sociedad
- Rondas, canciones y mímica con temáticas de identidad nacional.
- Postura corporal, orientación espacial armónica, salud personal,
familiar y comunitaria.
Cosmos y
- Vida armónica de la familia en reciprocidad con la Madre Tierra.
Pensamiento
Cuadro Nº 3
Secundaria:
Temáticas
Ejes arti-
orienta- Campos Contenidos desde las áreas de saberes y conocimientos
culadores
doras
- Relación armónica con el entorno natural sociocomunitario a
Vida Tierra
través de los órganos de los sentidos y los receptores sensoria-
Territorio
les.
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Ministerio de Educ ación
Descolonización y consolidación
sociocultural, económica
Educación en convivencia con la naturaleza y salud comunitaria.
y país.
- Testimonios de una etapa de imposición cultural.
y tecnológica
- Invasión, conquista y colonización europea.
Educación intracultural, intercultural y plurilingüe.
turas.
- Semántica del texto en las diversas lenguas.
- La sociedad comunitaria y práctica de valores.
Comunidad y
- El dibujo técnico y los diseños tecnológicos productivos.
Sociedad
- La intraculturalidad e interculturalidad musical.
- El deporte en la integración comunitaria.
Cosmos y
- Armonía espiritual con la Madre Tierra y el Cosmos.
Pensamiento
Los objetivos holísticos se orientan a la formación integral y holística de las y los estudiantes, de modo
que se constituyen en orientaciones pedagógicas de los procesos educativos de carácter descolonizador,
comunitario y productivo que desarrolla cualidades y capacidades del ser humano en sus dimensiones
del Ser-Saber-Hacer-Decidir en armonía y complementariedad con la Madre Tierra y el Cosmos.
Con los objetivos holísticos se abandona la forma tradicional de plantear objetivos que tenían
carácter conductual memorístico reducido a lo cognitivo.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
En el marco del perfil del estudiante de cada nivel educativo, para la formulación de los objeti-
vos holísticos hay que tomar en cuenta el sentido de las temáticas orientadoras; de este modo
la formación de las y los estudiantes estará orientada al desarrollo de sus cuatro dimensiones
y los propósitos de transformación política, económica, social y cultural de nuestro país.
Estos objetivos se plantean a partir de las cuatro dimensiones como se muestra más abajo.
En los programas de estudio se tiene planteados dos o más objetivos holísticos por fase (dos
bimestres). Para la planificación de clase debe plantearse también objetivos holísticos más concre-
tos, a partir de las cuatro dimensiones, de modo que en el despliegue de los procesos educativos
sí o sí se desarrollen estas dimensiones.
No, en su formulación puede empezarse por cualquiera de las dimensiones; sin embargo, este
aspecto puede depender de la naturaleza del campo o área de saberes y conocimientos; esto
quiere decir que en algunos casos la dimensión del Ser estará presente primero, si es que se
prioriza desarrollar valores, y si es que se prioriza trabajar la parte cognitiva se puede redactar
primero la dimensión del Saber, es decir, se redactará al principio de cada objetivo holístico lo
que en cada proceso educativo se considera fundamental desarrollar.
Se expresan en primera persona del plural, tiempo presente y modo indicativo. Ejemplo:
SABER
Cuadro Nº 4
Las Cuatro Dimensiones y el Objetivo Holístico
Actividad
Organizados en grupos, realizamos el ejercicio de formular dos o tres objetivos holísticos más
concretos que los planteados en los planes y programas de Primaria o Secundaria con base en las
cuatro dimensiones, priorizando éstas (dimensiones) en función a la naturaleza o característica
de las Áreas y Campos.
El nombre de contenidos y ejes articuladores hace referencia a que éstos contenidos están tam-
bién permeados por cada eje articulador; en lo posible, los contenidos deben relacionarse con
los ejes articuladores, de modo que los procesos educativos se desplieguen de forma integral y
holística; es decir, en un sentido relacional del todo, cada elemento tiene sentido al considerarlo
como parte del todo, no de manera aislada o solitaria.
Estos contenidos contribuyen también a que las y los estudiantes se apropien, profundicen y
amplíen su cultura con el apoyo pedagógico de las y los maestros.
Los contenidos planteados en los planes y programas son de carácter general, lo que implica
que deben ser contextualizados, concretarlos de acuerdo a las características regionales, locales
y de las/os estudiantes.
Cuadro Nº 5
Contenidos Tradicionales y del Nuevo Enfoque
Orientaciones metodológicas
Para el desarrollo de los procesos educativos se plantea un conjunto de acciones que se centran
básicamente en la práctica, teorización, valoración y producción.
Práctica
La práctica, como componente metodológico del nuevo modelo educativo, comprende tres
elementos para la enseñanza: 1) partir desde la experiencia, 2) desde el contacto directo con la
realidad y 3) la experimentación.
28
Ministerio de Educ ación
Ante esta problemática el nuevo modelo plantea partir de la experiencia, porque ahí está pre-
sente aquello que tenemos como cultura donde todos y todas empezamos a ser seres humanos;
porque los niños se educan en una cultura y en un contexto del que forman parte con una de-
terminada historia y un lenguaje. Todos entramos en procesos educativos desde que nacemos;
nos educamos en nuestra cultura (no hay personas que ingresen a la escuela sin la experiencia
de vivir en una cultura y tener aprendizajes previos), nadie es una hoja en blanco que hay que
llenar. Además, como uno de los pilares de la nueva propuesta educativa es la recuperación y
revalorización de los saberes y conocimientos de los pueblos indígenas, partir de la experiencia
nos ayuda a conectarnos con los mismos, porque muchos de los saberes y conocimientos están
contenidos en la experiencia viva de las culturas. Entonces al partir de la experiencia revalorizamos
lo que somos, y tenemos la posibilidad de recuperar, revalorizar y desplegar nuestros saberes,
conocimientos y nuestra cultura.
3. “[Para la pedagogía moderna], el padre-Estado-maestro es el ego, el punto de apoyo, el “desde donde” se desplie-
ga el círculo del mundo pedagógico, ideológico, de dominación gerontocrático sobre el niño, la juventud, el pueblo.
El educando, huérfano, memoria de experiencias conducidas hábilmente por el preceptor que debe ser obedecido,
que tiene todos los deberes y derechos de enseñar (así como el Estado del contrato social tiene todos los derechos y
deberes de gobernar), el educando es el objeto o ente enseñable, educable, civilizable, europeizable (si es colonia),
domesticable, diríamos casi. Su subjetividad es objetivada; su mundo-otro es ontificado, usado, manipulado, con la
pretensión de respetar su libertad. Sólo se exige que sea libre de condicionamientos (del padre-madre, familia, cul-
tura popular, etc.), pero después se lo “conduce” (para eso es paida-gogós) al proyecto pre-existente del educador”.
Dussel, Enrique. La pedagógica latinoamericana, Editorial Nueva América, 1980, pág. 28.
4. “No pensamos seguir uno por uno a los grandes pedagogos modernos, pero no podemos dejar de detenernos en
el que mayor influjo tuvo sobre Europa, Jean Jacques Rousseau (1712- 1778). Nada mejor que centrarnos sobre la
obra cumbre Émile o de la educación, impreso en París en 1762. Enunciamos al comienzo nuestra sospecha en nues-
tra hermenéutica pedagógica en un nivel simultáneamente erótico-político: los pedagogos modernos nombrados,
ante el autoritarismo feudal, proponen la libertad del educando, libertad de criticar, de dudar, de elegir. Esa libertad
postulada, concretamente, es el derecho que proclama un hombre emergente: el burgués. Para poder educar al hijo-
niño-pueblo en el nuevo mundo es necesario negar la tradición anterior, medieval. Dicha negación de la madre-
cultura popular la realiza el padre-Estado burgués, siguiendo la línea de la pedagogía inglesa”. Dussel, Enrique. La
pedagógica latinoamericana, Editorial Nueva America,1980, pág. 26. La pedagogía que desarrolla Rousseau bajo
el presupuesto de tener un niño sin cultura y sin memoria, es decir, una hoja en blanco que hay que llenar, permitió a
Europa tener una pedagogía pertinente para su proyecto, ya que necesitaban negar toda la etapa obscura de la Edad
Media para generar una sociedad nueva, civilizada y moderna, negando su pasado obscuro ya que no les permitía
avanzar, contexto muy diferente al nuestro ya que nuestra fortaleza está justamente en la reconstitución de las cul-
turas milenarias de las que somos herederos.
29
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Los elementos discutidos nos llevan a pensar en maneras diferentes de realizar la práctica edu-
cativa, en este caso, a enseñar desde la experiencia. Enseñar desde la experiencia redefine la
relación que la maestra y maestro tiene con las personas a las que enseña, ya que esta postura
implica pasar de la relación objetivante de los modelos educativos tradicionales, donde lo que
hace la maestra y maestro es sólo buscar la mejor manera de transmitir contenidos que ya están
definidos en una camisa de fuerza curricular, hacia una relación sujeto a sujeto, es decir, el reco-
nocimiento de los sentidos de vida, los proyectos y aspiraciones que tienen los estudiantes y de
todo el conocimiento acumulado que cargan a sus espaldas. Entonces, esto implica conectar la
educación con la experiencia y los sentidos que tiene el sujeto, es decir, pensar desde los elementos
que le dan sentido a sus vidas y desde aquello que les afecta, para, desde ahí, empezar a desplegar
los procesos educativos, es decir, enseñar aprendiendo a dialogar con la realidad5 de los sujetos
para que la educación genere y fortalezca sentidos pertinentes de vida. Cuando se enseña de esta
forma, la enseñanza se corporaliza y es algo que no se olvida; nos constituimos de una determinada
manera. En otras palabras, el proceso educativo que parte de la experiencia es la construcción de
un sujeto con sentidos de vida y no es un simple moldeamiento basado en contenidos predefinidos.
