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Módulo 2: GRADOS O NIVELES DE LOS CONTENIDOS DEL

INCONSCIENTE
1) Contenidos inconscientes asequibles: son los más próximos
al umbral de la conciencia y pueden recordarse con facilidad.

2) Contenidos inconscientes medianamente asequibles:


son los que no están tan cerca del umbral de la conciencia y
cuesta recordarlos por más que nos concentremos, son
recuerdos de la infancia o elementos que a veces son traídos a
la conciencia por medio de alguna percepción, como por ejemplo
un olor, o la vista de algún objeto o lugar, que nos trae a la
memoria algo olvidado.

3) Contenidos inconscientes inasequibles: contenidos perdidos


en la vastedad de nuestro inconsciente. Hechos y situaciones de
nuestra historia personal, acumulados desde nuestra infancia y
a lo largo de nuestra vida, que permanecen sumergidos.
Sueños, estados de ánimo, hechos que nunca pasaron por el
nivel consciente, e incluso elementos ligados al nivel arquetípico
y que pertenecen al “inconsciente colectivo”.

El inconsciente colectivo. Podríamos llamarle sencillamente


nuestra “herencia psíquica”. Es el reservorio de nuestra
experiencia como especie; un tipo de conocimiento con el que
todos nacemos y compartimos. Aún así, nunca somos
plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una
influencia sobre todas nuestras experiencias y

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comportamientos, especialmente los emocionales; pero solo le
conocemos indirectamente, viendo estas influencias.
Para Jung, es” la tierra madre” u originaria de todos los otros
niveles de conciencia en el ser humano. Es lo que preexiste a
todo. Este campo del inconsciente no corresponde a la biografía
del sujeto, podríamos decir que es suprapersonal, Es la parte de
nuestra psiquis que es compartida por al humanidad ,es
universal, es parte de la energía del universo y en ella se
configuran los arquetipos .El inconsciente colectivo es un
depósito de sabiduría universal ,que guarda una especie de
código informático universal, donde los arquetipos, jugarían un
papel similar al código genético, en este caso estructurando el
psiquismo del ser humano.
Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del
inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia
de amor a primera vista, el deja vu (el sentimiento de haber
estado anteriormente en la misma situación) y el
reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de
algunos mitos. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la
influencia del inconsciente colectivo son las experiencias
creativas compartidas por los artistas y músicos del mundo en
todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la mística
de todas las religiones, o los paralelos de los sueños, fantasías,
mitologías, cuentos de hadas y la literatura.
Antes de entrar de lleno en la definición de esos contenidos del
inconsciente colectivo a los cuáles ya nos hemos referido
anteriormente y que llamamos arquetipos, es necesario
establecer la diferencia entre signo y símbolo

El Signo sería aquel objeto que haría referencia a otro de un


modo convencional; así, la relación entre ambos es creada
conscientemente, se aprende por experiencia y es socialmente
aceptada. El conocimiento del objeto al cual se hace referencia
es de un tipo delimitado y completo dentro de esa especificidad.

El símbolo para Jung sería un” término indeterminado o


ambiguo, que refiere a una cosa difícilmente definible, es decir,
no del todo conocido "( Jung, 1993, p. 137) constituyendo "la
expresión de una experiencia espontánea, que nos viene 'desde

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adentro', y que apunta más allá de la cosa misma a una
significación no alcanzada por un término racional" (De Castro,
1995 p.24). El símbolo da cuenta de algo experimentado como
real, pero cuya significación no es totalmente definida por los
sentidos o la conciencia.
Es una representación intuida más que conocida: “… Una
palabra o una imagen es simbólica cuando representa algo más
que su significado inmediato y obvio. Tiene un aspecto
'inconsciente' más amplio que nunca está definido con precisión o
completamente explicado, ni se puede esperar definirlo o
explicarlo "( Jung, 1984, p. 18). El símbolo se caracteriza por
presentarse con muchas variaciones, de modo tal que una
significación, experiencia o emoción que se expresa
simbólicamente en una representación determinada, en otra
ocasión podrá tomar otra forma simbólica, que puede o no ser
formalmente similar. Entonces, mientras mayor cantidad de
estas variaciones conozcamos del símbolo, mejor nos lo
podremos representar, al contrario de la formulación del signo
convencional, el cual es mejor conocido en tanto más precisa
sea la definición racional que hagamos de él.
Los arquetipos, anteriormente mencionados se valen de los
símbolos para expresarse, el símbolo es un elemento
transformador de energía, es una unidad sintética de sentido,
que abarca dos polos, uno manifiesto y otro opuesto y es
plurisignificativo. El símbolo es un mediador entre lo consciente
y lo inconsciente, es un elemento unificador de opuestos,
integrador. Siempre quedan
connotaciones por develar.
Los arquetipos serían las
"formas o imágenes de
naturaleza colectiva, que se
dan casi universalmente
como constituyentes de los
mitos y, al propio tiempo,
como productos individuales
autóctonos de origen
inconsciente" (Jung, 1955,
p.83). Jung se dio cuenta de
su existencia analizando los

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sueños, las fantasías y las producciones psicóticas de sus
pacientes, en los cuales aparecían temas que no podían tener
una explicación invocando los recuerdos conscientes y
subconscientes de la biografía individual.(Jung, 1964).
Representan para Jung la suma de posibilidades latentes de la
psique humana, un material inagotable de conocimientos
antiquísimos sobre las relaciones profundas entre Dios, el
hombre y el Cosmos. Los arquetipos son los pobladores del
inconsciente colectivo, estos contenidos son los mismos en
todas partes y en todos los individuos, ellos constituyen la
misma trama de la estructura psíquica. Los arquetipos no
serían transmisibles por la tradición, sino por la herencia, ya
que incluso las más complejas imágenes arquetípicas se
reproducen en distintas culturas sin existir tradición directa., lo
que sí se transmite por tradición es la formulación elaborada
conscientemente del mito.
El origen del arquetipo no es de naturaleza psicológica, sino
psicoide, o sea previa a lo psíquico, reposa, en cuánto a su
condición estructural, en la esfera del lo inconsciente colectivo,
como “elemento nuclear”invisible y “portador potencial” de
significación. Mediante una constelación adecuada, que puede
hallarse determinada tanto individual como colectivamente,
recibe un suplemento de energía .aumentando su carga e
iniciándose su efectividad energética. La constelación individual
resulta de la correspondiente situación de la conciencia del
sujeto individual; la colectiva, de la correspondiente a grupos
humanos. La carga del arquetipo se manifiesta por una especie
de fuerza magnética de atracción sobre la conciencia que no es
al principio reconocida. Se hace notar primeramente por una
actividad emocional indeterminada, que puede incrementarse
hasta una tempestuosa agitación psíquica. Atraída por la
mencionada carga, incide sobre el arquetipo la luz de la
conciencia; el arquetipo aparece entonces en el ámbito psíquico
propiamente dicho, siendo percibido .Al entrar el arquetipo “en
si” en contacto con la conciencia, se manifiesta en el plano
biológico “inferior” y asume la forma de “expresión pulsional” o
en el plano “superior”espiritual como imagen o idea. En este
último caso se asocia a él materia prima imaginaría y
configuración de sentido, surgiendo así el símbolo. El

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revestimiento simbólico con el que resulta visible varía y se
transforma con arreglo a las circunstancias. Tiene dos
vertientes:
- Arriba: el mundo de las ideas, de los conceptos .Lo
cultural.
- Abajo: la naturaleza, el instinto. Lo natural

El arquetipo es una especie de complejo (conjunto de), pero que


no es producto de la experiencia personal, es innato. Todo
arquetipo tiene un núcleo significativo, invariable, que
determina el tipo de manifestación: por ejemplo. el núcleo del
arquetipo “madre” pautará todas las manifestaciones de lo que
son las funciones maternas; dar vida, cuidar, proteger, nutrir,
educar etc. (en su vertiente positiva); asfixiar, matar, retener,
sobreproteger, malnutrir, etc.(en su vertiente negativa) y como
todo arquetipo es previo a toda fenomenología esto quiere decir
que el arquetipo madre, es previo a la existencia de una madre
de carne y hueso.
No es la representación que yo tengo de mi madre biológica, o
de las personas que ejercieron esas funciones conmigo, sino que
es el factor ordenador de esas representaciones, como las líneas
de fuerza de un imán, que ordena las limaduras de hierro en un
determinado sentido. Tiene una carga de intensidad energética,
muy elevada
Es la intensidad de Valor o Sentido, por eso cada vez que hacen
contacto con nuestra conciencia, de alguna manera provocan
una gran conmoción.
Todo arquetipo tiene también una alta carga de Numinosidad,
esto quiere decir que esta relacionado con lo luminoso, lo
sagrado, por eso produce un efecto de fascinación, es netamente
vivencial.

Los arquetipos en sí, no


tienen imagen, no tienen
forma, son moldes vacíos, son
inaprensibles en si mismos,
son entes abstractos,
energéticos por eso utilizan el

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símbolo para manifestarse, o actualizarse, para que nuestra
conciencia pueda captarlos. El mecanismo psíquico a través del
cual se expresa el arquetipo sería, principalmente, la
proyección: por ejemplo sería imposible no proyectar el
arquetipo “madre” sobre la madre física. “Todos los procesos
naturales convertidos en mitos […], [son] expresiones simbólicas
del íntimo e inconsciente drama del alma, cuya aprehensión se
hace posible al proyectarlo, es decir, cuando aparece reflejado en
los sucesos naturales. La proyección es hasta tal punto profunda
que fueron necesarios varios siglos de cultura para separarla en
cierta medida del objeto exterior "(Jung, 1991, p.12) …. Es
necesario diferenciar el significado del término proyección
desde el punto de vista Junguiano, del utilizado por otras
corrientes psicológicas para las cuales es considerado un
mecanismo de defensa..Entendemos por proyección el hecho de
transferir inconsciente y automáticamente un contenido
psíquico a un objeto .apareciendo entonces dicho contenido
como cualidad de este último. Todo cuanto es inconsciente en el
hombre es proyectado por él sobre un objeto situado fuera de su
Yo, por lo que el proceso de proyección corresponde a la vida
natural de la psique y, en último término a la condición
humana.

Los arquetipos son sistemas de aptitud para la acción y al


mismo tiempo, imágenes y emociones. Se heredan con la
estructura cerebral, en verdad son su aspecto psíquico no
tienen entidad propia, las experiencias personales hacen que
tenga distintos matices, se ven enriquecidos por la
decodificación que la humanidad ha hecho de los símbolos del
inconsciente colectivo en su desarrollo a través de los siglos.
Para que se forme un complejo en el inconsciente personal,
tiene que coincidir en espacio y tiempo la energía proveniente de

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los arquetipos, con la energía proveniente de la experiencia
externa, entonces, cuando un complejo se expresa, la energía
arquetípica atraviesa el psiquismo y necesariamente tiene que
pasar por alguna huella de la experiencia personal.

Jung pensaba que la tarea de cada generación es comprender


en forma diferente su contenido y sus efectos. No podemos
liberarnos legítimamente de nuestras bases arquetípicas a
menos que estemos dispuestos a pagar el precio de una
neurosis, tal como no podemos deshacernos de nuestro cuerpo
y sus órganos sin cometer suicidio .Si no podemos negar los
arquetipos o neutralizarlos de otro modo, nos vemos
enfrentados, en cada nueva etapa de diferenciación de la
conciencia a la cual aspira la civilización, a la tarea de
encontrar una nueva interpretación apropiada para esa etapa, a
fin de conectar la vida del pasado que aún existe en nosotros
con la vida del presente que amenaza con escaparse.

ARQUETIPOS Y SU RELACION EN EL PROCESO DE


INDIVIDUACION

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LA PERSONA: LA MASCARA QUE USAMOS EN EL JUEGO DE
VIVIR. Edward C. Whitmont

El término latino persona, remite a la


máscara que llevaban los antiguos actores
en los solemnes rituales del teatro clásico.
Jung emplea el término para referirse a las
expresiones de energía arquetípica
encaminada a la adaptación a una realidad
externa y a la colectividad. Representan los
papeles que desempeñamos en el teatro del
mundo; son las máscaras que llevamos en el juego de vivir en la
realidad externa. La persona constituiría el recorte de los
contenidos de la psique colectiva, confeccionado por el yo
basándose en una imagen ideal en la cual quisiera
transformarse. La persona excluye todos aquellos contenidos
que no le son completamente acordes, siendo estos reprimidos,
negados y descuidados; su origen se encontraría, en una
primera instancia, en los intentos del niño de manifestar un
comportamiento acorde a las expectativas de sus mayores y,
posteriormente, en la formación de la persona propiamente tal
como respuesta a la crisis de identidad en la adolescencia. Carl
Jung nos dice:

La persona...es aquel sistema de adaptación o aquel modo con


el cual entramos en relación con el mundo. Así, casi toda
profesión tiene una persona característica. El peligro está solo
en que se identifique uno con la persona, como por ejemplo el
profesor con su manual o el tenor con su voz... Se podrá decir
con cierta exageración: la persona es aquello que no es
propiamente de uno, sino lo que uno y la demás gente creen
que es».

