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Revisión técn(ca:
Emilio Lluis Riera
Instituto de Matemáticas
Facultad de Ciencias
Universidad Nacional 'Autónoma
de México
Gráficas,
relaciones
y funciones
National Council of
Teachers
of Mathematics
U.S.A.
Editorial Trillas
México, 1972
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Titulo tleesta obra en inglt<:
Topics in Mothemali�/or Elementory School Teachtrs
Booklet nu1flber 1.1. GropJu. Rdt�tions and FunclionJ
C 1968, Thc Natie>11al Onmdl o/ T.achr71 f
ó Mathematics. btr.
Wa1Mmrton. D. C.. U. S. A.
Priwuraldici411 '" aPdO/, 1970
R•i,.pr,.i6n, •n•ro1972
Segunda reimpreeión, odubre 1972
lA Pr<'$m/oci6n y dispasici6n e11 conjunto dt<
Tt/ftor dr MattmtUicas. c,.a;lerno 13
Gr4ficas, relacionu y {JJncionu,
$On propitdod del tditor
Cuaderno 1: Conjuntos
Cuaderno 2: Números enteros
Cuaderno 3: Sistemas de num4raci6n para los números enteros
Cuaderno 4: Algoritmos d4 las operaciones con números entero:
S
6 PROLOGO
Pares ordenados 22
Conjuntos de verdad finitos 23
Conjuntos de verdad infinitos 25
El método tabular 26
Gráficas de pares ordenados 28
Gráficas de proposiciones abiertas de dos variables 31
Proposiciones compuestas en dos variables 36
RELACIONES 41
RELACIONES DE EQUIVALENCIA 55
Clases de equivalencia 63
Identificación 67
Dos relaciones especiales de equivalencia 70
Implicaciones en las gráficas 71
FUNCIONES 76
..
Prueba de la vertical 82
Notación funcional 84
Las funciones como "reglas" S7
Los funciones como "transformaciones'' 90
La "máquina función" 91
RESUMEN 10 1
1\
12 PROPOSICIONES: ABIERTAS EN UNA VARIABLE
=,�� W
3i\ :j ensspb¡ertgs
ll xsus
�1 El lenguaje de las matemá�cas tiene una gramática, exactamente igual
que la tiene el idioma castellano. Es cierto que a menudo se usan símbolos
en lugar de palabras, pero �tos símbolos son partes m�temáticas del
lenguaje -nombres, pronombres, verbos, etc.-, y podemos usarlos para
formar oraciones tanto simples como compuestas. En matemáticas, como en
castellano, hay oraciones que s.e denominan enunciativas. En esta sección,
clasificamos las oraciones enun�ativas que tienen sentido en tres tipos.
Observemos algunas oracio�es enunciativas en castellano .
Cada una de estas seis· oraciones enuncia algo acerca de algo y ·es,
por tanto, enunciativa. Las que están en el grupo V son proposiciones ver
daderas, mientras que las que están en el grupo F son falsas. Por tanto,
dada una cualquiera de las ppmeras cuatro proposiciones, podemos asig
narle lo que los lógicos llaman un valor de verdad; es decir, podemos
decidir si es verdadera o es falsa.
Pero, ¿qué puede decirse de. las proposiciones del grupo A? ¿Podemos de
cir que la proposición: "Ella es la mujer del príncipe Felipe" es verdadera?,
¿o que es falsa? Desde luego, el nombre de "Isabel Il" nos viene a la
mente, y la proposición es seg.;¡ramente verdadera si éste es el nombre que
usamos para reemplazar al sujeto -pronombre- de la oración. ¿Pero, y si
el nombre con que reempl�emos al sujeto fuera "Brigitte Bardot"? La
proposición seguiría teniendo sentido, pero en esta ocasión sería falsa. Dos
cosas han surgido de esta discusión. Primera, que tan pronto como usamos
el nombre de alguna mujer cualquiera para reemplazar al sujeto, entonces la
proposición tfene un valor de verdad; es decir, o es verdadera o es falsa.
Segunda, que si la sentencia es verdadera o falsa es un problema abierto
en tanto no efectuemos cierto reemplazo. A una proposición de este tipo
se le llama proposición abierta. Tenemos, pues, una clasíficaci6n de ora
ciones enunciativas con sentido en tres tipos: verdaderas, falsas y abiertas.
Las oraciones enunciativas sin �entido como, por ejemplo, ..El rey de Francia
PROPOSICIONES MATEMÁTICAS ABIERTAS 13
proposiciones motemgticasgbiertas
=
El método wado en el lenguaje cotidiano para la clasificación de las
oraciones enunciativas con sentido en verdaderas, falsas o abiertas, también
se emplea en el lenguaje matemático. La idea de proposici6n abierta resulta,
sin embargo, de mucha más importancia en matemáticas que en el caste
llano. En esta seccí6n discutiremos solamente proposiciones numérícar; es
decir, proposiciones en que se afirma algo aJ.:erca de números. Las siguientes
hacen precisamente eso:
V {2
3
:S 7.
X 3+5.
F +i= �·
{i5-2> 4.
Cada una de estas cuatro proposiciones tiene un valor de verdad
definido; esto es, en cada caso podemos decir si la proposición es verda
dera o falsa. Las del grupo V, desde luego, son verdaderas, y las del grupo
F, falsas.
{2+0 =12.2.
Ahora bien, ¿qué aspecto tiene en matemáticas una proposicl6n abierta?
He aquí algunas:
7.
3 X n<
A
X+ 2>=5.
6- 1:!.
\lqcjgbl;svQi?Oiuntp�ge reemplazamiento
Los símbolos O, n, 6 y :f, que aparecen en Los ejemplos anteriores,
desempeñan el mismo papel que los pronombres, en ese caso sujetos, "él"
y "ella" juegan en las proposiciones abiertas en castellano que se vieron
en la página 12. En matemáticas se les llama variables. Vemos, pues, que
proposiciones abiertas son las que contienen variables.
Consideremos la proposición abierta "3 X n < 12" más detenidamente.
Al contestar a la pregunta "¿cuáles serán los reemplazamientos de n que
harán que esta proposición sea verdadera? Se observa pronto que si se
reemplaza la variable n por 1, 2, ó 3, se obtiene una proposición verdadera;
pero si n se reemplaza por 4 o cualquier número mayor que 4, la proposi·
ción resultante es falsa. ¿Podemos concluir de ello que la proposición "3 X
n < 12,. es verdadera sólo sin se reemplaza por 1, 2, ó 3? Este es, ciertamen
te, el caso si los únicos reemplazamientos pennisibles para la variable n son
Jos números naturales; es decir, los números del conjunto N = {1, 2, 3,
4, . .. }. Pero supongamos que, dijimos que n podía reemplazarse por cual
quier entero; es decir, cualqui�r número del conjunto ] = { . . , -2, ·1, O,
.
TABLA 1
CONJUNTOS DE VElUlAD
3 X 0 < 12 w {O, 1, 2, 3)
3 X n
< 12 w {0, 1, 2, 3}
3 x o< 1 2 1 { · • ·, ·2, ·t , O, 1, 2, 3}
3 X 0 < 12 R {números reales menores que 4-}
3 X�= 12 N, W, 1 o R (4}
x2<5 N {1, 2}
xz<5 1 {-2, -1, o, 1, 2}
2+ �:S2 w (O}
2+�:S2 N { }
pmgq§jcjgpe§gl¡¡jertgs sgmpuestgi
Una proposici6n abierta compuesta puede formarse, en matemáticas,
tomando dos proposiciones simples del tipo que hemos estado considerando
y uniéndol�s con una u otra de las conjunciones "y'• y "o". Así, si ligamos
la proposid6n ''-2 < x" con la proposición "x < 4" por medio de 'Y'
obtenemos "-2 < x y x < 4", lo que usualmente se escribe ''-2 < x < 4"
para mayor brevedad. Un número hace que esta proposici6n sea verdadera
si y sólo si hace que las dos proposiciones simples sean verdaderas. (Véase
el cuaderno 12: Lógica.) Los conjuntos de verdad de esta proposici6n para
distintos conjuntos de reemplazamiento se muestran en la tabla Il.
16 PROPOSICIONES ABIERTAS EN UNA VARIABLE
TA1!LA D
CONJUNTOS DE RE.'!MPLAZAJoUENTO
{1, 2, 3}
{O, 1, 2, 3)
{-1, o, 1, 2, 3}
GRUPO DE EJERCICIOS 1
Notgsiéocoo&!n'rtixg
Es conveniente tener una notación "taquigráfica" para el conjunto de
verdad de una proposición abierta dada. Como ejemplo, tornemos la propo·
sición "D.< 4", con N como conjunto de reemplazamiento. La notaci6n
que adoptaremos para indicar el conjunto de verdad de esta proposición es
Los últimos dos ejemplos señalan de nuevo el hecho de que no importa cuál
sea el símbolo que usemos para la variable.
Como nuestra notaci6n parece, en cierto sentido, ser una especie de
"plan" para la construcción de un conjunto específico, la llamamos nota
ci6n constructiva.
Podemos usar la notación constructiva de un modo diferente, podríamos
decir, hacia atrás. Hacemos esto cuando tenemos un conjunto definido in
mente y deseamos describirlo con la notación. Todo lo que tenemos que
hacer es construir una proposici6n abierta que tenga el conjunto dado como
su conjunto de verdad. Supongamos, por ejemplo, que deseamos describir el
conjunto {0, 1,2, 3}. Podríamos razonar como sigue: todos los elementos
del conjunto son enteros, el menor es O, el mayor es 3, y todos los enteros
entre o y 3 están en el conjunto; por tanto
{0, 1,2, 3} = {0 1 o e. J y o<o :;:; 3}.
Un razonamiento un poco diferente nos habría llevado a escribir
{O,t, 2, 3}={xjxe] y -l<x<4}>
o a
{0, 1,2, 3} = {ni n e W y n :;:; 3}.
Es perfectamente admisible usar algunas palabras. Por ejemplo, para
describir el conjuntQ {1, 3, 5, . . . , 99} de todos los números naturales im
pares menores que 100, podría escribirse {x 1 x e N, x<100, y x es impar}.