Enseñar desde la experiencia cambia la manera en cómo enseñamos, donde la preocupación del
maestro ya no gira sólo a partir de pensar por lo que quiere enseñar (por los contenidos), sino que
ahora también se pregunta por aquello que necesita y lo que está configurando la realidad de la
persona a la que va a enseñar. Es decir que no se niega la posibilidad de la enseñanza de contenidos
determinados, sino que éstos deben ser problematizados desde la realidad del sujeto para ver su
pertinencia, ya que es allí donde empieza a adquirir sentido cualquier saber o conocimiento. Para
desarrollar este proceso es necesario crear espacios, donde primero estén los estudiantes y su
propia historia, y después ver cómo desde ahí se va relacionando todo aquello que se quiere enseñar.
Otra problemática de la educación es lo que aquí en Bolivia nos aparece como una educación teó-
rica y repetitiva, problema que nos aparece por la relación colonial con el conocimiento que hemos
aprendido. En los lugares donde se produce el conocimiento se lo hace desde su experiencia y para
responder a sus problemas; entonces, las teorías y métodos son pertinentes para esa realidad. El
problema es que para una sociedad que no produce conocimientos propios, como Bolivia, ésta se
relaciona colonialmente con ellos, ya que ese conocimiento nos llega como objetos que hay que
consumir, entonces es normal que consumiendo conocimientos producidos en otros contextos la
educación siempre aparezca como teórica, porque tenemos que aprender conceptos, teorías y mé-
todos que no hemos construido por nosotros mismos para responder a los problemas de la realidad
boliviana. Si no producimos conocimiento y sólo consumimos lo que viene de afuera, entonces la
relación que tengamos con ese conocimiento siempre va a ser teórica y repetitiva. En ese entendido,
si sólo enseñamos desde la teoría, lo que generamos es una reducción del proceso educativo, las
teorías no sirven por sí mismas, sólo tienen sentido si expresan una determinada realidad.
5. La realidad tiene que ver con hechos o fenómenos sociales, políticos, económicos o una variedad de aconteci-
mientos que ocurren en la cotidianidad de nuestras vidas, en los niveles individual y comunitario. Las y los estudian-
tes diariamente están conectados y viven estas realidades como parte de sus vidas. Es desde ahí que debe empezarse
para trabajar un contenido; si obviamos este aspecto no tenemos muchas posibilidades que nuestros estudiantes
comprendan lo que queremos enseñar o desarrollar.
30
Ministerio de Educ ación
Por eso se propone educar desde el contacto directo con la realidad. Es decir, para responder
a las consecuencias nefastas que ha tenido una enseñanza excesivamente teórica, la enseñanza
tiene que ser vivencial. Se trata de entrar en contacto directo con la realidad y a partir de ello
reflexionar y desarrollar los procesos educativos. La educación puede ser mucho más completa
y pertinente si parte de situaciones concretas donde las y los estudiantes tengan la posibilidad
de aprender desde experiencias que lo relacionen con los elementos educativos de la realidad.
En este sentido, debe considerarse que los espacios de enseñanza-aprendizaje no se reducen al
ambiente del aula, sino que se extienden hacia otros espacios, donde las y los estudiantes puedan
relacionarse con elementos concretos que coadyuven el desarrollo de los procesos educativos.
Iniciar el desarrollo de los contenidos a partir de la realidad coadyuva también a superar la visión
fragmentada de la misma; ayuda a vincular los contenidos que se desarrollan en la escuela con
la vida y la comunidad.
Así, por ejemplo, en el área de ciencias sociales podemos empezar los procesos educativos dialo-
gando sobre los acontecimientos políticos, económicos, sociales que afectan a la comunidad y a la
realidad inmediata de los estudiantes para reflexionar sobre temas más generales que proponga
la o el maestro. En el caso del área de historia, podemos partir de relatos de los abuelos de los
mismos estudiantes, que nos cuenten lo que ellos han vivido en determinados momentos de la
historia del país, para desde ahí conectar con una reflexión más amplia de la o el maestro. En el
área de ciencias naturales podemos realizar visitas al campo para aprender sobre los elementos
de la naturaleza de manera directa, donde también podemos dialogar con los productores para
que nos cuenten acerca de las plantas que ellos producen en su comunidad. Si en el área de
técnica y tecnología tenemos que aprender sobre los motores y otros elementos mecánicos,
podemos hacer visitas a las fábricas cercanas al barrio.
Partir del contacto directo con la realidad también involucra generar procesos de producción de
conocimiento a través de la investigación entre maestras, maestros y estudiantes. La experiencia
de vivir el proceso de construcción del conocimiento de nuestra realidad inmediata generará en
los estudiantes las habilidades y capacidades creativas y productivas, al aprender las cosas hacién-
dolas. Se pueden desarrollar los procesos educativos desde la investigación en todas las aéreas
del conocimiento. Lo importante aquí es no partir de temas cerrados (donde la o el maestro
conoce todo el trayecto del proceso como un contenido cerrado y estático), sino partir de las
preocupaciones acerca de la realidad circundante desde la experiencia del estudiante o docente,
vinculados al área del conocimiento que estemos desarrollando. Para esto es importante partir
de preguntas sobre la realidad circundante y consensuar un problema que se pueda trabajar;
este problema será inédito porque parte de las preocupaciones reales y actuales, es decir, los
problemas de la realidad no están escritos en los libros.
31
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Por ejemplo, si la preocupación de los estudiantes es sobre los alimentos dañinos que se consumen
en el barrio, aprender investigando involucra abrirse a esa realidad donde maestras, maestros y
estudiantes indaguen sobre ese tema específico a partir de entrevistas a los productores de ali-
mentos, diálogos con las personas que consumen esos alimentos, recuperación de saberes de los
vecinos del barrio sobre la alimentación, pero también es necesario la búsqueda de información
documentada sobre el tema para complementar los elementos que permitan llegar a algunas
conclusiones de la investigación. Esta experiencia sistematizada genera nuevos conocimientos
sobre nuestra realidad y fortalece al profesor y al estudiante al saber que también puede producir
conocimiento propio.
Sin lugar a dudas, este tipo de actividades actualmente es puesto en práctica por muchas
maestras y maestros, con muchas ricas experiencias desde las cuales se puede aprender.
De lo que se trata ahora es que estas experiencias se generalicen para todo el sistema
educativo y así construyamos una educación pertinente orientada hacia la transformación
de la realidad.
3. La experimentación
Este nivel de la práctica hace referencia a la aplicación directa en la realización de una variedad
de actividades vinculadas sobre todo al conocimiento científico que parte de someter a prue-
ba un conjunto de experimentos de carácter científico o tecnológico. Lo usual es partir de
una explicación teórica de los experimentos y luego someterlos a la práctica. En este caso, lo
que las maestras y maestros deben hacer es plantear directamente los experimentos, que los
estudiantes aprendan primero desde la experimentación y luego se reflexione teóricamente
sobre el experimento. Hablamos de experimentación en el sentido científico convencional de
la palabra. Esta es una manera de que en estos procesos se pongan en acción las capacidades
(habilidades, destrezas, etc.) de las y los estudiantes al abordar diferentes contenidos planteados
en los programas de estudio. Por ejemplo, para tratar temas de matemática se puede partir de
situaciones de medida de distancias o áreas u objetos de la escuela y otros lugares; en materias
como química y física, se puede aprender desde ejercicios que impliquen la experimentación con
objetos y otros elementos.
Teorización
Para resignificar y producir nuevos sentidos, las teorías existentes pueden ser problematizadas
desde la vivencia, experiencia y problemáticas de las y los estudiantes, quienes a partir de su
experiencia deben comprender el sentido de los contenidos que se desarrollan en la clase, lo
que les permitirá ampliar su visión crítica de la realidad.
32
Ministerio de Educ ación
La discusión y el diálogo son importantes para trabajar este aspecto, promoviendo en las y los
estudiantes el análisis y la reflexión orientados a formular proposiciones, conceptualizaciones,
conjeturas, construcciones teóricas y otros ejercicios de carácter mental sobre diferentes temas
que abordamos en la clase.
Valoración
Todo proceso educativo debe ser valorado, tomando en cuenta que los saberes y conocimientos
que se desarrollen en la escuela beneficien a la vida, a la comunidad en su conjunto. La valoración
que debe hacerse se opone al uso de la ciencia en contra de la naturaleza, el Cosmos y la vida
en general.
Este proceso está orientado a desarrollar procesos de reflexión comunitaria; por una parte,
sobre los procesos educativos y, por otro, sobre los saberes y conocimientos que se desarrollan
en la clase.
En este sentido, hay que reflexionar conjuntamente (las y los estudiantes) sobre cómo estamos
aprendiendo; así será importante cuestionarnos sobre las formas más adecuadas para desarrollar
las clases, de manera que podamos concretar la transformación de nuestras prácticas educati-
vas expresadas en el despliegue de las cuatro dimensiones (Ser, Saber, Hacer, Decidir) desde los
sentidos de los campos de Saberes y Conocimientos (Vida Tierra Territorio, Ciencia Tecnología
y Producción, Comunidad y Sociedad, Cosmos y Pensamiento).