C. G. Jung, Gestaltungen des Unbebussten, 1950, pág. 55

Por lo tanto es necesario que exista una diferenciación entre el


ego y la persona, ser conscientes de nosotros mismos como
individuos, independientes de las exigencias del mundo exterior.
Los disfraces que empleamos son para protegernos y aparentar,

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debemos tener en cuenta que podemos cambiarlos cuando
convenga, o despojarnos de ellos según la ocasión.”Si nuestras
ropas se adhieren a nosotros o parecen sustituir nuestra piel es
probable que acabemos enfermos” (Edward C. Whitmont)
El desarrollo de la personalidad puede verse afectado si existe
una relación inadecuada con el arquetipo de la persona, tanto
en el caso de que exista una fijación en su aspecto puramente
colectivo, o un rechazo o incapacidad para aceptar cualquier
requerimiento o norma establecido por la sociedad

LA SOMBRA: EL COMPONENTE OSCURO DE NUESTRA


PERSONALIDAD.

Cita de C. G. Jung: La Sombra

"Desafortunadamente, no cabe duda, de


que el hombre es, menos bueno de lo que él se
imagina que es, o de lo que quiere ser. Todo el
mundo carga consigo una sombra, y mientras
menos incorporada esté en la vida consciente del
individuo, es más densa y negra. Si una
inferioridad es consciente, siempre habrá una
oportunidad de corregirlo. Además, está constantemente en
contacto con otros intereses, por lo que está sujeta continuamente
a cambio y modificación. Pero si se halla reprimida y aislada de
la conciencia nunca se corregirá."

"Psicología y Religión" (1938). En CW 11: Psicología y Religión:


Este y Oeste p.131

De acuerdo a esta frase la sombra representaría lo que se


considera inferior en nuestra personalidad. La sombra se
refiere a lo que comúnmente denominamos nuestro Doble, el
Alter ego, el personaje negro, etc. Es nuestro otro yo, es aquella
parte de la personalidad que ha sido reprimida en nuestro
cuidado del yo ideal comprometido con la persona. Cuando la
sombra figura en nuestros sueños y fantasías, representa el
inconsciente personal (De Castro, 1995) Sería el “lado oscuro”
del Yo (del sí mismo. N.T.) Nuestra parte negativa por lo que la
sombra se vuelve algo relacionado con un “basurero” de

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aquellas partes de nosotros que no queremos admitir. Toda
persona posee disposiciones e impulsos que son rechazados y
reprimidos por estar en contradicción con nuestros principios
conscientes de orden moral, estético u otros.” A todo hombre
síguele una sombra y cuanto menos se halle ésta materializada
en su vida consciente, tanto más oscura y densa será” (Jung,
1955, p.121) La sombra personifica al inconsciente personal
pero también es una componente arquetípica ya que todos los
seres humanos portan consigo una sombra, un "aspecto
sombrío" que actúa mediante la proyección de contenidos del
inconsciente personal. Estas proyecciones conforman un
comportamiento arquetípico que configura a la sombra como un
fenómeno colectivo. Además la sombra, como arquetipo, se
encuentra vinculada al mal; por ello, el aspecto colectivo de la
sombra ha sido personificado en las figuras de los demonios,
brujas y brujos, Satán, Mefistófeles, faunos, etc. La sombra no
sólo consiste en tendencias moralmente desechable sino que
muestra también una serie de cualidades buenas, a saber:
instintos normales, reacciones adecuadas, percepciones fieles a
la realidad, impulsos creadores, etc.

“La sombra se comporta respecto a la conciencia como


compensadora, su influencia, pues puede ser tanto negativa
como positiva, La omisión y la supresión de la sombra, así como
la identificación del Yo con ella, puede llevar a desdoblamientos
peligrosos. Puesto que la sombra está próxima al mundo de los
instintos, es indispensable tenerla en cuenta constantemente”
Carl Jung: Recuerdos, sueños y pensamientos”

Los contenidos de la sombra están constelizados en complejos,


por lo tanto son de naturaleza emocional y autónoma, no son
controlables voluntariamente, tienen autonomía propia, mayor
potencialidad que el Yo y son reprimibles, pero no aniquilables,
no se los pude hacer desaparecer. Encontrarse con la sombra
genera resistencias, cuando proyectamos en otros lo que
consideramos un defecto, es muy difícil aceptar que es un
aspecto que esta también en nosotros.(Lic. F. Flaiszman,
Conceptos sobre la Teoría de C.G.Jung) Que la sombra se
convierta en nuestro amigo o en nuestro enemigo depende en

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gran parte de nosotros mismos, no es siempre y necesariamente
un contrincante. De hecho es exactamente igual a cualquier ser
humano con el cual tenemos que entendernos, a veces
cediendo, a veces resistiendo, a veces mostrando amor, según lo
requiera la situación. La sombra se hace hostil solo cuando es
desdeñada o mal comprendida. (M.L.von Franz. El hombre y sus
símbolos)

La sombra representa entonces un problema ético, que desafía


a la entera personalidad del Yo, pues nadie puede realizar su
sombra sin considerable dispendio de decisión moral, ya que se
trata de reconocer como efectivamente presentes los aspectos
oscuros de la personalidad., este acto es el fundamento
indispensable de todo conocimiento de sí y solo un laborioso
proceso de autoconocimiento nos puede llevar a ello.

La negación de la Sombra

La antigua ética promociona dos reacciones ante la situación


psíquica creada por el moralismo. Ambas son fatales, con
diversos alcances y efectos para el individuo.

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La más frecuente para el ser humano medio: El Yo se identifica
con los valores éticos, y pasa a confundir inmediatamente el Yo
con la Persona.1
El Yo, confundido con esa personalidad aparente, que de por sí
es un recorte de la personalidad, olvida ser poseedor de
aspectos que están en contradicción. Ha suprimido la Sombra y
no mantiene contacto con los lados oscuros de sí mismo que, al
ser experimentados de modo negativo, han sido segregados del
ámbito consciente.
Ese Yo, que se identifica con los valores éticos colectivos, tiene
la “conciencia tranquila”. Se siente el portador de la luz
consciente del conocimiento humano y de la luz moral del
mundo de los valores. El Yo se “infla”, y por tanto lo consciente
está inundado por contenidos inconscientes, que son
proyectados masivamente sin que el individuo tenga ninguna
conciencia interna.
La inflación yoica es la infundada identificación con valores
suprapersonales.
El individuo olvida su Sombra, o sea su limitación de criatura
humana y con ello, la inevitable discordancia del Yo con ciertos
valores éticos. La represión de la Sombra y la identificación con
valores colectivos son dos aspectos de un mismo proceso. La
personalidad aparente, posibilita la represión, basándose en
valores morales colectivos.
Las formas en que se manifiesta la actitud de aparente ética van
desde la auténtica ilusión de clarividencia del líder sectario, o el
profesor omnipotente, hasta la actitud de un vivir una doble
moral, la gazmoñería o la mentira hipócrita.
En ninguna época la identificación ilusoria del ser humano
occidental con los valores – que tiende un velo sobre la realidad
– ha sido mayor que en la época burguesa que está por finalizar.
Pero, al contrario de lo ocurrido en tiempos anteriores, se ha
tornado consciente, por diversos caminos, en la aparente
autocrítica del hombre moderno.
La inflación del Yo significa siempre el síntoma psicológico de
un contenido más vasto, más vigoroso y más cargado de energía
que lo consciente y determina por ello una especial obsesión
ejercida sobre la consciencia. Esta obsesión es peligrosa porque
obstruye la marcha del Yo y de la consciencia hacia una

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auténtica orientación profunda y realista. El predominio del
contenido del discurso del Yo inflado es un tono “moralista” que
lleva a la represión de los elementos reales que contradicen la
vida de ese ser humano y, por tanto es la omisión de tales
factores lo que conduce a su catástrofe psíquica.
Todo fanatismo, todo dogmatismo, toda unilateralidad lleva a la
ruina personal por obra de los elementos reprimidos,
suprimidos y omitidos.
La inflación del Yo, por su identificación con los valores
colectivos, resulta funesta; no porque los valores colectivos sean
peligrosos en sí, sino porque el individuo, limitado y negado, al
identificarse con lo suprapersonal, pierde el sentido de sus
humildes límites y se convierte en inhumano.

La identificación del individuo con lo suprapersonal es la


“cortina” tras la que esconder su verdadera vida.
Saber que somos criaturas limitadas ante la infinitud creadora,
es lo que nos permite que se haga efectiva la individualidad del
ser humano. Ante la inflación yoica esta situación fundamental
se omite y el ser humano se torna una quimera, un verdadero y
solitario espectro (Prof. Erich Neumann, Analista junguiano)

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La sombra y el cuerpo
"En realidad, el cuerpo es la sombra, el cuerpo encierra la
conmovedora historia de todas las ocasiones en las que
asfixiamos y reprimimos el flujo espontáneo de nuestra energía
vital con la desagradable consecuencia de terminar convirtiéndolo
en un objeto mortecino." (John P. Conger)

En los últimos tiempos y gracias a los grandes avances de la


ciencia médica, podemos identificar muchas más enfermedades
y sus causas. A la par este avance produjo un aumento en la
derivación a psicólogos de pacientes por parte de los médicos
por cuestiones "emocionales". Es decir, hoy en día los médicos,
luego de realizar un exhaustivo estudio de determinados
padecimientos, al no encontrar en el organismo las causas del
mismo, atribuyen la presencia de algunas dolencias al
psiquismo.

Basándonos en la idea Junguiana de la integración de la


personalidad y en el paradigma holístico en que aquella teoría
se asentó, no hay discusión que las enfermedades pueden
considerarse tanto físicas como psíquicas. El organismo es uno
e integra ambas partes, la materia y el espíritu. Pues si el
psiquismo es algo que se comunica con nosotros a través de
imágenes y palabras, ¿porqué no el cuerpo? Sí, el cuerpo

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también se expresa, y así como al mundo interno hay que
saberlo escuchar. ¿Escuchar nuestro cuerpo? Exactamente.
Podemos definir, siguiendo a la autora brasileña Sandra María
Greger Tavares, como manifestación corporal a cualquier
pensamiento, sentimiento, sensación o intuición, identificados
por el individuo como fenómenos ocurridos en la dimensión
corporal, o también cualquier marca o secuela en el cuerpo,
atribuidos por el individuo a episodios de violencia.

Carlos Amadeo Byigton (analista Junguiano brasileño) también


se refiere a la importancia del cuerpo en la formación de
símbolos. El cuerpo es depositario de los símbolos de lo
inconsciente, pero no de manera oculta, sino manifestándose
como cuerpo de dolor o síntoma. En el transcurso del trabajo
surge entonces el encuentro de un cuerpo creativo que no
necesita sentir dolor para ser cuidado.

El trabajo con el cuerpo ayuda a mantener la tensión de los


opuestos a un nivel soportable y constructivo y desarrolla la
consciencia del cuerpo. Quizás el primer promotor de la
importancia del cuerpo y su relación con el psiquismo fue
Wilhelm Reich, especialmente con su concepto de coraza
corporal. Según él, la persona acorazada se aísla de la
naturaleza y levanta todo tipo de barreras contra los impulsos
que surgen de su cuerpo. De esta manera el cuerpo se
insensibiliza, se tensa y niega las sensaciones provenientes del
interior. El objeto de la terapia para él era que el paciente
desarrollase su capacidad de entregarse plenamente a los
movimientos involuntarios y espontáneos del cuerpo, que
constituyen parte del proceso respiratorio. La coraza, decía
John Pierrakos, escinde al ser humano y separa la mente del
cuerpo, al cuerpo de las emociones, y las emociones del
espíritu.

La enfermedad debe considerarse como una mensajera con


necesidades propias, la necesidad de recibir atención, de ser
escuchada, de cuidarla y entrar en contacto con ella. Cuando
consideramos a los síntomas, debemos entender que los
mismos son una parte de Sombra que se ha materializado en el
cuerpo. Si negamos partes de nuestra Sombra estas se

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introducen en el cuerpo. Nuestro cuerpo es espejo de nuestra
alma. Y por lo tanto el síntoma se presenta somáticamente del
mismo modo que aquello que nos falta en la consciencia.

Por eso no nos extrañe que nos molesten tanto los síntomas, ya
que nos obligan a reconocer esos aspectos oscuros que no
queremos ver. El síntoma es el sucedáneo corporal de aquello
que falta en el alma. La enfermedad es el punto límite que nos
obliga a enfrentarnos a la incompletud y nos invita a prestar
atención para poder completarse, por eso la superación de las
enfermedades implica ampliar el conocimiento de nosotros
mismos y de nuestra consciencia.

EL ANIMA Y EL ANIMUS: LO FEMENINO


“EROS Y LO MASCULINO”LOGOS”

El ánima es tanto un complejo personal como


una imagen arquetípica de mujer en la psique
masculina, antes de continuar con este tema es
necesario hacer una breve referencia a lo que
Jung llamo complejo. Un complejo es un
conglomerado o constelación o red de tonalidad
afectiva, Una gran cantidad de situaciones que se agrupan en
un mismo espacio y con un tono afectivo similar y generan
movimiento energético dentro del psiquismo y Jung lo creó con
la finalidad de enunciar un grupo de ideas asociadas con
fuertes cargas emotivas a nivel inconsciente. Es incorrecto
utilizar el término sólo para referirse a conductas anómalas.