2rgfjsg§dftpmggskjgpe§ghjg;�g§eguggygrjgbl�
Volveremos ahora al problema de diir una representación gráfica del
conjunto de verdad de una proposición abierta en una variable. Para este
propósito necesitaremos la recta numérica que mostramos en la figura 1.
Hemos mostrado, desde luego, solamente una parte de la re· ta y hemos
rotulado splamente aJgunos de !os puntos que se correspondt.n con enteros.
"2 -, o 2 3 4 5
La recta numérica.
FIGURA 1
20 PROPOSICIONES ABIERTAS EN UNA VARIABLE
.3 .2 -, o 2 3 4 5
"3 -. o 2 3 5
o 2 3 4 5
}
o 2 3 4 5
FIGURA 2
GRÁFICAS DE PROPOSICIONES ABIE�TAS EN UNA VARIABlE 21
�3 '2 -, o 2 3 4 5
lz 1 z e J y -2 ::; z < 31
-3 '2 ., o -2 3 4 5
ID IOcR y -2 �o� 3 }
"3 �2 -, o 2 3 4 5
lt 1 ta R y t < -1 o t > 21
FIGURA 3
GaUPO DE EJBCICIOS 2
a) (O 1.0 e W y O< 3}
b) {n fn & ] y -2 < n < 3}
e) {616 &N y -2 <!:::. < 3}
d) {x]x&R y x+1=3}
e) {61!:::. r.NJ!:::. < 14, y 6 es par}
f) {x 1 x es el nombre de un Estado de Estados Unidos que comienza
con "A"}.
22 PROPOSICIONES ABIERTAS EN DOS VARIABl.ES
2. Grafíquense cada uno de los· siguientes conjuntos sobre una recta nu
mérica:
a) El conjunto de verdad de O -1 = 4; conjunto de reemplazamien·
N
to:
b) El conjunto de verdad de !::.-1 < 4; conjunto de reemplazamien-
N
to:
e) N
{!::. J D.e y !::. 1 < 4}
-
d) {x 1 x e R y -2 < x < 1}
e) El conjunto de verdad de -2 < O< 1; conjunto de reemplazamien
to: R
f) {t.jD.eJ y 6<3).,
Paresordeqgdg:r
Est�diemos la expresión
(2 X 0) + � = 9.
Esta expresión �s declarativa en su forma, pero no podemos decir si lo
que en ella se afirma es verdadero o falso hasta que se hayan reemplazado
por números los dos S'Ímbolos, O y D., que en ella aparecen. Llamamos a
estos símbolos variables, lo mismo que hicimos en las proposiciones abiertas
que consideramos anteriormente. Si la variable O se reemplaza por2 y la
variable D. se reemplaza por 5, la proposición se convierte en la "(2 X 2)
+ 5 = 9", que es verdadera. Si O se reemplaza por 3 y D. por 4, la pro
( X 3) + 4 = 9", que es falsa. Vemos que es nece
porción resultante es "2
sario sustituir un par de números, uno para O y el otro para 6, en la
proposición, antes de que tal proposición tenga un valor de verdad; es decir,
CONJUNTOS DE VERDA!) FINITOS 23
eooiuntosdeyerdgdfjgjtos
Ilustraremos las ideas introducidas al . final de la anteriol' .sección con
tinuando nuestra discusión de la proposición abierta
(2 X 0) + L = 9.
24 PROPOSICION�S ABIERTAS EN DOS VARIABlES
Q>gjugtesdeyerdadipfjgjto§
En el ejemplo que estamos considerando, el conjunto de verdad re
sultó finito; es decir, contenía solo un número finito de pares ordenados
(cuatro). Veamos lo que sucede si conservamos la misma proposici6n abier
ta y el mismo conjunto de reemplazamiento, N, para la variable O, pero
establecemos J como conjunto de reemplazamiento para .6. (/ es el conjun
to de los enteros). Es decir, buscamos el conjunto
{(0, .6. ) 1 0 e N, !::. e J, y (2 X 0) + .6. = 9}.
Este conjunto contendrá todos los pares ordenados que antes encontramos,
porque todo elemento de N es también un elemento de J. Pero ahora, si
reemplazamos O por 5, obteq.íendo "(2 X 5) + .6.= 9", podemos encon
trar un reemplazamiento para .6. en J que haga que la proposici6n sea
verdadera, a saber, -1. Luego (5,-1) está en ·nuestro conjunto d e verdad. De
la misma manera podemos encontrar (6,-g), (7,-5), etc., todos en nuestro
conjunto de verdad. Por tanto
( (0, 6, } 1 0 E N, ,6. 1: ],y (2 X 0) + 0 = 9}
= {(1, 7), (2,5), (3,3), (4, 1 ) , (5,-1), (6,-3}, . . . ).
Este conjunto de verdad contiene infini.tos pares ordenados, y observa
mos que en los elementos sucesivos el primer componente aumenta en 1,
comenzando con 1, mientras que el segundo componente disminuye en 2
y comienza con 7.
Con frecuencia es más difícil darse cuenta de una característica de los
pares ordenados del conjunto solución, particularmente si la proposición
es complicada; por ejemplo, si su "verbo" es � en lugar de :::: , o si los
conjuntos de reemplazamiento para las variables son conjuntos muy grandes,
por ejemplo, R.
Como ejemplo, consideremos la. proporción abierta "m + n � 2", donde
el conjunto de reemplazamiento para cada 'una de las variables m y n es J.
Describamos 'su conjunto de verdad:
{(m, n) l m & j, n & j, y m + n $ 2}.
Desde luego, lo que acabamos de expresar describe al conjunto, ¿pero
no podemos hacer algo mejor? No es difícil encontrar un número de parea
ordenados que pertenezcan a este conjunto de verdad; por ejemplo:
(1, 1 ) , (1, 0) , (0,0) , (2,0), (-1, 2), ( -1,3) , (4,-3).
26 PROPOSICIONES ABIERTAS EN DOS VARIABLES
Elmétgdgtgbu!er
Con frecuencia es conveniente usar un procedimiento tabular de enu
meraci6n de algunos de los pares ordenados del conjunto de verdad de una
proposición abierta. Ocasionalmente podemos, incluso, evaluarlos todos, como
en el siguiente ejemplo. En la página 22 considerábamos la proposición
abierta "(2 X 0 ) + D. = 9", con N como conjunto de reemplazamiento
para cada una de las variables. Encontramos que el conjunto ,de verdad
o .6.
1 7
.2 5
3 3
4 1
tiene que emparejarse con el 7 eil la columna .6. para que se obtenga el par
ordenado (1, 7 ) . Los números que se encuentran en el rcngl6n siguiente
forman el par ordenado (2, 5), y así sucesivamente.
El MBODO TABUlAR 27
o !::,
1 7
2 5
3 3
4 1
5 -1
6 -3
GRUPO DE EJERC:ICIOS 3
ljffifisq§depQ[ftSgrd;qJndp�
El lector recordará que cuando grafkábamos proposiciones abiertas de
una variable -es decir, cuando· graficábamos sus conjuntos de verdad-,
utilizábamos una recta numérica . Parece razonable pensar que para graficar
1
los conjuntos de verdad de proposiciones de dos variables, deberemos em
plear con ventaja dos rectas numéricas. Pero, ¿cómo hacerlo? Fue una
gran contribución a las matemáticas que René Descartes ( 1 596-1650), filó
sofo y matemático francés, conc�biese la idea de colocar dos rectas numé
ricas, una horizontal, vertical la otra, de manera que se cortasen en el punto
cero de cada una, tal como se muestra en la figura 6. Resulta que este plano
coordenado es precisamente lo que necesitamos para representar pares or
denados de números y, por tant9, para representar el conjunto de verdad
qe una proposición abierta en d� variables. La gráfica de un par ordenado
de números será un punto --qué representaremos por medio de un pul'íto
2 3 4 5
-..
El plano coordenado.
FIGURA 6
GRÁFICAS DE PARES ORDENADOS 29
físico- en el plano determinado por las dos ,rectas numéricas que se ínter
secan -por ejemplo, el plano de la hoja de papel o del pizarrón sobre el
que se han dibujado las rectas.
Al describir cómo localizar el punto que es la gráfica de un par ordenado
dado, será conveniente tener un nombre para el punto en el cual las dos
rectas numéricas se cruzan; se llamará origeJ.t. Localicemos ahora el punto
que es la gráfica del par ordenado (3, 2 ) . Comenzamos en el origen y "co
rremos" tres Wlidades hacia la derecha. D�pués corremos dos unidades
perpendicularmente hacia arriba, y allí localizamos el punto. Esto es lo que
se muestra en las dos gráficas de la figura 7.
segundo
componente
4
4
3
3
2 �(3,2)
2 (3.2)
1
o o primer
4 'l o 1 12 ;:s �
"3 "2 "1 o 2 3 3
1'2 "1 componente
"1
"'2
"2
"3
"3
(9.) (b)
Gráfica del punto (3, 2) en -el plano coordenado.
FIGURA 7
nada más que un convenio, pero uno muy fuerte. Casi siempre asociamos
la dirección horizontal con el primer componente del par ordenado y la
dirección uertical con d segundo componente. Los economistas a menudo
hacen precisamente lo contrario. Pero, ¿por qué corremos tres unidades
a la derecha en lugar de a la izquierda? También esto nada más que por
otro poderoso convenio : que las unidades que están hacia la derecha y
hacia arriba han de considerarse positivas, y las que están hacia la izquier
da y hacia abajo, negativas. A�í pues, medimos tres unidades a la derecha
del origen sobre la recta numérica horizontal; si hubiésemos corrido hacia
la izquierda estaríamos en ·3. Análogamente, al correr dos unidades ha
cia arriba --después de haber corrido tres a la derecha- estamos enfrente
del 2 que está sobre la recta numérica vertical, en lugar de estar enfrente del
·2, adonde habríamos llegado si hubiéramos corrido hacia abajo. No hay
nada, sin embargo, que nos obligue a obedecer estos convenios, y un mate
mático no vacilaría en violarlos si por cualquier raz6n pareciera preferible
para determinado problema.