33
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Con esta finalidad, desde el PROFOCOM en cada Unidad de Formación estamos desplegando
una serie de estrategias y actividades augurando que las maestras y maestros participantes del
Programa puedan apropiarse y enriquecerlo mucho más y les permita comprometerse seriamente
con la transformación de su práctica educativa.
Por otra parte, la valoración está orientada también a los saberes y conocimientos que se tra-
bajan en los procesos educativos. En este aspecto, la valoración que debe hacerse se opone al
uso del conocimiento en contra de la naturaleza, el Cosmos y la vida en general; más bien, estos
conocimientos deben estar orientados siempre a la conservación, defensa y reproducción de la
vida. La escuela no puede fomentar el uso del conocimientos para destruir la vida, como es la
visión distorsionada de la ciencia occidental. En este marco, es importante cuestionarnos sobre
el tipo de conocimientos que estamos generando, y si éstas contribuyen a los propósitos de una
Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática.
A veces, por simplemente cumplir con las exigencias institucionales intentamos enseñar conoci-
mientos que no tienen mucho sentido en la vida de nuestros estudiantes; por ejemplo, habría que
preguntarnos cuánto de lo que pretendemos enseñar queda en la o el estudiante; cuánto de lo
que hemos aprendido en la escuela es de utilidad en nuestras vidas, etc. Sin embargo, no se trata
de eliminar contenidos que aparentemente no tienen aplicabilidad inmediata; de lo que se trata
es desarrollar estos contenidos a partir de la práctica, de la realidad, de nuestras experiencias
concretas, de modo que las y los estudiantes vivan el desarrollo del contenido y no repitan o
memoricen cosas que no comprenden.
En cuestión del tiempo, este proceso de la valoración debe ser constante, para lo cual no necesi-
tamos detenernos en la clase para hacer la valoración, sino ésta debe convertirse en una herra-
mienta que nos permita siempre mejorar nuestra práctica en función de las consideraciones que
estamos desarrollando en cada uno de los apartados de ésta y las otras Unidades de Formación.
Producción
En una ocasión observé cómo un padre de familia preguntaba a la maestra sobre la tarea que
debía hacer su hijo; preguntaba el mínimo detalle; sin embargo, su hijo, el estudiante, parecía no
tener mayor interés en realizar él la tarea. Probablemente este estudiante estaba acostumbrado
a que su papá le “ayude” en sus tareas; en realidad lo que pasa es que algunas tareas que las
y los maestros damos a nuestros estudiantes no lo hacen ellos, lo realizan su madre o padre,
dependiendo del tipo de tarea; por ejemplo, los bordados generalmente lo realizan las madres,
y los pintados, calados de venesta y ese tipo de tareas, los padres. Y cuando llega el fin de año
34
Ministerio de Educ ación
las madres y padres van a las exposiciones no a ver el trabajo de sus hijos, sino a contemplar su
propio trabajo. Aunque esto no se puede generalizar, pero nos ilustra al respecto y constituye
como punto de partida para hablar sobre la Producción.
Planteado así, es poco probable que se repitan casos como el que describimos en el párrafo
anterior; de hecho, si el Producto es consecuencia de la práctica, la teorización y la valoración,
en éstos está inmerso la o el estudiante; él es parte de este proceso y no otra persona; es
decir, si enmarcamos nuestras clases bajo estas acciones (práctica, teorización y valoración)
tenemos las mejores condiciones y posibilidades para que conjuntamente nuestros estudiantes
lleguemos a producir cosas materiales o inmateriales, lo que dependerá del tipo o naturaleza
de los contenidos. En algunas áreas será más probable concretar productos tangibles como la
construcción de artefactos u otros objetos; en cambio, en otras áreas de saberes y conocimien-
tos se concretará en la producción de textos, conceptos, categorías, teorías en términos de
pequeñas redacciones, ensayos, informes de investigación, proyectos y otros, esto de acuerdo
al nivel y año de escolaridad.
Por ejemplo, durante nuestra experiencia como maestras o maestros, cuántas veces hemos que-
dado sorprendidos al ver unos trabajos tecnológicos producidos bajo la iniciativa y creatividad
de nuestros estudiantes. Muchas y muchos de los estudiantes son capaces de hacer inventos
muy creativos en objetos como carritos, avioncitos, uso de la fuerza hidráulica en pequeñas
máquinas y otros, pero eso generalmente queda ahí nomás, sin ningún otro incentivo o pro-
moción; es que el sistema educativo no brinda mayor atención al respecto. En este sentido, la
Producción material trata de eso, de promover las capacidades y destrezas creativas de las y
los estudiantes; que desde los primeros años de escolaridad se fomenten este tipo de activi-
dades creativas, inventivas; son en estos procesos que se aplican los saberes y conocimientos.
En realidad, la producción material es también la aplicación de la producción inmaterial, como
las teorías y los saberes y conocimientos.
Desde esta perspectiva, en el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo las clásicas ex-
posiciones de fin de año no se reducen a mostrar trabajos terminados; estas exposiciones son
un espacio donde las y los estudiantes, conjuntamente sus maestras y maestros, demuestran el
proceso (productivo) de manera práctica, lo que saben hacer, lo que han aprendido en la gestión
educativa; ahí se observará la integración de la práctica, teorización y valoración. Si la o el estu-
diante ha aprendido a hacer tortas, en la exposición se mostrará el proceso, no sólo el producto
terminado; lo mismo, si se ha aprendido los principios de la hidráulica, la o el estudiante en vez
de sólo exponer el producto, estará demostrando el proceso de construcción y cómo funciona
la máquina o cualquier otro objeto de aplicación de ese conocimiento.
Criterios de evaluación
La evaluación está formulada bajo criterios cualitativos que orientan los cuantitativos; valora el
logro de los objetivos holísticos y el desarrollo de las dimensiones del ser humano en cuanto a la
práctica de valores sociocomunitarios, saberes y conocimientos, prácticas productivas innovadoras
de impacto en las transformaciones políticas, económicas y socioculturales. En la evaluación se
plantean criterios que permitan cualificar y cuantificar el desarrollo de las dimensiones y verificar
cuánto se ha logrado del objetivo formulado.
En este proceso coadyuvan también la consideración de los otros elementos, como los enfoques
del currículo (descolonizador, integral holístico, comunitario y productivo); las temáticas orien-
tadoras y los ejes articuladores, vale decir, deben valorarse en función del sentido del Modelo
Educativo Sociocomunitario Productivo.
Algunos estudiantes han aprendido sólo a repetir de memoria los contenidos, eso no es muy
productivo. Con la valoración del Saber debe promoverse espacios donde se analicen, se discu-
tan, se reflexionen los contenidos, para comprenderlos; en este proceso no debe descuidarse
abordar siempre desde la realidad, la vivencia, desde la vida misma, valorar los saberes y conoci-
mientos al margen de la vivencia no tiene mucho sentido. Desde el Modelo Educativo se exige
conocer a partir de nuestra experiencia, y es en ese contexto que debe valorarse los saberes y
conocimientos.
Aquí será posible aplicar pruebas objetivas, pero planteadas en términos problematizadores,
relacionando lo que la o el estudiante sabe respecto de la realidad.
36
Ministerio de Educ ación
Para la valoración podemos utilizar como instrumentos el registro docente, cuadernos de anota-
ciones y otros que nos permita realizar el apoyo y seguimiento al desarrollo de esta dimensión.
La valoración del DECIDIR nos saca de la escuela, porque se trata de verificar el impacto social
del proceso educativo desarrollado, evaluar la incidencia de la educación en la comunidad; nos
lleva a cuestionarnos cómo desde la educación estamos incidiendo en las transformaciones de la
comunidad, y si éstas deben estar en sentido de generar condiciones de vida más equitativas, de
convivencia armoniosa entre los seres humanos, la naturaleza y el cosmos, de respeto a la vida.
Valorar en las y los estudiantes sobre estos aspectos resulta complejo; porque significa verificar
cómo las y los estudiantes a partir del desarrollo de sus capacidades inciden en la transformación
de su vida, la de su familia y su comunidad.
La conciencia de que su formación tendrá efectos en la sociedad puede ser un aspecto que nos
ayude a valorar el Decidir; lo mismo que las decisiones que se adopten para la aplicación de los
conocimientos en la generación de productos que beneficien a la vida y no en perjuicio o contra
de la vida; en definitiva, esta dimensión podrá valorarse sólo al término de prolongados espacios
de tiempo como al término de un semestre o fase o a la finalización de una gestión.
Resultados o productos
Estos productos son concretos en términos de objetos materiales como una silla, un artefacto,
una máquina, etc., pero también en términos no materiales como un texto, una teoría materiali-
zados a través de ensayos, proyectos, etc. Comprende también la demostración de las habilidades
y destrezas en la aplicación de los conocimientos en cuestiones materiales e intelectuales.
Finalmente, hay que indicar que en los planes y programas de estudio estos elementos curricu-
lares se encuentran formulados; éstos son una propuesta que debe ser tomada como material
de trabajo, por lo que merece ser revisado, analizado, como ya se ha trabajado como producto
de la Unidad de Formación N° 3. Estas propuestas en los programas de estudio deben ser ade-
cuadas o contextualizadas a las diferentes características regionales y locales, de manera que
sean pertinentes en su concreción; es decir, no tenemos que repetirlas necesariamente tal como
aparecen en esos documentos curriculares, éstas deben trabajarse para mejorarlos a través de
las Comunidades de Producción y Transformación Educativa (CP-TEs).