El término complejo se debe entonces a la escuela de Zurcí


(Bleuler, Jung) y quedaría definido como”Conjunto organizado
de representaciones y recuerdos dotados de intenso valor
afectivo, total o parcialmente inconscientes .Un complejo se
forma a partir de las relaciones interpersonales de la historia
infantil; puede estructurar todos los niveles psicológicos:
emociones, actitudes, conductas adaptadas”(Laplanche y
Pontalis, Diccionario de Psicoanálisis. Labor. Barcelona, 1981)
Los complejos tienen autonomía propia, son como pequeños
psiquismos independientes dentro del psiquismo total, por lo
tanto pueden invadir total o parcialmente el Yo en cualquier

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momento. (Lic.Fabián Flaiszman, Conceptos sobre la Teoría de
C.G.Jung)

Volviendo al arquetipo del ánima diremos que es un factor


inconsciente encarnado en cada niño, y es responsable del
mecanismo de proyección. Inicialmente identificada con la
madre personal, el ánima se vivencia más adelante no solo en
otras mujeres, sino como una penetrante influencia en la vida
de un hombre “el ánima es el arquetipo de la vida misma”.Se
personifica en los sueños a través de imágenes de mujeres que
van desde seductoras, hasta guías espirituales. Se asocia con el
principio de Eros, de modo que el desarrollo del ánima de un
hombre se refleja en como se relaciona con las mujeres. Dentro
de su propia psique, el ánima funciona como su alma,
influyendo en sus ideas, actitudes y emociones. El ánima se
manifiesta en el varón como estado de ánimo - “animosidad” -
específicamente positivo o negativo, como fantasía erótica, como
impulso vital, como inclinación. El ánima es complementaria a
la persona y se sitúa en una relación compensatoria con ella.

La persona, imagen ideal que tiene un hombre de cómo debería


ser él, es internamente compensada por la
debilidad femenina, y mientras el individuo
juega a ser el hombre fuerte hacia afuera, su
parte débil (su ánima) permanece oculta en
su interior .Por lo tanto, el carácter del
ánima puede deducirse del de la persona,
todas aquellas cualidades ausentes en la
actitud externa serán encontradas en el
interior. Un ejemplo que ilustra esta
concepción del ánima es la figura del tirano
atormentado por malos sueños, oscuros
presentimientos y temores internos
.Externamente despiadado, cruel e
inalcanzable, se sobrecoge internamente
ante cada sombra, está a merced de cada
estado de ánimo, como si fuese el más débil
e impresionable de los hombres. Así su ánima contiene todas
esas cualidades humanas falibles, que su persona no posee. Si

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la persona es intelectual, el ánima será sentimental. Siempre
que el ánima sea inconsciente, todo lo que representa será
proyectado sobre una persona del sexo femenino en el afuera.

Jung distinguió cuatro etapas esenciales en el desarrollo del


ánima, análogas a los niveles del culto de Eros, descritos en el
último período clásico. Las personificó como Eva, Helena, María
y Sofía

En la primera etapa, Eva el ánima representa relaciones


puramente instintivas y biológicas, es indistinguible de la madre
personal. El hombre no puede funcionar bien sin una relación
estrecha con la mujer. En la segunda etapa, puede verse a
través de la figura de Helena de Fausto; ella personifica un nivel
romántico y estético, que no obstante está caracterizado por
una imagen sexual colectiva e ideal .La tercera etapa, María,
una figura que eleva al amor (Eros) a alturas de devoción
espiritual, se manifiesta en sentimientos religiosos y en la
capacidad de mantener relaciones duraderas. En la cuarta
etapa, como Sofía (llamada Sabiduría) que transciende incluso
lo más santo, lo más puro, el ánima del hombre funciona como
guía de la vida interior, llevando a la conciencia los contenidos
del inconsciente. Coopera en la búsqueda del significado y es la
musa creativa en la vida de un artista. En general el ánima del
hombre pasa naturalmente por estas etapas a medida que
envejece.

No importa dónde se encuentre un hombre en términos de


desarrollo psicológico, siempre será propenso a ver los aspectos
de su ánima, en una mujer real. Esos aspectos pueden ser
integrados y su significado comprendido, pero su naturaleza
esencial no puede agotarse .Jung considera que si el encuentro
con la sombra es la “obra del aprendiz” en el desarrollo del
hombre, llegar a vivir en armonía con el ánima es la “obra
maestra” Lograr esta meta permite al ego liberarse de todos los
conflictos que le produce la negación de este componente
arquetípico de su psique y el hombre puede aprovechar los
aspectos positivos de su ánima y exorcizar los demonios que
pueblan su inconsciente. Esta función positiva se produce
cuando un hombre toma en serio sus sentimientos, esperanzas

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y fantasías enviadas por su ánima y las plasma en obras de
contenido estético, como la música, la escritura, la escultura, la
danza o la pintura, haciendo esto en forma continuada y por
largo tiempo, se va acercando a su proceso de individuación.
(M.L.von Franz: El hombre y sus símbolos)

De la misma manera que en la psique masculina existe este


componente femenino Anima), por el principio de los opuestos
en la psique femenina existe un componente masculino, el
Animus, al igual que el ánima en el hombre, el ánimus es tanto
un complejo personal, como una imagen arquetípica. La mujer
es compensada con un elemento masculino, y por lo tanto, su
inconsciente tiene, como quien dice, un sello masculino. Esto
resulta en una considerable diferencia psicológica entre el
hombre y la mujer, y por consiguiente, he llamado ánimus – que
significa mente o espíritu – al factor proyectivo en la mujer. El
ánimus corresponde al Logos paterno, así coma el ánima
corresponde al Eros materno. El ánimus es el depósito, por así
decirlo, de todas las experiencias ancestrales de hombre que
tiene la mujer – y no solo eso, también es un ser creador y pro-
creador, no en el sentido de la creatividad masculina, sino en
cuanto a que genera lo que podríamos llamar... la palabra
espermática. Mientras el ánima del hombre funciona como su
alma, el Animus de la mujer se parece mas a una mente
inconsciente. Se manifiesta negativamente en ideas fijas,
opiniones colectivas e inconscientes suposiciones a priori que
reclaman ser verdades absolutas. En una mujer que se
identifica con el ánimus (poseída por el ánimus), Eros
generalmente está en segundo lugar con respecto a Logos. Una
mujer poseída por el ánimus está siempre en peligro de perder
su feminidad’No importa cuan amistoso y complaciente sea el
Eros de una mujer, ninguna lógica puede estremecerla si está
dominada por el ánimus... [Un hombre] no se da cuenta que
esta situación altamente dramática llegaría instantáneamente a
un final banal y aburrido si el abandonara el campo, dejando a
esta mujer seguir la batalla (su esposa, por ejemplo, si ella
misma no es un fiero caballo de guerra). A él, rara vez o nunca
se le ocurre esta acertada idea, porque ningún hombre puede
conversar con un ánimus durante cinco minutos sin convertirse

19
en víctima de su propia ánima. Al igual que el ánima, el ánimus
también tiene un aspecto positivo. A través de la figura del
padre, expresa no sólo opiniones convencionales, sino también
lo que llamamos "espíritu", ideas filosóficas o religiosas en
particular, o más bien la actitud resultante de ellas. Así, el
ánimus es un psicopompo, un mediador entre lo consciente y lo
inconsciente y la personificación de este último. Jung describió
cuatro etapas del desarrollo del ánimus en la mujer: Primero
aparece en sus sueños y fantasías como la encarnación del
poder físico, un atleta un hombre musculoso o un matón .En la
segunda etapa, el ánimus le brinda iniciativa y capacidad para
acciones planificadas. El está detrás del deseo que siente una
mujer de tener independencia y una carrera. En la etapa
siguiente el ánimus es la “la palabra” representada en un
profesor o sacerdote. En la cuarta etapa, el ánimus encarna el
significado espiritual. En este nivel, al igual que el ánima como
Sofía, el ánimus es el mediador entre la mente consciente y el
inconsciente de una mujer. En la mitología, este aspecto
aparece como Hermes, mensajero de los dioses, en los sueños,
es un guía útil. Da a la mujer firmeza espiritual, es un invisible
apoyo interior que la compensa de su blandura exterior .La hace
más receptiva a las ideas creadoras, a causa de esto en los
tiempos primitivos, muchos pueblos empleaban a las mujeres
como adivinadoras y profetisas.

Al igual que el ánima, el


ánimus es un amante celoso.
Es hábil para poner, en lugar
del hombre real, una opinión
sobre él, asunto sumamente
discutible que nunca se
somete a críticas. Las
opiniones del ánimus son
invariablemente colectivas y
pasan por encima de los
individuos y los juicios
individuales, exactamente de
la misma manera en que el
ánima introduce sus

20
prejuicios emocionales y proyecciones entre marido y mujer. La
existencia de complejos contrasexuales significa que en
cualquier relación entre un hombre y una mujer hay al menos
cuatro personalidades involucradas. Las flechas del diagrama
indican las posibles líneas de comunicación".

21
Ego → del hombre

Ego→ de la mujer

Animus

Anima
La técnica de llegar a vivir en armonía con
el ánimus es, en principio, la misma que en
el caso del ánima; solo que aquí la mujer
debe aprender a criticar y a reservarse sus
opiniones; no para reprimirlas, sino que, al
investigar sus orígenes, para penetrar mas
profundamente en el cimiento, donde
entonces descubrirá las imágenes
primordiales, tal como lo hace el hombre
en sus relaciones con el ánima. La mujer
tiene que encontrar el atrevimiento y la
interior amplitud mental, para dudar de la santidad de sus
convicciones. Solo entonces será capaz de aceptar las
sugerencias del inconsciente, en especial cuando contradicen
las opiniones de su ánimus. Solo entonces llegarán hasta ella
las manifestaciones de su “si misma”y podrá entender
conscientemente su significado. (Párrafos extraídos de:
Arquetipos e inconsciente Colectivo, Anima y Animus. Acerca de
los arquetipos y el concepto de Anima, The Syzygy: ánima,
ánimus. El hombre y sus símbolos.3.El proceso de
individuación. M.L.von Franz)

22
EL SI MISMO (SELF) UNIDAD ULTIMA DE LA
PERSONALIDAD

En la época que C. Jung se dedicaba a


los textos gnósticos (por los años
1912,1913) había previsto los
principales aspectos teóricos de uno de
sus aportes más importantes a la
psicología: el proceso de individuación.
La “individuación”como proceso de
autorrealización determina el “ser
hombre”del hombre. Significa
convertirse en un ser individual, en la
medida que por individualidad entendemos, nuestra
singularidad más interna, última e incomparable. Individuación
es convertirse en el propio “Si Mismo”

En palabras del propio Jung, El Sí-mismo es una magnitud


antepuesta al «Yo consciente». Comprende no sólo la «psique
consciente», sino también la «inconsciente», y por ello es, por así
decirlo, una personalidad que «también» somos... No existe
posibilidad alguna de alcanzar también una «consciencia»
aproximativa del Sí-mismo, pues por más que queramos hacerlo
consciente siempre existirá una cantidad indeterminada e
indeterminable de «inconsciente» que pertenece a la totalidad del
Sí-mismo.

El Sí-mismo es no sólo el «centro», sino también aquel ámbito que


encierra la «consciencia» y el «inconsciente»; es el centro de esta
«totalidad» como el «Yo» es «el centro de la consciencia».

El Sí-mismo es también «la meta de la vida», pues es la expresión


más completa de la combinación del destino que se llama
individuo.

Cuando una persona ha resuelto su identificación con el


ánima/ánimus, el inconsciente cambia otra vez su carácter
dominante y aparece una nueva forma simbólica que representa
al “si mismo”, el núcleo más íntimo de la psique. En los sueños
de la mujer este centro está generalmente personificado cómo

23
figura femenina superior: La sacerdotisa, hechicera, madre
tierra o diosa de la naturaleza o del amor. En el hombre se
manifiesta como indicador y guardián, un gurú indio, un
anciano sabio, o un espíritu de la naturaleza. Sin embargo, el
“si mismo”no siempre toma la forma de un viejo o vieja sabia
.Estas personificaciones paradójicas son intentos para expresar
algo que no está comprendido en el tiempo, algo que es,
simultáneamente joven y viejo. Un ejemplo sería un hombre de
edad intermedia cuyo sueño muestra al “si mismo” como un
joven. Ese joven significa la renovación de la vida, un élam vital
creador, y una nueva orientación espiritual por medio de la cuál
todo se transforma en lleno de vida y ánimo emprendedor. Si un
hombre se consagra a las instrucciones de su propio
inconsciente, este puede concederle ese don, de tal modo que su
vida, antes añeja y triste se transforme en una aventura
interior, rica, llena de posibilidades. En la psiquis de una mujer,
esa misma personificación juvenil del “Si Mismo” puede
aparecer como una muchacha con dotes sobrenaturales. La
forma de ser humano, sea de un joven o un anciano, es solo
una de las muchas manifestaciones que adopta el si mismo en
los sueños o visiones. Las diversas edades que asume,
muestran, que no solo está con nosotros durante toda la vida,
sino también que existe más allá del curso de la vida del que
nos damos cuenta conscientemente, es simultáneamente
omnipresente. Es a veces un ser humano gigantesco, simbólico,
que abarca y contiene todo el cosmos, esta figura está presente
en los mitos y creencias religiosas. En nuestra cultura
occidental es Adán, el primer hombre, según la tradición judía
toda la humanidad está contenida en Adán desde el principio lo
que significa el alma de todos los que nacieran en adelante. Por
lo tanto el alma de Adán era como “el pabilo de una vela
compuesto de innumerables cabos”.En este símbolo, la idea de
unidad total de toda la existencia humana, más allá de todas
las unidades individuales, está claramente expresada. En la
antigua Persia, el mismo Primer Hombre originario, llamado
Gayomart, se describe como una inmensa figura emitiendo luz,
la cual dio origen al mundo y a la primer pareja humana .Los
antiguos chinos por ejemplo, enseñaban que antes de la
creación de toda cosa, había un colosal hombre divino llamado

24
P’an Ku, que dio forma al cielo y la tierra. Se concebía a ese
Primer Hombre, como unidad autodesarrollada y viviente que
meramente existía, sin ningún impulso animal, ni voluntad
propia.