Las anteriores observaciones sugieren la forma en que localizaríamos un
punto correspondiente a un par de números que tuviera, al menos, uno de
sus componentes negativo. Para localizar (·3, 1 ) ; es decir, para localizar el
punto correspondiente a (-3, 1), o que tiene -3 y 1 como coordenados, co
menzamos corriendo tres unidades hacia la izquierda a partir del origen,
y luego una unidad hacia arriba. Para localizar (-2, -3), corremos dos uni
dades hacia la izquierda desde el origen, y Juego tres unidades hacia abajo.
Para localizar ( 1-!, -2!), corremos una y media unidades hacia la derecha,
y luego dos y un tercio unidades hacia abajo. Todos estos puntos aparecen
gralicados en la figura 8.
¿Y qué ocurre si uno o ambos componentes de un par ordenado son O?
Lo único que tenemos que hacer es interpretar la instrucci6n "correr O uni
dades" como si significaran "qpedane en donde se está". Esto puede, sin
embargo, causar alguna confusion por dos razones. Primera, a algunas per
sonas les parece contradictoria la idea de que O sea algo, a pesar de que O
es un número perfectamente correcto. En segundo lugar, y esto confunde
más, cuando seguimos las instf\lcciones para localizar (-4, O), digamos, co
rriendo cuatro unidades hacia la izquierda y luego quedándonos allí, nos
encontramos en el punto marcado -4 en la recta horizontal. Pero -4 no es
lo mismo que (·4, O ). Lo que ha sucedido ha sido esto : El r6tulo -4 se dej6
allí desde el tiempo en que est�bamos considerando solamente la recta nu
mérica horizontal. Dejamos tales rótulos sobre la recta numérica, simple
mente porque nos resultaba conveniente para localizar puntos en el plano.
Es importante tener presente q1,1e todos los puntos en el plano, estén o no
en una de las rectas numéricas originales, tiene dos coordenadas. La figu-
GRÁFICAS DE PROPOSICIONES ABIERTAS DE DOS VARIABLES 31
segundo
componente
('4.4 4 (44)
3 (0.3) 2,3)
2 (3.2)
3.1) '
4.0) o 0.0) (2.0) primer
4 3 1 o 3
-2
·¡
� ¡2 4 componente
Jl(0:2'
2:31 .3 1\:-2 )
FIGURA 8
<;¡ráfjs¡ts.depmpg§kjggesqhiertgsdedosygrjgbl¡¡
Ahora que podemos representar gráficamente pares ordenados de nú
meros, es fácil representar conjuntos de p�res ordenados y, por tanto, los
conjuntos de verdad de las proposiciones a�iertas.
Como ejemplo, veamos una vez más la proposición abierta "(2 X 0)
+ b, == 9", con N como conjunto de reemplazamiento para ambas varia-
32 PROPOSICIONES ABIERTAS EN DOS VARIABLES
D. 6
a
8
1.7) e(1.7)
6 6
2.5)
•(2,5)
4
4
3Jl •(3.3)
� 2
(4,Í) •(4,1)
(1 o
o 4
1'2 2 o .2 o 2 4 o
"2
"2
(a) (b)
Gráfica de (2 X 0) + � = 9, Q t: N, � e: N.
FIGURA 9
contiene a todos estos puntos. Parece ra:t.onable suponer que si todos los
puntos correspondientes a los pares ordemidos del conjunto de verdad
pudieran ser graficados, llenarían tal recta. Dibujamos, por ello, toda la
recta y decimos que es la gráfica de ]a proposición abierta. Esto requiere
cierta dosis de fe por parte nuestra. Una rania de las matemáticas, llamada
geometría analítica, nos da los medios para probar que la gráfica de e�ta
proposición abierta es, ciertamente, la recta -que hemos trazado.
o 6
l 7
2 5
3 3
4 1
5 .1
6 .3
o 9
"1 11
l 8
"4
� 6 so
(a) (b)
Gr§.fica de (2 x 0) + 6. = .9,O & R , 6. & R .
FIGURA 1 0
dicho, comencemos con (-1, 3) . .A medida que recorremos para abajo suce�
sivas unidades de distancia, llegamos a ios puntos correspondientes a (-1, 2 ) ,
(-1, 1 ) , (-1, 0), (-1, -1), etc. En todos los casos, la suma de los componentes
es i�al o menor que 2, por tantp, todos estos puntos están en la gráfica del
conjunto { (m, .n ) J m e ], n e ], y m + n. < 2}. La gráfica de la proposi
ción abierta dada, consiste, pues, en una especie de ''triángulo infinitp",
una parte del cual aparece en la figura 11. Tal gráfica se llama, a veces,
"grúfica incompleta", pero ordinariamt•ntc el nombre se omite cuando el
conttxto implica que la gráfica es un tri{,ngulo infinito.
7
• 6
• • 5
• • • 4
• • • •3
. • • • 2
• . • 1
• •
o
""T · ·z '1 o • 2• 3•
• • .
4 m
. .,
• . • • '2 • • . •
• • • • '3 • • • • •
FIGURA 1 1
3 4 X
Gráfica de x + y � 2, :c & R, y �: R.
(a)
3 4 X
Gráfica de x + y < 2, x E R, y E R.
(b)
FIGURA 1 2.
36 PROPOSICIONES ABIERTAS EN DOS VARIABLES
�3,1)
FIGURA 1 3
R'992§i'ͺPft§cgmg'!ft§ÍQfiliP QQ§vgngble§
A Jo largo
de toda esta scr..ción, el cClnjunto de reemplazamiento para
todas lasvariables que aparc"can será R.
Fonnemos una proposición conectando las siguientes proposiciones sim
ples con la conjunción " y" :
(2 X 0) + /::, = 9;
0 = 4 X �.
Obtenemos la proposición compuesta
(2 X 0) + /::, = 9 y 0 = 4 X /::,
PROPOSICIONeS COMPUESTAS EN DOS VARIABLES 37
\ó t::.
10 10
8 0
6
10
2 (4.1)
•
o
o 2 4 80
un par ordenado hace que la proposición sea verdadera si y sólo si hace que
las ·dos proposiciones simples s�an verdaderas. Notcmos que el par (4, 1 )
verifica t'Sto y está, por tanto, eh el conjunto de \'Crdad,
{ (0, 6) 1 ( 2 X O) + !::, = 9 y o = 4 X 6),
de la proposición compuesta. ¿Hay algunos pares ordenado� •más en este
conjunto de verdad? Después de algunas investigaciones, que quizá impli
quen la construcción de una tabla para cada una de las dos proposiciones
simples, comenamos a sentirnos convencidos de que ( 4, 1) es, ciertamente,
el único.
Esta conclusión se refuerz.a cuando miramos las gráficas. El conjunto
de verdad de esta proposición compuesta de tipo "y" es la intersección de
los conjuntos de verdad de las dos proposiciones simples. Por tanto, la grá
fica de la proposición compuc�ta es la intersección de las gráficas de las
proposic.iones simples. La gráfica de "(2 X O) + !::, = 9'' se obtuvo en
la figura 10; la reproducimos en la figura 14(a). La gr:lfica de "O = 4 X
.6.'' no es difícil de trazar. Es 'una línea recta, tam.bi�n, como se muestra
en la figura 14 ( b) . En la figura 14 (e) hemos vuclto a dibujar estas dos
gráficas en un mismo plano. Resulta evidente ahora que su intersección es
un solo punto, a saber, el asociado con (4, 1 ) . La figura 14(d) muestra la
gráfica de la proposición t"ompuesta.
Estamos ahora convd1cidos de que
{ ( 0, 6 ) : ( 2 X 0 ) + !::, = 9 y 0 = 4 X !::, } = { (4, 1 ) } ;
es decir, el conjunto de verdad de la proposición compuesta
(2 X 0) + 6 = 9 y 0=4X 6
es l'i conjunto cuyo único elem�nto es el par ordenado (4, 1 ) .
EstudiC'mos ahora una proposición compuesta cuyo conjunto de verdad
ticnt.' más elementos; por ejemplo,
X< y y X + y < 2.
Las dos proposiciones simples que aquí se asocian se estudiaron en la
sección precedente. De nuevo deseamos encontrar el conjunto de verdad
{ (:�, y) l x < y y x + y < 2}
de la proposición compuesta. Este conjunto contiene muchos pares orde
nados: (0, 1 ) , (�, �), (-3, 2), (-2, -1 ) , para nombrar unos cuantos. El
lector debe vcrific.ar que estos pares están realmente en el conjunto de
verdad de la proposición compuesta. Recuérdese que cada uno de ellos debe
hacer verdaderas a ambas proposiciones. Parece que probablemente la
PROPOSICIONES COMPUff>TAS EN DOS VARIABLES 39
__ _
::.-
= =-
,
(1.1)
fiGURA 1 5
FIGURA 1 6
PROPOSICIONES COMPUESTAS EN DOS VARIABLES 41
En conexión con esto, podemos hacer notar que la uni6n de las dos
.rt•<·tas de la figura 14( c.), página 37, es la grá(ka de la proposición c.om
pucsta
(2 X 0) + l::. = 9 o 0 = 4 X l::. .
GRUPO DE EJERCICIOS 4
a) )' = x. b) y = 2 X x. e) y = 3 X x.
2. Grafíqucnsc cada una de las siguientes proposiciones en cuadros separa·
dos, usando W = {0, 1, 2, . . } . como conjunto de ret'mplazamicnto:
RELACIONES
En las secciones precedentes hicimos uso de los shnbolos "<" y " ;::: ··,
que se usan en lugar de las frases "es menor que" y "es mayor o igual que",
respectivamente. Ahora, cada una de estas frases puede considerarse como
el nombre de una relación que existe entre 'los elementos de ciertos pares
ordenados de números. Pot ejemplo, 1a relación es menor que existe entre
2 y 5, en este orden.
Unas cuantas frases que parece denominan a relaciones entre pares de
cosas aparecen a continuación.
No todas. las relaciones están ddinidas sobre un solo conjunto. Por �;j(:m
plo, nació en el año -como ''Juan nació en d aiío 1958"- relaciona gentes
con enteros.• Más adelante consideraremos estas relaciones.