38
Ministerio de Educ ación
Tema 2
Plan de Desarrollo Curricular
Esta es la etapa del nivel de concreción curricular en la que se planifica el proceso educativo
con la finalidad de desarrollar la formación integral y holística de los actores educativos. Para
ello se operativizan los elementos curriculares en la práctica pedagógica, tomando en cuenta las
realidades de cada contexto, con la participación de la comunidad educativa.
Una opción que se está trabajando para planificar es hacerlo por Proyectos Socioproductivos,
los cuales recuperan necesidades, problemáticas y potencialidades locales, y serán explicados en
las próximas unidades de formación. Por lo pronto y para esta planificación se toma como base
a las Temáticas Orientadoras.
En ese entendido, el plan de desarrollo curricular tendrá dos momentos; el primero, en el que
de manera participativa en cada unidad educativa planificamos comunitariamente para toda la
gestión por bimestres, y el segundo, en el que maestras y maestros por campos planificamos para
cada área lo que vamos a desarrollar en cada bimestre.
Formamos seres humanos con conciencia crítica, reflexiva y propositiva, en convivencia armónica
y equilibrada con la Madre Tierra y el Cosmos, a través de los saberes y conocimientos holísticos
de las ciencias naturales, vinculadas a las potencialidades del medio biogeosociocomunitario con
las vocaciones productivas, para preservar la vida, con la práctica de la salud comunitaria integral,
a través de una gestión sustentable de los recursos naturales.
Comunidad y sociedad
Fortalecemos la identidad cultural de los pueblos y la unidad del Estado Plurinacional investigando
la realidad histórica, las expresiones artísticas, físicas y deportivas de la diversidad cultural, a través
de prácticas descolonizadoras, de interrelación recíproca, desarrollo de las lenguas y de la intracul-
turalidad e interculturalidad, para la transformación sociopolítica, económica y tecnológica del país.
Cosmos y pensamiento
Objetivo de
Campo
CONTEXTO
Objetivo del
Bimestre
Temáticas
Orientadoras
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Ministerio de Educ ación
Objetivo de bimestre
El objetivo de bimestre está planteado en relación a los objetivos de los cuatro Campos de
Saberes y Conocimientos y la Temática Orientadora de semestre o fase, tomando en cuenta las
características del contexto para el cual se realiza la planificación.
Temáti- Objetivo
Contenidos desde las áreas de saberes y conoci-
cas orien- de bimes- Campos Áreas
mientos
tadoras tre
Diversas concepciones sobre la preservación y continui-
Recuperamos experiencias de las culturas locales y de la diversidad mediante el análisis de sus manifestaciones artísticas, formas
de organización, cosmovisiones y tecnologías, promoviendo la práctica de la complementariedad y reciprocidad, que contribuy-
dad de la vida.
Bioindicadores con relación a nuestras culturas.
Vida Tierra Ciencias
Manejo ecológico de nuestros recursos antes de la Colonia.
Territorio Naturales
Energía, cosmovisiones y cosmogonía.
Descolonización y consolidación sociocultural, económica y tecnológica de nuestros pueblos y naciones.
En este ejemplo nos referiremos al sembrado de plantas medicinales y alimenticias, lo cual cons-
tituye la primera etapa de la producción agrícola, siendo que para comprender todo el proceso
de producción pueden realizase otras planificaciones similares que se refieran a los cuidados de
las plantas en cuanto a su crecimiento, y otra con referencia a la cosecha y el tratamiento que
se debe realizar con el producto; en ese entendido, las planificaciones que se elaboren deben
plantearse de manera concreta para un tiempo prudente, que permita cumplir con el objetivo
perseguido en función del desarrollo de capacidades y cualidades de las y los estudiantes.
En esta planificación debe considerarse la explicación que pretende interpretar desde la propia
práctica educativa cómo pueden operativizarse los elementos curriculares planteados en los
programas entregados por el Ministerio de Educación para los primeros cursos de Primaria
Comunitaria Vocacional y Secundaria Comunitaria Productiva.
Datos informativos
Semestre : Primero
Año de escolaridad : Primer año de Educación Secundaria Comunitaria Productiva
PRODUCCIÓN
• Siembra de productos agrícolas que contribuyan a la alimentación
sana y saludable siguiendo los pasos anteriores.
BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA:
MARTINET, Sandra (2003). Proyectos tecnológicos en el aula, Homo Sapiens, 2da. Edición, Rosario - Santa Fe,
Argentina.
No porque en su redacción se encuentre por dimensiones deben ser interpretadas como parcela-
das; sólo por fines didácticos están presentadas de esta manera; por ello se las debe comprender
de manera integrada y así también se las debe leer. En el caso de nuestro ejemplo se prioriza la
dimensión del Hacer por las características del área.
44
Ministerio de Educ ación
Temática
Orientadora
CONTEXTO
Objetivo de
Objetivo
Desarrollo
Bimestre
Curricular
Objetivo del
Área de los
Programas de
Estudio
Como se observa en el ejemplo, se está priorizando la dimensión del Hacer –sembramos plantas
medicinales y alimenticias– ya que con esta acción se explicita que se va a trabajar la producción
agrícola e implícitamente para ello se deben tomar en cuenta todos los factores que circundan
y hacen a la producción local; esto quiere decir que si queremos sembrar en la ciudad se debe
explorar posibilidades de cómo podemos hacerlo y las formas creativas para lograrlo, ya sea en
casas con patio de cemento, departamentos u otros espacios en los que alguna vez coincidíamos
que no se podía producir alimento alguno, contribuyendo así también a la seguridad y soberanía
alimentaria y promoviendo la generación de formas creativas de siembra ecológica y de uso de
herramientas agrícolas del contexto.
costos de la producción a nivel local; para este cometido se indagará y rescatará información
necesaria y pertinente.
Contenido
Los contenidos son planteados en función del objetivo holístico formulado, tomando como base
los contenidos planteados en los programas de estudio propuestos por el Ministerio de Edu-
cación y complementados con el currículo regionalizado y las características del contexto. Para
este caso se plantean los temas relacionados a “Procesos de sembrado de plantas medicinales y
alimenticias”, caso para el cual se puede trabajar de este modo:
Orientaciones metodológicas
Para desarrollar este plan, se plantea la metodología práctica, teorización, valoración y producción
en una formación integral y holística de la siguiente manera:
Práctica
alimenticias del contexto a través de preguntas –como las que se ven en el cuadro de planifica-
ción– que se realizan a los productores comunitarios o familias de la comunidad. Seguidamente
es conveniente observar la preparación del terreno o espacio productivo, los criterios de se-
lección y preparación de semillas, el abonado, la profundidad de los surcos, las distancias entre
las semillas, formas de organización del trabajo, los roles de cada uno de los participantes y las
diversas técnicas y herramientas que se utilizan.
Luego se organiza grupos de trabajo comunitario para la parte de la experimentación, donde cada
grupo ejecuta prácticas de acuerdo a lo observado, utilizando técnicas y herramientas adecuadas,
enfatizando el cuidado ambiental y otros que creamos conveniente incorporarlos.
Teorización
Los grupos comunitarios buscan información necesaria en medios bibliográficos, internet u otros
medios primarios o secundarios de importancia para ampliar información a través de lecturas que
permitan complementar a las experiencias de las y los estudiantes y productores comunitarios
los conocimientos sobre la actividad agrícola que se acaba de desarrollar.
Valoración
Una vez concluida la práctica y la teorización del proceso de la siembra, entre todos ingresamos
a un proceso de reflexión o valoración de las actividades realizadas; por ejemplo: qué dificultades
se han podido experimentar durante el proceso de la siembra; qué aprendizajes se pudo lograr;
qué importancia tiene recuperar experiencias de los productores comunitarios o de las familias
que consumen los productos agrícolas que se pretende sembrar; qué características culturales
se ha podido evidenciar; si las técnicas y herramientas que se utilizaron fueron las más adecuadas
para ejecutar las tareas; si el espacio y los terrenos son aptos para la siembra; si en el proceso
se tuvo en cuenta el cuidado de la salud ambiental; o qué sentido tiene trabajar en comunidad o
de manera individual, entre otros.
Este proceso así reflexionado puede orientar en la toma de decisiones respecto de la viabilidad
o no del producto o resultado que se quiere concretar.
1. Agricultura urbana, se realiza la siembra en terrazas, patios, techos y otros espacios, utilizando bañadores, jardi-
neras, mangas y otros.
47
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Producción
Este componente integra la parte del preparado del espacio o terreno de siembra, los cri-
terios para la selección de la semilla, los abonos a utilizar, así como los pasos anteriores al
sembrado.
En este sentido, el proceso culmina con el sembrado de las plantas medicinales y alimenticias del
contexto, para que contribuyan a la alimentación sana y saludable de la comunidad.
Recursos materiales
Para el desarrollo de este proceso educativo se seleccionan los materiales más pertinentes y
utilizados en el lugar, cuidando de no generar gastos adicionales, sino más bien reutilizar o adecuar
los materiales que se tienen para ser aplicados de manera creativa o lo que cotidianamente se
utiliza en la comunidad.