En Oriente, y en algunos círculos gnósticos de Occidente, se


reconoció prontamente que el Hombre Cósmico era más una
imagen psíquica interior, que una realidad concreta externa.
Según la tradición hindú, es algo que vive dentro del ser
humano individual y es la única parte inmortal. Este Gran
Hombre interior redime al individuo, conduciéndole fuera de la
creación y sus sufrimientos, otra vez a su esfera eterna
originaria. Pero solo puede hacer esto, si el hombre le reconoce
y se despierta de su sueño para dejarse conducir. En los mitos
simbólicos de la antigua India esta figura se reconoce como
Purusha, nombre que significa simplemente “hombre” o
“persona”.Purusha vive dentro del corazón de todo individuo y
sin embargo, al mismo tiempo llena todo el cosmos.

Según el testimonio de muchos


mitos el Hombre Cósmico no es
solo el principio sino la meta final
de toda vida, de toda creación.
Toda la realidad psíquica interior
de cada individuo está orientada,
en definitiva hacia ese símbolo
arquetípico del “si mismo”

La existencia de los seres humanos


nunca se explicará
satisfactoriamente en términos de
instintos aislados o mecanismos
intencionados como son: hambre
poder, perpetuación de las
especies, supervivencia, sexo. etc.
El principal propósito del hombre
no es satisfacer las necesidades anteriormente mencionadas,
sino ser humano. Por encima y más allá de esos impulsos,

25
nuestra realidad psíquica interior se manifiesta a través de un
símbolo, y nuestro inconsciente escoge la imagen del Hombre
Cósmico para su expresión. Los numerosos ejemplos
procedentes de diversas civilizaciones y distintos períodos,
muestran la universalidad del símbolo del Gran hombre. Su
imagen está presente en el pensamiento de los hombres como
una especie de meta o expresión del misterio básico de nuestra
vida, como este símbolo representa lo que es total y completo,
con frecuencia se presenta como un ser bisexuado En esta
forma el símbolo reconcilia unos de los más importantes pares
de opuestos psicológicos: hombre y mujer. Esa unión aparece
con frecuencia en los sueños como una pareja divina. También
el “si mismo” se simboliza, en otras oportunidades, en forma de
animal, que representa nuestra naturaleza instintiva y su
relación con nuestro medio ambiente (esa el la razón de que
haya tantos animales auxiliadores en mitos y cuentos de
hadas).Esta relación del “si mismo”con la naturaleza
circundante y aún con el cosmos, probablemente procede del
hecho de que el “átomo nuclear” de nuestra psique esta un
tanto entrelazado con el mundo entero, exterior e interiormente.
Todas las manifestaciones superiores de vida están en cierto
modo, armonizadas con el continuo espacio-tiempo
circundante. En los sueños el “si mismo”puede simbolizarse
como una piedra, sea preciosa o no. o un cristal. La disposición
matemática de un cristal evoca en nosotros el sentimiento
intuitivo de que aún en la llamada materia “muerta” actúa un
principio de ordenación espiritual. Por eso, el cristal, muchas
veces, simboliza la unión de opuestos extremos: materia y
espíritu. Los hombres han recogido piedras desde el principio de
los tiempos y parecen haber supuesto que algunas de ellas
contenían la fuerza vital, con todo su misterio. En muchos
cultos religiosos utilizan las piedras para significar a Dios o
para señalar lugares de adoración. Ejemplo de esto es la Kaaba,
la piedra negra de la Meca, a la que todos los musulmanes van
a peregrinar. El simbolismo cristiano de Cristo como “roca
espiritual” y la “piedra filosofal” de los alquimistas, son otras
tanta muestras de la necesidad del hombre de presentar al “si
mismo”como algo inalterable y permanente que nos acompaña a
través de toda nuestra vida.

26
Siempre que un ser humano se vuelve
hacia su mundo interior y trata de
conocerse, siguiendo las expresiones de su
propia naturaleza objetiva, tal como los
sueños y las fantasías autenticas, más
pronto o más tarde emerge el “si
mismo”.Entonces el ego encontrará una
fuerza interior que contiene todas las posibilidades de
renovación, existe una dificultad que es importante mencionar y
es que toda personificación del inconsciente (la sombra, el
ánima. el ánimus y el “si mismo”,tienen a la vez un aspecto
claro y otro oscuro. Vimos que sombra puede ser vil o mala, un
impulso instintivo que tenemos que vencer, sin embargo
también puede ser un impulso hacia el desarrollo que debemos
cultiva y seguir. De la misma forma el ánima y el ánimus tienen
un aspecto doble: pueden proporcionar un desarrollo que da la
vida y un creacionismo a la personalidad, o pueden producir
petrificación y muerte física. El “si mismo”también tiene un
efecto ambivalente, el lado oscuro del “si mismo”es el más
peligroso de todos, precisamente porque es la fuerza mayor de
la psique, puede hacer que las personas teja
megalomanías(complejo de superioridad) u otras fantasías
engañosas que los captan y los “poseen”.Una persona en tal
estado piensa que se ha apoderado de los grandes enigmas
cósmicos y los ha resuelto; por lo tanto pierde todo contacto con
la realidad humana a esto se llama “inflación del ego” o “estado
de hybris ”La llamada “infalibilidad” es un concepto que suele
reflejar dicho estado, consideran que su verdad es la única
verdad sobre la que deben gravitar todas las experiencias de los
demás, hacen afirmaciones categóricas ausentes de humildad y
no admiten réplicas de ningún tipo. Esta duplicidad del
inconsciente que nos impulsa al bien y al mal, es
contrarrestada por la "unidad" superior del Sí mismo que nos
quiere conducir a una cognición superior: la leve pero inflexible
voz interior de la verdad que impulsa a la individuación y que
no permite auto-engañarse. A pesar de los conflictos interiores,
al parecer insolubles, que dominan al hombre individual y a
toda la humanidad occidental, se puede advertir que su
inconsciente genera símbolos como el Anthropos o un Mandala

27
que unifican a los contrarios y que simbolizan la esencia de la
individuación.

El Sí mismo implica algo eterno e indestructible, el yo


experimenta una proximidad de un estado así. A través del
sufrimiento, se hace consciente el yo del Sí mismo. Entonces,
no se considera ya como un hombre aislado sino como uno que
vive en todos. Tan sólo está aislada la conciencia subjetiva.
Cuando ésta se encuentra referida al Sí mismo, el centro
interior se siente contenido en el todo y descubre en medio del
dolor un lugar de calma más allá de toda complicación. El amor
al prójimo se fundamenta en el amor a este Sí mismo. Se llega
al Sí mismo - mediante la eliminación de apetencias egoístas - a
través de la voluntad propia, de la curiosidad intelectual y del
sosiego. Vivenciar lo inconsciente, aísla y muchas personas no
pueden soportarlo. Sin embargo, estar solo con el Sí mismo, es
la vivencia más decisiva y elevada del hombre. El Sí mismo se
realiza en el proceso de individuación. Reúne a todos los
contrarios y contiene a los cuatro elementos del mundo Es el
hombre interior que alcanza hasta lo intemporal: Anthropos,
descrito como redondo y hermafrodita y que "representa una
recíproca integración del consciente y el inconsciente".La
vivencia del Sí mismo elimina la imagen asfixiante y opresiva del
mundo corriente, la persona permanece abierta hacia lo
trascendente. Es comparable con el “satori” en el budismo Zen.
Nuestra vida sólo tiene sentido cuando se abre al infinito,
porque lo ilimitado es lo esencial. (El proceso de
Individuación.M.L.von Fraz-El hombre y sus símbolos)

28
Cuando uno proyecta una necesidad hacia fuera, algo cambia
energéticamente en el entorno. Si partimos de la idea de que
existe una energía universal que es compartida por todo lo que
existe, la energía de uno influye constantemente en el universo
y viceversa .Cuando un individuo llega a la idea de totalidad
quiere decir que ya integró bastante de su inconsciente a lo
consciente; esto implica una ampliación de la conciencia; un
mayor dominio del Yo sobre lo inconsciente y, un cambio de
personalidad que en realidad es un cambio de actitud, este
cambio presenta una doble dirección hacia lo interno y hacia el
entorno, implica un “fluir energético constante.

El captar la totalidad y provocar este cambio se relaciona con lo


que llamamos función trascendente. O sea, la capacidad de
transformación del alma humana; lo cual implica un camino
individual, que se va logrando con la integración de lo
consciente y lo inconsciente. (Conceptos sobre
G.C.Jung.Lic.Flaiszman)

Recursos simbólicos oníricos en el proceso de


individuación
La dimensión onírica al igual que la imaginal, constituye un
escenario único que posibilita al ego (1) a través de sus
respectivas facetas, el ego onírico y el ego imaginal, disponer de
un espacio de experiencia e interacción con contenidos
inconscientes que le permiten confrontar y asimilar dinamismos
psicológicos profundos, facilitando así el curso de su
individuación.

El sueño es, ante la mirada del ego, un enigma indescifrable, un


territorio confuso y extraño, en el que el soñante si bien se
reconoce a sí mismo como protagonista, suele sorprenderse de
los lugares, objetos, personajes y situaciones, como así también
de sus propios pensamientos, sentimientos y acciones. A pesar
de todos sus logros tecnológicos, el hombre moderno no parece
estar del todo exento de los desafíos que de modo simbólico y
metafórico se describen en los antiguos mitos y leyendas. En
sus sueños, como en su vida real, suele enfrentarse a pruebas y

29
situaciones en las que se exige de él una actitud distinta y
trascendente, marcando con ello la posibilidad de dar un paso
fundamental en el camino de su individuación, o en caso
contrario, permanecer en el estancamiento de su situación
actual, caracterizada por un incesante e infructuoso intento de
liberación de su ciclo inalterado de repeticiones, prisionero en
su propia rueda del samsara. Es aquí donde desde algún lugar
de lo más profundo de sí mismo, el símbolo onírico se presenta
como un recurso psíquico que posibilita una oportunidad de
trascendencia y libertad. El símbolo onírico constituye así un
importante elemento de cambio y transformación.

Lejos de ser un acontecimiento intrapsiquico neutro, la


evolución y el desenlace de la estructura dramática que tiene
lugar durante el sueño y la imaginación activa, ambos
determinados en gran parte por la actitud que adopta el ego
frente a las imágenes y símbolos del inconsciente, constituyen
un factor determinante para el desarrollo de la personalidad. De
este modo, el espacio onírico y el espacio imaginal ofrecen una
escenografía única, en la que el ego del soñante, a través del
establecimiento de nuevas relaciones simbólicas, avanza en el
camino de su individuación.

30
El sueño se presenta entonces, a veces, no sólo como un punto
de inicio a partir del cual por una inagotable y siempre creciente
posibilidad de amplificaciones se hace posible develar aspectos
inconscientes significativos, sino también como el producto final
de un proceso simbólico profundo, en el que se le ofrece al
soñante la oportunidad de abrir el umbral de nuevas
posibilidades de desarrollo en su vida de vigilia.

Como es sabido, el ego es el complejo central en el campo de la


consciencia. "Como aspecto consciente de la personalidad, -dice
Jung- el ego sólo conoce sus propios contenidos, no el
inconsciente y sus contenidos." El descubrimiento por parte del
ego de no ser el centro de la totalidad psíquica, como así
tampoco de ser una forma completa y acabada, constituye uno
de los más grandes desafíos por los que debe atravesar el ego en
individuación, correspondiendo éstas y otras situaciones a una
importante fuente de metáforas de muerte y resurrección.

La actitud y el resultado de las acciones o inacciones del ego


onírico durante el transcurso dramático del sueño, afecta a la
forma en que se organizan los complejos en la psique, lo que
produce cambios que son heredados por el ego en vigilia,
generalmente manifiestos como pequeñas y sutiles
modificaciones en las reacciones emocionales o en otros
aspectos de la conducta. El desarrollo dramático del sueño, al
igual que el de la imaginación activa, tiene así efectos y
consecuencias sobre la vida en vigilia.

Salvando las diferencias que encontramos en la teoría


psicoanalítica en cuanto al origen, sentido y significado de los
sueños, lo importante a destacar es que también Freud
reconoce en los sueños un dinamismo que compromete a los
aspectos yoicos de la personalidad, y lo que es aun más
importante, la presencia de mecanismos identificatorios entre el
Yo y los distintos contenidos y representaciones oníricas.

Con respecto al lugar del Yo en el sueño, Jung dice que


mientras se sueña la consciencia no desaparece totalmente,
sino que existe aún algo de ella representada por el "yo onírico"
o "ego onírico" (Traum Ich / Dream Ego). "Como el dormir rara

31
vez transcurre completamente sin sueños, -dice Jung- también
se puede suponer que el complejo del Yo rara vez cesa del todo
como actividad... Los contenidos psíquicos del sueño -agrega
Jung- aparecen al Yo como los hechos de la vigilia; por eso las
más de las veces en sueños nos encontramos en situaciones
similares a las de la vida real, pero rara vez ejercemos nuestro
pensamiento o razón respecto de ellas".