Gjemplo de'elgdep&»
Quizá sea de ayuda para aclarar la idea de n•lación como conjunto
de pares ordenados que consideremos un ejemplo en el•que algunas rela
ciones pueden enunciarse explícitamente en forma total. Consideremos la
familia Pérez, que consiste en el matido, la esposa, dos hijos varones y una
hija. En la tabla III se dan algunos de sus datos fundamentales.
TABLA lii
LA I'AMILJA PÉRE:Z:
• El lector preparado podrá decir, con razón, que tal proposición está defi·
nida en el conjunto unión dd conjunto de gentes con el conjunto de enteros. [N.
del T.]
EJEMPlO DE RELACIONES AS
GRUPO DE EJElCIC�OS 5
GráHsgs de re¡adog¡¡
Hay dos fonnas estándar de representar las relaciones. Una, es por mi!·
dio de diagramas de flechas, procedimiento que discutiremos en la siguiente
sección; la otra, es por medio de gráficas.
Comencemos por considerat· las gráficas de relaciones numéricas, es
decir, de relaciones que están definidas sobre conjuntos de números. Vere
mos primero la relación es menor que (<), definida sobre R, el conjunto
de los números reales. De acuerdo con nuestra definición, esta relación es
precisamente el conjunto de verdad de la proposición abierta x<y, con R
como conjunto de reemplazamiento, y a este conjunto de verdad ya lo
hemos representado gráficamente en la figura 13. El dibujo de la figura 13
es la gráfica de la relación es menor que definida sobre R. La gráfica en la
figura 17, como la de la figura 13, es desde luego incompleta.
y
• • • • • • •
• • • • • •
• • • • •
• • • • 1
X
• • •
• •
•
La relación es menor que, definida sobre /.
FIGURA 1 7
GRÁFICAS DE RELACIONES 47
está muy lejos de frases tan sencillas como e� menor que o es la suma de,
pero describe la relación en cuestión. El punto importante, no obstante,
es que podamos pensar en un nombre adecuado para ella o no, {(m, n) 1
m e J, n e:. J, y m + n :::; 2} es una relación definida sobre J. La figura 1 1 ,
muestra s u gráfica.
Vemos, pues, que nada nuevo tenemos que aprender para poder graficar
relaciones porque ya sabemos cómo graficar conjuntos de pares ordenados
de números. Daremos, sin embargo, un ejemplo más.
Hemos hecho frecuentes referencias a la relación es un múltiplo de,
definida sobre el conjunto J de los enteros. Observémosla en detalle y cons
truyamos su gráfica. Para fijar la idea de múltiplo en nuestras mentes,
preguntémonos cuáles son ]os múltiplos de 3. Cierto, 1 X 3, 2 X 3, y 3 X 3
son algunos de ellos. Pero también ]o son O X 3, -¡ X 3, -2 X 3, . . . . Ve
mos, pues, que todos los números . . . , -6, -s, O, 3, 6, 9, . . . son múltiplos
de 3 ; y, por tanto, los pares ordenados . . . (-6, 3 ) , (-3, 3 ) , (O, 3 ) , (3, 3 ) ,
(6, 3 ) , (9, 3 ) , están en l a relaci6n es un múltiplo de. Análogamente, Jos
• • .
múltiplos de -3 son
. . . ' (6, -3)' (3, -3)' (0, -3 ) ' (-3, -3)' (-6, -3)' . . .
están en la relación. Nótese que todos los pares ordenados en las dos listas
son diferentes. Si graficamos los pares orden�dos que hemos obtenido hasta
48 RELACIONES
3 ¡g
• 12 f9 ro � 6 12
.3
"6
FIGURA 1 8
tanto, Jos pares (6, 6), (6, 3), (6, 2), (6, 1 ) , (6, -1), (6, -2 ) , (6, -3) y ( 6, -6)
GRÁFICAS DE RELACIONES NO NUM�RICAS 49
están en la relación, pero no está ningún otro par con 6 como primer com
ponente. Cuando graficamos estos pares ordt·nados, obtenemos toda la parte
de la gráfica que se encuentra directamente arriba y abajo dd punto de
la recta numérica horizontal ·que tiene 6 com() rótulo.
Insistimos en este momento ante el lector para que cicr·rc este cuaderno
y grafique es un múltiplo de, definida sobre ]� por sí mismo -el papel cua
driculado facilita la tarea. La construcción de esta grMira es un medio
excelente de llegar a entender realmente lo que son los múltiplos de los
enteros.
�réfkgsderelgdopesgo gumé[jss¡i
¿Cómo -podemos graficar una relación que está definida sobre un con
junto de cosas que no son números sino, por ejemplo, personas o vacas?
Pongamos un ejemplo de técnica apropiada para estos casos.
L • • L
E • E
T • T
M M • • •
p p • • •
M T B L � M T B L
L • • L • • • •
E • • • E •
T • • T •
M • • M • •
p • • p
p M T E L p M T L
FIGURA 1 9
50 RELACIONES
z •
··�o Y.
y • •
.. /
•
" y
Diagrama de flechas Orifica
(a) (b)
La relaci6n {{x, y), (y, y), (y, z), (.�, x) }
FIGURA 20
RELACIONES CON DIAGRAMAS 01: FLECHAS 51
•
L
es hermano de es hijn de
(a) (b)
FIGURA 21
misma relación.. Nótese que la flecha en anillo que va de )' a )' es necesaria,
porque de algún modo debemos interpretar visualmente l a información de
que )' está relacionada a sí misma; es decir, que ()', )') está. en la relación.
En la figura 21 damos más ejemplos de esta técnica, mostrando los dia
gramas de flechas de las mismas cuatro relaciones sobre la familia Pérez
'
que graficamos en la figura 19.
En las figuras 21(a) y (e), aparecen pares de flechas, Q . Tales pares
se reemplazan a menudo por flechas de doble cabeza, · ++ · . La figura 22
muestra en qué se transforma la figura 21 (e) cuando empleamos esta sus
titución. El empleo de ésta simplifica la apariencia del diagrama, pero
dificulta ver las relaciones particulares. Por ejemplo, para encontrar cuán
tas individuales hay -es decir; cuántos pares ordenados hay en la rela
ción-, debemos contar cabezas de flecha en lugar de flechas.
Q __ G)
G----:v
./
�
Diagrama con flechas de doble cabeza.
FIGURA 22
Univemty r
TcH"1rAfgtka�eitr�
m�ess,l g; pags. J
1 .c¡p Dir. Trevor J. Fletcher. Londres: Cambridge
. Esta excelente colección de artículos, escrita
por miembros de la Associ4tion of Teach11r of Mathematic, presenta tanto hu rela·
•
clones como cierto número de otros temas en una forma muy interesante.
RELACIONES CON DIAGRAMAS DE FLECHAS 53
• • • • • • •
• • • •
• • • • • •
• • • • • •
La discusión en la clase.
FIGURA 23
Ahora, ¿quiere alguno de los que están señalando pasar y mostrar lo que están
haciendo en el pizarrón? ¿Son éstas las posiciones reales? ¿Cómo vamos a saber
que estaba. señalando precisamente a él? Tenemos que ser daros aobre cuál es la
dirección en que estábamos apuntando, Una fiecba es un buen procedimiento. (Se
dibuja la flecha.)
¿No hay nadie más que quiera pasar para mostramos a quién estaba apuntando?
¿Está bien lo que ha hecho? ¿Cómo lo sabe? Otro más, por favor. ¿No hay ninguno
de ustedes que pueda aeñalar a más de una persona? Si hay alguien, que pinte
lodat las flechas que sean necesarias. Muy bien; pase y enséñcnos lo que ha hecho.
Tenemos ya varias rectas en el dibujo y no queremos que nos confundan. Tengan,
pues, cuidado al trazar sus rectas. ¿Está ahora esa flecha pasando por donde debe?
Pase y dibújela bien.
Esta situación puede prolongarse todo lo que parezca necesario. Puede tenerae
una discusión interesante si a alguien se le ocurre señalarse a ai mismo. Si la clase
no nos proporciona un ejemplo adecuado, el maestro puede fabricar un nuevo dis
cípulo, por ejemplo, Cantinflas o Brigiue Bardot, que sirva a nuestros propósitos.
¿Cómo aparecerá. en la gráfica esta clase de aeña1amiento? Una forma bastante
natural de hacer esto es la de dibujar una especie de anillito que una el punto
consigo mismo: ¿Necesitaremos poner una cabeza de flecha en este anillito? Quizá
haya otras ideas, o gérmenes de ideas más importantes, por ejemplo, cuando dos
individuos están apuntándose uno a otro. ¿Por qué sucede esto? Supongamos que
George Grant y Grace Garvie están en la clase, ¿cómo estarán traza.das las flechas?
Cuando este proyecto está terminado, lo que nos mostrará la figura 23'
será, desde luego, el diagrama de flechas p;¡lra la relaci6n
tiene un nombre cuya inicial es igual a la inicial del apellido de
54 RELACIONES
GRUPO DE EJERCICIOS 6
Convención
Tuvimos bastantes dificultades para llegar a nuestra definición de rela
ción como conjunto de pares ordenados. Ahora que ya la hemos establecido
veremos cómo nos lleva a algunas situaciones bastante extrañás.
Consideremos por un momento la relación es ml"nor que. Esta relación
�s tan importante que para representarla tenemos un símbolo especial, d
símbolo "<". Ahora bien, de acuerdo con nuestra definición esta relación
es el conjunto { ("'y) J x < y}. Nos vemos, puesj forzados a aceptar que
(2,5) s. <
y
(2, 5) e es rn.t•twr que
Aunque quizá sean correctasj la verdad t.'.S que tienen un aspecto e-:o:
traño y, por ello, preferiremos evitarlas. Ciertamente, preferiremos escribir
2 < 5 que ( 2, 5) e < .
¿Podemos siempre hacer cosas análogas? No hay ningún inconveniente
si la relación puede describirse mediante una simple frase o un símbolo con·
CONVENCIÓN 55
l. Sea R el nombre de la relación { (x, y), (y, z), (y, y), (z, z) } .
a) ¿Es zRy una proposición verdadera?
b) ¿Es yRz una proposición verdadera?
e) Formúlese una lista de todas !as proposiciones verdaderas.