Evaluación
Producto o resultado
Bibliografía
Se presenta como referencia a la que maestras, maestros y estudiantes pueden acudir para am-
pliar información acerca de la temática específica a desarrollar, además de incluir otras fuentes
como la red internet, revistas, periódicos u otras fuentes primarias o secundarias de importancia.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Tema 3
Estrategias Metodológicas
Por ello, el desarrollo de las estrategias metodológicas implica emprender un camino de reen-
cuentro, pues es un desafío redescubrir y emplear las capacidades y cualidades personales para el
trabajo comunitario, propiciando las disposiciones para generar decisiones legítimas y sustentables
al estar fundadas en la complementariedad y el consenso. Esto implica consecuentemente asumir
un compromiso consciente y voluntario de construir y producir transformando.
De este modo, se pueden trabajar diversas estrategias que dinamicen el desarrollo de las áreas,
constituyéndose en medios que faciliten el proceso educativo; sin embargo, es primordial
tomar en cuenta dos aspectos importantes que deben estar presentes en el desarrollo de las
estrategias; por un lado, la integración de tecnologías de información y comunicación y, por
otro, lo lúdico.
Las tecnologías de información y comunicación no deben ser vistas simplemente como medios
investigativos, sino que fundamentalmente deben ser empleadas para apoyar la consolidación de
aprendizajes; por ello es necesario el asumir criterios pertinentes. Por ejemplo, la internet, las
bibliotecas virtuales y los medios educativos de multimedia pueden aprovecharse para profun-
dizar los conocimientos, visualizando imágenes, experiencias científicas, investigando biografías,
relacionando diversos hechos de la realidad a situaciones políticas, filosóficas, históricas, cien-
tíficas, tecnológicas del país y del mundo. De igual forma, a partir de los recursos audiovisuales
pueden efectuarse y generarse debates y discusiones para analizar de manera crítico-reflexiva
una determinada experiencia o conocimiento.
Lo lúdico
El diseño y la ejecución de actividades lúdicas, para aplicarlas durante el proceso de aprendizaje
y la producción de conocimientos, contribuye a la dinamización del proceso educativo. Lo lúdico
se constituye en un medio fundamental que puede aplicarse para todas las edades y en diferentes
contextos, tomando en cuenta que la motivación no está reñida con la buena organización.
Lo lúdico forma parte del proceso como medio interrelacionador del ser humano a través de
actividades que van más allá del estudio y el razonamiento, pues relacionan la imaginación con la
realidad y trascienden las actividades netamente educativas hacia la vida real.
Partir de la experiencia tiene como finalidad buscar que nos reconozcamos como sujetos que
aprendemos y enseñamos a través de las experiencias para transformar; tales experiencias son
valoradas y pueden ser aprovechadas en el proceso educativo. Así, el proceso educativo debe
iniciarse con situaciones, cuestionamientos o interpelaciones fundamentalmente relacionadas
con la experiencia de vida.
En este sentido, la teoría ya no es considerada como punto de partida para entender la realidad;
ahora se propone que la teoría deba ser problematizada en función de la vivencia, experiencia
y problemáticas de las y los estudiantes, las y los maestros y la comunidad educativa, quienes a
partir de su experiencia encuentran nuevos sentidos a los contenidos teóricos, elemento que
les permite ampliar su visión crítica de la realidad, además de cuestionar la lógica de las discipli-
nas o áreas de conocimientos separados, para tener una comprensión integral y holística de la
realidad y las problemáticas.
El círculo de reflexión
De esta propuesta metodológica se espera que los sujetos tengan una primera (y luego continua)
identificación de problemáticas en diferentes niveles y ámbitos de la vida, para que a partir de
ello puedan generar una reflexión que les permita actuar y asumir una actitud frente a ellas, es
decir, actitud de reaprender y a producir conocimiento no como verdad.
52
Ministerio de Educ ación
Este medio técnico es posible realizarlo a partir de “preguntas”1 que liberen la “experiencia” (vivencia
o autobiografía) de los y las estudiantes, maestras y maestros que participan en un proceso educa-
tivo. Las preguntas son relevantes cuando generan un aprendizaje comunitario. Estas experiencias
son narradas de manera oral o escrita de ambos sujetos, en el marco de una historia de vida. Este
proceso es altamente implicativo en el sentido de que uno mismo se descubre y reconoce como
portador de una experiencia y una historia, que es reflejada y compartida también por las y los
otros sujetos. A través de las preguntas se pretende construir problemas de la realidad concreta,
es la pregunta que tensiona al sujeto y su subjetividad devolviéndole a los que participan del mismo
su palabra y su historicidad, lo que implica realidad, memoria, presente y futuro; potencialidad, en
tanto amplía ángulos de mirada de lo que se asume y se cree (Quintar, pp. 8).
Uno de los aspectos centrales en los círculos de reflexión es la colocación simbólica e histórica
del sujeto que habla. En este sentido, el que narra dice del lugar del que habla, un lugar anónimo
que desconoce de lo que habla. Sin embargo, la clave no está en la narración, sino en el modo
de contar lo que se desea compartir. La narración de la propia historia de vida, que genera un
proceso de construcción de conocimiento sociohistórico y cultural. Por ello, genera la necesidad
de otra forma de razonamiento al instituido en el sistema educativo, nos sitúa en una exigencia de
razonamiento articulado y armónico, misma que se constituye en un elemento para interponer
la experiencia real con la teoría.
Por ello, la historia de los sujetos es una herramienta didáctica que coloca al sujeto en la exigencia
epistémica de reflexionar desde su historia de vida, la cual se objetiva en una narración que da
cuenta del desafío de leer y sistematizar el conocimiento de la realidad a partir del análisis del
presente en perspectiva histórica.
1. La pregunta problematizadora que surge en los círculos de reflexión es una pregunta intencionada orientada al
sujeto y su potencialidad para construir problemas de la realidad concreta. (Quintar, 2009: 126)
2 En el caso de los maestros, la recuperación de la experiencia a través del círculo de reflexión debe contener tres
anillos concéntricos importantes, vale decir que como nuestra herramienta está orientada a la transformación de la
práctica docente, la experiencia debe partir de la realidad del profesor. En este sentido, son tres los ámbitos de ex-
periencia que nos interesa desarrollar:
La vocación. Cada uno de los círculos de reflexión debe en principio reflexionar sobre el ámbito de la vocación, es
decir, reflexionar y conectarse con la realidad reflexionando sobre la vocación, o no, que cada uno ha encontrado en
sí mismo, de cómo se decidió a ser docente y cómo se inclinó o no se inclinó a esta actividad.
La formación. En este nivel se trata de que las preguntas del círculo de reflexión giren en función a las experiencias
de formación, al tipo de formación que recibieron, qué experiencias tuvieron, de qué manera éstas fueron recogidas
o no por los profesores o profesoras.
La práctica de aula. Aquí queremos entender las experiencias desde las prácticas que ya los profesores y profesoras
tiene en ejercicio, y de esta manera conectar todo el conjunto de experiencias y de prácticas entre profesores con sus
actividades de aula buscando transformarla de alguna manera.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
El siguiente cuadro visualiza este recorrido necesario que sugiere esta estrategia.
A A A A
1 4
1 2 3
D 4 2 B D 1 3 B D 2 4 B D B
3 4 1
2 3
C C C C
A través de la organización de un círculo mayor entre los actores del proceso educativo, se realiza
una exposición en grupo grande, instancia en la que se expresan aspectos que pudieron haberles
llamado la atención, como los relatos o narrativa obtenida en el proceso. Con ello se pretende
generar un reconocimiento de que las experiencias de los otros también son compartidas por
cada uno de los participantes de esta actividad, ya sea como anécdota o como algo común; esto
implicará aprender de las experiencias colectivas y personales. Finalmente, el proceso focalizaría en
54
Ministerio de Educ ación
la identificación de problemáticas comunes3, las que impulsarían a tomar conciencia de que nuestras
experiencias no son particulares en sí mismas, sino que son compartidas con los otros sujetos.
Las cosas comunes, anécdotas, lo sobresaliente de la experiencia del ser estudiante, maestra o
maestro muestra que también es una experiencia colectiva, lo que orientaría a generar procesos
educativos diferentes desde esas problemáticas identificadas.
Este proceso podría tener alcances mayores, permitiría aprender a escuchar al otro, aprender
a expresar o hablar sobre nuestras experiencias, generar un espíritu de apertura a otros seres
humanos. Por consecuencia, permitiría generar un tejido comunitario con sujetos fiables referido
a la realidad del contexto, que luego se traduciría en una convivencia participativa y de respon-
sabilidad colectiva.
Para impedir que esta estrategia metodológica tan valiosa caiga a los ámbitos sólo existenciales,
se plantea articularlos a aspectos concretos, como ser la transformación en el trabajo de aula,
que implicaría abordar el ámbito de la relación del aprendizaje con la de producción de cono-
cimientos, la relación maestra/o-estudiante, entre otros. Estos niveles necesariamente deberían
estar relacionados con lo dialógico, la escucha, y con la interculturalidad como práctica.
Esta estrategia metodológica puede ser utilizada en diferentes ámbitos del aprendizaje.
En este entendido, para el desarrollo de estas estrategias se deben considerar los siguientes
criterios:
• Generar condiciones para el fortalecimiento de las identidades y los sentidos de vida basadas
en valores sociocomunitarios.