Ernest Rossi, discípulo del famoso hipnoterapeuta Milton


Erickson y analista junguiano del Instituto C.G. Jung de los
Ángeles, sostiene que la experiencia onírica constituye, en
muchas ocasiones, una base para la creación de nuevas facetas
de la personalidad. Con respecto a ello nos dice: "El soñador se
encuentra a sí mismo saliendo de antiguos roles y patrones de
hábitos, experimentando con ello fuertes sensaciones".
Pareciera ser entonces, que los hechos que acontecen durante el
sueño (y los estados imaginales en general) pueden dejar en el
psiquismo una impronta similar a la que dejaría una
experiencia real del mundo exterior. Cabe agregar a esto que, tal
como sostiene Jung, en realidad cualquier experiencia real o
cualquier percepción proveniente del mundo exterior a través de
nuestros sentidos, se convierte en última instancia en un
suceso psíquico. Este hecho en apariencia simple, es el que
establece en definitiva los principios de aquello que, desde el
punto de vista psicológico, entendemos como la subjetividad de
la experiencia.

El ego y el inconsciente pertenecen a mundos separados,


opuestos. Bajo la clara luz del día, el reino del ego se erige sobre
el territorio de la consciencia; el inconsciente en cambio,
pertenece al reino de las profundidades, de la noche. Ambos
mundos, sin embargo, se intercomunican en una sutil frontera,
una difusa zona común conocida a veces con el nombre de
"estados intermedios" y representada, desde la más remota
antigüedad, mediante una gran variedad símbolos e imágenes
metafóricas, tal como los círculos y espacios mágicos y
sagrados, las zonas crepusculares, los estados del Bardo, los
templos de iniciación, los espacios mitológicos y la geografía
heroica, los "otros mundos" y "dimensiones", los "umbrales" y

32
"puertas", etc. A estos estados intermedios, estados de
"consciencia modificada", también pertenecen naturalmente los
estados imaginales, los estados de trance hipnótico y la
dimensión onírica.

En algún lugar, como mencionamos al principio, el sueño sigue


siendo hoy, ante la clara mirada de la consciencia, un territorio
enigmático y extraño. Pero también constituye una vía de
acceso a los niveles más profundos del ser, una fuente
inagotable de símbolos e imágenes que le ofrecen al ego del
soñante la posibilidad de saber quien fue, quien es, y quien
puede llegar a ser.

Lic. D. Wilhelm

Extractos de una ponencia presentada en las "V° Jornadas de la


Asociación de Formación e Investigación en Psicología
Analítica", Agosto de 2000, Bs. As.)

(1) Término utilizado en la lengua inglesa para hacer referencia


al concepto psicológico del "Yo", equivalente al "Ich" del idioma
alemán, originalmente utilizado por S. Freud.

Bibliografía:- C.G. Jung - "El hombre y sus símbolos". Luís de


Caralt Editor S.A. - C.G. Jung - "Recuerdos, sueños,
pensamientos". Seix Barral. - C.G. Jung - "Psychologischer
Kommentar zu: Das Tibetische Buch der Grossen Befreiung" -
Gesammelte Werke / C.G.Jung, Vol. 11, Walter. - C.G. Jung -
"Psychologischer Kommentar zum Bardo Thodol (Das
Tibetanische Totenbuch) " - Gesammelte Werke / C.G.Jung,
Vol. 11, Walter. - C.G. Jung - Collected Works of C.G. Jung.
Princeton University Press. - Ernest L. Rossi, Ph. D. - "Los
sueños en la creación de la personalidad". Rapport, Vol. I, Nº 4.
- Mircea Eliade - "Mito y Realidad" -Editorial Labor S.A.

DINÁMICA DE LA PSIQUE: Energía psíquica y Libido

33
Energía Psíquica: sería un quantum de energía Universal,
individualizada en un ser humano y que está en toda su
potencialidad, es la energía o potencialidad implícita en
cualquier proceso psíquico.

Fuerza Psíquica: toda fuerza es un vector (un vector se


representa como una línea que tiene un punto de partida y una
dirección, un sentido, se simboliza como una flecha) La fuerza
psíquica es la capacidad que tenemos todos los seres humanos
para desarrollar ciertas habilidades. Una fuerza psíquica puede
estar representado a un fenómeno específico del alma humana,
poniéndose en movimiento, para expresarse o actualizarse; un
instinto, un deseo, un efecto, un movimiento de atención de
voluntad, etc.

La fuerza es el potencial y la energía psíquica es la capacidad


para poner en marcha ese potencial. El inconsciente
permanentemente está queriendo emerger, por lo que el
desarrollo de la fuerza psíquica es una energía vital, se hace
necesario desarrollarla para poder vivir. Es necesaria la energía
para generar algo, sino sólo tenemos potencial, esa energía vital
es lo que Jung llamó libido.

La palabra libido, deriva del latín y literalmente significa: deseo,


ansia, afán, apetito .Para Jung, la libido es parte de la energía
universal, que toma la forma de Energía Psíquica. Por lo tanto
hay algunos conceptos filosóficos y físicos que debemos tener

34
en cuenta a fin de entender la profundidad que Jung dio a este
concepto.

Alma: del griego: xige (psique); mariposa; móvil: inquieto. Algo


que da vida. La palabra raíz es xigros; fresco, frío, frescura.

Del latín: anima, anemos; viento, aire en movimiento.

El concepto de alma, tiene que ver con el movimiento creador, la


fuerza vital, la fuerza creadora. Para Jung, el alma es el
conjunto de todas aquellas cualidades o capacidades propias de
cada ser humano, que por lo general no son conscientes, que
pertenecen al mundo interior, y no a una realidad de la
conciencia, objetiva y externa. El alma tiene que ver con lo
psíquico individual.

Veremos ahora algunos de los conceptos en los cuales se apoyo


Jung: El alma en su estadio supremo es ígnea y seca, dice
Heráclito, se relaciona con el hálito y con el respirar y el soplar.
El alma es lo vivo en el hombre, lo vivo y lo causante de vida por
sí mismo. Por eso Dios insufló un hálito viviente en Adán, para
que cobrara vida. El alma arrastra a la vida de la inercia de la
materia. Existe antes de la conciencia, y no puede ser
totalmente integrada en esta, es más, la conciencia procede de
ella.

35
Jolande Jacobi, aclara todavía más estas ideas diciendo “en un
complejo de funciones determinado y limitado, que puede
caracterizarse como una especie de personalidad interna, como
sujeto con el cual el individuo guarda una relación semejante a
la que tiene con el objeto exterior”.La personalidad interna es el
modo y la manera como uno se comporta con los procesos
psíquicos internos, es la actitud interna, el carácter vuelto hacia
el inconsciente a esa actitud la denominó”alma”.

Espíritu:el espíritu se concibe como un principio activo y


superior ,en tanto que el alma se considera inferior, se lo
relaciona con el principio opuesto a la materia y lleva implícito
el concepto de una existencia o sustancia inmaterial, que en un
plano superior puede llamarse Dios o el Demiurgo .Esta
sustancia inmaterial se la entiende como portadora del
fenómeno psíquico ,y aun en la vida física se lo relaciona con lo
sobrenatural y lo divino. Para los alquimista el espíritu es
un”ligamentun animae et corporis”

El espíritu pertenece tanto a la conciencia, como al


inconsciente, aunque su origen es inconsciente, puede
asociársele a la “chispa divina” y al fuego creador, para Jung
tiene raíces más profundas y puede conducirnos al rendimiento
“estético _ creador”.Nos va a relacionar con lo universal y
arquetípico y con lo sutil y divino, por eso supera lo individual,
lo transpersonal.”Es un factor organizador, ordenador,
generador de formas”

Volviendo a la libido podríamos ver las diferencias de conceptos


que se plantean, en 1912 Jung publicó sus ideas relativas en la
libido en sus libros "Transformación y símbolos de la libido" y
"La psicología del inconsciente", obras que marcaban sus
diferencias y ruptura con Freud. La libido suponía la totalidad
de la energía psíquica indiferenciada, de manera similar al "elan
vital" de Henri Bergson. La energía general de la vida, que
subyace a los procesos físicos y mentales del hombre constituye
su libido. La conducta humana no está determinada por la
libido sexual de Freud, ni por la compensación del sentimiento
de inferioridad de Adler. Solo existe la "energía vital
indiferenciada" que como fuerza motriz de la conducta puede

36
adoptar la forma de persecución del placer sexual, lucha por la
superioridad, la creación artística u otros fines.

La finalidad de la energía vital es fundamentalmente


proporcionar la conservación y la continuidad de la especie
humana. Una vez satisfechas las necesidades de supervivencia
de origen biológico, la energía vital puede ser canalizada hacia
otros fines como las producciones culturales o creativas del
sujeto.(Interpretación analítica de Jung.Juan J.Ruiz
Sanchez.Ubeda 2001)

Para Jung, la dinámica sexual representa solo una parte de la


totalidad de la psíque, y extiende la manifestación de la libido
tanto a las necesidades corporales como a los estados
emocionales, los sueños y las producciones estético-culturales y
éticas religiosas.

MOVIMIENTOS DE LA LIBIDO

Cuando el individuo nace trae consigo cierta predisposición


energética, esta consiste en la dirección hacia donde deriva su
energía, si lo hace hacia el entorno se denomina extraversión, si
la lleva hacia adentro se denomina introversión.

Los movimientos de la libido (energía) son la progresión y la


regresión, ambos son movimientos vitales, a los cuales no hay
porque ponerles un calificativo o darles un sentido positivo o
negativo, los dos son igualmente necesarios.

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C: conciencia – IP: inconsciente personal – IC: inconsciente
colectivo

Progresión: es cuando la libido avanza hacia fuera, hacia la


conciencia, en función de producir una adaptación a las
exigencias de la vida externa. Va de lo inconsciente hacia la
conciencia y de esta al mundo externo .Ejemplos de esto son los
actos volitivos, atención, observación etc .La adaptación nunca
es total, sino que es ilusoria, uno cree que se adapta, pero tanto
el entorno, como uno mismo cambian permanentemente.

Regresión: es la inversión de la dirección anterior, va desde la


conciencia, desde la superficie, hacia los planos más profundos
de lo inconsciente. En la regresión hay una “retirada” temporal
a formas más pretéritas de la psique, con el objeto de recuperar
valores abandonados u olvidados y traerlos a la situación
psíquica actual, para, en muchos casos, poder utilizar o liberar
esa energía en nuevas empresas. Es importante tener en claro
que la regresión no es una involución, sino una adaptación al
mundo interior. Es una recuperación. Este movimiento si,
actuaría en forma involutiva o negativa, si se queda en la
regresión misma y no puede ser continuada por el movimiento
de progresión necesario, ejemplos de regresión son el sueño, el
cansancio, un acto reflexivo o meditativo, una depresión en su
estado más extremo, etc.

38
Cada movimiento de la libido, lleva implícito en si mismo al
otro, esto quiere decir, que entre ambos debe de fluir una
dinámica interacción uniforme y equilibrada entre el impulso de
uno y su antagonista.,un ejemplo de esto es el proceso reflexivo
antes de una acción de importancia.

Disociación: es lo que ocurre cuando la libido comienza a


responder a una necesidad de adaptación externa(progresión) o
sea se orienta hacia fuera con determinado sentido(por ejemplo
comunicar o expresar “algo”,un estado afectivo, una necesidad
etc.) y por algún motivo puede suceder que las condiciones
exteriores se modifiquen o que este movimiento se encuentre
con un obstáculo que le impide seguir avanzando hacía
afuera,(este obstáculo puede ser de orden externo o interno, por
ejemplo un prejuicio)y por lo tanto cesa la progresión de la
libido que queda retenida o enviada de vuelta hacia adentro
,pudiendo “enquistarse o acumularse”,comenzando a producir
un fenómeno que se llama disociación, separación, que puede
manifestarse con la aparición de ciertos contenidos en la
conciencia o reacciones subjetivas que dan indicios de este
proceso.

LEYES DE LA DINAMICA PSIQUICA

LEY DE LOS OPUESTOS: esta Ley explica una forma de


entender los hechos de la realidad y la naturaleza, como fuerzas
surgidas de campos opuestos o antagónicos. La circulación de
energía eléctrica se produce cuando hay una diferencia de
potencial entre los dos polos, el negativo y el positivo, así la
vida humana surge de los masculino y lo femenino, y todo el
mundo se mueve en términos de fuerzas opuestas y
complementarias, que a su vez se autodefinen en función de la
otra. La luz y la oscuridad, el día y la noche yín, yan, vida,
muerte etc. Los opuestos están constantemente en juego y todo
acontecer psíquico se mantienen en términos de conflictos y
tensiones, opuestos, oscilaciones etc. En todos los niveles de la
psique se encuentra este movimiento pendular, que es un
movimiento iniciador y generador de energía.

ENANTIODROMIA

39
El "principio de los opuestos" o dialéctica interna de la psique,
rige la actividad de la libido, es la ley inherente a la actividad
humana. La mente es un sistema que se autorregula en base a
la lucha entre tendencias opuestas. Existe una función
reguladora de los opuestos llamada "Enantiodromía", que para
Jung es la ley fundamental y a la base de todo el
funcionamiento psicológico.

Este principio de la enantiodromía, fue descubierto por el


filosofo griego Heráclito, al que Jung estudió profundamente, y
llega hasta Hegel en su dialéctica. Heráclito, decía que la vida
era un constante fluir y fue él, quién definió la Enantiodromía,
palabra derivada del griego: enantio: contrario, opuesto y
dromos: corredor, pasaje, velocidad, rapidez. Esta ley puede
resumirse en los siguientes puntos: cuando un polo está
demasiado cargado en un extremo, pasa rápidamente al otro y
todo polo contiene en si mismo su contrario. También la
naturaleza tiende a lo contrario, y en ello, en lo contrario y no
en lo idéntico es donde obtiene su armonía.