���&QQNESDE E9U!VAlENCI�
Algunas relaciones tienen características especiales, o propiedades, que
las hacen particularmente útiles tanto en matemáticas como en otras <fisci-
56 RElACIONES OE EQUIVALENCIA
plin:1s. Algunas el�: c·stas clases generales de relaciones son tan importantes
que tienen n()Jnbn·s particulares. Tres de estas clases son )as llamadas rela
ciones de <'quivnlt�ncia, las relacjones de orden y las funciones.
El lector probablemente ha :oído la palabra "íuncí6n" usaqa casi en su
sentido matcmútiw en c.xprcsioncs tan habituales como "su :.impuesto es
función de sus ingl'csos'' y "la i�comodidad que se siente es funci6n no solo
dd calor sino también de la humedad". Ya que las funciones son útiles
enmatemáticas, mús adelante dtdicaremos varias secciones a su estudio.
Ya hemos usndo nosotros relaciones de orden tales como < y s; en sec
ciones precedentes. Podríamos 01nalizar y generalizar el concepto de orden
como relaci6n, pero l a falta de espacio nos impide hacerlo en este cuaderno.
En )as siguientes secciones estudiaremos las relaciones de eqllivalencia
-y ciertas otros importantes prop�edades de las relaciones.
l;�efjqkjégdere'n&íemwdeegyjyg!.pd9
Casi todo el mundo tiene i�eas preconcebidas sobre las equivalencias.
Por ejemplo, tenemos l a idea de que las fracciones 2/6 y 3/9 ron equiva
lentes. ¿Por qué? Porque denominan al mismo número. Podíamos sentimos
inclinados a conn·nir, desde ahora, en que la relación denomina al mismo
n1ímero que, definida sobre el conjunto de las fracciones, es una "relación
de equi\·alcncia".2 Por otra parte, lo más probable es que sintamos que la
relación es 'me110r que, no es ul).a relación de equivalencia. ¿Por qué no?
Por una razón, ttncmos la idea de que la equivalencia implica cierta clase
(le reciprocidad, yes menor que no tiene esta característica. Por ejemplo,
2 está relacionado a 5 porque es menor que, pero 5 no está relacionado a 2
de ese modo.
Nuestro objetivo es el de decjdir cuáles son las características o propie
Qades que una relación debe tener antes de que estemos dispuestos a llamarla
·�relación de equivalencia". Comenzaremos este proyecto observar.do una re
lación no matemática, relación que, no obstante, resultará ser una relación
de equivalencia.
Consideremos la escuda elemental de Pradoumbroso en un determinado
momento. Los varios cientos de personas de la escuela: profesores, alumnos,
director, etc., están, todos, trab�jando contentos y felices en los distint:>s
salones. Ahora la frase en el mismo sal6n -o habitación- denomina
una relación específica definida sobre el conjunto de personas que están
en l a escuela. Vemos que esta relación tiene las siguientes tres sencillas
propiedades:
Estas tres afirmaciones son tan obvias que casi parece tonto hacerlas
notar. Parece, sin embargo, que cualquier relación que deseemos llamar:
relación de equivalencia debería tener propiedades análogas a estas, y no
podemos pensar en ninguna otra propiedad que tuviera que exigirse a cual
quiera relación de tal tipo.
Para estudiar la estructura de estas tres propiedades e, incidentalmente,
abreviar nuestras proposiciones, usemos algunos símbolos. Usaremos símbolos
para ocupar el puesto de los elementos del conjunto sobre el que la relación
está definida; es decir, para las personas que están en la escuela. Usaremos
también la letra R como nombre de la mil!ma relación ; es decir, R signi
ficará está en la misma luJbitación que. La proposición simbólica xRy, es,
por tanto, una abreviatura de la proposición "la persona x está en la misma
habitación que la persona y". Las tres propiedades de la relación está en lo
misma habitación que, que antes enunciamos (las tres propiedades de la re.
ladón R) pueden ahora escribirse en forma muy concisa como sigue:
e¡gpjedgde§delqsrelgFigpe;
Discutamos primero, no obstante, por separado las tres propiedades
que aparecen en la definición de relación de equivalencia. Cada una de
ellas aparece con tanta frecuencia en matemáticas que ha recibido un nom
bre. A la propiedad 1 se le Hama reflexividad; y si una relación R sobre
un conjunto S es tal que cada cosa en S esté relacionada según R consigo
misma, entonces se dice que R es una relación reflexiva. La propiedad 2
se llama simetría, y cualquier rciación que tiene esta propiedad es una re
ración simétrica. A la propiedad 3 se le llama transitiuidad, y cualquier
relación que tiene esta propiedad se llama relación transitiva. Se ha dicho
que los matemáticos dan nombres fáciles a ideas difíciles; en este caso Jo que
es verdad es exactamente lo contrario.
PROPIEDADES DE lAS RELACIONES 59
transitiva. Pero al mirar las cosas más de cerca, sin embargo, vemos que
hay una diferencia. N6tese que ia prueba del teorema, que ahora daremos,
usa dos de las propiedades de las tres propiedades que ha de tener una
GRUPO DE EJEIICICIO$ 8
Relaci6n Conjunto
es un ciudadano del mismo pa[s que peraonas del mundo
tiene el mismo número de patas que animale$ (mamlferos, pájaros, �ces)
tiene el mismo número de letras que palabras de la lengua castellana.
tiene la misma letra inicial que palabras de la lengua castellana
es paralela a líneas rectas
es congruente � triángulos
¿Es ,....., una relación de equivalencia? Es fácil probar que ,....., es refle
xiva: sea x un elemento cualquiera de J, es decir, un entero cualquiera.
Sabemos que x - x = O y que O es un múltiplo de 3, porque O X 3 = O.
Por tanto, de acuerdo con la definición ,....- , tanto m como n reemplazados
por x, vemos que x .-- x; es decir, para todo xe.J, tenemos x .-x.
Las pruebas de que ,.w es simétrica y transitiva requieren más álgebra;
específicamente, necesitamos lo� hechos de que -(x - y) = y - x y de que
(x - y) + (y - z) = x - z, y por eso las omitiremos. La consideración de
algunos casos numéricos, sin embargo, puede ser bastante ilustrativa. Res
pecto a la simetría (si x --'·y, entonces y .-- x), notamos que tenemos 'la
proposición verdadera 1 1 ,....- 5 y que también tenemos 5 .-- 11 ; tenemos 6 ,.....,
21, y también 21 ,... 6,; tenemos 5 ,_ -4, y también -4 ,-5. Algunas de estas
proposiciones se verificaron dos párrafos antes. El lector debe comprobar
las otras, usando la definici6n de ,..., , A propósito de la ti:'ansitividad (si
x ,- y y y �-' z, entonces x ,_ z) , vemos que tenemos las proposiciones ver.
daderas 1 1 �-' 5 y 5 ,..., -4, y vemos también que 1 1 ,_ -4; que tenemos
6 ,....., 21 y 21 .-- -3, y también 6
,_, -3.
Una vez que estamos convencidos de que �-' es una relación de equiva
lencia, estamos justificados en usar ''m es equivalente a n" en lugar de
m ,_ n, si lo deseamos. Procedamos sistemáticamente para encontrar qué
• • • 9 • • •
• • • 8 • • •
• • • 7 • • •
• • • 6 • • •
• • • 5 • • •
• • • 4 • • •
• • • • • •
• • • 2 • • •
• • • • • •
•
o
�
- '"3 "2 "1 o
. o •
• • • '2 • • •
• • • "3 • • •
• • • "4 • • •
• • • ·s • • •
• • • ·e • • •
• • • '7 • • •
• • • ·a • • •
• • • -g • • •
Grifica de la relaci6n -.
FIGURA 24
H = {1, 3, 5, . . . } y K = {2, 4, 6, . . . }
ldegtjfjcgdép
Muchas veces en matemáticas estimamos conveniente considerar todas
las cosas que se encuentran en cada clase de equivalencia como si fueran
iguales. Decimos entonces que identificamos -es decir, consideramos como
idénticas-- las cosas en cada clase de equivalencia. Ilustremos esto con dos
ejemplos.
Sea A el, conjunto de todas las flechas que pueden trazarse desde un
punto entcr6 de la recta de los números hasta otro. Un "punto entero"
es la gráfica de un entero. Mostramos algunas de estas flechas en la fi·
gura 25, donde las hemos trazado un poco más arriba de la recta numérica
de manera que puedan verse mejor. Nos resultará conveniente que denote-
�
mos la flecha que se extiende desde el punto a hasta el punto b por a, b. La
68 RELACIONES DE EQUIVALENCIA
� .
flecha de trazo interrumpido de la figura 25 es la 2.-1. Definamos ahora
una relación R sobre el conjunto A de todas estas flechas conviniendo en
que una flecha está relacionada a otra segunda si la primera tiene la misma
� �
longitud y la misma dirccci6.n que la segunda. Por ejemplo, 2, ·1 R 6, 3
porque la primera tiene una ,longitud igual a 3 y dirección, de derecha a
•
.-.(------------ -
4 3 "1 o 2 3 4 5 6
Flechas sobre la recta numérica.
FIGURA 25
--+
una relación de equivalencia. Ahora bien, la clase de equivalencia de 2,-1
� � � �
contiene muchas flechas: 6, 3; O, -3; -t, -4 y 1, ·2 son unas pocas de entre
ellas. Para ciertos prop6sitos, podríamos considerarlas como si todas fueran
una misma. Por ejemplo, podrÍamos considerarlas como representando todas
a la operación de sumar ·3. En este caso identificaríamos a todas las flechas
de esta clase de equivalencia. Todos los elementos de la .clase
.
de equiva-
--+ --+ � � ----+ �
lencía de O, 2(1, 3; -4, ·2; O, 2; ·2, O; y ·1, 1 son algunos) se considerarían,
pues, como el mismo porque representan la operación de sumar 2. El mé
todo que acabamos de delinear se usa en el cuaderno 9 : El sistema de los
enteros.