• Establecer una convivencia armónica, equilibrada, solidaria y complementaria dentro de la
comunidad.
• Establecer una convivencia en el marco de una relación con respeto mutuo; por ello, no hay su-
premacía de las partes puesto que cumplen un papel de constructores del entorno y del mundo.
• Trabajar saberes y conocimientos que promueven la convivencia en comunidad.
• Promover el reconocimiento de la otra y el otro diferente en nosotras y nosotros mismos.
3. La pregunta problematizadora que surge en los círculos de reflexión es una pregunta intencionada orientada al
sujeto y su potencialidad para construir problemas de la realidad concreta; es la pregunta que tensa al sujeto y su
subjetividad, a la vez que transmuta al grupo en Círculo” (Quintar, 2009: 126).
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Existen varias opciones para desarrollar la estrategia planteada. En este documento nos vamos a
referir a dos que consideramos son relevantes y que se enmarcan dentro de la concepción del
modelo educativo actual: las Comunidades de Producción - Transformación Educativa (CP-TE)
y la reconfiguración del aula.
Como se advertirá en los párrafos posteriores, las CP-TE constituyen una estrategia de interac-
ción comunitaria creada por el PROFOCOM para generar con maestras y maestros procesos de
autoformación y de producción de conocimiento; sin embargo, se espera que con una pertinente
adecuación pueda ser trabajada con las y los estudiantes.
Las CP-TE son espacios que permiten a las y los maestros aprender comunitariamente a partir
de su propia experiencia y su práctica educativa. Asimismo, son espacios donde se analizan todas
las acciones que se están llevando a cabo en los procesos educativos, se identifican las dificultades
presentes en la aplicación y se plantean posibles soluciones. Se espera que progresivamente las
CP-TE generen espacios más autónomos en su funcionamiento.
Se espera que para el logro de estos propósitos se vayan constituyendo en aspectos centrales de
los procesos educativos la creación de una cultura de autoformación en comunidad; la generación
de una comunidad de estudio permanente de apoyo mutuo; el compromiso de transformar la
práctica educativa aprendiendo unos de otros; la generación de complementariedad en diferen-
tes niveles para comprender y desarrollar las propuestas transformadoras en la clase/taller; la
recreación de las formas de planificación en diferentes niveles y la valoración de manera continua
de la transformación de la práctica y producción educativa.
Cada Unidad Educativa conforma una CP-TE, es decir, las y los maestros y el director y directora
son parte de esta comunidad. Las y los directores son actores importantes para dinamizar y
motivar a las CP-TE; asimismo, son quienes realizarán los procesos de seguimiento, monitoreo y
acompañamiento a los procesos desarrollados por las maestras y maestros. Asimismo, tendrán
el rol de apoyar técnicamente, pedagógicamente y en la gestión en todo el proceso educativo.
Las actividades generales que desarrollan las CP-TE en la Unidad Educativa y en la comunidad se
focalizan principalmente e inicialmente en la organización de las y los maestros para conformar
4. Nos referimos a la experiencia que estamos desarrollando en el PROFOCOM, en el proceso formativo de maes-
tras y maestros, la cual también debe ser adecuada y ajustada en el trabajo con los y las estudiantes.
56
Ministerio de Educ ación
la CP-TE de su Unidad Educativa. Esta primera actividad requiere de una profunda participación
de todas las maestras y maestros para posteriormente elaborar un plan general de trabajo,
estableciendo reuniones periódicas en las cuales establecerán roles y rotatividad de los roles,
una agenda temática, definirán espacios y tiempos para reflexionar y analizar problemáticas en
cuanto a la práctica educativa y sus propuestas de transformación, incluida la definición del tipo
de trabajo a realizarse sobre la mejora de la gestión de trabajo de la Unidad Educativa y de aula,
y establecer un cronograma de actividades o de trabajos con la comunidad.
El plan también debe abarcar un proceso de planificación de carácter comunitario para el desa-
rrollo curricular considerando los objetivos holísticos de los planes y programas, orientaciones
metodológicas, estrategias, recursos y materiales educativos. Asimismo, el plan contendrá acti-
vidades relacionadas con los momentos a evaluarse en el proceso y dinámica que desarrolló
la CP-TE. Es importante, para ello, considerar que al interior de cada CP-TE las y los maestros
y la o el director realizarán actividades de evaluación sobre sus prácticas, proceso para el cual
se sugiere considerar los siguientes aspectos: logro de los objetivos, actividades realizadas, los
aspectos trabajados de manera comunitaria, cambios percibidos en la práctica, los aspectos que
deben ser potenciados, los saberes, conocimientos, valores y prácticas que se han aprendido de
la comunidad, las prácticas que deben ser potenciadas, los aspectos que deben ser mejorados a
futuro y los compromisos futuros para mejorar el funcionamiento de la CP-TE.
Es necesario considerar que para iniciar sus actividades, una CP-TE requiere contar con una agenda de
acuerdo a necesidades emergentes de la Unidad de Formación, que surgen de la aplicación de lo apren-
dido en los procesos educativos. Cabe recalcar que el funcionamiento de una CP-TE no sólo se dará en
el marco de esta formación con el PROFOCOM, sino que tendrá funcionalidad mucho más allá de ella.
Por otra parte, es importante que la CP-TE produzca un proceso de retroalimentación colectiva,
para lo cual es necesario que se dé prioridad al intercambio de experiencias sobre la aplicación
de la propuesta o estrategias específicas, resolver dificultades relacionadas con casos concretos
reales vividos en la práctica de lo aprendido en los talleres, y producir materiales para las y los
estudiantes o cualquier otra actividad que resuelva dudas y necesidades de aplicación.
Las reuniones de las CP-TE deben realizarse cuántas veces sean necesarias para cumplir con las
actividades propuestas en cada una de las unidades de formación y la agenda o para otras que
la CP-TE considere importantes. La duración de una reunión de interaprendizajes es variable,
pudiendo ser de 2 a 4 horas o prolongarse si el equipo lo considera conveniente.
Uno de los primeros pasos que se deben asumir para promover un nuevo relacionamiento en comuni-
dad es reconfigurar el espacio inmediato en el que trabajamos las y los actores del proceso educativo;
57
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
por ello, y tomando en cuenta los criterios para desarrollar este tipo de estrategia, podemos reorganizar
la disposición de estudiantes, maestras y maestros de manera que todas y todos podamos sentirnos,
mirarnos y escucharnos horizontalmente para desarrollar aprendizajes y producir conocimientos.
La reconfiguración del aula es central en los procesos educativos. En esta propuesta se sugiere
a maestras y maestros puedan considerar los criterios de circularidad (…), horizontalidad (se
trabaje los procesos educativos cara a cara), rotatividad (movilidad de los estudiantes) y com-
plementariedad (para romper las diferencias en cuanto a los saberes y conocimientos que una
o uno individualmente posee).
Estos criterios permitirán que el proceso educativo sea llevado a cabo de manera convivencial y
relacional entre estudiantes, maestras y maestros y la comunidad. Orientará hacia el desarrollo
de la experiencia participativa, donde cada una o uno sea escuchado y valorado. El sentido de
reconfigurar el espacio implica el despliegue de la comunidad a través de la apertura al diálogo,
la escucha, la recuperación de la voz y la expresión.
Aplicar estrategias que promuevan la creatividad, la expresión (oral, artística, plástica) y de pro-
ducción, hacerlo en el momento preciso, captar los intereses y orientar aspiraciones en el trabajo
creativo, innovador y productivo de las y los estudiantes es una de las tareas más inmediatas e
importantes de maestras y maestros.
El aprendizaje pasivo, repetitivo y monótono del conocimiento es rehuido; por ello, estudiantes,
maestras y maestros debemos ser parte del proceso educativo y determinar entre todas y to-
dos puntos de vista, reflexiones y necesidades; con ello podremos encontrar nuevas formas de
desarrollar actitudes creativas, expresivas y productivas que permitan ver el todo antes que sólo
las partes, promoviendo el sentir, crear, recrear, comunicar, plasmar y respetar en el marco del
despliegue de capacidades y de los valores sociocomunitarios.
58
Ministerio de Educ ación
De este modo, tendremos que hacer un análisis profundo respecto sobre cómo podremos mejorar
los procesos educativos con el fin de lograr aprendizajes productivos. Así, es necesario repensar
en las estrategias que utilizamos y que, aunque parezcan innovadoras, siguen orientadas hacia lo
tradicional., En ese entendido, tendremos que planificar, por ejemplo, olimpiadas de ortografía o de
matemática que no tengan a las y los estudiantes sentados frente a una hoja, sino que los movilice
y con esta estrategia aprendan jugando de los propios y ajenos errores o virtudes en el proceso.
Por esta razón, se tendrá que seguir realizando olimpiadas, festivales, ferias, concursos y otros,
pero no con el sentido sólo reproductor sino más bien del despliegue de la creatividad, la ex-
presión y la producción.
Lectura Complementaria
Cuarta carta
Paulo Freire, Cartas a quien pretende enseñar, 2008
Me gustaría dejar bien claro que las cualidades de las que voy a hablar y que me parecen indis-
pensables para las educadoras y para los educadores progresistas son predicados que se van
generando con la práctica. Más aún, son generados de manera coherente con la opción política
de naturaleza crítica del educador. Por esto mismo, las cualidades de las que hablaré no son algo
con lo que nacemos o que encarnamos por decreto o recibimos de regalo. Por otro lado, al
ser alineadas en este texto no quiero atribuirles ningún juicio de valor por el orden en el que
aparecen. Todas ellas son necesarias para la práctica educativa progresista.
