Você está na página 1de 2

LA EXTRAÑA MIRADA DEL PSICOPATA

Por Amparo Huélamo Gaspar.

¿Qué emoción o sentimientos podemos transmitir a través de una


mirada? Es una extraña sensación la que nos produce cuando miramos a
alguien a los ojos. Esa sensación puede resultar, o bien invasiva, o bien
vulnerable.
Invasiva porque penetra en nuestra interior con o sin intención. En el caso
del psicópata siempre será con intención porque “no dan puntada sin hilo”.

Vulnerable porque llegan a controlar cualquier situación con sólo esa mirada.
Podemos compararlas como aquellas que llegan a desnudarte sin desnudarte
físicamente.
Quedamos prendidos con esos ojos que nos observan externa e internamente
y que llegan a manipular y finalmente a ejercer un control sobre la víctima u
observador.
Digno de estudio y comparaciones son aquellas miradas de estos “seres” que
provocan un efecto que puede llegar a causar escalofríos.

¿Quién no recuerda el juicio del “caso Bretón”? Recordemos su mirada fría


e inexpresiva que todos pudimos observar durante el juicio. ¿Quién no
guarda en su memoria aquellos ojos que apenas parpadeaban y que no tenían
o carecían de expresividad? ¿Qué transmitía aquella mirada fija? ¿Qué
intencionalidad ocultaba? La respuesta puede ser causar más dolor ¿o no?

Pues bien, los ojos de estas personas son un claro reflejo de la carencia de
sentimientos y de vida interior, ¿pero por qué? Porque son incapaces de
comprender al resto de la sociedad o de sus congéneres, es decir, NO son
empáticos. Es por ello que se muestran inertes, pero cuando les conviene se
muestran amables, educados, seductores, etc., porque están analizando,
estudiando en detalle a su próxima víctima.
Algunos investigadores, psicólogos, criminólogos, etc. se refieren a la
mirada del psicópata como “una mirada que atraviesa, que te encandila, que
te obnubila, que te seduce, que te cautiva por esa intensidad que lleva
implícita.
El párrafo que a continuación señalo lo extraigo de una lectura del Dr. Robert
Hare. “La mirada y la expresión facial puede ser una cara petrificada. Es
difícil saber qué están pensando y parece como si no comprendieran cuando
les reclamas explicaciones o cuando les trasmites algún tipo de
preocupación”.

En la mayoría de las ocasiones si logran entender e intuir cómo nos sentimos,


alegres, tristes, aletargados, débiles, etc. muestran una expresión que denota
sarcasmo e indiferencia y comienza su manipulación, sin embargo, si
conseguimos enojarles nos mostraran su lado más tétrico y dañino como es
el odio, el desprecio, e incluso, el asco. Ahí es cuando comienza su etapa de
victimización pues la verdadera víctima dijo BASTA.

No deberíamos obviar otra de esas miradas depredadoras y de otros ojos

vacios como es el caso de Sergio Morante, asesino de Marina Okarynska y

Laura del Hoyo. Aunque no poseían aquella profundidad de las de Bretón, si

eran frías, nada empáticas y como queriendo eludir todo aquello que

acontecía a su alrededor.

Se pueden decir tantas cosas en una mirada, demostrar cuál es nuestro

sentimiento en cada momento ya sea de felicidad, de tristeza, de regocijo, de

extrañeza, de dolor, de incredulidad, etc. El ojo es considerado como el

instrumento o la cerradura por la cual percibimos el mundo y su entorno.

Sólo con observar unos instantes vemos todo lo que uno lleva en su interior.

Si la cara es el espejo del alma, los ojos son la ventana o la puerta de la

percepción.

Você também pode gostar