Nuestro segundo ejemplo muestra cómo podemos formar los números
racionales a partir de los enteros. El método que presentaremos se us6, de
un modo más bien informal, ep el cuaderno 1O: El sistema de los números
racionales. Definiremos ahora una relación R que resulta denomina el
mismo número racional que. Comencemos por considerar el conjunto F de
todos los pares ordenados de enteros, con la restricción de que O no sea el
segundo componente de ninguno de los pares ordenados. Aunque F es
un conjunto de pares ordenados, no es la relación que estamos buscando.
La relación R la vamos a definir sobre el conjunto F. Un elemento de R
será, pues, un par ordenado de elementos de F, es decir, un par ordenado
de pares ordenados. Para disminuir la confusión, escribamos los números de
F en la forma mjn, en lugar de en la forma habitual (m, n ) . Así pues
IDENTIFICACIÓN 69
F= {;j m e (, n e ], y n =F O }
A los elementos de F les llamaremos fracciones.
m
Definimos ahora la relación R sobre F estableciendo que R p_ si y solo
q ��
' 52 12 -4
s1 mXq=n X p. Ast' pues,4 R 10 puesto que 2 X 10 = 4 X 5 ; y -9 R
3:
porque 12 X 3 = -9 X -4.
Con ayuda de un poquito de álgebra se puede mostrar que R es una
relación de equivalencia. Una vez que sabemos esto, sabemos también que
R parte F en clases de equivalencia. AlgunaS de estas son
-3 -2 -1
=4· =2· 2· 4· 6 · . . . }
1 2 3
{ . . . • -6'
{ . . . i 1· f. :,.�.-}. . }
. . .
GRUPO DE �JEICICIOS 9
3
b) ..::.
6
d) �
�os reladogesespecialesdeeguiyalencia
No debemos dejar el tema de las relaciones de equivalencia sin men·
cionar las dos relaciones de equivalencia más sencillas de todas.
La primera de estas es la relación de ígualdad, o identidad, sobre cual
quier conjunto S. Como conjunto de pares ordenados, esta relación es
simplemente
d • • • •
e • • •
• • •
• •
a e d
A sobre (a, b, e, d}.
FIGURA 26
IMPLICACIONES EN LAS GRÁFICAS 71
lwpHsgsioneseglgsgráfjsgs
Veamos cuáles son los efectos que tienen la reflexividad y la simetría
<le una relación sobre su gráfica. Supóngase que sabemos que una relación
R sobre un conjunto S es reflexiva. Entonces para todo x perteneciente a S;
tenemos xRx, o (x, x) e R. Esto quiere decir que R contiene a /l. (cuando
. pensamos en ambas relaciones como en conjuntos de pares ordenados) . Estq
significa, a su vez, que la gráfica de R debe contener a la gráfica de �:>., e5
decir, a la diagonal (fig. 27) de S X S. Esta situación está ilustrada en las
figuras 28(a) y 28(c). Otras gráficas de relaciones reflexivas se muestran
en las figuras 18, 19(c) y 24. Nótese que en cada uno de Jos casos la grá
fica contiene a la diagonal, es decir, a todos los puntos sobre la recta qué
forma un ángulo de 45° con la dirección positiva de la recta numérica
horizontal en el origen.
Si una r�lación .R sobre un conjunto S es simétrica, sabemos que si pRq,
entonces' qRp; es decir, si (p, q) e R, entonces ( q, p) e R. La figura 27
muestra cómo se encuentran las gráficas de (p, q) y ( q, p} . Parece razonable
decir que son simétricas respecto a la djagonal, es decir, que están simétri,.
camente situadas, o que están reflejadas, o que son imágenes una de la
otra con respecto a la diagonal. Si todo punto de una figura está empa'
rejado con otro punto de manera que esto� puntos son simétricos respecto
72 RELACIONES DE EQUIVALENCIA
,"
;
"
diagonal """"'- , "
,
1 p,
q ------·(.· �
1 q) ;
"
1 ;
1 ;
1 /
1
1
; '
,
S . ,
1 ;
. ,
,'
1 ,
1
1 ;,
1
----------
p ---- ,���
1
,1 (q,p)
/ 1 1
, 1
, .
.' .
p q
S
Reflexividad y simetría.
FIGURA 27
e o e • " e • •
,
"
/ ,
d • ,¡ d ,
,, d • ;
•'
, ,
, , /
• ;,
,"
e e
,�
• •
,
e •
, ,
b 1/ • b JI • • b
,�
•
,"
; ;
,
D "
' • IJ , JI
,,
• a •
,; , ,,
a e d e a b e d e e él e
Una relad6n reAexiva, Una relación simétrica Una relación reflexiva
pero no simétrica pero no reflexiva y simétrica
(e.) (b) (e)
Gráficas de algunas relaciones sobre {a, b, e, d).
FIGURA 28
Sím•trla : s; t�nemo.t 4·- debem01 tener •._!' ·y, por tanto, las flech••
vienen por pares como e$ta�: ••;:::::•b
Tumsitividdd: Si •. - ./> y
b.-.c "• .e
a.�.c
tenemoa debemos lener
es decir,
FIGURA 29
GRUPO DE EJERCICIOS 1 O
z • • • •
y • •
% •
X y z w
Relaci6n.
FIGURA ;30
RELACIONESQEuNcpN"1�rgENgr�o
La mayoría de las relaciones que hasta el mom·ento hemos estudiado
han relacionado elementos de cierto conjunto de cosas con otros elementos
del mismo conjunto. Al hablar en términos generales de estós conjuntos, los
hemos representado generalmente mediante la letra S }; hemos dicho que la
relación de que tratábamos' estaba definida sobre S. Hay muchas relaciones,
no obstante, que relacionan cosas de un conjunto con cosas de un conjunto
diferente. Por ejemplo, nació en el año relaciona personas con enteros. (El
presidente Johnson nació en el año 1908; Julio César nació probablemente
en el año 102 A.c., es decir, en el año -102.) Y la relación fue montado por
relaciona los caballos a Jos jockeys en determinada carrera.
Nada de esto cambia nuestro concepto básico de relación como conjunto
de pares ordenados. Pero ahota, si los primeros componentes de todos los
pares ordenados de una relación .R son elementos de un conjunto S, y los se·
gundos componentes de todos los pares ordenados de R son elementos de
un conjunto T, decimos que la relación es de S a T. Así pues, la relación
nació en. el año que antes mencionamos es una relación del conjunto de
todas las personas en el conjunto J de los enteros. Dos de los muchos pares
ordenados de esta relación son (presidente Johnson, 1908) y (Julio César,
102 } La relación fue montado por � una relación de cierto conjunto de
-
.
RELACIONES OE UN CONJUNTO EN OTRO 75
�:
V •
o •
o ' • L l o
•
Q •
a
•
e o u
�:
(a) (b)
Relación de "trasliteraci6n".
FIGURA 3 1
caballos a -o en, nos permitiremos una u otra preposición para estos caso�
cierto conjunto de jockeys.
La reflexividad, la simetría y la transitividad son propiedades que no tie
nen sentido para las relaciones de un conjunto en un conjunto diferente,
luego las relaciones de esta clase no pueden ser relaciones de equivalen
cia. Las relaciones más importantes de un conjunto en otro son las funciones
que más adelante estudiaremos en este mismo cuaderno. Podemos, sin embar
go, representar relaciones de esta nueva clase tanto por medio de gráficas
como por medio de diagramas de flechas. Ilustremos esto con un ejemplo.
Como el lector sabe, el alfabeto que empleamos se derivó del latín. Con
tiene cinco letras que se llaman vocales: a, e, i, o, u, -no complicaremos las
cosas incluyendo la " que, además, no es latina. Pero hay otros alfabetos
también en uso actualmente. Veamos el alfabeto griego. Contiene veinticua·
tro letras, siete de las cuales son vocales. Son estas a, E, r¡, t, o, v y (1) (denomi.
nadas alfa, epsil6n, eta, iota, omicr6n, ipsilón y omega) . Cualquiera que
traduzca, o mejor dicho, efectúe la trasliteraci6n de un alfabeto al otro,
debe saber cuáles vocales griegas son las que corresponden con cuáles vocal�
latinas. Debe saber, por ejemplo, que a la "a" latina corresponde la grjega
"a'•. Es dec;i'r, debe conocer la relación del conjunto L de vocales latinas, al
conjunto Ó de vocales griegas ; el par ordenado (a, a) es uno de Jos de·
mentos de esta relación. Escrita explícitamente, la relación es
{ (a, a) , ( e, e), (e, .,), (t� , ) , (o, o), (o, (1)) , {u, v ) }
La gráfica de esta relación n o presenta dificultad alguna. El único cam
bio que hacemos en el procedimiento que ya habíamos establecido consiste
76 FUNCIONES
fYNC!QNES
Algunas veces oímos el nombre "función" usado en la conversación
casual en proposiciones tales comQ "su peso está en función de lo que come,
y "el porcentaje de sus impuestos es función de sus ingresos". También se
u�a en frases tales como "función social" y "la función del hígado", pero
en un sentido düerente que aquí no nos n i teresa. En las matemáticas y las
ciencias, la frase "es función de" se emplea para expresar la idea de q1,1e
upa "condición" o "estado" depe�de de otro. Escuchamos fraseS tales como
"la distancia es una función del tiempo", "la presión del agua es función
de la profundidad" y "el área de un círculo es una función de su radio".
Estas proposiciones sugieren ia idea de relación entre p(.lres de cosas:
d¡stancia y tiempo, presión y profundidad, área y radio. En lo que sigue
V!!remos que las funciones son, en: realidad, una clase especial de relaciones.
EJBMPLO 1
Cada uno de los siguientes conjuntos de pares ordenados es, desde luego,
una relación. úsese la definici6n anterior para determinar cuáles de ellos
son funciones.
EJEMPLO ?
Considérese la relación, definida sobre el conjunto W de los números
plenos, que consiste en todos los pares ordenados de la forma (m, 7 X m).