Comenzaré por la humildad, que de ningún modo significa falta de respeto hacia nosotros mis-
mos, ánimo acomodaticio o cobardía. Al contrario, la humildad exige valentía, confianza en no-
sotros mismos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
La humildad nos ayuda a reconocer esta sentencia obvia: nadie lo sabe todo, nadie lo ignora
todo. Todos sabemos algo, todos ignoramos algo. Sin humildad, difícilmente escucharemos a al-
guien al que consideramos demasiado alejado de nuestro nivel de competencia. Pero la humildad
que nos hace escuchar a aquel considerado como menos competente que nosotros no es un
acto de condescendencia de nuestra parte a o un comportamiento de quien paga una promesa
hecha con fervor: “Prometo a Santa Lucía que si el problema de mis ojos no es algo serio voy a
escuchar con atención a los rudos e ignorantes padres de mis alumnos”. No, no se trata de eso.
Escuchar con atención a quien nos busca, sin importar su nivel intelectual, es un deber humano
a un gusto democrático nada elitista.
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
La arrogancia del “¿sabe con quién está hablando?”, la soberbia del sabelotodo incontenido
en el gusto de hacer conocido y reconocido su saber, todo esto no tiene nada que ver con la
mansedumbre, ni con la apatía del humilde. Es que la humildad no florece en la inseguridad de las
personas sino en la seguridad insegura de los cautos. Por eso es que una de las expresiones de
la humildad es la seguridad insegura. La certeza incierta y no la certeza demasiado segura de sí
misma. La postura del auditorio, en cambio, es sectaria. La suya es la única verdad que necesaria-
mente debe ser impuesta a los demás. Es en su verdad donde radica la salvación de los demás. Su
saber es “iluminador” de la “oscuridad” o de la ignorancia de los otros, que por lo mismo deben
estar sometidos al saber y a la arrogancia del autoritario o de la autoritaria.
Ahora retomo el análisis del autoritarismo, no importa si de los padres o de las madres, si de
los maestros o de las maestras.
Autoritarismo frente al cual podremos esperar de los hijos o de los alumnos posiciones a veces
rebeldes, refractarias a cualquier límite como disciplina o autoridad, pero a veces también apa-
tía, obediencia exagerada, anuencia sin crítica o resistencia al discurso autoritario, renuncia a sí
mismo, miedo a la libertad.
Al decir que del autoritarismo se pueden esperar varios tipos de reacciones entendiendo que
en el dominio de lo humano, por suerte, las cosas no se dan mecánicamente. De esta manera
es posible que ciertos niños sobrevivan casi ilesos al rigor del arbitrio, lo que no nos autoriza
a manejar esa posibilidad y a no esforzarnos por ser menos autoritarios, si no en nombre del
sueño democrático por lo menos en nombre del respeto al ser en formación de nuestros hijos
e hijas, de nuestros alumnos y alumnas.
Pero es preciso sumar otra cualidad a la humildad con que la maestra actúa y se relaciona con sus
alumnos, y esta cualidad es la amorosidad sin la cual su trabajo pierde el significado. Y amorosidad
no sólo para los alumnos sino para el propio proceso de enseñar. Debo confesar, sin ninguna duda,
que no creo que sin una especie de “amor armado”, como diría el poeta Tiago de Melo, la educado-
ra o el educador pueden sobrevivir a las negatividades de su quehacer. Las injusticias, la indiferencia
del público, expresadas en la desvergüenza de los salarios, en el arbitrio con que son castigadas
las maestras y no tías que se rebelan y participan en manifestaciones de protesta a través de su
sindicato –pero a pesar de esto continúan entregándose a su trabajo con los alumnos–.
Sin embargo, es preciso que ese amor sea en realidad un “amor armado”, un amor luchador
de quien se afirma en el derecho o en el deber de tener el derecho de luchar, de denunciar, de
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Ministerio de Educ ación
anunciar. Es ésta la forma de amar indispensable para el educador progresista y que es preciso
que todos nosotros aprendamos y vivamos.
Pero sucede que la amorosidad de la que hablo, el sueño por el que peleo y para cuya realiza-
ción me preparo permanentemente, exigen que yo invente en mí, en mi experiencia social, otra
cualidad: la valentía de luchar al lado de la valentía de amar.
La valentía como virtud no es algo que se encuentre fuera de mí mismo. Como superación de
mi miedo, ella lo implica.
En primer lugar, cuando hablamos del miedo debemos estar absolutamente seguros de que esta-
mos hablando sobre algo muy concreto. Es decir que el miedo no es una abstracción. En segun-
do lugar, creo que debemos saber que estamos hablando de una cosa muy normal. Otro punto
que me viene a la mente es que, cuando pensamos en el miedo, llegamos a reflexionar sobre la
necesidad de ser muy claros respecto a nuestras opciones, lo cual exige ciertos procedimientos
y prácticas concretas que son las propias experiencias que provocan el miedo.
A medida que tengo más y más claridad sobre mi opción, sobre mis sueños que son sustantiva-
mente políticos y adjetivamente pedagógicos, en la medida en que reconozco que como educa-
dor soy un político, también entiendo mejor las razones por las cuales tengo miedo y percibo
cuánto tenemos aún por andar para mejorar nuestra democracia. Es que al poner en práctica
un tipo de educación que provoca de manera crítica la conciencia del educando, necesariamente
trabajamos contra algunos mitos que nos deforman. Al cuestionar esos mitos también enfrenta-
mos al poder dominante, puesto que ellos son expresiones de ese poder, de su ideología.
Cuando comenzamos a ser asaltados por miedos concretos, tales como el miedo a perder el empleo
o a no alcanzar cierta promoción, sentimos la necesidad de poner ciertos límites a nuestro miedo.
Antes que nada reconocemos que sentir miedo es manifestación de que estamos vivos. No tengo
que esconder mis temores. Pero lo que no puedo permitir es que mi miedo me paralice. Si estoy se-
guro de mi sueño político, debo continuar mi lucha con táctica que disminuya el riesgo que corro. Por
eso es tan importante gobernar mi miedo, educar mi miedo, de donde nace finalmente mi valentía.
Por eso es que no puedo, por un lado, negar mi miedo y, por el otro, abandonarme a él, sino que pre-
ciso controlarlo, y es en el ejercicio de esta práctica donde se va construyendo mi valentía necesaria.
Es por esta razón que hay miedo sin valentía, que es el miedo que nos avasalla, que nos paraliza,
pero que no hay valentía sin miedo, que es el miedo que (hablando) de nosotros como gente, va
siendo limitado, sometido y controlado.
Otra virtud es la tolerancia. Sin ella es imposible realizar un trabajo pedagógico serio, sin ella es inviable
una experiencia democrática auténtica; sin ella, la práctica educativa progresista se desdice. La tolerancia,
sin embargo, no es una posición irresponsable de quien juega el juego del “hagamos de cuenta”.
En un primer momento parece que hablar de tolerancia es casi como hablar de favor. Es como si
ser tolerante fuese una forma cortés, delicada, de aceptar o tolerar la presencia no muy deseada
de mi contrario. Una manera civilizada de consentir en convivencia que de hecho me repugna.
Eso es hipocresía, no tolerancia. Y la hipocresía es un defecto, un desvalor. La tolerancia es una
virtud. Por eso mismo si la vivo, debo vivirla como algo que asumo. Como algo que me hace co-
herente como ser histórico, inconcluso, que estoy siendo en una primera instancia, y en segundo
lugar, con mi opción político-democrática. No veo cómo podremos ser democráticos sin expe-
rimentar, como principio fundamental, la tolerancia y la convivencia con lo que nos es diferente.
Decisión es ruptura no siempre fácil de ser vivida. Pero no es posible existir sin romper, por más
difícil que nos resulte romper. Una de las deficiencias de una educadora es la incapacidad de de-
cidir. Su indecisión, que los educandos interpretan como debilidad moral o como incompetencia
profesional. La educadora democrática, sólo por ser democrática, no puede anularse; al contra-
rio, si no puede asumir sola la vida de su clase tampoco puede, en nombre de la democracia,
huir de su responsabilidad de tomar decisiones. Lo que no puede hacer es ser arbitraria en las
decisiones que toma. El testimonio de asumir su deber como autoridad, dejándose caer en la
licencia, es sin duda más funesto que el de extrapolar los límites de su autoridad.
Hay muchas ocasiones en las que el buen ejemplo pedagógico, en la dirección de la democracia,
es tomar la decisión junto con los alumnos después de analizar el problema. En otros mo-
62
Ministerio de Educ ación
mentos en los que la decisión a tomar debe ser la esfera de la educadora, no hay por qué no
asumirla, no hay razón para omitirla.
La indecisión delata falta de seguridad, una cualidad indispensable a quien sea que tenga la res-
ponsabilidad del gobierno, no importa si de una clase, de una familia, de una institución, de una
empresa o del Estado.
