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Universidad de Sonora

Escuela de Contabilidad y Administración


Calidad de las Organizaciones
Actividad:
Resumen video
Maestro: Dr. Alfonso Corte López
Alumno: Eduardo Esquivel Gutierrez

Hermosillo, Sonora 25/08/2019


Hay numerosos elementos que intervienen en la competitividad y productividad, los dos conceptos que
analiza Pavón en este nuevo reportaje. Si dos operarios, que utilizan las mismas herramientas, fabrican
un número diferente de unidades de un producto en igual cantidad de tiempo, esa brecha significa que la
eficiencia en el trabajo es un factor de la producción, señala.

Si, por ejemplo, uno de los operarios utiliza herramientas tradicionales y el otro, un robot, fabricará más
unidades el segundo; es decir, el trabajador que cuenta con la tecnología más avanzada. El capital
invertido es también un factor determinante en la productividad, apunta el profesor.

Ahora bien, puede suceder que, para amortizar los costes de la adquisición de ese equipo de última
generación, haya que subir el precio del producto. En ese caso, es más competitivo el trabajador que
emplea herramientas más antiguas, aunque sea menos productivo, aclara.

Ser competitivo no siempre es ser el más barato

El profesor introduce otro elemento en esta relación entre productividad y competitividad y es el mercado.
Si una empresa tiene una gran capacidad para fabricar coches rojos, pero los consumidores están
demandando automóviles azules, solo producirá para su almacén. “La competitividad introduce un
elemento adicional y superador al de la productividad”, dice Pavón.

“Cuando las empresas se plantean ser competitivas, pueden hacerlo de dos formas: bajando los precios
para tener productos más baratos que el resto; o bien, apelando a los factores intangibles, que es lo que
se tiene que hacer en los países desarrollados”, dice el profesor. ¿Cuáles son estos factores? La marca,
la calidad, el diseño, la tecnología, el servicio de posventa, la capacidad innovadora, la excelencia en la
gestión, entre otros, enumera.

Son elementos que no tienen que ver directamente con el precio. “Hay personas que ponen un precio
elevado a sus productos para prestigiarlos en el mercado y son mucho más competitivos que otros que
venden más barato”, ejemplifica. España tiene una economía que ha basado su competitividad en costes
y precios. “Lo que ha faltado es una política industrial que ponga el énfasis en los factores intangibles”.

El mito de los días festivos y la productividad

¿Los puentes hacen menos productiva a España? “Si fuéramos una sociedad puramente industrial, los
días festivos serían muy significativos en el nivel de producción porque el número de horas trabajadas
están contadas; pero somos una sociedad del conocimiento, donde no es tan importante la cantidad de
tiempo que se dedica a una tarea, como la calidad de los resultados”, indica el profesor.

Si se trabajan menos horas, en general, se pierde productividad, pero la relación entre calidad del trabajo
y tiempo invertido o permanencia en el lugar de trabajo es cada vez menor. Empieza a tener más valor el
cumplimiento de los objetivos planteados en un proyecto, que el horario que emplea el trabajador para
alcanzarlos, observa Pavón.

Mantener el tejido industrial que está resistiendo

¿Ideas para salir de la crisis que vive el país? Pavón advierte que se habla mucho de cambiar el modelo
productivo o de formular un plan para emprendedores como solución, pero lo que urge es detener el cierre
de los negocios y fábricas que aún están en pie. “No hay que dejar caer a una sola empresa más”.

Las administraciones locales, autonómicas y nacionales deben hacer todo el esfuerzo posible para que
“no se destruya más de lo que se ha destruido” hasta ahora. “Toda la política industrial y económica debe
concentrarse en proteger a las empresas que están resistiendo porque ser emprendedor y dar trabajo a
otros es muy difícil y ver cerrar tiendas, bares o pymes que todavía están funcionando es una tragedia”,

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