Est¡s relación puede pensarse como la tabla de multiplicación por 7. Algunos
de los pares ordenados en ella son (0, O), (l, 7), (2, 14), ( 5, 35) y (22, 154) ;
el lector puede encontrar muchos más si lo desea. ¿Es esta relación una
función? Sabemos que cuando multiplicamos un número por siete hay un
78 FUNCIONES
producto único. Luego, para cualquier número pleno que decidamos esco
ger como primer componente de un par ordenado, hay exactamente un
niímero que puede servir como 'segundo componente, a saber, el que es
igual a siete veces el primer número. Entonces, el primer componente deter
mina inequívocamente el par ordenado, y la relación es una función. Esta
·
{(m,n) J m s. W, n e W, y n = 7 X m},
o, más simplemente, { (m, 7 X m) 1 m e W}.
EJEMPLO 3
Consideremos la siguiente relación del conjunto de los cincuenta Estados
de Estados Unidos de América en el conjunto de las letras del alfabeto :
Funcíón No función
(a) (b)
Diagramas de flechas de dos relaciones.
FIGURA 32
DEFINICIÓN DE LA PALABRA "FUNCIÓN" 79
EJEMPLO 4
EJEMPLO 5
Exactamente de la misma manera en que podemos describir una relación
por su diagrama de flechas, también la podemos describir por su gráfíca. En
la figura 33 se muestran las gráficas de dos relaciones. Una de estas rela
ciones es una función, mientras que la otra no. ¿No ve el lector que las
relaciones cuyas gráficas aparecen en la figura 33 son las mismas cuyos
diagramas de flechas se mostraron en la figura 32? Vemos, pues, en la fi
gura 33 (a) la gráfica de una funci6n, y en la figura 33 ( b), la gráfica de
1 1 •
1
1
l< • • k +
1
1
T j T j • 1
1
j • •
h • h •
a e d ¡;¡ e i:/
�
S S
Función No funci6n
(a) (b)
Gráficas de doJ relaciones.
FIGURA 33
so FUNCIONES
una relación que no es una fun<;i6n. Nótese que en el último dibujo hay una
vertical que contiene dos puntos de la gráfica. Esta situación es típica de las
gráficas de relaciones que no son funciones; nos referiremos de nuevo a ella
más adelante.
La mayorla de las funciones que hemos considerado hasta el momento
han constado solamente de un número finito de pares ordenados. En ma
temáticas y sus aplicaciones, las funciones más importantes son las que
contienen una infinidad de pares. De éstas, las que aparecen con mayor
frecuencia son las funciones definidas en R, el conjunto de los números
reales. En los restantes ejemplos numéricos se deberá sobrentender que las
relaciones discutidas están todas definidas sobre R. Mostraremos las grá
ficas de estas relaciones. InfortUnadamente, sin el uso de una rama de las
matemáticas llamada geometría analítica, no podemos realmente probar que
estas gráficas son las correctas.
EJEMPLO 6
¿Es la relación { (x, y) 1 x < y} una función? Para mostrar que no lo es,
solamente necesitamos observar que si x se reemplaza por un número cual
quiera, entonces hay muchos �emplazamientos posibles para y que harán
que el par resultante esté en la relación. Así, para x = 3 pares ordenados
tales como (3,4), {3,5) y (3, 17) están en la relación. Como todos ellos
tienen el mismo primer componente, debe concluirse que la relación no es
una función. La gráfica de esta relación aparece en la figura 13.
EJEMPLO 7
EJltMPLO 8
La relación { (x, y) 1 y = x2} podría llamarse relación "elevación al
cuadrado" ya que el segundo componente de cada uno de los pares orde
nados de la relación es el cuadrado del primer componente. La relación
DEFINICIÓN DE LA PALABRA "FUNCION" 81
X y
o .,
1 1
2 3
3 S
-, "3
"2
1
J o
EJEMPLO 9
La relación { ( x, y) 1 x� + y� = 25} no es una función. Podemos ver
esto por el hecho de que tanto el par ordenado (3, 4) como el (3, -4) están
en la relación. (Obsérvese que 3:i + 42 ==
9 + 16 = 25 y 3: + (-4)2 = 9 +
16 = 25.) Sabemos que una función no puede contener a dos pares orde
nados diferentes con el mismo primer componente. El lector debe intentar
encontrar algunos otros pares ordenados de la relación. Si graficamos los dos
pares ordenados que acabamos de obtener y otros, tales como {O, 5), (O, -5),
(5, O), (-5, O) y (·4, ·3), veremos que los puntos resultantes aparecen, todos,
sobre Ja circunferencia que tiene radio 5 y centro en el origen. Esta circun
ferencia, que mostramos en la figura 36, es en realidad la gráfica de la
relación.
Pruebe de la;¡s;¡kql
Observemos las gráficas de las relaciones que estamos considerando en
los anteriores ejemplos. Notamos que en cada uno de los casos en que
Ja relación no es una función, es posible encontrar una recta vertical
que contenga al menos dos puntos de la gráfica. Señalamos esto explícita·
mente en el ejemplo 5 de Ja página 79. El lector puede comprobar por sí
mismo que en la figura 36 hay un<>. recta vertical que interseca a la gráfica
de la Hno función" { (x, y) 1 x2 + r = 25} en más de un punto. Lo cict10
es que hay muchas de tales rectas verticales. Y lo mismo puede hacer
en la figura 13, que muestra la gráfica de { (x, y) 1 x < y}.
Por otra parte, observamos que no hay recta vertical alguna que con·
tenga más de un punto en la gráfica de una relación, cttando ésta es una
función. Es posible que haya rectas verticales que no contengan punto al
guno de la gráfica, mientras que otras pueden contener un punto. Pero
ninguna recta vertical interseca a la gráfica de una función en dos puntos
ni en más de dos puntos. El lector debe comprobar esto en los casos de las
funciones que hemos discutido en los ejemplos anteriores.
PRUEBA DE LA VERTICAL 83
y
6
2 3 4 6x
"6
GRUPO DE EURCICIOS 11
(a) (b)
Dos relaciones.
FIGURA 37
�gtgdépf¡'P5i09Cd
En secciones anteriores de e.ste cuader11o, encontramos conveniente em
plear un solo símbolo como denominación de una relación -ordinariamente
usamos "R". Es útil hacer lo mismo en el caso de las funciones. En deter
minada discusión acerca de una función podernos, desde Juego, tomar como
nombre de la función cualquier símbolo que no se haya usado. A menudo
usamos la letra "f' para este propósito, sin embargo, porque es la letra
inicial de la palabra "función". Otros nombres populares para funciones
son g, h, y ep (fi, la letra griega equh-alente a la "f'). A las funciones se
les suele denominar con letras cursivas minúsculas tales como {1 g, h y </>,
pero en este cuaderno usaremos también n�gritas para mayor énfasis.
También es útil tener un nombre para d conjunto de todos los primeros
componentes de los pares ordenados de determinada íunci6n; a este con
junto Jo llamamos dominio de la función. Así, en el caso de la función
f = { ( 1 , 2 ) , ( 2,4), (3, 6) , (4, 8) },
NOTACIÓN FUNCIONAl as
{
f : S _.,. T o S -+ 1'
r así sucesivamente.
En el ejemplo 7 de la página 80, consideramos la Íllnción
9 = { {x, y) 1 x e R, y e R, y y = (2 X ;r) - 1}.
LAS FUNCIONES COMO ''REGlAS'' 87
<p(2) = (2 X 2} - l = 4- 1 =
cp(3) = (2 X 3) 1 6 1 5,
(2 X -I) 1
- = - e
<p(-1) = - = -2 - 1 -3,
(2 X !·) - 1
=
<p(}) = = 1 - 1 = O.
GIUPO DE EJERCICIOS 1 2
l. f = { (-3, 3), (-2, 2), (-1, 1), (0, O), (1, 1), (2, 2), (3, 3 ) }. Encuéntrense
f(2), f(-2), f(O) y f(- 1 } .
2 . g = { (x, y) ¡ .t' & R y y = x - 2 }. Encuéntrense g(5), g{2), g(O), g(-2)
y g( 1 ) .
3. t.¡ - {(O, .6.) 1 O es la .6.-ésima letra del alfabeto castellano} = {(A,
1), (B, 2 ) , (C, 3) , . • . , (Y, 27), (Z, 28) }. Encuéntrense cp(N), t¡{C),.
�(T) y e¡(M).
GRUPO DI EJERCICIOS 13
FIGURA 38
1 .. f ,, "
¡2 mggumq •mqg�
, •
U-, D D
''
'
\
\
r
l
�Imagen
�Imagen
t:j
Imagen
de 1 de 1 de 1
Máquina 1 en operación.
FIGURA 39
R = ( (x, y) 1 . . . h donde los tres puntos que siguen a la barra vertical apa•
recen en vez de alguna proposición acerca de x y y que nos permite decidir
si un par ordenado está o no en R. Como una función es una clase par�
ticular de relación, también puede escribirse en la forma f = { (x, y) 1 . . . },
pero ahora la proposición acerca de x y � que sigue a la barra vertical debe
ser tal que no haya dos pares diferentes eri f que tengan el mismo primer
componente.
Cuando observamos a
f = {(x,y) [ . . },
.
vemos los tres símbolos f, x y y. Los tres tipos de problemas a que antes.
nos referimos pueden admitir una primera clasüicación en términos de estos
símbolos como sigue :
T Area b X h
1
=
lo----- b -----�
An:a de un rectángulo.
FIGURA 40
particular sucede que no importa que los pares sean ordenados. En general,
sin embargo, sí es importante en qué orden se tomen los números. Si repre
sentamos por P al conjunto de todos los números reales positivos, debemos
e.ntonces recordar que el conjunto de todos los pares ordenados de elemen
tos de P es el producto cartesiano P X P. (Véase la página 7 1 y el cua
derno 1 : Conjuntos, páginas 52 y 55.) Así pues, la función g está definida
sobre el conjunto P X P por la fórmula g[(b, h)J = b X h.
Una función como g que está definida sobre un conjunto de pares orde
nados se llama, a veces, "función de dos variables". Es convencional omitir
lps paréntesis exteriores en símbolos tales como g[ ( b, h) ], de modo que
aparezca en la forma más simple g( b, h) ; sin embargo, en este breve trata
miento no prescindiremos de estos paréntesis.