Por su parte, la seguridad requiere competencia científica, claridad política e integridad ética. No
puedo estar seguro de lo que hago si no sé cómo fundamentar científicamente mi acción o si no
tengo por lo menos algunas ideas de lo que hago, de por qué o de quién, en contra de qué o de
quién hago lo que estoy haciendo o haré. Si esto no me conmueve para nada, si lo que hago hie-
re la dignidad de las personas con las que trabajo, si las expongo a situaciones bochornosas que
puede y debo evitar, mi insensibilidad ética, mi cinismo me contraindican para encarnar la tarea del
educador, tarea que exige una forma críticamente disciplinada de actuar con la que la educadora
desafía a sus educandos. Forma disciplinada que tiene que ver, por un lado, con la competencia que
la maestra va revelando a sus alumnos, discreta y humildemente, sin alharacas arrogantes, y por
otro lado con el equilibrio con el que la educadora ejerce su autoridad-segura, lúcida, determinada.
Nada de eso, sin embargo, puede concretarse si a la educadora le falta el gusto por la búsqueda
permanente de la justicia. Nadie puede prohibirle que le guste más un alumno que otro por x
razones. Es un derecho que tiene. Lo que ella no puede es omitir el derecho de los otros a favor
de su preferido.
Existe otra cualidad fundamental que no puede faltarle a la educadora progresista y que exige
de ella la sabiduría con la que debe entregarse a la experiencia de vivir la tensión entre la pa-
ciencia y la impaciencia. Ni la paciencia por sí sola ni la impaciencia solitaria. La paciencia por sí
sola puede llevar a la educadora a posiciones de acomodación, de espontaneísmo, con lo que
niega su sueño democrático. La paciencia desacompañada puede conducir a la inmovilidad, a la
inacción. La impaciencia por sí sola, por otro lado, puede llevar a la maestra a un activismo ciego,
a la acción por sí misma, a la práctica en que no se respetan las relaciones necesarias entre la
táctica y la estrategia. La paciencia aislada tiende a obstaculizar la consecución de los objetivos
de la práctica haciéndola “tierna”, “blanda” e inoperante. En la impaciencia aislada, amenazamos
el éxito de la práctica que se pierde en la arrogancia de quien se juzga dueño de la historia. La
paciencia sola se agota en el puro blablá; la impaciencia a solas, en el activismo irresponsable.
La virtud no está, pues, en ninguna de ellas sin la otra sino en vivir la permanente tensión entre
ellas. Está en vivir y actuar impacientemente paciente, sin que jamás se dé la una aislada de la otra.
Junto con esa forma de ser y de actuar equilibrada, armoniosa, se impone otra cualidad que
vengo llamando parsimonia verbal. La parsimonia verbal está implicada en el acto de asumir la
tensión entre paciencia e impaciencia. Quien vive la impaciente paciencia difícilmente pierde,
salvo casos excepcionales, el control de lo que habla, raramente extrapolada con los límites del
discurso ponderado pero enérgico. Quien vive con preponderancia la paciencia, apenas ahoga
su legítima rabia, que expresa en un discurso flojo y acomodado. Quien por el contrario es sólo
impaciencia tiende a la exacerbación en su discurso. El discurso del paciente siempre es bien
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Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
comportado, mientras que el discurso del impaciente en general va más allá de lo que la realidad
misma soportaría.
Ambos discursos, tanto el muy controlado como el carente de toda disciplina, contribuyen a la
preservación del statu quo. El primero por estar mucho más acá de la realidad; el segundo por
ir más allá del límite de lo soportable.
El discurso y la práctica benevolentes del que es sólo paciente en la clase hacen pensar a los
educandos que todo o casi todo es posible. Existe una paciencia casi inagotable en el aire. El dis-
curso nervioso, arrogante, incontrolado, irrealista, sin límite, está empapado de inconsecuencia,
de irresponsabilidad.
Existen además los que son excesivamente equilibrados en sus discursos, pero de vez en cuando
se desequilibran. De la pura paciencia incontenida, creando en los demás un clima de inseguridad
con resultados indiscutiblemente pésimos.
Existe un sin número de madres y padres que se comportan así. De una licencia en la que el
habla y la acción son coherentes pasan, al día siguiente, a un universo de desatino y órdenes au-
toritarias que dejan a sus hijos e hijas estupefactos, pero principalmente inseguros. La ondulación
del comportamiento de los padres limita en los hijos el equilibrio emocional que precisan para
crecer. Amar no es suficiente, precisamos saber amar.
Me parece importante, reconociendo que las reflexiones sobre las cualidades son incompletas,
discutir un poco sobre la alegría de vivir, como una virtud fundamental para la práctica educativa
democrática.
Es dándome por completo a la vida y no a la muerte –lo que ciertamente no significa, por un
lado, negar la muerte, ni por el otro mitificar la vida– cómo me entrego, con libertad, a la alegría
de vivir.Y es mi entrega a la alegría de vivir, sin esconder la existencia de razones para la tristeza
en esta vida, lo que me prepara para estimular y luchar por la alegría en la escuela.
Realmente, la solución más fácil para enfrentar los obstáculos, la falta de respeto del poder pú-
blico, el arbitrio de la autoridad antidemocrática es la acomodación fatalista en la que muchos
de nosotros nos instalamos.
64
Ministerio de Educ ación
“¿Qué puedo hacer, si siempre ha sido así? Me llamen maestra o me llamen tía continúo siendo
mal pagada, desconsiderada, desentendida. Pues que así sea”. Ésta es en realidad la posición más
cómoda, pero también es la posición de quien renuncia al conflicto sin el cual negamos la digni-
dad de la vida. No hay vida ni existencia humana sin pelea ni conflicto. El conflicto1 hace nacer
nuestra conciencia. Negarlo es desconocer los mínimos pormenores de la experiencia vital y
social. Huir de él es ayudar a la preservación de statu quo.
Por eso no veo otra salida que no sea la de la unidad en la diversidad de intereses no antagóni-
cos de los educadores y de las educadoras en defensa de sus derechos. Derechos de su libertad
docente, derecho a hablar, derecho a mejores condiciones de trabajo pedagógico, derecho a un
tiempo libre remunerado para dedicarse a su permanente capacitación, derecho a ser coheren-
te, derecho a criticar a las autoridades sin miedo de ser castigados –a lo que corresponde el
deber de responsabilizarse por la veracidad de sus críticas–, derecho a tener el deber de ser
serios, coherentes, a no mentir para sobrevivir.
Es preciso que luchemos para que estos derechos sean, más que reconocidos, respetados y en-
carnados. A veces es preciso que luchemos junto al sindicato y a veces contra él si su dirigencia
es sectaria, de derecha o de izquierda. Pero a veces también es preciso que luchemos como
administración progresista contra las rabias endemoniadas de los retrógrados, de los tradicio-
nalistas –entre los cuales algunos se juzgan progresistas– y de los neoliberales, para quienes la
historia terminó en ellos.
Bibliografía
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tituyente, Honorable Congreso Nacional. Versión ofi- munitaria Productiva, Sistema Educativo Plurinacional.
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terio de Educación, La Paz, Bolivia. Revista Interamericana de Educación de Adultos. CREFAL.
65
Medios de Enseñanza en el Aprendizaje Comunitario: PLANIFICACIÓN CURRICULAR
Firma
AUTOEVALUACIÓN DE LA CP-TE
Criterios a considerar en la autoevaluación Ponderación 35%
Coordinación del trabajo comunitario (número de reuniones, planificación, motivación, partici-
pación, responsabilidad).
Incidencia en la transformación de la práctica educativa en relación a la aplicación de la Unidad de
Formación y de la realidad de la comunidad.
Planteamiento de propuestas de las estrategias metodológicas y su aplicación para la transfor-
mación de la práctica educactiva en correspondencia a la Unidad de Formación.
PROMEDIO
Nombres y Apellidos del Representante:
Justificación:…
Firma
EVALUACIÓN DEL O LA FACILITADOR/A A LA CP-TE
Criterios a considerar en la evaluación Ponderación 35%
Coordinación del trabajo comunitario (número de reuniones, planificación, organización, moti-
vación, participación, responsabilidad).
Implementación de las estrategias metodológicas para la transformación de la práctica
educativa en correspondencia a la Unidad de Formación.
Incidencia en la transformación de la práctica educativa en relación a la aplicación de la Unidad de
Formación y de la realidad de la comunidad.
PROMEDIO
Justificación:…
Firma
AUTOEVALUACIÓN DE LA CP-TE
Criterios a considerar en la autoevaluación Ponderación 30%
Grado de participación activa en la sesión (organización, reflexiones, análisis, críticas, preguntas y
debates generados).
Propuestas e innovaciones concretas en la transformación de la práctica educativa en relación a la
aplicación de la Unidad de Formación y de la realidad de su comunidad.
Calidad y pertinencia de los productos presentados según las orientaciones planificadas y consen-
suadas de los contenidos de la Unidad de Formación.
PROMEDIO
Nombres y Apellidos del Representante:
Justificación:…
Firma
EVALUACIÓN DEL O LA FACILITADOR/A A LA CP-TE
Criterios a considerar en la evaluación Ponderación 30%
Participación activa en la sesión (organización, reflexiones, análisis, críticas, preguntas y debates
generados).
Propuestas e innovaciones concretas en la transformación de la práctica educativa en relación a la
aplicación de la Unidad de Formación y de la realidad de su comunidad.
Pertinencia de los productos presentados según las orientaciones planificadas y consensuadas de
los contenidos de la Unidad de Formación.
PROMEDIO
Justificación:…
C U E ST I O N A R I O
16
práctica educativa y consolidar los contenidos.
“Juntos Implementamos el Currículo e Impulsamos la Revolución Educativa”