Jung dice en “El secreto de la Flor de Oro”….cuando los


contrarios se mantienen en equilibrio, es un signo de alta
civilización, mientras que la unilateralidad con su fuerza de
choque, es un signo de barbarie………..

Vemos también un antiguo texto de Heráclito:”….La vida se


convierte en muerte, la muerte en vida, lo joven en viejo y el viejo
en joven, la vigilia en durmiente y lo durmiente en despierto. La
corriente de la creación y la declinación nunca cesan.
Construcción, destrucción, construcción. Esta es la norma que
rige en el círculo de la vida de la naturaleza, partiendo de inferior
a superior. El mismo Cosmos, ha de volver al fuego primigenio del
que surgió en un proceso de ciclos repetidos a los largo de vastos
períodos con un mismo drama presentado eternamente”

A mayor oposición, mayor tensión entre los opuestos, y mayor


será la energía que se produce. El pasaje de uno a otro polo,
tiende al equilibrio, a la armonía es reconocer al nuevo
contrario, pero recuperando los valores del anterior, esto lleva
implícita la integración y la síntesis. La integración es el

40
objetivo de este principio. La energía psíquica es el resultado de
una lucha entre actividades opuestas, consciente versus
inconsciente, el calor frente al frío, etc. Cuanto mayor es el
conflicto y la oposición entre los opuestos, mayor es la energía
liberada. La energía mental además sigue el principio de
conservación o "equivalencia" que establece que la falta o
ausencia de energía en una región psíquica se hará presente en
otra área o actividad mental. Otra ley relacionada es la
"entropía" que establece que si una parte de la mente o la
personalidad se haya cargada de una gran cantidad de libido y
otra con poca cantidad, esta irá de la primera a la segunda.

PRINCIPIOS DE LA FISICA TERMODINAMICA

Principio de equivalencia: es el que establece que cuando una


energía se consume en un lugar, en otro lugar surge un
quantum del mismo valor energético.

Principio de constancia: la energía se mantiene constante,


uniforme, no aumenta ni disminuye.

Nada se pierde todo se transforma. Esto es aplicable al sistema


psíquico, ningún valor anímico puede desaparecer, sin ser
sustituido por otro equivalente .En el sistema psíquico, la
cantidad de energía es constante, lo que varía es su distribución
(transformación).

PRINCIPIO DE ENTROPIA

Para que el calor se pueda convertir en energía debe pasar de


un cuerpo caliente a uno frío: así va resolviéndose el desnivel
hasta llegar a un estado uniforme, después del cual ya no hay
transformaciones posibles, se produce la “muerte calórica”. Un
estado de reposo absoluto donde no hay opuestos. Esto sucede
en sistemas cerrados. Nuestro sistema psíquico es un sistema
abierto, para que la energía psíquica pueda trasladarse debe de
haber un desnivel, esa diferencia de potencial, en psicología
está dado por el par de opuesto .Cuánto más cerrado es un
sistema, mayor es la posibilidad de Entropía o Muerte
Calórica. En lo psicológico, esto lo podemos observar en casos

41
patológicos, tales como ciertas enfermedades, como la
esquizofrenia, el autismo, la demencia precoz, imbecilidad,
donde hay una desconexión con el interior. También sucede
esto con procesos que son voluntariamente dirigidos, por
ejemplo un prejuicio, Cuando un sistema se cierra, carga
excesivamente un polo y todos podemos darnos cuenta lo
mucho que cuesta modificar una manera de pensar. Estas
formaciones, dice Jung, se convierten en pequeños núcleos
aislados que han costado torrentes de sangre para ser
modificados…(veámoslo en la historia de los pueblos)

También cuando mayor haya sido la tensión entre los


contrarios, mayor será la energía que de ella surja y, cuánto
mayor sea esta energía, tanto más intensa será la fuerza
constelizante y atractiva de material psíquico, por lo tanto Jung
sigue reflexionando...”Los más profundos conflictos, una vez
superados, dejan detrás de si una seguridad y tranquilidad, o un
quebramiento tal que difícilmente podrán ser transformados o
respectivamente curados.””Desde aquella vez…..no volví a ser el
mismo”

TÉCNICAS DE LA IMAGINACIÓN ACTIVA


Este método es el más importante en la detección de los
arquetipos del inconsciente personal, y en el mismo se
prefiguran y detalla la amplificación antes comentada. En la
obra "Mysterium Coniunctionis", considerada por los
junguianos como su obra principal, y de pronta publicación en
castellano, expone Jung su método de imaginación activa,
técnica que el mismo se aplicó para analizar sus propios sueños
y visiones. La imaginación activa promueve el proceso de
individuación a través del trabajo con los sueños, las fantasías o
los propios estados anímicos. Los pasos de la imaginación
activa comienzan contemplando las imágenes suscitadas en el
sueño (o por el estado de ánimo de modo espontáneo en aquel
caso), prestándole atención. Esa atención prestada hará que las
imágenes se activen y se vayan desarrollando como escenas de
un teatro o película. En este paso el soñador tomará notas de

42
esos cambios producidos. El siguiente paso supone que el
propio soñador se relacione dentro de su sueño e imágenes con
la escena en curso. Para este paso el soñador ha de asumir el
papel de como el es realmente y no simular un papel al
relacionarse con la escena de su sueño. El se imagina a si
mismo en esa escena dialogando con las imágenes,
experimentando las emociones al respecto, pensando y
actuando con ellas en la relación con estas. Posteriormente o
paralelamente, puede continuar esta imaginación activa
amplificando las asociaciones que suscitan mediante
actividades como pintar, escribir, modelar escultura y otras
actividades artísticas que le suscitan las imágenes de su sueño.

Todo este proceso le revelará los mensajes ocultos en su


"Sombra" de modo que al integrarlos con su conciencia gane en
individuación, en desarrollo personal. El capitulo 7 de esta obra
contiene importantes actualizaciones de la imaginación activa,
junto con otros métodos de trabajo con imágenes en la
psicoterapia actual.

Caso clínico
Presentamos algunas notas de como Jung se autoaplicó el
método de imaginación activa a sus sueños:

En sus memorias, Recuerdos, sueños, pensamientos


(editado por Seix Barral), escritas a sus 82 años, Jung confiesa
sus temores y desorientación inicial ante la avalancha de
contenidos del inconsciente personal y colectivo que tuvo en
1913 y 1914, fundamentalmente, cuando tenía 38 y 39 años de
edad. Ante aquella irrupción tan avasalladora de lo
inconsciente, Jung logró salir airoso y no caer presa de una
psicosis, merced a una técnica que intuitivamente se autoaplicó
y que luego depuró, mejoró, y denominó como "Imaginación
Activa", que seguiría utilizando y recomendando hasta el final
de su vida, y que consideraba muy idónea para la realización
del Proceso de Individuación. En sus memorias esto queda
explicado en el capítulo titulado "El análisis del Inconsciente"
(pp. 178-207), cuya lectura obviamente recomendamos
encarecidamente. Las fantasías activas que tuvo entonces las

43
dejó manuscritas y dibujadas en los llamados Libro Negro y
Libro Rojo, que suponemos siguen sin publicar.

En octubre de 1913, encontrándose en el tren que le llevaba


de Zurich a Schaffhausen, le sucedió este extraño hecho: una
vez en el túnel, pierde la conciencia de tiempo y de lugar, y
despierta al cabo de una hora oyendo anunciar al conductor la
llegada a Schaffhausen. "Durante todo ese tiempo fue víctima de
una alucinación, de un ®sueño de vigilia: veía el mapa de
Europa y veía cómo el mar la iba cubriendo país por país
empezando por Francia y Alemania. Poco tiempo después, todo
el continente se encontraba bajo el agua, a excepción de Suiza,
que era como una montaña muy alta que las olas no podían
sumergir. Jung se veía sentado sobre la montaña. Y, al mirar
mejor alrededor de él, se dio cuenta de que el mar era sangre:
comenzó a distinguir sobre las olas los cadáveres, los tejados de
las casas, vigas medio quemadas..."

Tres meses más tarde, en diciembre de 1913, se repite el


mismo ®sueño de vigilia a la entrada del mismo túnel. (®Era
como una inmersión en el inconsciente colectivo, comprendería
más tarde.) El joven psiquiatra se preocupa. Se pregunta si no
estará ®haciendo una esquizofrenia (según el lenguaje de la
época).

Finalmente, algunos meses más tarde, sueña lo siguiente:


"Se encuentra con un amigo durante el verano en los mares del
sur, cerca de Sumatra. Por los periódicos se enteran de que
Europa ha sido invadida por una ola de frío terrible como jamás
antes se había conocido. Jung decide partir a Batavia y
embarcarse para regresar a Europa. Su amigo le dice que
viajará en un velero de Sumatra hasta Hadramaout y que luego
continuará su camino por Arabia y Turquía. Jung llega a Suiza.
Sólo ve nieve. Una viña inmensa se eleva en algún lugar con
muchos racimos. Se acerca y se pone a coger racimos
distribuyéndolos entre desconocidos que le rodean pero que no
puede ver..."

A su tercera repetición, el sueño llegó a inquietarme en el


más alto grado. Justamente preparaba una comunicación sobre

44
la esquizofrenia para el congreso de Aberdeen y me decía:
®Hablaré de mí mismo! Probablemente me volveré loco después
de la lectura de la comunicación... ‾. El congreso tenía lugar en
julio de 1914: exactamente en el período en que en mis tres
sueños me veía en los mares del sur. El 31 de julio,
inmediatamente después de mi conferencia, me enteré por los
diarios de que la guerra acababa de estallar. Por fin
comprendía! Y cuando al día siguiente el barco me dejó en
Holanda, no había nadie más feliz que yo. Ahora estoy seguro
de que no me amenazaba ninguna esquizofrenia.

Había comprendido que mis sueños y visiones procedían del


subsuelo del inconsciente colectivo. Sólo tenía que trabajar para
profundizar y dar validez a este descubrimiento. Y es a lo que
me dedico desde hace casi cuarenta años... Poco tiempo
después Jung tuvo la alegría de recibir una segunda
confirmación a su sueño. Los diarios no tardaron en hablar de
las aventuras del capitán de barco alemán Von Macke, que en
un velero había recorrido los mares del sur desde Sumatra
hasta Hadramaout y después se había refugiado en Arabia para
alcanzar desde allí Turquía...”

- "Estas fantasías eran, a veces, espontáneas, otras,


provocadas... Otras veces, para provocarse fantasías imaginaba
un descenso a las profundidades variables, en unos casos
comparable "a una profundidad de trescientos metros", otros a
"una profundidad cósmica"... En otros casos, Jung dibujaba o
esculpía. En sus memorias consta cómo recobró el equilibrio,
que veía amenazado, en la época visionaria: puliendo y

45
esculpiendo materiales pétreos (...) Sin duda que en otra época
hubiera sido un "médium", o un profeta, o un poeta. Las
imágenes que veía evocan la imaginación de un Dante o de un
Blake (...) Debe tenerse en cuenta que la técnica que seguía con
las imágenes, con sus sueños, fantasías y visiones, no sólo
consistía en amplificarlos transportándolos a los grandes
escenarios míticos y legendarios, sino también en lo que
podríamos llamar "densificación", es decir, convertía los
espectros en seres, las apariciones fantasmales en personajes
concretos, si bien simbólicos. Su capacidad de artista plástico
no le abandonaban ni en la zona de las imágenes del
inconsciente (...) Si realmente hay que establecer contacto con
la realidad del inconsciente, con quien debe enfrentarse el
individuo, con quien debe "dialogar" en la medida en que
aceptemos esta expresión, es con los arquetipos, o sea, puesto
que éstos son invisibles, con las imágenes en las que se
encarnan". Pues bien, el método junguiano por excelencia para
avanzar plenamente en la exploración del inconsciente es la
Imaginación Activa. Consiste, básicamente, en un "dejarse
llevar", en un "dejarse hacer psíquicamente", pero estando
consciente de tal situación y asumiéndola intelectual y
éticamente. En síntesis podríamos decir que radica en expresar
los contenidos del inconsciente que irrumpen en el campo de
acción del yo o ego, dotándoles de una forma estructural:
dibujándolas, esculpiéndolas, bailando, escribiendo poemas u
otras expresiones literarias, hablándolas, etc. Así, por ejemplo,
uno puede soñar con una imagen y luego la puede plasmar en
un dibujo otorgándole color, rasgos y características concretas
que quizás no corresponden plenamente con la imagen onírica,
pero que, no obstante, tiene su nacimiento y foco de atracción
en ella. Y lo que surge en tal caso es una fantasía activa, la cual
habrá que intentar comprender y ante la cual hay que adoptar
una actitud ética.
Marie Louise von Franz, en su magnífica obra C.G.Jung. Su
mito en nuestro tiempo (Fondo de Cultura Económica), explica
lo que es la Imaginación Activa al indicar que se trata "de dejar
surgir del inconsciente, estando despierto, emociones,
sentimientos, fantasías, ideas obsesivas o imágenes oníricas, en
una actitud desprovista de atención crítica y abordando las

46
imágenes interiores como si se tratara de presencias objetivas".
Ella recomienda el diálogo escrito como "la forma más
diferenciada y que casi siempre conduce más lejos". Esta
técnica ayuda a comprender "que toda fantasía constituye un
auténtico proceso psíquico, que nos asalta, convirtiéndonos en
figura actuante y paciente a un tiempo en un drama interior". Y
ante tal escenificación no hay que ser un simple observador
sino que hay que actuar, pero no como si eso fuera únicamente
"pura fantasía", sino como si fuese real. Y no basta luego con
"comprender”, sino que hay que hermanarlo con un
compromiso ético, moral, y de esta forma "la corriente de las
imágenes interiores comienza a servir para la construcción de la
totalidad personal, es decir, para la Individuación y para
establecer una seguridad íntima capaz de resistir el asalto de
los problemas exteriores e interiores".