Como el dominio P X P mismo de )a función g consiste en pares orde
�ados, los elementos de g tendrán un aspecto algo extraño. Los pares or
denados de g tienen otros pares ordenados como sus primeros componentes,
PROBLEMAS DEl TIPO 2 95
a saber, los elementos de P X P. Así, por ejemplo, el par ordenado [(6, 2),
12] está en g porque el área de un rectángulo de base 6 y altura 2 es 12.
Otros pares ordenados de g son ( (4, 3), 12], [( 1, 5), 5} y [(3, 3), 9].
El encontrar el área de un rectángulo dada su hase y su altura es el
problema de tipo 1 en este ejemplo. Es decir, conocemos la función g por
su fórmula ddinitoria g[ ( b, lz)] = b X h, y se nos dan b y h ; de donde tene
mos d elemento (b, h) del dominio de g. Queremos encontrar g[(b, h)].
Si comparamos lo dicho con nuestra introducción original de los proble
mas de tipo 1 de la página 93, vemos que g desempeña el papel de f; ( b, h)
el de x; y g[(b, h)] el de y. La solución de este problema de tipo 1 se ve
una vez más que es solo cuestión de sustitución en la fórmula que define g.
Tenemos, pues, que si b = 5 y h = 2, entonces g[(5, 2)] = 5 X 2 = 10.
" El lector comprenderá que es sólo un modo de decir las cosas. [N. del T.]
PROBI.EMAS DEL TIPO 3 97
y y
g g
8 • 8
7 1
6 • 6
5 5
4 •
3
2 •
1 2 3 4 5 :r: 2 3 4 5 "
(a) (b)
{(x, y)¡.q; R y y= 2 X x}.
FIGURA 41
98 PROBlEMAS EN QUE APARECEN FUNCIONES
pase por ellos. Escogimos como la "mejor" soluci6n para este problema
la funci6n f descrita en el párrafo precedente. Su gráfica se muestra en la
figura 4 1 ( b ) . Es por estas interpretaciones gráficas que Jos problemas del
tipo 3 se denominan con frecuencia problemas de ajuste de curva. En
matemáticas �xtendemos el significado usual de la palabra "curva,. para
·
Esta tabla nos da un número de pares ordenados : ( 1 , 1.7), (2, 1.8), (3, 2.3)
y (4, 3.2). Cuando los representamos gráficamente, los cuatro resultantes
son los que aparecen en la figura 42.
Podemos ver que no hay ninguna línea recta que contenga a todos estos
puntos. Esto quiere decir que ninguna función cuya gráfica sea una línea
recta puede contener a los pares ordenados observados. El científico, sin
PROBLEMAS DEl TIPO 3 99
4 �---+----+--1---r-
3�---+----4---r--;--
2�--�-----+--�--;--
1�--��--�----
2 3 4
Gráfica de un experimento.
FIGURA 42
embargo, puede tener buenas razones para necesitar una función de tal tipo;
y puede atribuir el hecho de que realmente no haya ninguna función oe
este tipo a deficiencias en los datos observados. Estas deficiencias pueden
haber sido causadas, por ejemplo, por falta de exactitud en las balanzas o
quizá por una rata poco colaboradora. En este caso desea encontrar uila
función cuya gráfica sea una línea recta que pase "cerca" de los cuat:ro
puntos. Hay un procedimiento estándar, llamado método de los mlnimos
cuadrados, que nos dará tal función. Si se aplica el método en este ca�o,
resulta la función f, definida por la fórmula f(x) = 1.0 + (0.5) X x. La
gráfica de f se muestra en la figura 43 (a) .
Resulta que hay una función bastante sencilla que contiene realmente
a todos los pares ordenados del ejemplo que arriba hemos dado. Está defi
nida por la fórmula
g (x) = 2.0 - (0.5) X x + (0.2) X x2,
y su gráfica aparece en la figura 43(b). La verificación de que g realmente
contiene a los cuatro pares dados, nos lleva a cuatro problemas del tipo 1.
Así, si sustituimos l a x por 3 en la fórmula definitoria, encontramos que
4 4
'/ V
V
3 3
2 / / V
� V
V
2
1� 1
1 2 3 4 X 1 2 3 4 X
FIGURA 43
tipo 1.) De acuerdo con esto, estima que la rata pesará 3.5 onzas cuando
tenga 5 días. O es posible que quiera saber cuándo pesará la rata 4.0 onzas
Entonces se encuentra ante un problema del tipo 2 : Quiere encontrar una
.� tal que f (x) = 4.0; es decir, tal que 1.0 + (0.5) X x = 4. El valor de x
que hace que esto sea cierto es 6. Por lo que predice que la rata pesará 4.0
onzas cuando -tenga seis días. Al usar la función f de este modo debemos
tener en cuenta que hay limitaciones en su dominio de validez; probable..
mente éste se reduce a unos cuantos días. Esperemos, al menos, que la dieta
que el científico está estudiando no tenga tanto éxito que llegue a producir
una rata de dos años que pese 366 onzas.
En esta secci6n hemos considerado tres clases de problemas referentes
a las funciones: problemas del tipo 1, que ordinariamente se reducen a una
sustituci6n en la fórmula; problemas del tipo 2, que incluyen la soluci6rt
de una ecuación; y problemas del tipo 3, a los que usualmente se les lla.
ma de ajuste de curva. Una gran parte de las matemáticas superior�s está
d�dicada al estudio de las funciones, y los anteriores tipos de problemas no
RESUMEN 1ÓI
hacen más que rascar un poquito en la superficie de este tema. Las funcio
nes más interesantes e importante son las ·que satisfacen ciertas condiciones
que no tenemos espacio de discutir aquí. El análisis, por ejemplo, que es
una de las grandes ramas de Ja matemática moderna, incluye el estudio
del comportamiento de funciones que satisfacen ciertas condiciones de
tersura o "lisura".
GRUPO DE EJERCICIOS 15
a) g(n) = 3 b) g(n) = O
(Sugerencia: véase el ejercicio 2 del :grupo de ejercicios 13, de la pá·
gina 90.)
2. Recuérdese que el área de un triángulo con base de longitud b y altura
h está daaa por la expresión 1/2 X b X h. Por tanto, la función "á�a
de un triángulo" está definida sobre el conjunto de todos los pares orde
nados de números reales positivos por la regla f[(b, h)] = 1 /2 X b X -h.
a) Encuéntrense f((5, l O)J, f[(2, 6)], f[(4, 3)] y f(( 1 2, 1) ).
b) EnClléntrense tres soluciones para cada uno de los siguientes proble
más de tipo 2:
l) f[(b, h)] = 6. u) f[(b, h)] = 12.
3. Supongamos que se nos han dado los pares ordenados (·3, 3), (-2, 2),
(-.t, 1), (0, O), ( 1, -¡ ), (2, -2) y (3, -3). ¿ Cuál es, a juicio del lector, la
"mejor" funci6n f, definida sobre R, que contiene todos estos pares
ordenados?
RESUMEN
A medida que las matemáticas han ido desarrollándose a través de los
siglos, se han expandído hasta abarcar un gran número de ternas muy
especiales y, generalmente, muy complic!ldos. Mediante el estudio de estos
temas esp�ciales con el fin de descubrir las propiedades que tienen en co
mún, los matemáticos han descubierto cierto número de conceptos unifica
dores durante los últimos cincuenta años. ·cada uno de estos conceptos se
basa en ideas completamente elementales� y cada uno contiene, como casos
especiales, unos cuantos de los temas tradicionales aparentemente distintos.
102 RESUMEN
Entre las diversa.! referencias útiles que tratan el tema que aquí
hemos introducido se encuentran las siguientes:
MA.v, KENNETH O. VAN ENOEN, HERNY. "Rclations and Functions"
en The Growth of Mathematical Ideas, Grades K-12. Vigésimo·
cuarto anuario del National Coundl of Teachers of Mathematics.
Washington, D. C.: The Council, 1959. Puede obtenerse en el
National Council of Tcachers of Mathemat'ics, 1201 Sixteenth St.,
N. W., Washington, D. C. 20036.
McFADDEN, MvRA; Mooae, J. WtLLIAM y SMrrH, WENDELL l. �'
6clgtig¡¡t�n4Fuqctjgp¡: A Programmt:d Unit in 'Modt:rn Math
tmatics. ueva York: McGraw-Hill Book Co., 1963 299 págs.
.
d), e)
... o
2
�
- ·¡ 1 ;;
• •
"4 "3 o 4
f)
• • •
"3 '2 "1 o 2 3 4 5
103
104 RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS
a) (0, O), (1, 1), (2, 2), (3, 3}, (-1, -1), (-2, -2), (j, -!), . . .
b), e) ( O, 2), (1, 1 ) , (2, 0), (3, -1}, (4, ·2), (-1, 3), (-2, 4), . . .
d) (0, 1 ) , (0, 2), (0,3), (1, 2), { 1 , 3 ) , (2, 3 ) , (-3, 1 ) , (-l, i), . . .
e) (0, 1 ) , (0, 2), (0, 3), (1, 3), (1, 4) , (-1, 0), (-1, -1) , . . .
3. a) X y b) o �
1 4 o 2
2 3 1 1
3 2 2 o
4 l 3 -1
4 -2
-t 3
-2 4
i.
RESPUESTAS A lOS EJERCICIOS lOS
3 • • • •
• • • •
• • •
3 4 o 2 3 4 o 2 3 4 o
(Gráfica incompleta)
3., D) b)
y
3
-¡
e) ( (P, M), (P, T), (P,E), (P, L), (M, E), (M, L), (T,E), (T, L) ,
(E, L ) )
2. a) La relaci6n completa es { (Cleopatra, Colón), (Cleopatra, Napoleón),
(Cleopatra, Eisenhower), (Colón, Napole6n), (Col6n, Eisenhower),
(Nap?le6n, Eisenhower)}.
3. Ejemplos: fue construido antes, está situado al Sur ,de, no es tan alto
como.
lOó RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS
E •
r. • •
• •
p • • • •
p M T E L
2. 5
4 •
3 • •
2 • • •
• • • •
2 3 4 5
4. No. No es reflexiva.
5. Sí.
b) " • •
e • • •
d • • •
e • •
b •
a • • •
.1 b e
d)