Leamos a Jung:
- "La fantasía activa no se trata necesariamente de un estado
psíquico de disociación, sino más bien de una participación
positiva de la conciencia. Así como la forma pasiva de la
fantasía no es raro que evidencie el cuño de lo patológico o de lo

47
anormal por lo menos, la forma activa suele ser una de las
supremas actividades del espíritu humano, pues en ella
confluye la personalidad consciente e inconsciente del sujeto en
un común y unificador producto... Mediante la Imaginación
Activa nos hallamos en situación de poder descubrir los
arquetipos" (Tipos Psicológicos).
- "El dejar ocurrir, el hacer en el no-hacer, el "dejarse" de
Meister Eckart, me sirvieron de llave con la que logré abrir la
puerta del Camino:

Hay que dejar que las cosas sucedan psíquicamente...


Consiste sola y únicamente en que, en primer lugar y por una
vez, sea observado objetivamente un fragmento de fantasía en
su desarrollo... Si se logra vencer la dificultad del comienzo, de
inmediato surge, sin embargo, la crítica, e intenta interpretar,
clasificar, hacer estético o desvalorizar el trozo de fantasía. La
tentación de colaborar es casi invencible. Después de una
acabada observación fiel, se puede aflojar tranquilamente las
riendas a la impaciencia de la conciencia, e incluso se lo debe
hacer pues de lo contrario surgen resistencias
obstructivas...También son individualmente diversos los
caminos de la obtención de las fantasías. Muchos tienen la
mayor facilidad para escribirlas, otros las visualizan, y aun
otros las dibujan o pintan, con o sin visualización. En el
espasmo de conciencia de alto grado, a menudo sólo pueden
fantasear las manos; modelan o dibujan formas que con
frecuencia son totalmente extrañas a la conciencia. Estos
ejercicios deben ser continuados hasta que desaparece el
espasmo de la conciencia, hasta que, en otras palabras, se
pueda dejar acontecer, lo
que es el objetivo más inmediato del ejercicio. Es así creada una
actitud nueva, que acepta también lo irracional e inconcebible,
simplemente porque es lo que está aconteciendo..." (El secreto
de la Flor de Oro, Paidós).

- "La continuada concienciación de las fantasías (que sin ella


quedarían inconscientes) con participación activa en lo que
sucede en la fantasía, tiene la consecuencia de que primero se
amplía la conciencia, convirtiéndose en conscientes

48
innumerables contenidos inconscientes; en segundo lugar, se
destruye poco a poco la dominante influencia del inconsciente, y
en tercer lugar se verifica una transformación de la
personalidad... Haciendo conscientes y viviendo las fantasías se
asimilan a la conciencia las funciones inconscientes e inferiores,
proceso que desde luego no transcurre sin un profundo efecto
sobre la orientación de la consciencia... se verifica un cambio
esencial. Esta modificación, que se consigue mediante el
enfrentamiento con el inconsciente, la he calificado de Función
Trascendente..." (El Yo y el Inconsciente).

- "El credo científico de nuestros días ha desarrollado una fobia


supersticiosa ante la fantasía. Pero lo que actúa es real y las
fantasías del inconsciente actúan, no cabe dudarlo...Tras el velo
de las imágenes fantásticas un algo está obrando, démosle un
nombre bueno o malo. Es una cosa real, por cuya razón sus
exteriorizaciones vitales han de ser tomadas en serio. Pero
primero se ha de vencer la tendencia a "concretizar", o sea que,
al acercarse al problema de la interpretación, las fantasías las
fantasías no deben tomarse al pie de la letra. Mientras estemos
viviendo la fantasía, desde luego la hemos de considerar al pie
de la letra, y nunca será suficiente. Pero luego, cuando
queramos entenderla, no hemos de confundir la apariencia, o
sea la imagen de la fantasía, con lo que actúa detrás de ella. La
apariencia no es la cosa misma, sólo es una expresión" (El yo y
el inconsciente).
En la Imaginación Activa intervienen todas las funciones
psíquicas principales: sentir, pensar, percibir e intuir. Ahora
bien, no hay que dejarse llevar por las emociones. Por otro lado,
no hay que considerar en ningún momento que la plasticidad
que le estamos dando a la Imaginación Activa es una obra
artística, sino que es algo mucho más serio y trascendental. Los
complejos y arquetipos se personifican al adoptar una imagen
simbólica humana, teriomórfica o de otro tipo, y de esta manera
tienden a objetivizarse y de ese modo permiten que, en el
análisis posterior, el ego pueda ir diferenciándolos y
diferenciarse a sí mismo respecto a los complejos y arquetipos.

49
Leamos nuevamente a Jung para conocer su metodología al
respecto:
- "Empecé a usar el sistema de tomar una imagen o escena de
un sueño del paciente o una idea que le hubiese venido a la
imaginación como punto de partida para que lo utilizase el
paciente como tema de la libre actividad de la fantasía, dando
forma al tema o desarrollándolo. Según las inclinaciones y las
disposiciones del paciente, el desarrollo tenía lugar en forma
dramática, dialéctica, visual, acústica o en la danza, la pintura,
el dibujo o la escultura.

Obtuve una gran cantidad de formas diversas, cuya


multiplicidad me tuvo durante años sin saber como utilizarlas,
hasta que comprendí que mediante este método se producían
manifestaciones espontáneas en las que los conocimientos
técnicos que pudiese tener el paciente solamente intervenían
como medios auxiliares de la realización, manifestaciones
espontáneas que traducían un proceso inconsciente al que di
más tarde el nombre de Proceso de Individuación...

He podido comprobar que no existe casi ningún motivo de


las mitologías que no aparezca alguna vez en estos productos. Y
debo señalar que por regla general el conocimiento que de la
mitología tenían mis pacientes era mínimo... De estas
experiencias, y dado que mis pacientes ignoraban tales mitos,
inferí que existen ciertas condiciones del inconsciente colectivo
que actúan como reguladoras y estimuladoras de la fantasía y
determinan la producción de las formaciones correspondientes,
aprovechando para sus fines el material consciente presente. Se
comportan exactamente igual que los motores de los sueños, lo
que explica que la Imaginación Activa (que éste es el nombre
que doy al método) substituye hasta cierto punto a los sueños.
La existencia de estos reguladores inconscientes, a los que
llamo a veces dominantes (arquetipos) por su modo de
funcionamiento, me parece tener tanta importancia que en ella
he basado mi hipótesis del inconsciente colectivo e impersonal..
Mediante la Imaginación Activa nos hallamos en situación de
poder descubrir los arquetipos" (Wurzeln des Bewusstseins).

50
La técnica de la Imaginación Activa se encuentra
ampliamente explicada en la obra más importante escrita por
Jung y, reciente edición en español. Mysterium Coniunctionis
es la "suma" junguiana, y en esta magna, en la que desvela el
simbolismo alquimista en términos jungianos, expone diversos
conceptos claves de la Imaginación Activa. Creemos que tal
descripción es importantísima para los analistas y jungianos, de
ahí que optemos por transcribir tales indicaciones de Jung
porque despejan muchas dudas y, al mismo tiempo, nos anima
a adentrarnos en esta técnica que Jung aplicó en sí mismo
desde que comenzó a gestar su propia Psicología de las
Profundidades. La descripción a la que nos referimos de Jung se
atiene a su interpretación psicológica del Opus alquimista de
Dorn. La primera coniunctio correspondería al conocimiento de
la sombra, lo que conllevaría la recuperación de lo que tenemos
disperso fuera de nosotros debido a las proyecciones,
vinculadas al inconsciente personal fundamentalmente. La
segunda etapa, que es la de la imaginación activa, trataría de
materializar o concretizar las imágenes del inconsciente -entre
ellas las provenientes de los afectos- merced a una colaboración
consciente y activa por parte de nuestro ego. Y la tercera etapa
sería el Unus Mundus, su inclusión consciente en él.

Y como no hay nada mejor que leer directamente de la


fuente primera, y evitar intermediarios, como sería mi posición,
he aquí lo que Jung ha escrito sobre la Imaginación Activa en
Mysterium Coniuntionis. Leamos los siguientes párrafos del
"Mysterius Coniunctionis"

Párrafo 705:
"Este es un método que es utilizado espontáneamente por la
propia naturaleza o que puede ser enseñado al paciente por el
analista. En general se presenta cuando el análisis de los
contenidos psíquicos ha constelado los opuestos en tal medida
que la unificación, la reunión (síntesis) de la personalidad se
vuelve una necesidad imperiosa. Una situación de este tipo se
produce inevitablemente cuando el análisis de los contenidos
psíquicos, de la actitud del paciente y en particular de sus
sueños, ha hecho conscientes los temas y las imágenes

51
complementarias y compensadoras del inconsciente, hasta el
punto de que el conflicto aparentemente insoluble entre la parte
consciente y la parte inconsciente de la personalidad se hace
evidente y crítico. Cuando esta confrontación se limita a ciertos
aspectos parciales del inconsciente, el conflicto es más o menos
anodino y su solución es simple; el enfermo, con lucidez y una
pizca de resignación o de resentimiento, se coloca del lado de la
razón y de la convención. Aunque los temas inconscientes son
rechazados de nuevo, y se vuelve en apariencia a la situación
anterior, el inconsciente queda satisfecho hasta cierto punto,
pues el sujeto debe en lo sucesivo efectuar un esfuerzo
consciente por vivir según sus principios y, además,
resentimientos inoportunos vendrán constantemente a
recordarle la existencia de los valores rechazados. Cuando por
contra el conocimiento de la sombra es tan completo como él
sea capaz de hacerlo, sigue un conflicto y un estado de
desorientación, un Sí y un No de igual fuerza que él no podrá
resolver con una decisión racional. El no puede transformar su
neurosis clínica en las neurosis menos llamativas del cinismo,
resignación o resentimiento; en otros términos, el sujeto no
puede ya utilizar tales máscaras para disimular la presencia de
la antítesis. El conflicto exige una solución real y reclama un
tercer término en el cual los opuestos puedan unirse. La razón
con su lógica se encuentra de ordinario obligada a abdicar, pues
no existe un tercer término dentro de una alternativa lógica. La
solución ("solvent") no puede ser más que de un orden
irracional. En la naturaleza, el equilibrio entre contrarios es
siempre un proceso, es decir, un fenómeno energético: es una
producción simbólica en el sentido más propio del término,
haciendo algo que exprese ambos lados, de igual manera que
una cascada representa simultáneamente lo alto y lo bajo y
sirve de mediadora entre ellos. La cascada es en este caso el
inconmensurable tercer término. En un conflicto abierto y no
resuelto, se ven surgir sueños y fantasmas que, como la
cascada, ilustran la tensión y la naturaleza de los opuestos
preparando así la síntesis.

Párrafo 706:
Como he dicho, este proceso puede tener lugar

52
espontáneamente o ser inducido artificialmente. En el último
caso escoja un sueño o alguna otra imagen-fantasía, y
concéntrese sobre ella contemplándola y reteniéndola. También
puede utilizar el mal humor como punto de arranque, y
entonces intente averiguar que tipo de imagen-fantasía se
produce, o qué imagen expresa este estado de ánimo. Luego fije
esa imagen en la mente concentrando su atención.
Normalmente se alterará, pues el mero hecho de concentrarse
en ella la animará. Las alteraciones deben ser cuidadosamente
anotadas todas las veces porque ellas reflejan los procesos
psíquicos en el fondo inconsciente, los cuales aparecen en
forma de imágenes constituidas por los recuerdos de la
memoria consciente. De esta manera consciente e inconsciente
se unen, de la misma forma que una cascada conecta lo de
arriba con lo de abajo. Una cadena de ideas de fantasía se
desarrolla y gradualmente asume un carácter dramático: el
proceso pasivo se pone en acción. Al principio consiste en
figuras proyectadas, y estas imágenes se observan como
escenas en el teatro. En otras palabras, usted sueña con los
ojos abiertos.

Como regla, hay una marcada tendencia simplemente a


disfrutar este entretenimiento interior y no pasar de ahí.
Entonces, por supuesto, no hay ningún progreso verdadero,

53
sino sólo variaciones interminables sobre el mismo tema, lo cual
de ningún modo es el objetivo del ejercicio. Lo que se representa
en el escenario todavía sigue siendo un proceso de fondo; no
mueve de forma alguna al observador, y cuanto menos lo mueva
menor será el efecto catártico de este teatro privado. La pieza
que está siendo interpretada no requiere simplemente ser
observada imparcialmente, quiere forzar a su participación. Si el
observador entiende que su propio drama está desarrollándose
en ese escenario interior, él no puede permanecer indiferente a
la trama y su desenlace. Él notará, cuando los personajes
aparezcan uno a uno y la trama se complique, que todos ellos
tienen una relación definida con su situación consciente, que
está siendo dirigido por el inconsciente, y que eso provoca que
las imágenes-fantasía aparezcan ante él. Por consiguiente se
siente compelido, o animado por su analista, para qué tome
parte en la obra y en lugar de sentarse simplemente en un
teatro, le pide cuentas a su "alter ego". Pues no existe en
nosotros nada totalmente exento de contradicción, y la
consciencia no puede asumir posición alguna que no haga
surgir en alguna parte de las esquinas oscuras de la psique,
una negación, o un efecto compensatorio, aprobación o
resentimiento. Este proceso de aceptar las condiciones del Otro
que hay en nosotros bien merece la pena, porque de esa manera
nosotros conseguimos conocer aspectos de nuestra naturaleza
que no permitiríamos que alguien nos mostrara, y que nosotros
mismos nunca admitiríamos. Es muy importante fijar todo este
procedimiento por escrito en el momento que se produce, ya que
entonces tienes la evidencia ocular que neutralizará
eficazmente la tendencia, siempre lista, al auto-engaño. El
comentario de un testigo presencial es completamente necesario
al tratar con la sombra, pues de otro modo su realidad no puede
ser concretada. Sólo de esta forma dolorosa es posible obtener
una visión positiva de la naturaleza compleja de nuestra propia
personalidad.

Párrafo 749:
Tome el inconsciente en una de sus formas más a mano,
diga una fantasía espontánea, un sueño, un estado de ánimo
irracional, un afecto, o algo parecido, y opere con él. Ponga

54
atención especial, concéntrese sobre ello y observe
objetivamente sus modificaciones. No ahorre ningún esfuerzo
para consagrarse a esta tarea, siga las transformaciones
subsecuentes de las fantasías espontáneas atenta y
cuidadosamente. Sobre todo, no deje que ningún elemento
externo entre en la operación, ya que la imagen-fantasía tiene
"todo lo que necesita". De esta manera, uno se asegura de no
interferir por capricho consciente y dejar las manos libres al
inconsciente. En resumen, la operación alquímica nos parece el
equivalente del proceso psicológico de imaginación activa.

Párrafo 752:
Acontece que el hombre moderno no puede siquiera lograr la
“unio mentalis” que le posibilitaría realizar el segundo grado de
la coniunctio. La guía del analista puede, sin duda, darle la
intuición precisa para entender las afirmaciones provenientes
de su inconsciente, mas cuando se llega a la cuestión de la
experiencia real, el analista no puede ya serle de auxilio alguno
pues tiene que ser él mismo quien ponga manos a la obra. Se
haya entonces en la situación del aprendiz alquimista que se
instruye junto a un maestro aprendiendo de éste todas las
habilidades manuales del laboratorio. Pero llega un momento en
que necesita ponerse él mismo a la obra, pues como resaltan los
autores, ningún otro puede ejecutar esto en su lugar. Así que al
igual que este aprendiz, el hombre moderno comienza con una
prima materia indecorosa que se ofrece a él de una manera
inesperada una fantasía despreciable que, como la piedra
rechazada por los constructores, es arrojada a la calle, "in vía
eiecta", y es "tan vil" que los que pasan ni siquiera la miran. Él
la observará día tras día y notará sus transformaciones hasta
que sus ojos se abran o, como decían los alquimistas, hasta que
los "ojos de pez", o chispas aparezcan en la solución oscura.
Pues los ojos de pez permanecen constantemente abiertos y
deben por ello ver siempre, razón por la cual los alquimistas
recurrieron a ellos como un símbolo de atención sin desmayo.

55
Párrafo 753:
La luz que gradualmente amanece en él no es otra cosa que
la comprensión de que su fantasía es un proceso psíquico real
que le está ocurriendo personalmente a él. Aunque, en cierto
modo, él lo ve desde fuera, imparcialmente, también es una
figura que actúa y sufre en el drama de la psique. Tal
reconocimiento es completamente necesario, y establece un
avance importante puesto que mientras se limite a observar las
escenas, sin más, es como el simplón de Parsifal, que se olvidó
de hacer la pregunta vital porque no era consciente de su propia
participación en la acción. Sucede entonces que el flujo de las
imágenes cesa, entonces es como si no hubiera pasado nada,
aunque el proceso se repita mil veces. Pero si él reconoce su
propia implicación debe entrar en el proceso con sus reacciones
personales, como si fuera una de las figuras del fantaseo, o más
bien, como si el drama que está desarrollándose ante sus ojos
fuera real (es un hecho psíquico que esta fantasía está
ocurriendo, y en tanto que entidades psíquicas, es tan real
como él mismo). Si esta decisiva operación no es llevada a cabo
todos los caminos son abandonados al flujo de imágenes, y
nosotros mismos permanecemos iguales pues, como dice Dorn,
"nunca harás al Uno a menos que tú mismo te hagas Uno". Es,
sin embargo, posible que si tenemos una fantasía dramática
entremos en el interior de este mundo de imágenes como una

56
personalidad ficticia, e impidamos por ello una participación
efectiva; esto puede incluso dañar la consciencia porque nos
volvemos víctimas de nuestras propias fantasías, y sucumbimos
a los poderes del inconsciente, cuyos peligros son bien
conocidos de los analistas. Pero si te pones en el drama como
realmente eres, no sólo se gana en realidad, sino que también
creas, por tu crítica de las fantasías, un contrapeso eficaz a las
tendencias que se te escapan de las manos.
Porque lo que está pasando ahora es una aproximación firme al
inconsciente. Aquí es donde la unio mentalis comienza a
hacerse real. Lo que estamos creando ahora es el comienzo de la
individuación, cuya meta inmediata es la experiencia y la
producción del símbolo de totalidad.

Párrafo 754:
Con frecuencia acontece que el paciente continúa
simplemente observando sus imágenes sin considerar lo que
significan para él. Puede y debe entender sus significados, pero
esto es de valor práctico sólo mientras no esté suficientemente
convencido de que el inconsciente puede aportarte valiosas
intuiciones. Más una vez que ha reconocido este hecho, también
debería saber que tiene entonces en sus manos una
oportunidad para obtener, por su conocimiento, la
independencia del analista. Esta conclusión es la que no le
gusta extraer, con el resultado de que frecuentemente se detiene
en la mera observación de sus imágenes. El médico, si no ha
tratado este procedimiento en sí mismo, no puede ayudarle a
franquear este obstáculo -asumiendo, por supuesto, que existan
razones imperiosas para proseguir el proceso. En tales casos no
existe un imperativo médico o ético sino solamente un mandato
del destino, por lo que pacientes que de ningún modo carecen
de la necesaria perspicacia se estancan frecuentemente en este
punto. Como esta experiencia no es rara, sólo puedo concluir
diciendo que la transición desde una actitud meramente
perceptiva, es decir, estética, a una actitud de juicio está lejos
de ser algo fácil. En efecto, la psicoterapia moderna ha
alcanzado este punto y está comenzando a reconocer la utilidad
de percibir y dar forma a las imágenes, sea por medio del lápiz y
el pincel o por la modelación. Se podría pensar también en una

57
formulación musical, siempre que la música fuera realmente
compuesta y transcrita. Aunque no he observado nunca en mi
carrera casos de este género, el Arte de la Fuga de Bach parece
presentar un ejemplo de esta clase, de igual manera que la
representación de los arquetipos es un contenido básico de la
música de Wagner. (Estos fenómenos, sin embargo, provienen
menos de una necesidad personal que de una compensación
inconsciente producida por el espíritu de la época, aunque no
puedo discutir esto aquí).

Párrafo 755:
El paso más allá de una actitud puramente estética puede
ser desconocido para la mayoría de mis lectores. Yo mismo he
dicho poco sobre ello y me he contentado con indicaciones. Este
no es un asunto que pueda tomarse a la ligera. Hice un intento
hace ya treinta años sobre mí mismo y sobre otros, y debo
admitir que aunque es posible y conduce a resultados
satisfactorios, es también muy difícil. Puede aconsejarse sin
dudar si un paciente ha alcanzado la etapa de conocimiento
descrita anteriormente. Si encuentra la tarea demasiado difícil,
renunciará de ordinario desde el principio y no franqueará
nunca el peligroso impasse. El peligro inherente en un paciente
que presenta disposiciones psicopáticas reside en el riesgo de
desencadenar una psicosis. Esta posibilidad, muy desagradable,
se presenta desde el comienzo del tratamiento, cuando por
ejemplo, el análisis de los sueños ha activado el inconsciente.
Pero si éste va tan lejos que el paciente puede hacer
imaginación activa y dar forma a sus fantasías y no existen
incidentes graves, no se debe temer en general un peligro serio.

Naturalmente uno se pregunta qué miedo -si lo hay- le


previene de dar el próximo paso, la transición a una actitud de
juicio (el juicio por supuesto debiera ser obligatorio intelectual y
moralmente). Hay razones suficientes para el miedo y la
incertidumbre porque la participación voluntaria en la fantasía
es alarmante para una mente ingenua y raya en una psicosis
anticipada.

58
Párrafo 756:
Naturalmente hay una diferencia enorme entre una psicosis
anticipada y una real, pero la diferencia no siempre se percibe
claramente y esto da lugar a la incertidumbre o incluso a un
ataque de pánico.
A diferencia de una psicosis real, que se precipita sobre ti y te
inunda con fantasías ingobernables que irrumpen del
inconsciente, la actitud de juicio supone una implicación
voluntaria en esos procesos de fantasías que compensa la
posición individual y, en particular, la colectiva de la
consciencia. El propósito manifiesto de esta implicación es
integrar las aseveraciones del inconsciente, para asimilar sus
contenidos compensatorios, y producir un significado global que
haga la vida digna de ser vivida, y que para un número no
pequeño de personas la haga posible. La razón por la que la
implicación parece una psicosis es que el paciente está
integrando los mismos materiales de fantasía de los que el
enfermo mental cae víctima por no poder integrarlos, sino que
es tragado por él. En los mitos, el héroe es el que triunfa sobre
el dragón, no el que es devorado por él. Y sin embargo, los dos
tienen que tratar con el mismo dragón. A demás, no es héroe el

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que nunca se encontró con el dragón, o quien si lo vio una vez,
declaró después que no vio nada. De la misma forma, sólo el
que se ha arriesgado a luchar con el dragón y no ha sido
vencido, gana el tesoro escondido, "el tesoro difícil de lograr".
Sólo él tiene el título genuino de la auto-confianza, porque se ha
enfrentado con el oscuro territorio de su self (Sí-Mismo) y así se
ha ganado a sí mismo. Esta experiencia le da fe y confianza, la
pistis en la capacidad del self para sostenerle, pues todo lo que
le amenazaba de su interior, lo ha hecho suyo. Ha adquirido el
derecho a creer que será capaz de superar todas las amenazas
futuras con los mismos medios. Ha llegado a una certeza
interna que lo hace capaz de autoconfianza, y lograr lo que los
alquimistas llamaron la unio mentalis.

Párrafo 757:
Por lo general, este estado está representado gráficamente
por un mándala. Tales figuras contienen bastante a menudo
claras alusiones al cielo y a las estrellas, y por ello se refieren a
algo como el cielo "interior," el "firmamento", o el "Olimpo" de
Paracelso, el Microcosmos. Es éste también ese producto
circular, es decir el "cielo" que Dorn quería producir "por
movimientos continuos de rotación". Como no es muy probable
que él realizara alguna vez esta quintaesencia como un cuerpo
químico, y no pretendió tampoco haberlo hecho, debemos
preguntarnos si él se refería realmente a esta operación química
o más bien, quizá a la obra alquímica en general, es decir, la
transmutación del Mercurio duplex bajo el sinónimo del vino
blanco y rojo, aludiendo así a la obra al blanco (ad álbum) y al
rojo (ad rubeum). Esta última hipótesis me parece más
verosímil. De todos modos, se aludía a un trabajo de
laboratorio. Dorn "perfiló" su intuición de un centro misterioso
preexistente en el hombre, que representaba al mismo tiempo
un cosmos, o sea una totalidad, mientras que él mismo
permanecía consciente de que estaba representando el self en la
materia. El completó la imagen de la totalidad con la mezcla de
miel, hierbas mágicas y sangre humana, es decir lo que ellas
significaban, tal como lo hace hoy día una persona que asocia
numerosos atributos simbólicos al mándala que dibuja.
Asimismo Dorn, siguiendo el antiguo modelo Sabeo y

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Alejandrino, atraía la "influencia" de los planetas (stellae
inferiores) -o "Tártaro" y el aspecto mitológico del submundo- a
su quintaesencia como el paciente hace hoy día".

BIBLIOGRAFÍA:

1- Groesbeck: Carl Jung. En Kaplan y Sadock: Tratado de


psiquiatría. Ed. Salvat, 1990.
2- Jung, C. G: Obra completa. Editorial Trotta:
-Volumen 5: Símbolos en transformación
-Volumen 6: Tipos psicológicos
-Volumen 8: La dinámica del inconsciente
-Volumen 9/1: Los arquetipos y el inconsciente colectivo
-Volumen 12: Psicología y alquimia
-Volumen 14: Mysterium coniunctionis 1 y 2
-Volumen 18: La vida simbólica 1 y 2
3-Rubino, V.:
-Fundamentos del pensamiento de Carl Jung. Internet:
Fundación Jung Argentina, 1999.
-Sueños, arquetipos y creatividad. Ed. Lumen, 1995.
4-Sharp, D.: Lexicon junguiano. Editorial Cuatro Vientos, 1998.
5-Wolman, B.: Teorías y sistemas contemporáneos en
psicología. Ed. Martinez Roca, 1975.

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